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Introducción
Las Guerras de Independencia Hispanoamericanas fueron una serie de conflictos armados que se desarrollaron en los territorios americanos del Imperio español a principios del siglo XIX, entre los años 1809 y 1829, y en los cuales se enfrentaron el bando a favor de mantener la integridad de la Monarquía española, que se conocería más tarde como realista o virreinal contra el bando a favor de la independencia o secesión de nuevos estados, denominado posteriormente revolucionario o patriota.
Como en cualquier tipo de guerra insurreccional se puede diferenciar 4 fases:
- Orígenes y causas.
- Fase preinsurreccional que se denominó fase de Emancipación (1808-14), en el que los insurrectos están en inferioridad, en el cual todos los levantamientos revolucionarios fueron sofocados, excepto los de Asunción y Buenos Aires
- Fase insurreccional o de Independencia (1814-24) en el que se produce la igualdad de fuerzas acabando con superioridad y se extiende hasta el triunfo revolucionario en la batalla de Ayacucho.
- Fase de consolidación de las independencias (1824-39)
Orígenes
Los primeros levantamientos populares fueron contra los gobernantes y se produjeron los primeros intentos de independencia:
1765
Estalla en Quito el alzamiento popular conocido como la “Revolución de los Estancos” contra el monopolio de aguardientes y la aduana de víveres, que generó una gran carga tributaria y afectó a productores y comerciantes. La muchedumbre se dirigió a la casa del estanco, derribó las puertas, destruyó los bienes y regó el aguardiente por la calle antes de prender fuego a la edificación. Los barrios de Quito tomaron el control de la ciudad, y los españoles tuvieron que refugiarse en conventos. Las autoridades se vieron obligadas a negociar y logrando concesiones políticas y la expulsión de funcionarios españoles, lo que significó un triunfo transitorio para criollos y mestizos. El Virrey otorgó un indulto general a los implicados en la revuelta.

1766
Estalla en Chile uno de tantos levantamientos araucanos. El maestre de campo Salvador Cabrito (quien tenía el mando superior de la frontera) preparó tres cuerpos de tropas para apoyar estas labores y el mismo comandó una de esas unidades. Los indígenas liderados por el cacique Agustín Curiñancu, por su parte, y en forma silenciosa, fueron preparando un levantamiento general, y el 25 de diciembre de 1766 cayeron sobre las poblaciones que se estaban formando, incendiando sus casas y persiguiendo a los españoles. Estos últimos debieron retirarse a los fuertes que se encontraban emplazados a lo largo del río Biobío. El maestre de campo Cabrito quedó sitiado en Angol por los guerreros del cacique Curiñancu. Uno de sus subalternos, el sargento mayor Francisco Ribera, pese a quedar herido, reunió en Nacimiento un cuerpo de cerca de 500 jinetes los cuales llegaron el 30 de diciembre a Angol, donde cayeron sobre los indígenas sitiadores y los dispersaron. Aquel jefe militar pudo entonces regresar a Nacimiento. Esta rebelión indígena no tomó mayores proporciones, ya que su propósito era solo expulsar a los europeos del territorio que estos querían someter; de hecho, no tuvieron intenciones de atacar los fuertes del Biobío.
Entretanto, los indígenas pehuenches (que poblaban la cordillera) se dijeron aliados de los españoles y bajaron de las montañas en enero de 1767 para caer sobre las poblaciones mapuches de los llanos, dando lugar a luchas sangrientas. Por su parte, los españoles no se aprovecharon de esta situación.
1767
Expulsión de los jesuitas de América
El papa Clemente XIV, proveniente de la orden franciscana, presionado por la mayor parte de las cortes católicas, accedió a disolver la Compañía. Las expulsiones afectaron la presencia de la Compañía de Jesús en los imperios coloniales de cada una de esas potencias (Imperio portugués, Imperio francés e Imperio español), donde previamente se había visto inmersa en serios conflictos como las reducciones jesuíticas, y expulsión de los jesuitas de Brasil en 1754. Carlos III por disposición real, decretó que los jesuitas establecidos en las Indias fueron apresados y expulsados del continente, lo que da lugar a levantamientos en Guanajuato y Michoacán, en Nueva España.

Rebelión de Pedro Bohórquez
Asimismo, en la región del Tucumán se produce la rebelión de Pedro Bohórquez, llamado Hualpa-Inca. Este andaluz de humildes orígenes que llegó a convertirse a ojos de tantos en nada y más y nada menos que el legítimo sucesor del imperio más extenso de la América precolombina. Bohórquez pudo mantener la situación durante dos años, mientras asentaba un gobierno fuerte y militarizando en los valles contra los españoles. De este modo llegó a establecer la capital de su reino en Tolombón, pequeña localidad estratégicamente ubicada a la cual hizo fortificar, e incluso hizo dotar de una artillería defensiva compuesta por cañones hechos con madera dura (que solo soportaban 2 o 3 tiros). La técnica de construir cañones de cuero y madera la había adquirido de un carcelero en Chile.
Como Bohórquez se dedicó a formar un ejército indígena, su relación con los españoles se afectó y el virrey ordenó al gobernador que lo apresara y enviara a Charcas. Lideró con la ayuda de su secretario Lorenzo Tisapanaco, el tercer levantamiento de los calchaquíes contra el dominio español, atacando las ciudades de Salta y San Miguel de Tucumán y provocándoles gravosas pérdidas. En el fuerte de San Bernardo, cerca de Salta, un ejército de 200 indígenas fue derrotado. Finalmente, fue subyugado por las fuerzas de Mercado y Villacorta, aunque sin ser detenido inmediatamente y se retiró hacia sus dominios. Bohórquez escribió al presidente de la Real Audiencia de Charcas solicitando un indulto, que fue concedido por una junta de guerra, por lo que se entregó a las autoridades de Salta. Cuando era llevado a Lima se conoció que promovía un nuevo intento de agitar otra vez a los calchaquíes, por lo que fue muerto por garrote en secreto en Lima el 3 de enero de 1667. Su cuerpo, ya sin vida, fue ahorcado y luego su cabeza exhibida en una pica. Mientras que muchos de los calchaquíes fueron desarraigados y divididos, sometidos a formas de trabajo forzado, para evitar ulteriores alzamientos.
1769
Rebelión pehuenche
Fue una fase de la Guerra de Arauco entre los españoles de Chile y los pueblos de la cultura mapuche. En enero de 1769 iniciaron las hostilidades apoderándose de 500 mulas de un convoy que transitaba por la cordillera de los Andes en busca de sal. El jefe de los pehuenches era el toqui Lebián o Lipián. En noviembre de 1769 las fuerzas pehuenches fueron divididas en dos columnas de invasión. Una columna de 800 indígenas capitaneados por el cacique Pilmigeremonantu (Pilmigerenunantu o Pilmiguerenunantu, el sucesor del cacique Pegueypill o Peguey-pil) ingresó a Chile desde la actual provincia argentina del Neuquén por el Boquete de Antuco (Paso Pichachen) y atacó la isla de La Laja en el Río de La Laja, situando su campamento en la hacienda de las Canteras, a pocas leguas de Los Ángeles. Otra columna comandada por el cacique Lipián con 500 hombres, incluyendo a las fuerzas agregadas del capitanejo Coliguir, ingresó por el Boquete de Villucura (o Villacuni) por el río Duqueco y saqueó las poblaciones de su ribera arriando el ganado.
Las fuerzas españolas acantonadas en Los Ángeles permanecieron inmóviles desde los primeros movimientos pehuenches, comandadas por el maestre de campo Salvador Cabrito y compuestas por 80 soldados veteranos y 1.000 milicianos llegados el 1 de diciembre de 1769, luego de marchar hacia la frontera el 29 de noviembre. Cuando Cabrito se decidió a intervenir, destacó contra los pehuenches que atacaron la isla de la Laja al sargento mayor de dragones Bueno Gaete con un contingente de 12 dragones, 200 milicianos de caballería, 120 indígenas aliados de Santa Fe y algunos particulares armados. Pero la sorpresa del ataque no se concretó al llegar cansados tras dar un rodeo y los pehuenches los derrotaron completamente en las Canteras el 3 de diciembre de 1769, quedando muertos 47 indígenas aliados y 30 españoles frente a 11 pehuenches, huyendo Gaete a Los Ángeles.
Luego, los pehuenches atacaron estancias llevándose 20.000 cabezas de ganado vacuno y equino.Simultáneamente, Lebián atacó con 4.000 hombres a Santa Bárbara el 5 de diciembre, plaza defendida por el comandante Guemez Calderón, mató a 30 españoles y arreó ganados destruyendo todo a su paso, incendiando la villa, pero no la pudo tomar. Cabrito ordenó concentrar en Los Ángeles las fuerzas que comandaba el Tcol Antonio Narciso de Santa María en Yumbel: una compañía con 77 veteranos y 800 milicianos, que llegaron el 8 de diciembre. Las fuerzas acantonadas en Los Ángeles al mando de Cabrito alcanzaron entonces a 3.000 milicianos de caballería y 145 soldados veteranos comandados por 17 oficiales. El 10 de diciembre se retiraron los pehuenches.
Justo cuando ocurrían estos hechos, y tras la prematura muerte de gobernador Guill y Gonzaga, lo sustituyó el oidor decano de la Audiencia, Juan de Balmaseda y Censano Beltrán. Este no era militar, sino jurista, lo que, sumado a la intervención de la Iglesia católica por medio del obispo Espiñeira, gobernador de Concepción, el cual a su vez tenía bajo su cargo al maestre de campo Salvador Cabrito, contribuyeron a crear un clima de caos, perdiendo a sus aliados, como los huilliches. Espiñeira y Cabrito realizaron medidas indecisas ante los sublevados y encendieron aún más la llama de la rebelión.
1770
Continuación de la rebelión Pehuenche
El 3 de enero, Cabrito supo de la llegada del gobernador y se puso en movimiento para crear un fortín en San Lorenzo que cerrara el Boquete de Villucura, pero se quedó en Santa Bárbara desde donde envió destacamentos al sur del río Biobío que regresaron sin novedad, y luego regresó a Los Ángeles sin crear el fortín. Balmaseda llamó a Cabrito a su presencia, ordenándole que dejara 1000 hombres en la isla de la Laja (al mando de Freyre) y el resto de sus soldados en la Villa de Hualqui al mando del teniente Bernardo de Baeza.
El éxito pehuenche incentivó a los mapuches de Arauco y de Tucapel a levantarse nombrando toqui general a Calicurá, quien el 5 de enero intentó tomar Arauco con 2.000 hombres, pero se retiró rechazado, lo mismo que 4 días después. Un nuevo intento fracasó y al cuarto se retiró ante la llegada de 200 milicianos españoles al mando de los capitanes Juan Antonio Martínez y Juan José Quintana enviados por el obispo gobernador. El 19 de enero Calicurá atacó y mató 14 soldados y robó 200 cabezas de ganado y durante la noche volvió a atacar el Fuerte de Arauco.
Balmaseda envió fuerzas hacia Arauco y Tucapel al mando del teniente coronel Santa María: 2.000 milicianos de caballería estacionados en Gualqui, una compañía de caballería veterana y otra de fusileros extranjeros al mando del francés Bretón. Estableciéndose inmóvil en la vega de Carampague hasta que Calicurá atacó por sorpresa, llevándose 300 caballos y matando a 2 soldados y 2 milicianos el 3 de febrero. Santa María contraatacó con 300 hombres, matando 40 indígenas y recuperando los caballos. Luego Calicurá atacó llevándose las reses de la plaza, que 400 jinetes al mando del teniente coronel Campbell no pudieron alcanzar.
El 21 de enero de 1770, Pilmiguerenunantu asaltó el fuerte de Antuco, construido recientemente por Ambrosio O’Higgins, pero poco después murió a manos de otro pehuenche. Su muerte provocó la división de sus fuerzas, una parte de las cuales atacó Chillán, llevándose el ganado y personas cautivas al repasar los Andes por el Boquete de Alico, en donde acuchillaron a la guarnición, que hallaron desprevenida, en febrero de 1770.
Otra expedición al mando de Antonio Narciso logró romper el cerco al fuerte de Arauco en febrero de 1770 y quedando, a su vez, cercada en Antuco por los huilliches y pehuenches. Con gran pérdida de bastimentos y soldados logró romper el cerco.
El gobernador Balmaseda fue relevado abruptamente en febrero de 1770, por el brigadier Francisco Javier de Morales y Castejón de Arroyo, un experto y exitoso soldado de la confianza del virrey del Perú Manuel de Amat y Juniet. Este relevo, unido a la necesidad de los indígenas de recoger las cosechas, y la llegada de un invierno muy duro, suspendieron momentáneamente las hostilidades, lo que dio a Morales tiempo para planificar sus acciones defensivas. Morales, en un primer momento, estuvo por realizar expediciones punitivas, pero el estado del ejército español no le garantizaba alguna probabilidad de éxito, por lo que aprovechó el tiempo de bonanza para equipar y mejorar lo que tenía en sus manos.
En septiembre de 1770, los caciques Taipilabquén y Cariñancu cercaron el fuerte de Colcura presentando 800 hombres montados. Morales en conjunto con O´Higgins, Santa María y el teniente Rafael Izquierdo emboscaron a los indígenas en la cordillera de Nahuelbuta. Los indígenas embistieron el frente presentado por Izquierdo que batió totalmente a los 200 españoles del teniente matando a Izquierdo y a 40 españoles en la cuesta de Marigueñú. En noviembre de 1770 los pehuenches invadieron por segunda vez Chillán, con igual éxito que en la primera invasión.
Estalla en el virreinato del Perú una nueva rebelión indígena encabezada por los indios sisasicas quienes matan al corregidor y son duramente reprimidos por ello.
1771
Final de la rebelión Pehuenche
El nuevo gobernador, Morales y Castejón, pactó la paz con los pehuenches en el Parlamento de Negrete. Este parlamento se desarrolló entre el 24 y el 28 de febrero de 1771 en las márgenes del río Biobío, en las vecindades del vado fronterizo de Negrete.
En Haití estalla la sublevación dirigida por Toussaint Louverture. Ese mismo año, el prócer venezolano Francisco de Miranda viaja a España, para regresar a su tierra en 1806 enfrentado al poder español.
1775
Estalla la guerra entre los colonos norteamericanos y el poder colonial inglés. George Washington encabeza las fuerzas insurrectas. Miranda fue enviado con las tropas españolas destinadas a conquistar Argel en una acción militar que fracasó y de la que logró escapar milagrosamente.
1776
Se crea el virreinato del Río de la Plata, formado por Argentina, Charcas (Bolivia), Uruguay y Paraguay.
Estalla una rebelión indígena en Guano, Ecuador, contra los abusos del corregidor.
1777
Se crean las capitanías generales de Venezuela y Cuba y estallan en Ecuador varias rebeliones indígenas a causa del empadronamiento de la población ordenado por la metrópoli.
1778
Se establece la capitanía general de Chile.
Se sublevaron los indios y mestizos de Guano, contra el Visitador que llegó para numerarlos. Los levantiscos tuvieron la consigna de: «Que habían de acabar con la vida de los blancos. Principalmente con la del Visitador y sus dependientes, porque los venía a numerar, poner la aduana, estancar el agua, el fuego y demás cosas comestibles». El desenlace es horroroso. El mestizo Agustín Miranda es descuartizado, su cabeza exhibida en la picota de la Alameda y sus miembros en diferentes poblaciones.
El 17 de julio de 1778, la Audiencia de Charcas dejó de pertenecer al virreinato del Perú y paso a ser jurisdicción del recientemente creado virreinato del Río de La Plata. Las comunidades indígenas de Chayanta, eligen por su prestigio a Tomás Katari para que entreviste al nuevo virrey en su representación y le haga saber las injusticias que él mismo padecía y los abusos de la mita (sistema de trabajo indígena obligatorio).
Como a los indígenas les estaba prohibido montar a caballo, debió caminar 2300 kilómetros hasta Buenos Aires, lo que hizo acompañado por el joven Tomas Achu, hijo de su compañero Isidro. Durante el viaje fueron ayudados por varias comunidades, ya que no contaban con recursos para comer y alojarse.
En noviembre de 1778 consiguieron entrevistarse con el virrey Juan José Vértiz, quien el 15 de enero de 1779 dictó un decreto ordenando a los oidores de la Real Audiencia de Charcas para que administraran justicia.
Vuelto a sus tierras, como la Real Audiencia demoraba el fallo, ya que los documentos de prueba estaban retenidos por el corregidor Alós, Katari aconsejado por los sabios de su comunidad, decidió asumir las funciones antes de la confirmación oficial. Fue apresado, hecho que exacerbó a los nativos, que atacaron a sus custodios para ponerlo en libertad. También degollaron a Blas Bernal.
1779
En La Grita, Venezuela, se protesta contra el monopolio del tabaco.
1780
Tomas Katari nuevamente encarcelado; el joven Tomás Achu, que había caminado junto a él en el viaje a Buenos Aires, se le acercó a Joaquín de Alós para increparlo pidiendo que cumpliera con la ley, el corregidor lo mató de dos tiros. Se produce un levantamiento masivo en Pocoata, Alós es capturado y su vida cambiada por la libertad de Katari, quien regresó a su pueblo con mayor prestigio.
1781.
Continúan las rebeliones de emancipación en el continente, entre las que destacan la encabezada por José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II), en el virreinato del Perú; la de los comuneros del Socorro, en la Nueva Granada, encabezada por José Antonio Galán; además de otras rebeliones en Paraguay y Argentina.
Miranda viajó con las fuerzas de Cajigal que salieron de La Habana el 9 de abril de 1781 para participar en la batalla de Pensacola, acción militar que culminó el 8 de mayo de 1781 con victoria de las fuerzas españolas, siendo ascendido a teniente coronel.
Muerte de Tomás Katari
Las comunidades tenían el control de las áreas rurales, la violencia se había extendido a otras zonas de la puna y los valles. Katari intentó recomponer las relaciones con las autoridades españolas por medio del diálogo, pero los enfrentamientos habían llegado a un punto de no retorno. La Audiencia de Charcas afirmó públicamente que respetaría la autoridad de Tomás Katari, pero en secreto ordenó a los españoles que lo capturaran vivo o muerto, y ofreció una recompensa.
El minero español Manuel Álvarez Villarruel, capturó a Katari y lo entregó al justicia mayor Juan Antonio Acuña quien lo llevaría hacia La Plata (Chuquisaca, actual Sucre). Al saber que era perseguido por los indígenas, el 15 de enero de 1781, le ató las manos y lo empujó al abismo desde las alturas de la cuesta de Chataquilla. Los seguidores de Katari vengarían su muerte ajusticiando tanto a Acuña como a Álvarez Villarruel.
Rebelión de Túpac Amaru II
José Gabriel Condorcanqui Noguera conocido como José Gabriel Túpac Amaru, o como Túpac Amaru II, fue un noble inca, comerciante y caudillo indígena hispano-peruano que lideró la «Gran rebelión» contra los abusos de autoridades españolas en el Virreinato del Perú. De origen noble, era descendiente directo de Túpac Amaru I, último inca de Vilcabamba.
La rebelión tupamarista comenzó el día 4 de noviembre de 1780, con la detención del corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga, que seis días después fue ejecutado públicamente en la plaza de Tungasuca. A partir de ese momento, y desde su epicentro en la provincia de Tinta, la rebelión se expandió con gran rapidez tanto hacia el norte (hasta el Cuzco) como hacia el sur, llegando hasta el lago Titicaca para penetrar finalmente en territorio de la Audiencia de Charcas, hoy Bolivia. Se movilizan decenas de miles de personas, tanto entre los rebeldes como por parte de las autoridades coloniales, siendo los principales hechos de armas la batalla de Sangarará, el asedio del Cuzco y la batalla de Tinta.
El 18 de noviembre de 1780, en Sangarará, se produce la primera gran victoria militar de los rebeldes, que fue también una gran masacre (murieron casi todos los integrantes del ejército español, cerca de 600 personas que se habían refugiado en la iglesia, mientras entre los asaltantes hubo 15 muertos).

La noticia de los sucesos de Sangarará provocó el temor y la desbandada en el Cuzco, donde el corregidor promulga un bando prohibiendo abandonar la ciudad y prometiendo acceder a todas las peticiones formuladas por los rebeldes, a la vez que el obispo Juan Manuel Moscoso excomulga a Túpac Amaru y a todos sus seguidores, reforzándose en adelante la beligerancia de la jerarquía eclesiástica y el clero contra el movimiento tupamarista.
Tras la victoria de Sangarará, Túpac Amaru II tenía abierto el camino hacia el Cuzco; sin embargo, no se decidió entonces a avanzar hacia la ciudad (donde creía tener muchos apoyos y tal vez confiaba en poder tomarla por medios pacíficos), en lo que se considera el primer error táctico del movimiento, pues dio tiempo a las autoridades virreinales coloniales a organizar la defensa. El 28 de diciembre inicia el asedio del Cuzco, que durará hasta el 10 de enero de 1781, cuando tras haber librado tres duros combates sin conseguir tomar la ciudad, Túpac Amaru ordenó la retirada, en una decisión que se considera prematura y poco acertada militarmente. Poco después llegaban las tropas enviadas desde Lima al mando del mariscal José del Valle, de manera que a comienzos de marzo había en la zona un ejército de más de 18.000 hombres, de los cuales más de 14.000 eran indios. El 6 de abril se produce la batalla de Tinta, que supuso la derrota y captura de Túpac Amaru y otros jefes rebeldes y miembros de su familia.
Tras el correspondiente juicio, el visitador José Antonio Areche dictó sentencia el 15 de mayo de 1781 condenando a muerte a José Gabriel, a su esposa, sus hijos y otros reos; una sentencia cruel, aunque dictada de acuerdo con las normas legales de la época para reos de rebeldía y traición. La sentencia se ejecutó en la Plaza Mayor del Cuzco el viernes 18 de mayo de 1781 en circunstancias especialmente dramáticas: tras presenciar las ejecuciones (mediante horca o —en el caso de las mujeres— garrote vil) de otros ocho reos, casi todos miembros de su familia, incluidos su hijo mayor y su esposa, Túpac Amaru fue descuartizado. Y todo ello en presencia asimismo de su hijo pequeño, Fernando, también condenado a pena de muerte, pero a quien se le perdonó la vida en atención a su corta edad (doce años).

Comenzó entonces la segunda fase del movimiento tupamarista, que será mucho más sangrienta que la primera y se prolongará durante todo el año 1781 bajo el liderazgo de Diego Cristóbal Túpac Amaru (primo hermano de José Gabriel), extendiéndose hasta el norte de la actual Argentina y Chile y enlazando con la rebelión de Túpac Catari en el Altiplano boliviano. Sucesos notables de esta etapa fueron la conquista de Sorata, por el joven Andrés Mendigure en agosto de 1781, y el largo asedio de La Paz, sitiada por Túpac Catari durante casi seis meses. Finalmente, los rebeldes aceptaron el indulto general ofrecido por el virrey y el 11 de noviembre de 1781 se firmó el tratado de paz.
1782
Diego Cristóbal Túpac Amaru (hermano de Túpac Amaru) fue apresado violando el tratado de paz, mientras que José Antonio Galán fue ejecutado y Antonio Caballero con el pretexto de que estaban preparando una nueva sublevación. Góngora fue nombrado virrey de la Nueva Granada.
1783
Se apaga la rebelión indígena en el virreinato del Perú con la ejecución del líder Diego Cristóbal Túpac Amaru en el mes de julio.
1784
Francisco de Miranda viaja a los Estados Unidos para hablar con los dirigentes norteamericanos de los proyectos independentistas. En Pensacola, Florida, Miranda tuvo la visión de un gran imperio independiente que agrupara a todos los territorios que estaban en poder de españoles y portugueses, desde la margen derecha del río Misisipi en el norte hasta la Tierra del Fuego en el extremo sur del continente. El imperio estaría bajo la dirección de un emperador hereditario llamado Inca[13] para apaciguar a las etnias indígenas y tendría una legislatura bicameral. Concibió el nombre Colombeia para este imperio, inspirándose en Cristóbal Colón
1875
Miranda embarcó rumbo a Inglaterra. En Londres, Miranda fue vigilado discretamente por los españoles ante las sospechas de traición que recaían sobre él. Los informes que redactaron resaltan tanto los tratos que mantuvo Miranda con personas sospechosas de conspirar contra España como con personajes considerados eminentes sabios de su tiempo.
1876
Miranda inició su itinerario europeo visitando Holanda, Prusia, Praga, Viena e Italia.
1787
Francisco de Miranda recibe apoyo de la emperatriz Catalina de Rusia. Continúa sus viajes por Suecia y por los países nórdicos.
1788
El patriota ecuatoriano Eugenio Santa Cruz y Espejo es desterrado a Bogotá por sus ideas liberales. Allí conoció a los jóvenes revolucionarios Antonio Nariño y Francisco Antonio Zea.
1789
Toma de la Bastilla el 14 de julio, quedan abolidos los privilegios feudales y hay conmoción en toda Francia y en Europa.
1790
En España es abolida la Casa de Contratación de Cádiz, en el marco de la política de administración y progresiva descentralización económica del reino. Francisco de Miranda se encuentra en Londres intentando ganar adeptos para la causa independentista.
1791
Se autoriza la introducción de esclavos negros en Buenos Aires y Montevideo. O’Higgins en Chile dicta la abolición del régimen de la encomienda.
1792
Francisco de Miranda entra al servicio del ejército francés y como mariscal de campo lucha contra los prusianos, participando en las batallas de Argonne, Wargemoulin, Amberes, Lieja, Tongres, Paliemberg y Valmy, donde llegó a ser segundo jefe del ejército del norte, del cual se separaría por grandes diferencias con Dumouriez tras haber replegado sus tropas en Maastricht.
Rebelión Huilliche de 1792
En septiembre de 1792, producto de la reciente influencia hispana que nuevamente comenzaba a ser llevaba sobre la región septentrional del Futahuillimapu, las parcialidades huilliches de Quilacahuín, Río Bueno y Ranco se aliaron y agruparon militarmente para ir en contra de los asentamientos españoles establecidos al norte del río Bueno, que era considerado la frontera norte entre el dominio hispano y el huilliche. Aunque en ese periodo, las malocas (luchas) internas y otros factores habían mermado la capacidad militar huilliche y las alianzas con grupos externos no eran aparentemente consistentes; los resultados de este alzamiento pueden traducirse en la destrucción de las haciendas españolas y de la misión de Río Bueno, el robo de ganado, y la muerte de doce españoles, junto a los cuales se encontraba el padre misionero fray Antonio Cuzco.
1793
Miranda en Francia fue arrestado varias veces por los jacobinos, incluso en La Conciergerie de París, cuyos reclusos eran guillotinados en su mayoría. Sometido a juicio en el Tribunal Revolucionario por supuesta negligencia en la defensa de Maastricht, fue absuelto de los cargos en 1795 y se trasladó a Inglaterra en 1798.
La rebelión Huilliche no tuvo una gran magnitud entre las autoridades coloniales, ya sea por la debilidad del alzamiento u otras motivaciones, la reacción de las autoridades de Santiago y Chiloé fue inmediata; teniendo efectos significativos en el sur de Chile. Particularmente, Ambrosio O’Higgins, al ver en ello el fracaso de la política pacifista de Mariano Pusterla, optó por realizar finalmente una campaña militar fulminante; de la que se encargaría el capitán Tomás de Figueroa. Este hecho culminaría con el importante Tratado de Las Canoas, firmado en el Parlamento de Las Canoas en 1793, y con la refundación definitiva de la ciudad de Osorno. En este mismo año igualmente se llevaría a cabo el Parlamento de Negrete de 1793, con los mapuches.
1794
Es abolida la esclavitud en las colonias francesas.
1795
Mediante el Tratado de Basilea, España reconoce la autoridad de Francia sobre Haití y toda la isla de Santo Domingo, a cambio de la retirada de las tropas francesas de la península. Jamaica cae bajo el control de los ingleses. En Coro, Venezuela, se sublevan los negros y mestizos inspirados en la rebelión de Haití.
1796
El insurrecto José Leonardo Chirinos, líder de la rebelión de negros y mulatos en Venezuela, es condenado a muerte por la Real Audiencia. El prócer neogranadino Antonio Nariño visita París, Londres, y otras ciudades europeas, buscando contactos en pro de la causa independentista.
1797
En Europa, Francisco de Miranda, José del Pozo Sucre y Manuel José Salas firman el “Acta de París”. Miranda, junto con Pablo de Olavide, que no puede asistir por encontrarse enfermo, dirigen las gestiones encaminadas a la independencia hispanoamericana, con el apoyo de Inglaterra y los Estados Unidos, naciones a las que ofrecen un tratado comercial sin monopolio e indemnización por los gastos en que incurran.
1799
Estalla en México la “Conspiración de los Machetes”, liderada por Pedro de la Portilla y compuesta por criollos de bajos recursos, logró reunir 50 machetes, 2 pistolas, 1.000 pesos en plata y 20 criollos pobres, todos familiares o amigos, algunos comerciantes. Su plan era liberar a los prisioneros, tomar el palacio virreinal, y declarar la independencia de México del dominio español, pero el grupo fue arrestado antes de que la conspiración pudiera siquiera comenzar. A pesar de su fracaso, se considera un precursor importante de la independencia de México, que ocurriría once años después con el Grito de Dolores.
En Caracas es ahorcado públicamente el patriota José María España. El joven Simón Bolívar viaja a España donde permanece hasta 1802.
1800
En México, el cura Hidalgo es investigado por la Inquisición, acusado de herejía y sospechoso de «afrancesamiento». En Haití, Toussaint Louverture lucha contra la resistencia española en la isla.
1801
Francisco de Miranda, que viaja a Inglaterra para buscar apoyos para la causa, es expulsado de Francia, acusado de conspirar contra España, país aliado de Francia. Miranda propone llamar Colombia a Hispanoamérica y establecer su capital en Panamá, a la vez que prepara una invasión a Venezuela.
1802
El general Leclerc, al mando de las fuerzas metropolitanas francesas, invade Haití. La independencia del país se viene abajo. Toussaint es hecho prisionero y se restablece la esclavitud en la isla. Simón Bolívar regresa a Venezuela, procedente de España.
1803
Después de firmar las capitulaciones con los franceses, Jean Jacques Dessalines proclama la independencia de Haití. Antonio Nariño regresa a Bogotá y Bolívar, viudo, regresa a Europa. Tiene lugar la revolución de Tebalde en Cuzco.
Parlamento de Negrete
Aunque los mapuches no permitían el libre tránsito de los huincas (blancos) en las zonas que consideraban tierras propias, a partir de mediados de 1780, los pueblos mapuches y asociados comenzarían a aceptar la presencia parcial o limitada de los españoles y criollos en sus territorios. Igualmente, destaca el hecho de que con el paso del tiempo y sin darse cuenta, los mapuches entrarían lentamente a interactuar más frecuentemente con la cultura hispano-criolla. Así, adoptarían muchas de sus costumbres y forma de vida, gracias a la escuela de indígenas, los embajadores, ferias y los parlamentos; siendo el Parlamento de Negrete de 1803 el último gran parlamento del periodo colonial de Chile, en el que ambos bandos solemnizaron sus paces y alianzas. El comercio y la unión entre hispanos e indígenas, generaron además un mestizaje que actuó como puente entre ambas culturas. Estos mismos mestizos constituirían en el futuro algunos de los sectores de extrema pobreza en el siguiente siglo.
1804
Bernardo O’Higgins es nombrado alcalde de Chillán. José de San Martín asciende a capitán de infantería en España. Simón Bolívar se encuentra en París con su maestro Simón Rodríguez, asiste a la coronación de Napoleón y se encuentra con Alejandro Humboldt.
El 1 de enero se proclama la independencia de Haití. Jean Jacques Dessalines será el nuevo emperador y Haití el segundo país americano en independizarse.
En noviembre, Miranda desembarca en Nueva York procedente del Reino Unido. Allí, permaneció algo más de un año y mantuvo contactos con destacadas personalidades públicas
1805
En el Monte Sacro de Roma, Bolívar jura ante su maestro Simón Rodríguez dedicar su vida a la libertad de Hispanoamérica. Francisco de Miranda prepara en los Estados Unidos la invasión de Venezuela.
1806
Intento de Miranda de desembarcar en Venezuela
El 2 de febrero, con el beneplácito político y el apoyo económico de estadounidenses y británicos, Miranda partió en la fragata Leander (18) hacia Haití, donde se le sumarían dos goletas y el buque Emperador. Su intención era desembarcar posteriormente en Venezuela, obtener el apoyo de la población y comenzar la lucha definitiva por la independencia. Tras ser interceptada por la fragata británica Cleopatra, al mando del capitán Wright, la corbeta prosiguió su travesía hasta tomar tierra en Jacmel, en la isla de La Española, el 20 de febrero. Allí permaneció la expedición seis semanas y consiguió fletar las goletas Bacchus y Bee, con las que también se dirigió a tierra firme. Después de fracasar en el desembarco de Ocumare de la Costa el 27 abril, donde entabló combate con las fuerzas navales realistas al mando de Antonio Tiscar, se refugió en Trinidad, adonde llegó con un solo navío, la corbeta Leander. La flota realista escoltó a las dos goletas hasta Puerto Cabello junto a 58 prisioneros que fueron encerrados en el castillo de San Felipe. En represalia, 10 prisioneros, en su mayoría estadounidenses acusados de piratería, fueron ahorcados y descuartizados en la plaza mayor de Puerto Cabello el 21 de julio. Los demás sufrirían prisión por más de diez años. Uno de los desafortunados mercenarios fue el impresor Miles L. Hall, quien por tal motivo ha sido considerado como el primer mártir de la imprenta en Venezuela.
El gobernador británico de Trinidad, Thomas Hislop le facilitó a Miranda buques y pertrechos. Con una expedición aumentada ahora a 11 buques y 300 hombres de desembarco, llega a las costas de Coro (Venezuela) el 1 de agosto. En la madrugada del día 3, mientras los buques descargaban su artillería, Miranda y sus hombres se precipitan a tierra. Ese mismo día, en lo alto del Fortín de La Vela, la bandera venezolana tricolor fue izada por primera vez. No obstante, al no encontrar apoyo popular, se reembarcó diez días después con rumbo a Aruba y luego de algún tiempo en Trinidad como huésped del gobernador Hyslop se dirige a Inglaterra.
Mientras se lleva a cabo el plan inglés de la conquista de la América española, se prepara el ataque de Chile que no se realizó.