De Bautzen al alto el fuego

Combate de Reichenbach (22 de mayo de 1813)

El 22 de mayo, los aliados comenzaron la retirada hacia Görlitz en el río Óder. Blücher y Barclay, que habían retrocedido a Weissemberg la tarde anterior, cambiaron de dirección antes de cruzar el río Neisse por debajo de Görlitz sobre un puente de pontones. Los rusos acampados en Löau siguieron la ruta directa vía Reichenbach a Götlitz. Desde Reichebach, Moloradovich actuaría como retaguardia.

Napoleón quería aprovechar las máximas oportunidades el 21 de mayo, realizando la persecución personalmente, quería dirigir a Reynier, Lauriston, Ney, Latour-Maubourg y la Guardia Imperial a Reichenbach, mientras que MacDonald y Bertrand avanzarían vía Hochkirch y Nostitz. Mamont también avanzaría vía Hochkirch y se uniría bien a la izquierda o bien a la derecha del ejército. Victor y Sebastiani también fueron ordenados de ir hacia delante, pero Oudinot se quedaría atrás para recomponer su maltratado cuerpo en el campo de batalla.

El 22 de mayo, ambas columnas se trasladaron a Reichenbach (noreste de Löbau, sureste de Weissenberg) y luego continuaron hacia el este hasta Görlitz como una sola columna. El príncipe Eugenio de Wurtemberg se quedó con la retaguardia de 7.000 efectivos en Reichenbach, 25 km al este de Bautzen (entre sus fuerzas había un destacamento de caballería al mando de Davydov).

Los franceses persiguieron en dos columnas principales. A la izquierda, el CE-VII de Reynier y el CEC-I de Latour-Maubourg se dirigieron hacia Reichenbach, con el CE-V de Lauriston y la Guardia Imperial a su izquierda. A la derecha, el CE-XI y el CE-IV atravesaron Löbau.

Eugenio estableció la primera línea de defensa en las alturas boscosas entre Reichenbach al oeste y Markersdorf al este, a unos 12 km al oeste de Görlitz. El CG de Eugenio estaba inicialmente en Töpferberg al sur de Reichenbach.

Sobre las 10:00 horas, Reynier y Napoleón llegaron a Reichenbach y encontraron la retaguardia aliada apostada en algunas alturas al este de la ciudad. Napoleón ordenó a Reynier que realizara un asalto frontal, mientras que Lauriston con el CE-V envolvía la derecha aliada.

Las fuerzas francesas involucradas eran unos 14.000 efectivos encuadrados:

• DCL-G de la Guardia de Bessières con 16 Escóns:
• CE-VII de Raynier con (un total de 8 batallones sajones, 5 franceses y 2 de Wurzburgo, 8 sajones y 5 baterías con las siguientes DIs:
  • DI-32 de Durutte: RIL-35 (1), RIL-36 (1), RI-131 (1), RI-132 (1), RI-133 (1), RC de Wurzburgo (2).
  • DI-1 sajona de Zeschau con 4 Bóns. RIL-1 (1), BG-I de la Guardia, RI Príncipe Federico (1), RI Steindel (1)
  • DI-2 sajona de Sahr con 3 Bóns: RIL-2 (1), BG convergente, RI convergente (2).
• CEC-I de Latour-Maubourg:
  • DCL-1/I de Bruyère con 5 escuadrones sajones, 1 francés y 4 Bías francesas, sajonas e italianas.

Las fuerzas rusas involucradas fueron unos 16.000 efectivos:

• BRC de Knorring (8 escuadrones).
• BRC de Pantschulid (7 escuadrones).
• DI-3 de Schachaffskoi (6 BIs, 2 BILs jägers).
• DI-5 de Lukov (5 BIs).
• DCC-2 de Duka (18 ECCs, 1 Bía a caballo).

Refuerzos del príncipe Trubetskoi (20 escuadrones, 6 1/2 baterías, infantería no identificada al mando del general Mellentin).

Este ataque no fue lo suficientemente rápido para Napoleón, y ordenó a la caballería de la Guardia (RC-2 o Lanceros Rojos y RC-1 o Lanceros Polacos) que cruzara el arroyo que atraviesa Reichenbach al sur de la ciudad. La caballería de la Guardia fue alcanzada por el fuego de dos baterías de artillería a caballo y luego atacada por la caballería rusa. El CEC-I de Latour-Maubourg estaba comprometido con la acción, pero la caballería francesa nunca fue muy fuerte durante la campaña de 1813, y los rusos pudieron defenderse.

Los rusos consiguieron rechazar los ataques de los franceses y los sajones, y las 15:00 horas, el movimiento envolvente de Lauriston había comenzado a amenazar la derecha del príncipe Eugenio. Habían conseguido detener a los franceses durante cinco horas, por lo que ordenó una retirada hacia el este hasta Markersdorf, 6 km al este. Los refuerzos llevados por el príncipe Trubetskoy inicialmente pudieron estabilizar la situación.

Los franceses tardaron una hora en moverse después de los combates alrededor de Reichenbach, y cuando llegaron a Markersdorf, Napoleón ordenó al CE-VII que reanudara su avance. Antes de que comenzara el ataque, una bala aliada pasó cerca de Napoleón y golpeó a un grupo que incluía al mariscal Mortier, al general Kirgener (jefe de ingenieros) y al gran mariscal Duroc. Mortier escapó ileso, pero Kirgener murió instantáneamente y Duroc resultó herido mortalmente y murió doce horas después en una granja cerca de Markersdorf. Este golpe claramente afectó profundamente a Napoleón, y ordenó que se detuviera el combate. Esta acción también se conoce como el combate de Würtzen (donde fue herido Duruc). El emperador se vio profundamente afectado personalmente por esta pérdida, interrumpió la lucha, un comportamiento muy inusual en él.

El príncipe Eugenio tras breve acción, se retiró sin ninguna resistencia significativa, tomando una nueva posición en las afueras de Görlitz.

Las bajas francesas fueron unos 1.400 muertos y heridos y unos 500 fueron hechos prisioneros. Los rusos tuvieron unos 1.100 muertos y heridos.

La lucha había dado a las tropas aliadas tiempo suficiente para retirarse a través del río Neisse, destruir los puentes y reagrupar sus tropas. Los pontoneros sajones solo pudieron construir un puente de pontones cerca de Görlitz al mediodía del día siguiente, y entonces era demasiado tarde para una persecución rápida.

Combate de Haynau (26 de mayo de 1813)

Blücher tenía que afirmarse como el único comandante en Silesia, ya que los otros generales aliados no tomaron ninguna decisión. Así que decidió realizar un ataque sorpresa con coraceros de Silesia y Prusia Oriental antes de que llegase el armisticio.

Desde las inmediaciones de Goldberg, los brazos de las montañas que separan Silesia de Bohemia descienden hacia el norte y el este, y se pierden en las fértiles llanuras de la Baja Silesia. Desde Haynau, en dirección a Liegnitz, el terreno forma la transición entre la región montañosa y la llanura completamente llana que se extiende desde Liegnitz hasta Schweidnitz y Breslau.

Varios arroyos, todos fluyendo de oeste a este, cruzan los caminos que conducen de Haynau a Liegnitz; el Schnelle-Deichsel fluye cerca del propio Haynau; 6 km más adelante, al sur, y casi paralelo al Schnelle-Deichsel, discurre un segundo arroyo que baña un valle bordeado de prados donde se encuentran los pueblos de Scheilendorf, Schierau, Pohlsdorf y Pantenau, casi contiguos entre sí; 4 km más adelante todavía fluye un tercer arroyo, similar al segundo.

Todos estos pequeños arroyos, junto con varios otros, forman el Schwarze-Wasser que desemboca en el Katzbach cerca de Liegnitz. El camino de Haynau a Liegnitz cruza estos arroyos en medio de una llanura abierta, bordeada al oeste por las colinas formadas por los últimos ramales de los Sudetes. Estas colinas son parcialmente boscosas; en general, los pequeños bosques están muy extendidos en cantidades bastante grandes en esa parte de la provincia, que constituyen en la naturaleza del terreno alternativas mucho más frecuentes que en la llanura casi enteramente cultivada entre Breslau, Schweidnitz y Liegnitz, en el otro lado, en los vastos bosques de la Alta Silesia y la orilla derecha del Óder.

Es evidente que un país así formado es de los más aptos para tender emboscadas a un enemigo despreocupado.

La derecha del ejército aliado marchó sobre Liegnitz el 26 de mayo en tres columnas; la izquierda permaneció cerca de Goldberg, hasta que la derecha efectuara su movimiento. Ese día, el general Blücher tomó el mando de la retaguardia.

La retaguardia de la derecha estaba formada por 3 BIs y 12 Escóns y marchaban sobre Liegnitz, estaban mandados por el coronel Mutius, debían permanecer frente a Haynau hasta la llegada del enemigo, y replegarse entonces sobre Pohlsdorf, donde encontrarían por apoyo la brigada del general Zieten, apostada detrás del arroyo citado.

20 Escóns y 3 Bías a caballo, a las órdenes del coronel Dolffs, fueron a apostarse entre los pueblos de Baudmannsdorf y Schellendorf, detrás de una altura que los enmascaraba y desde donde debían abalanzarse sobre el enemigo cuando avanzase por la llanura contra Pohlsdorf y Panthenau. El incendio en el molino de viento de Baudmannsdorf debía servirles de señal. El general Zieten fue el encargado de liderar la lucha.

El ejército francés había pasado el Bober siguiendo a los aliados; el 25 de mayo, Napoleón había llegado a Bunzlau, donde también estaba el mariscal Ney, que tenía el mando del CE-II, CE-V y CE-VII, y perseguía a la columna derecha del ejército aliado. El CE-V de Lauriston estaba en la tarde del 25 de mayo en Thomaswalde, a 20 km de Haynau, camino de Bunzlau. El CE-V formaba la vanguardia el 20 de mayo, con la DI-16/V de Maison al frente (RIs 151, 152, 153 y 154). La distancia entre su campamento del día anterior y Haynau explica suficientemente por qué la cabeza de la columna no salió de Haynau hasta alrededor de las 17:00 horas. Se sabe, además, que era costumbre en el ejército francés, cuando no había prisa, hacer la sopa por la mañana y no partir hasta las nueve o las diez.

El general Maison vaciló, se dice, que el aventurarse con su DI-16 en medio de esta llanura, fue una orden expresa del mariscal, que le instó a anticipar su destino. Sea como fuere, lo cierto es que ninguna patrulla francesa fue enviada a reconocer el camino que conduce a Goldberg por parte de Uberschaar, ni parte alguna del terreno del flanco derecho de la división; como hubiera exigido la más suma prudencia, y por ninguna otra razón que las reglas generales relativas a las medidas de seguridad de una tropa en marcha.

En Haynau, los franceses obviamente se equivocaron al no explorar un terreno que podía ofrecer verdaderos peligros: ya sea que el fallo fuera de Ney o de Maison, el hecho es que olvidaron que no estaban persiguiendo a un ejército en desbandada, sino que se estaba retirando en orden.

Cuando la cabeza de la columna francesa hubo pasado el pueblo de Michelsdorf un km, la señal acordada apareció en el lado de Baudmannsdorf. La caballería, emboscada no lejos de este último pueblo, tenía que cruzar cerca unos 2 km de terreno antes de llegar a los franceses.

Dolffs formó sus 20 Escóns en tres líneas: en la primera, la caballería ligera de la Guardia y los coraceros de Silesia; en la segunda, los coraceros de Prusia Oriental; en la tercera, los guardias de corps y coraceros de Brandeburgo; entre estos dos últimos regimientos, las baterías montadas.

De repente, el molino prendió en llamas, era la señal del ataque. Hubiera sido deseable que los franceses hubieran avanzado más rápido y que estuvieran más lejos de Haynau cuando se produjo el ataque; pero una vez iniciado el ataque, solamente quedaba cargar sin perder tiempo. Vacilar más habría sido perder una oportunidad que todavía era lo suficientemente buena tal como era.

Dolffs lo entendió de esta manera: envió los regimientos al frente a un trote rápido. Sin detenerse un momento, sin esperar a la artillería, que no había podido seguir su movimiento con la misma rapidez, se abalanzó sobre la masa de infantería más cercana a la cabeza de la caballería ligera de la guardia prusiana. La infantería marchaba detrás.

Maisón al ver la caballería, ordenó formar en cuadros para hacerla frente, pero las tropas eran novatas y tardaron bastante tiempo.

Al mismo tiempo, los coraceros de Silesia se abrieron paso entre las otras masas, y los coraceros de Prusia Oriental, que llegaron un poco más tarde, dieron la vuelta a Michelsdorf y cayeron sobre las tropas francesas que se encontraban entre este pueblo y Haynau.

En el momento del ataque había 8 BIs franceses, 18 cañones y un destacamento de caballería sobre el terreno. Este último huyó el lugar sin intentar luchar; parte de la artillería, habiendo asentado apresuradamente las piezas donde estaban, disparó metralla contra los prusianos; la infantería trataba de formar los cuadros.

Nada resistió la impetuosidad del primer choque: en menos de un cuarto de hora, todo lo que había pasado el Schnelle-Deichsel estaba derrotado e incapaz de luchar. Una multitud de hombres fueron sableados. 300 a 400 fueron prisioneros; el resto huyó en desorden hacia Michelsdorf, perseguido por los coraceros de Silesia que, incluso en el pueblo, sablearon a un buen número de fugitivos antes de que pudieran refugiarse en las casas. Algunos escuadrones persiguieron a los que huían hacia Haynau hasta los suburbios.

Toda la artillería quedó en manos de los vencedores, que, sin embargo, solamente pudieron llevar 11 piezas, por falta de caballos de tiro.

La caballería del coronel Mutius, así como los dos regimientos de reserva, apenas llegaron a tiempo para participar en la lucha. La artillería prusiana, tan pronto como llegó, dirigió su fuego contra las columnas enemigas que, mientras tanto, habían cruzado el arroyo por encima de Haynau.

Los franceses tuvieron 1.400 muertos, heridos o capturados, capturaron 15 cañones, pero solamente pudieron llevarse 11 por falta de caballos de tiro. Los franceses admitieron 1.350 bajas y 5 cañones, el RI-151 tuvo 3 oficiales muertos, 1 mortalmente herido y 14 heridos; el RI-153 perdió 2 oficiales mortalmente heridos y 5 heridos; el RI-152 y el RI-154 no tuvieron bajas en oficiales.

Los prusianos tuvieron 226 hombres y 205 caballos muertos, heridos o desaparecidos. Los coraceros silesianos mataron 151 franceses y tomaron 5 cañones por la pérdida de 4 hombres muertos, 15 heridos y 58 caballos heridos. Los coraceros de Prusia del Este rompieron dos cuadros de RI-153 francés con la pérdida de un hombre y 6 caballos muertos, y 4 hombres y 2 caballos heridos. Los coraceros de Brandeburgo tuvieron 3 hombres y 7 caballos heridos. El coronel Dolffs estaba entre los muertos.

Blücher había ganado tiempo en su retirada que los aliados necesitaban, y fue condecorado con la Cruz de Hierro de segunda clase.

Combate de Hoyerswerda (28 de mayo de 1813)

En la tarde del 27 de mayo, Oudinot llegó a Hoyerswerda, a unos 30 km al norte de Bautzen. El mismo día, Bülow se acercó desde el oeste, dejando 9.000 hombres para vigilar la guarnición francesa en Wittemberg en el Elba.

El 28 de mayo, Bülow atacó a ambos lados del Black Elster, el río que discurre de sur a norte a través de Hoyerswerda (con el casco antiguo en la orilla oeste).

A pesar de su superioridad numérica, el ataque de Bülow fracasó y se vio obligado a retirarse al norte de Cotbus. Colocó una división en Guben, 17 km al noreste de Cotbus, otra en Drebkau, 6 km al suroeste de Cottbus y una tercera en Juterbogk (posiblemente Juterbog, unos 80 km al oeste, en cuyo caso este sería la división que había estado vigilando a Wittemberg). Cuando Oudinot renovó su avance, Bülow se retiró más, a Luckau, a unos 32 km al oeste de Cottbus ya medio camino de Jüterbog.

El 6 de junio Oudinot atacó Bülow en Luckau. Después de un éxito francés inicial, los prusianos contraatacaron y al final del día Oudinot se vio obligado a retirarse. Decidió moverse hacia el suroeste, hacia las fuerzas francesas en el Elba, y cuando descubrió que se había acordado un armisticio que ponía fin a la lucha, estaba en Ubigau, cerca de Dresde.

Armisticio de Pleischwitz (2 de junio de 1813)

Las negociaciones comenzaron el día después de la batalla de Bautzen. Napoleón le dio a su jefe diplomático Caulaincourt una serie de objetivos: el armisticio debía durar todo el tiempo que durasen las negociaciones de paz, o al menos tres meses, con un aviso de quince días antes de que pudiera finalizar. Breslau iba a estar en la zona francesa después del armisticio. Napoleón tenía dos objetivos principales: el primero era darle tiempo para mejorar su caballería, la parte más débil de su ejército después del desastre en Rusia. El segundo era aclarar la posición de Austria, oficialmente neutral, pero probablemente para unirse al campo aliado.

Los términos iniciales no fueron tan buenos como quería Napoleón. Aceptó un armisticio de poco menos de siete semanas (hasta el 20 de julio), con seis días de antelación. Breslau se colocó en la zona neutral entre los dos ejércitos. Los franceses permanecieron ocupando Sajonia entre el Óder y Wittenberg en el Elba, y Alemania al oeste del Eble, así como las islas del Elba y toda la 32 División Militar (la parte del norte de Alemania que se había convertido en oficialmente parte del Imperio francés), Davout había ocupado toda la División, incluidos Hamburgo y Lübeck, en esa fecha. Los aliados acordaron proporcionar suministros para las guarniciones sitiadas de Danzig, Mödlin, Zamosc, Stettin y Küstrin cada cinco días. Los franceses acordaron hacer lo mismo en Hamburgo si todavía estaba en manos de los aliados, pero Davout la había retomado antes del armisticio.

En general, se considera que este armisticio fue uno de los errores más graves de Napoleón. El 1 de junio se colocó al norte y al oeste de los aliados y estaba a punto de cortar sus líneas de retirada hacia el este. Los aliados habrían tenido que arriesgarse a una tercera batalla, en una posición más débil que antes, o retirarse más lejos de Prusia. Es posible que los prusianos y los rusos se hubieran separado, con los rusos retirándose hacia Polonia y los prusianos haciendo una última resistencia en Silesia. En cualquier caso, los austriacos no estaban listos para intervenir, por lo que probablemente Napoleón perdió la oportunidad de obtener una gran victoria.

El 4 de junio, cuando la breve tregua original se convirtió en un armisticio completo, los aliados se habían retirado más al este y estaban fuera de la trampa de Napoleón.

Napoleón sí tuvo serios problemas a finales de mayo. Su ejército, en gran parte novato, estaba mostrando la tensión. Había perdido 50.000 hombres en las batallas de Lützen y Bautzen, pero otros 100.000 estaban enfermos o habían desertado. Carecía de caballería y esperaba utilizar la tregua para mejorar esta parte de su ejército. La falta de caballería también significó que los asaltantes aliados pudieran operar detrás de las líneas francesas. Un grupo incluso amenazó brevemente con tomar Leipzig justo después del armisticio. Sin embargo, uno tiene que asumir que Napoleón no habría aceptado el armisticio si hubiera sabido cuán mala era realmente la posición aliada. Una vez más su falta de caballería le había costado, negándole información precisa sobre la posición aliada.
La tregua inicial de 36 horas se acordó el 2 de junio. A esto le siguió una conferencia en Pleischwitz (Pleiswitz o Plaswitz), y el 4 de junio la tregua original se extendió hasta el 20 de julio.

El general Kleist firmó el armisticio en nombre de Prusia.

El período del armisticio estuvo lleno de actividad diplomática, la mayor parte de la cual fue contra Napoleón. Regresó a Dresde el 10 de junio y permaneció allí hasta el 9 de julio. Durante este tiempo intentó organizar los refuerzos que llegaban para unirse al ejército y se preparó para la siguiente campaña. Su plan era utilizar el Elba como base, ya que controlaba el río desde las montañas de Bohemia hasta el mar, y todos los puentes estaban en sus manos. Al operar en Sajonia, comenzaría la campaña entre los principales ejércitos aliados y al menos tendría la oportunidad de derrotarlos individualmente.

El 15 de junio, Gran Bretaña acordó proporcionar 2 millones de libras esterlinas a Rusia y Prusia, y ofreció a Austria 500.000 libras esterlinas si accedía a entrar en la guerra.

El 26 de junio, Napoleón se reunió con el diplomático austríaco Metternich en el palacio Mercolini de Dresde. Metternich probablemente ya había decidido llevar a Austria a la guerra contra Napoleón, a pesar del exitoso matrimonio del emperador con la princesa María Luisa. La reunión de nueve horas no fue bien. Metternich hizo demandas inaceptables a los franceses: la devolución de todas las tierras austriacas en Italia, el fin de la Confederación del Rin, la restauración de Prusia y la entrega de Polonia a los rusos. Por su parte, Napoleón actuó con arrogancia y hostilidad.

La noticia de la reunión en Dresde se envió rápidamente a los monarcas aliados, que en ese momento se reunían en Reichenbach en la Silesia prusiana (actual Dzierzoniow en Polonia). Al día siguiente, el ministro de Relaciones Exteriores de Austria, Stadion, firmó la Convención de Reichenbach (27 de junio de 1813), en la que Austria aceptaba entrar en guerra si Napoleón no aceptaba sus términos.

El 7 de julio, Suecia, entonces gobernada por el ex mariscal Bernadotte, ahora príncipe heredero, prometió su pleno apoyo a los aliados. Su declaración oficial de guerra se produjo a mediados de agosto, pero la contribución de Bernadotte a la campaña de otoño fue controvertida y poco entusiasta.

Entre el 9 de julio y el 15 de agosto, Napoleón estuvo fuera de Dresde durante 17 días. Esto incluyó una semana en Maguncia Mainz visitando a su esposa, quien esperaba ayudaría a convencer a su padre, el emperador austriaco Francisco I, de permanecer neutral, así como visitas a Wittenberg, Dessau, Magdeburg, Leipzig, Lübben, Würtzburg y Bamberg.

Luego llegaron noticias de la victoria de Wellington en Vitoria (21 de junio de 1813). Esto animó a Napoleón a intentarlo de nuevo y Caulaincourt fue enviado a Praga para reanudar las negociaciones (Congreso de Praga, 15 de julio al 10 de agosto de 1813). Los aliados sugirieron extender el armisticio por tres semanas, oficialmente para dar tiempo a las nuevas negociaciones, pero en realidad para permitir que los austriacos se movilizaran. A veces parecía que Caulaincourt podría haber obtenido mejores condiciones: Metternich parecía dispuesto a renunciar a sus pretensiones en Italia, a cambio de la disolución de la Confederación del Rin (aunque no un regreso a la situación de la posguerra en Italia, muchos de los componentes de la Confederación habrían permanecido intactos). Napoleón se negó a aceptar esta idea y la posibilidad de paz se desvaneció.

El 10 de agosto, los aliados pusieron fin oficialmente al armisticio. Las hostilidades no debían comenzar hasta el 17 de agosto, aunque Blücher comenzó a moverse hacia la zona neutral el 15 de agosto.

El 12 de agosto de 1813 Austria declaró la guerra a Francia, aunque no se unió oficialmente a la Sexta Coalición hasta el Tratado de Teplitz (9 de septiembre de 1813). Esta fue la primera vez que Napoleón se enfrentó a una coalición de cuatro potencias principales: Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Austria; en los primeros conflictos, al menos una faltaba (Prusia no se unió a la Tercera Coalición, Austria no estaba en la Cuarta Coalición, ninguno de ellos era parte de la Quinta Coalición).

Al comienzo del Armisticio, Napoleón había superado en número a sus oponentes prusianos y rusos. Al final fue superado en número. En total, las cifras no parecen tan malas: 680.000 soldados franceses y aliados se enfrentaron a 800.000 soldados aliados, incluidos 200.000 rusos, 120.000 austriacos, 40.000 suecos y 160.000 prusianos, y los aliados comenzaron la campaña divididos en tres ejércitos separados (el Ejército del Norte de Bernadotte), el Ejército de Silesia de Blücher y el Ejército de Bohemia de Schwarzenberg).

El Armisticio de Pleischwitz había sido un gran error de Napoleón según algunos historiadores, pero tenía poderosas razones para hacerlo. 90.000 hombres del ejército napoleónico estaban enfermos y sus bajas excedían en 25.000 hombres a los de sus oponentes, y el Emperador no disponía de fuerzas para librar otra batalla. Una derrota hubiera hecho entrar a Austria inmediatamente en la guerra. Era necesario reforzar su caballería que era muy inferior a la de los aliados. Otro problema era su falta de inteligencia, lo poco que se lograba averiguar se debía a informes de los prisioneros, que normalmente eran escasos y poco detallados. Las escasas fuerzas de reconocimiento que podían enviar eran objeto de emboscadas y ataques de los cosacos.

Finalmente, tenían que operar en un ambiente cada vez más hostil, los habitantes se mostraban cada vez más en contra de la ocupación. Dicha hostilidad obligó a emplear cada vez más tropas en sus líneas de comunicación, y atrincherar los depósitos y cabezas de puente. Sus líneas de abastecimiento estaban cada vez más amenazadas por los Freikorps y los cosacos, que realizaban cada vez acciones más profundas, apoyados por la población civil. Como fue el caso del 1 de mayo, cuando realizaron una incursión sobre Halle o el 30 de mayo, cuando un convoy de artillería, escoltado por 1.600 soldados fue interceptado y capturado cerca de Halberstadt.

Final de los Freikorps (17 de junio de 1813)

El 14 de junio, el mayor Lützow, comandante de los Freikorps (Reales Cuerpos Libres) de Prusia, fue informado oficialmente del armisticio entre Napoleón y el rey Federico-Guillermo III; debiendo devolver todos los soldados franceses que hubiese apresado y retornar a la ribera oriental del Elba, en la frontera del reino de Baviera, a unos 150 km al este de donde se encuentran los Freikorps.

Ese día, cuando acampan al suroeste de Leipzig, los franceses capturan dos de sus unidades cuando buscaban alimento y forraje. Lützow acudió con bandera blanca a la capital bávara, con intención de parlamentar con el general Arreghi, al mando de las fuerzas francesas de la zona, al creer que habrían cometido un error. Los ciudadanos vitorearon al mayor durante todo su camino hasta el acuartelamiento francés.

Arreghi prometió a los prusianos que podrían llegar a la frontera sin ser atacados, pero por la tarde, una fuerza de dragones persiguió a la escolta de Lützow al poco de abandonar Leipzig, y mientras su comandante les atacaba, le dijo al oficial prusiano: “Tregua para todos, pero no para ti…!” El campamento de los Freikorps fue rodeado, resultando muertos o prisioneros unos 300 prusianos.

Lützow, con la mayoría de los prusianos, escapó a Leipzig, siendo bien recibido por la población, pero no pudieron ayudarle. Napoleón había dictado que los Freikorps no eran soldados, sino bandidos, y quien les ayudase pagaría las consecuencias. Los fugitivos huyeron al este, dejando atrás a sus heridos, que serían capturados por los franceses y condenados a trabajos forzados en el sur de Francia.

Napoleón degradó a Arreghi, y cuando este volvió a Leipzig, anunció arrestos y castigos contra cualquiera que mostrase simpatía por los enemigos de Francia. Todas las armas y alimentos fueron incautados, obligándose además al ayuntamiento a abastecer a la guarnición francesa de la fortaleza de Wittemberg. Cuando las autoridades acudieron a Bonaparte con intención de protestar, este les insultó, negándose a atenderles.