¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
Inicio de la insurección
Desde comienzos de año, Castilla la Nueva, que no formó una unidad militar para los carlistas, señala un comienzo de insurrección general que, sin embargo, había de tardar mucho en tomar fuerza. En el mes de enero, aparece en el monte de Alamin, cerca de Santa Cruz del Retamar (Toledo), una partida de 50 hombres armados y montados, pero habiendo salido fuerzas en su seguimiento, se internaron en los montes. Por otra parte, en los montes de Moratella se presentaron algunas partidas de hombres armados, contra las que también salieron fuerzas en su persecución, y una de ellas libró un encuentro en el cerro del Mayoral (Ciudad Real), quedando presos 23 individuos de la partida. En Argamasilla de Alba (Ciudad Real), un tren correo que se dirigía a Andalucía fue detenido, y los que formaban la partida lo reconocieron para apoderarse de las armas que pudieran llevar los viajeros. La estación de Castillejos (Toledo) fue atacada por una partida, con el fin de apoderarse de un convoy de pólvora que iba a Toledo custodiado por un pequeño destacamento.
El brigadier Crisanto Gámez mandaba una partida que, el 14 de enero, libró combate en la masía de Cervera, en el término de Aldea de Rey (Ciudad Real), muriendo en esta acción el Tcol Calero, quien pocos días antes, al frente de una veintena de hombres, había entrado en Luciana (Ciudad Real). La misma fuerza mandada por el brigadier Gómez volvió a encontrarse con la columna del capitán Cuadrado, que era la que había librado la acción anterior, en las inmediaciones de Calzada de Calatrava (Ciudad Real). El día 28 de enero, en Abenójar (Ciudad Real), otra partida carlista sostuvo un combate con la fuerza de caballería mandada por el comandante Makenna.
Habiendo sido nombrado comandante general de Toledo el coronel don José Castell, este circuló una proclama llamando a los habitantes de Toledo a que empuñaran las armas. Pronto apareció al frente de una partida entre Navahermosa y Menasalvas, y habiendo salido en su contra fuerzas de caballería mandadas por el capitán Melgizo, hubo un combate en el cerro de Valdesimón, inmediato a Los Yébenes (Toledo). El día 6 de febrero, se presentó en el olivar de la Hinojosa, término de Barajas (Madrid), una partida de unos 13 hombres, regresando hacia la capital, por cuanto no se pudo hallar mella de su paso ulterior.
Se habían hecho trabajos de conspiración en Alcalá de Henares (Madrid) para sublevar a la tropa, pero no habiendo tenido resultados, un grupo de 10 cabos y soldados del regimiento de Calatrava desertaron, marchando a la provincia de Toledo para unirse a los carlistas. El día 10 de febrero, las fuerzas mandadas por Castell entraban en Retuerta, y luego pasaban a Navas de Estena (Ciudad Real). El día 11, una partida de 30 hombres mandada por Félix Alonso y Manuel Briones entró en Anchuras (Ciudad Real), pagando cuanto se llevaron de la misma. El comandante general de Guadalajara, Madrazo, entró en Milmarcos (Guadalajara) el 10 de febrero, reuniéndosele una partida mandada por Floría. El 21, se señala una partida de 40 hombres concentrada en Horche (Guadalajara), que marchó a Vallermoso de Tajuña, donde entró, apoderándose de los fusiles de los voluntarios de la República de aquella población.
Entre Alustante y Malina estaba una partida de 150 hombres, mandada por el coronel Arciniega, quien, después, fallecería en la gloriosa acción de Eraúl. En las cercanías de Mondéjar también se señalaba la presencia de fuerzas carlistas. El 24 de febrero, el brigadier Crisanto Gómez, al frente de una pequeña partida de 12 hombres, entraba en Fernán Caballero (Ciudad Real), y el 26 se presentaba en Villanueva del Pardillo (Madrid) otra partida, que recorrió la vía férrea por Las Rozas y El Escorial, donde destruyó el material móvil de la Compañía y los aparatos telegráficos, pasando luego por Zarzalejos (Madrid) a la provincia de Ávila. Contra los ferrocarriles debían extremarse las hostilidades, pues eran el medio que tenía el Gobierno para movilizar las fuerzas y trasladarlas rápidamente. Así ocurrió que, habiendo sido detenido un tren y causándose desperfectos entre las estaciones de Socuéllamos y Río Franca (Ciudad Real), salieron fuerzas del ejército de Toledo para vigilar el trazado de la línea férrea.
El 2 de marzo, en las Ventas del Espíritu Santo, inmediatas a Madrid, se formó una partida mandada por Isidoro del Castillo, y una vez organizados, marcharon campo a través, para pasar el río Jarama, el 3, por el puente de Arganda, siguiendo luego por Campo Real (Madrid) a la provincia de Guadalajara, cruzando el río Tajo por la barca de Maquillón (Guadalajara), y entrando por fin en la provincia de Cuenca. Contra esta partida habían salido fuerzas de Madrid y dos columnas de Alcalá de Henares. El día 2 de marzo, el coronel Arciniega estaba en Alblanque (Guadalajara), y como se aproximaba la columna del comandante Planchuelo, salió del pueblo, aunque 15 de la partida regresaron inmediatamente, entregando sus armas al alcalde. Esta fuerza quedó diseminada el 7, presentándose algunos a los republicanos y reuniéndose los más a las partidas aragonesas. El coronel Madrazo también volvió a Aragón, aunque dejó una pequeña partida de 30 hombres mandados por Martínez en la provincia de Guadalajara para que continuara la recluta.
En la provincia de Toledo se señala la reaparición de la partida mandada por Alonso y Briones, el 3 de marzo, entre Nambroca y Chueca, las que se internaron en los montes, desde donde hacían incursiones a los pueblos. A su amparo se formaba otra partida en Miguel Esteban (Toledo), compuesta de unos 50 jinetes y otra de menor importancia que detuvo un tren cerca de la estación de Quero (Toledo).
El día 5 de marzo, en el lugar llamado Fuente del Pisar, cerca de Carabaña (Madrid), la columna del comandante Francisco Jiménez, que se había unido a la del comandante Manuel Díaz Mora, copó una partida que se acababa de formar y que se dirigía a la provincia de Cuenca.
La partida formada en Madrid por Isidoro del Castillo, quien al llegar a la provincia de Cuenca se dio a conocer con una alocución como comandante general de la misma, libró combate el día 6 en Buendía contra las columnas de Jiménez y de Díaz Mora, resultando la partida de Castillo completamente destrozada, ya que entre los prisioneros figuraba el propio jefe de la partida, así como el segundo jefe, Ildefonso Afonso González, este tan gravemente herido que murió en Madrid a los pocos días. Los pocos carlistas que habían escapado a la acción de Buendía se refugiaron en los pinares de Villar del Maestre y Villarejos de la Peñuela, ambos en la provincia de Cuenca, formando una partida mandada por Bonifacio Lázaro y compuesta de unos 30 hombres, con el fin de proseguir el plan de alzamiento general Castillo.
Sin embargo, las autoridades republicanas conocieron los hilos de la trama y practicaron detenciones que hicieron fracasar tales propósitos. Ha de decirse que el país estaba propicio a ello, pues se han de registrar en este año incidentes en muchos pueblos provocados por el entusiasmo de los carlistas. En Montalvo (Cuenca) fueron procesados Crisóstomo Priego, Eladio Plaza y otros por haber provocado desórdenes en una romería dando vivas a los carlistas. También en Belmonte (Cuenca) fueron presos y procesados Francisco y José Poveda y Carranza por desacato a las autoridades y haber dado vivas a Carlos VII. En Garcinarro (Cuenca) fue preso y procesado Pedro Gumiel Martínez por haber proferido expresiones subversivas en favor de los carlistas.
Mayor importancia tuvieron los incidentes de Huete (Cuenca), donde Francisco Plaza, Abdón Villarreal y Bruno Bricio no solo dieron gritos subversivos, sino que provocaron desórdenes en que se hicieron varios disparos de arma de fuego. En estos mismos sucesos intervinieron y fueron procesados Melitón Torres y Pedro Elvira. También hubo alteración del orden público en Torrejoncillo del Rey (Cuenca), donde dieron vivas a Carlos VII, abajo la República, mueran los liberales, y contra el republicano Ventura León y su mujer María Juana, que debían ser los caciques del pueblo. También en Saceda del Río (Cuenca) ocurrieron diversos incidentes, por lo que hubo varios procesados.
El 10 de marzo, fue capturado el guerrillero Joaquín Besabé con 11 hombres de su partida, por la guardia civil en las proximidades de Villar de Maestre; había contribuido al fracaso de los planes de Lázaro. El día 12, fue sorprendido en el cerro de los Gigantes, término de Fernán Caballero (Ciudad Real), el brigadier Crisanto Gómez, siendo batido por la columna mandada por el capitán Jimeno, compuesta de caballería y guardias civiles. El día 18, cerca de Retuerta (Ciudad Real), fue hecho prisionero Briones y otros de su partida, cuando regresaban del pueblo a donde habían ido para cobrar contribuciones.
El 19 de marzo, la partida mandada por Félix Alonso, conocido por Mulita, tuvo un combate en el monte del Lagar, entre el caserío del Molinillo y Marjaliza (Toledo), pero la columna republicana de Jimeno tuvo que retirarse sin poder conseguir el abandono de las posiciones de los carlistas. El día 22 la misma fuerza de Félix Alonso luchó en los riscos de Pedrizablanca, en el término de Los Yébenes (Toledo), con la columna del capitán Rivera, resultando herido el jefe carlista.
Con un combate librado, en Peña Blanca, término de Fernán Caballero (Ciudad Real), el 4 de abril, se batió el brigadier Crisanto Gómez. En el puerto de Alberquillos combatió la partida mandada por Hervás, más conocido por el Feo de Cariño, el día 6, y el 8, en las cercanías de Valdepeñas (Ciudad Real), la partida mandada por Jesús Trujillo, conocido por Jesús de la Calzada. En el día 10, se señalan unos grupos carlistas que recorrieron varios pueblos de la provincia de Madrid, en los límites de la de Segovia, pero fueron dispersados y hechos prisioneros por los guardias civiles procedentes de Segovia.
El 17 de abril, se formó en Parla (Madrid) una partida de 60 hombres a las órdenes de Parrondo, que marchó rápidamente a la provincia de Toledo. En su mayoría estaba compuesta por soldados desertores de la guarnición de Madrid. Entraron en Illescas (Toledo) y otros pueblos, donde se incautaron de fondos, requisaron caballos y tomaron raciones. Contra esta partida salieron varias columnas, mientras que Parrondo cruzaba el río Tajo con una barca, el 19. Otra partida entonces se había levantado mandada por el brigadier Merendón, que tuvo un encuentro con la columna del capitán Melguizo cerca de Marjaliza (Toledo). Por otra parte, en una altura en la sierra de Bréceo, cerca de Abenójar (Ciudad Real), la columna del capitán Jimeno luchaba con las fuerzas carlistas mandadas por Hervás.
El 14 de mayo, se señaló la presencia de una partida carlista en Mejorada del Campo (Madrid), pero al parecer tuvo vida corta. El día 20, se presentó otra en los montes de Consuegra (Toledo), compuesta de unos 30 voluntarios, que estuvo por alguno de los pueblos inmediatos. Se dividió esta partida en dos grupos, uno que tuvo un tiroteo en la sierra de Calderina, y el otro también luchó en la sierra de Reaga. El 28 de mayo, una partida entró en Boadilla del Monte (Madrid), que abandonó al aproximarse los guardias civiles. El día 30, una partida detuvo el tren correo de Andalucía, cerca de la estación de Villacañas (Toledo).
El 22 de junio, una fuerza carlista había sido dispersada por el capitán de caballería Roldán en los Montes de Toledo. Las fuerzas mandadas por Carmelo Hervás entraron en los pueblos de Luciana y Picón, ambos en la provincia de Ciudad Real. En el primero también entraron las fuerzas de Ramón Muñoz, quemando el Registro Civil.
La actividad carlista se incrementó en el mes de julio. En el día 3, una partida de 10 hombres mandada por Pedro Cepeda entró en Luciana, y dos días después, el 5, el mismo jefe entraba en Zaceruela (Ciudad Real). El 17, la partida mandada por Bruno Padilla entraba en Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), tomando raciones que fueron pagadas religiosamente. Merendón estaba entonces en las cercanías de Marjaliza, y entrando el 17 en el pueblo, sorprendió a un oficial y 11 guardias civiles que se hallaban alojados en el mismo, siendo hechos prisioneros, y después de invitarles para que se unieran a sus fuerzas, en vista de la negativa, fueron puestos en libertad, aunque quedando las armas y municiones en poder de los carlistas. Al saberse esta noticia, la columna del capitán García Kaggen salió contra Mereridón, librándose un combate el 18 en la casa del Carrillo, cerca de Marjaliza. Merendón se retiró a los Montes de Toledo, y el 19, en la roca del Salvador, en el valle del Hontañón, tuvo otro encuentro con la columna del Tcol Pastor.
Había sido nombrado comandante general de La Mancha Regino Merjeliza de Vera, quien formó una partida de unos 100 hombres, invitando a los carlistas a un levantamiento general. El 22 de junio tuvo su primer encuentro Mergeliza contra la columna del comandante Francés. En este mismo día una partida entraba en Luciana (Ciudad Real). El 24 de junio, la partida mandada por Ramon Muñoz, conocido por Riesgo, entró en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real). También se señala en esta fecha la entrada en Alcobas (Ciudad Real) de una partida mandada por Carmelo Hervás, compuesta de 15 hombres, y, pocos días después, hizo lo mismo la de Ramón Muñoz en el pueblo de Acobas (Ciudad Real). En la provincia de Cuenca apareció una partida mandada por Luna en Tendilla, el 6 de julio, pero después de un combate librado el día 7 en Valfermoso de Tajuña (Guadalajara), fue copada por la fuerza mandada por el capitán Robles de la guardia civil.
No dejó de haber actividad en el mes de julio, pues el día 9, Carmelo Hervás entró en Picón (Ciudad Real) y Antonio Merendón hizo lo mismo en la aldea de Los Cortijos (Ciudad Real), donde mandó fusilar a tres criminales que se habían agregado a su partida. El 17 de julio, una partida carlista formada por la unión de las mandadas por Muñoz, Padilla y Hervás entró en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). El 18, otra mandada por Pedro Díaz hacía lo mismo en Saceruela (Ciudad Real), y por fin la del brigadier Mergeliza, llevando consigo 50 caballos y 8 infantes, entraba en el pueblo de Malagón (Ciudad Real), el 27 de este mes. Por estas fechas tomó el mando de la comandancia general de Guadalajara y Cuenca el brigadier Villalaín.
En el mes de agosto la insurrección cobró fuerza. El hecho más espectacular fue la entrada en Aranjuez (Madrid) por la fuerza mandada por Castell. Aprovechándose de la oscuridad de la noche, se apoderó de la estación de ferrocarril y de los principales puntos importantes de la población. Mientras tanto, un pequeño grupo que había quedado en la vía férrea preparaba un tren para facilitar la salida de Castell. Se apoderaron de los fondos de la administración subalterna de rentas, así como de la Compañía del ferrocarril, y tras un tiroteo con los voluntarios de la República, montaron en el tren, descendiendo del mismo en la estación de Algodor, dirigiéndose a los montes.
Al día siguiente, 3 de agosto, la columna mandada por Rodríguez Mangas encontró a la fuerza de Castell en Chueca, librándose un fuerte combate. El 8 de agosto por la noche entraba en Pozuelo (Ciudad Real) una fuerza de 30 infantes y 15 caballos mandada por el brigadier Joaquín Tercero y por Severiano Nuño, más conocido por el Calderero. El día 10, entraba en Luciana (Ciudad Real) el brigadier Crisanto Gómez. El 12 el brigadier Tercero estaba en Porzuna junto con Regino Mergeliza (166) y Merendón, marchando el 13 a Piedrabuena, cobrando las contribuciones, y así siguieron por varios pueblos. En Picón (Ciudad Real) entró Crisanto Gómez, donde hizo quemar el Registro Civil y tomó raciones que pagó. El 14, entró en Poriuna la partida mandada por Crisanto Gómez, y ese mismo día habían estado en Villa de Don Rodrigo las fuerzas de los brigadieres Merjeliza y Merendón.
El 17 de agosto, en las Majadas Altas, entre Villarta de los Montes y Navalpino, la fuerza del brigadier Merjeliza se encontró con la columna del comandante Castaño, compuesta de lanceros del RC-3 de España e infantes del RI-9 de Soria. El combate fue muy empeñado, pero fueron derrotados los republicanos, que dejaron 5 muertos en el campo y 3 prisioneros, entre los que estaba el comandante del RI-9 de Soria Rómulo Raro. Los republicanos con dificultades pudieron abrirse paso hasta Villarta de los Montes.
El día 18, el brigadier Villalaín entró en Valsalobre (Cuenca), cobrando la contribución y marchándose el 19 para Zaorejas (Guadalajara). Merendón se dirigió a Los Yébenes (Toledo), donde dio libertad a los prisioneros hechos en la acción de Majada Alta. El 25, estando en las cercanías de Malagón, supo el brigadier Merendón que se aproximaban las fuerzas de la columna del Tcol Jiménez, luchándose con diversa fortuna en el cerro de los Enjambreros, y muy especialmente en el Alto del Moro, hasta que la intervención de la caballería republicana obligó a los carlistas a replegarse.
El 28 todavía se señala un pequeño combate en la provincia de Toledo, aunque de escasa importancia. Merendán, al frente de unos 140 hombres, entró en Alcobas el 27 de agosto, y el 28 estuvo en Caracuel de Calatrava, siguiendo a Pozuelo de Calatrava, donde entró el 29 al frente de los 150 hombres. Entre las actividades de este mes, no debemos olvidar la entrada de los carlistas en Menasalbas (Toledo), donde ocuparon los fondos municipales. En Abenójar (Ciudad Real), Muñoz tuvo un combate contra la columna del general Salamero, en la que resultó herido el jefe republicano. En Almodóvar del Campo intentaron entrar los carlistas, pero sin conseguir su objeto, por haber sido rechazados por los republicanos. También es curioso el hecho de que, estando Merjeliza y Merendón en el sitio llamado Peñas Negras, en el término de Malagón, fusilaran los carlistas a dos criminales y sus concubinas.

Acciones del general Sabariegos
El general carlista Vicente Sabariegos, que había participado en las dos guerras anteriores, fue nombrado capitán general de Galicia en 1873, donde no pudo organizar la guerra y en septiembre de ese año fue destinado a su campo de operaciones favorito, la Mancha y Extremadura. En una rápida marcha, Sabariegos llegó a Urda y, aunque rechazado en Almagro, entró fácilmente en Fernán Caballero. El 9 de septiembre el JEM de Sabariegos, Manuel de Arias, al frente de 110 hombres, entraba en Saceruela. El 10 estaba en Luciana la partida de Julián Gallego para racionarse. El 11 era Carmelo Hervás el que lo hacía en Fontanarejo, y el 15 la partida de Bruno Padilla volvía a estar en la Luciana.
Saberiegos entró en el pueblo de Arroba el día 19, y en este mismo día la partida de Ignacio Díaz lo hacía en Fontanarejos, y de allí pasaba a Navaltino, donde entraba el mismo día. El 20 de septiembre, este mismo guerrillero estaba en Horcajo de los Montes. El día 21 las fuerzas mandadas por Ignacio González entraban en Alcolea de Calatrava. El 22, Carmelo Hervás entraba en la villa de Picón, y el 23 Bruno Padilla hacía lo mismo en Alcolea de Calatrava, y, reunidas las fuerzas de Padilla y Hervás, invadían el pueblo de Alcoba el día 25.
El 27 de septiembre, la partida levantada en Infantes y mandada por Julián Sánchez y González, conocido por el Sastrecillo, tuvo un encuentro en el sitio conocido por Montanchuelos, en el término de La Calzada de Calatrava, contra una fuerza compuesta de voluntarios de la República y guardias municipales de Valdepeñas.

La correría de Santés
Castilla la Nueva va a tomar una importancia particular cuando las fuerzas mandadas por el coronel José Santés y Murgui entraban el 5 de septiembre en la provincia de Cuenca, pernoctando en Mira; siguió el siguiente día por Landete, pero el 7 regresaba de nuevo a Mira y Santo Domingo, y después de pasar por Casas de Pedro Izquierdo, entraba de nuevo en la provincia de Valencia el día 8.
Por su parte, el general Marco de Bello hacía una incursión en la provincia de Guadalajara, entrando en Molina de Aragón, donde se habían refugiado los voluntarios de la República de Sigüenza, a los que desarmó.
En el mes de octubre emprendió su expedición Santés, ya que la anterior de septiembre debe considerarse como una simple exploración. El día 9 llegaba a Minglanilla, donde descansó el 10; el 11 estaba ya en Iniesta, y el 12, pasando por Casas de Marisimarro de Abajo y Villagarcía, se adentraba en la provincia. En ese mismo día desarmaba a los voluntarios de la República de Tarazona de la Mancha (Albacete), haciendo 18 prisioneros. Igualmente, desarmaba a los voluntarios de Casasimarro, y seguía por Quintanar del Rey, y pasando por Villanueva de la Jara, se colocaba cerca de Montilla del Palancar, en la que entraba, después de pasar por Peral. El día 14, marchó a Campillo de Altobuey, y el 15 se colocó en Almodóvar del Pinar, de donde partió el 16 en su atrevida marcha para caer sobre Cuenca.
La capital de la provincia no estaba en aquel momento muy guarnecida. Ante la presencia de las fuerzas de Santés, el comandante militar, Pérez Oñate, después de haber hecho una resistencia, ante la imposibilidad de contener a los carlistas, prefirió aceptar la invitación de Santés para capitular, la cual aceptó, resultando que el jefe carlista se hizo con 70 caballos, 400 fusiles y carabinas “Minie”, abundantes municiones y un enorme botín de guerra compuesto de sables, espuelas, monturas, cornetas, tambores, cananas, morrales, mantas y utensilios y demás. Pero si importante era el botín que había conseguido Samtés, más importante era el efecto moral causado en ambos bandos: en el carlista, porque demostraba que podían acometerse empresas como esta, y en el republicano, después del estupor, la comprobación de que aquellas supuestas victorias sobre las partidas constantemente perseguidas según los partes oficiales era una derrota difícil de ocultar.
En ese mismo mes de septiembre, Arias, JEM de Sabariegos, había estado al frente de 100 voluntarios en Arroba (Ciudad Real), que el guerrillero Pedro García, más conocido por “Pedro Romete”, se había presentado en el castillo de la duquesa de Prim, cerca de Retuerta (Ciudad Real), invitando para la entrega de cebada para los caballos y panes para los voluntarios.
Después de la toma de Cuenca, Santés, que sabía que se podía conservar la plaza, salió de la misma, y llegando a Fuentes el 17 de septiembre, siguiendo el 18 por Reillo y Carboneras, y después de pernoctar en Cardenete, el 19 entraba en la provincia de Valencia, pasando por Villora y Mira.
A comienzos del mes de octubre, se vio por las cercanías de Chinchón (Madrid) una partida de un centenar de carlistas, perfectamente equipados, pero pronto se retiraron hacia las provincias de Guadalajara y Cuenca. Es curioso otro hecho en que el brigadier Merendón en esas fechas comunicaba al juez municipal de Malagón (Ciudad Real) para que pasara a recoger el cadáver de Enrique Gómez, que dejaba en el sitio de Casa Vieja, el cual había sido fusilado por el delito de traición.
El día 1 de octubre, el general Sabariegos entró en Lucíana (Ciudad Real), y el día 2, el mismo jefe entraba en Piedrabuena. Habiendo hecho una incursión el brigadier Merendón por la provincia de Córdoba, a su regreso, después de un combate en el valle de Piedra Hule, y habiendo sido herido Merendón en la acción de Torrecampo, se encargó del mando de sus fuerzas Hervás, quien, reuniendo algunas otras fuerzas carlistas, atacó Almadén (Ciudad Real), que tenía una débil guarnición de infantería, pero al que ayudaban los voluntarios de la República, y después de cinco horas de fuego, los carlistas se retiraban hacia Chillón, y de allí siguieron hasta Guadalmés.
En octubre, el brigadier Villalain entró el día 3 de octubre en Atienza (Guadalajara), y de allí pasó el 4 a Condemios de Albajo, siguiendo luego hasta Albendiego, de donde regresó el 5 a Atienza. Después de haber descansado en esa población, siguió Villalaín hasta la sierra de Alto Rey, en el término de Palmaces del Jadraque, donde libró combate contra una sección de húsares procedentes de la provincia de Segovia. Los republicanos ya daban por dispersada la partida, cuando el día 7 entraba en Matillas y el 8 por la madrugada continuaba por Moratilla de Henares a Palazuelos. Villalaín entró en la provincia de Soria, destrozando los aparatos telegráficos de la estación de Medinaceli, pero regresó el 11 a la provincia de Guadalajara, pasando por Luzón, y después siguió en Rata y Ablaque, y el 12 marchó a recorrer los alrededores de Molina de Aragón, combinando sus operaciones con las que hacía el coronel Madrazo.
El 10 de octubre, tenía lugar otro combate en la altura de La Atalaya, en el término de Calzada de Calatrava, entre las fuerzas mandadas por Hervás y una columna procedente de Ciudad Real, durando el reñido combate cerca de tres horas. El día 12, la partida de Ignacio Díaz entraba en Alcoba (Ciudad Real) y este mismo guerrillero estaba en Ancharas (Ciudad Real) el día 15, mientras que en ese mismo día Padilla invadía la villa de Alcolea de Calatrava.
El 20 de octubre, el general Sabariegos entraba en Puente del Fresno (Ciudad Real), donde se apoderaba del dinero, enseres y útiles de la Administración militar republicana y quemaba el Registro Civil. Saberiegos pasaba luego a Ballesteros, en donde entraba el 23 de octubre. El 24, al frente de cerca de 350 hombres, entraba de nuevo en Piedrabuena, y el 28 se le ve invadir la villa de Alcoba.
Otros hechos de este mismo mes de octubre fueron el paso de una partida el día 8 por el término de Consuegra, seguida de otra de unos 35 hombres por Marjaliza el día 10. Entre otras poblaciones que fueron invadidas por los carlistas están Torralba (Ciudad Real) por las fuerzas de Sabariegos, San Carlos del Valle (Ciudad Real), que lo fue por una fuerza de 270 caballos y 20 infantes mandados por Sabariegos, Infantes, Hervás, Arias, el conde de la Cortina de La Mancha, al que acompañaban sus hijos y sobrinos. Arias, por su parte, estuvo con una fuerza carlista destacada de Sabariegos en Las Labores (Ciudad Real). Retuerta (Ciudad Real) fue invadida por Ignacio Díaz al frente de su partida, así como Alcoba por la de Padilla y Fontanarejo por Sabariegos.
El 5 de noviembre, una partida mandada por Rico entra en Bienvenida (Ciudad Real), y el día 10, procedente de la provincia de Cáceres, se presentaba una partida nueva en la provincia de Toledo, siguiendo de esta a la de Ciudad Real. La mandada por Joaquín Aznar recorría el partido de Villanueva de los Infantes.
Sabariegos había muerto en la acción de Retamosa, por lo que sus fuerzas fueron llevadas a la provincia de Ciudad Real por el brigadier Infante, y por Belvis de la Jara y Alcaudete de la Jara, ambos en la provincia. de Toledo, llegaron a Navahermosa (Toledo), donde tuvieron un combate contra la columna de Pastor, retirándose los carlistas hacia San Pablo. Infante se dirigía a la provincia de Ciudad Real, entrando en Piedrabuena, donde se apoderó de los fondos de la Hacienda pública y gran cantidad de tabaco. La entrada de Infante fue el día 14, y llevaba con él 300 caballos, lo que demuestra la falsedad del parte de Pastor cuando suponía dispersada en cinco grupos la fuerza carlista que pretendía haber deshecho en Navahermosa.
Joaquín Aznar, que había estado recorriendo el partido judicial de Villanueva de los Infantes, llegó el 30 de noviembre a Minaya (Ciudad Real), y de allí pasó al frente de 300 hombres a Casasimarro (Cuenca) y Picazo (Cuenca), en donde cobró los impuestos. Aznar marchó entonces a reunirse con las fuerzas del coronel Santés. El 15 de noviembre, entró en la Aldea de San Benito (Ciudad Real) la partida mandada por Juan de la Mata García, y el mismo día el brigadier Infante con 300 hombres estaba en Alcoba.
El 15 de noviembre, Santés entraba de nuevo en la provincia de Cuenca, y sus destacamentos invadían Minglanilla, Enguidanos, La Pesquera y Puebla del Salvador, y el 21 reunía todas sus fuerzas en Iniesta, marchando a Motilla del Palancar, en donde entró de nuevo. Después pasó por Olmedilla de Alarcón, Buenache de Alarcón, Hontecillas, Valverde del Júcar para pernoctar en San Lorenzo de la Parrilla. El 24 prosigue por Torrejoncillo del Rey, y pasando luego por Valparaíso de Arriba, entra en Huete. El día 25, marchó por Canalejas, Priego, Villaconejos, Albalate de las Nogueras y Majadas, llegando por fin a Tragacete el 31 de noviembre. En estas marchas, destacamentos suyos estuvieron en Mota del Cuervo (Cuenca) y Quintanar de la Orden (Toledo), y en Carrascosa de Raro (Cuenca), donde se detuvo y se apoderó del correo de Cuenca. Santés no solamente recorrió estos pueblos y otros como Horcajosa de la Torre (Cuenca), sino que también llegó a pisar la provincia de Guadalajara.
Al saber los republicanos que fuerzas destacadas de Santés habían llegado a Albadalejo del Conde (Cuenca), en la capital se aprestaron a defenderse, aunque su guarnición tampoco fuera importante. Pero esta vez el coronel Santés no tenía el propósito de repetir aquel alarde, sino llegar hasta el Tajo, lo que consiguió, llevando sus descubiertas hasta Aranjuez (Madrid). Palomares del Campo vio entrar una sección de caballería destacada de Santés, y a Carrascosa del Campo también llegaron fuerzas expedicionarias. Cuando los carlistas invadieron Horcajo de Santiago (Cuenca), se les incorporaron varios vecinos del pueblo. En Vallarca (Cuenca), un destacamento de 60 hombres procedentes de la fuerza de Santés entró el 25 de noviembre, quemando el Registro Civil. El 26 sería Bonilla (Cuenca) la que vio entrar una pequeña partida de unos 12 hombres procedentes de las fuerzas de Santés. Una partida carlista entró el 26 en Alcázar del Rey (Cuenca). El Ayuntamiento de Belinchón (Cuenca) huyó del pueblo el día 25, cuando supo que se aproximaba la tropa valenciana.
La correría de Santés no era una columna aislada que seguía una única ruta dentro de provincias alejadas de su base. No era solo el núcleo principal, sino las numerosas fuerzas destacadas, algunas de poca importancia, que pasaban por la provincia de Cuenca y el aliento de las pequeñas partidas que se atrevían a entrar en algunos pueblos.
En el mes de noviembre, se produjo la entrada de Pedro García en Horcajo de los Montes (Ciudad Real), al frente de una pequeña partida que tenía 30 hombres, y la entrada en Arroba por la partida mandada por Manuel Delgado. La entrada en Peraleja (Cuenca) el 25 de noviembre de fuerzas de Santés, que quemaron el Registro Civil. En Loranca del Campo (Cuenca) se presentaron destacados de la fuerza de Santés seis hombres, que pidieron raciones para la fuerza expedicionaria a cuenta de la contribución, y habiéndose negado el alcalde, fue preso por los carlistas para presentarlo a su jefe, pero antes de retirarse quemaron el Registro Civil. Palomeras del Campo (Cuenca) fue ocupada por una sección de caballería de la fuerza expedicionaria. El día 5, Rico entraba en Bienvenida. Infante estuvo el 10 en Belvis de la Jara y Alcaudete, librando combate contra Pastor en Navahermosa. El día 26, en Montiel, hubo un combate entre las fuerzas de Infante y la columna del coronel Villas Gutiérrez.
El 1 de diciembre fue a Salinas del Manzano (Cuenca) la fuerza expedicionaria de Santés y allí, después de haber conferenciado con el general Marco de Bello, por Salvacañete y Caltielfabib entró en la provincia de Valencia para descansar de su correría, en Chelva. El día 5, la fuerza mandada por Pedro García invadía el pueblo de Retuerta, mientras que el brigadier Ramón Infante pernoctaba con sus fuerzas en el castillo de la duquesa de Prim. El día 7, entraba por la tarde con una pequeña partida en Picón, el guerrillero Francisco Guerrero. El día 8, era la pequeña partida de Gervasio Fuentes la que entraba en Horcajo de los Montes. El mismo día era Villamayor de Calatrava la que veía entrar las fuerzas mandadas por Ramón Muñoz y Carmelo Hervás.
El 11 de diciembre, era el brigadier Infantes el que entraba en Horcajo de los Montes. También Infante entró en Porzuna en ese mismo mes, así como al frente de 60 caballos lo hizo en Piedrabuena la partida del coronel Díaz de la Cortina. Ignacio Díaz invadió Navas de Estena (Ciudad Real), y Pedro García lo hacía en Horcajo de los Montes. En los últimos días de diciembre el general Marco estuvo en el Señorío de Molina y entró en Torrecuadrada de Molina (Guadalajara).