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Operaciones alrededor de Burgos (4-14 de junio de 1813)
El 3 de junio, Wellington había detenido a la infantería de Graham en Toro, con el fin de permitir que toda la columna de Hill cruzara el puente y los vados, y completar el cruce de su fuerza. Solo la caballería continuó avanzando el 3 de junio, pero no encontraron signos de resistencia, solo patrullas de caballería que se retiraban con cautela. En la tarde de ese día, los informes de caballería, a lo largo del frente, mostraban que el enemigo estaba retirándose en todos los caminos, y parecía seguro que no tenía intención de luchar.
Por tanto, se dio orden de avanzar en 3 columnas: Wellington con las DIs 3, 4, 6 y 7; seguido de Hill, por la carretera de Valladolid por La Mota del Marqués; Graham con las DIs 1 y 5, las BRIs portuguesas de Pack y Bradford, por la carretera paralela más al norte, por Villavelid y Villar de Frades, a Medina de Rioseco. Los gallegos siguieron la carretera más al norte por Villalpando y Villafrechós, pero no se acercaron a Medina de Rioseco.
Girón había informado que no tenía reserva de cartuchos, y solo 60 balas por hombre en las bolsas de los soldados. Girón decidió hacer pequeñas reservas de RI, quitando una proporción de los cartuchos de cada hombre y llevándolos en mulas. Durante el resto de la campaña se utilizó el cuerpo de Girón solo para movimientos de flanqueo y retaguardia, nunca en vanguardia, aunque las otras tropas españolas como la DI de Morillo y más tarde la de Longa se utilizaron libremente.
El 4 de junio, Wellington se trasladó con la columna del cuartel general hasta La Mota del Marqués, Hill no había avanzado más allá de Morales de Toro. En La Mota, la información recibida mostró que los franceses estaban en retirada general, la caballería avanzada entró en Valladolid y encontró algunas reservas de municiones sin destruir. Julián Sánchez, explorando hacia el sur, descubrió un considerable almacén de grano en Arévalo, donde había estado el de cuartel general de Gazan.
En vista de la nueva situación, era necesario reformular los movimientos del ejército. No había lucha por el río Hornija, ni por la posesión del Valladolid. El hecho de que los imperiales habían abandonado Valladolid y los pasos inferiores del río Pisuerga, parecería demostrar que tenía la intención de retroceder a Burgos. Dejando solo una pantalla de caballería para presionar la retaguardia francesa, procedió a mover todo su ejército hacia el noroeste por carreteras secundarias, marchando en cuatro columnas paralelas no hacia Burgos; sino al Pisuerga superior al noroeste de esa ciudad, en una gran maniobra para flanquear a los franceses por su ala derecha por un amplio movimiento de envolvente, que no solo obligaría a José y Jourdan a evacuar Burgos, sino que los aislaría del camino real a Bayona y de su principal comunicación con Francia.
Una vez cruzado el río Ebro y acercado a la costa cantábrica, tendría provisiones y municiones esperándolo, transportados por mar. La flota de suministro se había reunido en La Coruña hacía muchas semanas, y se mantendría allí hasta que la conquista del norte de España. La provisión de artillería pesada estaba contemplando como una probabilidad para el asedio de San Sebastián y las demás fortalezas del norte. Había fracasado en Burgos en 1812 por falta de los cañones de 24 libras que Popham se había ofrecido en vano, enviarlos desde Santander.
Mantuvo las 4 columnas que había seguido hasta ese momento:
- Columna izquierda del ejército de Galicia de Girón: Villalpando (4 de junio), Villafrechós (5), Villarramiel (6), Becerril (7), Villoldo (8), Villasarracino (9), Herrera de Pisuerga (10 y 11), Prádanos de Ojeda (12), Aguilar de Campóo (13), Polientes (14), Soncillo (15), Quintanilla de Pienza (16), Villasana de Mena (17), Valmaseda (18), Arseniega (19), y Orduña (20).
- Columna de Graham: Villardefrades (4), Medina de Rioseco (5), Torremormojón (6), Grijota (7), Sancebrián de Campos (8), Osorno (9), Zarzosa de Pisuerga (10), Sotresgudo (11 y 12), La Piedra (13), San Martín de Elines (14), Villarcayo (15), La Cerca (16), San Martín de Lines (17), Barberana (18), Osma (19), y Murguía (20).
- Columna cuartel general: La Mota (4), Castromonte (5), Ampudia (6), Palencia (7), Amusco (8 y 9), Melgar (10), Castrojeriz (11 y 12), Villadiego (13), Masa (14), Puente Arenas (15), Medina de Pomar (16), Quincoces de Yuso (17), Barberana (18), Subijana (19 y 20).
- Columna de Hill: Morales de Toro (4), Torrelobatón (5), Mucientes (6), Dueñas (7), Torquemada (8), Villalaco (9), Pedrosa del Príncipe (10), Barrio de Santa María? (11), Vilviestre de Muño (12), Villarejo? (13), Montorio (14), Villaescusa de Butrón (15), Villalain (16), La cerca (17), Membligo (18), Anaña (19), y Pobes (20).
La pantalla de caballería aliada mantuvo un continuo contactos con la caballería de cobertura imperial a lo largo del río Pisuerga; el 6 de junio pudieron ver a lo lejos las posiciones del ejército del Centro, que el rey José sostenía fuera de Palencia. Frente a Dueñas hubo un intercambio de cartas bajo una bandera de tregua entre Wellington y Gazan, para el intercambio de un oficial británico capturado en Morales de Toro, y ambas partes pensaron que habían obtenido información útil.
El parlamentario británico informó que Dueñas todavía estaba en manos de la infantería francesa, lo que era bueno saberlo. Los franceses, por otro lado, obtuvieron una respuesta a la carta de Gazan a Wellington en cuatro horas, que demostraba que el cuartel general británico debía estar a una distancia muy corta, lo que era una valiosa información.
El Rey había esperado tres días en la posición temporal detrás del Pisuerga, sin ser atacado, aunque los aliados estaban cerca. Tal quietud le hizo sentir incómodo, y por fin adivinó parte de lo que estaba pasando frente a él. Los aliados les estaban envolviendo por el norte.
Por lo tanto, José reanudó apresuradamente su retirada el 7 de junio, y se puso detrás de Torquemada. Había peligro en la espera, no se sabía nada de Clausel, pero había noticias de que la DI-6/P de Lamartiniére, desaparecida del ejército de Portugal, se acercaba a Burgos por el norte. El cuerpo principal asumió el cargo del río Arlanzón, pero Reille con sus 2 DIs en Castrojeríz del río Odra. Jourdan se adelantó para informar sobre la condición de Burgos, donde se habían iniciado importantes obras nuevas en primavera, y elegir buenas posiciones defendibles en sus cercanías. Se esperaba que el ejército británico siguiera la persecución, siguiendo la gran calzada desde Palencia hasta Torquemada.
Wellington empujó por la gran calzada con la columna de Hill con la BRH de Grant, la BRD de Ponsonby y la DIL de Charles Alten, que mantuvieron el contacto con la retaguardia del enemigo. El resto de la columna derecha no había avanzado más allá de Palencia. Pero la columna de Graham estaba girando hacia el noroeste, llegando ese día a Grijota, 8 km al noroeste de Palencia. Los gallegos marchaban en paralelo llegando a Becerril de Campos. Los movimientos del 8 y 9 de junio, fueron revelativos de las intenciones de Wellington. Movió su cuartel general no hacia Torquemada, sino a Amusco por el río Carrión.
Retirada francesa de Burgos
El 9 junio, los franceses tomaron posición en una línea muy corta al norte y al sur de Burgos. Las 2 DIs de Reille estaban detrás del río Hormaza, 16 km al oeste, con la derecha enfrente del pueblo de Hormaza, la izquierda en Estepar, formando una línea de frente. El ejército del Sur estaba en ambas orillas del Arlanzón, 8 km detrás de Reille: el ala derecha detrás del río Urbel, el ala izquierda detrás del río Arcos. El ejército del Centro y los Guardias del Rey estaban en reserva, alojados en el mismo Burgos. Pero las columnas de Wellington se dirigían muy al norte de la posición de Reille.
El gobernador de Burgos informó que, debido a los inmensos convoyes que habían estado pasando a través de Burgos los últimos días, y a la reciente estancia de los considerables cuerpos de tropas en el lugar; que habían agotado sus almacenes y que no podían alimentar a un ejército de 50.000 hombres durante más de unos días. La ciudad todavía estaba atestada de una gran horda de refugiados españoles y franceses, que habían llegado de Madrid, Segovia y Valladolid. Todos incluido el tren privado del Rey, fueron enviados de inmediato hacia Vitoria, escoltada por la DI-6/P de Lamartiniére, que se perdió de nuevo.
No había llegado ninguna noticia ni de Foy ni de Clausel, pero si la DI-4/P de Sarrut del ejército de Portugal se había situado al norte del Ebro, llegaría en poco tiempo. La noticia de que Clauzel era ilocalizable llevó al rey José a tal de excitación que, el 9 de junio envió órdenes perentorias directas a Clauzel para unirse enseguida. Mandó a una columna de 1.500 hombres que escoltaran a su ayudante de campo que sería el encargado de llevar la orden por Santo Domingo de la Calzada y Logroño. De hecho, la orden llegó al general en 6 días, pero llevó más tiempo del que José podía adivinar. Y el Rey llegó a la conclusión de que si eran empujados por Wellington en los siguientes días, abandonaría Burgos y se retiraría detrás del río Ebro.
Pero el 12 de junio, se aplicó la presión. Wellington tenía todas sus fuerzas sobre el río Pisuerga, y sus dos columnas se concentraron entre Castrojeriz y Villadiego. Habiendo reconocido la posición avanzada de Reille en el río Hormaza, y descubrió que sus apoyos estaban muy atrás, resolvió atacarlo de frente y de flanco esa mañana. Solo se emplearon las tropas de Hill, y las DIs de Graham que se detuvieron en una posición desde la que podrían ser llevados a la retaguardia del enemigo, si el Rey reforzaba a Reille; pero no si los franceses no mostraban signos de resistir, el empuje contra el ejército de Portugal, estaría formado por la DI-2, los portugueses de Silveira y los españoles de Morillo, que serían suficientes para desalojar al enemigo.
Mientras desplegaban de frente contra los franceses, la BRH de Grant y la BRD de Ponsonby, apoyadas por la DIL, aparecieron detrás del flanco derecho de Reille. Los franceses cedieron de inmediato, antes de que comenzara la lucha de infantería, y retrocedieron apresuradamente detrás del río Urbel, donde el ejército del Sur ya estaba en línea. Reille luego cruzó el río Arlanzón por el puente de Buniel y tomó posición al sur de Burgos. Las pérdidas francesas fueron pequeñas, la retirada se hizo en buen orden y con gran rapidez, antes de que llegara la infantería británica. La BRH de Grant y la BRD de Ponsonby, se acercaron, pero no entraron en combate.
El resultado, sin embargo, fue determinar que el rey José se retirara de inmediato, y abandonase Burgos, antes de que su ala derecha flanqueada pudiera ser completamente eludida. Esa noche se tomaron medidas desesperadas, todo lo que se pudo poner sobre ruedas fue enviado por la carretera principal hacia el Ebro, la infantería lo siguió, utilizando las carreteras secundarias que estaban disponibles. Al amanecer, solo la retaguardia de caballería cubría Burgos. Se decidió retroceder por la gran carretera del Ebro, y así asegurar la concentración más temprana posible de todos los ejércitos en España.
Antes de irse, los franceses hicieron arreglos para volar el castillo que les había servido tan bien en el octubre anterior, y destruir una gran cantidad de pólvora y municiones que no pudieron transportar. La explosión realizada fue tan chapucera, que muchas casas de la ciudad resultaron destruidas, todas las vidrieras de la catedral volaron y su techo roto en varios lugares, y la lluvia de objetos volantes producidos por la explosión, cayó por todo el barrio circundante, mató a 100 hombres de la DI-3/S de Villatte, que estaban en la Plaza Mayor, y algunos de los dragones de Digeon cuando estaban cruzando el puente. También hubo bajas entre los ciudadanos desafortunados. Cuando el humo se disipó y el fuego se apagó, se encontró que la destrucción de la torre del homenaje y las obras superiores del castillo habían sido completas, pero que la mayor parte del muro exterior estaba en pie.
Wellington cuando se Castrojeríz, a primeras horas de la mañana del 13 de junio, recibió la noticia de que los franceses habían evacuado Burgos y habían volado sus obras. Ni siquiera se dirigió a la ciudad, y solo envió exploradores de caballería para seguir la retirada francesa, pero ordenó la reanudación inmediata de la marcha hacia el oeste con todo el ejército. Su intención era envolver la línea del Ebro, de la misma manera que había hecho en el Duero el 31 de mayo, pasándola tan lejos hacia el oeste que cualquier posición que el enemigo pudiera adoptar sería flanqueada. No solo pretendía envolver la línea del Ebro, sino cortar la comunicación de José con Francia, ya que planeaba tomar Vitoria, muy por detrás del Ebro.
Las cuatro columnas tuvieron los días 13, 14 y 15 de junio marchas muy duras, en tres días consecutivos, por carreteras de montaña donde nunca antes se había visto artillería. El movimiento era practicable a mediados del verano, y las columnas no encontraron oposición, y el país del Alto Ebro había sido descuidado completamente por los franceses, como Wellington había previsto. Una división podría haber detenido todas las columnas en el puente de San Martín. Graham cruzó el río Ebro al mediodía del 14 de junio, y Hill en la mañana del 16 de junio.
Retirada francesa al Ebro
Tras la evacuación de Burgos, el ejército francés se había retirado, a un ritmo bastante pausado, por la carretera principal que lleva por Briviesca y el desfiladero de Pancorbo hasta el valle del Ebro.
La retaguardia había salido de Burgos por la mañana del 13 de junio, y se detuvo gran parte del día en Gamonal, unos pocos km al este de la ciudad, en el lugar donde Napoleón había obtenido una victoria el 10 de noviembre de 1808. Solo fueron perseguidos por los lanceros de Julián Sánchez. El cuartel general el 14 de junio, estaban en Briviesca, y permaneció allí durante 48 horas. El 15 de junio, se trasladó a Pancorbo, una posición impresionante con un fuerte alto en el centro, mientras que la carretera está flanqueada durante varios km por pendientes muy empinadas, donde la defensa era muy fácil con pocos efectivos. Pero no se veía ningún enemigo perseguidor, este hecho comenzó a preocupar al Estado Mayor francés. Una retirada francesa fue descartada, otra opción era que se hubieran dirigido a Santander.
El 16 de junio, el ejército francés descendió del desfiladero de Pancorbo al Ebro, y procedió a distribuirse en la región alrededor de Miranda de Ebro, en acantonamientos que permitían una concentración rápida cuando fuera necesario. Aún no se había oído hablar de Clausel, pero, por otro lado, la DI-6/P de Lamartiere fue recuperada nuevamente, entregando la misión de escoltar los convoyes hacia Vitoria a la DI española de Casapalacios. DI-4/P de Sarrut también llegó de Vizcaya, e informó que había estado últimamente en contacto con Foy, que estaba cazando con éxito a los guerrilleros locales.
Pero ni el propio Foy, ni las tropas del ejército del Norte que habían estado cooperando con él últimamente, estaban cerca. El 19 de junio, cuando llegó el despacho del cuartel general, Foy tenía solo un BI con él en Vergara. Una columna de 1.000 hombres se movía para reforzar la guarnición de Bilbao. Una BRI estaba en Vilafranca escoltando hacia Francia el nutrido cuerpo de prisioneros que había capturado en sus operaciones recientes. Otra BRI estaba esperando en la carretera entre Vitoria y Mondragón, para recoger un gran convoy que, como le habían advertido, requeriría ser protegido hasta San Sebastián. También estaba haciendo esfuerzos para enviar provisiones por mar a Bilbao y Castro-Urdiales, tarea en la que estaba preocupado por los buques británicos frente a la costa, y estaba preparándose para ir a Bilbao.
Foy tenía bajo sus órdenes no solo su DI-1/P, sino la BRI italiana de Saint Pol, y la brigada móvil de Berlier del ejército de del Norte, además de los 10.000 hombres de las guarniciones de varios puestos y fortalezas del norte y del litoral. No tenía enemigos salvo el guerrillero Longa en las montañas del oeste y restos de la banda de El Pastor y otros, a quienes había derrotado en abril y mayo.
El ejército del Rey regresó al Ebro, y el cuartel general se estableció en Miranda, donde la Guardia Real les servía de escolta. El ejército del Sur envió 3 DIs a la orilla norte del río; estaban acantonados en el Bajo Zadorra sobre Armiñón (Álava); pero Gazan mantuvo 3 BRIs en la orilla sur como retaguardia para formar una vanguardia para un contraataque. Una pequeña fuerza de observación se quedó en Pancorbo, en cuyo castillo se había dejado una guarnición. Partidas de exploración de caballería, buscaban las columnas de Wellington que se aproximaban hasta una distancia como Poza de la Sal a la derecha, Briviesca en la carretera principal, y Cerezo a la izquierda; pero sin efecto. Solo entraron en contacto con los destacamentos de lanceros de Julián Sánchez. Erlon con el ejército del Centro, recorrió 16 km por el Ebro hasta Haro, había recuperado la DI de Darmagnac, que había sido prestado a Reille durante los últimos dos meses.
El ejército de Portugal de Reille tenía la DI-5/P de Maucune en Frías, la DI-4/P de Sarrut en Espejo y la DI-6/P de Lamartiniére en el Puentelarrá. Se le ordenó que utilizara su caballería para explorar y buscar indicios del enemigo a lo largo del Alto Ebro. El Rey tenía así un ejército de unos 50.000 de infantería y casi 10.000 de caballería, concentrado en un frente de 40 km de Frías a Haro. Cubría la carretera principal a Francia por Vitoria, y también las carreteras laterales a Orduña y Bilbao en el flanco derecho, y Logroño y Zaragoza en el flanco izquierdo. Su retirada, aunque desalentadora, aún no había sido costosa, apenas 1.000 bajas en las operaciones de las últimas 6 semanas.
Con la excepción de los combates de Salamanca del 26 de mayo y Morales de Toro el 2 de junio, no había habido enfrentamientos de ninguna importancia. El ejército estaba enojado por la prolongada retirada, los oficiales estaban criticando la decisión de sus comandantes de la manera abierta, pero no había desmoralización, las tropas clamaban por un enfrentamiento general.
Combate de San Millán y de Osma (18 de junio de 1813)
El 16 de junio, Wellington reunió varios de sus generales para una cena en Medina de Pomar, a unos 100 km al norte de Burgos y 110 km al oeste de Vitoria. Al día siguiente 17 de junio, el ejército de Wellington partió de Medina de Pomar en dirección a Vitoria, la columna de Graham en cabeza, seguido por las columnas de Wellington y detrás la columna de Hill. La DI-6 británica permaneció en Medina de Pomar para custodiar los almacenes. Wellington pasó esa noche en Quincoces de Yuso.
En la mañana del 17 de junio, los franceses obtuvieron indicaciones precisas de la dirección en la que se podría buscar al ejército británico. Maucune informó desde Frías, poco después de su llegada allí, que caballería hostil estaba cruzando el Ebro en dirección a Puente Arenas (Burgos), y que otras tropas avanzaban detrás de ellos. Eso indicaba que los aliados estaban más allá del río Ebro, en un lugar donde se les esperaba. Habían sido vistos por última vez en Hormaza (Burgos) el 12 de junio, y dedujeron que los aliados seguían la ruta más larga por Valmaseda y Bilbao, que cortaría la carretera principal a Francia en Vergara, muy por detrás de Vitoria.
Reille, al mando del ejército de Portugal, recibió la orden de reunir sus DIs en Osma y apresurarse a cruzar las montañas por Valmaseda (Vizcaya) para cubrir Bilbao desde el oeste, tomando una posición en algún lugar sobre Miravalles. La capital vizcaína estaba en manos de los italianos de Saint Pol, y la BRI de Rouget del ejército del Norte. Reille ordenó a la DI-4/P de Sarrut que marchara hacia el norte hasta Osma, seguida de la DI-6/P de Lamentière y 3 regimientos de caballería ligera, la DI-5/P de Maucune, seguiría a cierta distancia desde Frías (Burgos) por Espejo.
El general Reille recibió información durante la noche del 17 al 18 de junio, de que Wellington estaba marchando, no por la carretera noreste en dirección a Bilbao, sino este-sureste por el camino de San Martín de Losa dirección a Vitoria, directo hacia él.
Las tropas que Reille habían contactado con la columna principal de Graham, con la DI-1, la DI-5, la BRI/P de Bradford y la BRDL de Anson, en su marcha hacia Orduña. Graham se preparó para atacar desde la marcha: envió por delante el BIL-I y BIL-II la BRI-II/1 KGL de Halkett con la Bía a caballo de Ramsay, con una escolta de caballería, a la derecha de Osma, formando el resto de su fuerza para un avance general al otro lado de la carretera de Bilbao.
Combate de Osma (18 de junio de 1813)
Después de estimar la fuerza aliada, Reille parecía al principio poco propicio a luchar, pero la aparición de DI-5/P de Macune que venía por un camino lateral, decidió hacer frente a los aliados. A su izquierda desplegó la DI-4/P de Sarrut con unos 3.800 efectivos (RIL-2, RIL-4, RI-36 y RI-65) con una Bía de artillería por un camino lateral, descendiendo desde las colinas a la derecha de la línea de Graham, mientras la DI-6/P de Lamentière desplegó de frente.
Se produjo un prolongado cañoneo entre ambos ejércitos. Reille se mantuvo firme en su posición, con la expectativa de que se le uniera la DI de Maucune, pero aparte de los sonidos de un bombardeo prolongado proveniente del oeste, no había señales de Maucune. Con la llegada de más tropas británicas, cuando las DI-1, DI-3 y DI-5 marchaban hacia la llanura, apoyadas por un cuerpo sustancial de caballería, Reille se retiró hacia el sur por la carretera de Espejo.
En el combate los franceses sufrieron 120 bajas, principalmente de la DI de Sarrut, mientras que los aliados perdieron de 50 a 60, la mayoría de la KGL.
Combate de San Millán (18 de junio de 1813)
La DI-5/P de Maucune había comenzado antes del amanecer su marcha desde Frías, con la intención de unirse a Reille por un atajo a través de las colinas, en lugar de seguir por el mejor camino a lo largo de la orilla del río por el Puentelarrá. Solo envió sus cañones con una escolta de caballería por esa ruta. Marchando con sus BRIs a una distancia considerable entre sí, estando la trasera obstaculizada por el tren de bagajes.
La brigada líder había llegado al caserío de San Millán de San Zadornil, y se detuvo para esperar al resto de la división y, en la creencia de que los aliados estaban a varios km de distancia, no tomó las precauciones adecuadas destacando patrullas avanzadas. Estaban descansando junto a un arroyo, cuando húsares de la KGL, cargaron contra la caballería ligera francesa, dispersándolos y tomando varios prisioneros. Al dar la alarma, los 4 BIs franceses formaron para luchar, en el pequeño espacio abierto alrededor del pueblo, mientras la DIL de Charles Alten, avanzaba con la BRIL-II de Vanleur (BIL-I/52 y BIL-II/95) con el apoyo del BIL-III de cazadores portugueses.
Estas unidades acosaron a los hombres de Maucune a lo largo del camino, mientras Wellington ordenó a la DI-4 marchar hacia Espejo para interceptar la retirada francesa, pero era demasiado tarde para atraparlos. La segunda BRI de Maucune apareció, al salir de la carretera lateral a la carretera principal oeste-este, y al ver a los aliados, dejó el camino y trató de ocupar las alturas a su derecha y continuar. La BRIL-I de Kempt (BIL-I/43, BIL-I/95 y BIL-III/95) vio la segunda brigada francesa, y se dirigió contra ella, persiguiéndola.
La ruta de huida de la segunda brigada francesa, era paralela a la BRI de Vandaleur, que ordenó al BI-II/52 atacar de flanco a la segunda brigada francesa. Los franceses al verse entre dos fuegos, porque los hombres de Kempt les estaban siguiéndoles con vehemencia, evitó el enfrentamiento desplegando en diagonal, y dejando sus mochilas, huyeron en desorden hacia el este, la gran mayoría escapó y se unió a las tropas de Gazan en Miranda de Ebro.
Mientras tanto, la primera brigada, perseguida por los tiradores y cazadores, escapó en mucho mejor orden, y llegó al cuerpo principal de Reille en Espejo. El tren de bagajes, fuera del camino no pudo seguir a los regimientos, y fue capturado entero, después de una desesperada resistencia por parte de los escoltas. Maucune escapó con pocas pérdidas, unos 300 prisioneros, muchos de ellos heridos, y toda su impedimenta. Las pérdidas aliadas en los dos combates fueron de 27 muertos y 153 heridos.
Retirada francesa a Vitoria
Esa noche hubo un consejo de guerra en Miranda de Ebro. Reille repitió la proposición que ya se había hecho en Burgos, de que el ejército sería flanqueado irremediablemente, y que su retirada por la carretera principal a Vitoria y Bayona estaba amenazada por la presencia de Wellington, se debería abandonar esa línea de comunicación, y marchar por el Ebro ocupar la línea de Pamplona y Zaragoza, reuniendo a Clauzel y, si era posible, Suchet, para una concentración general, mediante la cual el ejército británico sería rechazado como lo había hecho desde Burgos en 1812. Foy y las guarniciones de Vizcaya tendrían que cuidar de sí mismos, era muy poco probable que Wellington cayese sobre ellos, cuando el resto de los ejércitos franceses de España estuvieran en su flanco, y tomando la ofensiva contra él.
José por tercera vez, se negó a considerar ese plan, alegando como antes, las estrictas órdenes del Emperador de respetar la base de Bayona, y aferrarse a la gran calzada real. Otro motivo era que Vitoria estaba abarrotada de los grandes convoyes de franceses y españoles, que se habían acumulado allí, junto con todos los frutos del saqueo de Madrid, junto con los trenes de bagajes de los ejércitos de España, se quedaría sin su propio inmenso bagaje privado. También había llegado, en los últimos días, una gran remesa de dinero en efectivo para pagar los atrasos. Una de las brigadas de Foy había escoltado 4 vagones del tesoro a Vitoria, y los habían dejado allí, regresando a Vergara con un grupo de refugiados, para ser trasladados a Bayona. El dinero entregado era unos 5 millones de francos. Toda esa acumulación en Vitoria influyó en la decisión del Rey.
Habiendo resuelto la retirada general a Vitoria, José y Jourdan tomaron las precauciones que les parecieron posibles. Se enviaron reiteradas órdenes urgentes a Foy y Clausel, a este último se le dijo que marchara sobre Vitoria, no sobre Miranda. Desafortunadamente, había recibido el despacho enviado desde Burgos el 15 de junio, que le daba a Miranda como punto de concentración, y ya había reunido sus DIs en Pamplona el 18 de junio, y empezó a marchar por Estella y Logroño y por la ribera norte del Ebro. El nuevo despacho, enviado en la noche del 18 al 19 de junio, llegó demasiado tarde a Pamplona para detener la partida de Clauzel hacia el sur. No siendo alcanzado hasta después de librada la batalla de Vitoria, y el Rey huía camino de Francia.
Foy recibió órdenes un poco antes, no por órdenes directas del Rey, sino por un despacho de Thouvenot, gobernador de Vitoria. En él se le ordenaba abandonar su marcha sobre Bilbao y que se acercase a Vitoria, a no ser que su presencia fuera absolutamente necesaria en Vergara, para cubrir la carretera principal a Francia, una tarea que él consideraba absolutamente necesaria.
En cuanto a las tropas que ya estaban en el lugar, se ordenó a Reille que defender la línea del río Bayas, hasta que los ejércitos del Sur y Centro tuvieran tiempo de pasar por su retaguardia y llegar a Vitoria. Se ordenó a Gazan que recogiera todo el ejército del Sur en Armiñón, detrás de Miranda de Ebro, llevando el considerable destacamento que había más allá del Ebro. En esa posición tenía que esperar hasta Erlon, con el ejército del Centro, que tenía que llegar desde Haro a 16 km al sur, hubiera llegado a la gran calzada. Entonces debía seguirlo, actuando como retaguardia de toda la fuerza. Entre Armiñón y Vitoria, el camino pasaba durante 3 km a través del estrecho desfiladero de Puebla, un cuello de botella por donde el río Zadorra se abre paso desde la llanura de las tierras altas de Vitoria al nivel inferior del valle del Ebro.
Erlon, partiendo al amanecer de Haro, llegó a Armiñón a las 10:00 horas del 19 de junio, y entraba en el desfiladero, el jefe de su columna acababa de emerger de su extremo norte, cuando un fuerte cañoneo comenzó a escucharse en el oeste. Continuó todo el tiempo mientras el ejército del Sur pasaba por el desfiladero, y se acercaba más. Esto marcaba el acercamiento de Wellington, empujando la fuerza de cobertura bajo Reille hacia el río Zadorra. El comandante británico había dormido esa noche en Berberena, cerca de Osma, y había redactado una serie de órdenes que modificaban considerablemente su plan original: en lugar de enviar la columna de Graham a través de Orduña, para cortar la gran calzada detrás de Vitoria, había decidido enviarlo por una ruta más corta, un simple camino rural que pasa por Luna, Santa Eulalia y Jocano a Murguía. Pueblo al que se le había ordenado llegar el día anterior por Orduña y la carretera principal, un recorrido unos 16 km más largo.
Mientras Graham se dirigía hacia el noreste, el resto del ejército aliado avanzó directamente desde el valle del río Omecillo al valle del río Bayas en cuatro columnas, todas paralelas entre sí, y todas moviéndose por caminos rurales. La DI-3 fue de Berberena a Carcamo, siendo seguida por la DI-7. La DI-4 con la BRD/P de Urban al frente, y la DIL con la BRDL de Alten, se dirigieron a Subijana de Álava y Pobes. Detrás de ellos marchaba la reserva de caballería: BRC de la Guardia de Hill, la BRH de Grant y la BRD de Ponsonby, y también la artillería pesada.
Columna de Hill, que tenía que establecer contacto con las divisiones principales, se mantuvo en la carretera de Osma y Espejo hacia el Puentelarrá y el río Ebro. Pero solo los reconocimientos de caballería llegaron tan lejos como el río, la masa del cuerpo se desvió hacia el Este cuando había pasado Espejo, y se movió por Salinas de Añana, con el fin de salir al valle de las Bayas al sur de la ruta de la DIL. Se convirtió así en el ala derecha del ejército, que se estaba desplegando para el ataque frontal.
La división de Longa (4 BIs, 3.500) se había incorporado en Medina de Pomar; eran en su mayoría montañeses, y fueron empleados como un escudo protector ligero de la fuerza de Graham. Habían sido enviados a través de las colinas desde Quincoces el 17 de junio para ocupar Orduña, y desde allí descendieron el 19 de junio a Murguía, colocándose así a la cabeza de la columna envolvente. El objeto era que, si el enemigo detectaba la columna, supondrían que eran guerrilleros y no supondrían que estaba el ejército británico detrás.
El ejército gallego de Girón, había sido enviado contra Bilbao. Habían llegado a Valmaseda el 18 de junio, y su acercamiento había alarmado a todas las guarniciones francesas de Vizcaya. Habiéndose mostrado en el norte, de repente fueron llamados para marchar por Amurrio sobre Orduña y Murguía, y así caer en la retaguardia de la columna de Graham. Las distancias eran considerables y las carreteras empinadas. En algún lugar de su marcha de Aguilar de Campóo a Valmaseda recogió el refuerzo de la DI asturiana de Porlier (3 BIs, 2.400), que Mendizábal había enviado, esto elevaba el ejército de Galicia a 14.000 efectivos.
El 20 de junio fue un día muy crítico, los jefes de sus columnas llegaron frente a la línea del río Bayas, donde Reille tenía sus 3 DIs desplegadas en posición defensiva, consciente de cuánto dependía al ganar tiempo para que las fuerzas de Erlon y Gazan se retiraran de Miranda, y estaba decidido a detener al ejército aliado tanto tiempo como pudiera.
Era necesario llevar contra Reille una fuerza suficiente para vencer la resistencia lo antes posible, y Wellington lo hizo, llevando hacia delante no solo la DI-4 y la DIL, sino la columna de Hill en apoyo, en el flanco sur. Tomó tiempo que llegasen y desplegar, y el ataque se inició con un cañoneo. Pero cuando se ordenó un avance general, Reille había comenzado a retirarse, lo hizo en muy buen orden y cruzó el río Zadorra por los cuatro puentes más cercanos sin ninguna pérdida apreciable.
Wellington juzgó que era demasiado tarde para el comienzo de una batalla campal, no tenía la intención de luchar sin la cooperación de la columna de Graham, y este último no estaba donde se había planeado. El día había sido muy lluvioso, las carreteras estaban en mal estado, y por algún error del Estado Mayor, el jefe de la columna no había recibido las órdenes de cambiar la marcha, dirigiéndose directamente a Murguía. La DI-1 y la DI-5 habían avanzado un poco antes de que fueran informados de contramarchar y tomar el camino correcto. Debido al mal tiempo solo llegaron a Jocano (Álava), a unos 12 km al este de Osma (Álava), a las 18:00 horas. Murguía todavía estaba a 15 km por delante, la lluvia seguía cayendo a cántaros, y Graham ordenó a las divisiones detenerse y acampar para pasar la noche.
El mariscal Jourdan se sintió el 20 de junio indispuesto y tuvo que guardar cama. El Rey suponía que Wellington no le atacaría, sino que continuaría con su maniobra de desbordamiento como había hecho desde la salida de Portugal. Por ello mantuvo sus fuerzas en un despliegue de espera mientras confiaba en la llegada de Clauzel que debía aparecer de un momento a otro.
Preso de un estado de ansiedad e incertidumbre y falto del apoyo de su jefe de estado mayor, el monarca quedó paralizado. No se tomó ninguna medida importante de cara a un posible encuentro armado. La única acción significativa de aquella jornada previa a la batalla de Vitoria fue el envío de la BRI de Menne acompañada de alguno de caballería por la carretera que de Vitoria a Bilbao por Murguía y Amurrio. Por allí, a la altura de Letona, había aparecido la DI de Longa y era necesario reconocer la entidad de la fuerza que venía por aquella dirección. Tras un intercambio de disparos y algunos forcejeos entre ambas fuerzas, los franceses, convencidos de que se trataba únicamente de una fuerza de flanqueo, se retiraron al río Zadorra.
Durante la noche se tomaron dos medidas: una fue que la pequeña DI josefina de Casapalacio fue enviada a Durana para cubrir el puente que daba acceso a la carretera de Francia a retaguardia de Vitoria. La otra medida fue que la DI-5/P de Maucune partió de ciudad escoltando un enorme convoy de civiles españoles y franceses, así como alguna artillería pesada, que se enviaba a Francia. Sin embargo, una parte importante de los carruajes y carretas que transportaban tanto material como personas seguía junto a la ciudad, lastrando gravemente al ejército en caso de continuar el repliegue o verse obligado a una retirada. Los almacenes de víveres de la ciudad estaban también exhaustos, lo que ponía igualmente al ejército en la tesitura de tener que ponerse pronto en marcha.
La partida de la DI-5/P de Maucune supuso una reducción sensible de las fuerzas del rey José, ya que otra fuerza de unos 3.000 hombres mandada por el general Emmanuel Rey, gobernador de Burgos, y que escoltaba un convoy de evacuación que había salido de Vitoria dos días antes.