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Operaciones en Asturias en 1873
El 1 de enero de 1873, salió de operaciones Ángel Rosas, emprendiéndose enérgica campaña. Rosas reunió 90 hombres y tuvo que librar combate en las inmediaciones de Collanzo, en el valle de Aller, el día 3, y otro encuentro tuvo que sostener el día 4 en el lugar llamado Entrepeñas, cerca de Barrio (Oviedo). A Rosas no le intimó la persecución de que era objeto, y consiguió que reaparecieran nuevas partidas como las mandadas por Valdés y Antoñano, y publicó una alocución invitando a los asturianos que empuñaran las armas.
En el concejo de Labiana, aparecieron dos partidas, una mandada por José Pérez, que se dedicó a recoger recursos, entorpecer la recaudación de contribuciones por los gubernamentales y hostigar los frecuentes convoyes que salían de las fábricas de armas. Ante la movilidad de las partidas, fueron mandados refuerzos de otras provincias con el fin de que la persecución que quería organizar el capitán general Domingo Ripoll pudiera realizarse.
Las poblaciones en las que con más frecuencia entraban los carlistas, eran Pola de Labiana, Sama, Infiesto, Pola de Lena, Villaviciosa y Grandas de Salime, que fueron ocupadas por destacamentos. Rosas recorría entonces las inmediaciones de Nieves, y contra él fue destacada una columna mandada por el Tcol Román Álvarez Rivadeneira, que solo consiguió dispersar un pequeño grupo que marchaba a reunirse con Rosas. El 29 de enero en el Puerto de Tolibia (Valdelugueros), una pequeña partida hostigó la columna de Álvarez Rivadeneira que se dirigía a Cabañaquinta.
Un pequeño encuentro hubo entre el destacamento de la guardia civil y una partida que estaba en Villanueva, donde había pasado la noche, y en el mismo día otro combate se libró en el concejo de Sobrescobio, por la partida que mandaba Valdés. La que mandaba Manolillo sostuvo un combate el día 21 en los montes de Hijuela de Santa Bárbara.
Acababa de aparecer otra partida mandada por un jefe que tuvo realce en esta campaña. Se trataba de Santa Clara. El 5 de marzo estaba en Tineo y al salir de la villa fue atacada por la columna del Tcol Martínez Cuéllar. Con Santa Clara estaba Milla, y en aquel momento, por no haber un jefe superior para los carlistas asturianos, se designaba como muy probable a este último. Rosas había entrado en Sama y luego pasado al concejo de Quirós.
Durante el verano, la actividad carlista fue escasa. Sin embargo, en julio, la partida gallega de Núñez Saavedra se presentó el día 11 en Grandas de Salime y, ante la noticia de que había salido una fuerza de Oviedo, los carlistas regresaron a Galicia, pero volvieron a Asturias el 19, operando contra ellos una columna que, combinada con destacamentos allí apostados, le obligó a entrar en el territorio de Oscós (Oviedo).
El 27 de julio, Faes se presentó con su pequeña partida en Infiesto y comenzó una activa preparación. A comienzos de agosto, surgieron de nuevo las partidas de Rosas, Santa Clara y el Gordito, la primera hacia el puerto de Tarna, la segunda en el partido judicial de Oviedo y la tercera no lejos del puerto de Pajares. Para facilitar este alzamiento, Núñez Saavedra se acercó a los límites que separan la provincia de Lugo de la de Asturias.
El procedimiento que emplearon los republicanos era el de estrechar unas partidas contra Galicia y otras contra León, pero los carlistas, conocedores de las ásperas montañas asturianas, pasaban y repasaban el límite. Esto no impedía que de vez en cuando hubiese combate como el de Rañeces (Oviedo) por la partida de Santa Clara, y el 8 de agosto por Rosas en los campos de Ortigosa (Oviedo) con una columna a la que ofreció tenaz resistencia. Otra partida tuvo un encuentro en Collado del Pozo (Oviedo) con los guardias civiles. El día 16, Santa Clara intentó sorprender Cangas de Tineo, donde el vecindario y los voluntarios, después de fuerte lucha, le rechazaron.
La activa persecución de que fueron objeto los carlistas hizo que las partidas de Faes y Santa Clara tuvieran que desaparecer momentáneamente. La mandada por el Gordito entró en la provincia de León, de donde regresó para volver otra vez el 22 de agosto a dicha provincia por el puerto de Cubillas. Rosas tampoco daba muestras de actividad, pero, en cambio, existía gran cantidad de pequeñas partidas, que era el producto de la diseminación de las partidas mayores. Una de ellas, la mandada por Monzón, que murió en un tiroteo con los carabineros de Labiana.
A finales de noviembre volvieron a aparecer las partidas de Rosas, Vallés y Santa Clara, y otras de guerrilleros menos conocidos como Manolín, alarmando el país y llevando la intranquilidad a la ciudad de Oviedo. Estas partidas entraron en Pola de Lena, Nieves, Pola de Siero, Infiesto, Pola de Labiana y algún otro, quemando el Registro Civil y exigiendo la contribución.
Rosas trató entonces de pasar a la provincia de León para recaudar fondos, pero para ello quiso que se le unieran otras partidas. El 24 de noviembre, intentaron atravesar el puerto de Piedrahita; pero ante la presencia de los guardias civiles procedentes de Cármenes, junto con los voluntarios de Pola de Gordón, fue alcanzado el día 26 en la Peña de la Hoz, en la cuenca del río Aller, y aunque tuvo algunas pérdidas las fuerzas de Rosas, fue batida la columna republicana, que dejó 12 prisioneros en poder de los carlistas.
Esta victoria, que desalentaba los pequeños destacamentos, pero entusiasmaba a los carlistas, fue causa del incremento de las partidas, y particularmente la de Rosas, quien entraba en los pueblos en busca de recursos, ocupaba los puertos del paso a León y se dedicaba a interceptar los convoyes de armas procedentes de la fábrica de Trubia. El día 4 de diciembre hubo una acción en el Ayuntamiento de Labiana, y el día 15 Valdés luchaba en Ribadesella, en cuya acción quedaba herido el jefe carlista. A finales de año, Rosas estaba en el concejo de Quirós, Valdés en el partido de Cangas de Tineo y las demás partidas por los territorios de Aller y Labiana. Como de costumbre, los gallegos entraban en el partido de Grandas de Salime.
Operaciones en Galicia en 1873
Al comenzar el mes de enero, se temía un alzamiento en la provincia de Orense, pues muchos alcaldes denunciaban la actividad carlista, diciendo que el general Sabariegos había estado en la ermita de los Milagros para concertar el levantamiento de Galicia. Pero nada ocurrió, aunque la autoridad gubernamental tomó grandes precauciones. Proclamada la República, los trabajos de conspiración se incrementaron. El comandante general carlista de la provincia de Lugo, Ramón R. Varcarcel, publicó sendas alocuciones dirigidas a los paisanos y al Ejército.
En Los Nogales (Lugo), se trataba de dar una sorpresa, siendo su principal objetivo el juez de paz Manuel Núñez Sáavedra, y por la frontera de Portugal, se esperaba que entrarían armas. El 24 de febrero comenzó el alzamiento en la provincia de Lugo, organizando una partida. Núñez Saavedra en el partido judicial de Sarriá; otra mandada por Francisco Fernández Cordero se levantaba en armas en Manán (Lugo), reuniéndose a la partida de Núñez Saavedra en Puebla San Julián (Lugo), cortaron el telégrafo entre Sarria y Monforte, y entraron en Becerreá, donde se incautaron de los fondos del Estado y cobran contribuciones.
Otra partida se levantó en armas entre Guntin y Palas de Rey, mientras que una cuarta, mandada por Féijo de Prado, hacía lo mismo entre Monterroso y Taboada. Inmediatamente, salieron contra estas partidas fuerzas del ejército y de la guardia civil. Los carlistas entraban en los pueblos cobrando contribuciones y apoderándose de fondos públicos e invariablemente, quemando el Registro Civil. La partida de Feijo de Prado fue alcanzada el 3 de marzo en las alturas de Gurmean, siendo batida y dispersada, cayendo prisionero el jefe de la misma. Con ella desaparecía otra que se le acababa de agregar. En ese mismo día 3, Núñez Saavedra sostenía un combate en los altos de Pando al Turco (Lugo), aunque se le ocasionaron algunas bajas.
La partida que se había formado entre Guntín y Palas del Rey y que iba mandada por el alcalde de Guntín, Jerónimo López, entró en Aireje (Lugo), donde recogió las contribuciones, lo que repitió pocos días después en Guimarey. En la provincia de Pontevedra se levantó una partida en Camba, que marchó a la provincia de Orensa para unirse a la partida de Feijo de Prado, pero cuando llegó, esta ya estaba disuelta. El 5 de marzo, se levantó cerca de Orense una partida mandada por Ortega, pero perseguida por una columna que salió de Puebla de Trives, y por otras que se combinaron con la misma, no pudo mantenerse en campaña y se internó en Portugal.
Había sido nombrado comandante general carlista en Galicia el general Vicente Sabariegos, que había participado en las dos guerras carlistas anteriores. Entró en la provincia de Orense procedente de Portugal, habiéndosele reunido la pequeña partida de Ortega. En la Sierra de San Mamed se enfrentó con guardias civiles, entablándose un fuerte combate, muriendo entre los carlistas el propio Ortega, de las heridas que recibió en la lucha y que fue hecho prisionero. Sabariegos consideró que no podía continuar en Galicia hasta poder organizar su fuerza, pero tampoco podía permanecer en Portugal, por lo que desde la frontera prosiguió su labor.
En la provincia de Lugo el alzamiento iba tomando proporciones, ya que entre el 4 y el 10 de marzo se había presentado una partida en el valle de Montouto de Cornas, en el partido de Fonsagrada, y otra en Bacurin. Existían, además, la que quedaba en la antigua de Feijo de Prado y las que maridaban Ostendi, Ramón Vega y Pedro Camero. Otras pequeñas partidas las llevaban el Estudiante de Rodil y los curas de Séijas y Baos. La mandada por Fernández Cordero entró en Navia de Suarna, apoderándose de los fondos públicos. Inmediatamente, los republicanos dispusieron que salieran fuerzas contra los carlistas. Así hubo un combate el 12 de marzo entre la partida mandada por Ostendi y la columna de infantería del capitán Sánchez Conejero, en Villamor (Lugo), mientras que Fernández Cordero sostenía un combate en Castelo (Lugo) contra un destacamento de carabineros. Núñez Saavedra estuvo el 14 en Santalla, donde fue atacado por una fuerza republicana mandada por el teniente López Izquierdo.
Poco después, la misma partida de Núñez Saavedra tenía un encuentro en Seijón contra la columna del capitán Carballido. El Gobierno de Madrid, con el propósito de dominar la insurrección, dio un indulto el 20 de marzo que repercutió en las partidas, ya que muchos se acogieron al mismo. El día 30 de marzo, Francisco Cárballo, que tenía el propósito de levantarse en armas el 1 de marzo y cuya concentración no pudo realizarse por la intervención de una columna mandada por el capitán Martínez, logró formar una partida compuesta de 15 hombres, que reunió en una casa deshabitada de los montes del Retorno; pero con tan mala fortuna, que aquella misma noche fue copada por el capitán Martínez.
El día 1 de abril, se presentó en el término de Láncara (Lugo) una partida mandada por José Rodríguez, contra la cual salió una columna mandada por el comandante de la guardia civil Alvizúa, quien, en la noche del 6 al 7, la cercó en casa del párroco del pueblo de San Pedro de Lángara, copando la partida. Otra procedente de Asturias entró en la provincia de Lugo, pero se vio obligada a regresar a su procedencia. En el pueblo de Nogueira (Lugo) fueron capturados, después de resistencia, los oficiales carlistas Manuel Pardo y Dionisio Bledos, que pretendían organizar una fuerza para lanzarse al campo. Núñez Saavedra, después de la acción de Seijón, tuvo que dispersar a su gente, pero la volvió a reunir el 25 de abril, aunque de nuevo se vio obligado a diseminar sus hombres.
Así entró el mes de mayo. El día 5, el general Sabariegos se presentó en Ginzo de Limia (Orense), al frente de 60 hombres, quemó el Registro Civil, atacó el puesto de la guardia civil y siguió luego por el valle de Laza a la sierra de San Mamed, donde aumentó su fuerza y pretendió pasar a la provincia de Lugo. Pero los republicanos guardaban los pasos de los ríos Sil y Miño, sin conseguir su propósito, porque en Torneiros se lo impedía con fuerzas de infantería, y luego el día 12 de mayo, en el puente de Barrozos, fue desalojado por una columna de carabineros, viéndose obligado a retroceder, y repasar de nuevo la frontera de Portugal.
La orden dada por el Gobierno de proceder a la tasación de las alhajas de las iglesias provocó efervescencia entre los carlistas del partido judicial de Ginzo de Limia. Se amotinaron los pueblos de Boado, Sarreaus, Villa del Rey y otros, presentándose al anochecer del día 12 de julio en los montes inmediatos a la villa de Ginzo de Limia, reuniéndose más de 2.000, dispuestos a caer sobre la población. Salieron fuerzas de infantería y carabineros, y después de algún tiroteo, se retiraron. Pero aumentando con nuevos voluntarios, llegaron a ser unos 3.000, entraron en Bande (Orense), incautándose de los fondos públicos, quemaron el Registro Civil y se retiraron después al monte.
El gobernador militar de la provincia, coronel Ramón Erlé, salió de Orense con fuerzas de infantería, francos de Orense, carabineros y caballería. Llegó a Ginzo de Limia y allí supo que los carlistas pretendían invadir otra vez Bande. Inmediatamente, salió para alcanzarlos, y al darse cuenta de que los pueblos y aldeas de tránsito habían sido abandonados por los hombres, le confirmó en su propósito de alojarse en Bande. Al comenzar la tarde, las avanzadas carlistas ocuparon los montes de Soidos y su prolongación hasta las salidas de Villar de Rivero, organizándose para animar la población. A las tres de la tarde el coronel Erlé quiso avanzar sus fuerzas por el monte de Soidos, y cuando estaba ya más empeñada la acción, cargó la caballería republicana y los carlistas se retiraron diseminándose.
En este mismo mes de mayo volvió a reaparecer la partida de Núñez Saavedra, y siguió en campaña la mandada por Ostendi, ambas en la provincia de Lugo. Núñez Saavedra tuvo un combate desafortunado el 2 de junio. El día 9, Ostendi se presentó a las puertas de Monforte con ánimo de entrar en la población, pero la resistencia de los voluntarios permitió que llegaran cuatro columnas, retirándose la fuerza carlista.
Otra vez Núñez Saavedra combatió el 9 de julio en la venta de Fumbiadoira, al sur de Fonsagrada, y aunque los republicanos dijeron que le habían derrotado, lo cierto es que, el día 13, Núñez Saavedra entraba en Fonsagrada, incautándose de los fondos de la misma, y de allí se encaminó a Castropol (Asturias), regresando el 19 a las montañas de Boal. Por su parte, Ostendi también señaló su actividad a mediados del mes de junio, así como otra partida que mandaba Friol.
Así pasó también agosto, hasta que Núñez Saavedra, que había pasado a Asturias, entró en la provincia de León hasta que regresó a la de Lugo en el mes de septiembre. El día 3, se presentó en Calvos de Randín (Orense) una partida mandada por Rodríguez, entrando en la población e incautándose de los fondos y, poco a poco, se fueron señalando pequeñas partidas de muy escasa importancia. El 26 de septiembre, una partida mandada por Osorio se hallaba en Logares (Lugo) y contra ella se dirigió la columna del capitán Sánchez Conejero. Hubo un fuerte choque, que si bien hizo perder algunos prisioneros a Osario, no impidió que este reorganizara sus fuerzas y que el 11 de octubre, cerca del río Rodil (Orense), tuvieran un encuentro con la columna del capitán Millán.
El 19 de noviembre, entró en el distrito municipal de Rivas de Sil (Lugo) una partida mandada por Esteban Rodríguez, quien aprisionó al recaudador de contribuciones, incautándose de la existencia de las rentas estancadas en Quiroga. Contra ella marchó una columna salida de Monforte. El 29 de noviembre, se señaló la presencia de una partida carlista en San Román (La Coruña). La partida de Esteban Rodríguez se batió todavía el 8 de diciembre en el partido de Monforte, y en el final del año 1873 ninguna de las fuerzas que estaban en armas se las consideraba de importancia.