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Despliegue francés
El rey José contaba en la llanura alavesa con unos 63.000 efectivos (48.000 infantes, 10.500 jinetes y 140 cañones). En las cercanías, tanto al norte como al sur disponían de otros 30.000 efectivos, sin contar con los 15.000 que guarnecían Pamplona, Santoña, Pancorbo, San Sebastián y otros lugares.
Desplegó sus fuerzas de izquierda a derecha:
- Ejército del Sur con unos 34.000 efectivos (26.169 infantes y 3.700 jinetes), al mando de Gazan, se posiciona en su flanco izquierdo, ocupando una zona entre los montes de Vitoria, Puebla de Arganzón y el puente de Nanclares y desplegó la infantería de norte a sur y caballería en reserva:
- DI-1/S de Leval con 4.884 efectivos: BRI-I/1/S de Mocquery (RIL-9 y RI-24), BRI-II/1/S de Morgan (RI-88 y RI-86).
- DI-6/S de Daricau con 5.935 efectivos: BRI-I/6/S de Saint-Paul (RIL-21 y RI-100), BRI-II/6/S de Remond (RI-28 y RI-103).
- DI-3/S de Villatte con 5.874 efectivos: BRI-I/3/S de Rignoux (RIL-27 y RI-63), BRI-II/3/S de Lefol (RI-94 y RI-95).
- DI-4/S de Conroux con 6.589 efectivos: BRI-I/4/S de Rey (RI-32 y RI-43) y BRI-II/4/S de Schwitter (RI-55 y RI-58).
- BRI-I/5/S de Maransin con 2.927 efectivos (RI-12 y RI-45).
- BRCL-/S de Pierre Soult con 1.771 efectvos: (RH-2, RCs 5, 10 y 21 de cazadores, 1 Bía a caballo).
- DD-/S de Tilly con 1.929 dragones (RDs 2, 4, 14, 17, 26 y 27).
- Ejército del Centro con unos 17.600 efectivos (14.931 infantes y 2.607 de caballería) bajo el conde de Erlon, desplegó desde La Hermandad a Zumelzu, en el medio ocupó el cerro de Ariñez, donde montó una potente batería, que batía todo el valle del río Zadorra. Desplegó de norte a sur:
- DI-1/C de Armignac con 4.472 efectivos: BRI-I/1/C de Chasseé (RI-28 y RI-75); y BTI-II/1/C de Neuenstei (RI-2 de Nassau, RI-6 de Baden y RI de Fráncfort).
- DI-2/C de Cassagne con 5.209 efectivos: BRI-I/2/C de Braun (RIL-16 y RI-8); y BRI-II/2/C de Blondeau (RI-51 y RI-54).
- DI de la Guardia Real de Guy con 2.380 efectivos (granaderos, voltigeurs y fusileros).
- DI de josefinos de Casapalacios con 2.070 efectivos (RI-1 de Toledo, RIL-1 de Castilla y RI Extranjeros).
- DD-/C de Treilhard con 1.038 dragones (RDs 13, 18, 19 y 22)
- BRCL-/C de Avy con 474 cazadores (RC-27 y RC de Nassau).
- BRCL Guardia Real de Guy con 525 jinetes (Lanceros y húsares).
- BRCL de josefinos con 670 húsares (RH Guadalajara).
- Ejército de Portugal con 17.400 efectivos (11.513 infantes y 2.455 de caballería) bajo el conde de Reille, defendía el flanco derecho, inicialmente detrás del ejército del Centro, se dirigió al norte de Vitoria, entre las lomas de los pueblos de Abechuco, Gamarra Mayor y Gamarra Menor, siguiendo el cauce del Zadorra. Desplegó de norte a sur:
- DI-4/P de Sarrut con 4.802 efectivos: BRI-I/4/P de Fririon (RIL-2 y RI-38); BRI-II/4/P de Menne (RIL-4 y RI-65).
- DI-6/P de Lamartinière con 6.711 efectivos BRI-I/6/P de Gauthier (RD-118 y RD-119); BRD-II/6/P de Menne (RD-120 y RD-122).
- DCL-/P de Mermet con 1.806 efectivos: BRCL-I/P de Curto (RC-13 y RC-22) BRCL-II/P, (RC-14 y RC-26 de cazadores; y RH-3)
- DD-/P de Boyer con 1.471 dragones (RDs 6, 11, 15, y 25).
Despliegue del ejército aliado
Al comprobar que el ejército de Claussel no llegaría hasta pasados dos días, Wellington decidió intentar atacar aprovechando su superioridad numérica; pues podía reunir cerca de Vitoria unos 35.000 ingleses, 27.000 portugueses y 16.000 españoles; en total 68.000 infantes, 10.000 jinetes y 96 cañones. El general Girón podría llegar en breve con los 12.000 españoles del ejército de Andalucía, pero Wellesley prefirió atacar cuanto antes.
Wellington se adelantó hasta un monte situado cerca de Nanclares y Villodas, al oeste del centro de la línea francesa. Observó que, en ese sector, el despliegue francés era débil, al hallarse sus unidades muy separadas, viendo además varios puentes intactos sobre el río Zadorra, tal y como le habían informado. Jourdan estaba enfermo e incomprensiblemente nadie se había tomado la precaución de volar los puentes, tampoco se había tomado la precaución de situar artillería en los vados, ni situar caballería para defenderlos.
Wellington planeó atacar con una maniobra de tenaza, atacando a las tropas de José por el sudoeste, cruzando el río Zadorra, y envolverlas por el noroeste de Vitoria, cortando sus posibles rutas de huida hacia Bilbao y Bayona. Los soldados aliados desplegaron en paralelo al oeste del curso del río Zadorra. La mayoría de los británicos acompañaban a Wellington en el centro, los españoles formaban parte de los ejércitos de las alas. Desplegó sus fuerzas:
- Ala derecha aliada de Hill con 22.519 efectivos (20.672 infantes, 1.847 de caballería). Se posicionó cerca de Arganzón, tenía que asaltar las alturas de Puebla de Arganzón, que formaban el flanco sur de Gazan, y luego, avanzando desde el desfiladero, para atacar Subijana de Alava con su cuerpo principal, sin dejar de empujar su flanco. Disponía de:
- DI-2 de Stewart con 10.834 efectivos en 4 BRIs:
- BRI-I/2 de Cadogan con 2.777 (BI-I/50, BI-I/71, BI-I/92).
- BRI-II/2 de Byng con 2.465 (BI-I/3, BI-I/57, BI-I/P provisional).
- BRI-III/2 de O’Callaghan con 2.530 (BI-I/ 28, BI-II/34, BI-I/39).
- BRI-IV/2 portuguesa de Ashworth con 3.062 (RI-6/P, RI-8/P, y BIL-VI/P de cazadores).
- DI portuguesa de Silveira con 5.287 efectivos en 2 BRIs:
- BRI-I/P de Costa con 2.490 (RI-2/P y RI-14/P).
- BRI-II/P de Archibald Campbell con 2.795 (RI-4/P, RI-10/P y BIL-X de cazadores).
- DI española de Morillo con 4.551 efectivos (RIs de León, la Unión, Legión, Bailén, Victoria, y 2º de Jaén).
- BRCL de Víctor Alten con 1.005 efectivos (RH-1 KGL y RC-21 de cazadores).
- BRD de Fane con 842 efectivos (RD-2 de Guardias y RD-1).
- Centro-derecha de Cole con 17.817 efectivos (13.400 infantes y 4.417 de caballería), avanzaría por el camino de Subijana y Morillas a los 2 puentes de Nanclares. Avanzó con la infantería delante y la caballería detrás:
- DIL de Charles Alten con 5.484 efectivos en 2 BRILs:
- BRIL-I de Kempt con 2.597 (BIL-I/43, BIL-I/95, 5 Cías del BIL-III/95, BIL-III/P de cazadores).
- BRIL-II de Vandeleur con 2.887 (BIL-I/52, 6 Cías del BIL-II/95, RI-17/P, y BIL-I/P de cazadores).
- DI-4 de Cole con 7.286 efectivos en 3 BRIs:
- BRI-I/4 de Anson con 2.395 (BI-III/27, BI-I/40, BI-I/48, y BI-II provisional).
- BRI-II/4 fusileros de Skerrett con 2.049 (BI-I/7, RI-20, BI-I/23 de fusileros).
- BRI-III/4 portuguesa de Stubbs con 2.842 (RI-11/P, RI-23/P, BIL-VII/P de cazadores).
- BRD de la Guardia de Robert Chambre con 870 (RD-1, RD-2, RD Royal Horse).
- BRH de C. Grant con 1.624 húsares (RH-10, RH-15, y RH-18).
- BRD de Ponsonby con 1.238 dragones (RD-5 de Guardias, RD-3 y RD-8).
- BRD-/P portuguesa de Urban con 685 dragones (RD-1/P, RD-11/P y RD-12/P).
- DIL de Charles Alten con 5.484 efectivos en 2 BRILs:
- Centro-izquierda de Ramsay con 14.752 infantes. Debía moverse de Zuazo y Anda en el río Bayas a través de la alta montaña llamada Monte Arrato por un camino rural para descender al valle del Zadorra en Las Guetas, enfrente del puente de Mendoza, avanzaría con la DI-3 delante y la DI-7 detrás:
- DI-3 de Picton con 7.455 efectivos en 3 BRIs
- BRI-I/3 de Brisbane con 2.723 (BI-I/45, RI-74, BI-I/88, 3 Cías de BIL-V/60 de rifles).
- BRI-II/3 de Colville con 2.272 (BI-I/5, BI-II/83, BI-II/87, RI-94).
- BRI-III/3 portuguesa de Power con 2.460 (RI-9/P, RI-21/P, y BIL-XI/P de cazadores).
- DI-7 de Dalhousie con 7.297 efectivos en 3 BRIs:
- BRI-I/7 de Barnes con 2.322 (BI-I/6, BI-3 provisional, 7 Cías jäger de Brunswick Oels).
- BRI-II/7 de W. Grant con 2.538 (RIL-51, RIL-68, BI-I782, y BIL cazadores británicos).
- BRI-III/7 portuguesa de Le Cor con 2.437 (RI-7/P, RI-19/P, BIL-II/P de cazadores).
- DI-3 de Picton con 7.455 efectivos en 3 BRIs
- Ala izquierda de Graham con 20.849 efectivos (19.398 infantes y 1.451 caballos), tenía que cortar el camino a las DIs de Foy y Palombini que venían de Vizcaya. Partiría de Olano, a 4 km de Murguía, y 10 km del Zadorra. Avanzaría con la DI española de Longa, con la BRDL de Anson y detrás estaban la DI-1, DI-5, BRIs portuguesas de Pack y Bradford, y la BRD KGL de Bock. Debía estar en contacto con las columnas centrales, y atacar si era rentable para el avance principal:
- DI española de Longa con 3.130 efectivos (RI de Iberia, Guardias Nacionales, húsares de Iberia, cuerpo de Salcedo).
- BRDL de Ansón con 819 dragones ligeros (RDL-12 y RDL-16).
- DI-1 de Howard con 4.854 efectivos en 2 BRIs:
- BRI-I/1 de Guardias de Stopford con 1.728 (BI-I Guardias Coldstream, BI-I/3 Guardias).
- BRI-II/1 KGL de Halkett con 3.126 (BI-I, BI-II, BI-V, BIL-I y BIL-II KGL).
- DI-5 de Oswald con 6.725 efectivos en 3 BRIs:
- BRI-I/5 de Fey con 2.292 (BI-III/1, BI-I/9, BI-I/38, 1 Cía jäger Brunswick Oels).
- BRI-II/5 de Robinson con 2.061(BI-I/4, BI-II/47, BI-II/59, 1 Cía jäger Brunswick Oels).
- BRI-III/5 portuguesa de Spry con 2.372 (RI-3/P, RI-15/P y BIL-VIII/P de cazadores).
- BRI-/P portuguesa de Pack con 2.297 (RI-1/P, RI-16/P, y BIL-IV/P de cazadores).
- BRI/P portuguesa de Bradford con 2.392 (RI-13/P, RI-24/P BIL-V/P de cazadores).
- BRD KGL de Bock con 632 dragones (RD-1 y RD-2 KGL).
- El ejército de Galicia de Girón tenía la orden de dirigirse a Orduña, pero recibió orden de dirigirse al río Bayas y situarse a retaguardia de Graham, donde actuaría como apoyo si era necesario. Girón bajó demasiado tarde para la batalla, llegando a Murguía solo por la tarde. Sus fuerzas eran
- DI de Porlier con 2.408 efectivos en 3 BIs (Cantabria, Laredo, y tiradores de Cantabria
- DI de Losada con 5.855 efectivos en 7 BIs (Toledo, Voluntarios de León, 1º de Asturias, Monterrey, Benavente, Rivero, y Oviedo).
- DI de Bárcenas con 5.143 efectivos en 6 BIs (2º de Asturias, Guadalajara, Constitución, Voluntarios de la Corona, voluntarios de Asturias, y Santiago).
- DC de Penne-Villamur con 2.628 efectivos en 7 RCs (Algarve, húsares de Extremadura, granaderos de Galicia, húsares de Cantabria, cazadores de Galicia, húsares de La Rioja, húsares de Castilla y lanceros de Castilla).
La batalla tuvo lugar en tres puntos, desde primeras horas de la mañana hasta mediada la tarde: el ataque de la columna de Hill en el sur del campo de batalla en los pueblos de Arganzón y Subijana; el ataque de la columna de Graham al norte del campo de batalla en los pueblos de Gamarra y Abechuco; el ataque de las columnas centrales en el centro del campo de batalla y en los pueblos de Ariñez y Zuazo. Después hubo un breve combate en torno a Vitoria.
Ataque de la columna de Hill en el sur del campo de batalla
A las 07:30 horas del 21 de junio, el ala derecha aliada de Hill, avanzó hacia las colinas de Puebla de Arganzón y el desfiladero de Las Conchas, ocupados por tropas del ejército del Sur, al mando de Gazan.
La DI española de Morillo marchaba en vanguardia, avanzaron entre la maleza cruzando el Zadorra, y tras un breve tiroteo, los cazadores franceses se replegaron, pero después aparecieron otros que hostigaban a los españoles esporádicamente, disparando emboscados entre la vegetación para luego replegarse y volver a atacar.
Hacia las 08:00 horas, los españoles tomaron las alturas cercanas a Arganzón y trabaron combate con los voltigeurs de la BRI-I/5 de Marissin (RIL-12 y RI-45), haciéndolos retroceder; el resto del ala izquierda francesa retrocedió hacia Subijana de Álava, más al norte. Morillo solicitó refuerzos a Hill, pero antes de que llegasen, Morillo cargó contra el RIL-12 que fue arroyado y puesto en fuga antes de que llegase el RI-45 francés, que también fue atacado con la ayuda del BI-I/71 de la BRI-I/2 y se replegó tras una lucha encarnizada. Morillo resultó herido leve, y el general Cadogan de BRI-I/2 cayó muerto sobre las 08:30 horas. La BRI-I/5 de Maransin retrocedió y se lanzó colina abajo, se detuvo y se reagrupó muy abajo en la pendiente, perdiendo la cresta por completo, el resto de la BRI-I/2 (BI-I/50 y BI-I/92) fueron llevados hacia delante para consolidar la posición.
A las 09:00 horas, teniendo su flanco razonablemente seguro, Hill envió a su BRI-II/2 de O’Callaghan por el desfiladero de La Puebla, y lo desplegó en campo abierto frente al pueblo de Subijana de Álava, que se encontraba cerca de la carretera principal. Era el primer obstáculo que había que superar para que todo el cuerpo saliera y atacara a la izquierda francesa. Una batería avanzó con la BRI-II/2 y entró en acción en una pendiente a su derecha. El resto de la DI-2 y la DI portuguesa de Silveira salieron del desfiladero, listos para actuar como reserva, ya fuera en apoyo de Morillo en las alturas o de O’Callaghan en campo abierto.
Mientras tanto, se podía ver al enemigo enviando tropas de sus reservas, para atacar las estribaciones de la montaña que habían ganado Morillo y Cadogan. Porque los montes de Vitoria (alturas de Puebla para los británicos) dominaban todo el flanco izquierdo de la principal posición francesa y, si las tropas aliadas avanzaban más, la línea de Gazan sería envuelta completamente.
Gazan decidió enviar fuerzas para recuperar la cima junto con Maransin. Ordenó a la BRI-I/4 de Rey (RI-32 y RI-43) de la DI-4/S de Conroux y a la BRI-I/5 de Saint-Paul (RIL-21 y RI-100) de la DI-6/S de Daricau en reserva. La BRI-I/5 de Saint-Paul tomó posiciones en las pistas detrás Subijana, donde había una brecha en la línea, debido a la partida de la BRI-I/5 de Maransin, mientras Rey subió a las alturas de Puebla, para expulsar a Morillo y Cadogan. Marasin fijaba a Morillo, mientras Rey atacó a Cadogan. El contraataque francés fue contenido.
Al mismo tiempo, la BRI-II/2 de O’Callaghan (BI-I/28, BI-II/34, BI-I/39) tomó el pueblo de Subijana de Álava, pero al salir de él, recibieron fuego de la BRI-I/5 de Saint-Paul y la artillería desde el cerro Ariñez, que le impedía avanzar, refugiándose en el pueblo.
Jourdan recuperado de su enfermedad, estaba en ese momento cada vez más ansioso, y no sin razón, ante el rápido avance de los aliados en las alturas de Puebla. Ordenó a Gazan que enviara de inmediato la DI-3/S de Villate, desde detrás del alto Ariñez, para ganar la cresta en un punto más al este del enemigo que pudiera alcanzar, y atacar en masa a lo largo de él. Le dijo a Villatte que marchara por un largo desvío, a través del pueblo de Esquivel muy al este, donde había un camino rural que desembocaba en la calzada.
Se dieron órdenes de que cuando Villatte hubiera subido a la cresta de la montaña, y estuviera en condiciones de lanzar su ataque, Conroux iba a realizar un avance simultáneo, y las BRIs de Maransin y Saint-Pol, para expulsar al enemigo de Subijana, así como frente a las alturas de Puebla.
A las 10:30 horas, la BRCL de lanceros (RC-1 y RC-2 de lanceros de Castilla) de Julián Sánchez «El Charro» con Sebastián Fernández de Leceta “Dos Pelos” con el RI-1 de Álava y Prudencio Cortázar “el Fraile” con el RI-2 de Álava; llegaron desde el sur por el camino de Logroño a Vitoria, intentando flanquear a los franceses atacando la retaguardia de su ala izquierda.
Sobre las 11:00 horas, tan perturbado estaba el mariscal por la amenaza a su izquierda, que sospechaba más movimientos envolventes, y envió órdenes para los dragones de Tilly, desde la reserva de caballería, avanzaran por Berostigueta hasta la carretera de Treviño, para ver si había columnas británicas detrás de los guerrilleros. También ordenó a Erlon que moviera la DI-2/C de Cassagne, para que se moviera en la misma dirección, para apoyar a Tilly si fuera necesario.
Gazan sugirió a Jourdan que era peligroso desguarnecer el centro, y desviar tantas tropas a su izquierda, mientras las columnas de Wellington no fueran visibles en el otro lado del Zadorra, el ataque de Hill podía ser una finta, con la intención de alejar las reservas.
Los españoles fueron detenidos con apoyo de artillería; el mismo rey José acudió a arengar a sus tropas, exponiéndose al fuego aliado.
Hill hasta entonces solo se había empeñado 2 BIs británicas, la DI española, y habían logrado atraer la totalidad de DI-4/S de Conroux y la DI-3/S de Villatte, y la BRI-I/5 de Maransin y la BRI-I/6 de Saint-Pol. En la derecha francesa solo quedaba la DI-1/S de Leval y la BRI-II/6 de Remond, y en el centro de Erlon solo quedaba la DI-1/C de Darmagnac. Wellington no podía haber deseado nada mejor, y ordenó el ataque de las columnas del centro.
Tras un receso en el combate, los franceses realizaron varios ataques intentando recuperar Subijana, pero los hombres de Hill, bien atrincherados, los rechazan todos. A las 13:30 horas, las BRIs de la DI-2 de Hill comenzaron a avanzar despacio en dirección a Ariñez, empujando el flanco izquierdo francés contra su formación central, al norte.
Hacia las 14:00 horas, la DI-3/S Villatte lanzó su ataque contra la DI de Morillo y el BI-I/71 británico. Habían llegado a la cima como se les había ordenado, se habían desplegado en ella, y luego habían marchado en un frente estrecho contra los aliados. Tanto británicos como españoles estaban en algo de desorden cuando se enfrentaron a los franceses. Habían estado luchando durante 4 horas, y en los sucesivos enfrentamientos habían empujado primero a la BRI-I/5 de Maransin y luego la BRI-I/6 de Saint-Pol durante 3,5 km sobre un terreno muy empinado y rocoso.
En ese momento fue cuando Villatte apareció en escena, el avance aliado había acababa de llegar a una amplia depresión en la cresta, que tendrían que cruzar si tenían intención de continuar. Los españoles estaban a la derecha y el BI-I/71 y las Cías ligeras a la izquierda. El oficial que había sucedido a Cadogan en la BRI-I/2 (posiblemente el coronel Rooke del personal de Hill) se propuso expulsar a los franceses, y ordenó imprudentemente a las cansadas tropas avanzar por la depresión para alcanzar la elevación opuesta. Aparentemente, ignoraba la llegada de tropas de refresco francesas.
Algunas tropas vieron una columna con abrigos de color claro con el shako cubierto, a la derecha y la tomaron por un destacamento español. En cualquier caso, el BI-I/71 cruzó la depresión con 4 Cías en el centro, y el resto a vanguardia y retaguardia, y de repente se encontraron no solo con una columna que cargaba de frente, sino con un ataque de flanco y casi de retaguardia. La primera volea derribó a 200 hombres, el BI destrozado retrocedió, y remontó su propia pendiente en total desorden, dejando unos 40 prisioneros en manos francesas. Afortunadamente, el BI-I/50, que venía de atrás, llegó justo a tiempo para formarse a lo largo del borde de la depresión y cubrir la retirada; y poco después se unió el BI-I/92, que había estado enfrentando a otra unidad francesa separada más abajo de las pistas y al flanco izquierdo. Al ver a los franceses alejarse sin una razón aparente, el BI-I/71 highlander subió a la cresta y se unieron al BI-I/50 y a los españoles.
Villatte, ignorante todavía de que todo el ejército francés estaba retrocediendo, trató de explotar su éxito sobre el BI-I/71 y rechazar las fuerzas aliadas en la cresta, y ordenó al RI-63 en cabeza cruzar la depresión y atacar a las tropas en la altura opuesta. Sufrieron la misma suerte que el BI-1/71 y por la misma causa: la subida era muy empinada, y fueron recibidos con 2 devastadoras voleas cuando se acercaron a la altura opuesta, y luego cargados por el BI-I/50 y BI-I/92. La columna se rompió, y retrocedió colina abajo hacia su altura.
Un segundo ataque, pero menos vigoroso fue hecho por el RI-95 francés, y rechazado con la misma facilidad, los restos del BI-I/71 se unieron a la defensa. Villatte luego llevó un tercer RI, pero este fue solo una finta, el ataque nunca se desarrolló, y mientras estaban haciendo fuego, la DI de Villate dio la vuelta y se marchó, finalmente había recibido la orden de Jourdan de retirarse, y se dirigió a la nueva línea. Cameron con el BI-I/92 y los españoles. Los siguieron, pero no hubo más combates serios en los montes de Álava.
El BI-I/71 perdió 44 muertos, 272 heridos y 40 prisioneros, el BI-I/50 perdió 7 oficiales y 97 de tropa, el BI-I/92 20, Villate perdió 2 oficiales y 289 hombres incluidos 22 prisioneros. De ellos el RI-63 en cabeza perdió 135, el RI-95 tuvo 94 bajas, el RI-94 y RI-27 apenas tuvieron bajas.
La DI-4/S de Conroux comenzó a replegar su flanco izquierdo hacia Esquivel, más al este, la DI-2/C de Cassagne retornó al centro de la batalla para reforzar las líneas francesas, quedando el ala izquierda defendida por los dragones de Tilly, que se retiraron al norte sobre las 18:00 horas.
Ataque de la columna de Graham al norte del campo de batalla
El ala izquierda aliada bajo Graham, encabezados por la DI española de Francisco Longa, partieron de Munguía hacia las 07:00 horas, a unos 18 km al noreste de Vitoria. Esta lejanía se debía a que en un principio estas tropas no estaban destinadas a participar. Tras una dura jornada de marcha no pudieron llegar a la zona asignada hasta las 10:30 horas, situada a unos kilómetros al norte de Abechuco. Al considerar Graham que las fuerzas de Reille son muy superiores a las suyas, decidió esperar a los acontecimientos en el centro del campo de batalla.
Reille con el ejército de Portugal había recibido el 20 de junio la responsabilidad del Alto Zadorra y la gran calzada a Francia. Pensando que solo tenía frente a él a los españoles de Longa, y juzgando que sería bueno mantenerlos tan lejos de la carretera y del río como fuera posible; había situado la DI-4/P de Sarrut y una BRCL de la DCL-/P de Mermet en una posición avanzada a 1,5 km delante del río, en una cresta que flanquea la carretera principal de Bilbao, sobre el pueblo de Aranguiz. La DI-6/P de Lamartinière y la DD-/P de Boyer habían dejado dragones en la orilla más cercana.
Cuando Graham, marchando desde Olano, se acercó a Aranguiz, encontró una considerable fuerza francesa bloqueando el camino. Recordó sus órdenes de mirar a la derecha, de adaptar sus movimientos a los de las tropas en esa dirección, y no ser empeñado en luchas innecesarias. Se detuvo por algún tiempo, para ver cómo iban los asuntos en su ala, y mientras tanto desplegaron junto a la DI de Longa en su frente, la BRI-/P de Pack, y la BRDL de Anson delante de la posición de la DI-4/P de Sarrut; con la DI-5 en apoyo.
También se envió la BRI-/P de Bradford a su derecha, con la idea de ponerse en contacto con las tropas en esa dirección. Reille, quien estaba presente en persona con su avanzada, vio con consternación la profundidad de la columna que descendía sobre él, y reconoció que debía retroceder y mantener la línea del río Zadorra, el único frente posible en el que podría oponerse a tal enemigo.
A las 11:00 horas, Graham pensó que estaba justificado avanzar, para atraer la atención del enemigo hacia su derecha, y así ayudar al progreso de la columna de Hill, donde los franceses estaban ofreciendo una obstinada resistencia y la situación estaba en tablas. Graham dio orden a Longa y Pack de avanzar, pero los franceses se retiraron en buen orden, no sin algunas escaramuzas, en las que el BIL-IV/P de cazadores asaltó el cerro justo encima de Aranguiz. Pero ninguna de las partes tuvo pérdidas apreciables.
Graham pudo avanzar hasta 1,5 km del Zadorra, y dominaba la llanura hasta las aldeas de Abechuco, Gamarra Mayor y Gamarra Menor, en la margen norte o derecha del río, y Reille había determinado mantenerlos como cabezas de puente. Construyeron apresuradamente barricadas, y la artillería del ejército de Portugal se colocó en la orilla opuesta en una línea de baterías, listos para barrer el campo abierto donde se podían lanzar un asalto a las aldeas. Por lo tanto, Graham tuvo que desplegarse para un ataque formal a la nueva posición. Envió a la DI de Longa río arriba y sobre los cerros, para atacar Gamarra Menor y Durana, colocó la DI-5 de Oswald, con una sección de la batería de Lawson, frente a Gamarra Mayor, y situó la DI-1 de Howard y las 2 BRIs portuguesas frente a Abechuco, que debería ser tomado antes del puente de Arriaga pudiera ser atacado.
A las 12:00 horas, teniendo en cuenta el principal propósito de Wellington, de cortar la gran calzada a Francia; ordenó a la DI de Longa y a la DI-5 de Oswald, que presionaran con fuerza. Longa bordeando los altos de Aroca por unos bosques, y esquivando a sus defensores franceses, llegó al pueblo de Gamarra Menor que estaba defendido por un BI del RI-3 de la DI-5/P. Después empujando con fuerza, chocaron en el puente de Durana con la DI josefina (españoles partidarios del rey José) de Casapalacios, cuya misión era mantener abierta la gran calzada, y que se retiraron prácticamente sin luchar a la otra orilla del Zadorra, a pesar de contar con el apoyo de la BRDL-I/P de Curto. Los josefinos defendieron el puente con 4 o 5 cañones y los españoles no pudieron cruzar, ya que no disponían de artillería.
Hacia las 13:30 horas los españoles de Longa se posicionan al norte de Durana, en una posición desde donde dominaban la gran calzada, que discurría paralela al río, que quedó bajo el fuego de los tiradores de Longa, se puede decir que habían bloqueado la calzada a efectos prácticos, que era el propósito en esta primera etapa de la batalla. Media hora más tarde, tras la caída de Gamarra Menor, Longa decidió desalojar a los josefinos del puente y luego del pueblo a punta de bayoneta.
Mientras tanto, la BRI-II/5 de Robinson (BI-I/4, BI-II/47 y BI-II/59) asaltaba Gamarra Mayor, defendido la BRI-I/6/P de Gauthier (RI-118 y RI-119). El ataque se realizó en columna de batallones contra las barricadas que protegían las calles. Los británicos, sin embargo, consiguieron irrumpir: el coronel Brooke del BI-I/4 fue el primero en forzar una entrada, e irrumpir en el pueblo. Hubo una fuerte lucha en las calles y en los alrededores de la iglesia, los franceses finalmente expulsados del pueblo y abandonaron los 3 cañones que habían sido colocados en las barricadas, y retrocedieron en desorden a través del puente.
El general Robinson se esforzó por aprovechar el éxito mediante la toma instantánea del puente, pero los franceses tenían cañones apuntando, que barrieron a los primeros pelotones que intentaron cruzarlo. Muy pocos hombres consiguieron llegar al otro lado, y fueron abatidos antes de que pudieran establecerse en la orilla opuesta. Era necesario detenerse, reagruparse, y llevar artillería antes de que el ataque pudiera ser repetido. Produciéndose una pausa.
Mientras tanto, Wellington, después de la primera ruptura de la línea francesa, se estaba preparando al amparo del cañoneo de los cañones de Dickson para el asalto a su nueva posición frente a Zuazo y Gomecha. El general Graham estaba desarrollando su ataque al ejército de Portugal y la línea de retirada francesa, pero no con la energía esperada.
Había enviado a la DI-5 de Oswald contra el puente de Gamarra Mayor y la DI de Longa contra el de Durana, mientras él mismo permanecía con la DI-1 de Howard, las BRIs portuguesas de Pack y Bradford, y el grueso de su caballería en la carretera principal, frente al puente de Arriaga y su baluarte periférico la aldea de Abechuco. Se esperaba que el ataque principal fuera ejercido en ese punto, pero no sucedió nada. Cuando el ruido de la lucha de la DI-1 de Oswald en Gamarra Mayor había comenzado a sonar fuerte, Graham dirigió a los 2 BILs KGL bajo el mando del coronel Halkett para limpiar Abechuco de franceses. Esto lo hicieron con pérdidas insignificantes, solo 1 oficial y 51 hombres, pero capturaron varios cañones en la aldea. Graham no hizo ningún intento posterior por explotar el éxito y forzar el puente detrás.
Antes de avanzar hacia Arriaga había enviado a la BRI/P portuguesa de Bradford, para hacer un ataque demostrativo a su derecha, hacia el puente de Yurre; pero los llamó de nuevo después de un corto espacio de tiempo, y los situó a la derecha de Abechuco, continuando la línea de la DI-1.
Graham no atacó la posición de Arriaga a pesar de haber reunido 4.000 de infantería británica y 4.000 portugueses en este frente, sin contar la BRDL de Ansón (819) y la BRD KGL de Bock (632). Es posible que tanto Graham como Wellington sobrestimasen la fuerza de Reille. No sabían que la BRI-II/5 de la DI-5 de Maucune se había marchado en la oscuridad con el gran convoy, y las DIs de Foy y Taupin del ejército de Portugal no se había reincorporado.
Argumentando que tenía 4 DIs francesas delante, aunque frente a él en Arriaga solo estaba la DI-4/P de Sarrut, se detuvo y esperó el desarrollo de los acontecimientos. Reille al observar la inactividad de los británicos, retiró la BRI-II/4/P de Fririon para su uso como reserva central, que situó en Betonio 1,5 km atrás del río. Dejó sola a la BRI-I/4/P de Menne (algo más de 2.000 efectivos), apoyada por la DD/S de Digeon, la BRCL de Curto (DCL/P de Mermet) y la DD/P de Boyer no muy lejos.
Reille todavía tenía 20 cañones alineados a lo largo del río y Graham tenía las Bías de Lawson, Ramsay y Dubour, las dos últimas, alineados frente al puente Arriaga.
Solo se puede suponer que Graham, al abstenerse de cualquier ataque serio a lo largo de la carretera principal; estaba obedeciendo de una manera literal las órdenes de Wellington de no comprometerse a luchar cuerpo a cuerpo en el terreno bajo, y de regular sus movimientos por los de las columnas a su derecha (DI-3 Picton y DI-7 de Dalhousie). Cuando estos se abrieron paso por el Zadorra hasta su proximidad, él sí avanzó. Pero entonces era tan tarde que el enemigo que tenía enfrente pudo escapar, sin grandes pérdidas.
Mientras Graham estaba inactivo en la carretera principal, la DI-5 de Oswald estaba comprometida en Gamarra Mayor, donde después de su primera captura de la aldea, hizo al menos tres intentos desesperados de forzar el puente, defendido de manera obstinada por la DI-6/P de Lamartinière. Se tomó y se retomó el paso, pero no se pudo realizar ningún asentamiento en la orilla sur.
Después de que la BRI-II/5 de Robinson se agotó, Oswald envió a la BRI-I/5 de Hay reforzada con portugueses de la BRI-III/5. Pero no se obtuvo ningún éxito, aunque ambos lados sufrieron muchas pérdidas, la DI-5 tuvo las bajas 38 oficiales y 515 hombres, mientras que los franceses 38 oficiales y 558 hombres. Prácticamente, todos cayeron en la lucha mortal por el puente de Gamarra. Las fuerzas estaban tan igualmente equilibradas, unos 6.000 efectivos y una Bía divisional, en un frente tan estrecho, que la única forma de atacar el puente era avanzando directamente por la estrecha calle del pueblo desde el lado británico, y al otro lado de un campo abierto frente a los franceses. Ambos tenían cañones apuntando en sus extremos. No había vados cerca, y las orillas a cierta distancia río arriba y río abajo estaban alineados por los escaramuzadores de ambos bandos, tomando cualquier cobertura pudieran encontrar, y haciendo todo lo posible para mantener a raya al otro lado con su fuego. Hubo un punto muerto en Gamarra Mayor casi hasta 17:00 horas.
En Durana las cosas había ocurrido de otra manera. Longa, aunque obstaculizado por su falta de cañones, terminó empujando a la BRI josefina a través del puente, y luego avanzaron por un camino por el lado sur del Zadorra. El grupo que se retiraba luego se detuvo detrás de un barranco y un arroyo un kilómetro más adelante, donde estaban flanqueados por la BRCL-II de la DCL/P de Mermet, así como por BI francés de la tercera línea. Longa no pudo avanzar más lejos, probablemente por miedo de exponer su flanco a cargas de caballería, y no continuó el avance hasta que comenzó la retirada general del ejército francés. Pero había cortado efectivamente la comunicación del rey José con Francia al apoderarse de Durana, y este fue el factor determinante de toda la lucha, ya que los franceses solo tenían la carretera de Pamplona para retirarse. Si José hubiera tenido algunas reservas de infantería, podría haber expulsado a Longa; pero no tenía un solo hombre disponible.
Hasta las 18:00 horas, la línea de defensa mantenida valientemente por Reille con el ejército de Portugal a lo largo del Zadorra, había permaneció intacta. Solo el fuego de artillería se estaba produciendo en frente del puente de Arriaga, donde la DI-1 y las 2 BRI portuguesas se habían detenido por orden de Graham delante del río, y no habían avanzado. En Gamarra Mayor la DI-5 no había logrado forzar el paso, y Longa estaba detenido más allá de Durana, aunque había cortado la calzada de Bayona.
Sin embargo, toda la escena cambió desde el momento en que BRI-2/7 de W. Grant y la BRI-II/3 de Colville, envolvieron el flanco de la línea de Erlon en el Zadorra, ocupando las colinas de Ali en la retaguardia de la línea de Reille. El ejército de Portugal había conseguido sostener los puentes y detener a Graham, hasta que el resto del ejército se hubiera retirado. Pero el peligro no venía de frente, sino por retaguardia. En media hora, el avance de las columnas británicas estarían a la altura del puente de Arriaga y envolviendo a la infantería que lo retenía.
Reille determinó la retirada instantánea, por el único camino que tenía abierto, y cubierto por la caballería que tenía en la mano. La DD/C de Digeon, que se había dado cuenta de la crisis, e hizo varias cargas desesperadas para contener a los británicos que avanzaban, mientras la BRI-II/4 de Menne escapaba de Arriaga. Una carga encabezada por el RD-12, fue contra de la infantería, que formó cuadró y rechazó a los dragones sin dificultad con la pérdida de 22 bajas, y otra carga encabezada por el RD-16 fue contra los húsares, 2 EHs del RH-15, que habían girado hacia el norte desde los suburbios de Vitoria y trataba de cortar la retirada de los BIs de Menne, sufriendo la pérdida de 2 oficiales y 57 hombres.
Los húsares fueron rechazados, y la infantería se escapó, dejando atrás al general Sarrut, jefe de la DI-4/P, herido de muerte cuando comenzó la retirada. Además, todos los cañones en Arriaga y sus alrededores tuvieron que ser abandonados, ya que no podían hacer un progreso rápido con ellos. Los artilleros desengancharon los caballos y escaparon lo mejor que pudieron.
Reille se había detenido frente a Betonio, la pequeña reserva (la BRI-I/4/P de Fririon) que sabiamente había reservado para sí mismo, flanqueada por la DD/P de Boyer y la BRCL-I de Curto. El objeto de esta fuerza no era solo dar cobertura a las tropas de la BRI-II/4 de Menne y la DD/C de Digeon, para que pudieran reagruparse, sino también ganar tiempo para que la DI-6/P de Lamartinière se alejara del puente de Gamarra Mayor, donde todavía estaba comprometida con la DI-5 de Oswald.
Esta infantería escapó en mejor orden que la mayoría de las tropas francesas ese día, e incluso sacó su Bía divisional, aunque la Bía a caballo se quedó atrás al quedar empantanada en un terreno fangoso. Los josefinos de Casapalacios y la caballería que los acompañaba escaparon por las colinas al este de Durana, perseguidos por Longa, que les hizo muchos prisioneros.
Cuando llegó la DI-6/P de Lamartiniére, Reille hizo una rápida retirada a los bosques de Zurbano, 2,5 km detrás de Betonio, que permitía una buena cobertura. Estaba siendo perseguido por todo el cuerpo de Graham, que había cruzado el Zadorra cuando los puentes fueron abandonados. La BRI/P de Pack, seguida por la DI-1 de Howard y la BRI/P de Bradford, avanzó sobre Arriaga; llegaron algo tarde debido a la lentitud al pasar el estrecho puente.
En Gamarra Oswald, jefe de la DI-5, envió en persecución de la DI-6/P de Lamartiniére a 2 EDLs que se habían unido a su columna que fueron seguidos por el resto de la BRDL de Anson, que Graham envió desde la carretera principal para unirse a ellos, y también la BRD KGL de Bock. El objetivo era utilizar el más pequeño y remoto puente para que la caballería cruzara por él, consiguiendo ponerse en la retaguardia de Reille, y pasar por Arriaga. La DI-5 de Oswald, a pesar de estar muy agotada, siguió a la caballería.
Habiendo llegado al borde del bosque, Reille ordenó al grueso de sus tropas seguir adelante con fuerza, por las dos carreteras paralelas que lo atravesaban, manteniendo la BRI-I/4/P de Fririon a mano como retaguardia. Las columnas bastante desordenadas estaban emergiendo en el lado este del bosque, y pasado el pueblo de Zurbano, cuando 2 EDLs de los RDL-12 y RDL-16 se abalanzaron sobre ellos. Estos EDLs habían evitado enredarse en los árboles hasta que la retaguardia francesa hubiera pasado, pero se prepararon para cargar en el momento en que entraran en campo abierto, aunque el cuerpo principal de la BRDL no había llegado.
Encontraron frente a ellos el RD-15 y el RH-3 franceses, que cargaron pero no rompieron. Pero cuando llegaron los EDLs de retaguardia, el ataque se reanudó con éxito. La caballería francesa cedió, pero solo para despejar el frente al RI-36 de la BRI-I/4/P de Fririon, que estaba formada en cuadro fuera de Zurbano. Los dragones ligeros cargaron contra el cuadro, pero fueron completamente rechazados por su fuego constante. El RD-15 perdió 4 oficiales y 53 dragones, el RH-3 perdió 4 oficiales y 36 húsares. Los británicos perdieron 1 oficial y 11 dragones en RDL-12, y 1 oficial y 20 dragones en el RDL-16.
Esto ganó tiempo para que el resto de las tropas de Reille huyeran, y la persecución se aflojó. Pero la mayor parte de los franceses se fueron con tanta prisa que abandonaron 4 cañones de la DI-6/P de Lamartiniére, y se llevaron con ellos únicamente los 2 restantes, que serían las únicas piezas que escaparon ese día de los trenes de artillería de los 3 ejércitos de José. Algunos cientos de rezagados fueron capturados, pero ninguna unidad en retirada fue cortada o capturada entera. Reille sabiamente mantuvo a su ejército, siempre que fuera posible, en los caminos laterales de Arbulo y Oreytia, antes de desembocar en la carretera principal de Salvatierra, que estaba atestada con los restos de los otros ejércitos y los convoyes.
Por lo tanto, logró escapar de la confusión total en la que el resto cayó, y, finalmente, cuando entró por la vía principal, supo constituirse en retaguardia del conjunto.
La persecución de Graham fue lenta y cautelosa, de hecho, ninguna tropa se acercó a las columnas en retirada salvo los 2 RDLs, los BILs de cazadores de las brigadas portuguesas de Pack y Bradford, y algunos de los escaramuzadores de Longa, que los siguieron por las colinas a su izquierda, disparando a distancia a las masas en retirada, pero sin intentar atacar. La DI-5 de Oswald no siguió mucho más lejos que el campo abierto más allá de los bosques de Zurbano, donde paró y acampó pasadas las 8 de la tarde en algunos campos de cultivo. Tampoco parece que la DI-1 de Howard marchó no más allá de una legua del Zadorra. Los cazadores portugueses y la caballería, sin embargo, no se detuvieron hasta que llegaron a El Burgo, unos 7 km más adelante.
Ataque de las columnas aliadas en centro del campo de batalla
Wellington había iniciado la marcha con la columna centro-derecha de Cole. Sobre las 11:00 horas, se había establecido durante algún tiempo en una elevación en la orilla norte del río Zadorra, justo frente al centro francés, a la izquierda del pueblo y puentes de Nanclares, desde donde podía observar toda la zona desde las alturas de La Puebla hasta el puente de Mendoza. A su izquierda y derecha, la DIL y la DI-4 estaban en dos masas, a menos de 2 km del río, y escondidos con mucho cuidado en los pliegues del monte Arrato. La gran masa de caballería en reserva, las 4 brigadas, no habían sido llevadas adelante, tan solo la BRH de Grant estaba cerca de la DIL, desmontados con sus caballos en terreno cubierto. Las líneas francesas eran perfectamente visibles. El rey José y su personal eran visibles en la colina redonda delante de Ariñez en el centro del campo de batalla.
Desde el inicio de los combates en los flancos hasta las 11:30 horas, Wellington se mantuvo a la expectativa, observando todas las maniobras desde las alturas al oeste de Nanclares de Oca.
El avance de Hill había comenzado, y progresado bien, Wellington estaba pendiente de los otros dos movimientos que debería haber coincidido con el intento de cruzar el río en Nanclares para el ataque frontal. La columna centro-izquierda de George Ramsay, conde de Dalhousie con la DI-3 y DI-7 no había indicios de que hubiesen llegado, ni tampoco se oían cañonazos desde el Zadorra superior, que no era visible desde el lugar donde estaba Wellington, para indicar que Graham estuviera comprometido.
A las 11:30 horas, Wellington se presentó ante la DIL de Alten a quien ordenó que se moviera más hacia la izquierda, para estar por encima del puente de Villodas, que debería atacar en el momento del avance general, dejando los dos puentes de Nanclares a la DI-4 y la caballería.
Tan áspero y arbolado era el terreno por el que la DIL tenía que moverse, que se establecieron a menos de 300 metros de la orilla del Zadorra y de la línea francesa, sin ser detectados. La orilla británica del Zadorra dominaba completamente el puente y la orilla francesa. Pero después de un tiempo, comenzó un fuego a través del río entre escaramuzadores de ambos bandos en varios puntos, y algunos voltigeurs incluso presionaron a través del puente de Villodas, y tuvieron que ser expulsado de nuevo por los tiradores del BIL-II/95.
Sin embargo, no iba a haber ningún intento de cruzar ese puente. Mientras Wellington todavía estaba con la DIL, se le acercó un campesino llamado José Ortiz de Zárate y con la asombrosa información de que el puente de Tres Puentes, en el extremo de la curva cerrada del Zadorra; no estaba vigilado por los franceses, y se ofreció a guiar tropas al puente. Wellington ordenó de inmediato tomar el puente, que envolvería la posición francesa en Villodas, y le dijo al campesino que dirigiera la BRIL-I de Kempt con 2.597 (BIL-I/43, BIL-I/95, 5 Cías del BIL-III/95, BIL-III/P de cazadores) hasta el punto sin vigilancia, a 2,5 km a la izquierda.
La BRIL se movió fuera de los árboles a un ritmo rápido, a lo largo de un camino muy irregular y tortuoso, oculto a la observación de los franceses por altas rocas. Llegó al estrecho puente, que cruzaba el río hasta el caserío de Yruna (parte del poblado disperso de Tres Puentes).
Las Cías de rifles abrieron el camino, y toda la BRIL que los seguía pasó corriendo, con los mosquetes y los rifles preparados. Ascendieron por un camino empinado de 50 metros, en la parte superior de la cual había una capilla antigua, una vez arriba descubrieron a los franceses que formaban el flanco derecho de la línea de la DI-1/S de Leval. Tan pronto como se apercibieron de su presencia, los franceses abrieron fuego de cañón realizando dos disparos, el primero no alcanzó a nadie, el segundo arrancó la cabeza del guía, Ortiz de Zárate, que murió en el acto.
Toda la BRIL se puso a cubierto y los franceses suspendieron el fuego. James Kempt viendo que la posición era crítica, envió a su ayudante de campo a toda velocidad al otro lado del río para avisar al RH-15. Los húsares cruzaron el puente, y subieron por el sendero empinado, y desmontaron situándose en la retaguardia del centro, esperando el contraataque francés. El contraataque no se produjo, solo algunos dragones franceses se acercaron a unos 50 metros, posiblemente para determinar la fuerza británica, pero unos disparos de rifles les hicieron huir. Desde la altura se podía ver los otros 2 puentes, a la derecha el de Villodas y a la izquierda el de Mendoza), que estaban cubiertos por la artillería francesa.
Esperando ser atacado instantáneamente y tener que luchar duro por el montículo de la capilla en el que se habían alineado, la BRIL de Kempt pasó media hora de incómodo suspense. Tras el cual vieron como los franceses se retiraban. La retirada se debía a que la DI-3 de Picton había cruzado el puente de Mendoza, y suponía la principal amenaza.
Wellington había puesto el mando de la columna al conde de Dalhousie, que mandaba la DI-7. Fue una elección extraordinaria, ya que este general solo llevaba unos meses en la Península, y no había tenido gran experiencia en el mando de división, aunque era más antiguo que Picton, que tenía una gran experiencia en operaciones con la DI-3, y que estaba de mal humor por haber sido desplazado.
Sea como fuere, Picton estuvo durante las primeras horas de la mañana del 21 de junio en una de sus no infrecuentes rabietas. Su columna había comenzado temprano, y la DI-3 había llegado a Las Guetas, la aldea del lado sur del monte Arrato, que iba a ser su punto de partida para el ataque en la línea del Zadorra. Dalhousie se negó a avanzar más lejos que el borde de las colinas. Obedecía las órdenes que le fueron dadas para regular su acción con su derecha en la columna de Grahm, y solo moverse cuando fuera evidente que favoreciera el progreso de las fuerzas en esa dirección.
Obviamente, estaba preocupado por el hecho de que las 2 BRIs de retaguardia de su DI-7, la BRI-I/7 de Barnes y la BRI-III/7 portuguesa de Le Cor, habían sido cortadas por una avería de su artillería en el camino empinado detrás, y aún no habían llegado, aunque la batería de Cairnes, los había retrasado, finalmente alcanzó a la BRI de vanguardia. Por lo tanto, usó su discreción para esperar órdenes formales de cuartel general, y no hacer nada. Picton, que podía ver el avance de la columna de Hill, y podía ver que los franceses estaban completamente desprevenidos para un ataque en el Zadorra medio, estaba irritado por el retraso.
El general Picton estaba impaciente, preguntó a todos los ayudantes de campo si había cualquier orden para él. A medida que avanzaba el día y la lucha aumentaba más fuerte a la derecha, se puso furioso y observó al comunicador diciendo: “¡Maldita sea! Lord Wellington debe habernos olvidado¡”. Era cerca del mediodía y los hombres comenzaban a estar descontentos. La sangre de Picton estaba hirviendo, mirando en todas direcciones para ver la llegada de un ayudante de campo, hasta que al fin uno llegó galopando desde el cuartel general de Wellington. Estaba buscando a Dalhousie.
El ayudante de campo comprobó su caballo y le preguntó al general si había visto a Dalhousie. Picton quedó decepcionado y respondió “No, señor: no he visto a su señoría, pero tienes alguna orden para mí”. “Ninguna”, respondió el ayudante de campo. Entonces, señor, “¿qué órdenes trae?”. El oficial respondió “que tan pronto como sea posible se realizará un ataque en ese puente”, señalando el de la izquierda de Mendoza, la DI-4 y la DIL lo apoyarán. Picton respondió al ayudante: “Puede decirle a Lord Wellington de mi parte, que la DI-3, bajo mi mando, atacará en menos de diez minutos ese puente y lo tomará, y la DI-4 y la DIL pueden apoyar si así lo desean”.
Habiendo expresado así su intención, se apartó del ayudante de campo y se puso a la cabeza de sus hombres, que rápidamente se pusieron en movimiento hacia el puente, animándolos con la frase “¡Vamos, bribones! Vamos a luchar con los villanos”. Los 10 minutos para cubrir una distancia de 3,5 km parece corta, pero no hay duda de que el avance de la DI-3 fue rápido y furioso. Pero los momentos eran preciosos: Kempt estaba al otro lado del Zadorra, en un peligroso estado de aislamiento, los franceses en unos minutos podrían enviar infantería para bloquear el puente de Mendoza, que tan extrañamente habían descuidado. A la DI-7 le faltaban las 2 BRIs retrasadas, y no estaba lista para atacar.
Picton dirigió la BRI-I/3 de Brisbane directamente sobre el puente de Mendoza, la BRI-II/6 de Colville sobre un vado 300 metros río arriba. Ambos cruzaron de forma segura y casi sin oposición. Las únicas tropas francesas que estaban por la zona eran la BRCL/C de Avy con 474 cazadores (RC-27 y RC de Nassau) y ½ Bía a caballo que apenas entró en acción. El general Kempt jefe del la BRIL-I envió algunas Cías del BIL-I/95 de rifles bajo el capitán Andrew Barnard, a la loma de Iruña de Oca, que abrieron un fuego tan eficaz sobre la media batería, que el oficial al mando enganchó y galopó. Los cazadores de Avy revoloteaban indecisos, pero no eran capaces de defender un puente o de atacar a una BRI en posición sobre una colina empinada. Picton cruzó el río con pequeñas pérdidas y formó sus dos BRIs en la otra orilla. La BRI-III/3 portuguesa del Power rápidamente siguió a la BRI-I/3 de Brisbane, al igual que un poco más tarde la BRIL-I de Grant. Al ver a Picton establecido con seguridad en la orilla izquierda Kempt con la BRIL-II avanzó se formó en la retaguardia derecha de la DI-3.
El insignificante destacamento francés en el puente de Villodas, que era solo una Cía de voltigeurs, huyó rápidamente al ver a Kempt en movimiento. El paso allí quedó completamente libre para la BRIL-II de Vandeleur, que llevaba mucho tiempo esperando en la empinada orilla opuesta.
Picton y la DI-3, seguidos por la BRCL de Grant, llegó en tropel a través del Zadorra del lado de Mendoza; mientras Kempt desembocaba desde la loma de Iruña, y Vandeleur con la BRIL-II cruzaba el puente de Villodas, entonces la posición de la DI-1/S de Leval se volvió desesperada. Estaba a punto de ser atacada en el flanco por 4 BRIs y de frente por 2 BRIs; y siendo una de las DIs más débiles del ejército del Sur con solamente 4.500 efectivos, era superada por el triple de fuerzas. Su reserva original (½ DI-6/S de Daricau) había sido enviada a los montes de Vitoria horas antes. La DI-3/S de Villatte, había sido enviada en la misma dirección por las últimas órdenes de Jourdan. Las tropas francesas disponibles e intactas más cercanas eran la DI-1/C de Darmagnac a 3,5 km a retaguardia, en posición en Zuazo. El ejército del Sur y el ejército del Centro franceses estaban absortos en la tarea de rechazar a Hill, y acababan de comenzar el contraataque contra él que Jourdan había ordenado una hora antes.
El cambio repentino en la situación, causado por el rápido avance de Picton y las BRIs que le habían ayudado, era demasiado evidente para el rey José y su jefe del estado mayor, que el objetivo era la colina de Ariñez. Toda la fuerza de la DI-3 de Picton, golpeó diagonalmente a través del corto espacio entre el río y la posición de la DI-1/S de Leval: la BRI-I/3 de Brisbane y la BRI-III/3 portuguesa de Power, marchaban hacia el flanco francés, mientras que la BRI-II/3 de Colville, más arriba del arroyo, avanzaba en dirección al pueblo de Margarita. La BRIL-I de Kempt siguió a BRI-I/3 de Brisbane en segunda línea, la BRI-II/7 de Grant, cuando cruzó el río en Mendoza, avanzó detrás de la BRI-II/3 de Colville. También lo hizo la BRIL-II de Vandeleur en Villodas, después de derribar los obstáculos y hacer que sus hombres cruzaran el estrecho puente.
Eso no era todo, ya que la DI-4 de Cole, detenida tanto tiempo en la ladera cubierta de maleza frente a la izquierda de los 2 puentes de Nanclares, de repente comenzaron a descender rápidamente la pendiente con la BRI-III/4 portuguesa de Stubbs en cabeza.
Jourdan tuvo que hacer un cambio relámpago en todos sus disposiciones. La DI-1/S de Leval, estaba obviamente condenada si no se retiraba rápidamente, se le ordenó que evacuara su colina y retrocediera más allá de Ariñez, en la que arrojó un RI para cubrir su retirada, a las alturas de detrás. La BRI-II/4 de Remond y la BRI-II/6 de Schwitter, que había estado detrás de Subijana, enfrentándose a la DI-2 británica, tenían que hacer un movimiento paralelo de regreso a la misma línea de alturas.
La BRI-I/5 de Marasin, la BRI-I/4 de Rey y la BRI-I/5 de Saint-Paul comprometidas en los montes de Vitoria con la BRI-I/2 de Cadogan (BI-I/50 y BI-I/92); debían abandonar el ataque que acababan de comenzar, y que había hecho retroceder un poco el avance británico, y retroceder detrás de las alturas de Ariñez.
La DI-3/S de Villatte, que estaba muy arriba en la cima de la montaña a la izquierda, comprometida con la DI española Morillo y el BI-I/71 debía romper el contacto, para llenar el vacío entre la nueva posición y el Zadorra.
El ejército del Centro debía defender Margarita, o si eso fuera imposible, el cerro y el pueblo de La Hermandad detrás. Pero solo la DI-1/C de Darmagnac estaba inmediatamente disponible para esa tarea, la DI-2/C de Cassagne debería regresar de su marcha hacia la carretera de Treviño, que se había empezado una hora antes. De esta manera se formaría una nueva línea de batalla, llegando desde el Zadorra cerca de Margarita a través de la carretera principal en Gomecha, a las alturas sobre Zumelzu a la izquierda. Era un asunto peligroso formar una línea de batalla de 3,5 km de largo, estando comprometidos con el enemigo en varios puntos, y retirarse a una posición a 1,5 km a retaguardia, donde prácticamente no había reserva esperando para recibirlos.
En las pendientes de Ariñez en ese momento no había más que la DCL/S de Pierre Soult y la DD/C de Treillard, con 2 Bías. El nuevo frente tenía que construirse a partir de tropas que retrocedían apresuradamente y presionadas de cerca por el enemigo, combinándose con otras tropas que entraban desde varias direcciones de las 2 DIs del ejército del Centro.
La segunda línea francesa nunca fue correctamente formada, especialmente a su izquierda; pero se hizo un mejor frente, y una posición más fuerte, de lo que quizás se hubiera esperado, aunque la confusión causada por una alineación apresurada e imperfecta estaba destinada tener un final fatal.
En el centro la batalla se dividió en tres secciones separadas. Cerca de Zadorra, la BRI-II/3 de Colville, a la izquierda la DI-3 de Picton empujaba hacia Margarita, mientras que DI-1/C de Darmagnac, desde las alturas de Zuazo, se dirigía hacia él desde el otro lado. Había tomado algo de tiempo para pasar los BIs de Colville a través del vado, y desplegarlos para el avance, y la BRI-I/1/C de Chassé entró primero en la aldea y realizó una fuerte defensa allí, mientras que la BRI-II/1/C ocupaba La Hermandad a su retaguardia. La BRI-II/3 de Colville fue mantenida bajo control, sufrió pesadamente, y no pudo avanzar.
Después de media hora de lucha mortal, la BRI-I/1/C de Chassé cedió, no solo por la presión frontal; sino porque la DI-1/S de Leval a su izquierda había sido derrotada por la DI-3 de Picton, y se estaban retirando, exponiendo así el flanco de la línea de la DI-1/C de Darmagnac. La BRI-I/1/C de Chassé fue empujada durante un km, hasta un mejor terreno defensivo formado por el pueblo de La Hermandad y la altura sobre él, donde la BRI-II/C alemana de Neuenstein ya estaba en posición.
Esta era una parte integral de la nueva línea en la que Jourdan había decidido luchar, mientras que Margarita estaba en terreno bajo y demasiado hacia el frente. La BRI-II/3 de Colville desgastada al igual que sus adversarios, fue reemplazada por la BRI-II/7 de William Grant en primera línea, mientras que la de BRIL-II de Vandeleur siguió en apoyo. Tenían entonces frente a ellos no solo la DI-1/C de Darmagnac, sino la DI-2/C de Cassagne, que había regresado de su infructuosa excursión a la carretera de Treviño, y se había unido a la otra sección del ejército del Centro, ocupando terreno en segunda línea.
Mientras tanto, el golpe realmente decisivo de la batalla estaba siendo dado por Picton, un km más lejos al sur, en Ariñez. La fuerza de ataque allí consistía en la BRI-III/3 portuguesa de Power a la izquierda, y BRI-I/3 de Brisbane a la derecha, frente al pueblo. La BRIL-I de Kempt había seguido fielmente a Picton en su movimiento diagonal a través de las cuestas, y estaba muy cerca y detrás de la BRI-I/3 de Brisbane. Más a la derecha el nuevo frente de ataque del ejército de Wellington apenas comenzaba a formarse: la DI-4 de Cole había desplegado después de cruzar el puente superior de Nanclares, y avanzaba en un escalón de brigadas. La BRI-III/4 portuguesa de Stubbs en el primer escalón, luego BRI-1/4 de W. Anson, por último la BRI-II/4 de Skerrett.
Se extendían desde la carretera principal hacia el sur, y estaban entrando en contacto con la columna de Hill, que después de que los franceses evacuaron la altura detrás de Subijana, la DI-2 de Stewart había iniciado el avance con la BRI-II/2 de Byng a su izquierda, con la BRI-III/2 de O’Callaghan a su lado, y la BRI-IV portuguesa de Ashworth en segunda línea. La BI de Silveira permaneció en reserva.
La caballería de la columna central había cruzado después de la infantería: la BRC de la Guardia de R. Hill, la BRD de Ponsonby, la BRCL de Víctor Alten, y BRH de Grant por el puente superior de Nanclares, la BRD portuguesa de Urban por el inferior. Desplegaron a cada lado del alto en carretera al este del río, detrás de la DI-4, en un terreno adecuado para que los jinetes no fueran visibles desde ningún otro lugar.
En los montes de Álava aún quedaba la BRI-I/2 de Cadogan y los españoles de Morillo. Esta fuerza marchaba en pos de la columna en retirada de Villatte, estaba decididamente por delante del resto del ejército, y bien situada para atacar el nuevo flanco francés, pero estaban muy cansados después de muchas horas de lucha.
Cuando la DI-4 de Cole había pasado el puente superior de Nanclares, y antes de que la caballería comenzara a cruzar el Zadorra, el coronel Dickson, por orden de Wellington, había comenzado a adelantar la artillería de reserva. Muy pocas Bías británicas aún había entrado en acción, la naturaleza del terreno les había impedido mantenerse cerca de sus divisiones. Por eso había una acumulación de cañones en el centro. Durante el resto de la batalla los cañones fueron empleados en masa. Muchas Bías divisionales se habían unido a reserva de artillería, y una formidable línea de cañones se estaban asentando a lo largo de las alturas que habían sido originalmente la posición del centro y derecha de del ejército del Sur de Gazan.
Algunos de ellos apuntaban al norte de la carretera principal, a la colina que había sido ocupada por la DI-1/S de Leval, otros al sur, donde había estado BRI-I/5 de Saint-Paul. Tan pronto como entraron en posición, empezaron a golpear a la infantería francesa en la colina opuesta. Allí el general Tirlet tenía una fuerza de artillería aún más poderosa en acción: todos los cañones de la línea del frente habían regresado, salvo uno perteneciente a la Bía a caballo que había sido colocada frente al puente de Nanclares, y 3 Bías de la reserva ya estaba en posición.
El cañoneo en ambos bandos era feroz, pero fue la infantería la que sufrió, y la desventaja para los franceses era que sus tropas, muy apresuradas y desordenadas mientras se retiraban a la nueva posición, no se habían instalado adecuadamente, especialmente las DIs de Conroux y Daricau, que habían tenido BRIs destacadas al comienzo de la acción.
El punto clave era Ariñez y el alto detrás, que estaba ocupado por la DI-1/S de Leval, con el RI-103 de Daricau a su izquierda. El pueblo, muy abajo en la pendiente, estaba ocupado por la BRI-II/1 de Morgan para apoyar a los cañones, más arriba y más a la derecha.
Sobre las 15:00 horas, Picton atacó con la BRI-III/3 portuguesa de Power a su izquierda, la BRI-I/3 de Brisbane a su derecha, y la BRIL-I de Kempt en apoyo; excepto que algunas Cías del BIL-I/95 que se habían puesto al frente de la BRI-I/3 de Brisbane, y que lideraban el ataque. Los fusileros se precipitaron hacia la aldea, penetraron en ella y fueron desalojados, después de una feroz lucha, por un BI francés que cargó en masa calle abajo. Pero inmediatamente detrás llegó el BI-I/88 y el RI-74.
El BI-I/88, atacando a la derecha de la aldea, aplastó por completo el RI francés que se dirigió a enfrentarse a ellos en un combate cuerpo a cuerpo, y los condujo en desorden colina arriba, mientras que RI-74 llegó a Ariñez y entró en el pueblo. El BI-I/45, más a la derecha, atacó y expulsó al RI de la DI de Daricau que estaba flanqueando a Leval. La BRI-III/3 portuguesa de Power se enfrentó con la BRI-II/1 de Morgan, a la izquierda del pueblo; que cedió ante ellos, pero cuando el RI-74 asaltó Ariñez y el BI-I/88 conocidos como los Connaught Rangers habían roto la columna vecina.
Las tropas derrotadas de la DI-1/S de Leval retrocedieron hacia la retaguardia, en lugar de en dirección sur, y a su izquierda de la carretera principal; de modo que se empezó a abrir una brecha entre ellos y la DI-2/C de Cassagne, que se acercaba a ocupar la cresta norte de Gomecha, su nueva posición.
La captura de Ariñez y la expulsión de DI-1/S de Leval de su posición por encima de ella, tuvo el efecto inmediato de obligar a DI-1/C de Darmagnac ajustarse a la retirada. Retrocedió de Margarita a La Hermandad y las colinas detrás; mientras que la línea confusa de la DI-6/S de Daricau, la DI-4/S de Conroux y la BRI-I/5 de Maransin tuvieron que retirarse a la altura de Gomecha, aunque las DI-2 y la DI-4 británicas aún no estaban lo suficientemente cerca para poder presionarlos. Casi todos los cañones franceses habían sido trasladados a la nueva posición, que puede describirse desde La Hermandad en el Zadorra por Zuazo y Gomecha hasta los cerros frente a Esquivel. Era tan fuerte como la línea Margarita-Arinez-Zumelzu que acababa de ser forzada por el ataque de Picton.
Wellington tardó un poco en organizar su siguiente avance. Las tropas que habían forzado la posición de Ariñez tenían que reagruparse; y era necesario permitir la DI-4 y la DI-2 llegasen a su altura y llevar adelante la masa de artillería de Dickson a una línea más avanzada, para golpear a los franceses antes del siguiente asalto de infantería se realizase.
El único punto donde parece haber continuado la lucha cuerpo a cuerpo durante este intervalo fue en el extremo izquierdo, donde Dalhousie, después de que los franceses dejaron Margarita, estaba presionando con la BRI-II/7 de William Grant de su propia DI-7, apoyada por la BRIL-II de Vandeleur de la DIL, contra la nueva posición de la DI-1/C de Darmañac, donde la BRI-II/2 de Neuenstein (5 BIs alemanes) se encontraba en La Hermandad y sus alrededores, con la BRI-I/2 de Chassé en reserva detrás.
Hubo una lucha muy encarnizada en este punto, que resultó costosa para los británicos que avanzaron bajo la superioridad de la artillería francesa, Erlon tenía entonces al menos 2 Bías en acción, Dalhousie solo sus propios 6 cañones divisionales de la Bía de Cairnes. La BRI-II/7 de Grant, después de avanzar unos 300 metros bajo un fuego muy fuerte, se detuvo y se cubrió en una zanja ancha y profunda a solo 200 metros del frente francés.
Dalhousie vaciló un momento en cuanto a si era posible un nuevo avance, y la duda fue resuelta por la repentina carga de la BRIL-II de Vandeleur, que se acercó a toda velocidad, y arrastró a los BIs en la zanja con su ímpetu, y juntos asaltaron La Hermandad en diez minutos. Los defensores alemanes de Neuenstein (BIs de Baden, Nassau y Fráncfort), retrocedieron en desorden, y se retiraron a la cima de las alturas detrás, donde estaba la DI-2/C de Cassagne, que hasta ese momento no estaba comprometida, y los acogió.
Erlon logró formar una especie de nueva línea desde Crispijana cerca del Zadorra a Zuazo, donde su izquierda debía contactar con la derecha del ejército del Sur. Las bajas habían sido: la BRI-II/7 de Grant 330, mientras que la BRIL-II de Vandeleur que llevó a cabo el ataque sola, tuvo 38 bajas. Los oponentes fueron muy castigados, habiendo perdido 620 hombres.
Combates en torno a Vitoria
Sobre las 16:00 horas de Wellington, tras haber reorganizado su línea y haber asentado su artillería, decidido a reanudar el ataque general contra la derecha y el centro franceses. Jourdan había establecido una línea desde Crispijana a la izquierda, pasando por Zuazo hasta las alturas frente a Esquivel, toda la infantería de los ejércitos del Sur y del Centro, que formaban una línea bastante irregular. La única reserva de infantería eran los 6 BIs débiles de la Guardia Real (2.500), situados en la carretera principal frente a Vitoria, también había una masa de caballería en reserva, pero esta era de muy poca utilidad para la defensa de una colina que Wellington iba a asaltar. Contaba con la DD/S de Tilly que había sido traída de su inútil excursión por la carretera de Logroño, y la DCL/S de Pierre Soult, ambos del ejército Sur de Gazan; con la DD/C de Treillard, la BRCL/C de Avy y la BRCL de la Guardia Real del ejército del Centro de Erlon, en total unos 4.500 caballos.
La artillería, sin embargo, era muy fuerte y, desplegada en una larga fila a ambos lados de la carretera principal, estaba barriendo todas las pistas de enfrente. Estaban presentes 46 cañones del ejército del Sur (todas las piezas excepto 1 perdida en Ariñez y 3 ausentes con los dragones de Digeon), 12 cañones del ejército del Centro, y 18 de la reserva del ejército de Portugal, 76 piezas en total. Dickson empleó contra ellos casi el mismo número: 54 cañones británicos, 18 portugueses y 3 españoles, cuando la última Bía de la reserva había atravesado el Zadorra y se habían adentrado en línea, en total había 75 piezas.
El cañoneo fue el más feroz jamás conocido en la Península. Cada bando estaba principalmente tratando de golpear a la infantería enemiga, una tarea más fácil para los franceses que los artilleros aliados; ya que los asaltantes tenían que subir la ladera abierta, y los defensores estaban parcialmente protegidos por bosques (especialmente frente a Gomecha) y el terreno accidentado en el que se apoyaban.
La línea francesa estaba formada por la DI-2/C de Cassagne en la extrema derecha, con el RI-16 en Crispijana, y los demás (RIs 8, 51 y 54) hasta enlazar con la DI-1/C de Darmagnac que estaba en Zuazo y sus alrededores, la DI-1/S de Leval debería haber estado en contacto con DI-1/C Darmagnac, pero obviamente no lo estaba, el terreno a cada lado de la carretera principal estaba siendo sostenido solo por cañones, con la caballería en apoyo a retaguardia. Pues después de perder Ariñez, Leval se había inclinado mucho a su izquierda. Pero en el otro flanco la DI-3/S de Villatte estaba inclinada algo a la derecha, por haber perdido los montes de Vitoria, y no podía evitar que Cameron y Morillo presionaran a lo largo de su cresta y ponerse detrás de su nueva posición.
El largo frente del avance británico comenzaba con la BRI-II/3 de Colville, una vez más en primera línea; frente a Crispijana, estaba continuada por la BRI-II/7 de Grant, la BRI-III/3 portuguesa de Power, la BRI-I/3 de Brisbane, la BRI-III/4 portuguesa de Stubbs, la BRI-II/2 de Byng y la BRI-III/2 de O’Callaghan; mientras que la BRIL-II de Vandeleur, la BRIL-I de Kempt, la BI-I/4 de W. Anson, la BRI-II/4 de Skerrett y BRI-IV/2 portuguesa de Ashworth formaron en apoyo; la DI portuguesa de Silveira y la caballería en tercera línea. Las BRIs desaparecidas de la DI-7, aún no habían llegado.
El fuego de artillería francesa fue intenso, y en algunas secciones de la línea fue mortal, BRI-III/3 portuguesa de Power y BRI-III/4 portuguesa de Stubbs fueron las principales víctimas. Los franceses eran ya un ejército derrotado, habiendo sido expulsado de dos posiciones. Se había corrido la noticia de que el camino a Francia había sido cortado, y que la pequeña fuerza de Reille estaba en grave peligro de perder la línea del Zadorra, en cuyo caso de que todo el ejército se vería atacado por la retaguardia.
El ejército del Centro fue envuelto a su derecha por la BRI-II/3 de Colville que se mantuvo cerca del río y tomó Crispijana, el RIL-16 que defendía el pueblo se retiró con poca lucha, ya que solo sufrió la pérdida de un oficial y 26 hombres. Por lo que las DIs de Erlon también fueron flanqueadas por escaramuzadores aliados que se adentran en el bosque y el terreno quebrado de Gomecha, que giraron sobre la línea de artillería y comenzaron a abatir artilleros desde el flanco y la retaguardia. Obviamente, había una brecha a lo largo de la carretera principal, por la que estas tropas ligeras habían penetrado. Al mismo tiempo las fuerzas de Cameron y Morillo también descendieron por el flanco izquierdo y retaguardia del ejército del Sur antes de que tuviera tiempo de formar sus líneas de nuevo.
El ejército de Gazan no ofreció resistencia en la línea la Gomecha-Esquivel, y se retiró en el momento en que se producía el ataque; dejando a Erlon y el Rey en la estacada, con la intención de cubrir con su DI de la derecha y los cañones la retirada del resto de su ejército, que sin esa ayuda se habría visto irremediablemente comprometido. En ese momento solo había perdido 4 cañones, abandonados en el extremo izquierdo de la línea, la artillería estaba intacta y el ejército no había sufrido mayores pérdidas de las que había infligido al enemigo.
Gazan se retiró sin que ninguna pérdida grave lo hubiera obligado a hacerlo, la DI-3 de Villatte tuvo menos de 300 bajas, la DI-1 de Leval menos de 800, la DI-6 de Daricau menos de 850; las únicas unidades fuertemente afectadas fueron la BRI-I/5 de Maransin, la BRI-I/4 de Rey y el RI-103 de la DI-6 de Daricau. Además, la DI-4 y DI-2 británicas, que se oponían a la línea principal de Gazan, tuvieron pérdidas insignificantes: la BRI-II/2 de Byng de menos de 150, la BRI-III/2 portuguesa de Ashworth solo 23, la BRI-I/4 de Anson 90, la BRI-II/4 de Skerrett 22; la única pérdida apreciable fue la BRI-III/4 portuguesa de Stubbs con unos 240. Las bajas de la BRI-III/2 de O’Callaghan, la BRI-I/2 de Cadogan y la BRIL-I de Brisbane habían sufrido en las primeras fases de la lucha.
Sin duda la brecha abierta en el centro francés cuando Picton irrumpió en las alturas detrás de Ariñez había sido irreparable desde el principio; y sin duda también el movimiento de flanqueo de Morillo y Cameron en los montes de Vitoria hubiera desalojado al ejército del Sur, si hubiera esperado entrar en una acción frontal con la DI-4 de Cole y DI-2 de Stewart. Pero Gazan mostró total indiferencia por todos intereses salvo los suyos, y se retiró en buenas condiciones, dejando al Rey, a Erlon y a Reille solos para que salieran del apuro lo mejor que pudieran.
Erlon hizo una resistencia más meritoria, pero obviamente estaba condenado si se quedaba mucho tiempo después de que Gazan se hubiera marchado. Tras perder a Crispijana y Zuazo, hizo una última parada en las pistas a 1,5 km frente a Vitoria, entre Ali y Armentia, su artillería y la de reserva, y quizás también algunos cañones del ejército del Sur, se retiraron a tiempo para establecer una última posición, en total unas 40 piezas.
Por un corto espacio mantuvieron un fuego furioso contra las tropas de la DI-3 que los seguían, de modo que permitió que su infantería volviera a formar. Pero solamente duró unos pocos minutos, la columna cerca del Zadorra (BRI-II/7 de William Grant, BRI-II/3 de Colville, y la BRIL-II de Vandeleur) rodeó el flanco de la aldea de Ali, y la línea de cañones estaba obviamente en peligro si permanecía por más tiempo en acción.
Justo en ese momento, Erlon recibió del Rey la orden de retirada general por la ruta de Salvatierra. Ya que carretera a Francia había dejado de estar disponible desde que Longa la cortó la tarde anterior. Cualquier intento de forzar el paso y abrirla obviamente habría tomado mucho tiempo, y podría haber fracasado, ya que los franceses estaban en todas partes presionados por los perseguidores británicos. Jourdan juzgó la idea de reabrir el paso era irremediablemente impracticable, y ordenó la retirada a Pamplona como la única posibilidad.
Las órdenes emitidas fueron que el tren y el parque debían partir de inmediato, que el ejército del Sur se retirase por caminos rurales al sur de Vitoria, el ejército del Centro por los caminos al norte. El ejército de Portugal debía aferrarse a su posición hasta que las tropas de Erlon hubieran pasado su retaguardia, y luego seguirlos lo mejor que pudiera. Todas las pistas transversales asignadas a los tres ejércitos, terminaban convergiendo en la carretera de Salvatierra al este de Vitoria. Se aseguraba una gran confusión en el momento en que tres corrientes de tropas en retirada, se unieran y competieran por el uso de una vía estrecha e inadecuada. Pero el caos comenzó mucho antes de que llegara ese momento, porque la carretera ya estaba bloqueada antes de que los tres ejércitos se acercaran.
La orden de retirada del parque y los convoyes se había emitido demasiado tarde, Gazan había aconsejado a Jourdan que se diera la orden dos horas antes, cuando se abandonaron las primeras posiciones. Pero el mariscal aparentemente tenía mucha confianza en su fuerza para sostener la línea Hermandad-Gomecha-Esquivel.
Cuando el ruido de la batalla se oía cada vez más cerca de Vitoria había alertado a la multitud mixta de civiles y militares parásitos del ejército que esperaban junto a sus carruajes, carros, mulas de carga y furgones, en los campos abiertos al este de Vitoria. Muchos de ellos que no estaban bajo disciplina militar habían comenzado a avanzar por la carretera de Salvatierra, en el momento en que las alarmantes noticias volaron alrededor de que la gran calzada a Francia había sido bloqueada.
El parque, sin embargo, que todo el día había estado enviando munición de reserva al frente, e incluso una o dos secciones de cañones, naturalmente se quedó esperando órdenes. También lo había hecho la inmensa acumulación de bagajes divisionales y regimentales, y el convoy del tesoro que había llegado de Bayona el 19 de junio, y los pesados carruajes de la caravana personal del Rey, llenos con el botín del palacio de Madrid. Y de varios delegados franceses y españoles de la Corte, ministros, cortesanos, secretarios, comisarios, contratistas y las damas que con capacidad legítima o ilegítima los siguieron, pocos se habían atrevido a salir sin escolta al principio. Hubo una vasta acumulación de mujeres distraídas, eran un burdel ambulante, según un testigo ocular francés, algunas apiñadas en carros viajaban con niños y sirvientes, otras viajan sobre los caballos de repuesto o las mulas de los hombres a los que pertenecían.
Cuando se dieron las órdenes de retirada general, entre los campos donde la multitud había estado esperando, 3.000 vehículos de todo tipo intentaron simultáneamente entrar en cada uno de los 5 caminos iban hacia el este de Vitoria, todos los cuales finalmente desembocan en el único camino estrecho de Salvatierra. Una docena de bloqueos y vuelcos habían ocurrido en menos de 10 minutos, antes de que se produjera el caos general.
Muchos carruajes y carretas no dejaban nunca de la carretera para dejar paso. Poco después llegaron las baterías de artillería con sus cajones a toda velocidad. Por supuesto no pudieron pasar, a pesar de empujar para abrirse paso, con lo cual el atasco se hizo más denso, docenas de los carruajes se rompieron esparciendo las pertenencias, que muchos seguidores se dedicaron a saquearlos, y muchos soldados también se sumaron.
Jourdan dice que una gran parte de los prisioneros franceses eran saqueadores. Uno de los informes oficiales del ejército de Portugal señala que la caballería francesa en retirada se unió al pillaje general. Otros narradores mencionan que los 4 vagones del tesoro ya se había sido abiertos para que cada soldado francés se llevara lo que pudiera y evitar que cayese en manos inglesas.
Sea como fuere, no paso mucho tiempo antes de que el terror de la estampida culminara con la llegada de varios escuadrones de húsares de Grant; que habían penetrado por la brecha entre las líneas de retirada de Erlon y Gazan, provocó el caos y la huida a pie de muchos de la columna.
El ejército del Centro de Erlon se abría paso, en total desorden, a través de los campos y caminos por los que los trenes y convoyes intentaban en vano avanzar. El ejército Sur de Gazan, más lejos al sur, estaba haciendo una retirada por un terreno accidentado con 6 sucesivos barrancos transversales compartimentaban el terreno de norte y sur, haciendo que los caminos discurrieran en esa dirección en vez de este y oeste, y era necesario cruzar campo a través. Los escaramuzadores de Hill y Cole presionaban la retaguardia, mientras que en los montes de Vitoria se podía ver a las tropas de Morillo y Cameron apresurarse con la intención de adelantarse a las masas en retirada.
La confusión empeoraba cada momento, cada Cía o Bón se dirigía hacia la línea más fácil de retirada, sin tener en cuenta a sus vecinos. Gazan dio órdenes de abandonar toda la artillería, que se estaba atascando, batería tras batería, en los barrancos, y dio permiso para que cada unidad salvara lo que pudiera. Los caballos fueron desenganchados de los cañones y cajones, muchos de la infantería arrojaron sus mochilas, y algunos siguieron la dirección de Metauco y de Arbulo, otros por caminos vecinales más al sur. La corriente general finalmente fluyó hacia la carretera de Salvatierra, donde fueron cubiertos por el ejército de Portugal, que estaba haciendo una retirada mucho más ordenada.
Los testigos presenciales de esa parte de la batalla se quejaban amargamente de que ningún jinete apareció para ayudar a la fatigada DI-2 de Stewart que realizaba la persecución, y sostienen que miles de prisioneros podría haber sido tomados si hubieran dispuesto de algunos escuadrones. Pero toda la caballería al parecer se dirigió a Vitoria por el camino alto, y salvo la BRH de Grant, ninguno de ellos entró en acción. Esto está suficientemente probado por sus listas de bajas, en la BRC de Guardias de R. Hill, la BRD de Ponsonby, la BRD/P de Urban, la BRCL de Victor Alten y BRD de Fane ese día las pérdidas totales fueron un hombre muerto y 11 heridos. Solo la BRDL de Anson y la BRH entraron en combate.
Huida del rey José Bonaparte
Cuando comenzó la debacle general, el rey José y Jourdan ocuparon su puesto en una colina baja a menos de 1 km al este de la ciudad, y se propusieron organizar la salida de los trenes y convoyes, una tarea desesperada, porque las carreteras estaban bloqueadas, y nadie escuchaba las órdenes. Envió en vano a sus ayudantes de campo y personal de estado mayor con órdenes en todas direcciones. En ese momento, una oleada de fugitivos se abalanzó sobre su puesto de mando, debido a la aproximación de la caballería británica en plena carga, se trataba del RH-10 y RH-18, que habían envuelto la ciudad a su izquierda y galopaban sobre la presa que tenían delante.
José solo tenía con él 2 ECs de lanceros de la Guardia, que habían estado actuando como escolta del cuartel general todo el día. Al parecer los húsares de la Guardia se acercaban para unirse a ellos en ese momento. En cualquier caso, estos dos pequeños regimientos hicieron un valiente intento de mantener a raya a los húsares; por supuesto, fueron derrotados, al ser superados en número. En el enfrentamiento los lanceros perdieron 6 oficiales y los húsares 2, se desconoce el número de tropas; los británicos perdieron 40 hombres (3 oficiales y 37 de tropa) en el RH-18, y en el RH-10 solo 16 hombres.
El Rey y su Estado Mayor, tuvieron que huir lo mejor que pudieron, se dispersaron por el campo, mezclándose con fugitivos militares y civiles. Algunos de los húsares británicos siguieron a la multitud, tomando muchos prisioneros y saquearon los carruajes reales.
El rey José subió a su carro real, y trató de huir, pero pronto quedó atascado, el capitán Windman del RH-10, alcanzó el carro real, justo cuando el Rey estaba huyendo por la otra puerta, y montando en un caballo huyó abandonando todas sus pertenencias. Entre las que se encontraba su espada, sello, joyas y ropa, y un orinal de plata, capturados por el RDL-14 (más tarde RH-14 y actualmente Húsares Reales), que lo retuvieron como trofeo. Actualmente, se usa en las noches de invitados del regimiento para brindar con champán. El orinal se conoce como “el Emperador”. También se hicieron con las posesiones personales del mariscal Jourdan, cuyo bastón fue conseguido por un cabo del RH-18, entregado a Wellington, quien a su vez lo entregó al Príncipe Regente.
El general Miguel Ricardo de Álava Esquivel, que era originario de Vitoria, y conocedor del deplorable comportamiento de los soldados británicos en la toma de otras ciudades, solicitó a Wellington un escuadrón de húsares para adelantarse hacia Vitoria y evitar su saqueo. Wellinton ordenó que un EH del RH-15 de Grant que le acompañe urgentemente para poder entrar en Vitoria los primeros. Recibido por sus vecinos, Álava les pidió que se recluyeran en sus casas y ordenó cerrar las puertas de la ciudad, donde ya no entraría ninguna tropa, ni aliada ni imperial. Fue un bonito acto que salvó a la ciudad de ser arrastrada a un saqueo similar al sufrido en las ciudades de Badajoz y Ciudad Rodrigo. Los británicos respetaron Vitoria, pero saquearon los carros abandonados en la huida, que estaban cargados con la explotación de España durante seis largos años por los franceses.
Wellington, al llegar a Vitoria, puso a la BRC de la Guardia de Robert Hill para proteger la ciudad del saqueo, y envió al resto de la caballería, y de la infantería cuando llegaron, en persecución del enemigo. Los franceses, sin embargo, ya tenían una cierta ventaja, y las tropas en orden no pudieron seguir el ritmo de las tropas en desorden, que se habían despojado de sus impedimentos y se habían dispersado. La zona, además, era desfavorable para caballería, y las DIs estaban cansadas. La persecución terminó 8 km más allá de Vitoria. El enemigo, cuando fue visto por última vez, todavía estaba huyendo, sin formar una retaguardia excepto en la carretera lateral donde se estaba retirando el ejército de Portugal.
Los prisioneros fueron menos de los que cabe esperar, pero el material capturado era tal, que ningún ejército europeo lo superaba, incluso tras las batallas de Leipzig y Waterloo, se capturaron 151 cañones, 415 cajones, 100 carros de artillería. Probablemente, ningún otro ejército había abandonado jamás toda su artillería, solo se salvaron 2 solitarias piezas francesas. No se capturó ningún águila en combate, tan solo había una bandera capturada, se trataba del estandarte de un BI del RI-100 y no había sido realmente llevado en la batalla.
Durante la jornada, los franceses tuvieron 8.091 bajas 756 muertos (42 oficiales y 716 hombres), 4.210 hombres heridos, y 2.848 prisioneros y desaparecidos (23 oficiales y 2.825 hombres). Entre los desaparecidos, varios centenares eran rezagados que se reincorporaron más tarde, y algunos otros cientos de hombres muertos, que no habían conseguido estar en la lista de muertos. El número real de prisioneros no superaron los 2.000. Entre los prisioneros había muchos civiles, algunos de los cuales eran mujeres como la esposa del general Gazan. Los aliados sufrieron unas 5.100 bajas, 3.660 británicas, 920 portuguesas y 520 españolas. Del total aliado, morirían unos 500 soldados ingleses y unos 150 de los demás.
En cuanto a los carruajes no militares, habían sido saqueados primero por los soldados franceses, el tesorero real mandó abrir los furgones del tesoro para que sus tropas cogieran cuanto pudieran llevarse antes de la llegada de los aliados. Luego llegaron los británicos que se encontraron con parte del convoy que todavía estaba en la salida la ciudad, compuesto por miles de carruajes que habían sido abandonados, comenzando el saqueo, en el que también participaron algunos vecinos de Vitoria. Aparte del dinero, había una gran cantidad de obras de arte, muchas de las piezas fueron recuperadas, un poco más tarde, el rey Fernando VII le regaló casi 300 cuadros de grandes maestros recuperados del convoy real, y actualmente expuestos en su palacio londinense (Apsely House, cerca de Hyde Park).
Esa misma noche y al día siguiente se formó en la ciudad un mercado espontáneo donde se vendieron multitud de obras de arte, joyas, vajillas y variados objetos de lujo. A lo largo del camino de huida de los franceses se fueron celebrando hasta siete ferias con los objetos despojados.
Wellington se mostró contrariado, pues solo obtendría un botín de unos 275.000 francos, cuando esperaba quedarse con todo el dinero en metálico francés incautado. Molesto, escribiría que sus hombres eran “…la escoria de la tierra…” aunque esta tarde, fue él mismo quien les permitió saquear el convoy diciendo: “Dejadles, han ganado bien su dinero, y deben guardarlo…” acción que facilitó el reagrupamiento francés.
Las mujeres fueron particularmente bien tratadas, la esposa de Gazan, comandante del ejército del Sur, fue capturada y enviada por órdenes de Wellington en su propio carruaje para unirse a su esposo. Una cortesía que fue dada más tarde a muchas otras, y el comandante en jefe escribió al ministerio español para suplicarle que no se vengase en los afrancesados capturados, y parece que lo consiguió.
La batalla fue de gran importancia en toda Europa. El emperador Napoleón ya se estaba recuperando de la catástrofe de la campaña rusa. Vitoria ayudó a demostrar que su dominio del continente estaba llegando a su fin. La batalla estableció la reputación de Wellington en toda Europa, como lo indica el tributo de Beethoven que escribió una sinfonía que llamó “La victoria de Wellington”.
Al enterarse de la noticia de la batalla, los austriacos se movilizaron y declararon la guerra a Francia. Los emperadores de Rusia y Austria ofrecieron a Wellington el mando de sus ejércitos, que él rechazó.
Retirada francesa
La situación de los franceses tras la batalla era desesperada: la fuerza principal del Rey estaba en plena desbandada hacia Pamplona. Las DIs de Clauzel al sur de Vitoria estaban sin enlace alguno con el monarca, y sin conocimiento preciso de lo ocurrido. Las tropas que a fuerza de las circunstancias habían quedado a cargo de Foy, al norte, estaban repartidas entre las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa. Se produjo entonces una carrera contrarreloj para poner las tropas imperiales a salvo tras los Pirineos.
En esa coyuntura, desprovistas de toda dirección superior, las tropas francesas demostraron por qué eran consideradas la mejor fuerza militar de su tiempo y con un número muy reducido de bajas consiguieron alcanzar su objetivo. La casi totalidad de las unidades y guarniciones se pusieron a salvo; solamente quedaron atrás la guarnición de Pancorbo, que había quedado aislada muy atrás, la guarnición de Pasajes, víctima de un golpe de mano de Longa, y algunos heridos de Clauzel, que tuvieron que ser abandonados por falta de medios de transporte, y cayeron en manos aliadas.
Al día siguiente de la batalla las tropas francesas del cuerpo principal, en un estado de gran desmoralización y total desorden continuaron su desbandada hacia Pamplona. Únicamente unas pocas unidades conservaron la cohesión, el propio Rey en su retirada se había desentendido de ellas; Reille con lo que le quedaba de su ejército constituyó la retaguardia.
Sin embargo, al no verse presionadas de cerca por los franceses, las tropas fueron recobrando el ánimo y progresivamente recuperaron la cohesión. Hasta el segundo día después de la batalla no se inició la persecución propiamente dicha. En Irurtzun el ejército de Portugal se desvió hacia el norte, el resto de las fuerzas consiguió alcanzar sin grandes contratiempos Pamplona, en cuyos alrededores se terminó de reunir el 24 de junio. Allí las grandes unidades se tomaron un respiro, se reorganizaron y partiendo hacia el norte, alcanzaron dos días después el valle del Baztán y San Juan de Pie de Puerto.
Clauzel, habiendo alcanzado la llanura alavesa al día siguiente de la batalla y tras intentar unirse a ciegas con el Rey, fue perseguido de cerca. Volvió a Francia dando un gran rodeo por Zaragoza y Jaca, uniéndose al resto de los ejércitos en San Juan de Pie de Puerto el 14 de julio.
Foy esperó a las tropas más retrasadas, fue recogiendo todas las guarniciones y organizó con maestría el repliegue, haciendo un alto en Tolosa por si aparecían por allí las tropas en retirada del monarca. Tras el combate que allí se produjo el 25 de junio, continuó su repliegue con orden de posición en posición, dando tiempo a que San Sebastián fuera puesto en estado de defensa. Finalmente, el 30 de junio desde Irún se retiró al otro lado de la frontera, donde se unió al resto del ejército de Portugal.
Al alcanzar el río Bidasoa y Pamplona, y tras haber intentado cerrar el paso a Clauzel, Wellington detuvo su avance, lo que permitió a los franceses reconstituir su ejército con los recursos del gran depósito militar de Bayona. El Emperador depuso a su hermano del mando y situó en su lugar a Soult, su pertinaz enemigo. La gran masa de soldados huida del campo de batalla de Vitoria había recobrado la condición de fuerza militar respetable que continuaría oponiéndose al ejército aliado durante casi un año y numerosas batallas.