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Batalla de Ostrovno (25 de julio de 1812)
Antecedentes
El 19 de julio, Barclay de Tolly recibió un mensaje sobre la retirada del enemigo a Glubokoe. Inmediatamente, se dio cuenta de que el ejército francés estaba dando un gran rodeo y decidió retirarse rápidamente a Vítebsk. Antes de la actuación de las tropas rusas de Pólotsk, el zar ruso abandonó el ejército y partió hacia la capital. El motivo de la salida fue un informe compilado por Arakcheev, Balashov y Shishkov sobre la necesidad de su presencia en la retaguardia para organizar las fuerzas de reserva. Sin embargo, habiendo dejado el ejército, el Zar no nombró un comandante en jefe de todas las fuerzas. Como resultado, Barclay de Tolly, Bagration y Tormásov se convirtieron en comandantes independientes.
El mismo día 19 de julio, el mariscal Murat informó a Napoleón que de Tolly estaba evacuando el campamento de Drissa y avanzando hacia el sureste, a lo largo de la margen derecha del río Dviná, en dirección a Vítebsk. Los franceses estaban en la margen izquierda y comenzaron a moverse en la misma dirección.
El 23 de julio, el Primer ejército de Barclay llegó a Vítebsk. El comandante decidió detenerse para dar un descanso a las tropas, reponer suministros y esperar la llegada del grupo de Dokhturov. También había esperanza de una conexión rápida con Bagration. El CE-III/1, CE-IV/1 y CE-V/1 y el CEC-I/1 cruzaron a la orilla izquierda del Dviná y se establecieron en el camino a Beshenkovichi. El CE-II/1 y el CEC-II/1 permanecieron en la margen derecha del Dviná. El CE-IV/1 y el CEC-III/1 que se acercaban debían permanecer en la carretera de Pólotsk. Habiendo recibido información incorrecta sobre la ocupación de las tropas de Bagration por parte de Mogilev, Barclay envió una orden al Segundo ejército en la noche del 23/24 de julio para comenzar operaciones ofensivas entre Berezina y Dniéper. Esto hacía posible detener el movimiento francés hacia Orsha y Smolensko y acelerar la conexión de los dos ejércitos.
Desarrollo de la batalla
El 24 de julio, las tropas francesas se acercaron a Beshenkovichi. Napoleón ordenó acelerar la llegada de las tropas a Vítebsk, con la intención de iniciar una batalla general.
Al frente del Gran Ejército había 2 CECs al mando de Murat y el CE-IV de Eugenio, unos 25.000 soldados con 70 cañones. A su vez, Barclay de Tolly, habiendo recibido información sobre la aparición del enemigo en la margen izquierda del río Dviná, ordenó al comandante del CE-IV/1, Alexander Osterman-Tolstoy, avanzar hacia Beshenkovichi. El CE-IV, que contaba con las DI-11 y DI-23, estaba reforzado por 2 RHs, 1 BRD y 1 Bía a caballo. Las fuerzas rusas sumaban hasta 14.000 efectivos con 66 cañones y debían bloquear el camino a Vítebsk y retrasar a los franceses hasta que se acercara Dokhturov.
En la noche del 24/25 de julio, a pocos kilómetros de Vítebsk, los húsares de la Guardia y los dragones de Nezhinsky se encontraron con patrullas enemigas del CEC-IV de Nansouty, las derrotaron y las persiguieron hasta Ostrovno (unos 25 km al oeste de Vítebsk). La BRCL de Pire entró en batalla cerca de Ostrovno. El RH-8 francés derrotó a 2 EHs rusos y capturó 6 cañones de una batería a caballo. Osterman-Tolstoy lanzó otro RH al ataque, desplegó la infantería y arrojó al enemigo de regreso a Ostrovno. En ese momento, el mariscal Murat llegó a Ostrovno con la DCL-1/I/R de Bruyère y la DCC-1/I/R de Saint-Germain.
Osterman-Tolstoy tomó posiciones a 1 km de Ostrovno, desplegando su cuerpo en dos líneas al otro lado de la carretera a Vítebsk. En la primera línea se situó la DI-11, y en segunda línea la DI-23 y la caballería (RH de Soumy y el RC de Ingermanland) en reserva. Las alas descansaban contra el bosque pantanoso, además, el ala derecha estaba cubierta por el Dviná occidental. Es decir, los franceses no podían envolver las tropas rusas. Murat reunió sus divisiones y se lanzó al ataque. Debido a la estrechez de la posición y la falta de infantería, el comandante francés no pudo utilizar plenamente la ventaja numérica. Los franceses tenían que atacar de frente.
Los franceses desplegaron de izquierda a derecha:
- BRCL-I/1/I de Jacquinot con el RC-9 (4) de caballos ligeros delante y el RH-7 (4) detrás.
- RIL-8 (2)
- DCC-1/IR de Saint-Germain (RCCs 2, 3 y 9) en tres líneas junto al camino.
- BRCL-II/1/I de Pire con el RC-16 de cazadores (4) delante y el RH-8 (4) detrás al otro lado del camino.
- BRCL-III/1/I de Niewiewski con el RC-6 ulano (4) y RC-8 ulano (4) delante, y el RH-2 convergente (4) detrás.
La DI-13/IV de Delzon todavía estaba en camino.
El bombardeo de artillería inicial fue seguido por una carga del RD de Ingermanland contra el RC-8 ulano polaco (4). Sin embargo, el ataque ruso resultó desastroso cuando la caballería francesa contraatacó y derrotó a los dragones de Ingermanland, capturando a unos 200 de ellos.
En el centro, las tropas rusas sufrieron bajas considerables por el fuego de los voltigeurs y tiradores franceses, y Osterman-Tolstoy ordenó un ataque con bayoneta para hacerlos retroceder. Sin embargo, a medida que avanzaban los rusos, la caballería francesa cargó contra su flanco expuesto e infligió numerosas bajas.
A pesar de estos éxitos, los franceses no pudieron hacer ningún progreso real, los rusos situaron 2 BIs a ambos lados del camino en formación de cuadro y tomaron posiciones en el bosque, rechazando los ataques de la caballería francesa. Una feroz batalla se prolongó durante todo el día. La artillería rusa disparó a través de la carretera, infligiendo grandes pérdidas a la caballería francesa estrechada a lo largo de ella. A su vez, la artillería francesa infligió un gran daño a las unidades rusas avanzadas.
Murat acercó su artillería y abrió fuego de metralla contra la infantería rusa, que, aunque sufrió muchas bajas, pero se mantuvo firme. Cuando se le informó sobre las pérdidas y se le pidieron instrucciones, Osterman-Tolstoy respondió: «Simplemente manténgase firme y muera«.
Las tropas rusas intentaron contraatacar a través del bosque, pero sus ataques fueron repelidos por el fuego de la artillería francesa. Los franceses perdieron 4 cañones durante este día. La DI-13/IV de Delzon llegó, pero tampoco ayudó a los franceses, porque se habían acercado unidades de caballería del CEC-I de Uvarov.
Durante la noche, Barclay de Tolly reforzó Osterman-Tolstoy con el CEC-I de Uvarov y la DI-3 de Konovnitsyn.
Bajo su cobertura, la infantería rusa se retiró a la aldea de Kakuviachino (Kakuvyachino) a 7 km al oeste de Ostrovo.
Secuelas de la batalla
A pesar del grandilocuente informe de Murat, que afirmaba que el enemigo había perdido entre 4.000 y 5.000 hombres muertos o heridos y entre 700 y 800 prisioneros, el CE-IV probablemente perdió 2.500 hombres, muertos y heridos. Las pérdidas totales francesas se estiman en 3.000; el RCC-2 registró grandes pérdidas (187 caballos perdidos), tras soportar seis horas de fuego de artillería. Además, durante este enfrentamiento, que Napoleón calificó como «una acción de vanguardia«, el general francés Roussel fue muerto por un centinela francés, que lo tomó por un soldado ruso.
Batalla de Vítebsk (26 y 27 de julio de 1812)
Desarrollo de batalla el 26 de julio
La batalla de Ostrovno retrasó el avance del ejército francés, lo que permitió concentrar todas las fuerzas del Primer ejército. Barclay decidió dar batalla en Vítebsk. Para preparar posiciones y desplegar el ejército, era necesario retrasar al enemigo. La DI-3/III/1 de Pyotr Konovnitsyn avanzó para reemplazar al CE-IV/1. En la madrugada del 26 de julio hubo cambio de unidades. EL CE-IV/1 de Osterman-Tolstoy ahora formaba una retaguardia.
Las tropas de la DI-3/III/1 de Konovnitsyn tomaron posiciones detrás de un barranco cerca del pueblo de Kakuviachino (a 7 km de Ostrovno), estaba apoyada por una DCC de Uvarov. Delante de la posición había un barranco profundo, el flanco derecho estaba cubierto por el Dviná y el izquierdo por un denso bosque pantanoso. Por la mañana, las DCC de Nansouty y la DCL-/IV de Delzon se lanzaron al ataque. El golpe principal se infligió en el ala izquierda. El avance de los franceses, a pesar de la doble superioridad en fuerzas, seguía siendo frenado por el fuego de la artillería rusa y el difícil terreno que interfería en las acciones de la caballería. Además, los propios rusos de la derecha atacaron y derrotaron al enemigo. El propio Murat tuvo que conducir a los lanceros polacos a la batalla, mientras los generales ponían en orden a las maltrechas unidades.
Barclay envió refuerzos: la DG-1/III. Las tropas rusas estaban dirigidas por el comandante del CE-III/1 Nikolai Tuchkov. Aproximadamente a las 14:00 horas, Napoleón llegó personalmente al campo de batalla y dirigió a las tropas. A las 15:00 horas, los franceses pudieron atravesar las defensas rusas y comenzaron a empujarlas hacia el pueblo de Komary.
La batalla cerca del pueblo de Komary duró hasta las 17:00 horas.
El príncipe Aleksandr Meshikov, ayudante de campo del general Piotr Bagration, llegó al cuartel general de Barclay. Meshikov trajo noticias alarmantes de la derrota del Segundo Ejército de Bagration en la batalla de Saltanovka, tres días antes, a manos del mariscal Luis-Nicolás Davout. La victoria de Davout significaba que el Segundo Ejército no podría unirse con el Primer Ejército de Barclay y existía el peligro de que Napoleón pudiera abrir una brecha entre los dos ejércitos, separándolos definitivamente y llegando a la estratégica ciudad de Smolensko antes que ellos.
Por lo tanto, los rusos necesitaban abandonar cualquier plan de dar batalla, romper urgentemente el contacto con el enemigo que los perseguía y avanzar hacia el sureste, en un intento de acercarse a las fuerzas de Bagration. A pesar de estas consideraciones, Barclay todavía quería dar batalla al día siguiente y solo sus asesores lo disuadieron de hacerlo a última hora del 26 de julio.
Esa noche, el comandante dio órdenes de retirada, pero la proximidad de las fuerzas de Napoleón significaba que no sería fácil realizar una retirada. Los rusos se retiraron al pueblo de Dobreika. Tuchkov retiró tropas a través del río Luchesy (Luchosy) para unirse al ejército.
Desarrollo de la batalla el 27 de julio
En ese momento, el Primer ejército tomó posiciones detrás del río Luchesy, apoyando su ala derecha contra el Dviná Occidental y cerrándose con un bosque en el ala izquierda. Pero en la madrugada del 27 de julio, un mensajero de Bagration se apresuró al cuartel general del Primer ejército con el mensaje de que se dirigía a Smolensko. Y los cautivos informaron que el propio Napoleón se enfrentaba a Barclay con un ejército de 150.000 efectivos. El doble de los rusos. El consejo militar decidió retirarse a Smolensko. Las tropas rusas comienzan los preparativos para la retirada.
Al amanecer del 27 de julio, Napoleón puso a sus tropas en movimiento, emocionado de enfrentarse finalmente a un ejército enemigo masivo, aparentemente dispuesto a luchar. Napoleón no sabía que el grueso de las fuerzas rusas ya estaba haciendo preparativos para una retirada inmediata y que solamente habían empujado hacia adelante una retaguardia, al mando del general Peter Pahlen (7.000 efectivos con 40 cañones); con órdenes de librar una acción retardadora y así permitir que el ejército escapara lejos sin ser molestado. El campo de batalla de Vitebsk era una llanura vasta y plana y solo el río Dviná separaba a las fuerzas francesas de las rusas, que ocupaban una posición ligeramente elevada en la orilla oriental.
Desde su posición, Napoleón podía ver los campanarios de la ciudad de Vitebsk, mientras observaba cómo sus fuerzas comenzaban a cruzar el barranco que los separaba del enemigo. Napoleón solamente tenía la DI-13/IV y DI-14/IV italianas del virrey Eugenio, bajo su mando inmediato y era consciente de que el enemigo poseía un número superior de unos 90.000 hombres. Elementos del poderoso CEC-I/R Etienne de Nansouty también se encontraban en las cercanías, pero estas fuerzas eran de lejos insuficientes para una batalla campal, por lo que el Emperador planeó inmovilizar a las fuerzas enemigas, sin obligarlas a comprometer fuerzas significativas, y luego esperar refuerzos propios.
La DI-14/IV del general Jean-Baptiste Broussier, avanzó primero, con su izquierda a la cabeza, pero fue atacada por sorpresa por la caballería enemiga. El comandante ruso, el general Pahlen, lanzó primero a los cosacos de la Guardia y luego al grueso de su caballería contra los hombres de Broussier. La caballería de Pahlen acosó hábilmente a la infantería francesa, impidiéndoles avanzar y concediendo brillantemente terreno por tiempo. La caballería rusa organizó repetidas acciones que duraron varias horas. Broussier hizo todo lo posible para avanzar, utilizando su artillería divisional, que disparó salvas mortales contra los caballos rusos, pero, sin el apoyo de su propia caballería, no pudo abrirse paso.
Trescientos voltigeurs del RI-9, que habían sido enviados a la escaramuza, fueron atrapados en una posición incómoda por fuerzas rusas superiores, pero los franceses se mantuvieron valientemente firmes contra todo pronóstico. La llegada oportuna de la DI-13/IV de Alexis Joseph Delzons y, sobre todo, de la caballería del CEC-I de Nansouty persuadieron a Pahlen de cruzar a la otra orilla del pequeño río Luchesy, donde esperaba la mayor parte de sus fuerzas, listas para la batalla.
Hacia las 11:00 horas, Napoleón se dio cuenta de que las fuerzas bajo su control inmediato eran insuficientes para una batalla prolongada y detuvo el avance. Los hombres acamparon en el lugar donde se encontraban, mientras el Emperador partía para reconocer la situación en persona. Napoleón se alegró al ver que los rusos habían tomado posiciones de batalla, lo que parecía reafirmar que finalmente estaban listos para luchar.
El Emperador hizo arreglos para la continuación de la batalla al día siguiente y elogió a los voltigeurs del RI-9 por su valentía. Los rusos aprovecharon este respiro y comenzaron a replegarse hacia las 16:00 horas, dejando atrás partidas de cosacos, que mantenían fogatas encendidas durante la noche, para engañar a los franceses haciéndoles creer que el ejército no se había movido.
Secuelas de la batalla
Los rusos pudieron salir de una posición peligrosa y correr hacia Smolensko, donde Barclay planeaba unir sus fuerzas con el Segundo Ejército de Bagration, lo que posteriormente condujo a la batalla de Smolensko. Sin embargo, durante un tiempo Barclay temió que Napoleón pudiera llegar antes que él y, por lo tanto, tomó disposiciones para una retirada particularmente apresurada, que, sin embargo, se llevó a cabo en perfecto orden. De hecho, Napoleón no estaba en posición de llegar a Smolensko antes que los rusos, ya que necesitaba dar descanso a sus tropas exhaustas y en realidad no tenía información sobre la dirección de la retirada rusa.
La batalla de Vitebsk, aunque en realidad no fue más que un combate de retaguardia, se disputó en términos de bajas francesas. Riehn estima 400 muertos, 900 heridos y 70 capturados, mientras que Bodart estima 3.400 muertos y heridos y 300 capturados. Los franceses perdieron al coronel Liédot, un distinguido oficial, comandante del cuerpo de ingenieros militares del ejército, que murió en combate. Las pérdidas rusas ascendieron a unos 3.000 hombres, entre muertos y heridos. Se logró su principal objetivo estratégico, es decir, luchar contra una acción dilatoria destinada a permitir que el ejército se retirara sin ser molestado.
El general Pahlen recibió grandes elogios por esta acción de un Barclay de Tolly, por lo demás reservado. Los historiadores franceses suelen ver la batalla como una oportunidad perdida para Napoleón, quien no logró presionar duramente a Pahlen y, por lo tanto, dificultó la retirada rusa. De hecho, Napoleón dio por sentado el hecho de que los rusos lucharían al día siguiente y detuvo su ataque desde el principio, sin querer arriesgarse a grandes pérdidas contra un enemigo que superaba ampliamente en número a las fuerzas que tenía disponibles.
Napoleón entró en Vítebsk el 28 de julio. Debió sentirse amargamente decepcionado por el resultado negativo de sus operaciones. Una vez más, los rusos se habían retirado tranquilamente fuera de su alcance en el mismo momento del contacto. Las pérdidas francesas por fatiga y enfermedades habían sido relativamente enormes, y la maniobra de Vitebsk había fracasado tan completamente como la maniobra de Vilna. En cierto sentido, el fracaso fue aún peor, porque los rusos habían salido de la situación con un gran éxito estratégico en su haber. A pesar de errores garrafales y errores de cálculo, a pesar de órdenes contradictorias y de la falta de unidad de mando, Barclay y Bagration habían logrado lo que había sido el objetivo principal de sus agotadoras marchas y maniobras hacia la retaguardia, y habían efectuado su reunión.
Al mismo tiempo, la condición del ejército francés se deterioró significativamente durante esta marcha. Los franceses ni siquiera pudieron perseguir al ejército de Barclay. El general Belliard, cuando el emperador le preguntó sobre el estado de la caballería, respondió simplemente: “Seis días más de marcha y la caballería se habrá ido”.
Después de un consejo de guerra, Napoleón decidió detener cualquier avance hacia Rusia.