Batalla de Ebelsberg y conquista de Viena

Marcha de Napoleón a Viena

Después de las batallas de Eggmuhl el 22 de abril y Ratisbona el 23 de abril de 1809, el ala izquierda del ejército austríaco se retiraba a lo largo de la orilla sur del Danubio; mientras que la mayor parte del ejército, bajo el mando del archiduque Carlos, se había visto obligado a desplazarse hacia la orilla norte.

A raíz de estos éxitos, Napoleón tenía dos opciones: cruzar el Danubio para perseguir a Carlos o avanzar hacia Viena. Si bien la primera opción ofrecía la posibilidad de destruir al principal ejército austríaco, también tenía el potencial de arrastrar a los franceses a una costosa campaña en las montañas de Bohemia. Napoleón eligió la segunda opción, con la esperanza de que esto obligaría a Carlos a moverse para defender la capital austriaca, permitiendo a Napoleón librar su batalla decisiva.

El 26 de abril a las 03:00 horas, Napoleón envió a Lannes la orden de partir de Landshut al amanecer. Marcho al frente de los granaderos, de la DI-4/III de Saint-Hilaire y de la caballería ligera de Colbert, en total 25.000 efectivos, para avanzar sobre Mühldorf, donde también debía ir Wrede; así como el resto del CE-VII bávaro de Lefebvre (la DI-1/VII del Príncipe heredero y DI-3/VII de Deroy).

La caballería de Bessières también se puso a las órdenes de Lannes, que tenía que atacar a las tropas de Hiller sin esperar nuevas órdenes. Lefebvre tenía que apoderarse de Salzburgo y sortear Kufstein para luego entrar en el valle de la posada. La DI de Demont debe permanecer en reserva en Landshut. En cuanto a Masséna (que había cumplido 25 años en Osterhofen), debía apoderarse de Passau, amenazando así el flanco izquierdo de Hiller y cooperar con Lannes.

La noche del 26 de abril, Napoleón, después de haber visitado a los heridos en Eglofsheim y Eckmühl, estaba en Landshut. Partió al mediodía del día siguiente, atravesó Neumarkt y llega a Mülhdorf a las 18:00 horas. Allí pasa junto a la posada: ¡aquí está en Austria!.

Al día siguiente, llegó a Burghausen, donde tuvo que detenerse y tener paciencia: los austriacos habían destruido el puente sobre el Salzach, que los ingenieros de Bertrand debían restaurar.

Cruce del Salzach por los franceses

Por la tarde del 30 de abril, los trabajos de restauración del puente Burghausen estaban a punto de finalizar. Además, Bertrand, utilizando los pontones que habían quitado a los austriacos, y que finalmente llegó, así como el equipo encontrado en el lugar, logró construir un segundo punto de cruce, debajo de la ciudad. Napoleón finalmente pudo continuar. Recibió la información de Masséna de que Hiller estaba efectivamente alejado, pero con una cómoda ventaja. Pero sobre todo, Davout le confirmó que el archiduque Carlos inició su retirada en dirección a Bohemia el 28 de abril, y que podría iniciar su marcha hacia Passau. La noticia era importante, porque tranquilizaba al Emperador sobre su línea de acción, que un contraataque del generalísimo podría haber sido una amenaza.

Necesita llegar a Linz muy rápidamente, si quería llegar antes de que el principal ejército austríaco tuviera tiempo de unirse a las tropas de Hiller. Mucho antes de que se completaran los puentes sobre el Salzach, Napoleón dio las órdenes necesarias para el avance de su CE.

Bessières, con la DCL Marulaz, la BRCL-I Piré y la BRCL-II Jacquinot que ya tenía bajo su mando, y la DCC-I/R de Nansouty y DCC-2/III de Saint-Sulpice debían formar la vanguardia; para dirigirse a Ried. Luego, desde allí, vía Riedau, Penerbach y Eferding, en dirección a Linz. Lannes debía seguirlo de inmediato, su jefe de columna debía estar el 30 de abril en Braunau para luego avanzar hacia Lambach. La DI de Molitor apoyaría a la retaguardia. La BRI Colbert y la DI Tharreau formarían una vanguardia, que estaría mandada por Oudinot. El grueso de sus tropas estaría formado por las DI-4/III de Saint-Hilaire y DI-/R de Demont.

Sin embargo, los coraceros aún estaban en Alt-Ötting y no podían unirse a Bessières a su debido tiempo, y más tarde se unirían al CE provisional de Lannes. Eso informaba Berthier cuyo cuartel general estaba ubicado el 1 de mayo por la mañana, en Braunau, donde tenía previsto restaurar el puente sobre el río Inn, en la que espera de que fuera reparado ese mismo día, hasta su vanguardia en Ried. Vandamme también debe participar en la rehabilitación del puente de Braunau, habiendo reunido su cuerpo en los alrededores del Simbach.

La falta de material imposibilitó los trabajos de restauración del puente. A propuesta del TG Wöllwarth, Vandamme envió el RC-2 de cazadores a Schärding, donde pasaron el río. A primeras horas del 1 de mayo, su caballería también se puso en camino hacia ese punto de cruce.

Masséna, por su parte, recibió la orden de marchar sobre Linz, de tomar allí el puente sobre el Danubio (Linz estaba en ese momento estaba enteramente en la orilla derecha del Danubio, el pueblo de Urfahr frente a él en la otra orilla; existe un puente en ese mismo lugar).

Napoleón suponía en ese momento que Hiller se estaba retirando detrás del Traun, que no ofrecería ninguna resistencia real y que atribuía la mayor importancia a la toma del puente de Linz, para permitirle asentarse en la margen izquierda del Danubio y, dependiendo de las circunstancias, lanzar un ataque de flanco contra el principal ejército austríaco. Pero el orden de marcha llegaría tarde a Masséna, lo que tendría consecuencias negativas para el resto de las acciones.

Davout ordenó a Montbrun que siguiera de cerca a la retaguardia austríaca hasta la frontera de Bohemia, permaneciendo él mismo en apoyo en Kürn, con la DI-3/III de Gudin. La DI-1/III de Morand y la DI-2/III de Friant se pusieron en marcha y debían llegar el 30 de abril a Plattling y Straubing.

Finalmente, los puentes sobre el Salzach fueron finalmente terminados, a las 16:00 horas. Napoleón cruzó a caballo el puente de barcos y después hizo desfilar las tropas delante de él, especialmente la caballería ligera de Hesse que habían obtenido buenos resultados durante los últimos combates. La travesía se realizó sin contratiempos y en buen orden: en 6 horas, unos 55.000 hombres pasaron a la margen derecha del Salzach. En la margen izquierda quedaron el cuartel general y la Guardia que pasarían a la mañana siguiente, la caballería en Burghausen, la infantería en Alt-Ötting.

Marmont, enviado por Bessières, avanzó desde Braunau a Altheim, donde tomó posición por la tarde. Los habitantes le informan que, el 28 de abril el archiduque Luis y Hiller habían cruzado la ciudad. Una parte tomó entonces la dirección de Ried, la otra la de Obernberg. Delante de Altheim, hacia Polling, se podían ver fogatas de vivac. Una patrulla enviada en esa dirección se topó con los austriacos.

Bessières instaló su cuartel general en Braunau, las BRIs de Jacquinot y de Piré tomaron posiciones en el este de la ciudad, en torno a Sankt-Peter; Molitor hizo que sus tropas vivaquearan alrededor de Braunau, al igual que Oudinot. Saint-Hilaire, por su parte, cruzó el Salzach a las 20:00 horas y llegó hasta Ranshofen.

El Emperador ordenó a su cuartel general prepararse para salir muy temprano de Burghausen el 1 de mayo. Esta salida se realizó a partir de las 05:00 horas. Nada más salir, Napoleón recibió una carta del archiduque Carlos, reenviada por Davout, quien le ofrecía un intercambio de prisioneros y, al mismo tiempo, le informaba que estaba dispuesto a hacer las paces. Esa le hizo suponer que su adversario estaba al límite de sus posibilidades o bien trataba de ganar tiempo. Por lo tanto, se informa a Davout que el Emperador respondería a esa carta “cuando tuviera tiempo, en una semana”, que además el ejército alemán estaba en camino hacia Lambach y Linz.

Cuando llegó a Braunau, Napoleón recibió la noticia, confirmada por los habitantes y prisioneros, de que los austriacos se encontraban reunidos en Wels, y que habían enviado los trenes detrás del Enns y que la intención del Archiduque Carlos era unirse con Hiller en Linz.

Durante su corta estancia en Braunau (salió de la ciudad el 2 de mayo a las 19:00 horas), Napoleón reorganizó su línea de acción, convirtiéndose Passau en el principal depósito del ejército, y se organizó como ciudad fortificada, permitiendo, en caso de contratiempo, pasar de nuevo el río Inn sin obstáculos. La fortaleza de Oberhaus fue aprovisionada para 1.000 hombres durante 4 meses, se mejoran las defensas de la ciudad y se ordena la construcción de un campamento atrincherado, capaz teniendo una guarnición de 1.000 hombres y, en caso necesario albergar hasta 15.000 hombres.

En el cuartel general del Emperador, se suponía que el archiduque Carlos no puede tener otro proyecto que llegar a Viena antes que el ejército alemán y encontrarse, en la margen izquierda, con las tropas de Hiller. Se estimaba que no podrá llegar a Linz antes del 7 de mayo, pero que luego no necesitaría más de dos marchas adicionales en caso de que decidiera reunirse en el Danubio en Krems (viniendo directamente de Budweis). Si el ejército alemán se demoraba un poco, era posible que incluso se interpusiera en el camino de la capital, alrededor de Sankt-Pölten. Tampoco se podía descartar que Hiller realizara maniobras retardadoras, usando las líneas del Traun y de Enns para ello.

Napoleón calculaba que llegaría al Traun sin tener realmente ningún problema, pero que luego tendría que forzar el paso. Si Hiller podía pasar a la margen izquierda del Danubio, esperaría allí, en Linz, a Carlos, o intentaría permanecer en esa ciudad hasta su llegada, eran dos suposiciones que Napoleón no tomó en cuenta. Para él, una cosa es segura: ¡Hiller se dirigía directamente a Viena!

Masséna, cuya caballería estaba reforzada por la DI de Marulaz, recibió la orden de avanzar sobre Linz, lo más rápidamente posible, y tomar un puente sobre el Traun, o incluso, si era posible, de un puente sobre el Danubio. El Emperador calculaba que su lugarteniente lograría ese objetivo el 2 de mayo, y le hizo saber que, si los austriacos quieren defender el cruce del Traun, lo realizarían en Ebelsberg, en una posición muy ventajosa para ellos. Pero también le señaló que ese lugar no caería hasta que el grueso del ejército hubiera cruzado el río en Lambach. Masséna debía unirse a él, enviando unidades en dirección a Wels. Por tanto, parece que, para Napoleón, el objetivo de Masséna no era solo Linz, sino la zona del Traun y el Wels en la confluencia con el Danubio.

Por su parte, Vandamme recibió la orden de ir a Riedau, con los 2 RCs de cazadores de Würtemburg, su infantería ligera y sus Bías a caballo, para reconocer en dirección a Wels y enlazar el contacto entre Masséna y Lannes.

Finalmente, Davout debía reunir su cuerpo en Passau, enviar las divisiones Dupas y Rouyer a Straubing, para que tomasen posiciones a lo largo del Danubio, y debía estar listo para llegar, el 4 o 5 de mayo a Linz.

Napoleón ahora tenía la sensación de que las tropas delante de él ya están detrás de río Enns, Hiller en Steyer y Luis en Enns. Esta opinión estaba respaldada por información obtenida de los presos, de un informe de Wrede, pero también de los despachos interceptados, que le informaron que el gobierno austríaco había salido de Viena hacia Pest, que el emperador Francisco estaba en Strengberg, así como el del levantamiento húngaro.

Escribió a Davout que, según él, los austriacos esperaban reunirse en Mauthausen, pero que llegaría a este punto antes que ellos, de modo que el archiduque Carlos ya no tendrá otros puntos de cruce que Krems o Viena. El duque de Auerstaedt debía, por tanto, acelerar su marcha sobre Passau, luego sobre Linz, y enviar sin demora todas las tropas que todavía están en Ratisbona y Straubing a Passau. Como precaución, debía dejar 2 regimientos de caballería ligera, que asegurarían el Danubio desde Ratisbona, y esperarán la llegada del cuerpo sajón.

Así preparada la marcha sobre Viena, Napoleón aún se ocupaba de su línea de acción, que se alargaba a medida que esta marcha entraba en territorio enemigo. Era sobre todo su flanco sur lo que le preocupaba en ese momento, un ataque de Bohemia le parecía cada vez más improbable; sobre todo porque ignoraba casi todo lo que estaba sucediendo en el frente italiano, y que no podía rechazar la hipótesis de un ataque por parte del archiduque Juan, si salía victorioso en Italia.

Por tanto, dejó atrás al mariscal Lefebvre, con 2 DIs bávaras, fuerzas que pronto resultarían insuficientes, dadas las cada vez más numerosas tareas que les serían asignadas. De cualquier manera, tenían que apoyarse Salzburgo y Kufstein. Para proteger a Lefebvre de un ataque de los tiroleses y voralbergueses, se pidió a los príncipes de la Confederación que hicieran avanzar a todas las tropas aún disponibles a la frontera y que pusieran a disposición sus milicias.

Habiendo hecho todos estos arreglos, Napoleón dejó Braunau y se unió a Ried la noche del 2 de mayo.

Batalla de Ebelsberg o Ebersberg (3 de mayo de 1809)

Hiller, por su parte, se había retirado a Linz, donde las defensas parecían poder ofrecer la posibilidad de contrarrestar su inferioridad numérica. Pero cuando llegó a esta ciudad, recibió órdenes relativamente contradictorias: por un lado en la carta del 1 de mayo, el archiduque Carlos le ordenaba a cruzar el Danubio en Linz, precisamente, para unirse a él y luchar una batalla decisiva; mientras que, por el otro en la carta del 3 de mayo, el emperador Francisco le ordenaba que debía interponerse imperativamente en el camino de los franceses, en el Traun o en el Enns, para bloquear la carretera que conduce directamente a Viena.

Hiller había calculado que las tropas de Napoleón llegarán necesariamente a Linz antes que las del Carlos. Por tanto, no dudó y prefirió obedecer a su monarca: defendería el paso del Traun en Ebelsberg. su fuerza principal se concentró alrededor de Linz, pero tres de sus fuerzas de retaguardia estaban incómodamente adelantadas: Bianchi con la BRI-I/1/V estaba en el Danubio en Wilhering, mientras Radetzky con la BRL-II/-/V estaba en el Traun en Marchtrenk. El mayor problema eran las tropas de Schustekh, en el centro de la retaguardia austriaca. Se había establecido para pasar la noche en Geisenheim, virtualmente en medio del ejército francés. Pronto quedó claro que había tropas francesas en su noreste y sureste. Su única posibilidad de escapar era una marcha nocturna a lo largo de una loma de terreno elevado entre los dos ríos, por lo que a las 22:00 horas, sus hombres emprendieron una larga marcha.

A las 03:00 horas del 3 de mayo, Hiller puso a sus soldados en el camino. Dirigió al pequeño CE-IIR de Kienmayer para que liderara la marcha, mientras que el CE-V y el CE-VI lo siguieron. Dejó como retaguardia:

• BRL-II/-/V de Radetzky: RIL-8 grenzer de Nowa (2, 1.000), RC-8 ulanos del Erzherzog Charles (8, 850), ½ Bía a caballo (4×6).
• BRI-I/1/V de Bianchi: RI-60 Gyulai (3, 1.700), RI-39 de Duka (3, 1.200), RC-6 de caballos ligeros de Rosemberg (2, 170), RH de Stipsicz (1, 100), Bía 8×6.
• DI de Schustekh:
  • BRI de Hohenfeld: RI-14 de Klebek (3, 1.460), RI-59 de Jordis (2, 1.075), RH-8 de Kienmayer (8, 750), Bía a caballo (4×6 y 2×7 obuses).
• DIL-/VI de Vincent:
  • BRIL-I/-/VI de Hoffmeister: RI-31 de Benjovszky (3), RI-51 de Splènyi (3), y 1 EC del RC-6 de caballos ligeros.
  • BRIL-II/-/VI de Nordmann RIL grenzers de Saint George (2, 1.000), RIL grenzer de Brooder (2 Cías, 270), RH-7 de Liechtenstein (8, 800), ½ Bía a caballo (2×6 y 1×7 obús).

Esta salida de Linz se inició en buen orden, pero cuando la columna austríaca cruzó el puente en Ebelsberg, el personal de Hiller perdió el control de la situación, los conductores entraron en pánico y la carretera se atascó con vehículos y tropas en retirada.

Sin embargo, Schustekh todavía estaba en algún lugar al suroeste, por lo que Vincent y Radetzky reunieron sus fuerzas en la orilla oeste y esperaron a que su colega hiciera su aparición.

Acción retardadora en Eferding

El 2 de mayo, en Sigharting, Masséna recibió de Napoleón la orden, escrita el día anterior, de acelerar su marcha sobre Linz. Le ordenaba estar en Eferding esa misma noche, y de inmediato se dirigió a esta ciudad.

Las últimas divisiones partieron al amanecer, la DI-2/IV de Carra Saint-Cyr sobre las 06:00 horas. La BRCL-II/W de Stettner (RC cazadores Herzog Louis y RC cazadores de König) permaneció en Weidenholz hasta las 08:00 horas, solo para pasar rápidamente por delante de la columna. La vanguardia (RC-14 de cazadores y un BIL del RIL-24), está controlada por el ayudante general Trenqualye.

Habiendo dejado Prambachkirchen, los cazadores a caballo se encontraron rápidamente con los puestos de caballería austríacos cerca de Waizenkirchen, que retrocedieron sin resistencia. Pero cuando llegan al oeste de Eferding, se encontraron, frente a la ciudad y a ambos lados de la carretera, con la infantería, que ha tomado posiciones detrás de los setos y vallas. Estos eran los 2 BILs grenzers de Wallachia-Illyria y 2 Cías del BI-II de voluntarios de Viena, bajo el mando del Tcol Steigentesch.

Trenqualye comprendiendo que un ataque con caballería no tenía sentido, desplegó el BIL. Como no logran ganar terreno, le pidió a Carra Saint-Cyr 3 Cías de voltigeurs. Su ataque permitió retroceder a los austriacos a las 09:00 horas, el BIL los persiguió con fuerza, llegando pisándoles los talones a Eferding, donde una partida de grenzers, completamente aislada, se vieron obligados a rendirse.

Con la llegada de la BRCL-II/W, Trenqualye esperaba sortear el pueblo y cortar la línea de comunicación de los austriacos. Con el RC-14 de cazadores y los dragones de Baden, envolvió la ciudad por el norte, pero fue detenido por la barrera infranqueable era un arroyo, que desde Eferding, se unía al Danubio, dando la vuelta.

Mientras tanto, la infantería de vanguardia y los caballos ligeros de Württemberg persiguieron a los austriacos a través de la ciudad, para hacerlos retroceder en Raffelding, cuando nuevas tropas austríacas llegaron al frente y detuvieron esa persecución.

De acuerdo con las órdenes que había recibido, Bianchi, puso en marcha su BRI-I/1/V a las 05,00 horas en Wallern y llegó a Raffelding a las 08:00 horas. Allí reunió al grupo del coronel Gratze y tomó posición en el Wilden Innbach. Tenía los pasos de Hörsdorf y Ranzing ocupados por ½ BI de l RI-39 de Duka (capitán Josef Wasserthal), y el puente cerca de Fraham infantes del RI-60 de Gyulai (capitán Ladislaus Sártory). El resto del RI-60 de Gyulai (el mayor Czarnotzay von Charlottenburg) y 2 cañones de BRI se colocaron frente al puente Raffelding. En la margen derecha había 4 BIs (el mayor Nepomuk von Urmenyi). El RI-39 de Duka estaba más atrás, en reserva.

Carra-Sant-Cyr entendió que debe fortalecer su vanguardia y hacer avanzar la artillería. Ese desarrollo de fuerzas superiores y su ataque a un adversario que se retiraba en desorden hacia el puente Raffelding, no dejaba de afectar a las 4 Cías del RI-60 de Gyulai. Czarnotray ordenó la retirada. Fue entonces cuando Trenqualye llegó de nuevo con sus dos regimientos de caballería. Envía 2 EDs de Baden y los caballos ligeros de Württemberg para cubrir la artillería, siguiendo con los otros ECs a la infantería en marcha.

Para Trenqualye, ese desorden de los austríacos que huían a Raffelding debía ser aprovechado. Ordenó atacar al Tcol Heimrodt con sus 2 EDs de Baden y un EC del RC-14 de cazadores. Como era difícil avanzar por la carretera, los jinetes debían avanzar en columna. Inmediatamente, estuvieron bajo el fuego de la infantería austríaca, que estaba estacionada a ambos lados de la entrada al puente, lo que obligó al cuerpo principal de los jinetes a dar la vuelta. Solo el Tcol Heimrodt y el capitán Schimmelpennig, 10 dragones y 12 cazadores a caballo continuaron su marcha hacia adelante, con la esperanza de apoderarse de los 2 cañones austriacos, cuyos cajones habían sido abandonados en la huida.

Este pequeño grupo de jinetes lograron cruzar el puente y tomar los 2 cañones en el segundo puente, en la entrada occidental de Raffelding, donde se habían detenido. Heimrodt se apoderó de ellos en el primer ataque. Pero los austriacos llegaron con refuerzos. Weber con el RC de caballos ligeros de Rosenberg, se lanzó con algunos jinetes, para atacar a sus adversarios, los soldados de infantería se involucraron y obligaron, después de un breve enfrentamiento, a Heimrodt a huir. El capitán Schimmelpennig murió en esa acción de un balazo en el corazón, varios jinetes resultaron heridos y hechos prisioneros.

Por suerte para Heimrodt, el RI-4, enviado por Carra Saint-Cyr como refuerzo, se apoderó de las arboledas de la orilla izquierda del Wilden Innbach, lo que permitió que Heimrodt y sus hombres se encontraran a salvo detrás de esa infantería.

El ataque francés al Wilden Innbach marcó una pausa. Una ofensiva dirigida en el puente por algunos Escóns fue rechazada.

Carra Saint-Cyr llevó su artillería para prepararse para un nuevo ataque al puente, que los austriacos no habían podido destruir, a pesar de las medidas tomadas, bajo la presión de los acontecimientos.

A las 10:00 horas, Bianchi reconoció que la batalla era inevitable y que mantener la vanguardia en el Wilden Innbach y volver simultáneamente con su BRI-I/1/V a Linz, como había ordenado Hiller, era imposible. Se ordenó la retirada general sobre Alkoven, donde espera a ser acogidos por el CE-IIR.

Kienmayer con el CE-IIR se encontraba de hecho en este momento en Maria Scharten y, para llegar a su posición en Hartheim, debía tomar la carretera que pasa por Polsing. Los dragones de Knesevich forman la retaguardia. Pero, al igual que para Bianchi, las órdenes de Hiller a Kienmayer eran vinculantes: debía reunir las tropas de la vanguardia, su misión principal era reunirse en Linz (esta es la razón por la que Bianchi ha comprometido tan pocos recursos). Por lo tanto, Kienmayer se dirigió al punto de encuentro, pero continuaba su marcha sobre Linz, poco después de su llegada a Hartheim sobre las 11:00 horas, cuando se enteró de la retirada de Bianchi y la imposibilidad de mantenerse en el Wilden Innbach. El CE-IIR llegaría a Linz sobre las 14:00 horas.

Cuando Trenqualye detectó la retirada austriaca, hizo que toda su caballería cruzara el puente. La vanguardia (aparentemente los Badois) rechazó una Cía de caballos ligeros Rosenberg que se había interpuesto en el camino.

Los jinetes atacaron al primer BI de Gyulai, que fue destrozado antes de que pueda reagruparse. El propio Bianchi, que estaba en la retaguardia con su bastón, se encontró en medio de los jinetes. Cuando se las arreglaba para escapar, el comandante del batallón resulta herido y por poco no cayó prisionero. El cabo Szrabo y 5 soldados acudieron en su ayuda, 2 ya estaban gravemente heridos, cuando finalmente llegó la ayuda.

Después de la destrucción del BI de Gyulai, el cuerpo principal de la caballería continuó su carga, viendo los dos cañones en retirada. Pronto serían presa de los soldados de caballería, los sirvientes y el capitán de artillería Franz Hayduck fueron hechos prisioneros. Mientras se preparan para poner su botín de seguridad, se escuchó una descarga de mosquetes, el tercer BI de Gyulai, desplegado allí para acoger la retaguardia. Al mismo tiempo, el mayor Scheibler atacó con caballos ligeros rápidamente reunidos, e incluso los húsares Stipsicz, que acudieron al rescate. Se reconquistaron los cañones y se liberó a cierto número de prisioneros.

Este contraataque no duró mucho. Al ver llegar el cuerpo principal de la caballería aliada, los perseguidores deben pensar en ponerse a cubierto. Mientras tanto, Bianchi había logrado restablecer el orden en su BRI, que estaba reanudando su retirada, en cuadro con la caballería en las alas. Las 5 compañías que estaban en Fraham y Ranzing se retiraron de forma independiente, al pie de la colina.

Trenqualye vio esa columna y le pidió a Carra Saint-Cyr atacar con la infantería. Carra Saint-Cyr tomó el mando y puso en marcha su DI, en dirección a Alkoven. La caballería siguió a la infantería en apoyo.

Bianchi se retiraba lentamente, pero con gran habilidad, utilizando todos los recursos del campo, hacia la entrada del desfiladero cerca de Wilhering, donde llegó en el transcurso de la tarde. Solo le queda un cañón, los otros 6 han sido enviadas con 7 carros a Linz, donde le seguirán otros 2 BIs. Por la noche, los grenzers de Valaquia-Iliria y probablemente las 2 Cías de voluntarios vieneses regresaron a Linz.

Carra Saint-Cyr solo avanzó hasta Alkoven, ya que se le informó que el enemigo ocupaba las alturas a ambos lados de la carretera de Strassham a Linz. La infantería de Hesse estaba a cargo del ataque: 3 BIs desplegaron a la derecha de la carretera, los tiradores (10 por Cía) desplegaron para envolver al enemigo por la izquierda, hacia Annaberg, los fusileros permanecieron en reserva.

No hubo combate. Masséna, habiendo recibido la noticia de que Carra Saint-Cyr estaba encontrando una fuerte resistencia, primero se encargó de acelerar el movimiento de las DIs que quedaban en Waizenkirchen. Al comienzo de la tarde llegaron al campo de batalla. Según las declaraciones de los presos, había fuerzas considerables en Linz; escucharon el cañoneo en dirección a Wels, en la otra orilla del Danubio pudieron ver unidades austriacas, que auguraban la llegada del ejército principal. En esa situación incierta, con las tropas cansadas y tras alcanzar el objetivo marcado, Masséna no quiso verse arrastrado a un ataque en un terreno difícil al oeste de Linz, por lo que envió la orden a Carra Saint-Cyr de dejar de luchar. Además, había llegado la noche. Y las unidades austriacas continuaban su retirada, y se reunieron en Leonding con el grupo de Dedovich.

La DI-2/IV Carra Saint-Cyr tenía sus tropas estacionadas al este de Alkoven, la caballería (Trenqualye) fue enviada, por seguridad, hacia Bergham, los escaramuzadores de Hesse ocuparon Annaberg. La DI-1/V Legrand ocupa Emling y Staudach, la DI-2/II de Claparède y la DI de Boudet el espacio detrás de Eferding, donde Masséna ocupa su alojamiento en el castillo de Starhemberg. Los coraceros de Espagne pasaron la noche en Alkoven.

Para establecer enlace con Lannes, se envió un EC de caballos ligeros de Württemberg (Rittmeister Palm) en la ruta Eferding-Wels. Parece que así llegaron a Maria-Scharten. Masséna envió al teniente de Baden Zorn von Bulach al cuartel general de Napoleón, con el informe del día. Pasando por el valle de Wilden Innbach, cayó en manos de una patrulla de Schustekh.

Durante la acción retardadora de Eferding-Raffelding, los austriacos, que solo disponían de 2.800 hombres para oponerse a tres DIs aliadas, tuvo unas 600 bajas: El RI-60 Gyulai (9 muertos, 50 heridos, 33 prisioneros, 120 desaparecidos); el RI-39 Duka (1 muerto, 16 desaparecidos); los grenzers de Valaquia-Iliria (4 muertos, 77 prisioneros, y 216 desaparecidos); los voluntarios vieneses (2 muertos, 22 prisioneros y 3 desaparecidos); el RC-6 de caballos ligeros de Rosenberg (8 muertos); húsares Stipsicz (8 muertos).

Las pérdidas de los franceses fueron mucho menores unas 50: los dragones de Baden (14 muertos, 13 heridos, y 4 prisioneros); el RIL-24 (1 muerto y 20 hombres heridos).

Asalto del puente de Ebelsberg

Mientras Bianchi realizaba su acción retardadora, Vincent, que dirigía las operaciones y estaba esperando la llegada de Schustekhs al que tenía que acoger, había dispuesto sus tropas de la siguiente manera: a la derecha, detrás del bosque de Scharlinz, la BRIL-I/-/VI de Hoffmeister (6 BIs, 1 Escón, 8×6 cañones): RI-31 de Benjovszky (2) a la derecha, el RI-51 de Splènyi (3) a la izquierda, y 1 EC del RC-6 caballos ligeros a retaguardia. Un EC de ulanos y 2 Cías grenzers esperan al enemigo en la intersección de lo que actualmente son Salzburgerstrasse y Dauphinestrasse.

A las 09:00 horas, reinaba en Ebelsberg un caos indescriptible, había un atasco en el puente, los vehículos de los trenes atascaban estaban parados, mientras que los jinetes intentaban sortearlos.

Por su parte, Masséna ha tomado las siguientes medidas:
La vanguardia, bajo el mando de Trenquallye, el RC-14 de cazadores, los caballos ligeros de Würtemberg y los dragones de Baden.

Detrás, BRIL-I/2/II de Cöehorn disponía 6 BILs: RIL-27 (1), RIL-21 (1), RIL-26 (1), RIL-28 (1), Tiradores del Pó (1), Tiradores corsos (1) con 3 cañones, formando la vanguardia.

Detrás el resto de la DI-2/II de Claparède, la DI-1/V de Legrand, la DI-2/IV de Carra Saint-Cyr y DI de Boudet. Claparède tenía con él la BRCC de Espagne, la otra BRCC estaba con Legrand. El flanco derecho lo proporciona la caballería ligera protegiendo la ruta: Wilhering-Linz-Ebelsberg.

A las 09:30 horas tuvieron lugar las primeras escaramuzas frente a Kleinmünchen. Al mismo tiempo, apareció la columna Schustekh, procedente de Leonding vía Oberhart, intentaba ganar el paso del río Traun. Al mismo tiempo, se hicieron preparativos para la destrucción del puente.

Sobre las 10:00 horas de la mañana, la caballería francesa de Marulaz fueron atacados desde los bosques al norte de Scharlinz. Mientras esperaba el apoyo de la infantería, Marulaz formó su DCL con los RCs de cazadores 3, 14, 19 y 23 en la primera línea; el RDL-1 de Baden, el RC de caballos ligeros de Hesse, el RC de caballos ligeros de Württemberg en la segunda línea. Pronto, las tropas de la BRIL-I/2/II de Cöehorn aparecieron y, por orden personal de Masséna, atacaron Klein München a la bayoneta.

Para entonces, el RC-6 de caballos ligeros Rosenberg se habían retirado a través del puente por orden de Vincent. Desde la dirección de Wels, Bessières apareció con la BRCL de Piré, 1 RH y 1 RC de cazadores; y atacó a Radetzky que cubría la retirada de Schustekh. Radetzky opuso una valiente resistencia, por lo que más tarde ganaría la Cruz de Comendador de la Orden Militar de María Teresa. Mientras tanto, Hoffmeister se detuvo detrás de la corriente del molino en la orilla oeste. Sus esfuerzos fueron inútiles cuando la infantería y la caballería francesas cargaron hacia delante. Al ver que la situación era crítica, Vincent ordenó la retirada y pronto los austriacos cruzaban el puente en pánico.

Sobre las 11:00 horas, la lucha había llegado al borde occidental del puente de madera hacia Ebelsberg. Los hombres de Vincent y Radetzky intentaban escapar por el puente hacia la ciudad, mientras las tropas principales de Masséna los perseguían. Siguieron escenas inevitables de caos con cientos de tropas austriacas ahogadas cuando fueron empujadas desde el puente hacia el río.

Ebelsberg debería haber sido una posición defensiva muy fuerte. El puente de 550 metros de largo, entraba en la ciudad a través de una puerta que conducía al mercado. Luego, otra puerta conducía a la parte este de la ciudad. Justo al norte del mercado estaba el castillo, más que un castillo era una verdadera fortaleza, pero aún era una fuerte posición defensiva. El mayor problema con la posición austriaca era que Hiller no esperaba tener que luchar en Eberlsberg, por lo que la ciudad solo se defendió ligeramente. Solo el RIL-13 grenzer de Valaquia-Iliria del coronel Gratz se habían desplegado en la ciudad, uno en los edificios que dan al puente y otro en la parte este de la ciudad. 3 Cías del BI-III de Lindenau se colocaron en el Schloss.

El puente había sido preparado para ser incendiado por el capitán Simbschen del EM de Hiller, pero el oficial no estaba en la escena para dar la orden de prenderle fuego. Hiller estaba almorzando despreocupadamente en la terraza del castillo de Ebelsberg, cuando finalmente se dio cuenta del peligro y comenzó a dar órdenes.

La mayoría de los hombres de Hiller atravesaron Ebelsberg y tomaron posiciones fuera de la ciudad donde se prepararon para descansar. El CE-IIR fue enviado más al este, para protegerse contra cualquier movimiento francés para flanquear la posición de Hiller desde el sur.

Las primeras tropas aliadas en llegar al puente fueron de la BRIL-I/2/II de Coëhorn, se trataba 2 BILs (RIL-21 y RIL-26), BIL de tiradores del Po y BIL de tiradores corsos. Coëhorn condujo a los tiradores a través del puente, empujando justo detrás de los austriacos en retirada y sin darles oportunidad de destruir el puente.

Aislados por el rápido avance francés, un EC de ulanos cruzó el río a nado con sus caballos. Un oficial de EM austríaco se puso un shako francés, y cruzó con la infantería francesa y escapó a la ciudad. El general Ferdinand von Littitz fue hecho prisionero, mientras que al menos 500 de los hombres de Hoffmeister y un gran número de otros soldados se rindieron. Otros soldados se ahogaron tratando en vano de cruzar a nado el río crecido.

Lucha por Ebelsberg

Cuando los soldados de Kienmayer llegaron a Ebelsberg esa mañana, Hiller los envió a Asten, Austria. Detuvo a las tropas del CE-V y CE-VI en las alturas al este de la ciudad donde comenzaron a preparar el desayuno. Hiller envió tardíamente 3 BIs de voluntarios de Viena para ocupar la ciudad, 3 Cías del RI-29 de Lindenau para guarnecer el castillo, y una bía de artillería para tomar posición cerca del castillo. No ordenó fortificar ninguna posición antes de ir al castillo para su comida del mediodía. Sin embargo, Ebelsberg era una excelente posición defensiva, con el castillo dominante en la cima de la colina en el lado norte y las alturas de dos niveles que se elevaban detrás de la ciudad.

Coëhorn inmediatamente condujo una columna por la calle a la izquierda hacia el castillo, pero los defensores abatieron las primeras filas y mataron al caballo del general. Sus otras tropas en la ciudad se encontraron bajo un fuego mortal desde ventanas y tejados, mientras que los numerosos cañones austriacos en las alturas disparaban proyectiles que se estrellaban contra las calles. Un artillero emprendedor, Karl Lenk, infligió graves pérdidas a los franceses con su único cañón antes de retirarse para unirse a los otros cañones en las alturas.

A las 12:30 Claparède jefe de la DI-2/II agregó a la batalla sus otras dos BRIs:

• BRI-II/2/II de Lesuire con 5 BIs: los BI-IV de los RI-27, RI-39, RI-59, RI-69 y RI-76.
• BRI-III/2/II de Lesuire con 5 BIs: los BI-IV de los RI-40, RI-64, RI-88, RI-100 y RI-103.

A estas tropas se unieron la Cía de élite del RC-19 de cazadores y una sección de artillería. Masséna organizó una batería de artillería de 20 cañones en la ribera occidental para contrarrestar el devastador fuego de artillería austriaco. Un contraataque austríaco desde el norte amenazó a los franceses en la ciudad, pero a la 13:00 horas, la BRI-II/2/II de Lesuire había tomado el mercado y estaba tratando de flanquear al enemigo cerca del castillo. Cuando la BRI-II/2/II de Lesuire lo flaqueó, BRI-II/2/II de Lesuire asaltó el castillo en 3 columnas, pero fue repelida.

A las 13:30. Cuando los escaramuzadores de la BRI-I/2/II de Coehorn aparecieron en las alturas detrás de Ebelsberg, los austriacos estaban cocinando. El primero en darse cuenta es el coronel Küffel que defendía un gran cementerio, en pocos minutos envió al BI-IV y BI-V de voluntarios vieneses que rechazaron una carga francesa con fuego de mosquete y luego lanzaron una carga a la bayoneta calada que hizo retroceder a los franceses. Mientras tanto, el BI-VI de voluntarios tomó a los franceses por el flanco y por retaguardia desde las calles laterales.

Los 3 BIs de voluntarios de Viena cargaron hacia la ciudad y, reforzados por 4 BIs, llevaron a los franceses hacia la plaza del mercado. Mientras avanzaban, capturaron a muchos prisioneros, incluido el comandante del BIL de tiradores del Po. Ayudados por 2 cañones que disparaban cartuchos a quemarropa, los franceses se aferraron desesperadamente al mercado en una lucha casa por casa. El coronel Maximilian Baumgarten resultó herido y dos coroneles franceses murieron, franceses resistieron, y su tenacidad se vería recompensada. Los zapadores austríacos y los obuses comenzaron a incendiar algunas casas, lo que se sumó a la atmósfera infernal. Mientras Masséna bramaba impotente en la otra orilla, algunos zapadores austríacos prendieron fuego al final del puente, pero el fuerte viento apagó las llamas.

A las 14.00 horas, el contraataque austríaco fue, por tanto, un éxito. La DI-2/II de Claparède fue rechazada, con importantes pérdidas de muertos, heridos y prisioneros, momento en el que Hiller podría atacar. Sin embargo, postergó las cosas y finalmente no se decidió a enviar tropas adicionales a este combate: solo era importante para él mantener su CE y continuar su retirada en orden. Además, había recibido información de que fuerzas enemigas estaban llegando desde Wels.

En este momento crítico, apareció la BRI-I/IV de Ledru con el RIL-26 (3) y RI-18 (3). El primero en cruzar el puente fue el RIL-26 del coronel Jean Pierre Pouget apareció, que lo consiguió con pérdidas mínimas. Coëhorn apareció y dio la orden: “Vas a seguir esta calle hasta un castillo ocupado por el enemigo. Lo atacarás”. Pouget obedeció y, después de una subida, condujo a sus hombres a 40 pasos del castillo.

El castillo, estaba guarnecido por hombres del RI de Jordis, repentinamente abrieron y la ráfaga de fusilería derribó a muchos soldados franceses. Sin golpear, Pouget notó que el fuego más mortífero provenía de una ventana con barrotes y aspilleras sobre la puerta del castillo. Ordenó a sus hombres que silenciaran el fuego austriaco, pero en 10 minutos, 3 oficiales y 53 soldados habían caído. Mientras los austríacos abatían a la Cía de vanguardia, el resto esperaba en una columna, incapaz de disparar.

Las pérdidas aumentaron de manera alarmante, y Pouget finalmente envió a buscar a un teniente Guyot que era conocido como un gran tirador. Guyot se acercó a 5 metros de la ventana mortal y comenzó a disparar tan rápido como le podían entregar los mosquetes cargados. Al ver su ejemplo, otros comenzaron a hacer lo mismo y el fuego de la ventana comenzó a disminuir. Los zapadores se apresuraron hacia delante y empezaron a blandir sus hachas hacia la puerta mientras otros hombres entraban al castillo a través de los respiraderos del sótano y se abrieron paso al interior. Poco después de que los zapadores destruyeran la puerta, la guarnición fue rápidamente detenida y capturada.

Dirigido por el general Ledru, RI-18 entró en Ebelsberg. Un BI expulsó a los austríacos de los edificios mientras los otros 2 BIs giraron hacia la derecha para flanquear a sus enemigos fuera de posición. En media hora, Legrand había asegurado el puente y la puerta de la ciudad. Sin embargo, la amarga lucha continuó cuando los franceses salieron de los lados este de la ciudad y el castillo. Los austriacos mantuvieron obstinadamente sus posiciones en las alturas y empujaron a los franceses de regreso a la ciudad con cargas de caballería. Para entonces había llegado la BRI-II/IV de Baden bajo Kister. Hiller ordenó a sus obuses y zapadores que prendieran fuego a aquellas partes de la ciudad que aún no se habían incendiado.

En algún momento después de las 16:00 horas, la DI-1/IV de Legrand y la DI-2/II de Claparède fueron cortadas de todo refuerzo por el incendio, que destruyó las tres cuartas partes de las casas. Mientras Ebelsberg ardía, Hiller dio órdenes de retirarse. Dado que la caballería de Marulaz no podía atravesar las calles, los franceses no pudieron montar una persecución efectiva. Irónicamente, una de las pocas estructuras supervivientes fue el puente.

Secuelas de la batalla

Los austriacos admitieron 566 muertos, 1.713 heridos, un total de 4.495. Otras fuentes lo elevan a 5.330 bajas. Las bajas francesas fueron similares, con 2.750 muertos y heridos, pero solo 800 hombres desaparecieron o fueron capturados.

La toma de Ebelsberg había sido uno de los logros de armas más impresionantes que se hayan visto en la campaña, pero también fue en gran parte inútil. La posición de Hiller en Ebelsberg ya había sido cambiada por la columna principal de Napoleón, que cruzaba el Traun río arriba en Wels.

La persecución francesa continuó hacia el este hasta el río Enns, pero esta vez los austriacos pudieron destruir los puentes que cruzaban el río, lo que obligó a Napoleón a detenerse durante dos días mientras los reparaban. Hiller casi pierde esta oportunidad de escapar. El 6 de mayo había recuperado la confianza y se estaba preparando para defender su posición actual al este del río Ybbs. Una fuerte derrota en Blindenmarkt el 6 de mayo y las órdenes firmes de cruzar el Danubio le hicieron cambiar de opinión, ya finales del 8 de mayo la mayor parte del ejército de Hiller estaba en la orilla norte del gran río. Algunas unidades fueron enviadas a Viena, donde participaron en el breve asedio.

Asedio y captura de Viena (10-14 de mayo de 1809)

Cuando Napoleón descubrió que Hiller había cruzado el Danubio y destruido parcialmente el puente de Krems, ordenó a sus hombres que avanzaran hacia Viena con el fin de adelantarse al archiduque Carlos. En la noche del 9 de mayo, las tropas francesas más cercanas estaban en Purkersdorf, a solo 17 km de la ciudad.

En Viena, estaban preocupados. En los primeros días de mayo, la familia imperial había abandonado la capital, cuyos habitantes, sin embargo, no soñaban con rendirse.

Las primeras tropas francesas en llegar a Viena en la mañana del 10 de mayo fueron la caballería ligera de Colbert. Fueron seguidos por la infantería de Tharreau del CE provisional de Lannes, y luego por el propio Lannes. Supuso que los austríacos no defenderían la ciudad y avanzó peligrosamente cerca de las murallas. Una descarga de disparos austríacos pronto dejó en claro que la ciudad todavía estaba en poder de los franceses, mientras que Tharreau fue herido por un ciudadano armado con una tabla de madera y luego tuvo que ser rescatado de un grupo de mujeres hostiles.

El resto del CE de Lannes, junto con la caballería de Bessières, rodearon Viena durante el 10 de mayo. Napoleón llegó durante la mañana y ocupó el palacio de Schönbrunn (palacio de verano que ya no existe fuera de las murallas de la ciudad), donde nombra al general Andréossy prefecto gobernador de Viena, que aún no ocupaban. Al final del día, envió una carta al archiduque Maximiliano, encargado de la defensa de la ciudad, prometiendo ser indulgente si la ciudad se rendía, pero destruiría la ciudad con bombardeos si resistía.

Maximiliano no respondió hasta la mañana siguiente, momento en el que Hiller había llegado a la orilla opuesta del Danubio. El CE-IIR de Kienmayer (poco más de 4.000 hombres) que había sido enviado a la ciudad antes de que Hiller recibiera una orden del archiduque Carlos que le prohibía enviar hombres a la ciudad, llegó al puente del Danubio en Am Spitz y envió 5 BGs para completar la guarnición. Fue seguido poco después por las tropas de Hiller, pero permanecieron en la margen izquierda del río. El optimismo de los vieneses se reforzó: había dentro y cerca de la ciudad unos de 45.000 hombres para defenderlos.

Esos refuerzos alentaron a Maximiliano, quien rechazó la demanda de rendición de Napoleón. Ordenó la llamada de la milicia y de todos los hombres en edad de luchar. Las defensas de la ciudad fueron ocupadas, la población de los suburbios se refugió en la ciudad, los puentes hacia Leopoldstadt fueron quemados (Franzenbrücke y Augartenbrücke) y las puertas de la ciudad cerradas.

Napoleón respondió de dos maneras, primero preparando 20 obuses para bombardear la ciudad, y segundo enviando al CE-IV de Masséna recién llegado a ocupar la isla Prater, que se encuentra entre Viena y la rama principal del Danubio. Esa tarde, Masséna capturó Lusthaus, corriente abajo en la punta de la isla. Sobre las 22:00 horas, los defensores sacaron un EH por la puerta de Burgtor, atacando por retaguardia a los franceses, pero los franceses aguantaron y los obligaron a retroceder. En la acción un parlamentario francés, el conde de Grange, resultó gravemente herido por los disparos de los húsares.

Este contraataque comenzó al mismo tiempo que Napoleón inició su bombardeo. Los 20 obuses infligieron un daño mínimo, pero causaron el máximo pánico. El caos envolvió la ciudad, los habitantes buscaron refugio en los sótanos, entre ellos estaba el músico Ludwig van Beethoven, que se refugió en el sótano de su hermano. Se disparan más de 1.800 proyectiles en menos de 4 horas. 31 casas fueron incendiadas, 71 dañadas. Las pérdidas humanas fueron bajas: en total 15 muertos y 35 heridos.

En respuesta, Maximiliano convocó un consejo de guerra, que se reunió a la 01:30 del 12 de mayo. El consejo decidió que la ciudad no podía ser retenida, pero por el momento Maximiliano se resistió, y en su lugar ordenó al general Aspre que hiciera un segundo intento de desalojar a las tropas francesas en Lusthaus. Ese brote de determinación le duró poco tiempo antes de que el Maximiliano cambiara de opinión y decidiera evacuar a todos los soldados regulares de la ciudad.

Esta evacuación tuvo lugar entre las 03:30 y las 06:30 horas del 12 de mayo. El general Andreas Graf O’Reilly quedó por defecto al mando de la ciudad, y recibió la orden de no retirarse hasta después de que el puente Tabor sobre el Danubio fuera destruido. Estaba claro que la ciudad pronto se vería obligada a rendirse. Una vez más de los hombres de Masséna lo alcanzaron, comenzaron a avanzar por la isla Prater, llegando finalmente al suburbio de Leopoldstadt, la parte de la ciudad que se había extendido a la isla. Con la ciudad ya totalmente rodeada, O’Reilly comenzó serias negociaciones de rendición, y el acuerdo de rendición se firmó a las 02:00 horas del 13 de mayo. Más tarde en la mañana, las tropas de Oudinet entraron en Viena, exactamente un mes después de que Napoleón partiera París. 15.000 defensores se rindieron y fueron hechos prisioneros. Las tropas francesas penetraron en Leopolstadt, confiscando 500.000 florines en monedas, 4 millones en billetes y 5 millones en oro y plata.

El 13 de mayo, la noche después de la entrada de Napoleón en Viena, Napoleón decidió que le gustaría disfrutar de un paseo al atardecer con su viejo amigo, el mariscal Lannes. Mientras cabalgaba por los bosques de Viena, su caballo de repente se asustó y arrojó al Emperador al suelo, lastimándose en la cadera. Con su orgullo más dolido que su cuerpo, Napoleón insistió en continuar el paseo (con otro caballo). Pero a todos los de la escolta se les prohibió hablar del incidente. Napoleón era un hombre profundamente supersticioso, que contaba como su virtud más importante su propia buena suerte. Cuando preguntaba sobre los méritos para ascender a un general, siempre hacía la misma pregunta: “¿Es usted un hombre de suerte?”. Al parecer este incidente no le afectó mucho.

El gobernador Andreossy se alojó el Hofburg en el palacio Kaunitz, Lannes instaló su cuartel general en el palacio del príncipe Alberto Casimiro, cerca de la puerta de Carintia (él mismo vive en una casa particular en Schönbrunn), mientras que el general Lasalle se instaló en el palacio Rasumovski.

El 14 de mayo, el archiduque Carlos llegó a Stockerau procedente de Bohemia, donde se enteró de la rendición de Viena. El día 16 instaló su cuartel general en Ebersdorf, en la carretera de Brunn.

La caída de Viena no acercó a Napoleón a la victoria. El principal ejército austríaco seguía intacto y se enfrentaba al problema de cruzar el Danubio sin puente. El primer intento serio de Napoleón de cruzar el río terminó con su primera derrota seria en el campo de batalla, en Aspern-Essling (21-22 de mayo de 1809).

Batalla de Linz-Urfahr (17 de mayo de 1809)

El 7 de mayo, Kolowrat jefe del CE-III austriaco, recibió la orden del archiduque Carlos de avanzar hacia Linz y amenazar la cabeza de puente francesa. Estos fueron seguidos por nuevas órdenes el 11 de mayo de atacar la cabeza de puente, destruirla y luego cruzar a la orilla sur del Danubio y atacar a los refuerzos franceses que venían del oeste.

El CE-III austriaco disponía de 18.000 de infantería, 1.400 de caballería, 50 cañones) recibió la orden de atacar al CE-VIII de Württemberg de Vandamme que se encuentran en Urfahr y, si era posible, atacar la principal línea de operación de los franceses. Se trataba de preocupar a Napoleón por su retaguardia y atraer allí parte de sus fuerzas, mientras se preparaba para una gran batalla en Marchfeld.

El 15 de mayo fue un día de descanso para las tropas austriacas bastante agotadas por las continuas marchas con mal tiempo. El 16 de mayo, las tropas llegaron a Freistadt, Sommariva en dirección a Schwinrd y Walburg, es decir por la carretera en dirección a Leonfelden, para apoyar el flanco derecho. El general Crenneville avanzó, con su vanguardia, por el camino de Linz a Neumarkt. La vanguardia de los würtemburgueses se retiró apresuradamente, a la vista del jefe del CE-III austríaco, a la cabeza de puente de Urfahr, en construcción.

Por tanto, al general Vandamme no le sorprendió el ataque que se estaba preparando y esperaba la llegada del CE-IX sajón de Bernadotte, que después de pasar por Passau el 14 de mayo, se encontraba cerca de Linz.

La zona al norte de Urfahr y en la margen izquierda del Danubio es un terreno de media montaña lleno de barrancos y arbolado, que desciende abruptamente hacia el río, y cuyas vías de comunicación eran senderos forestales y caminos empinados. La cabeza de puente, que se abría a un pequeño valle, era perfectamente visible desde las alturas vecinas, y estaba a medio terminar.

El pequeño valle estaba compartimentado por acequias, arbustos, empalizadas y pueblos, estaba rodeado de montañas, se extendía más allá de Urfahr a lo largo del río Danubio. Una pequeña colina a las afueras de este suburbio, en la que las tropas sajonas se habían colocado en varias unidades, que podían repeler fácilmente cualquier ataque, ofrecía al mismo tiempo una vista de todo el valle. (Rühle von Lilienstern).

La cabeza de puente Linz-Urfahr constituye entonces un elemento importante del sistema general de protección de la línea de comunicación del ejército alemán. Vandamme ha recibido instrucciones precisas para su implementación. Debería incluir tres líneas defensivas, formadas de afuera hacia adentro, por casas aspilladas unidas por abatís, retrancamientos, y muros y casas aspilladas.

Es probable que la batalla de Ebelsberg y la rápida marcha del Emperador sobre Viena hubieran cambiado esas disposiciones (la ofensiva del archiduque Carlos en Linz). Sin embargo, era aconsejable tomar medidas contra cualquier ataque contra las tropas que se encuentran en la margen izquierda cerca de Linz. Las obras de la cabeza de puente, en el estado en el que se encontraban; serían una débil defensa y la prudencia dictaminaría que en caso de un ataque de fuerzas mayores, se hiciera retroceder a las tropas para limitarse a defender la margen izquierda (3ª línea de defensa) y cubrir las carreteras de Bohemia.

Los würtemburgueses colocados en los atrincheramientos de la margen izquierda estaban protegidos, en la margen derecha, por otro regimiento. Se establecieron puntos de observación en lugares tan lejanos como Steyeregg y Ottensheim, para poder ser advertidos del avance de los austriacos.

Kolowrat organizó su ataque en tres columnas y una reserva general:

• Columna derecha, bajo el GD Sommariva, estaba formado por 4.400 de infantería regular en 7 BIs: RIL-9 grenzer de Peterwardeiner (1), BIL-V de cazadores, RI-56 de Colloredo (3), RI-23 de Würzburg (2): 1.700 soldados de landwehr en 3 BIs: RI landwehr de Praga (1), RI landwehr de Pilsen (2); 200 jinetes ulanos: RC-1 ulanos de Merveldt (2) y 2 Bías con 12 piezas. Debía girar el ala izquierda del enemigo.
• Columna central, bajo el GB Vukassowich, estaba formada por 7.000 infantes en 10 BIs: RIL-9 grenzer de Peterwardeiner (1), BIL-VI de cazadores, RI-12 de Manfredini (3), RI-7 de Schöder (3), RI-23 de Würzburg (3); 830 de caballería en 8 Escóns: RC-1 de ulanos de Meerveldt (4), RH-4 de Hesse-Combourg (4); y 4 Bía con 24 piezas. Debía avanzar por Gallneukirchen, facilitar el avance de la primera columna y distraer la atención del enemigo, atrayéndolo hacia Dornach y Katzbach.
• Columna izquierda, bajo las órdenes del GD Saint-Julien, está formada 2.360 infantes en 6 BIs: RI-Kaunitz (3), y RI landwehr de Berauner (3): 200 de caballería: RH-4 de Hesse-Combourg (2) y 2 Bías con 12 piezas. Su tarea era avanzar desde Neumarkt en Mauthausen, para obligar al enemigo a enviar tropas en esa dirección, y así debilitarlo en Linz.
• Reserva general bajo el GB Oberndorf, con 6 BIs landwehr, estaba en Götschka, en el cruce de Linz y Mauthausen.

El mayor problema con el plan austriaco fue que las dos columnas que se dirigían a la cabeza de puente tardaron demasiado en llegar. La columna central estaba en su lugar a las 14:00 horas, Somariva con la columna izquierda, partió de Neu-Helmonsöd al mediodía, y llegaría a Pöstlingberg a las 17:00 horas. Esto significaba que Vandamme podía hacer frente a cada amenaza por turno. También significó que la primera de las tropas sajonas llegaron al campo de batalla a tiempo para permitir que Vandamme usara todas sus tropas en un contraataque.

La columna central avanzó desde Gallneukirchen a las 15:30 horas, pasó por Katzbach, en la vanguardia de Würtemberg e incluso los empuja hacia atrás fuera de Dornach, tomando algunos prisioneros. Durante este tiempo, el grueso de las tropas tomaron posición entre las carreteras de Freidstadt y Neu-Helmonsöd. Dirigió su ala derecha a las alturas, desde donde se veía muy bien la iglesia de Sankt-Magdalena. Capturaron las aldeas de Katzbach y Dornach, llegaron al borde de Steeg (la última aldea antes de Urfahr) y también capturaron la iglesia de Sankt-Magdalena, en una pequeña colina en la desembocadura del valle de Hellmonsödt.

Kollowrat empleó parte de sus tropas, en destacamentos, reservas, etc., de modo que solo 8.200 infantes, 1.300 de caballería y 30 piezas de artillería serían los que se enfrentaron en la batalla.

Por su parte, Vandamme tenía, antes de la llegada de Bernadotte de 6.000 infantería, 1.300 de caballería, y 18 piezas de artillería:

• BRI de Franquemont: RI: Herzog Wilhelm, RI fusileros de Neubronn (el RI Kronprinz y 6 Cías de RI Herzog Wilhelm estaban ausentes).
• BRI de Scharffenstein: RI de Phull, RI de Cammerer, RIL de fusileros de Neubronn.
• BRI de Hügel: BIL-I de cazadores de König, BIL-II de cazadores de Neuffer, BIL-I de Wolff, BIL-II de Brüsselle.
• BRCL de Röder: RC caballos ligeros Leib, y RC caballos ligeros Herzog Henrich.
• Artillería: 3 Bías de Württemberg (4×6 y 2×7 obuses) una de ellas con 4 piezas en la orilla derecha y 2 en la cabeza de puente).

Vandamme colocó sus tropas en varias líneas, al norte, en las alturas de Sankt-Magdalena y al este, en Katzbach y sus alrededores, Urfahr. Esperaba tranquilamente el ataque, porque Bernadotte ya estaba llegando allí. Podía ver columnas sajonas, que llegan rápidamente desde Linz, habiendo dejado solo una BRI en esa ciudad.

Kollowrat prefirió esperar, porque todavía no había aparecido la columna derecha de Sommariva, que debe atacar las posiciones clave del oponente. Mientras que un ataque rápido habría obstaculizado al enemigo en su despliegue y lo habría expulsado de cabeza de puente, o incluso arrojarlos al río. La espera del ataque de la columna derecha desperdició un tiempo precioso, Bernardotte llegó y por su condición de mariscal tomó el mando.
Llegó en 3 columnas:

• BRI de Hartitsch con 4 BGs: Leib, Hake, Bose y König, Bía
• BRI de Brun: RI Prinz Maximilien, RI Prinz Frédérique-Auguste, Bía
• Caballería bajo Gutschmid: RC- caballos ligeros Prinz Albert (1), RH (3).

Sobre las 18:00 horas, Bernadotte ordenó un contraataque en Dornach. Crenneville, reforzado por el BI Karl Schröder, defendió ferozmente el grupo de casas. Varias veces los atacantes fueron rechazados, pero ante la superioridad numérica, la vanguardia austriaca tuvo que renunciar a esta posición.

Bernardotte encabezó una columna a las alturas de Katzbach, una segunda hacia Auhof, al pie de la Sankt-Magdalena, y una tercera a lo largo del Danubio, en el flanco izquierdo de Crenneville. Esta acción fue decisiva. A partir de ese momento fracasó el movimiento envolvente proyectado por Kollowrat. Además, lo superan en número. Como la columna derecha seguía sin aparecer, intentó retroceder detrás del desfiladero de Gallneukirchen. Para contener los puestos de avanzada de la columna que se acercabarápidamente, Kollowrat reforzó la vanguardia con un BI adicional, formó una reserva en las laderas de Pfennigberg y Auhof, y se retiró con el cuerpo principal en dirección a Gallneukirchen.

Eran las 19:00 horas y Bernadotte también atacó el desfiladero de Gallneukirchen, que los BIs de Schröder y Manfredini defendieron heroicamente. Finalmente apareció, pero demasiado tarde, la columna derecha de Sommariva, había tenido problemas para transportar sus cañones por los intransitables caminos de montaña, lo que provocó ese retraso. Hizo su aparición en la cima del Pöstlingberg, sorprendiendo completamente a Vandamme y Bernadotte. Un ataque decidido de su parte podría haber cambiado las cosas, atrapando potencialmente a los hombres de Vandamme entre las dos columnas austriacas; pero Somariva pudo ver que su comandante ya se estaba retirando, por lo que después de disparar algunas rondas de artillería a la cabeza de puente se preparó para retirarse.

Bernadotte se dio cuenta de inmediato del peligro venía de esa dirección, detuvo el ataque a Gallneukirchen, se puso a la cabeza de los sajones y se apresuró contra ellos hacia Pöstlingberg. Sin embargo, solo hubo un tiroteo animado, sin resultado, hasta altas horas de la noche.

Bernadotte dirigió personalmente dos ataques colina arriba, pero sus tropas sajonas eran escaramuzas sin experiencia y progresaron poco. Vandamme respondió ordenando a sus tropas ligeras que realizaran su propio ataque contra la altura defendida por el BIL-V de cazadores y RI-56 de Colloredo. Siguió una lucha nocturna, muy desfavorable para los austriacos, por lo que Sommariva decidió retirarse a Neu-Helmonsöd. Poco a poco, los disparos se fueron apagando y, alrededor de las 22:00 horas, todo quedó en silencio; las tropas que habían sido enviadas regresaron durante la noche, con la noticia de que por todas partes el enemigo se retiraba.

La tercera columna había avanzado hasta Mauthausen, no había encontrado al enemigo, contrariamente a las previsiones, y se había retirado a Neumarkt.

Todas las tropas debían vivaquear de noche en sus posiciones; preparándose para continuar los combates.

Este ataque fallido le costó a Kollowrat 49 muertos (incluidos 2 oficiales), 263 heridos (incluidos 6 oficiales), 455 prisioneros (incluidos 25 oficiales) y 117 desaparecidos. Se perdieron 6 piezas de artillería que se utilizarán para la defensa de la cabeza de puente.

Los aliados tuvieron 42 muertos (incluidos 5 oficiales), 303 heridos (incluidos 12 oficiales), 47 desaparecidos o prisioneros (incluido 1 oficial), de los cuales los würtemburgueses tuvieron 35 muertos (incluidos 5 oficiales), 229 heridos (incluidos 10 oficiales), 40 desaparecidos; los sajones tuvieron 7 muertos, 74 heridos (incluidos 2 oficiales), 7 prisioneros (incluido el teniente von Köckeritz del RI Friedrich August).

Después de la reunión de los sajones y los württemburgueses tenían unos 25.000 hombres, Kollowrat se vio obligado a retirarse a Freistadt, dejando solo una retaguardia débil en Neumarkt, bajo las órdenes de Crenneville. Sommariva dejó 2 BIs y 2 ECs a la salida de Haselgraben, cerca de Neu-Helmonsöd. De esta forma se controlaban las carreteras que venían de Bohemia, hacia Passau y Linz. El general Schneller recibió la orden de retirarse, con 4 Cías de cazadores de Lobkowitz, 2 BIs y 2 EHs de Hesse-Combourg, hacia Freistadt.

Cuando, el 19 de mayo, Bernadotte avanzó hacia Neumarkt, la retaguardia de Kollowrat se retiró a Freistadt, pero Bernadotte no cayó en la trampa y se contentó con ocupar Neumarkt. Schneller estaba en Neu-Helmonsöd, reforzado por las tropas de Sommariva que se encontraban allí, sobre la ruta más corta a Linz, prefirió llevar sus tropas de regreso a Gallneukirchen. Sommariva aprovechó para reocupar Neumarkt y reforzar esa posición con reductos.

Mientras tanto, Kollowrat preparó un nuevo ataque con todas sus fuerzas, a través de Pöstlingberg, en la cabeza de puente de Urfahr. Para distraer a los franceses, Sommariva debía crear un ataque de distracción en el camino a Budweis. Es el mismo plan que antes. Pero ese ataque se produciría más tarde.

Los württemburgueses de Vandamme serían ampliamente recompensados por su rey. Los cazadores a caballo Herzog Louis recibirían un estandarte de honor (Ehrenstandarte) por la captura de una batería austriaca, y en la orden del día del 18 de mayo, Vandamme elogió la valentía de sus tropas.

Ambos bandos se preparaban para una nueva ofensiva, pero pronto intervendrían acontecimientos en otros lugares. Napoleón hizo su primer intento de cruzar el Danubio en Viena, y del 21 al 22 de mayo de 1809 sufrió su primera gran derrota en la de batalla de Aspern-Essling.