¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
Orígenes
Los aorsos era la confederación sármata más poderosa. Se cree que habían emigrado durante el siglo V AC, desde Asia Central a las zonas norte y oeste del mar Caspio. El geógrafo griego Estrabón dice que los aorsos se encontraban al noreste de los siraces, que habitaban en la zona entre el lago Maeotis (mar de Azov) y el Caspio. Una rama ocupaba la zona entre los siraces y el mar Caspio.
Según Estrabón los aorsos del sur tenían 200.000 soldados, y los aorsos del norte muchos más. Evidentemente, no se puede tomar las cifras como exactas pero sí como una indicación del poderío de los aorsos. Los del norte ocupaban los antiguos pastos sármatas, y es posible que se extendieran hasta el mar de Aral y sean el mismo pueblo que los chinos llamaban yen-tsai o an-tsai, y que según los chinos poseían 100.000 arqueros, y vivían a 2.000 li (l.200 km) de Kang-chii (Sogdiana).
Su contacto con el reino helénico del Bósforo les permitió a los sármatas tener alguien con quien comerciar. A los productos tradicionales nómadas de pieles, cuernos tallados, esclavos, etc. se unió también el cereal al haberse convertido los sármatas en los nuevos amos de parte de los granjeros de la costa del mar Negro. Los aorsos controlaban las rutas de camellos del mar Negro a Mesopotamia y la India, lo que les suponía una considerable fuente de riqueza. El contacto con los griegos también permitió que floreciera un arte griego-sármata.
Según Estrabón “eran dueños de la mayor parte de la costa caspia, hasta el punto de que importaban camellos las mercancías indias y babilonias que recibían de los armenios y los medos y llevaban objetos de oro gracias a su riqueza”.
Historia
Tácito escribió que en la Guerra del Bósforo en el 49 DC, el rey aorso Eunones apoyó la facción pro-romana de Tiberio Julio Cotis I, mientras que el rey Zorsines de los siraces apoyó al anti-romano de Tiberio Julio Mitrídates. Los aorsos combatieron junto con las cohortes romanas bajo Plautio Silvano y los aliados romanos del Bósforo, sitiaron la ciudad mal fortificada de los siraces, masacrando a su población y obligando al rey Zorsines entregar rehenes y postrarse ante la imagen del emperador Claudio.
Ante la inevitable derrota, Mitrídates se rindió y se arrojó a los pies de Eunones. Este estaba profundamente conmovido por la difícil situación de Mitrídates y envió emisarios a Claudio apoyando la solicitud de Mitrídates de ser ejecutado sin triunfo. Claudio estuvo de acuerdo en una carta a Eunones, y aunque Mitrídates finalmente fue llevado a Roma a través del Ponto, se salvó de la ejecución y en su lugar fue exiliado.
Después de la guerra del Bósforo, los siraces se debilitaron significativamente mientras que el poder de los aorsos aumentó.
Los vínculos con los aorsos tuvieron un impacto destacado: proporcionaron seguridad y apoyo militar inmediato, especialmente en un contexto en que el Imperio romano necesitaba concentrar sus fuerzas más próximas al Bósforo en la defensa directa de sus provincias danubianas. Posteriormente, en la neutralización definitiva del reino dacio y sus aliados como amenaza para la hegemonía romana en la región. Igualmente, los aorsos se convirtieron, con el tiempo, en un instrumento que permitía a Panticapea y Roma proyectar su voluntad y culminar objetivos militares y territoriales fuera de su esfera de alcance directo.
Los poderosos ejércitos aorsos tenían poder suficiente para intervenir en espacios donde, inicialmente, por diversas razones, las fuerzas romanas y especialmente las bosforianas, no podían llegar. Es probable que Sauromates I ofreciera a Roma la colaboración y apoyo activo de los aorsos en durante las guerras dacias de Domiciano y Trajano, permitiendo así a los comandantes romanos abrir un nuevo frente desde el que contrarrestar las acciones de Dacia.
Con el Imperio romano y los aorsos empieza y acaba la lista de apoyos y aliados de Panticapea en este periodo. Es posible que la derrota de los siraces convirtiera a estos en vasallos de los aorsos o, indirectamente, del poder romano. En cualquier caso, este pueblo sármata desaparece de las fuentes tras el año 49, probablemente integrados en los propios aorsos, en una confederación de pueblos esteparios iranios que dará lugar al pueblo alano.
En el siglo I DC hay un nuevo movimiento migratorio iniciado por la llegada de los alanos provenientes de Asia Central, que alcanzaron el río Don a mediados-finales del siglo. Los alanos estaban formados por varios pueblos de origen iranio, pero no todos ellos sármatas, por lo cual se suelen tratar como un pueblo a una parte de estos últimos. Entre los pueblos originarios de los alanos parecen estar los masagetas. Los aorsos más orientales serían empujados hacia el oeste o asimilados si se quedaban atrás, de hecho parece que hubo una gran fusión entre ambos pueblos.
Algunos de los aorsos fueron empujados más al oeste, al norte de Crimea, donde, durante un tiempo, mantuvieron una existencia semiindependiente. Ptolomeo se refiere a los alanorsos (alanorsi), lo que sugiere que se había producido una fusión de alguna forma, aunque los dos grupos probablemente estaban estrechamente relacionados. Algo más tarde, las crónicas chinas afirman que los Yen-tsai (¿aorsos?) entonces habían cambiado su nombre por el de Alan-liao.