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Levantamiento en Aragón
Dada la orden del alzamiento, los carlistas del Bajo Aragón, Maestrazgo y Valencia se aprestaron a secundarla. En Monteaguado (Navarra) se formó una partida carlista, que entró en la provincia de Zaragoza, pasando por Novallas y Tarazona, y ante la persecución de las fuerzas amadeístas procedentes de Navarra, se movió a la provincia de Soria. En el mismo día 22 de abril, Manuel Aparicio levantó una partida en Paracuellos de Jiloca. En Calamocha apareció otra de unos 150 hombres, mandada por Higinio Rodrigo y el cura de Bañón, Francisco Herrero. Esta fuerza, después de haber cortado la línea telegráfica, marchó por Cutanda y Godos, ambos en la provincia de Teruel, a Mezquita de Jarque, con el fin de alcanzar el Maestrazgo, saliendo contra ella inmediatamente una columna de Zaragoza mandada por el coronel Méndez Benegasi.
También en el campo de Bello se notaba agitación, consiguiendo reunir una pequeña partida Fulgencio Jaime, que pocos días después cayó prisionero en Monreal (Zaragoza). El 23 de abril, Rodrigo sostuvo un ligero tiroteo con los voluntarios de la Libertad en Loscos (Teruel), y no pudiendo proseguir su marcha, decidió dirigirse a Belchite, pero la presencia de la columna del Tcol Miguel Guzmán en dicha población le obligó a retroceder, después de pasar por Azuara a Fombuena y Vistabella, ambas en la provincia de Zaragoza.
En esta misma fecha, el comandante Narciso Alegre levantó en Villaroya de los Pinares (Teruel) una partida de 40 hombres, pasando a Aliaga, donde recogió los fondos de la administración de Rentas y puso en libertad a los presos carlistas que estaban en la cárcel. Esta partida estuvo recorriendo el país, entrando en Ejulve, de donde pasó a Mosqueruela, fue luego a Fuentes de Rubielos, siguió a Olba de donde salió, teniendo un encuentro con la columna mandada por Fontana en los alrededores de Puertomingalvo (Teruel), muriendo en este combate el comandante Alegre y el segundo jefe de la partida, Joaquín Blasco, conocido por el Fraile de Allepuz, quedando disuelta la partida el día 29.
También el 26 de abril, apareció en campaña el Tcol Andrés Madrazo con unos 50 carlistas en Monterde (Zaragoza), recorriendo varios pueblos, entrando el 27 en Munébrega (Zaragoza), emprendiendo su persecución la columna mandada por el capitán de la guardia civil Juan Perruca. Madrazo fue a Morós y de allí a Villalengua, de donde partió el 28 a Torrijo de la Cañada, donde desarmó a los voluntarios de la Libertad. Ante la actividad de la columna de Perruca, se internó en la provincia de Soria, de donde regresó poco después a Monteaguado (Soria), entrando en la provincia de Zaragoza y haciendo acto de presencia en Torrehermosa. Esta fuerza carlista siguió hasta el término de Monreal de Ariza, librándose combate en la Granja de Lozano, desventajoso para los carlistas, teniendo estos que dirigirse a la Sierra de Albarracín y a Castilla la Nueva.
Gamundi en Campaña
El coronel Isidro Pascual Gamundi había combatido en la Primera Guerra Carlista bajo el mando de Cabrera, estuvo en los tres asedios de Morella, siendo hecho prisionero en el último, siendo condenado a 14 años de prisión, trasladado a Zaragoza para cumplir la sentencia, se fugó de la cárcel al cabo de un año, pasando a Francia, donde pasó penurias.
En la Segunda Guerra Carlista entró con Cabrera, siendo nombrado comandante general del Bajo Aragón; habiéndose retirado los demás comandantes generales de Aragón y Maestrazgo, se unió a Cabrera, siendo de los últimos en acompañarle al exilio. Unos quince años más tarde, por efecto de una orden de extradición, le pusieron preso y le llevaron de cárcel en cárcel atado con cadena hasta Bayona, pero no llegaron a ejecutarlo por la intervención de la emperatriz Eugenia.
Al estallar la Tercera Guerra Carlista, fue nombrado comandante general de Aragón, pero renunció al cargo a favor del general Cevallos. Entró en Aragón y se presentó el 23 de abril en Pueblas de Hijar (Teruel) al frente de 60 hombres. El 24 de abril, Gamundi estaba en Samper de Calanda (Teruel), donde recogió los fondos de la administración, pasando a Híjar, donde se apoderó también de los fondos y del aparato telegráfico, y habiéndosele incorporado las fuerzas carlistas, fue el mismo día a Albalate del Arzobispo, donde cobró las contribuciones, y de allí a Andorra, donde pernoctó. En este mismo día 24, en que se levantaba Gamundi, se formó una partida en Alcudia de Carlet (Valencia).
Así iban saliendo pequeñas partidas, algunas de las cuales debían luego refundirse con otras. Desde Andorra, Gamundi inició su marcha el 26 sobre Maella, pero contramarchó luego a la Puebla de Híjar, separándose las fuerzas mandadas por Santiago Cortés, alias Quiles, que fueron destacadas por Gamundi en Samper de Calanda y Aguaviva.

El 26 se levantaba en Paiporta (Valencia) otra fuerza carlista, y pronto los valencianos se reunieron alrededor del comandante general de Valencia, Antonio Dorregara, que el 28 sostuvo en las alturas de Portaceli un combate en el que resultó herido el jefe carlista en un brazo, por lo que fue sustituido interinamente por el coronel Miguel Vidal. La mayor parte de los que formaban la partida de Rodrigo se desbandaron el 27, dejando el armamento en la ermita de la Virgen de la Silla, cerca de Bea (Teruel). Gamundi el 26 de abril estaba en Puebla de Híjar, y el 28 estuvo en Alcorisa, Foz Calanda y Castellserás, emprendiendo la marcha con dirección a los puertos de Beciette, viéndose el 29 en Calaceite, entrando el 30 en la provincia de Tarragona por los Puertos y llegando hasta Horta.
El 1 de mayo, Gamundi estaba en Cherta (Tarragona), marchando luego a Pauls, donde tuvo un encuentro con la columna del Tcol Luis Cappa, prosiguiendo el jefe carlista por Alfaro a Horta, pero de allí retrocedió, pues estaba rodeado de fuerzas enemigas. Para poder librarse de aquella persecución, se dirigió a Arnés, y allí dispuso que sus fuerzas se diseminaran en partidas mandadas por Pablo Montañés, Casimiro Bondía, Manuel Oliver, Bautista Piñol y algunas más. Oliver se dirigió entonces a los alrededores de Torre de Arcas (Teruel). Gamundi con el núcleo principal; el 2 pernoctó en Fredes (Castellón), marchando al día siguiente a Peñarroya (Teruel). Salvada la dificultad que había tenido Gamundi, este reunió el día 4 a las diversas partidas en los alrededores de Monroyo (Teruel), colocando sus fuerzas de manera que, si bien una estaba en la provincia de Teruel, las otras las tuviera en la provincia de Castellón. Gamundi el 5 de mayo marchó del término de la Ginebrosa, a donde se había movido, al de Zorita, en la provincia de Castellón, habiendo pasado antes por Cerollera (Teruel).
Mientras Gamundi procuraba sustraerse a las columnas de García Velarde, Despujol y Cappa, Pablo Montañés con la caballería fue por Nonaspe, Fabera y Maella a Caspe, donde pernoctó el día 2. Otra partida destacada de la fuerza de Gamundi, mandada por Melchor Ginés, tuvo un combate en Santolea (Teruel), el mismo día 2. En la provincia de Alicante, Ricardo Fúster levantó el 6 de mayo una partida en Alfaz del Pi. Madrazo tuvo que entrar en Castilla la Nueva, pero no tardó en aparecer de nuevo en la provincia de Teruel, librando combate en Torralba de los Frailes (Zaragoza) el día 12, después de haber recorrido los pueblos de Tramacastilla y Torres de Albarracín, en las cercanías de Albarracín, el día 7 de mayo.
La fuerza mandada por Bautista Piñol estuvo el 8 en Pinell (Tarragona). Por los alrededores de Prats del Conte, Pinell y Horta surgió la partida mandada por Miguel Mulet, procedente también de las fuerzas de Gamundi. El 8 de mayo, la mandada por Cortés tuvo un combate cerca de Bordan (Teruel) contra Despujol. Los amadeístas consideraban la insurrección en Aragón como expirante, cuando el general Manuel Marco apareció al frente de una partida en Estercuel el mismo día 8. Sin embargo, la insurrección no tomaba el incremento que se apetecía, pues Mulet, con 13 individuos de su fuerza, se presentó el 17 en Gandesa solicitando indulto, y Piñol, batido el día 13, pasó el Ebro por debajo de Benifallet en una balsa construida por los carlistas, para agregarse a las fuerzas que estaban en Tarragona. El general Marco tuvo un encuentro con la columna mandada por Villacampa en las inmediaciones de la Muela de Morcher, término de Cantavieja, quedando disuelta la partida.
Montañés el día 2 de mayo estaba en Caspe. El día 4 atacó Belchite, siendo rechazado por la guarnición, dirigiéndose entonces a la provincia de Teruel, y el 17 se le señalaba en Ariño, desde donde, según parece, los amadeístas le perdieron el rastro. Efectivamente, el 18 de mayo Montañés entraba en Bañón, y el 19 en El Villarejo (Teruel). Madrazo estuvo el 21 en Cimballa (Zaragoza). La partida castellana de Dionisio Fernández Somolino entró en la provincia de Teruel procedente de la provincia de Cuenca, pero se acogió a indulto en Griegos (Teruel). De nuevo apareció Montañés, que unido a Madrazo, se presentaba en Villanueva del Huerva (Zaragoza). También en la provincia de Valencia se levantó el 30 de mayo una partida en Burjasot mandada por Teodoro Minguez, compuesta de unos 80 hombres, pero el 2 de junio, después de una pequeña escaramuza en Alfara de Algimia (Valencia), quedó disuelta.
En la noche del 5 de junio se levantó una partida en Alcalá de Chisvert (Castellón), que rompió los aparatos del telégrafo, marchando inmediatamente a Cuevas de Vinromá, teniendo un combate el 7 en el Mas de Melas, en el término de este pueblo, dispersándose. Así iba transcurriendo el mes de junio sin grandes acontecimientos militares, estando la guerra decaída si no fuese porque la partida de Alcalá de Chisvert, mandada por Pascual Cucala, no hubiese dado señales de vida, presentándose el 29 en Villanueva de Alcolea (Castellón) y estando el día siguiente (30) en Benlloch.
El 10 de julio entraron en Rafelbuñol (Valencia) una partida que se tiroteaba con el vecindario y que era rechazada. El 11, una muy pequeña partida, pues se componía de 4 jinetes y 6 infantes mandados por Francisco Ibáñez, alias el Polaco, estaba en Torrecilla de Valmadrid (Zaragoza), recorriendo luego los pueblos de Aguilón, Luesma, Fuentedetódos y Badules el 12, y estando el 14 en Villahermosa del Campo (Teruel). Perseguida por varias columnas, entre ellas la del coronel Méndez Benegasi, se disolvió esta minúscula, partida, y su jefe, Francisco Ibáñez, fue muerto en los alrededores de Zaragoza cuando intentaban hacerle prisionero los guardias civiles.
La guerra así se fue lentamente extinguiendo de tal forma que en agosto los amadeístas daban como pacificadas las provincias de Teruel, Zaragoza, Castellón y Valencia.
Se reanuda el alzamiento
Pero la tenacidad con que los catalanes habían mantenido la campaña en Cataluña animó a los carlistas a presentarse de nuevo en el campo de batalla. En la madrugada del 20 de septiembre, fuerzas catalanas procedentes de la provincia de Tarragona cruzaron el Ebro, mandadas por el coronel Sanz, por el puente del ferrocarril de Valencia a Tarragona. Intentó sorprender a los voluntarios de Beceite el mismo día, pero no pudiendo conseguirlo, Sanz se retiró por la tarde al pueblo de Arnés (Tarragona).
El 22 de septiembre, Pascual Cucala Mir, al frente de 20 hombres mal armados, entró en Alcalá de Chisvert, apoderándose de los fondos públicos y destrozando la línea telegráfica y la vía férrea, marchando al día siguiente a Cuevas de Vinromá, donde el destacamento de la guardia civil se encerró en la casa cuartel, y después de un tiroteo, Cucala marchó a Torre Endoménech (Castellón), donde pernoctó. El 24 de septiembre, Cucala libraba un combate contra la fuerza del capitán de la guardia civil Juan García Romero, en Benlloch. El coronel estuvo el 25 en Mas de Barberans, y el 26 intentó penetrar en Ulldecona, pero se había anticipado una fuerza amadeísta, por lo que fue el 27 a Santa Bárbara, donde destrozó el aparato del telégrafo, y por último, fue a Traiguera, el mismo día, donde sostuvo un tiroteo con fuerzas de infantería, que resistieron, al mando del capitán Anselmo Padín, en la Casa Consistorial. El 29 de septiembre otra vez Cucala intentaba entrar en Alcalá de Chisvert, pero una fuerza de carabineros mandada por el alférez Antonio López se lo impidió, librándose una pequeña acción.
Acciones en el mes de octubre de 1872
El coronel Sanz fue sorprendido por la columna del comandante Antonio Romero en la Masía de Mulet, cerca de Ulldecona, y aunque los carlistas resistieron, 51 de ellos tuvieron que rendirse a los amadeístas. El 3 de octubre, se presentó en Domeño una partida mandada por Timoteo Sanchiz Fortea, y el 5 por la madrugada esta misma fuerza intentó sorprender a los voluntarios de la Libertad de Camporrobles (Valencia). Era una nueva partida en campaña, ya que en realidad solo quedaban las de Cucala y Sanz, y estaba en muy malas condiciones. Rechazado Sanchiz Fortea a Camporrobles, marchó hacia el término de Utiel, y en la Mojonera de Sinarcas sostuvo un fuerte combate contra una fuerza de la guardia civil mandada por el capitán Prudencio Rojas, siendo dispersada la fuerza carlista, muriendo Sanchiz Fortea. Entre los prisioneros estaban Antonio Miralles García, el cura de Alcublas, Manuel Orero y cinco más, todos desarmados, y a pesar de esto fueron fusilados por los amadeístas.
Una partida entró el 7 de octubre en Santa Magdalena de Pulpis (Castellón), y pertenecían a las fuerzas del coronel Sanz. Pero estaban los carlistas desanimados, como lo prueba el hecho de que se presentaran 13 a indulto en Alcalá de Chisvert. El 14 de octubre, el coronel Sanz estaba en Salsadella (Castellón), donde cogió la valija del correo, entrando luego en San Mateo y de nuevo en Santa Magdalena de Pulpís.
El 18 de octubre, Cucala se presentaba en Villanueva de Alcolea, en donde recaudaba los impuestos, marchando luego a Puebla Tornesa, donde prendió al jefe de los voluntarios, los desarmó y se llevó los fondos de la administración pública. Ante tal audacia, la columna del teniente de la guardia civil Tomás Silvestre salió contra Cucala, librándose un combate en Useras (Castellón), siendo rescatado el jefe de los voluntarios de Puebla Tornesa. El 21 estaba Cucala en Castells de Cabres, de donde marchó, pasando por los pueblos de Hervés (Castellón), Torre de Arcas hasta Monroyo (Teruel), de donde salió la madrugada del 31, volviendo a Torre de Arcas y regresando a la provincia de Castellón.

Acciones en el mes de noviembre de 1872
El día 1 de noviembre, ocurrió un hecho que tuvo cierta repercusión. Una pequeña fuerza mandada por el teniente Rafael Alamo, compuesta de un sargento y 30 cazadores del BIL-X de Alba de Tormes, 18 de ellos armados y los demás enfermos o convalecientes, se dirigía por la carretera de Torre de Arcas a Morena, y habiendo pasado por la Pobleta de Morena, fue sorprendida por una emboscada carlista, que disparó desde una zanja próxima al camino. Los primeros tiros hirieron al teniente Alamo, por lo que la gente armada se retiró a la Pobleta de Morena, quedando en poder de Cucala los enfermos y efectos, que eran conducidos en un carro. Refugiados en la Pobleta de Morena, los soldados se vieron cercados por los carlistas, y a la intimación de los mismos entregaron sus armamentos.
Se retiró Cucala sin causar ningún daño a las personas. En consecuencia, los amadeístas dispusieron que fuera preso el alcalde de la Pobleta por no haber advertido la presencia de las fuerzas de Cucala. Este jefe estuvo el día siguiente 2 de octubre, en Peñarroya, donde cobró contribuciones, y el 4 tuvo un encuentro en un pinar de Coráchar (Castellón), con fuerzas del RI-5 del Infante, mandado por el capitán Leandro Cabezón. El día 10, Cucala estaba en Useras (Castellón), donde recaudó las contribuciones el día 11, y con el mismo objeto estuvo en Culla y el 12 en Adzaneta. Esquivando siempre la persecución, el 14 estuvo en Vallibona y Castell de Cabres, y el 15 en Hervés.
El 16 de noviembre, apareció una nueva partida mandada por José Jimeno, conocido por el Barrero, que había mandado una fuerza armada en el alzamiento de 1869 y que había recogido voluntarios en Useras, Cóstur y otros pueblos cercanos a la capital, uniéndose a la que, mandada por Salvador Martínez, se había formado en Villafamés el día 14. Asimismo, el 16 hubo pequeños tiroteos en La Pórtellada (Teruel), donde había entrado una fuerza aragonesa, pues una columna mandada por el teniente Carlos Batalla llegó al pueblo cuando lo ocupaban los carlistas, que se vieron precisados a retirarse hacia los montes de Fuentespalda. El 16 por la noche estaba Jimeno en Borriol (Castellón). Habiendo salido contra los carlistas una columna de carabineros mandada por el teniente Antonio López, en la noche del 17 fue atacada por los carlistas de Jimeno en Costur.
Otro combate tuvo efecto el mismo 17 en Fredes por la columna de Recarte. El 19 se organizaba en Benlloch una partida mandada por Francisco Salvador, conocido por Cherélo compuesta de unos 20 hombres. El mismo día estaba Cucala en San Mateo, de donde se retiró el 20, al aproximarse la columna de Pacheco, librándose un pequeño combate en Cuevas de Vinromá el día 21. De nuevo apareció don Ramón Piñol el día 20 en Roquetas con una partida ya de mayor importancia, pues alcanzaba a un centenar de hombres.
El 25 de noviembre, se lanzó en campaña, con el título de comandante general del Maestrazgo, el coronel Joaquín Ferrer. El 28 Jimeno entra en Puebla Tornesa, de donde marchó a Borriol, y allí se le reunió la fuerza mandada por Salvador. Contra esta fuerza carlista fue la columna mandada por el capitán Leandro Cabezón, librándose un combate que obligó a los carlistas a retirarse camino de Villafamés. El 30, Cucala se presentó delante de Cervera del Maestre intentando entrar en la población, y aunque se trabó lucha en las calles, los carlistas tuvieron que retirarse al aproximarse las columnas de Pacheco y Padin.
Acciones en el mes de diciembre de 1872
El mes de diciembre fue mucho más movido que los anteriores. La columna Padin, que estaba en Alcalá de Chisvert, fue atacada el día 1 por las fuerzas mandadas por Cucala, que había pernoctado en Cuevas de Vinromá. A Cucala se le unieron vecinos del pueblo, mandados por Agustín Pascual, conocido por Coqueta, que ya había figurado en los anteriores alzamientos, encerrándose las tropas de Padín en la torre de la iglesia y en la Casa Ayuntamiento. El combate fue encarnizado contra los sitiados, que vieron su salvación con la llegada de 5 compañías de cazadores del BIL-XIV de las Navas, que procedentes de Cataluña se dirigían a Valencia y habían acompañado al general Baldrich.
Esta fuerza amadeísta, que había sido atacada en Arbós (Tarragona), había llegado por fin a Tortosa, pero encontrando cortada la línea férrea y telegráfica entre Ulldecona y Vinaroz, habían proseguido su marcha a pie hasta esta última población, donde supieron el apuro en que se encontraba la columna de Padin, y su inesperada llegada salvó a los amadeístas. Pero retirados los auxiliadores, el 2 de diciembre volvió a presentarse Cucala en Alcalá de Chisvert, donde seguía Padin, por lo que tuvo que acudir una fuerza amadeísta destacada de la columna de Pacheco para auxiliarle. Entonces Cucala se retiró a pernoctar en Villanueva de Alcolea y el 3 entró en Benlloch.
En el mismo 2 de diciembre, la partida mandada por Bautista Piñol, que había pasado el Ebro, estaba en Ribarroja (Tarragona) marchando con dirección a Aragón. Una partida mandada por Mariano López, que se había formado en la comarca de Chelva, tuvo un encuentro en la Masía de Olmedilla, cerca de Tuéjar. (Valencia) contra una columna de la guardia civil. En este combate la partida fue deshecha, muriendo entre los carlistas el jefe de la misma. Después del combate de Borriol, Jimeno y Salvador marcharon por Herveset y Ortells para pernoctar en Zorita, de donde se dividieron los carlistas, unos dirigiéndose hacia la parte de Morella por Torre Miró, y los otros hacia Palanqués, de donde fueron el 5 a Castell de Cabres.
Una nueva partida aparece en Paracuellos de la Ribera (Zaragoza) el 4 por la noche, cortando la vía férrea y deteniendo el tren correo procedente de Zaragoza, haciendo descarrilar la máquina en el puente de la Prensa. Reconocieron todos los coches del tren, haciendo presos a un coronel de la guardia civil y un oficial de infantería que viajaba en el mismo, así como los dos guardias civiles de escolta. Todos ellos fueron puestos en libertad sin daño alguno en Maluenda (Zaragoza). El 5, se presentó en Atea (Zaragoza) el guerrillero Aparicio, que mandaba una nueva partida de 20 hombres, donde se le unió la que procedía de Paracuellos, que había pasado por Olves y Acered, tomando el mando de toda la fuerza el coronel Madraza. Este jefe tomó la dirección de Cubel, pero cerca de Abanto se encontró con la columna del coronel Pascual del Real, y después de un tiroteo, los carlistas marcharon a la provincia de Guadalajara.
Cucala se presentó el 6 en Puebla Tornesa, mientras que Jimeno tiroteaba a los voluntarios de la Libertad en La Cenia (Tarragona). Jimeno entró el 7 en Traiguera, y Cucala interceptó la vía férrea entre Benicasin y Torreblanca. Una pequeña partida entró el día 6 en Cantavieja, y en esa misma fecha el coronel Ignacio Polo levantaba una partida en Cinctorres (Castellón), de donde marchaba a la Iglesuela del Cid. El 8 Cucala entraba en Cuevas de Vinromá, de donde salió el mismo día, pero regresó el siguiente. Madrazo, procedente de la provincia de Ciudad Real, entró en Aragón el 8, pernoctando en Cabolafuente (Zaragoza), de donde salió el día 9. Jimeno, que estaba el 8 en Cálig, salió en dirección de Villafamés el 9.
De momento, el jefe carlista del Maestrazgo que más preocupaba al Gobierno era Cucala, por su gran movilidad e intrepidez. Pero no dejaba también de preocuparle los movimientos que hacía la partida de Jimeno, que el día 9 estuvo en Villanueva de Alcolea, de donde había salido con dirección a Benlloch. Alcanzado Jimeno por la columna de Cabezón, libró un encuentro cerca de Benlloch, con lo que sufrió un rudo golpe esta partida. Mientras tanto, Madrazo estuvo en Bubierca (Zaragoza), donde el día 10 detuvo el tren correo, pasando luego a Nuévalos, de donde marchó a Sisamón. El 11, Madrazo estaba en Used (Zaragoza), de donde salió para Santed, y por último a Val de San Martín, en donde se libró de la columna de Perruca, pues el alcalde y los vecinos entretuvieron a los amadeístas hasta que Madrazo estuvo en condiciones de ponerse a salvo con sus hombres.
El 10 de diciembre, ocurrió otro hecho un poco sorprendente, y fue que una fuerza de la guardia civil mandada por el teniente Santiago Díez estaba en Cantavieja cuando penetró en la población la fuerza mandada por el coronel Polo. Los guardias civiles entregaron sus armas, por lo que el teniente Diez y sus hombres fueron sumariados. Según el parte de Diez, hubo alguna resistencia de la guardia civil, pues murió un cabo primero y fue herido gravemente un número, resultando contusos un sargento segundo y otro guardia. El 13 otra vez entraba Cucala en Cuevas de Vinromá, donde tuvo un encuentro el 14 con la columna de Padin. En este mismo día Cucala estuvo en Serratella después del citado combate.
Además de las partidas aragonesas y valencianas, hay que contar las catalanas que pasaban el Ebro. De estas, las mandadas por Talarn, alias el Fidero, y Pauls, estuvieron el 18 en Catí, de donde salieron a la proximidad de la columna del comandante Suero, librándose un pequeño combate en los alrededores de la población. Polo y Cucala estaban el 18 en Benasal, y sabiendo que contra ellos iban las columnas mandadas por Llorach y Maturana, fueron el 19 a Villa de Canes, donde tuvieron un combate contra las fuerzas mandadas por Maturana, pero habiéndoseles terminado a los carlistas las municiones y no poseyendo bayonetas para la lucha al arma blanca, se retiraron al aparecer la columna de Llorach. De allí fueron el 20 a la Iglesuela del Cid, dispersándose en pequeñas fracciones para recorrer los pueblos de Cinctorres, Chert, Benasal y Castellfort.
El 26, reunidas las fuerzas de Polo y Ferrer, estuvieron en La Cenia (Tarragona), donde se luchó en las calles. El 28, se formó una partida cerca de Sagunto, mandada por Ramón Fabra, saliendo contra ella una columna amadeísta mandada por el capitán Ernesto Rubio, que la alcanzó cerca de Vall de Uxó, quedando dispersada y prisionero el jefe de la partida. Los prisioneros fueron mandados a Canarias.
El 28, apareció en Andorra (Teruel) una partida, y el 29 hubo un motín en Albalate del Arzobispo, dándose gritos de ¡Viva Carlos VII!, saliendo los amotinados para unirse a la partida de Andorra. Cucala, después de haber recorrido varios pueblos, entre ellos Cuevas de Vinromá y Torre Embesora, entraba el 31 de diciembre, para descansar, en Tirig (Castellón).

Acciones en el Alto Aragón
No ha sido jamás el Alto Aragón país propicio para las guerras carlistas. Tampoco sería en la tercera guerra teatro importante de la misma y, sin embargo, no se debe olvidar que el Alto Aragón proporcionó a los batallones, en el ejército del Norte, en el de Cataluña y en el del Centro, numerosos y decididos voluntarios.
A esta zona llegó el mensaje del Rey llamando a las armas en abril de 1872. Pero el alzamiento carlista debía ser hecho en íntima unión con los republicanos, que esperaban que el diputado Luis Blanc se pondría a su cabeza para protestar contra la monarquía intrusa de Amadeo I de Saboya. Sin embargo, los republicanos poco hicieron, y los carlistas, mandados por el coronel Nasarre, formaron una pequeña partida cerca de Sariñena (Huesca), saliendo inmediatamente varias columnas contra los alzados. Al mismo tiempo se levantaba otra partida en Alcolea del Cinca (Huesca) que tuvo poca vida. Nasarre no pudo mantenerse en campaña y pronto se pudo considerar como fracasado su alzamiento.
De nuevo se señaló otra partida en el Alto Aragón, pues se presentó el 5 de mayo la mandada por Telesforo Monclús en Lanaja, pero no hallando el apoyo necesario, se disolvió el 17. Los catalanes mandados por el Tcol Camats estuvieron desde el 16 de junio al 17 en la provincia de Huesca, pero la persecución que le hizo el Tcol Campo le obligó a regresar a Cataluña. De nuevo Camats entró el 7 de julio en el Alto Aragón por el puente de Montañana, llegando hasta Aren (Huesca), pero se vio obligado a regresar a Cataluña por el mismo puente.
Al hablar de Cataluña, se ha dicho que Tallada había atacado Serás (Lérida) el 30 de octubre, lo que causó gran alarma, por lo que se concentraron fuerzas en Fraga, temiéndose que los catalanes invadieran aquella parte aragonesa, pero Tallada no prosiguió su ruta y regresó al interior del territorio catalán. También hubo alarma el 11 de noviembre, temiéndose que Castells entrara en Aragón, por lo que se concentraron las fuerzas en Tamarite de Litera el día 12, pero como que Castells no hizo ninguna tentativa, fueron inútiles las precauciones, como también lo fueron las que el 1 de diciembre se tomaron para impedir que entraran otros carlistas en el Alto Aragón.