Batalla de Borodinó (7 de septiembre de 1812)

Preparación rusa

Después de la batalla de Shevardino, los rusos se encontraron a la mañana siguiente sin una posición para su flanco izquierdo, y se vieron obligados a doblarlo hacia atrás y atrincherarlo apresuradamente donde estaba.

“Los trabajos de campo solo se ordenaron en el momento en que el ejército llegó a su posición. Estaban en un suelo arenoso, abiertos por detrás, desprovistos de todos los dispositivos externos, y por lo tanto, solo podían considerarse como elementos individuales en un plan para aumentar las capacidades defensivas de la posición.

Ninguno de ellos podía resistir un asalto serio, y de hecho la mayoría de ellos se perdieron y recuperaron varias veces. Sin embargo, debe decirse de ellos que contribuyeron con su parte a la sustancial y vigorosa resistencia de los rusos; formaron para el ala izquierda la única ventaja local que les quedaba a los rusos en ese sector”. (Clausewitz, testigo de la batalla).

Había unos 22.000 milicianos (opolchenie) de Moscú y ciudades cercanas que fueron llegando, no tanto para reforzar las tropas rusas de primera línea como para ayudar con picos y palas. De hecho, muchos de estos hombres no tenían ningún entrenamiento y ni siquiera estaban armados con mosquetes; muchos solo disponían de palos afilados y horcas. Sin embargo, su entusiasmo fue bienvenido y demostrarían ser invaluables en la batalla que se avecinaba, llevando municiones desde la retaguardia y ayudando a evacuar a los heridos a retroceder.

Con su entusiasmo patriótico, los milicianos invadieron como hormigas el campo de batalla, erigiendo obras de campo a lo largo del río Kolocha en la margen derecha, un gran reducto (Gran o Raevsky reducto) en una colina en el centro, con vistas al cruce de Borodinó. Había 3 fuertes abiertos en V invertida (Flechas de Bagration) a la izquierda. Pero dado que los ingenieros rusos eran pocos y distantes entre sí para supervisar todo el trabajo; estos civiles bien intencionados en su mayoría solo usaban sus manos desnudas (no había suficientes picos y palas) para cavar zanjas poco profundas.

Tanto el historiador ruso, Modest Bogdonovich, como Clausewitz observaron que los reductos tenían troneras inadecuadas a través de las cuales apuntar los cañones, no tenían gaviones de refuerzo ni tablones de madera, y dado que el suelo era arenoso y entrelazados con grandes rocas de la Era del Hielo, los parapetos eran desiguales y estaban sueltos. Bogdonovich continuó señalando que las trincheras frente a los reductos eran extremadamente poco profundas y era poco probable que fueran un impedimento para cualquier asalto por parte de la caballería o la infantería.

Del lado ruso, tuvo lugar una ceremonia religiosa. “Una procesión de la iglesia subía por la colina de Borodinó. Primero, a lo largo del camino polvoriento, venía la infantería en filas, con la cabeza descubierta y los brazos invertidos. Detrás de ellos llegaba el sonido del canto de la iglesia … Los opolchenie, ambos los que habían estado en el pueblo y los que habían estado trabajando en la batería, arrojaron sus palas y corrieron al encuentro de la procesión de la iglesia…
En la cima de la colina se detuvieron con el ícono … Kutúzov se acercó al ícono, cayó pesadamente de rodillas, se inclinó hasta el suelo y durante mucho tiempo trató en vano de levantarse, pero no pudo hacerlo debido a su debilidad y peso. Su cabeza blanca se crispó por el esfuerzo. Por fin se levantó, besó el icono como lo hace un niño con los labios fruncidos ingenuamente, y volvió a inclinarse hasta tocar el suelo con la mano. Los demás generales siguieron su ejemplo, luego los oficiales, y tras ellos con caras excitadas, apretándose unos contra otros, amontonándose, jadeando y empujándose, se precipitaron los soldados y opolchenie”. (León Tolstoi en Guerra y Paz).

Los rusos habían reunido una fuerza de 123.000 (145.000 si se incluye la milicia de Moscú y alrededores.

Además de las posiciones para las baterías de artillería como la establecida justo al oeste de Gorki, y el pueblo de Borodinó puesto en estado de defensa, se construyeron tres fortificaciones principales tan sólidas como lo permitió el tiempo limitado disponible. El más conocido de ellos fue el establecido en el terreno elevado entre Gorki y Semenovskaya, que se conoció como el “Gran Reducto» o “Reducto de Raevsky”. Tenía unos 180 m de largo y consistía en una muralla de movimiento de tierras con charreteras cortas (mamparas para proteger contra el fuego de enfilada) en cada flanco. Se colocaron 19×12 cañones. El levantamiento del terraplén creó una zanja en el frente, y más allá se cavaron algunos “trous de loup” o agujeros de lobos, que eran trampas para obstaculizar el acercamiento del enemigo, pero el tiempo limitado disponible y la naturaleza pedregosa del terreno limitaron la fuerza de la construcción. A pesar de algunas empalizadas, su parte trasera estaba en gran parte abierta.

La segunda de las principales defensas rusas era un grupo de tres movimientos de tierra más pequeños en forma de V invertida, conocidos como (las flechas de Bagration), al sur del arroyo Semenovka, al centro-izquierda de la posición de Kutúzov; para que actuaran como rompeolas en el ataque.

Kutúzov trazó su línea en preparación para la llegada del ejército de Napoleón. Su frente era largo, de unos 7,3 km y se extendía desde las orillas del Moskva en el norte hasta Utitsa y la carretra vieja de Smolensko a Moscu, aunque, realmente el frente de batalla principal era considerablemente más corto, aproximadamente 4,5 km, que va desde el pueblo de Borodinó hasta Utitsa. La mitad derecha de la línea se asignó al Primer ejército de Barclay; el Segundo ejército de Bagration se mantuvo a la izquierda de la línea.

La derecha de la línea estaba ocupada por el CE-II/1 de Baggovut (DI-4, DI-17) y el CE-IV/1 de Ostermann-Tolstoy (DI-11 y DI-23) a su izquierda. Ambas formaciones estaban protegidas por el arroyo Kolotcha que corría en su frente, y en su retaguardia estaba Platov con el CEC-I/1 de Uvarov en apoyo.

El centro-derecha, que va desde la posición de Ostermann-Tolstoy hasta el Gran Reducto, estaba en manos del CE-VI de Dokhturov (DI-7 y DI-24), y en reserva estaban el CEC-II de Korff y el CEC-III de Kreutz (por la ausencia de Pahlen).

El CE-VII/2 de Raevsky fue designado para ocupar la zona del Gran Reducto que llevaría su nombre, y la línea hasta Semenovskaya; en apoyo estaba el CEC-IV/2 de Sievers.

Al sur de Semenovskaya, cubriendo las flechas, estaba el CE-VIII/2 de Borozdin, del cual la DG-2 de Vorontsov estaba en las flechas, con el apoyo de la valiente DI-27 de Neverovsy. Como reserva general, para el despliegue en cualquier flanco según fuera necesario, estaba el CE-V del Gran Duque Constantino (Guardia Imperial), la DCC-1 de Borosdin y la DCC-2/VIII de Luka, y la reserva de artillería.

El CE-III/1 de Tuchkov (DG-1, y DI-3) estaba en Utitsa y a su izquierda los cosacos de Krasnov (8 RCs).

La mayoría de las unidades opolchenie se mantuvieron en la parte trasera de la línea principal.

La parte más fuerte de la línea de Kutúzov era su derecha, su concentración en ese flanco sugería que esperaba que el avance principal de Napoleón sería a lo largo de la carretera nueva de Smolensko; mientras que la izquierda, a pesar del refuerzo de los movimientos de tierra, era débil. Clausewitz comentó que, “El mejor lado de la posición… el ala derecha, podría ser inútil para redimir los defectos de la izquierda”, y que la fuerza extrema de la derecha representaba «un inútil despilfarro de tropas”. También pensó que la disposición rusa era demasiado estrecha de adelante hacia atrás, que las reservas estaban demasiado cerca de la línea de fuego y lo atribuyó, después de discutirlo con ese oficial, a la influencia de Toll. La caballería, afirmó, estaba apostada solamente de 300 a 400 pasos detrás de la línea del frente, y la reserva principal apenas 1.000 pasos más atrás, por lo que sufría el fuego enemigo incluso estando en reserva.

Clausewitz creía que si se hubieran apostado más atrás, podrían haberse ocultado más fácilmente y haber sido utilizados con mayor libertad para moverse hacia los flancos. También observó que la artillería rusa ocupaba más espacio que la de cualquier otro ejército debido a la cantidad de pequeños carros de municiones que utilizaba; por lo que con la cantidad de armas involucradas y la proximidad de las reservas, el área detrás de la línea de tiro estaba “llena y abarrotada”.

Barclay, en su ala, también había apostado a sus hombres más atrás, detrás de las colinas y en los bosques abiertos para protegerlos de la artillería enemiga y ocultar su fuerza. Pero Bennigsen también se encargó de ordenar a las tropas de Barclay que salieran del bosque y se dirigieran a las laderas delanteras, a la vista y al alcance de los cañones franceses. Bennigsen incluso había ordenado a las formaciones de reserva (la Guardia y la caballería) que avanzaran para que los franceses también pudieran verlos y estuvieran en el alcance de la artillería enemiga.

También era una práctica táctica rusa en ese momento colocar sus batallones de infantería en columnas de pelotón cerradas y profundas (24 filas de profundidad), más fáciles de maniobrar pero haciéndolas más vulnerables a las balas de cañón enemigas.

Como consecuencia de este despliegue necio, todo el ejército ruso quedó prácticamente expuesto en las laderas delanteras; un regalo para el telescopio de Napoleón y para su artillería. Philippe de Ségur, en el EM del Emperador, describió su despliegue como si estuviera «establecido como en un cajón de arena».

Preparación de las fuerzas francesas

El día siguiente, 6 de septiembre, pasó sin acción, mientras Napoleón preparaba su ejército para la batalla. La derecha rusa, protegida por río Kolotcha, era claramente demasiado fuerte para ser atacada; pero la izquierda era más vulnerable. Napoleón hizo un reconocimiento y recibió una propuesta de Davout para una maniobra audaz: sugirió que su propio CE-I Cuerpo y el CE-V de Poniatowski fueran enviados en un amplio movimiento de flanqueo para rodear la izquierda rusa y caer sobre su retaguardia, mientras Napoleón hacía una demostración a lo largo de su frente; Davout dijo que “pondría fin de inmediato al ejército ruso, a la batalla y a la guerra”. Napoleón consideró y respondió: «¡No! Es un movimiento demasiado grande; me alejaría demasiado de mi objetivo y me haría perder mucho tiempo«.

Davout insistió hasta que Napoleón espetó: “¡Ah! Vosotros estáis siempre por envolver al enemigo; ¡es una maniobra demasiado peligrosa!”. Entonces Davout, según Ségur, “regresó a su puesto, murmurando contra una prudencia que consideraba intempestiva y a la que no estaba acostumbrado”. Había una razón para la cautela de Napoleón, ya que una maniobra envolvente de flanco aparte de ser arriesgada, si se descubriera, podría incitar a los rusos a retirarse nuevamente antes de que pudiera llevarse a cabo la acción decisiva. Pero al rechazar el plan informado por Davout, Napoleón condenó a su ejército a un sangriento asalto frontal contra un enemigo decidido. De hecho, esa resolución quedó ejemplificada por el hecho de que no se tomaron prisioneros en Shevardino.

Los planes de Napoleón para la batalla implicaban un poco de sutileza. En el extremo del flanco derecho, Poniatowski debía avanzar contra la izquierda rusa, pero en lugar de ejecutar una maniobra de envolvente como sugirió Davout, era más un intento de desviar la atención rusa del asalto principal. En el flanco izquierdo de Napoleón, el CE-IV de Eugenio, apoyado por el CEC-III/R de Grouchy, debía atacar y capturar el pueblo de Borodinó; permitiéndoles así cruzar el Kolotcha y asaltar el Gran Reducto, mientras arrojaban fuerzas suficientes en el extremo izquierdo para mantener a raya a la derecha rusa.

El principal asalto de Napoleón se realizaría contra el centro-izquierda de Kutúzov, contra las flechas y la onaa entre ellas y el reducto. Dos DIs del CE-I de Davout (Compans y Dessaix) atacarían las flechas, con una tercera (Friant) y elementos de la caballería de reserva de Murat como apoyo. A la izquierda de Davout, el CE-III de Ney intentaría romper la línea rusa en la región del pueblo demolido de Semenovskaya, mientras que las dos divisiones restantes del CE-I (Gérand y Morand) conectarían la izquierda del CE-III de Ney con la fuerza de Eugenio.

La Guardia Imperial y el CE-VIII formarían la reserva. El ejército de Napoleón en esta etapa contaba con unos 86.000 de infantería, 29.500 de caballería y 16.000 de artillería e ingenieros, con 587 cañones.

Napoleón convocó a algunos de sus oficiales más cercanos y miembros de la Guardia: ese día había recibido de París un retrato de su hijo pequeño, el rey de Roma, que exhibió fuera de su tienda, “haciéndolo brillar como símbolo de esperanza en medio del peligro inminente”. Menos bienvenida fue la llegada desde España del ayudante del mariscal Marmont, el coronel Fabvier, trayendo noticias de la derrota francesa en la batalla de los Arapiles (Salamanca). Según Gourgaud, Napoleón mostró tal disgusto que Fabvier se sintió obligado a restaurar su honor luchando a pie, como voluntario, al día siguiente. Napoleón también redactó una proclama que debía ser leída al ejército, que incluía la declaración de que “la victoria depende de ustedes mismos… nos dará abundancia, buenos cuarteles de invierno y un pronto regreso a nuestro país! Compórtense como en Austerlitz, en Friedland, en Vítebsk, en Smolensko, para que la última posteridad pueda relatar, con orgullo, su conducta en este día; para que digan de ti que Estuvo en la gran batalla bajo los muros de Moscú.”

Sin embargo, esto animó al ejército: Labaume afirmó que quienes lo escucharon “estaban convencidos de que la imperiosa necesidad les imponía la ley, conquistar o morir”. El propio Napoleón no se encontraba bien y tal vez deprimido.

Ségur afirmó que los últimos cansancios y «tantas preocupaciones, y su intensa y ansiosa espera lo habían desgastado; la frialdad del ambiente se le había pegado; una tos irritante, febril y seca, y una sed excesiva lo consumían’, y sufría de una molestia urinaria«.

Temprano en la mañana del 7 de septiembre, Ney informó que los rusos todavía estaban en posición y que el ejército estaba esperando la orden de atacar. Napoleón se levantó, llamó a sus oficiales y salió exclamando: “¡Por fin los tenemos! ¡adelante! ¡Vayamos y abramos las puertas de Moscú!”.

Ambos lados también tenían mucha artillería. Los ejércitos francés y ruso tenían unos 600 cañones cada uno, aunque los rusos tenían más cañones pesados de 12 libras (140 frente a los 108 franceses), y la artillería francesa constaba de unas 154 piezas de batallón ligeras de 3 y 4 libras (22 % del total), que tenía muy corto alcance. Estos últimos se utilizaron principalmente para aumentar la moral de la infantería a la que estaban adscritos. Sin embargo, en general, la artillería rusa, aunque numerosa, no se consideraba tan competente como la francesa. Y había algo inferior en su pólvora, que les daba menos alcance. Toda esta artillería también iba a asegurar que el día siguiente fuera un baño de sangre.

A lo largo de la noche, el ejército de Napoleón había construido tres enormes baterías de artillería, cada una de 24×12, dirigidas contra el Gran Reducto y sus alrededores y contra las dos flechas.

Duelo artillero

Aproximadamente a las 05:30 horas, Napoleón ocupó su puesto de mando junto al reducto de Shevardino. Salió el sol y Napoleón exclamó: “¡He ahí el sol de Austerlitz!”.

A las 06:00 coincidiendo con el orto se disparó el primer cañón, indicando a todos que comenzaran. Toda la artillería de los CEs I, III, VII y IV, así como algunas de las baterías de la Guardia, dispararon en una andanada salva; 146 cañones en esta línea del frente. Estos fueron respondidos rápidamente por 90 cañones en el lado ruso. Pero, disparando hacia el este, con el sol de frente y la niebla matutina, los artilleros franceses disparaban a ciegas. Después de aproximadamente media hora, el comandante de artillería francés, Sorbier, se dio cuenta de que, en la oscuridad, había colocado sus baterías demasiado atrás para alcanzar sus objetivos. Así que ordenó el alto el fuego para arrastrar sus cañones fuera de sus emplazamientos y llevarlos hacia delante. No fue hasta alrededor de las 07:00 horas cuando se reanudó el fuego en el lado francés.

Entonces sus rondas comenzaron a estrellarse contra las columnas apretadas de la infantería rusa dispuestas en las laderas frente a ellos, y otras por encima para golpear a las tropas que permanecían en reserva. Los rusos respondieron y el bombardeo continuó, con las formaciones expuestas del ejército ruso provocando numerosas bajas, las tropas bajo fuego se mantuvieron estoicamente mientras eran abatidos. Tal fue la ferocidad del bombardeo que el general Nikolai Lavrov, comandante de la infantería del CE-V de la Guardia, sufrió un colapso nervioso.

Dada la cantidad de municiones gastadas, habría habido, sin parar, una tasa de tres disparos de cañón por segundo y algo así como 430 disparos de mosquete por minuto.

Kutúzov había dormido en Tatarinovo y luego cabalgó hasta una altura cerca del pueblo de Gorki, donde estableció su punto de observación. Kutúzov estaba sentado en una silla plegable llevada por un cosaco. Su mera presencia era suficiente. El oficial Mitarevski escribió: “Era como si algún tipo de poder emanase del venerable comandante, inspirando a todos los que lo rodeaban”.

Ataque al pueblo de Borodinó

La niebla de la mañana en realidad benefició a los franceses en el pueblo de Borodinó. Aunque Barclay había argumentado en contra de tratar de mantener ese pueblo, aislado del ejército por un solo puente de madera sobre el río Kolocha; Bennigsen advirtió a Kutúzov que entregar el pueblo sería una desgracia nacional y, con el sueño del generalísimo guiño ambiguo, tenía el pueblo ocupado por 3 BILs jägers (1.884) de la Guardia, 14 cañones y un destacamento de marines de la Guardia (30). El BIL-III defendía el lado norte reforzado con barricadas, mientras que los BILs I y II estaban formados en columnas detrás del pueblo, y cerca del puente de madera. Los 30 marines de la Guardia custodiaban el puente, mientras que una línea de otros jägers defendían la línea del río Kalocha.

Temprano en la mañana, incluso antes de que comenzara el duelo de artillería, los puestos avanzados rusos habían detectado que los franceses avanzaban contra Borodinó. Un EC de caballos ligeros sajones de la DCL-VI de Preysing-Moos asignada al CE-IV de Eugenio desmontó y se enfrentó a jägers que habían cruzado el río Kolocha. Este único escuadrón era la punta de lanza de la caballería de Eugenio que se movía en el flanco extremo izquierdo.

La infantería francesa se acercó a las inmediaciones del pueblo alrededor de las 06:00 horas. Eugenio ordenó a la DI-13/IV de Delzon (RIL-8, RI-84, RI-92, RI-106 y RIP-1 croata) que atacara Borodinó. El Barclay de Tolly, entendió el peligro que enfrentaban los jägers y envió a Lowenstern con órdenes de retirarlos inmediatamente de la aldea y destruir el puente. Borodinó no era un punto fuerte.

Mientras tanto, los soldados de infantería de Delzon se movieron en silencio a través de la niebla de la mañana y sorprendieron a los defensores rusos del pueblo. Los franceses tomaron Borodinó por asalto.

El RI-106 (4) llegaron al pueblo. Dos Cías de guardias hicieron un contraataque de bayoneta, pero los franceses los hicieron retroceder y obligaron a todo el RIL-III jäger a retroceder. El RIL-II jäager abrió fuego antes de cargar con bayonetas. Sin embargo, los franceses también los hicieron retroceder. El RIL-I jäger permaneció en reserva, cerca de los 12 cañones, antes de que fueran retirados de su posición.

Algunos BIs franceses avanzaron por la carretera y abrieron fuego contra los jägers de la Guardia, entonces amontonados en el puente. Los rusos desplegaron 12 cañones en la otra orilla para silenciar a la infantería. Los franceses respondieron desplegando su propia artillería y obligando a los artilleros rusos a retirarse. En esta situación, los rusos lograron destruir solamente la mitad del puente y huyeron. Los jägers sufrieron las bajas de 27 oficiales y 674 de tropa.

El RI-106 persiguió al enemigo y cruzó el Kolocha por el puente del molino. Se encontró con el fuego cruzado de la artillería rusa y luego fue recibido por el RIL-1 jäger de la Guardia. Uno de los comandantes de brigada, el general Louis-Auguste Plauzonne, intentó reagruparlos, fue muerto a tiros, siendo el primero de los generales de Napoleón en perder su la vida en acción.

Barclay no se asustó. Ordenó fríamente un contraataque de los RILs 1 y I jägers en la orilla sur que apoyaban algunas de las baterías de artillería que cubrían esa pendiente. El RI-106 casi fue aniquilado, y los supervivientes volvieron corriendo por el puente o chapotearon a través de las aguas poco profundas de Kolocha para unirse detrás del RI-92.

Barclay se abstuvo de intentar retomar Borodinó y se contentó con dejar que los tres RILs jägers que bordearan el río y la artillería de apoyo retuvieran otro asalto francés mientras los marines destruían el puente.

Los jägers capturaron al general Plauzonne jefe de la BRI-II/13, le arrancaron las charreteras y lo enviaron al general Tolly. Fue el primer general francés capturado en esta batalla, pero no sería el último.

Eugenio ordenó a la DI-13/IV de Delzon que consolidara su posición defensiva en el pueblo de Borodinó. Alrededor de las 09:30 horas, ordenó a la DI-14/IV de Broussier (RIL-19, RI José Napoleón y RI-53), que se desplegara detrás de Delzon y enviara un fuerte reconocimiento en vigor a través del río Kolochapara sondear el Reducto Raevsky para ver cómo estaba defendido. No había espacio en el reducto para la infantería rusa, solo para las dos Bías asentadas allí, pero tenía la DI-26/VII de Paskevitch (4 RIs y 2 RILs) en apoyo, lograron hacer retroceder a los atacantes franceses al otro lado del río. Eugenio ordenó un bombardeo masivo y, después de destruir gran parte de la artillería en el reducto, aumentaron el ángulo de tiro para alcanzar a la DI-26/VII de Paskevitch y la DI-3/III/1 de Pahlen y el CEC-III/1 que estaba alineada muy cerca detrás del fuerte. El bombardeo ciego fue tan intenso, que una Bía a caballos CEC-III fue destruida antes de que pudiera realizar un solo disparo.

Ataque francés a las flechas

Primer asalto francés a las Flechas

Las posiciones del Segundo ejército del príncipe Bagration estaban protegidas por las llamadas flechas, conocidas como las Flechas de Bagration. Había tres fortificaciones de campo en forma de V, y un cuarto movimiento de tierras estaba ligeramente hacia el norte, junto al pueblo de Semenovskaya.

El príncipe Bagration había asentado las Bías 11 y 32 (8×12 y 4 unicornios) en las flechas, cerca se encontraba la Bía 21 (4×6 y 2 unicornios) y la Bía 3 (8×12 y 4 unicornios). Junto al pueblo de Semenovskaya, y detrás de él, estaba la artillería de reserva del príncipe Bagration. Cada obra estaba defendida por 1 BG de la DG-2/VIII convergente.

Napoleón ordenó a Ney que dirigiera su DI-11/III de Razout (RI-4, RI-18, RI-2 portugués y RI-93) y la DI-10/III de Ledru (RIL-24, RI-1 portugués, RI-46, RI-72 y RI-129) para tomar el pueblo de Semenovskaya y los reductos lineales que lo defendían. Los apoyó con el CEC-IV/R Latour-Maubourg y CEC-I/R de Nansouty. Este ataque se topó con fuego de artillería rusa de los reductos y la resistencia de la DG-2/VIII convergente de Vorontsov.

Bennigsen también ordenó la mitad de la reserva de Infantería de la Guardia (Ismailov, Lituania y jägers de Finlandia), así como la mitad de la artillería de la Guardia en apoyo. La caballería francesa y aliada (coraceros sajones y de westfalianos) cargaron dentro y más allá de la aldea en llamas de Semenovskaya contra los granaderos rusos, que habían formado en cuadro (o quizás simplemente cerraron las columnas de su pelotón; las diversas narraciones son vagas sobre las formaciones exactas). También invadieron los parapetos y las baterías de artillería levantados apresuradamente. La infantería siguió a Semenovskaya, expulsando a los granaderos rusos.

Entonces Bagration ordenó con todo lo que tenía a mano retomar el pueblo. La DI-12 de Vaslichikov, la DG-2/VII de Mecklenburg, el CEC-IV de Siever, la DCC-2 y más artillería de la Guardia. Estos finalmente hicieron retroceder a los coraceros franceses y sajones y expulsaron a la infantería francesa de los reductos capturados y del pueblo humeante.

Pero luego Napoleón envió el resto de las reservas de artillería de la Guardia de Sorbier y estos 130 cañones de élite adicionales pulverizaron a los defensores rusos. Barclay se había encargado de mover su CE-IV/1 no comprometido bajo el mando de Osterman-Tolstoy hacia la batalla. Pero a medida que esta infantería marchaba en sus apretadas columnas, la artillería de la Guardia Francesa los enfiló, eliminando en cada asalto pelotones enteros. Para cuando se pusieron en posición, se habían reducido quizás hasta en un tercio de su fuerza original antes de poder disparar.

De ida y vuelta esta batalla surgió toda la mañana. Al mediodía, los rusos parecían agotados y Mikhail Borosdin comandante de CE-VII se hizo cargo porque Bagration había sido herido y llevado a un puesto de socorro. Este ordenó la retirada general de regreso al bosque abierto detrás de esta posición central, donde deberían haberlo hecho.

Simultáneamente, un poco más al sur de Semenovskaya, estaba en marcha otro asalto de infantería. Sobre las 08:00 horas, una hora después de que comenzara el bombardeo inicial, Davout ordenó a su DI de vanguardia, la DI-5/I de Compans (RIL-25, RI-57, RI-61 y RI-11) que asaltara la Flecha del sur frente al cauce del arroyo Semenovska. Marchando a la derecha de las baterías francesas en masa, que mantuvieron sus disparos hasta el último minuto, el RI-57 (3) conocido como “el Terrible” subió a las zanjas de este fuerte hasta que cayó a tierra, hecho pedazos por los disparos canister de los cañones rusos. Los compañeros cayeron heridos.

El RIL-25 (3) llegó a través del bosque y envolvió por detrás de la flecha. Dessaix, al mando de la DI-4/I, se movió a través del bosque hacia el sur, haciendo retroceder a los jägers y luego giró a la izquierda para atacar a la flecha más al sur de la protección del bosque. Oleada tras oleada de infantería de apoyo se acercó para continuar el asalto hasta que finalmente se abalanzaron sobre los parapetos levantados apresuradamente y atacaron a la bayoneta a los supervivientes rusos que estaban dentro.

Sin embargo, no fue hasta ahora cuando los franceses se dieron cuenta de dos cosas inquietantes. Una, los emplazamientos que habían capturado estaban abiertos por detrás, así que eran extremadamente vulnerables al contraataque. La otra era había tres flechas en vez de dos, la tercera no se podía ver por estar en contra-pendiente de las dos primeras, y su fuego podía dirigirse a la parte trasera abierta de la flecha del norte y enfilar la del sur.

La infantería rusa no se desalentó y esperó atentamente y lanzó su propio ataque contra el enemigo. El general Vorontzov cargó con un BG convergente y el general Neverovsy con varios BIs de la DI-27. El RI-57 no pudo mantener la flecha y fueron rechazados.

La DI-5/I de Compans, ahora al mando del general Teste, estaba en desorden. Sus hombres estaban dispersos por el bosque, y entre el bosque y la flecha del sur. Un disparo de metralla destrozó la mano derecha del general Teste y su ayudante resultó herido de muerte. El mayor Yager fue muerto. Probablemente sorprendido por el constante volumen de fuego ordenó que los franceses se retirasen.

Segundo ataque francés a las flechas

El príncipe Bagration le pidió al general Tuchkov, que formalmente no estaba bajo su mando, que le enviara una de sus DIs. Sin embargo, a Tuchkov no le gustaba Bagration, e ignoró sus dos primeras solicitudes. La tercera solicitud fue respondida y Tuchkov envió al norte su DI-3 de Konovnitsyn, mientras que Kutúzov ordenó a Constantino que enviara desde su reserva la DCC-1 de la Guardia, infantería y artillería. Hasta que llegaron, los granaderos de Vorontsov debían mantener la posición.

El general Rapp llegó de parte de Napoleón con la orden de trasladar a la DI-4/I de Dessaix (RIL-33, RI-85 y RI-108) a la primera línea y pasar a la segunda la DI-5/I de Compans. Dessaix tenía solo 8 BIs, ya que el único batallón de Hessen-Darmstadt sirvió como escolta de parques del CE-I. Se dejaron atrás 2 BIs del RI-85 para proteger la artillería divisionaria.

Ya levemente herido, mientras dirigía al RI-61, Rapp recibió un golpe en la cadera izquierda y lo tiró de su caballo. Dessaix volvió a tomar el relevo, pero casi de inmediato le rompió el brazo izquierdo una metralla. Mientras Rapp estaba siendo tratado por su herida, Napoleón lo visitó para preguntarle cómo progresaba la batalla; Rapp respondió que “Creo que se verá obligado a hacer que su guardia cargue”. Napoleón dijo: «Tendré mucho cuidado de no hacerlo. No quiero verla destruida”.

Napoleón viendo el movimiento de tropas en el lado ruso, ordenó al CE-III de Ney que atacara las flechas. Además, 40 cañones más se movieron hacia delante y se asentasen contra las flechas. Ney con el CE-III dirigió un ataque con la DI-10/III Ledru (RIL-24, RI-1 portugués, RI-46, RI-72 y RI-109) contra la flecha más al sur, apoyada por el RI-57 que atacaría por retaguardia desde el bosque. La DI-11/III de Razout (RI-4, RI-18, RI-2 portugués y RI-93) atacaría la flecha norte y el pueblo de Semenovskaya; mientras que la DI-25 wurtemberguesa de Marchand y la DCL-/III de Wollwrath se mantenían en reserva.

Bagration no iba a renunciar fácilmente a estos fortines. Ordenó a sus jägers, toda DG-2 convergente, parte de la DI-27 de Neverovsky (héroe de Shevardino), parte del CE-III de Tuchkov y toda una caballería para reforzar las flechas.

Razout atacó la flecha norte y también intentó entrar en la aldea de Semenovskaya, pero los granaderos y los húsares y dragones de Sievers lo expulsaron rápidamente. El RI-18 (4) apodado “el Valiente”, marchó sus 4 BIs en columna uno detrás de otro y los 2 BIs de cabeza tomaron primera flecha los 2 BIs restantes la segunda flecha.

La DI-10/III de Ladru con el RIL-24 en cabeza y con el apoyo del RI-57 y del RIL-24 tomaron la flecha sur. A partir de entonces se produjeron ataques y contraataques de una forma confusa. Los rusos, habiéndose recuperado del primer golpe, volvieron a reclamar la flecha, pero la DI-25/III wurtemberguesa de Marchand que estaba de reserva, llegó a tiempo para apoyar a la DI-10/III y los rusos fueron rechazados.

La DG-2 convergente de Vorontzov cumplió admirablemente su deber de defender las flechas. Vorontov dirigió varios contraataques, resultó gravemente herido y toda su división casi dejó de existir. Vorontzov escribió: “Una hora después de que comenzaran los combates, mi división dejó de existir. De unos 4.000 hombres, había menos de 300 en el pase de lista vespertino y de los 18 oficiales de EM solamente sobrevivieron 3, y únicamente 1 de ellos no resultó herido… Si me hubieran preguntado al día siguiente dónde estaba mi división, habría respondido… señalando con el dedo nuestra posición y declarando con orgullo: ahí está”.

La valiente DI-27 de Neverovsy apoyó a los granaderos tanto como pudo. Intercambiaron golpe por golpe con la infantería de Ney y Davout y fueron golpeados por la artillería francesa. “Cuando se reunieron las tropas restantes, solo quedaban 700 hombres…”

Bagration ordenó a la segunda línea del CE-VII/2 de Raevsky, un total de 8 BIs, marchar hacia el sur y desplegarse detrás de la DG-2/VIII/2 convergente de Vorontzov y apoyar a la DI-27/VIII/2 de Neverovsy. La DG-2 (RGs de Moscú, Kiev, Astracán, Fanagoria, Siberia, Pequeña Rusia) ya estaba detrás del pueblo de Semenovskaya.

Un solo batallón ruso formado en columna se acercó a la segunda flecha que acababa de tomar el RI-18 francés apodado “el Valiente”. El RI-18 derrotó a los rusos y los persiguió hasta que estuvo bajo fuego de artillería y después de grandes pérdidas retrocedió a la flecha. La infantería rusa, animada por el éxito, persiguió al RI-18 y expulsó de la flecha. Los franceses huyeron a los arbustos cerca de la primera flecha.

RH de Akhtyrsky (8) y RD Nueva Rusia (4) que habían cabalgado en el humo más allá de la infantería, capturaron la batería francesa. Aprovechando el caos causado por la caballería de Sievers, los granaderos convergentes de Vorontzov se restablecieron en dos flechas. Parte del RI-18 fue cortado y capturado por los dragones y húsares rusos. Otros formaron en cuadro y rechazaron a la caballería.

Los franceses contraatacaron con la BRCL-II/III de Beurman con el RC-1 y RC-2 de caballos ligeros de Wurtemberg (8) y el RC-4 de cazadores franceses (4). Sin embargo, los cazadores fueron destrozados por el fuego canister y retrocedieron. Los caballos ligeros hicieron retroceder a los húsares rusos y a algunos dragones y recuperaron los cañones. Sin embargo, dos de las flechas permanecieron en manos rusas.

Luego, detrás de la infantería francesa, llegó la BRCL-III/1/I polaca de Niewiewski (RC-6, y RC-8 ulanos, y RH-2 convergente). Antoni Rozwadowski del RC-8 ulano escribió: “Ese día el RC-6 ulano formó la primera línea, y nosotros, el RC-8 ulano, formamos en escalón cuando atacaron los dragones rusos. El suelo estaba seco y una enorme y espesa nube de polvo hizo que el RC-8 fuera invisible para el enemigo. Los rusos continuaron su avance contra el RC-6 antes de que el RC-8 atacara el flanco izquierdo de los dragones. Los rusos huyeron en desorden.
Después de esta acción, el RC-8 y el RC-6 ulanos se trasladaron a una nueva posición detrás de un bosque. Allí los regimientos se formaban en columna, uno tras otro y solo las brigadas se mantenían escalonadas. Pronto, los ulanos notaron que la caballería rusa cargaba nuevamente contra ellos. Era parte de la DCC-2/VIII de Duka. A larga distancia, el enemigo se parecía a los dragones recientemente derrotados y los polacos se apresuraron a avanzar seguros de la victoria.
Cuando ambos bandos estuvieron más cerca, los ulanos se dieron cuenta de que estos “dragones” eran en realidad coraceros y el RC-6 huía hacia el RC-8. Este se desordenó y ambos regimientos huyeron y derrotaron a los húsares prusianos que estaban en la retaguardia. Solo la siguiente brigada de caballería que estaba en el escalón contraatacó y hizo retroceder a la caballería pesada rusa”.

La DCC-2/VIII de Duka (RCCs Orden Militar y Yekaterinoslav, Glukhovsky, Pequeña Rusia y Novgorod) formó en cinco columnas de regimiento y comenzó su avance. Los coraceros atacaron a la caballería ligera de wurtemberg y a la artillería e infantería francesas. El RI-18 todavía estaba cerca de la flecha del norte. Era una posición avanzada y muy peligrosa. Los hombres del RI-18 se encontraron aislados y atacados por los coraceros desde los dos lados. Pronto se dispersaron por todo el campo. A última hora de la mañana se reunieron, pero en lugar de sus 4 BIs, ¡solo había uno!

Los bordes del bosque y los arbustos estaban llenos de infantería de Davout. Algunas unidades formaron en cuadros, mientras que muchas estaban en escaramuza o en grupos desordenados. La DI-4/I de Dessaix (RIL-33, RI-85, RI-108) fue la que más sufrió con esta carga de caballería. El RI-85 y el RI-108 retrocedieron hacia el bosque. Los rusos acercaron varios cañones al bosque y abrieron fuego contra los franceses. Los escaramuzadores rusos también estaban activos en esta área. El general Rapp y el coronel Anchard (del RI-108) resultaron heridos.

Sin embargo, el RI-57 todavía mantenía la flecha del sur. Eran como una isla rodeada por un mar de coraceros.

La artillería francesa se mantuvo en llano abierto, protegida por unos pocos batallones formados en cuadros. Girod de l’Ain estaba con la DI-4/1 de Dessaix cerca del bosque cuando “… vimos una carga de coraceros rusos que venía hacia nosotros como una tempestad. No nos estaban apuntando exactamente a nosotros sino a una batería de 30 de nuestros cañones…. Aunque esta carga sufrió nuestro fuego al pasar, no los ralentizó, como tampoco las descargas de metralla de nuestra batería, que derribaron… Pero pronto fueron rechazados por escuadrones de caballería… Los coraceros capturaron 6 cañones y atacaron a la infantería de Friant formada en cuadros. La caballería de Murat contraatacó y los hizo retroceder”.

La flecha sur fue abandonada temporalmente por el RI-57.

Ataque de Murat a las flechas

El caballo de Davout fue abatido por un disparo de artillería, el propio mariscal, conmocionado y aturdido, cayó y fue aplastado por el caballo muerto. Tanto los soldados como el personal al mando estaban convencidos en un primer momento de que el mariscal Davout, que había perdido el conocimiento, había fallecido, y así fue como se informó de inmediato a Napoleón. El Emperador ordenó a Murat que inmediatamente tomara la delantera de los atacantes y asaltara de nuevo la escalera sur, desde donde los franceses habían sido expulsados en ese momento por un contraataque ruso. Se ordenó al mariscal Ney que apoyara a Murat con todas sus fuerzas, quien también convocó a Junot. Nuevas fuerzas también se apresuraron al campo de batalla. Habiendo recibido tales refuerzos, Murat (con el consentimiento del mariscal Davout, que se había recuperado del impacto), ordenó atacar nuevamente.

El mariscal Murat, vestido de forma extravagante, tomó RIL jäger de Konig de la DI-25/III de Wurtemberg de reserva seguido y se lanzó para retomar la flecha. Sin embargo, antes de que alcanzaran su objetivo, los coraceros de Duka los cargaron. Murat viendo los uniformes blancos de los coraceros, pensó que era la caballería sajona que tenía un uniforme similar.

La confusión se resolvió cuando un oficial ruso gritó su orden “¡Maten a estos perros alemanes!” y los coraceros cargaron. Los jägers de Wurtemberg inmediatamente abrieron fuego.

El resto de la DI-25/III y la DCL-/VIII de Chavert, acudieron en su ayuda, los alemanes cargaron, pero superado en número, huyeron con los rusos pisándoles los talones. La artillería francesa disparó metralla contra los perseguidores. Luego, 3 RCs de ulanos (3, 11 y 16) de la DCL-/IV/R de Rozniecki se enfrentaron a los coraceros. La lanza no es un arma muy efectiva en una lucha cuerpo a cuerpo, especialmente contra la armadura. La lucha fue desesperada, pero corta y no se dio cuartel. Los ulanos sufrieron mucho y fueron rechazados. Tras rechazar a los alemanes y polacos, atacaron a la DI-25/III donde estaba Murat, pero los coraceros del CEC-I/R de Nansouty rechazaron a los rusos. Sobre de las 10:00 horas, las flechas quedaron en manos de los franceses.

El contraataque de la DI-3/III/1 de Konovnitsyn acudió al rescate y corrigió la situación. Al mismo tiempo, murió el TG Tuchkov jefe del CE-III/1, quien dirigía el ataque de los RIs Revel y Murom.

Casi al mismo tiempo, el CE-VIII westfaliano de Junot se abrió paso a través del bosque Utitsky hacia la parte trasera de las flechas. La situación fue salvada por la Bía-1 a caballo del capitán Zakharov, que en ese momento se dirigía a la zona de las flechas. Zakharov, al ver la amenaza de los destellos desde la parte trasera, rápidamente desplegó sus cañones y abrió fuego contra el enemigo, que se preparaba para atacar. Los 4 RIs del CE-II/1 de Baggovut, que llegaron a tiempo, empujaron al CE-VIII de Junot hacia el bosque de Utitsky, causándole pérdidas significativas.

Contraataque de Bagration

Bagration, al ver que la artillería de las flechas no podía detener el movimiento de las columnas francesas, encabezó un contraataque general. La DI-3/III/1 y la DG-2/VIII/2 cargaron juntas dirigidas por Bagration, Tuchkov-IV y Konovnitzin. Estaban apoyadas por sus vecinos: la DG-2/VIII convergente, la DI-27 y varios BIs del CE-VII Raevsky. Su número total era de unos 20.000 efectivos.

Durante el avance el fuego de la artillería francesa causó estragos. Un disparo canister destrozó el pecho de Tuchkov-IV y lo mató en el acto. Dos o tres de sus BIs vacilaron. Sin embargo, la DG-2/VIII/2 se mantuvo firme pero a un alto costo. Muchos granaderos fueron muertos y aún más resultaron heridos.

Se produjo una feroz lucha cuerpo a cuerpo que duró más de una hora. Los granaderos, apoyados por fuego de metralla, se apoderaron de las flechas. (Murat afirmó que se perdió una flecha, mientras que Rapp y Pelet mencionaron que los granaderos tomaron dos flechas). Fue un ataque de infantería realmente magnífico y se produjeron varios ataques y contraataques.

Mientras el príncipe Bagration desarrollaba el ataque, una astilla de proyectil golpeó la pierna izquierda de Bagration, rompiéndole la tibia. Durante unos minutos hizo un valiente esfuerzo por ocultar su herida, a fin de evitar el pánico o el desánimo entre los sus tropas. Sin embargo, sangró profusamente y comenzó a resbalar de su silla. Sus ayudantes se lo llevaron… En medio de la batalla, Bagration fue llevado a los cirujanos en un puesto quirúrgico cercano.

Konovnitzin fue informado de que Bagration estaba herido. Decidió retirar su infantería a la aldea de Semonovskaya. El cuartel general ruso quedó conmocionado por la noticia de la herida de Bagration. El general Kutúzov nombró a Dokhturov para dirigir el Segundo Ejército Occidental de Bagration. Dokhturov llegó al flanco izquierdo antes de las 11:00 horas. Sus tropas comenzaron a tomar una nueva posición al sur del pueblo.

Alrededor del mediodía, los rusos parecían haberse agotado de intentar retomar las flechas y el pueblo de Semonovskoya y retrocedieron hacia el bosque en su retaguardia. Los franceses y los alemanes también dejaron de atacar, también estaban exhaustos y el campo de batalla cubierto de cadáveres y heridos.

Ney y Murat, que normalmente nunca estaban de acuerdo en nada excepto en cuánto se odiaban mutuamente, volvieron a suplicarle a Napoleón que empleara a la Guardia. Ambos vieron que los rusos estaban agotados en ese sector y retrocedían. Era el momento para el golpe de gracia. Napoleón en un primer momento ordenó a su Joven Guardia que avanzara. Pero no habían caminado más que unos pocos cientos de metros cuando dio la contraorden para que regresaran.

Los ataques en la zona de las flechas cesaron y solo hubo intercambio de disparos de artillería.

Primeros ataques franceses al Gran Reducto o de Raevsky

En el mismo centro de las posiciones rusas se encontraba el llamado Gran Reducto, también conocido como reducto de Raevsky o Reducto de la Muerte. Tenía unos 200 m de longitud, tenía delante un foso de 7 m de ancho y 3 m de profundidad, delante tenían unas trampas conocidas como agujeros de lobo a unos 100 m delante. En la parte posterior había una doble empalizada. En su interior había 12×12 y 6×6 cañones mandados por el Tcol Schulman. El general Raevsky permanecía dentro del reducto, ya que tenía una herida, ordenó a sus artilleros para defender sus cañones a toda costa y ordenó alejar caballos de tiro y cajones de municiones, por si había una amenaza real de que el enemigo tomara el reducto.

El CE-VII/2 de Raevsky había sido asignado para defender el Reducto y el área al sur. Constaba de dos DIs:

• DI-12/VII de Vasilchikov (RIs Novoingermanland, Aleksopol, Narva y Smolensko; y RILs jägers 6 y 41). Desplegó al sur de la DI-26.
• DI-26/VII de Paskevich (RIs Ladoga, Poltava, Oriol y Nizhny-Novgorod; y RILs jägers 5 y 42). Desplegó al sur del reducto.

Raevsky pidió refuerzos a Barclay de Tolly, comandante del Primer ejército que le envió los RILs jägers 18, 19 y 40; que se colocaron detrás del reducto en seis columnas de batallón y sirvieron como reserva.

Raevsky ocupó el barranco del arroyo Semenovskaya y el bosque de enfrente con jägers formados en una de escaramuzas. Los batallones restantes se formaron en columnas en dos líneas. Cuando el príncipe Bagration resultó herido y las flechas fueron capturadas por los franceses, Raevsky asumió el mando y comenzó a trasladarse al pueblo de Semenovskaya.

Detrás de la DI-26/VII de Kaptzevich se desplegó el CEC-II/1 de Korff (RDs de Pskov, Moscú Kargopo e Ingermanland; y RC ulano polaco de Guriev), y detrás el CEC-IV/2 de Sievers (RDs de Jarkov, Chernigov, Kiev y Nueva Rusia; RH Akhtyrsk y RC lanceros lituanos). Cada cuerpo de caballería se formó en dos líneas de columnas de escuadrón.

Contra el Gran Reducto los franceses organizaron un fuego cruzado con 70 cañones disparando desde los flancos, otros 60 cañones disparaban desde el frente.

Antes de las 10:00 horas, la artillería francesa abrió fuego y sus tiradores avanzaron contra los rusos. Los jägers de Radievsky hicieron retroceder al reconocimiento francés, que se mantuvo fuera del alcance.

A las 11:00 horas, la DI-1/1 de Morand (RIL-13, RI-17, RI-30 y RI-2 de Baden), cuya infantería estaba en el barranco junto con la DI-3/I de Gerad, y se prepararon para el ataque.

Era la posición clave de los rusos. Los hombres de Morand avanzaron directamente sobre el reducto con el RI-30 en vanguardia, seguido por el RI-17 y el RIL-13. A pesar del intenso fuego de artillería, los franceses avanzaron, algunos cayeron en los agujeros de lobo y asaltaron los muros del reducto y se produjo una sangrienta batalla a bayoneta en el interior. Debido al espacio limitado dentro de la fortificación, solo una pequeña cantidad de infantería podía desplegarse allí. Los rusos fueron expulsados del reducto.

El general jefe del EM Ermolov, que estaba cerca y vio que los franceses ya estaban en el reducto; inmediatamente llevó 3 Bías de caballos y un BI del RI Ufa (DI-24/VI) y Barclay con 2 BILs jägers que estaban a retaguardia y contraatacó. Otros 2 BILs jägers atacaron por la derecha. En la lucha resultó muerto el general Kutaisov, jefe de artillería. Raevsky reunió a su CE-VII y se movió contra el enemigo dentro y alrededor del reducto. Los franceses huyeron. Solo un puñado resistió por no más de 10 minutos. El CEC-III de Kreutz (por ausencia de Palen) avanzó contra los italianos, deteniendo su progreso. El reducto estaba de vuelta en manos rusas. Ermolov tomó un puñado de cruces de la Orden de San Jorge y las arrojó al reducto para animar a los defensores. RI-30 francés había perdido 2/3 de su fuerza y el general Bonnamy fue capturado después de recibir 13 heridas por el suboficial Zolotov del RIL-18 jäger, quien fue ascendido a teniente después de la batalla.

Los dragones de Siberia, de Irkoutzk y de Orenburg liderados por Kreutz pisaban los talones a los franceses que huían. Kreutz también desplegó la Bía-7 a caballo, pero la artillería francesa destruyó esta unidad.

El MG Fedor Karlovich Korff jefe del CEC-II/R notó una fuerte columna de infantería enemiga, apoyada por la caballería que se movía contra el Gran Reducto. Los escaramuzadores a pie rusos que estaban en posición avanzada huyeron hacia sus propias columnas y la situación se estaba poniendo tensa. Korff ordenó a los RH de Izium (8) y al RC ulano polaco (8) que atacaran a los franceses. Los dos regimientos estaban a punto de finalizar sus rápidos preparativos y avanzar cuando fueron atacados por DD-6/III de Lahuyasse. La situación empeoraría rápidamente si no fuera por la llegada oportuna de los RDs de Pskov y Moscú.

Los franceses atacaron de nuevo, mientras la infantería marchaba hacia el reducto con las bayonetas caladas, el CEC-III de Grouchy trotaba alrededor de la fortificación. Grouchy de la DD-6/III de Lahuyasse (RDs 7, 23, 28 y 30) y la DCL-/III/R de Chastel (RH-6, RH-8; RC-5 y RC-25 de cazadores; RC-1, RC-2 y RC Prinz Albert de caballos ligeros).

Grouchy Avanzó con los dragones en cabeza, detrás los cazadores y a retaguardia los caballos ligeros. Grouchy cruzó el río, pasó el pequeño bosque y luego se movió ligeramente hacia la derecha, hacia las masas de infantería rusa.

El CE-II/1 de Baggovout marchaba desde el flanco norte tranquilo hacia el flanco sur izquierdo y ocupado. Baggovout tenía dos divisiones, la DI-4/II/1 del príncipe Eugenio y la DI-17/II/1 de Olsufiev.

Las tropas de Olsufiev avanzaron hacia el sur hasta Utitza, mientras que las tropas de Eugenio se desviaron hacia el reducto de Raevsky. Eugenio pudo notar el imponente frente de la DI-3/I de Gerard y la artillería se desplegó rápidamente en su flanco. Desplegó el RI de Volinia en línea, seguido por el RI de Tobolsk en columnas en ambos flancos. En la segunda línea estaban RI de Kremechoug y el RI de Minsk, ambos formados en columnas de batallón. La fuerza de Eugenio (8 BIs) avanzó hacia el enemigo. El fuego de artillería fue tremendo. Los rusos sufrieron mucho por el fuego de artillería, el propio Eugenio tuvo que cambiar 3 veces de caballo al ser abatidos. Sin embargo, la infantería francesa, golpeada por numerosos cañones rusos y luego atacada por la infantería de Eugenio, retrocedió.

La caballería francesa detuvo fácilmente a la triunfante infantería rusa, obligándola a formar cuadros. La caballería luego cargó varias veces pero sin éxito. Los tiradores franceses y varios cañones a caballo intentaron flanquear las plazas. Eugenio respondió enviando a sus propios escaramuzadores contra esa fuerza. La situación se estabilizó durante un tiempo con la llegada de los dragones de Kreutz.

La DI-17/II/1 de Olsufiev (RIs Ryazán, Brest, Belozersky y Wilmanstrand; y RILs jägers 30 y 48), en ese momento avanzaba hacia el sur a las flechas. Se detuvo junto al reducto y estaba descansando cuando Grouchy apareció. Los jinetes sablearon a los desorganizados infantes. La caballería de Korff avanzó para ayudar a la infantería y Ermolov giró sus cañones en el reducto para disparar contra la caballería de Grouchy en su retaguardia. Los hombres de Grouchy se hartaron y se marcharon dejando atrás a la maltratada DI-17. Hombres y caballos muertos y heridos alfombraban el terreno.

Carga de los sajones

Mientras se desarrollaba la lucha por Bagration de las Flechas y el reducto Raevsky, Napoleón ordenó al mariscal Joachim Murat que tomara el CEC-IV/R de Latour-Maubourg y atacara el centro enemigo. Al mismo tiempo, la DI-2/I de Friant estaba a punto de atacar la aldea de Semenovskaya en el centro de Rusia.

Mientras tanto, Bagration reagrupó sus fuerzas. Los restos de la DG-2 formada en dos cuadros y la DG-2 convergentes estaban en el pueblo de Semenovskaya y sus alrededores. Detrás del pueblo había 6 BIs de la Guardia formados en cuadros. Fueron apoyados por la espléndida DCC-1 de la Guardia. La artillería rusa todavía era fuerte, se desplegaron numerosas baterías frente a la infantería. Sin embargo, hubo mucho equipo dañado y caballos heridos y muertos.

La artillería francesa abrió un fuego tremendo y el CEC-IV/R de Latour-Maubourg, formado en dos columnas, avanzó lentamente. La columna de la derecha estaba formada por la DCC-7/IV/R de Lorge (8 sajones, 8 de westfalianos y 2 polacos). La columna de la izquierda estaba formada por la DCL-/IV/R polaca de Rozniecki (18 ECs de ulanos polacos).

Los granaderos y la artillería rusos se encontraron con la asombrosa vista de varios miles de soldados de caballería que se dirigían hacia ellos. La infantería formó en cuadros para rechazar la carga de la caballería. Bagration desplegó la artillería entre los cuadros. Ante la enorme fuerza de caballería reunida a menos de 1 km de distancia, la infantería no podía hacer nada más que permanecer en sus plazas y esperar con las bayonetas caladas.

La columna de la DCC-7/IV al frente tenía la Guardia de Corps sajona (4), uno seguida por el RCC sajón de Zastrow (4), y luego los 2 RCCs westfalianos (8) y el RCC-14 polaco (2).

Los sajones se encontraron bajo el fuego de metralla de la Bía a caballo, rompieron un cuadro y persiguieron al enemigo que huía. Los dragones de Sievers contraatacaron para salvar a la infantería, pero fueron rechazados. Los sajones rodearon el pueblo de Semenovskaya y atacaron por la retaguardia a 2 RIs de la Guardia (6). Por un instante los generales tuvieron la impresión de que la Guardia había desaparecido bajo los innumerables jinetes que los rodeaban. La Guardia abrió fuego mortificante a quemarropa. Caballos aterrorizados, sin jinetes, venían relinchando y rodeando a las tropas.

Otro grupo de sajones capturó temporalmente uno de los movimientos de tierra. Los coraceros de westfalianos atacaron cuadros de infantería pero sin mucho efecto.

Los ulanos de Rozniecki se habían involucrado en la batalla alrededor del reducto Raevsky, donde capturaron 8 cañones. El MG Vasily Grigorievich Kostenetsky, jefe de la artillería rusa, vio cómo en una de las baterías había irrumpido un grupo de ulanos polacos. Sin demora, el general corrió en ayuda de un sirviente de cañón, armado con un bannik (escobillón para limpiar el cañón). El primer ulano que se bajó del caballo y recibió un fuerte golpe. Kostenetsky se arrojó en medio de los jinetes, derribándolos de los caballos con el bannik. Los artilleros inspirados por el ejemplo del comandante, se atacaron a jinetes y en pocos minutos despejaron la batería.

El general Borosdin llevó el RCC del Emperador (4) y el RCC de la Emperatriz (4) y cargó a los sajones. El RCC de Astracán (4) se unió a la lucha. El RH de Akhtyrsk (8) de CEC-IV cargó con la mayor ferocidad contra el flanco francés.

Mientras estaban en plena lucha cuerpo a cuerpo, la DCC-2/VIII cargó contra los sajones, polacos y westfalianos por el flanco y la retaguardia. La DCC-7/IV de Lorge resistió durante unos momentos antes de ser rechazados.

La caballería se retiró y hubo una pausa.

Ataque en el Sur

Ataque francés

Antes de la batalla, el mariscal Davout le propuso a Napoleón un movimiento de flanqueo por parte de su CE-I (5 DIs) y el CE-V polaco de Poniatowski (2 DIs, había cedido la DI-17) para envolver la línea rusa. Sin embargo, el Emperador solo estuvo de acuerdo en que se empleara el CE-V polaco.

Así, a primera hora de la mañana, Poniatowski comenzó su avance hacia la nueva posición. Sin embargo, a los polacos les resultó imposible transportar su artillería a través de los bosques y prados pantanosos y tuvieron que retroceder hasta Yelnia, donde giraron hacia el este. Esta marcha tomó más tiempo de lo esperado y el ataque polaco se retrasó cuando las fuerzas de Junot asaltaron las posiciones de Bagration.

Debido a un terreno difícil, las tropas de Poniatowski tuvieron que retroceder a Yelnia, antes de que pudieran girar hacia el este y atacar a los rusos. Creó una gran brecha entre Poniatowski y la fuerza de Davout/Ney. Por lo tanto, Ney repitió su orden para que Junot y su CE-VIII westfaliano cerraran la brecha y avanzaran hacia el sur para ayudar a Poniatowski. Hasta entonces, el CE-VIII seguía al los CEs de Ney y Davout.

Los westfalianos entraron luego en el gran y pantanoso bosque de Utitza al sur de las Flechas. Atacaron a los jägers rusos (3 RILs) y los empujaron hacia el sur. Junot, al menos temporalmente, aseguró el flanco de Davout y se unió a Poniatowski.

Inicialmente, las fuerzas rusas en ese sector era el CE-III/1 de Tuchkov que solo disponía de la DG-1/ de Stroganov con 6 RGs (Vitalicios, Arakcheev, Pavlovsky, Yekaterinoslav, San Petersburgo, Tauride) en total 3.000 efectivos en 12 BGs. La DI-3/III que había sido enviada para ayudar a las tropas que defendían las Flechas, pero habían dejado los RILs 20 y 21 bajo el mando de Shahovski. Como refuerzo tenían los cosacos de Karpov que se situaron en el flanco izquierdo y la milicia (opolchenie) de Moscú que se situaron en retaguardia en un bosque por donde pasaba la carretera.

La DG-1 desplegó detrás de pueblo de Utitza en dos líneas, delante del pueblo había un bosque donde desplegaron los 1 BIL jäger a ambos lados de la carretera en orden abierto, y el otro BIL jäger protegiendo el flanco derecho. Disponía de la Bía-1 pesada (6×12) y la Bía-6 ligera (6×6).

La batalla en el flanco sur comenzó con un intenso tiroteo entre los escaramuzadores polacos y rusos. La escaramuza fue verdaderamente a gran escala, la RI-16 polaca tenía 2/3 de su fuerza completamente en orden de escaramuza, mientras que los rusos tenían solo 1 BIL jager desplegado en este orden.

Los escaramuzadores polacos fueron seguidos por columnas, rechazaron a los escaramuzadores rusos y avanzaron contra la artillería. Su rápido avance obligó a la artillería rusa a retirarse. El coronel Richter del RG Pavlovsk cabalgó hasta el frente para ver qué estaba pasando y resultó herido. Los polacos expulsaron a los jägers del bosque ya las 10:30 horas. Poniatowski adelantó su artillería. Se desplegaron más de 20 cañones en una pequeña colina y su fuego se dirigió a la aldea de Utitza y la fuerte artillería que los rusos desplegaron cerca de ella. Tuchkov pidió refuerzos a Kutúzov.

Luego, la DI-16 polaca irrumpió y se apoderó del pueblo. Los granaderos rusos contraatacaron y lo retomaron. Poniatowski apoyó a la DI-16 con varios BIs e hizo retroceder a la DG-1 rusa. Luego, los granaderos se desplegaron en un montículo, conocido como Utitza Mound (mónticulo). El pueblo estaba ardiendo.

Las baterías polacas y rusas se involucraron en un fuego de contrabatería muy vivo. Los polacos finalmente lanzaron un asalto y en una amarga lucha cuerpo a cuerpo, tomaron el montículo. Los rusos lograron quitar sus cañones de la cima de la colina y se retiraron hacia el este para reagruparse. Poniatowski, de pie en una colina, pudo ver a las fuerzas rusas, incluidas las tropas de la opolchenie.

Mientras tanto, el general Tuchkov volvió a pedir refuerzos a Kutúzov y le informaron que ya estaban en camino.

Contraataque ruso

Kutúzov se enteró del progreso de Poniatowski y ordenó al CE-II de Baggovout, desde el extremo norte, que marchara hacia el sur y se uniera a las fuerzas de Tuchkov. Baggovout tenía la DI-4/II del príncipe Eugenio y la DI-17 Olsufiev, que había sido cedida. Cada DI tenía solo 8 BIs, ya que sus BILs jäger estaban destacados. Sin embargo, en su camino hacia el sur, parte de la DI-17 de Olsufiev fue atacada por los dragones de Grouchy y la DI-4 de Eugenio se involucró en la reconquista del reducto. En esta situación, Baggovout dirigió solo una parte de la fuerza de Olsufiev llegó a Tuchkov. Al mediodía, la mitad de la DI-4 se liberó de la defensa del Reducto y también se dirigió al sur contra Poniatowski.

Los polacos defendieron el montículo cerca de Utitza con artillería y 6 BIs de infantería. Las fuerzas polacas restantes se desplegaron de la siguiente manera: 3 BIs participaron en una batalla de escaramuzas con los jägers, 3 BIs ocuparon la aldea de Utitza y 6 BIs se mantuvieron como reserva. La caballería polaca se encontraba en el flanco derecho frente a las masas de cosacos al sur del pueblo.

Los rusos intentaron apoderarse del montículo con 14 Bóns (8 BGs y 4 BIs), parte de la milicia y 6 cañones pesados. Superados en número y flanqueados, los polacos retrocedieron.

Los escaramuzadores polacos también estaban activos. Tuchkov estaba en lo alto del montículo cuando una bala de mosquete le atravesó el pecho. Con Tuchkov gravemente herido, Baggovout asumió el mando de las tropas. La situación general en el flanco sur se estabilizó.

Los cosacos de Karpov no se enfrentaron a la caballería de Poniatowski y la caballería polaca avanzó por el camino.

Mientras Poniatowski luchaba por el montículo y la aldea con los granaderos rusos, los westfalianos de Junot se enfrentaron a los jägers rusos bajo el mando de Shahovski en el bosque de Utitza. También se utilizó parte de la opolchenie (milicia) contra la infantería de Junot. Sobre las a las 14:00 horas, los westfalianos establecieron contacto con los polacos.

Los cazadores westfalianos estaban armados con rifles y Junot los había enviado para silenciar la batería enemiga. Desafortunadamente, los cazadores vestidos de verde fueron tomados por rusos por otras unidades de westfalianas y se convirtieron en víctimas del fuego amigo. Creó una gran confusión en el bosque.

Junot recibió la orden del mariscal Ney de seguir adelante. En lugar de atacar al enemigo con sus tropas frescas, Junot pidió ayuda a la agotada DI-5/I de Compans. Así, los franceses llevaron a cabo la lucha durante bastante tiempo, antes de que Junot hiciera otro ataque con los westfalianos a las 16:00 horas. Los westfalianos ganaron algo de terreno antes de que la infantería rusa contraatacara.

Junot luego dirigió varios BIs y obligó a los rusos a abandonar el área al norte de la Carretera Vieja. Baggovout abandonó el montículo Utitza y se retiró por la Carretera Vieja. De esta manera evitó que Junot lo aislara del resto del ejército.

El príncipe Poniatowski siguió a Baggovout y lo obligó a redistribuir sus tropas cerca del pueblo de Psarevo. La artillería polaca dirigida por el general francés Pelletier y el RC-12 ulano infligieron numerosas bajas a los RIs rusos de Minsk y Kremenchug.

Incursión de los cosacos de Platov

Hasta ahora, el flanco norte estaba relativamente tranquilo. Los dos ejércitos estaban separados por el río Kolocha. Las orillas eran empinadas y en muchos lugares el lado ruso del río era más alto que el lado francés. Solo había dos cruces en esa zona.

El flanco norte del ejército de Napoleón estaba cubierto por la DCL-/IV de Ornano y jinetes bávaros. Uno de los oficiales bávaros escribió que su unidad estuvo desmontada hasta el mediodía y observó la furiosa batalla desde la distancia.

El atamán Matvei Platov y su CEC-I cosaco se encontraban en el flanco de extrema derecha del ejército ruso. Platov se sorprendió cuando descubrió que las posiciones francesas estaban débilmente protegidas. Platov envió al príncipe de Hesse-Philippstahl (que estaba con él como voluntario) a Kutúzov para informarle sobre el descubrimiento.

Platov también propuso cruzar el río Kolocha con cosacos (Platov tenía 5.500 hombres) y algo de caballería y caer sobre el flanco expuesto de los franceses.

Kutúzov acordó lanzar una incursión y asignó la mitad del CEC-I cosaco de Platov y todo el CEC-I/R Uvarov (más de 3.000 hombres). El CEC-I/R incluía la flor de la caballería ligera rusa, 4 regimientos de la Guardia (ulanos, dragones, húsares y cosacos), RD de Nizhinsk (4) y RH Elisavetgrad (8) y Bía-2 a caballo. Uvarov era un general de caballería bastante bueno y apreciado por el Zar, pero no por Kutúzov.

Alrededor de las 11:00 horas, los cosacos de Platov y el CEC-I/R de Uvarov se movieron contra el flanco norte y la retaguardia franceses. Estas fuerzas cruzaron el río Kolocha y pronto se encontraron con el enemigo.

Uvarov cargó contra la caballería francesa, llevándola más allá de Borodinó, luego atacó una batería de artillería y los húsares de Elisavetgrad se apoderaron de 2 cañones. Pero Uvarov fue detenido en Bezzubovo por 4 RIs franceses, desplegados en cuadros, se movieron contra la caballería rusa, que atacó a cada uno de ellos, pero se vio obligada a retirarse al no poder romperlos.

Los húsares de Elisavetgrad, fueron derrotados por la caballería bávara, que, a su vez, fue cargada por los ulanos de la Guardia. Los húsares de Elisavetgrad se recuperaron y cargaron nuevamente derrotando a los italianos. El RC-4 bávaro apoyó a los cazadores italianos contra los cosacos. Sin embargo, los italianos vacilaron y huyeron. Los bávaros se desordenaron después de que los italianos que huían los atravesaran. La Bía a caballo bávara al mando del capitán Wiedemann fue capturada por los húsares de Elisavetgrad y cosacos. Varios escuadrones de caballería italiana acudieron al rescate de los artilleros.

El cuerpo de Uvarov fue detenido en Bezzubovo, cerca del río Voina, por el RI-84, RI-92 y el RI-1 provisional croata. La infantería se formó en cuadros contra la caballería. Los húsares de la Guardia atacaron el RI-84 tres veces sin artillería y sin éxito.

Los cañones a caballo rusos finalmente llegaron y obligaron a los franceses a retirarse detrás del río. Permitió que el resto de la caballería de Uvarov hiciera retroceder a la caballería bávara e italiana. Eugene se refugió dentro del cuadro del RI-84. Los croatas rechazaron a la caballería con una andanada. El fuego de mosquetería y artillería frustró dos intentos rusos de cruzar la presa.

Sobre las 15:00 horas, Uvarov recibió órdenes de retirarse y ocupar su posición original.

El general Platov estaba a la derecha de Uvarov y buscaba un pasaje sobre el arroyo pantanoso. Alrededor del mediodía, Platov encontró un pasaje cerca de Loginovo y luego cruzó el río Voina más al norte que Uvarov. Platov actuó ofensivamente contra la caballería y la infantería enemigas que estaban en el bosque, y después de numerosos ataques, varios escuadrones italianos fueron derrotados por las masas de cosacos, haciendo unos 200 prisioneros.

La noticia de que los temidos cosacos estaban en la retaguardia había sembrado el terror hasta el cuartel general de Napoleón en el reducto de Shevardino. Napoleón se retiró su propia tienda de campaña de Napoleón y mandó formar en cuadros a su Vieja Guardia.

El Emperador luego viajó al río Kolocha e hizo una rápida observación. Envió a la infantería de la Legión del Vístula y al CEC-III de Grouchy a la retaguardia de Eugenio. La Joven Guardia se había preparado para recibir al enemigo. Estos refuerzos permitieron que la caballería italiana y bávara se recuperasen. El RH-6 y el RC-8 de cazadores franceses hicieron cargas exitosas. La infantería de la Guardia Italiana formó cuadros y avanzó para enfrentarse con los rusos.

Sobre las 15:00 horas. Uvarov recibió la orden de Kutúzov de regresar a su posición inicial antes del ataque. Entre las 16:00 y las 17:00 horas, la mayoría de los cosacos retrocedieron. Solo unos pocos quedaron atrás y siguieron hostigando al enemigo hasta la noche.

Según algunas fuentes Platov estaba borracho ese día. Uvarov estaba decepcionado, envió disculpas a Kutúzov por su fracaso, pero culpó al atamán Platov por no apoyarlo con todos sus cosacos, quienes se habían contenido y casi no sufrieron bajas.

El pánico entre el transporte y las tropas del flanco izquierdo distrajo temporalmente a Napoleón de nuevos ataques contra el Segundo ejército durante unas 2 horas. Durante ese tiempo Kutúzov reorganizó sus fuerzas y fortaleció el centro y el ala izquierda.

La gran carga de la caballería y toma del Gran Reducto

Después de que la distracción de tres horas causada por la incursión de Uvarov y Platov, Napoleón volvió a concentrarse en Gran Reducto en el centro de la línea rusa. Mientras se solucionaba la crisis de la izquierda, Napoleón había ordenado que el hueco dejado abierto en el centro, frente al Gran Reducto, fuera ocupado por el CEC-II/R de Montbrun y el CEC-IV de Latour-Maubourg. Nadie en el EM del Emperador entendió por qué esto era necesario. La brecha ya estaba cubierta por la Guardia, alineada de forma segura mil metros detrás. La caballería estaba situada a unos 700 m de la artillería rusa que los bombardeó durante tres horas. Sufrieron muchas bajas de hombres y caballos. Entre ellas el propio general Montbrun, que fue muerto por la explosión de un proyectil, una pérdida devastadora para la moral y el liderazgo del ejército y una pérdida para Francia. Para reemplazarlo, Napoleón envió al hermano de su ayudante de campo, Auguste de Coulaincour.

Previendo otro ataque al Gran Reducto, Barclay había enviado a la DI-7/VI/1 de Kapsevitch (RIs de Moscú, Pskov, Libau y Sofía) y a la DI-24/VI/1 de Lichachev (RIs Ufa, Shrivan, Tomsk, Butirsk), todos desplegados en escalones en cuadros de batallón en el barranco detrás del reducto. Detrás de ellos estaba el CEC-II/1 de Korff (RDs de Pskov y de Moscú; RH de Izium y RC ulano polaco) y el CEC-/III/1 de Pahlen (RDs de Curlandia, Orenburgo, Siberia e Irkutsk; RHs de Sumy y de Mariupol), y 2 RCCs de la Guardia (Caballeros y Corps), unos 6.800 caballos. En el reducto en sí había casi dos docenas de cañones pesados, y en sus flancos estaba toda la artillería del CE-VI de Dokhturov, en total unos 60 cañones.

Durante las horas en que la caballería francesa estaba siendo sacrificada por el bombardeo ruso, Sorbier había movido unos 140 cañones para pulverizar el Gran Reducto y las defensas. Para cuando comenzó el último bombardeo, el Gran Reducto mal construido se había reducido a un montón de tierra suelta y arena, y el foso poco profundo frente a él se había llenado más o menos cuando el parapeto se derrumbó.

Alrededor de las 15:00 horas, después de que se resolvió la crisis de la izquierda, Napoleón ordenó a todos que regresaran a sus posiciones originales para prepararse para asaltar el Gran Reducto. Davout movió 3 DIs (DI-1/I de Morand, la DI-3/I de Girard y la DI-4/I de Broussier) de vuelta sobre el Kolocha y las formó en columnas de ataque en el lado oeste del barranco de Kamencka, al pie de la colina del Gran Reducto. Estos fueron apoyados a su izquierda por el CEC-III/R de Grouchy, en las orillas del Kolocha. A su derecha estaba el CEC-II/R ahora bajo Coulaincourt y el CEC-IV/R de Latour-Maubourg (sajones, polacos y westfalianos).

Sobre las 16:00 horas, Napoleón dio la señal del ataque. La infantería comenzó su ataque, se quedaron rápidamente atrás cuando el CEC-II/R de Coulaincourt en el que iba el propio Murat, avanzaba en vanguardia envolvía el Gran Reducto por el sur, mientras que el CEC-I/R de Nansouty envolvía el Gran reducto por el norte. Más al norte el CEC-IV de Latour-Maubourg envolvía las Flechas por el norte. Los coraceros marchaban en vanguardia.

Las tropas rusas en esta zona estaban bajo el mando de Dohturov. La DG-2 ocupaba las ruinas humeantes de Semenovskaya. También formaron dos cuadros detrás de ese pueblo. Los pocos soldados restantes de la DG-2 convergentes ayudaron a operar las piezas de artillería. Al sureste del pueblo se encontraba la DI-3 de Konovnitzin. En la segunda línea estaban los dragones y húsares de Sievers. En reserva se mantuvieron la DCC-2/VIII de Duka, la BRI de Guardias y la DCC-1/V de Borozdin. El CEC-II/1 de Korff no llegó a tiempo para la batalla.

Habiendo soportado el infierno durante las tres horas anteriores, estos soldados estaban hirviendo de venganza. La DCC-2/II de Wathier (RCCs 5, 8 y 10) marchaba en vanguardia dirigida por el propio Caulaincourt, cuando intentaban entrar en el reducto por retaguardia fueron recibidos por una descarga en la que el flamante comandante fue muerto por un disparo, siendo rechazados.

La DCC-7/IV de Lorge (RCCs sajones, polaco y westfalianos) que marchaban en vanguardia del CEC-IV/R de Latour-Maubourg también fue recibido por una descarga y se retiraron.

Murat con la DCC-2/II y la DCC-4/II/R de Defrance (16 ECs de coraceros y 8 ECs de carabineros) cargó contra el reducto mientras la DCC-7/IV de Lorge cargaba por el otro lado con los ulanos de la DCL-IV de Rozniecki. En el interior del reducto siguió una lucha sangrienta cuerpo a cuerpo jinetes, artilleros e infantes, presos de un frenesí de matanza, se masacraban unos a otros sin ninguna apariencia de orden. Los coraceros enloquecidos (incluidos los carabineros del RCC-1 y del RCC-2 e y los Guardias de Corps sajones, los coraceros de Zastrow, el RCC-14 polaco y coraceros de Westfalia, así como 4 RCCs franceses y numerosos regimientos de ulanos polacos); habiendo tomado el reducto y matado todo lo que había en él, cargaron más allá de él.

A pesar del furioso asalto y el increíble caos, los artilleros y soldados de infantería rusos lograron retirar 6 de los cañones del reducto y uno fue arrojado al foso. Los cañones restantes se encontraron inutilizados en el reducto. El Gran Reducto había sido capturado por la caballería, ¡una hazaña que nunca se repitió!

Desgraciadamente, su oleada rompió sobre los cuadros firmes de los 16 batallones rusos en el barranco detrás del reducto. Mientras que la caballería francesa irrumpió milagrosamente en algunos de estos cuadros (que eran vulnerables a los lanceros polacos), la mayoría de la infantería resistió y lanzó una andanada tras otra contra los arremolinados jinetes. La caballería aliada también se topó con un contraataque de los 8.000 jinetes de Korff, Pahlen y Nikokai Borosdin, y fue rechazada.

Barclay de Tolly ordenó a la DI-24 de Likhachev que retomara el reducto, pero 2 ECCs polacos atacaron e hicieron retroceder a los rusos. Finalmente, el Gran Reducto fue ocupado por la infantería francesa que se preparó para un posible contraataque.

La caballería francesa continuó la carga contra los 16 BIs rusos que habían formado en cuadros en el barranco detrás del reducto.

La caballería francesa y alemana atacó repetidamente a la DI-7 de Kaptzevich, pero sin éxito y tuvo que retroceder en todo su frente. Murat llevó a la DI-4/II/R de Defrance y, finalmente, los carabineros franceses (8) rompieron dos cuadros y sablearon a los artilleros de la batería a caballo de la Guardia. Sin embargo, su victoria duró muy poco, ya que los 8 ECCs de la Guardia rusa (4 de Caballeros y 4 de Corps) contraatacaron y recuperaron la batería. La Guardia Rusa cargó e hizo retroceder a los carabineros franceses y los sajones.

El CEC-II de Korff llegó y atacó a los coraceros y carabineros de Wathier y Defrance, pero sin éxito. Los coraceros franceses los rechazaron. Después de este combate, se produjo una gran batalla de caballería alrededor del Gran Reducto.

Escuadrones de caballería francesa, alemana, polaca e italiana se entremezclaron con los escuadrones del CEC-II/1 de Korf, CEC-II/1 de Pahleny el CEC-IV/2 de Sievers. El polvo se elevó oscureciendo toda visión. Grupos de coraceros, dragones, ulanos y coloridos húsares entraban y salían del tumulto para reorganizarse y volver a la carga. Todo el control de la lucha pasó de manos de los oficiales a los pequeños grupos de batalla.

El cuerpo a cuerpo de la gigantesca caballería fue el último gran combate en esta batalla. Después de eso, la batalla se limitó a duelos de artillería y escaramuzas de infantería.

El general de Tolly iba a caballo, impasible ante toda la confusión entre los cientos de soldados en retirada y casi agotados. Envió un oficial a Kutúzov para informarle de la dramática situación en el campo de batalla. Tolly le pidió al oficial que se asegurara de recibir las órdenes por escrito, por temor a que Kutúzov pudiera dar instrucciones que luego negaría haber dado, en un esfuerzo por culpar a Tolly por cualquier fallo que pudiera resultar. Kutúzov ordenó a Tolly que moviera al ejército unos 1.000 pasos hacia atrás y asumiera una nueva posición. ¡Sin embargo, algunos jägers aún controlaban el río Kolocha, al este de Borodinó.

Napoleón decidió inspeccionar el campo de batalla y cabalgó tranquilamente hacia Flechas primero y luego visitó el pueblo de Semenovskaya donde luchó la división de Friant. Los artilleros rusos dirigieron su fuego sobre él y los oficiales del EM francés persuadieron al Emperador para que se fuera.

Negativa de Napoleón a comprometer a la Guardia

Hacia las 16:00 horas, tras horas de resistencia, el ejército ruso se encontraba en una situación desesperada, pero las fuerzas francesas estaban exhaustas y no tenían ni la resistencia ni la voluntad necesarias para llevar a cabo otro asalto. Ambos ejércitos quedaron exhaustos después de la batalla y los rusos se retiraron del campo al día siguiente. Borodinó representó el último esfuerzo ruso por detener el avance francés sobre Moscú, que cayó una semana después.

En este momento crucial, el jefe del EM de Murat, el general Augustin Daniel Belliard, se dirigió directamente al cuartel general del Emperador. Según el general Ségur , que escribió un relato de la campaña, le dijo que se había roto la línea rusa, que el camino a Mozhaysk, detrás de la línea rusa, se podía ver a través del enorme agujero abierto por el ataque francés, que una enorme multitud de fugitivos y vehículos se retiraban apresuradamente, y que un empujón final sería suficiente para decidir el destino del ejército ruso y de la guerra. Los generales Daru, Dumas y el mariscal Berthier también se unieron y dijeron al Emperador que todos pensaban que había llegado el momento de que la Guardia se comprometiera a la batalla.

Dada la ferocidad de la defensa rusa, todo el mundo era consciente de que tal medida costaría la vida a miles de guardias, pero se pensaba que la presencia de esta prestigiosa unidad reforzaría la moral de todo el ejército para un último empujón decisivo. Una excepción notable fue el mariscal Bessières , comandante de la caballería de la Guardia, que fue uno de los pocos generales de alto rango que desaconsejó firmemente la intervención de la Guardia. Mientras el EM discutía el asunto, el general Rapp, un alto ayudante de campo del Emperador, estaba siendo evacuado del campo de batalla, habiendo sido herido en combate.

Rapp recomendó inmediatamente al Emperador que desplegara la Guardia para la acción, a lo que se dice que el Emperador replicó: “Definitivamente no lo haré; no quiero que explote. Estoy seguro de ganar la batalla sin su intervención”. Decidido a no comprometer esta valiosa reserva final tan lejos de Francia, Napoleón rechazó otra solicitud similar, esta vez del mariscal Ney. En cambio, llamó al comandante de la «Joven Guardia», el mariscal Mortier, y le ordenó que protegiera el campo de batalla sin avanzar ni retroceder, mientras al mismo tiempo desataba un enorme cañoneo con sus 400 cañones. Napoleón ordenó a Sorbier que desplegara 60 cañones de la artillería de la Guardia para aplastar a los rusos con fuego de flanco. La infantería de la Joven Guardia debía seguir a los cañones de Sorbier y asegurar el campo de batalla, pero sin enfrentarse al enemigo.

Final de la batalla

Kutuzov ordenó a la Guardia Rusa que mantuviera la línea y así lo hizo. Toda la artillería que tenía el ejército francés no fue suficiente para moverlo. Esos cuadros compactos eran buenos objetivos para la artillería y la Guardia Rusa permaneció inmóvil desde las 16:00 hasta las 18:00 bajo su fuego, lo que provocó enormes bajas. Todo lo que podía ver eran masas de tropas a lo lejos y por eso no se intentó nada más. Ni el ataque, que se basó en la fuerza bruta, ni la negativa a utilizar la Guardia para terminar el trabajo del día, mostraron ninguna brillantez por parte de Napoleón.

Estaba oscureciendo y Tolly, al ver que los franceses habían abandonado el Gran Reducto, envió varios batallones y una batería para volver a ocupar la fortificación. Los franceses no colocaron piquetes avanzados ni fortificaron su línea, ya que, después de haber derrotado y hecho retroceder a los rusos, no sintieron la necesidad de hacerlo. Simplemente acamparon donde estaban. Esto permitió que un pequeño grupo de tropas rusas lo volvieran a ocupar brevemente el Reducto.

Kutúzov no tenía más de 20.000 hombres listos para continuar la batalla. Ante esta situación el viejo general decidió retirarse. Pasada la medianoche, los bagajes, los carros de municiones y la artillería se habían desplazado lentamente por la carretera de Mozhaisk. Fueron seguidos por la exhausta infantería. Sin embargo, algunos jinetes y cosacos se quedaron atrás, listos para defenderse de cualquier persecución. Por la mañana, solo los cosacos de Platov permanecían en el campo de batalla.

Bajas de la batalla

La lucha involucró a unos 250.000 soldados y dejó al menos 68.000 muertos y heridos; lo que convirtió a Borodinó en la batalla de un solo día más mortífera de las guerras Napoleónicas y una de las batallas de un solo día más sangrientas en la historia militar hasta la Primera Batalla del Marne en 1914.

Las bajas de la batalla fueron asombrosas: según el inspector del Estado Mayor francés P. Denniee, la Grande Armée perdió unos 28.000 efectivos: 6.562 (incluidos 269 oficiales) fueron reportados como muertos, 21.450 como heridos. Pero según el historiador francés Aristid Martinien, al menos 460 oficiales franceses (conocidos por su nombre) murieron en batalla. En total, la Grande Armée perdió 1.928 oficiales muertos y heridos, incluidos 49 generales. La lista de muertos incluía a los GDs Caulaincourt, Montbrun y Tharreau; los GBs Compère, Damas, Saint-Aubin, Lanabère, Marion, Plauzonne y Romeuf.

Sufrir una herida en el campo de batalla de Borodinó era efectivamente una sentencia de muerte, ya que las fuerzas francesas no poseían suficiente comida para los sanos, y mucho menos para los enfermos; en consecuencia, un número igual de heridos murieron de hambre o a causa de sus heridas.

Se informó que unos 52.000 soldados rusos estaban muertos, heridos o desaparecidos, incluidos 1.000 prisioneros; unos 8.000 hombres fueron separados de sus unidades y regresaron en los días siguientes, lo que elevó el total de pérdidas rusas a 44.000. Veintidós generales rusos resultaron muertos o heridos, incluido el príncipe Bagration, que murió a causa de sus heridas el 24 de septiembre.

Sin embargo, el Imperio ruso, siendo un país enorme con una gran población, podría aliviar estas pérdidas rápidamente, mientras que Napoleón no podía. Por lo tanto, ambos bandos tuvieron su victoria, los franceses ganaron el campo de batalla y los rusos le infligieron unas pérdidas que Napoleón no podía permitirse.

Kutúzov no había previsto el transporte para trasladar a sus miles de heridos de regreso a Moscú. Se quejó falsamente de que sus órdenes a Rostochopin, gobernador de Moscú, para dicho transporte habían sido ignoradas. Pero en realidad nunca los envió. Y casi todos los transportes sobre ruedas en Moscú se usaban para sacar tesoros (arte, oro, platos, muebles) fuera del capitolio, no para sacar a los heridos. En consecuencia, cuando los franceses al día siguiente todo lo que encontraron fueron decenas de miles de rusos heridos, languideciendo sin atención médica. Los franceses, por supuesto, expulsaron a toda esta pobre gente para que murieran en las calles y los campos.

Batalla de Mozhaisk (8 de septiembre de 1812)

Durante la batalla de Borodinó, muchos de los heridos rusos fueron evacuados a la capital del condado Mozhaisk, que estaba a unos 15 km de Borodinó, y desde allí debían ser enviados a Moscú.

La retirada del ejército ruso del campo de la batalla de Borodinó se realizó en dos columnas:

• La columna derecha o norte, estaba formada por las tropas del flanco derecho y centro, es decir, del Primer ejército del general Barclay de Tolly se retiró a Mozhaisk a lo largo de la carretera nueva de Smolensko a Moscú.
• La columna izquierda o sur, estaba compuesta por las tropas del Segundo ejército bajo el mando del general Dokhturov, se retiró a Mozhaisk a lo largo de la carretera antigua de Smolensko a Moscú.

Para cubrir y asegurar la retirada del ejército, se formó una retaguardia especial, cuyo mando Kutúzov confió al atamán Platov. La retaguardia incluía el CEC-I cosaco del de Platov, el destacamento del MG Passek (RILs jägers 4, 30 y 48), los RIs de Volinia y Tobolsk (DI-4/II/1), RH Izyum y la Bía-2 del Don (12×6). Todas estas unidades permanecerían en posición en Borodinó hasta las 04:00 horas del 8 de septiembre, después de lo cual también comenzaron a retirarse a Mozhaisk.

Al no recibir ataques franceses, Platov ordenó el repliegue a la hora prevista. Primero llegaron a la ciudad la infantería y la Bía-2 a caballo bajo el mando del MG Rosen. Estas tropas ocuparon el propio pueblo de Mozhaisk, y el CEC-I cosaco de Platov se replegó después y se situó a la izquierda (sur) de la ciudad, mientras que el RH Izyum se situó a la derecha (norte) de la ciudad.

Kutúzov ordenó a Platov que se quedara en Mozhaisk “el mayor tiempo posible para ganar tiempo y enviar a los heridos, con los que se llenaron las casas y las calles por falta de carretas para transportarlos”. El príncipe Bagration había sido llevado a Mozhaisk con los heridos. En la ciudad había alrededor de 300 edificios de madera, solo tres casas comerciales de piedra, cuatro dependencias de piedra, tres iglesias de piedra, una de las cuales no estaba completada.

Las patrullas rusas informaron que las tropas de Napoleón avanzaron con fuerzas significativas. Kutuzov ordenó a los ejércitos occidentales primero y segundo que se asentaran temporalmente en las alturas detrás (al este de) Mozhaisk para apoyar a las tropas de retaguardia.

Al mediodía del 8 de septiembre, en el campo de Borodinó, el mariscal Berthier ordenó a la vanguardia de Murat con los 4 CECs de reserva y la DI-1/I de Dufour que persiguieran a los rusos, llegando frente a Mozhaisk a las 15:00 horas. Murat ordenó informar a Napoleón que el emperador podía ir a la ciudad a pasar la noche.

La batalla duró casi cinco horas. Los ataques del cuerpo de Murat fueron combatidos valientemente por la retaguardia de Platov. El rey napolitano se apresuró a poner en acción a todos los regimientos de su vanguardia, se enojó cuando le explicaron que en el camino había un barranco infranqueable para la caballería (obviamente el barranco era el río Mozhaika).

Las principales fuerzas de Kutúzov se retiraron de Zhukovo (Kozhukhovo) a Zemlin. Los franceses adelantaron baterías, al amparo de las cuales el enemigo se lanzó al ataque. El fuego de los cañones de la Bía a caballo Don, ubicada en las alturas de Mozhaisk, no pudo detener el avance de los franceses. La retaguardia de Platov se retiró a Módenovo, a 3 km de las principales fuerzas de Kutúzov.

Debido a la rápida retirada, fue muy difícil evacuar a los heridos que había en la ciudad. Se suponía que debía preparar 1.000 vagones para transportar a los heridos a Moscú, pero los carromatos llegaron demasiado tarde. Solo los heridos graves permanecieron en Mozhaisk, especialmente aquellos con piernas amputadas.

Los franceses entraron en la ciudad y el cuartel general de Napoleón durante tres días fue instalado en una casa de piedra. El emperador ordenó a Berthier que trasladara el cuerpo italiano a Ruza, las tropas de Davout a Borisov y la vanguardia de Murat por la carretera principal a Moscú. Los heridos quedaron en Mozhaisk.

Preocupado por la protección de las comunicaciones, Napoleón dejó en Mozhaisk el CE-VIII westfaliano de Junot, cuyo cuartel general estaba ubicado en el monasterio Luzhetsky. Se suponía que el cuerpo cubriría el camino a Smolensko.

El 11 de septiembre, el principal ejército ruso marchó 25 km hasta Viazema (actual Viazma). Miloradovich se retiró a Kubinskoi, a 13 km de Krymskoie, sin que Murat lo persiguiera. Eugenio y Poniatowski estaban casi al mismo nivel que Murat en el norte y el sur, Mortier y Davout a cierta distancia detrás, y Ney solo un poco más allá de Mozhaisk. El día 12, Kutuzov retrocedió a Momonovo, a apenas 15 km de Moscú, mientras que Miloradovich se retiró a Malo-Viazema, 20 km al oeste, seguido tranquilamente por Murat. El mismo día, Napoleón partió de Mozhaisk hacia el frente. El camino a Moscú estaba abierto.