Edad Antigua Los sármatas Los pueblos sármatas

Orígenes

El pueblo sármata era un conglomerado de distintas tribus que hablaban una lengua aria, emparentada con el persa y los escitas, y que desde el siglo VII AC habitaban el mar de hierba como eran conocidas las llanuras de la estepa euroasiática. Si los escitas ocupaban el extremo europeo de la llanura, los sármatas habitaron durante muchos siglos al este del actual río Don. Entre los principales pueblos encontramos los saurómatas, los yácigos, los siraces, los aorsos y los roxolanos, algunos autores también incluyen a los alanos.

El origen de la palabra sármata procede del griego sarmatai o del latín sarmatae. Una teoría dice que proviene de la palabra sauromatai que procede de las palabras sauro (lagarto) y Matais o mar de Aral.

Otras fuentes señalan que proviene de las palabras hebreas sear-madai o sar-madai que significa reliquia de los medos, teoría defendida por Bochart basándose en las palabras de Plinio: «sarmatae medurum, ut ferrunt saboles«.

Oleg Trubachyov dice que deriva de la palabra indo-aria sar-mat, sar significa mandar y mat significa mujer, es decir pueblo mandado por mujeres.

Otra teoría dice que procede de la palabra sār que significa enfermedad, o sufrimiento y la palabra mæte que significa pobre.

Estrabón se refiere a ellos como hamaksoikoi o moradores de carromatos y también como galaktophagoi o comedores de leche, referiéndose al koumiss o yogur consumido desde tiempos inmemoriales. Puede que derive de la raíz indo-aria karr (char) que significa carro y matae que significa morar, es decir moradores de carros.

Costumbres

Enterraban a sus muertos en túmulos o kurganes (tumbas) junto con sus objetos más preciados. Entre los mismos se encontraban adornos de oro, figuras del mismo metal, arcos, armaduras, utensilios para tatuar, espejos, incluso se ha llegado a encontrar en recientes excavaciones un caldero de bronce en perfecto estado, siendo las tumbas las que han proporcionado mucha información.

Las costumbres de los sármatas no diferían mucho de las de otros pueblos esteparios. Vivían de sus rebaños, del que se abastecían de pieles, leche, hueso y cuerno. Los esqueletos encontrados en tumbas algunos alcanzan 1,70 a 1,80 m de altura, lo que indica que su dieta era a base de leche y carne. Como los escitas llevaban pelo largo y barba, los jóvenes se afeitaban y llevaban bigote, algunos se afeitaban la cabeza.

Su prenda normal se conocía como «kurta«, una especie de caftán corto abierto por delante y que se ataba de derecha a izquierda, que podía ser de piel de ciervo o de lana. Los pantalones o «saravara» eran holgados en la cadera al estilo parto, para facilitar montar a caballo. Tenían unas botas conocidas como «xshumaka» que se ataban mediante cordones de piel alrededor del tobillo y a la suela. En cuanto a los gorros, se les muestra con la cabeza descubierta, aunque en invierno llevasen gorro, cada tribu tenía su propio estilo.

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Sármatas: a la izquierda guerreros lancero y arquero, a la derecha una pareja noble. Se aprecia los pantalones o saravara y las botas o xshumaka.

Estrabón describe algunas de sus costumbres, que en general eran similares a las de los escitas. Los llama «moradores de carromatos«. Estos carromatos se denominaban  kibitkas.

«Sus tiendas de fieltro estaban sujetas a los carros en los que vivían. Alrededor de los carros estaban los rebaños que les procuraban la leche, el queso y la carne que les servían de sustento. Seguían a los rebaños, trasladándose a otros lugares donde pudieran pastar«.

También dice que «son guerreros más bien que bandidos, aunque van a la guerra sólo por los tributos que se les deben. Ceden sus tierras a cualquiera que desee cultivarlas, y se contentan con percibir a cambio un moderado tributo. Pero cuando los arrendatarios no pagan, les declaran la guerra«.

Sus caballos, como los de los escitas eran muy veloces y difíciles de manejar, por lo cual los castraban. También cazaban ciervos y jabalíes en los pantanos y onagros y corzos en las estepas.

Gracias a los objetos hallados en sus tumbas se sabe que poseían espadas de hierro, pequeñas puntas de flecha también de hierro y carcajes de corteza de abedul, que eran las armas de los arqueros montados ligeramente armados. Según antiguas descripciones echaban el lazo a los enemigos en la batalla.

Tácito dio una vívida, aunque hostil, descripción de los roxolanos, cuando aparecieron ante los romanos: «El pillaje, y no la guerra, constituye su pasión; banda de ladrones, determinados a asolar el país….Su valor se basa totalmente en circunstancias externas. En un enfrentamiento con la infantería son de lo más cobarde. En un ataque de la caballería son impetuosos, feroces, irresistibles. Sus armas consisten en largas lanzas o sables de enorme tamaño, que manejan con ambas manos. Los jefes llevan cotas de malla de hierro o de duras pieles de animales, impenetrables a las armas enemigas, pero tan engorrosas para ellos mismos, que cuando uno cae en el campo de batalla, ya no puede volver a levantarse«.

La sociedad sármata era jerárquica. Había una aristocracia de guerreros de élite (los argaragantes), mientras que el trabajo era realizado por los limigantes o esclavos.

Al igual que los escitas, la estructura social era enormemente igualitaria. Las mujeres y los hombres hacían las mismas tareas: cabalgaban, disparaban con arco, utilizaban el lazo.

Según Herodoto las mujeres vestían, montaban a caballo y combatían igual que los hombres. La arqueología parece confirmar este hecho, ya que en los enterramientos femeninos se han encontrado restos de armas, así como esqueletos de niñas con las piernas abombadas que indican que cabalgaban desde muy pequeñas al igual que los chicos.

Otra moda importada de los alanos, era la deformación craneana, alargamiento del cráneo que se obtenía mediante el vendaje de la cabeza durante la infancia. La costumbre había aparecido en una escala limitada entre los primeros sármatas, pero entró de lleno entre los siglos IV y II, probablemente bajo la influencia de los hunos; entre los alanos en el Volga inferior hasta el 70 % de los cráneos excavados están deformados. La deformación de cráneos se encuentran también en las tumbas alanas de Europa Occidental de los siglos IV y V.

Plinio  habla sobre la costumbre sármata de cubrir sus cuerpos de tatuajes, tanto los hombres como las mujeres, e incluso se menciona tatuaban a los niños pequeños.

Herodoto contaba que los sármatas eran descendientes de las amazonas y los escitas, y que sus mujeres podían ser vistas «cazando frecuentemente a caballo con sus esposas, acudiendo al campo de batalla y llevando la misma ropa que los hombres». Más aún, decía, «ninguna mujer se casaba hasta haber matado a un hombre en batalla«.

Un relato similar lo daba Hipócrates: «Sus mujeres, mientras son vírgenes, montan, disparan el arco, lanzan la jabalina mientras cabalgan, y luchan con sus enemigos. No entregan su virginidad hasta que han matado a tres de sus enemigos, y no se casan antes de haber realizado los tradicionales ritos sagrados. Una mujer que toma esposo no monta nunca más, salvo que deba hacerlo por una expedición generalizada«.

El ejército

Cada pueblo sármata tenían su propio rey, que dirigía las fuerzas armadas de su nación o contingentes sármatas en los ejércitos romanos, bósforos, godos y hunos.

Como todos los escitas, el color rojo estaba reservado para la aristocracia militar. Aristócratas y nobles mandaban sus propias tropas, presumiblemente reclutadas entre el personal a su cargo. Cada uno de esos grupos de seguidores podía desplegar en el campo como una unidad táctica separada. A comienzos de los tiempos, todos los varones capaces de portar armas sirvieron como guerreros cuando era necesario.

Desde el siglo IV AC, existe evidencias arqueológicas de una «casta guerrera» en algunas tribus sármatas, centradas en los líderes tribales y aristócratas. Las bases de esta sociedad guerrera eran los lazos y juramentos de amistad y lealtad personal, jurados sobre la espada y selladas bebiendo gotas de sangre de cada uno mezclada con la de los demás en vino.

Luciano indica que cada líder llevaba consigo una serie de jinetes o soldados de infantería y se esperaba que los equipase él mismo. Más tarde añade que fuerzas de varios miles de personas podrían ser reclutados de esta manera. Una estructura militar de este tipo no es diferente de la medieval temprana, o de hecho, de los sistemas contemporáneos germánicos y celtas.

El tamaño de sus ejércitos variaba desde miles a cientos de miles de jinetes. Los estudios sobre el campo parecen indicar que tales cifras corresponden al resultado de armar a todo sármata capaz de empuñar un arma, y no al del ejército propiamente dicho.

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Arquero sármata. No lleva yelmo, va vestido con la típica kurta que se abrocha de derecha a izquierda, los típicos pantalones o saravara y las botas de piel o xshumaka, lleva un gorytos con arco corto. Autor Johnny Shumate

Además, reunir un ejército numeroso no era tarea fácil. Cada pueblo sármata tenía su propio rey y el reclutamiento era laborioso. Luciano de Samosata, un autor griego del siglo II, nos cuenta que el líder tribal que deseaba reunir bajo su bandera a sus guerreros, primero debía sacrificar un toro e invitarlos a un banquete con su carne. El banquete solamente podía ser compartido por los hombres que cupiesen colocando su pie derecho sobre la piel de toro extendida en el suelo. Los guerreros que toman parte de este banquete se comprometían cada uno a reunir a cuantos compañeros de armas fuera posible para que luchasen junto a ellos. Para un ejército muy numeroso se necesitarían cientos de cabezas de ganado solo para reunir a miles de hombres, salvo que las levas reunidas por los primeros convidados fuesen increíblemente numerosas.

Cada pueblo tenía su propio rey. Los aristócratas mandaban sus propias tropas, y cada grupo tenía su propia táctica. Cada hombre capaz de llevar armas podía ser movilizado si se requería. Se juraba muta lealtad bebiendo una copa de vino mezclado con gotas de sangre de ambos.

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Pintura de sármatas tumba de Kerch (antigua Panticapaeum, capital del reino del Bósforo). Arriba lucha entre jinetes lanceros; abajo izquierda lancero contra infante, abajo derecha infantes se observa uno con un estandarte tipo vexilatio en vez del draco.

El deseo de saqueo hacía que muchos se enrolasen como mercenarios para otros ejércitos. Los romanos los consideraban como indisciplinados y saqueadores.

Cuando iban a la guerra, utilizaban el mismo modo que todos los esteparios. Los arqueros a caballo y los jinetes lanceros; la caballería ligera era la mayor parte de sus tropas. Sin embargo, los sármatas habían ido un paso más allá que los escitas en el uso de la caballería pesada, continuando la evolución de esta. La imagen clásica del sármata es el lancero a caballo.

Dentro de los lanceros podemos distinguir tres tipos: el ligero en la que solo el jinete iba cubierto por armadura; el medio en el que el jinete iba cubierto y el caballo iba parcialmente cubierto, bien el petral o parte delantera o bien el cuerpo del caballo; finalmente el jinete pesado que era muy parecido al catafracto parto en el que tanto jinete como caballo iban completamente protegidos similar a los partos.

No obstante, el grueso de la caballería pesada sármata llevaba una armadura de cuero con escamas óseas hechas con cuerno y pezuñas de sus animales. Este tipo de armadura era más ligera que el típico catafracto parto, aunque sus cargas también solían ser temerarias siempre y devastadoras en ocasiones. Un autor clásico escribió, hablando de un noble de su época: “A pesar de ser sármata, era muy cabal”. Y es que los sármatas hacían un uso muy extendido de temerarias cargas frontales, que debido al peso que tenían que soportar los caballos se harían al trote. Por otro lado, la ligera armadura de escamas córneas parece tener su explicación también en los primeros contactos con los hunos, cuyos arcos, más grandes que los de los sármatas, sí podían penetrar armaduras metálicas, lo que las hacía un peso inútil a lomos de sus caballos.

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Guerreros sármatas basados en pinturas. Autor Ian Heath

Los sármatas empleaban los famosos dracos (dragones) como estandartes. Arriano cree el draco con su manga de viento era una invención sármata, y que estaba siendo adoptada por la caballería romana. Dice que sus orígenes se pierden entre las sociedades de arqueros de Asia Central, y que su propósito original era probablemente proporcionar la dirección y velocidad del viento para el tiro con arco.

Arriano describe el estandarte como una manga larga hecha de piezas de tela teñida, la cual colgaba cuando estaba en reposo, pero en movimiento volaba como una serpiente y emitía un silbido con la brisa. Arriano sugiere que los estandartes debían ser coloridos, añadiendo espectáculo a los desfiles de caballería, y que había uno por cada unidad, ayudando a mantener el orden, tanto en paradas como en las batallas.

El draco de los sármatas parece ser que difería del conocido por los romanos, que se convirtió en su forma actual solo en la Edad Media. Los dracos sármatas eran más orientales, con orejas más prominentes, dientes de perro e incluso aletas; por lo general no tienen escamas o la cresta distintiva del draco Niederbieber. Algunas cabezas de estandartes sármatas pueden haber representado el legendario Senmurv iraní, mitad lobo mitad pájaro. Esto es difícil para lo que dicen que si los draco con cabeza de perro como en la Columna de Trajano reflejan la realidad o son la interpretación de un escultor romano de un dragón Oriental.

Estandartes draco similares también fueron empleados por los partos y por los sasánidas; los partos se decía que brillaban con oro y seda. En el año 357 los emperadores romanos Julian y Constancio ambos tenían estandartes dracos personales cosidos a partir de un material de color púrpura. Vagencio escribió que en la década de 390 la infantería romana entonces también se emplea estándares draco. Continuaron utilizándose mucho más tarde en el Cáucaso y Georgia Medieval. En Europa Occidental fueron adoptados por los francos bajo Carlomagno. El Tapiz de Bayeux, el abanderado del rey Harold Godwinsson, llevaba el más famoso de todos los esttes draco, el Dragón de Wessex.

En poco tiempo los romanos comenzaron a copiar el estilo del lancero sármata de caballería, y durante el reinado de Adriano una de las principales variedades de jinetes romanos eran los que llevan contos (del latín contus) y atacaban a la manera de los alanos o los sármatas. Dos nuevos estilos de caballería romana se desprenden de esa época: los catafractii y los contarii. Las primeras unidades romanas de catafractos, sin duda, debía tanto a los partos como a los sármatas, pero los contarii romanos estaban más estrechamente ligados a los sármatas. Una de las primeras unidades de este tipo era Ala I Ulpia miliaria contariorum, se formó muy poco después de las Guerras Dacias de Trajano en Pannonia cerca de las tierras de los roxolanos y yácigos. Una lápida romana del 145-148 del Norte Mrica representa a un contarius del Ala I Cannenefatium, una unidad que se conoce a partir de la evidencia de inscripción por haber reclutado muchos de sus hombres Panonia. Se representa a un lancero sin armadura ni yelmo, pero maneja una contos con ambas manos.

Caballos sármatas

Como todas las razas nómadas, caballos sármatas eran animales resistentes y sobrios, que podría sobrevivir en la estepa con una escasa capa de pasto, inadecuada para las monturas occidentales. Su resistencia era legendaria. Los romanos quedaron impresionados por un caballo tomado a partir de los alanos durante el reinado del emperador Probo (276 – 282). Aunque no parecía hermoso o grande, se decía que este caballo podía cubrir 100 millas (160 km) al día, durante ocho a diez días consecutivos. Esto en parte era posible al uso de varias monturas de refresco por los sármatas. Según Amiano, los jinetes sármatas llevaban siempre una o dos monturas adicionales de refresco, y la mayoría estaban castrados.

Estrabón lo confirma: «Es una peculiaridad que los escitas y sármatas castran a sus caballos para que sean fáciles de manejar; porque aunque los caballos sean pequeños, son muy rápidos y difíciles de controlar«.

Un estudio ruso basado en restos óseos en enterramientos escitas, indica que la mayoría de los caballos eran pequeños de tipo asiático, de 13 a 14 palmos de alzada a la cruz. Pero los escitas también utilizaron una raza de «calidad» con un promedio de 15 palmos (150 cm) y de raza similar a la rusa moderna Akhal Teke, aunque solo en los enterramientos de nobles.

Por desgracia, los sármatas no tenían la misma costumbre de enterrar a los caballos con sus propietarios, por lo que hay pocas evidencias directas del esqueleto. A menudo se asume que los lanceros sármatas empleaban razas de mayor alzada para soportar el peso del jinete y su equipamiento. Los sármatas debieron haber tenido acceso a la mayor parte de las razas pesadas famosas de la antigüedad, los niseos de las llanuras de Media y las razas partas relacionadas.

Estos caballos podrían haber sido adquiridos a lo largo de las rutas de comercio oriental o por incursiones en el territorio de los partos. Pero hay pocas evidencias de la presencia de caballos tan grandes entre los sármatas; y los caballos no es necesario que sean grandes para ser fuertes. Caballos más pequeños pueden ser fuertes si tienen las patas bien formadas para aguantar peso extra. Los autores romanos tienden a destacar la velocidad y resistencia de los caballos sármatas en vez de su tamaño. Los jinetes bardos roxolanos de la Columna de Trajano, muestran que los caballos sármatas no eran mayores que los romanos en las mismas escenas.

Una raza antigua, la turania, se aproxima a la exigencia de los lanceros, y es también probable un ancestro de la raza Teke Akhal. Eran pequeños y de aspecto oriental, pero eran un verdadero caballo en vez de un pony. Los caballos turanianos eran originarios de la región de Transoxania, cerca de la casa de los famosos «caballos celestiale» del valle de Ferganá buscados por los chinos. Es totalmente factible que los aorsos y más tarde los alanos, tuvieran acceso a estas razas orientales.

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Equipo de un caballo sármata con silla de cuernos, arreos adornados con  discos  metálicos, se aprecia la marca o tamga en la grupa y la cola recogida con una cinta.

Los elegantes y rápidos caballos sármatas y alanos fueron muy valorados por los romanos. Adriano tenía un caballo alano favorito llamado Boristenes (antiguo nombre del río Dnieper), y una oda a este caballo está inscrita en su tumba en Apt cerca de Nimes en Francia. Se cuenta cómo Adriano montó «sobre los montes de la Toscana … como el viento, tras los jabalíes de Hungría«.

En el periodo escita se permitió que las colas de los caballos creciesen libremente. Hacia el siglo III AC, presumiblemente bajo la influencia persa, a menudo eran atadas con trozos de tela o cuero. Desde aproximadamente el siglo I DC, según muestra el arte Bósforo, se permitió que colas creciesen inusualmente largas y delgadas, y en ocasiones atadas con una cinta probablemente de cuero. El propósito de tales cortes y ataduras es poco conocido, pero el anudar la cola fue más tarde fue empleado por los mongoles, entre los cuales se denotaba la edad, el sexo y tal vez el estatus.

En el primer periodo las crines eran generalmente cortas muy poco diferente de las modas escitas o de hecho romanas. A partir del siglo I DC, más o menos cuando los alanos llegaron cerca del mar Negro, apareció la moda «almenada«, parecido a las almenas de un castillo, había una variedad de formas. A menudo, solamente había dos tipos de almenas la triangular y la rectangular y pueden haber sido puramente decorativas. Las crines almenadas también aparecieron en Irán, la India y China, pero siempre como una moda extranjera importada de Asia Central. El único factor en común era un pueblo de habla iraní conocido como los Yüeh-chi o tocarios. Es probable que una sección de este pueblo se uniese a la confederación alana.

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Sarmatas emigrando en la región baja del río Don siglo I DC: 1 noble alano empuñando un arco, se observa la tamga o marca en la grupa del caballo, también se observa las crines cortadas en la moda almenada y la cola trenzada; 2 joven guerrero sármata con lanza; al fondo los carromatos moviendose en la estepa. Autor Gerry Embleton para Osprey

Una forma característica de marcar los caballos sármatas está atestiguada desde el siglo I DC, más o menos simultánea con la aparición de los alanos y de las crines almenada. Estos tomaron la forma de una tamga, un signo proto-heráldico, similar al hierro o marca de propiedad o monograma, que también aparecerá el equipo personal. Varias estelas del Bósforo de enterramientos de caballos exhiben de marca con una tamga, bien en los hombros o en la grupa.

La representación de los caballos con armadura de escamas en la Columna de Trajano indica, que algunos de los caballos sármatas llevaban barda o armadura de caballo. Algunas bardas de la Columna, cubrían a los caballos desde la cabeza a los cascos, estas bardas no son convincentes, y debe ser el resultado bien de la ignorancia o bien de una estilización intencional.

Las referencias literarias a la armadura del caballo sármata también son escasas. El poeta del siglo I DC Valerio Flaco en su descripción de los lanceros sármatas cita la ligereza del caballo barbado lo que hace suponer que la barda era probablemente de cuero, la caballería sasánida utilizó con certeza carcasas de cuero. El uso de barda entre los grupos sármatas varió con el tiempo.

Es evidente que los sármatas emplearon la armadura del caballo, aunque no en la misma escala que los partos y los sasánidas.

La ausencia de los estribos, no eliminó la necesidad de una silla estable desde la que se pudiera manejar la lanza. La silla de cuernos permite perfectamente manejar la lanza y espada larga sin necesidad de estribos, cansa menos en las piernas, y mejora el fluir de la sangre a los pies.

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Jinetes sármatas: izquierda arquero con influencias escitas con armadura y yelmo de escamas; a la derecha lancero con cota de malla. Autor Michail Gorelik

Se ha afirmado que las sillas de montar de cuernos fueron un invento celta, pero las nuevas evidencias apuntan fuertemente a un origen de Asia Central, con los sármatas como uno de los principales agentes de transmisión a Europa Occidental. Había, sin embargo, diversas variedades de la silla de montar de cuernos, cada uno con su propia historia.

Los discos de metal que cubren las uniones del arnés de caballo, phalerae en latín, aparecieron a finales del siglo III AC, y eran populares en las tumbas de los guerreros ricos durante los siglos II y I AC. Por lo general eran de plata o de cobre plateado con superficies decoradas, las más grandes (para el pecho) eran de 15 a 24 cm de diámetro, algunos más pequeños aparecen en pares, y fueron usados sin duda en los flancos del caballo.

Armamento

Arcos

Los arcos en estos siglos eran del estilo »escita». Eran arcos cortos de unos 80 centímetros, hechos con madera encolada. Desde el siglo I AC aparece el arco compuesto, muy similar al que posteriormente usarán los hunos. Algo mayor (algo más de un metro), podía disparar flechas de 40 a 50 centímetros con gran fuerza, aunque algunas llegaron a alcanzar los 60 cm. Estaba hecho de tendones, madera y hueso, dándole gran flexibilidad, alcance y fuerza.

El arco corto tipo «escita» se guardaba generalmente en un gorytos, que era un combinado de arco y carcaj, hecho principalmente de cuero y a menudo reforzado y adornado con placas de metal. Los gorytos generalmente estaban colgados de un cinturón en la cadera izquierda del jinete, hasta que la espada larga entró en uso general, después de lo cual a menudo fue colgado en la derecha. Había carcajes separados del gorytos que contenían hasta 300 flechas, y algunas tumbas tienen dos carcajes.

Cada flecha tenía tres aletas de plumas unidas por una fina correa de cuero, como se ve en algunos ejemplos excavados. Algunas flechas estaban pintadas, su han encontrado algunos gorytos que contenía mazos de flechas todas rojas, mientras que se han encontrado otras con franjas negras, rojas y blancas. Es de suponer que esta “codificación de colores” puede indicar propiedad o indicar el tipo de flecha.

Durante el siglo I DC un nuevo y poderoso tipo de arco ganó popularidad, el conocido como arco tipo huno, aunque la evidencia de su origen huno no es concluyentes. Medía 120 cm o más de longitud, era mucho más grande que el arco escita, y también era compuesto con huesos y tendones, pero era asimétrico, es decir la parte superior por encima de la empuñadura era más larga.

Era significativamente más potente que sus predecesores, el arco huno podría disparar flechas de 80 cm, con puntas más pesadas que cualquiera de las usadas previamente.

Se han encontrado menos flechas en tumbas de este periodo: la mayoría contienen decenas, muy pocos tienen más de cien y de hecho, enterramientos sármatas finales rara vez contienen más de 15 flechas. El arco huno era demasiado grande para los gorytos tradicionales, y, en cambio, se realizaron una funda de arco suave junto con uno o dos carcajes cilíndricos largos, que estaban hechos de cuero de piel de ciervo, y tradicionalmente pintado o teñido de rojo.

Las puntas de flecha eran de hueso o bronce en un principio debido al no tener acceso al hierro, posteriormente se hicieron de acero. Durante su exilio en la zona del mar Negro el poeta Ovidio menudo se refiere a las «flechas venenosas» de los sármatas, también menciona un collar de espinas unidas a la base de la punta de flecha, es de suponer que apuntasen hacia atrás para actuar como púas.

Las lanzas

En realidad, el caballero pesado con armadura y lanza había aparecido en Asia para el siglo V AC con los bactrianos, mesagetas y sakas. Aunque parece que a partir del siglo III, los sármatas y otras tribus como los partos empezaron a usar una la lanza pesada muy larga que se blandía con ambas manos llamada “contos”.

Se dice que dicha lanza fue desarrollada por los ejércitos de las satrapías orientales del imperio persa, que tuvieron que luchar contra Alejandro Magno y sus falangistas, aunque en realidad, el «contos» no daba para tanto. Más bien parece una adaptación de la larga lanza de caballería que usaban los jinetes de Alejandro. Dicha lanza, llamada “xyston”, fue modificada haciéndola más larga y gruesa para aguantar mejor.

Si bien los sármatas usaron mucho tiempo una lanza más corta, a partir de siglo I, el «contos» manejado con las dos manos fue el arma principal de la caballería pesada sármata.
Referente a los roxolanos en el 107 BC, Estrabón describe su principal arma era una longche, empleada en combinación con un arco y un escudo de mimbre. Este término griego, que originalmente significaba púa o punto, es un término genérico para una lanza o jabalina. Ovidio (AD escribir 8- 18) utiliza el término «hasta» para el arma de los yácigos lo que sugiere una lanza. Desde el siglo 1 DC en adelante, como autores Tácito, Arriano y Amiano hablan del arma sármata y alana como contus, y llaman al usuario de la misma como kontophoros o «portador de contus«.

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Lancero sármata. Lleva un yelmo tipo sármata, maneja la lanza o kontos con ambas manos, lleva espada larga de anillo, y una armadura de escamas doradas; el caballo lleva una montura de cuernos, pecho-petral con discos de adorno y la marca o tamga en el hombro. Autor Johnny Shumate

Puntas de lanza se encuentran en las tumbas de la época más temprana de los saurómatas, pero es imposible distinguir el asta de madera que con el tiempo se desintegra y no hay por lo general regatones.

Plutarco menciona las lanzas de la caballería parta como «cargadas de hierro«, y así se ha supuesto que las puntas de las lanzas eran particularmente grandes. En realidad las puntas muy grandes raramente se encuentran. Los arqueólogos tienen dificultades para decidir si una punta pertenece a una contos o una lanza, dado que las tumbas sármatas son generalmente demasiado pequeñas para contener una lanza larga.

Como prueba de la longitud de la contos debemos recurrir a fuentes pictóricas. Las pinturas murales de la zona del Bósforo del siglo II DC, muestran un asta de al menos 3 m de longitud, y, a veces llegan hasta 4,5 m. Las fuentes pictóricas muestran que la contus no estaba concebida para ser usada en ristre como la lanza medieval, sino que se manejaba con las dos manos, la mano izquierda con el objeto de sujetar y apoyar el peso del arma, mientras que la derecha empujaba desde la cadera. Este método de dos manos es requerido por la longitud del arma.

Espadas

Las espadas de los saurómatas fueron similares a las empleadas por los escitas. Normalmente, estos eran akinakes cortos, similares a los utilizados por los persas y otros pueblos iraníes, aunque menos recargadas que los ejemplos encontrados en tumbas de nobles escitas.

Las espadas largas sármatas comenzaron a aparecer a partir el siglo VI AC, y se convierten en común a partir del siglo IV AC, aunque cuando no desplazaron a los akinakes. Muchas de estas espadas más largas tenían un pomo en forma de antenas, especialmente en las regiones del Volga y Kuban, que se emplearon hasta el siglo III AC.
La espada tenía una gran importancia simbólica, ya que los sármatas, al igual que los escitas, adoraban al viento (el aliento que da la vida) y la espada era su contrapunto (la que quita la vida).

A partir del siglo III AC, las espadas sármatas acabaron en un pomo circular en el que se podía incrustar una piedra semi-preciosa. Se produjeron versiones de hoja corta y de hoja larga. La variedad corta era 50-60 cm de longitud, aunque algunas eran aún más cortas. Las espadas largas medían 70 cm o más, alcanzando excepcionalmente 130 cm.

Las vainas de las espadas cortas aparecieron a partir del siglo II AC. Estos se ataban al muslo derecho con dos pares de correas de cuero. A veces había una correa superior que se ataba al cinturón, y que permitía ajustar la altura de la vaina al muslo. Las vainas de las espadas largas se colgaban en el lado izquierdo con un estilo más convencional.

Las dagas aparecen en los enterramientos sármatas durante todo el período. Tenían empuñaduras de la misma forma que las espadas cortas de la época; tenían una longitud de 30-35 cm.

Las espadas largas eran, obviamente, ideales para luchar desde el caballo. Cuando la lanza se rompía o se descartaba (con frecuencia sucedía en las primeras etapas de cualquier cuerpo a cuerpo), el alcance de la espada larga permitía seguir dando golpes desde el caballo. Los jinetes sármatas que cargaron con ímpetu contra los partos en el año 35 estaban equipados con espada larga, así como la lanza según Tácito, al igual que los roxolanos que asolaron Moesia en el 69.

Los sármatas como todos los escitas tenían una ceremonia para »adorar» una espada. Se clavaba en un montículo de tierra o arena y se le sacrificaba algún animal. Según los romanos los sármatas procedían a adorar la espada como si fuera Marte el dios de la guerra. Algunos historiadores creen que estas ceremonias pueden formar parte del origen de la leyenda Artúrica de la espada clavada en la roca.

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Ceremonia de la espada siglo I AC en la estepa Póntica. Se puede ver a un noble (2) oficiando la ceremonia sobre una espada larga de anillo, detrás un lancero aorso con armadura mixta de malla y escamas, ambos llevan la espada corta atada al muslo derecho. Autor Gerry Embleton

Otra arma era el lazo, especialmente empleado por las mujeres, aunque también lo usaban algunas tropas regulares. Pomponio Mela y Pausanias nos cuentan sobre su uso para derribar enemigos de sus caballos.

Protecciones

Armaduras

La armadura más característica de los sármatas fue la cota de escamas, de la que hay algunos indicios arqueológicos que indican que los jefes escitas ya las vestían en el siglo VI AC, y que fueron adoptadas por algunas tribus sármatas. Eran petos de cuero cubiertos totalmente por escamas de bronce o hierro, aunque posiblemente, los guerreros menos pudientes cubrieran solamente algunas partes del pecho.

En cuanto a protección, las primeras armaduras parecen haber sido hechas de cuero, como comenta Estrabón sobre los roxolanos, quienes en el II AC, vestían armaduras y yelmos hechos de pieles de buey.

Hablando de la roxolanos en el año 69, Tácito menciona que su armadura estaba hecha de placas de hierro «jerreis lamminis» o de pieles muy difíciles «praeduro Corio«. Algunos historiadores han tratado de identificar estas armaduras de cuero con un traje misterioso que se muestra en la columna de Trajano.

La característica común de las armaduras de la caballería sármata era la coraza de escamas. Los hallazgos arqueológicos indican que en el siglo V AC, los guerreros saurómatas ya llevaban corazas cubiertas de escamas de hierro y bronce, al igual que sus vecinos escitas. Los guerreros menos ricos parece que habían cosido de placas de metal a sus prendas de cuero, especialmente en el pecho. No existen imágenes que se pueden identificar con confianza como era la armadura de escamas sármata hasta el siglo 1 DC.

Estas imágenes muestran una prenda de vestir de manga corta con una longitud por lo general a la mitad del muslo, con una ranura en cada lado que se extiende hacia arriba para facilitar equitación. Los bordes del cuello, de las mangas y de la falda se muestran a menudo en color rojo o marrón, que representa el borde de cuero de la prenda. Un cinto de cuero aseguraba la coraza alrededor de la cintura, teniendo gran parte de su peso sobre los hombros.

Se han excavado más de 60 restos de escamas, que por lo general son de hierro, y más raramente de bronce. El tamaño varía mucho de 2×1,5 cm a 6-8×2 cm y son generalmente rectangulares, con las esquinas de la parte inferior redondeadas. Hay un número variable de agujeros perforados en la parte superior, lo que permite que la escama pueda ser unida con alambre de cobre o de hierro, o con tiras de cuero a una base de cuero o lino. Las escamas se colocaban superpuestas en filas horizontales, con cada fila sucesiva cubre en parte superior de la capa de abajo. Escamas de bronce y de hierro en filas alternas fueron encontrados a finales de siglo IV o principios del siglo III AC.

Hacia el siglo III DC aparecen unas placas rectangulares más grandes, que hace suponer el uso entre los alanos de armaduras laminares asiáticas.

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Equipamiento de un guerrero sármata: 1 espada larga de antenas; 2 espada corta de antenas; 3 espada larga; 4 parte metálica de la vaina; 5 arco largo; 6 arco corto con su gorytos; 7 arco largo en su carcaj; 8 lanza; 9 yelmo tipo escita; 10 yelmo tipo spamgenhelm; 12 yelmo sármata; yelmo escalas; 13 yelmo tipo dacio; 14 espada corta de anillo que se ataba al muslo derecho; 15 hacha de guerra; 16-18 corazas mixtas de malla y escamas, 19 coraza tipo brigandina, 20 escamas, 21 Draco.

Las cotas de malla sármatas más tempranas vienen del Kuban y han sido datadas en el siglo I AC (sus vecinos meotes las habían utilizado uno o dos siglos antes). Las cotas de malla eran un invento celta o gálata, eran cómodas de usar y proporcionan una buena ventilación, a pesar de que ofrecían una menor protección contra los disparos con arco a corto alcance.

Los primeros sármatas llevaban coraza mixta de malla y escamas, el torso estaba cubierto de escamas que era tecnológicamente menos exigente, mientras que las extremidades y la falda eran de malla. Se empezaron a utilizar corseletes completos de malla para reemplazar la armadura de escamas en el siglo II DC.

También es alrededor del siglo II DC cuando aparecieron las primeras referencias de una coraza de «baja tecnología» de armadura sármata de escamas hecha de cascos de caballo, pezuñas o cuernos. Esto fue mencionado por primera vez por Pausanias, que dijo que se emplean tales materiales debido a la falta de acceso de los sármatas al hierro.

Pausanias continúa describiendo una coraza sármata hecha de los cascos del caballo, que se conservaba en el templo de Esculapio en Atenas: «Recogían cascos y los limpiaban, cortándoles en tiras para hacer con ellos escamas, les hacían agujeros y las unían con crines de caballo, haciendo una coraza no menos atractiva y fuerte que las griegas, finalizadas las ponían en pie y las disparaban a corta distancia».

Una armadura de escamas similar hecha de cuerno es mencionada por Amiano, que fue usada por los sármatas asaltaron Panonia y Mesia en el año 358: »Estas personas, estaban equipadas más para el bandolerismo que para la guerra, usaban lanzas muy largas (hastae) y corazas hechas a partir camisas de lino a la que sujetaban piezas lisas de cuerno pulido, piezas pulidas de cuerno, sujetadas como escamas». Prácticamente no hay rastro de la armadura hecha de escamas de cuerno, pezuñas o cuero endurecido encontrados hasta ahora en entierros sármatas.

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Armadura sármata  en la columna de Trajano. A la izquierda una misteriosa armadura posiblemente de cuero, a la derecha una de escamas.

Yelmos

Los hallazgos de piezas metálicas como yelmos y corazas, son relativamente son poco frecuentes y generalmente pertenecía a los nobles. Los primeros yelmos sármatas fueron similares a los empleados por los escitas. Tanto sármatas como los escitas, emplearon yelmos importados desde las colonias griegas del Ponto Euxino (mar Negro). Los cascos corintios fueron especialmente populares, estos yelmos limitaban la visión, por lo que a menudo los escitas cortaban la parte de abajo. Un yelmo transformado corintio fue encontrado en un kurgán sármata de siglo V AC cerca del Volga, sin duda se trata de uno importado a través de territorio escita.

Apenas se han encontrado unos 40 yelmos del siglo IV al siglo II AC en los asentamientos sármatas del Mar Negro, la mayoría de ellos son de tipo pilos, celtas y variedades etrusco-italicos.

Hacia el final del siglo I AC un nuevo tipo de yelmo sármata ganó popularidad. Estaba hecho de placas de hierro curvadas unidas por debajo a un esqueleto de tres o cuatro bandas verticales (precursor del spangenhelm alemán) remachada a uno o dos aros horizontales.

Los cascos de este tipo se pueden ver en la Columna de Trajano y en los relieves funerarios bósforos y en pinturas de tumbas, pero nada similar ha sido hasta ahora excavado.

Escudos

Los escudos antiguos se hacían generalmente de materiales perecederos tales como madera, mimbre y cuero, que dejan muy pocos rastros. Una de las pocos escudos sármatas hasta ahora excavado del kurgán Hutor Kascheevka (finales siglo IV a principios siglo III AC) está hecho con escamas metálicas, similar a los escudos escitas que se muestra, en el peine Solokha.

Las escamas de largas de hierro se unían con remaches de hierro, mientras que unas pocas redondeadas, probablemente de los bordes, tenían huellas de un forro de cuero.

Dados los escasos hallazgos y que basarse fundamentalmente en fuentes literarias. Estrabón menciona que los jinetes roxolanos en 107 AC eran gerrophoroi «portadores de escudos de mimbre«. Sus escudos pueden haber sido parecidos a los escitas que iban cubiertos de cuero o bien se asemejaban al gerrhon de los persas aqueménidas. Estos se han encontrado en las tumbas Pazyryk, y estaban hechos de palos entretejidos dentro de un marco de cuero adornado de 28x 36cm; ya que se encontraron junto a sillas de montar, demuestra que eran claramente escudos de caballería.

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Jinete sármata con escudo siglos II AC-II DC. Lleva armadura combinada de malla y escamas, yelmo sármata precursor del spangenhelm, arco corto y espada larga a la izquierda, el escudo puede ser de mimbre forrado de cuero. Autor Kaliolla Akhmetzhan

En un pasaje sobre lanceros sármatas, Tácito afirma que no era costumbre de los sármatas usar escudos; ya que tenían ambas manos ocupadas manejando sus lanzas.

Los siguientes dos extractos, a primera vista, contradicen esta información. En un pasaje mucho mal traducido de «orden de batalla» de Arriano contra los alanos, afirma que «de la segunda a la cuarta fila de las ocho de profundidad en las formaciones de los legionarios romanos eran para lanzar sus jabalinas (evidentemente pilum) y traspasar los corseletes y escudos de la caballería alana. Si no conseguían matarlos, los vástagos metálicos blandos de las jabalinas se doblarían, lo que hacía inútiles a los jinetes». Esto es por supuesto, la descripción del efecto de la pilum.

Una segunda referencia a los escudos sármatas ocurrió en la descripción de Dion Casio de la batalla del río Helado, en el Danubio en 173, donde los romanos trataron de desmontar a los yácigos «tirando de las riendas y de los escudos«. Ninguna de las referencias da detalles de estos escudos; pero sugieren que al menos una parte de la caballería sármata, tal vez la caballería ligera, estaba equipado con ellos.

Entrada creada originalmente por Arre caballo! el 2014-05-12. Última modificacion 2022-07-20.
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Comentarios:

  1. lobo-azul estepario. dijo el 2016/07/21 a las 9:25 am

    shar-mata………………charr-mata. Es lo mismo que carro-matos. (las gentes de los karromatos).

  2. Pablo dijo el 2017/02/14 a las 6:27 am

    Los serbios serían descendientes de este pueblo?

    1. arre caballo dijo el 2017/02/20 a las 9:19 am

      Hola!

      Los serbios son de origen eslavo, más en concreto de los eslavos meridionales o esclavenos también fueron conocidos como yugoslavos, entre los que se encuentran los macedonios, serbios, croatas, eslovenos, montenegrinos, bosnios

      Para más información puedes consultar https://arrecaballo.es/edad-media/los-eslavos/

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