Guerras Napoleónicas Guerras Napoleónicas (1813-14). Campaña en el sur de Francia Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813)

Situación de los aliados en octubre de 1813

Tras la caída de San Sebastián, Wellington no tenía intención de seguir a Soult a través del río Bidasoa, o hasta las puertas de Bayona, hasta que averiguara qué había sucedido en Dresde, y si el Armisticio de Plasswitz aún se cumplía.

El 3 de septiembre, a pesar de que Bathurst se esforzaba por enviar noticias rápidas, Wellington recibió noticias de la declaración de guerra de Austria a Francia. Fue seguido poco después, por borrosos informes de la batalla de Dresde, recibió a través de espías y desertores franceses, que lo contaron como una victoria completa y decisiva de Napoleón. Hubo 10 días de incertidumbre, y la información de primera mano era de absoluta necesidad. No fue hasta el 15 de septiembre, cuando llegó el informe completo de Kulm en el que se relataba el aún más sangriento, desastre en la batalla de Katzbach, en el que se le pedía invadir Francia para aliviar la presión sobre los aliados.

Con cierta desgana, y puramente en interés de la causa general de los aliados, Wellington decidió que la invasión de Francia, largamente diferida, podría por fin comenzar.

Wellington tenía muchas preocupaciones, una era la partida de William Bentinck a Palermo (Sicilia) dejando debilitado el ejército aliado en Cataluña, y con William Clinton al mando, que era un individuo de carácter nervioso y retraído, inadecuado para el mando. Otra preocupación era la inadecuada fuerza naval en la bahía de Vizcaya, que debía apoyar desde el mar y llevar suministros. Otra era la demora en llevar su gran tren de pontones desde Vitoria, donde había estado aparcado durante mucho tiempo. Otro era de carácter meteorológico, el cruce se debería llevar a cabo con las mareas más bajas posibles.

Otro problema era que tenía que llevar a Francia en unos 25.000 españoles, mal pagados y peor alimentados, que tendrían que vivir del saqueo, y pondrían a todo el país contra los aliados. Las tropas de Freire, que habían luchado tan bien en San Marcial, tenían 8.000 hombres en el hospital de 15.000 presentes, llevaban varios días subsistiendo con media ración de pan y ocho onzas de arroz, la carne no se veía desde hacía semanas. Wellington a regañadientes, tuvo que dar permiso para que los españoles utilizaran la comida británica transportada por mar a Pasajes y de la reserva general en los depósitos en Tolosa y Vitoria.

El problema más importante era encontrar vados para cruzar el río. En su trabajo descubrieron que Fuenterrabía había tenido antiguamente la denominación de Hondarribia. Y que este nombre provenía del euskera hondar (arena) e ibia (vado). Vado de arena. Cuando Wellington se enteró pegó un grito “¡sand ford!” (¡vado de arena!). Si había habido vados de arena en el estuario, podía seguir habiéndolos. Y ordenó a los oficiales de su Estado Mayor que investigaran a fondo esa posibilidad. Era una posibilidad remota, pero podía constituir la salida a su embrollo con los gobiernos aliados y su mayor as en la manga para el enfrentamiento que mantenía con el mariscal Soult.

Los hondarribiarras sabían que habían existido vados entre Hondarribia y Hendaya, pero hacía muchos años que no se utilizaban. Aun así, los arrantzales (pescadores de bajura) tenían una idea aproximada de cuáles eran las zonas de menor calado. Pero eso no bastaba a los oficiales de Wellington. Había mucho en juego y había que asegurar la situación exacta de los vados. De forma que entre finales de agosto y principios de septiembre algunos arrantzales hondarribiarras a regañadientes, porque entre vascos y británicos nunca hubo una buena relación, cedieron a la capacidad persuasiva de los oficiales ingleses y se dedicaron a faenar en el interior del estuario. Aparentemente, realizaban sus ocupaciones habituales, pero mientras unos levantaban realmente pescado, otros utilizaban sus aparejos como escandallos para medir la profundidad del agua. El riesgo era muy grande, porque tenían que hacerlo en ocasiones muy cerca de los centinelas franceses de la otra orilla, que podían sospechar en cualquier momento que algo raro estaban haciendo. Con cada grupo trabajaba, disfrazado de pescador, un oficial de Estado Mayor británico que registraba los avances.

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Estuario del Bidasoa entre Hondarribia y Hendaya en 1813. Tenía 900 metros de anchura y 6 metros de profundidad del agua. Un foso imposible de atravesar. Grabado de R. Batty, 1813.

Con ese método, y sin levantar las sospechas de los soldados franceses, encontraron 4 posibles vados entre Hondarribia e Irún. Pero no era suficiente. Wellington no iba a arriesgar la vida de los 15.000 hombres que emplearían esos vados, así que había que asegurar que se podían cruzar a pie. Y en eso hubo sus más y sus menos. Tirarse al agua aun sabiendo nadar, y vadear con el agua al cuello delante de los centinelas franceses, era ya demasiado. Según el capitán Batty, la amabilidad, la persuasión, “y, finalmente, las amenazas indujeron a un hombre a ir más allá; y como había aún una considerable distancia de arena entre el canal y la orilla derecha, tuvo tiempo de volver de forma segura, aparentemente sin generar la más mínima sospecha en el enemigo”.

Realizando pruebas similares se establecieron 3 vados: uno entre el arrabal de la Magdalena y las cercanías de la playa de Hondarraitz, un segundo entre el Puntal y Hendaya, y el último que partía de los muros de contención frente al convento de Capuchinos.

El 15 de septiembre, Wellington y su Estado Mayor tenían ya el informe de la posición de los vados y decidieron dar un golpe de mano atacando por sorpresa toda la zona entre Hendaya y el monte Larrun. La operación exigía mantener en el más absoluto secreto sus intenciones y toda la preparación previa. Los ingenieros aliados empezaron a construir taludes de tierra por toda la orilla sur del río Bidasoa y especialmente en torno a la ciudad de Hondarribia, con una finalidad aparentemente defensiva. También construyeron taludes en el valle entre las Peñas de Aya y Jaizkibel. No tenía que verse ningún movimiento especial de tropas. Así que los 50.000 hombres que tenía el ejército aliado en el Pirineo Navarro, no se moverían de allí para dar la sensación a Soult de por allí tendría lugar el ataque. Las tropas que habían tomado San Sebastián quedaron acantonadas entre esa ciudad y Hondarribia, ocultas tras los parapetos de tierra hasta el momento previo al ataque. Los trenes de pontones necesarios para poder pasar la artillería al otro lado del Bidasoa después del ataque inicial, se montarían en Oyarzun, fuera de la vista de los franceses.

Buscaron una fecha en la que la altura del agua en el estuario fuera la menor posible. La siguiente bajamar en mareas vivas sería el día 7 de octubre a las 07:30 horas de la mañana. En ese momento se esperaba que la profundidad en los vados estuviera entre un metro y metro y medio. Para mantener el secreto no se transmitirían las órdenes a los mandos hasta el día anterior, el 6 de octubre.

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Ciudad de Irún en 1813. Vista de la ciudad. Autor capitán Robert Batty.

Situación de los franceses

Mientras tanto, Soult, muy sorprendido de que no lo hubieran perseguido a Francia al día siguiente de su derrota en la batalla de San Marcial; se dedicó a una política de construir líneas defensivas detrás de la frontera, cubriendo todo el espacio desde el mar hasta la parte superior del río Nive, bastante al estilo de principios del siglo XVIII. Tenía la impresión, aunque de ninguna manera estaba seguro, de que Wellington no lo atacaría por los difíciles pasos de montaña que conducen a San Juan de Pie de Puerto, ya que el otoño, pero probablemente limitaría su operación a los más cercanos al mar, desde el col de Maya hacia el oeste.

Su plan principal era cubrir el terreno, desde Cambo en la parte superior del río Nive a Hendaya en el estuario del Bidasoa, con una serie de reductos, complementados con fortificaciones menores, sobre los que podría detener cualquier ataque desde el sur. Este frente de unos 40 km de longitud estaba dividido en dos secciones por la monstruosa altura de la Grande Rhune, que se eleva a una altura de 905 metros sobre el pueblo de Vera, donde el río Bidasoa hace su repentino giro de la dirección norte a noroeste. Esa montaña era el único objeto dominante en el lado francés de la frontera; visible desde increíble distancia hacia el norte, destaca decisivamente como el centinela de la línea principal de los Pirineos.

En la mayoría de los lados, el Rhune es perfectamente accesible para un infante vigoroso, y había senderos bien marcados hacia su cima, desde donde se divisaba un panorama completo de las líneas de defensa elegidas por Soult. Pero en sus frentes había largos tramos desnudos de acantilado o de pedregales, por los que ningún hombre puede trepar, y mucho menos un soldado con mosquete y pertrechos. Tales tramos tienen que ser envueltos en sus extremos.

Desde el Gran Rhune hacia el este, parten una cadena de alturas muy inferiores, la del Petite Rhune, separada de su mayor homónimo solo por un abismo, es el más empinado, cuyo cumbres intermitentes se extienden a no más de 200 o 300 metros de altura. A través de una garganta en medio de ellos el río Nivelle fuerza su camino. En el extremo oriental de esta línea de tierras altas o se eleva de nuevo el Mondarrain, 609 metros sobre el nivel del mar, cerca del río Nive y el paso de Roland, el desfiladero conduce a San Juan de Pie de Puerto y Roncesvalles.

Entre el lado este del Rhune y el Mondarrain hay 20 km de laderas, en su mayoría bastante accesibles. Y allí Soult había puesto a trabajar con el estilo más vigoroso, y había situado a la mitad más numerosa de su ejército. Foy estaba hacia el este, más allá del río Nive, en San Juan de Pie de Puerto, vigilando las carreteras de montaña desde Roncesvalles. Porque, aunque Soult pensaba que era poco probable que algún ataque vendría de en esa dirección, era consciente de que la DI-2 todavía estaba en Linduz y Altobiscar. Si, por casualidad, se moviera, Foy podría llevar en su ayuda a la BRI de Zaragoza bajo París, que desde julio bloqueaba el paso de Jaca a Oloron, donde ningún enemigo había aparecido salvo grupos itinerantes de los guerrilleros de Mina. Los 8.000 hombres de Foy y París eran una mera guardia de flanco. Pero desde el Mondarrain hasta el Rhune, Soult había alineado a 6 de sus 9 DIs de combate, y se estaban atrincherando.

Erlon con 3 DIs, mantenían el sector de Mondarrain a Ainhoa en el Nivelle, unos 11 km con 5 reductos cerrados en las más importantes cumbres y líneas de trinchera que las unen en una forma casi continua. Si esta línea del frente se perdiera, había una segunda detrás, desde Espelette a Amotz, con alturas algo inferiores, que era una línea menos completa de fortificaciones.

Clauzel con 3 DIs, tenía el siguiente sector, desde el Nivelle hasta y el Rhune incluido, ya que su división de la derecha estaba en las laderas occidentales de esa poderosa elevación, las crestas de la Insola, Commmisari y Bayonette. El Rhune estaba ocupado ligeramente, era casi una defensa para sí mismo, pero la DI-4 de Conroux y la DI-5 de Maransin estaban bien atrincheradas en el lado este en las colinas de Sare, con dos grandes reductos (Grenade y Sainte Barbe) en primera línea y muchas trincheras de apoyo. La DI-3 de Taupin, en el lado occidental debajo del Rhune, estaba igualmente bien protegido por tres reductos y un elaborado sistema de trincheras.

Villate con la reserva estaba detrás de la línea de Clauzel, en Ascain, en el valle del Nivelle, justo debajo del frente norte de La Rhune, con sus 4 BRIs (una francesa, una alemana, una franco-española y una italiana) todavía (a pesar de sus pérdidas en San Marcial) era una fuerza sólida de 8.000 efectivos.

Reille con 2 DIs ocupaba el estuario del Bidasoa, 10 km de orilla norte desde Biriatou al mar. La DI-7 de Maucune ocupaba la primera línea, la DI-9 de Boyer se mantenía en reserva 8 km atrás, en los campamentos de Urrogne y Bordagain frente a San Juan de Luz.

En resumen el mariscal Jean-de-Dieu Soult disponía de 53.000 efectivos desplegó de derecha a izquierda:

  • Cuerpo de la derecha bajo Honoré Charles Reille con 10.550 efectivos en 2 DIs:
    • DI-7 de Antoine-Louis Popon de Maucune con 3.996 efectivos en 8 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/7 de Pinoteau (RIL-17, RI-3 y RI-15).
      • BRI-II/7 de Montfort (RIL-16, RI-101 y RI-105).
    • DI-9 de Pierre-François-Joseph Boyer con 6.515 efectivos en 12 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/9 de Menne (RIL-2, RI-32 y RI-43).
      • BRI-II/9 de Gauthier (RI-120 y RI-122).
  • Cuerpo del centro bajo Bertrand Clauzel con 15.530 efectivos:
    • DI-4 de Nicolas-François Conroux con 4.962 efectivos en 9 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/4 de Rey (RIL-12, RI-32 y RI-43).
      • BRI-II/4 de Baurot (RI-45, RI-55 y RI-58).
    • DI-6 de Jean-Pierre Maransin con 5.575 efectivos en 9 BIs en 2 BRIS:
      • BRI-I/6 de Barbot (RIL-4, RI-34, RI-40 y RI-50).
      • BRI-II/6 de Rouget (RI-27, RI-59 y RI-130).
    • DI-8 de Eloy-Charlemagne Taupin con 4.778 efectivos en 10 BIs en 12 BRIs:
      • BRI-I/8 de Béchaud (RIL-9, RI-26 y RI-47).
      • BRI-II/8 de Cambriel (RIL-31, RI-70 y RI-88).
  • Cuerpo de la izquierda bajo Jean-Baptiste Drouet, conde de Erlon con 19.200 efectivos en 3 DIs:
    • DI-2 de Jean-Barthélemy Darmagnac con 4.447 efectivos en 9 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/2 de Chassé (RIL-16, RI-8 y RI-28).
      • BRI-II/2 de Gruardet (RI-51, RI-54 y RI-75).
    • DI-3 de Louis-Jean-Nicolas Abbé con 6.051 efectivos en 8 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/3 de Boivin (RIL-27, RI-63 y RI-64).
      • BRI-II/3 de Maucomble (RIL-5, RI-94 y RI-95).
    • DI-5 de Augustin Daricau con 4.092 efectivos en 7 BIs en 2 BRIs:
      • BRI-I/5 de Saint-Paul (RIL-21, RI-24 y RI-96).
      • BRI-II/5 de Mocquery (RIL-28, RI-100 y RI-103).
  • Extrema izquierda la DI-1 de Maximilien-Sebastien Foy con 4.654 efectivos en 8 BIs en 2 BRIs:
    • BRI-I/1 de Firion (RIL-6, RI-69 y RI-76).
    • BRI-II/1 de Berlier (RI-36, RI-39 y RI-65).
  • Reserva DI de Villate con 8.000 efectivos en 18 BIs en 4 BRIs:
    • BRI de Jamin (RIL-34, RI-66, RI-82 y RI-115).
    • BRI Guardia Real de José (2 BGs, 2 BIs de voltigeurs, y 2 BIs fusileros).
    • BRI italiana de Saint-Paul (BIL-I/4, BI-II/4, BI-I/6 italianos).
    • BRI alemana de Kruse (RI de Nassau, RI de Francfort y RI de Baden).
  • Artillería unos 2.000 efectivos.
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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Despliegue de fuerzas. Fuente Osprey.

Preparación del ataque sector de La Rhune

El día 1 de octubre Wellington fue con toda pompa y mucho ruido a pasar revista a las tropas acantonadas en Roncesvalles.

Como medida preliminar, con la intención deliberada de hacer creer a Soult, de que el peligro estaba hacia el este y hacia el interior. Wellington cabalgó hasta los pasos de Roncesvalles el 1 de octubre, se presentó allí e inspeccionó los puestos avanzados de la DI-2, donde había comenzado a caer nieve.

De camino a Roncesvalles visitó el campamento de la BRI portuguesa de A. Campbell en el valle de Alduides y, sacando las tropas, las dirigió a expulsar los puestos franceses que cubrían el vecino valle de Baigorry. Esta fue un ataque demostrativo, pero muy exitoso, Campbell capturó un piquete francés en la cima de Airola, peinó el valle y ahuyentó a 2.000 ovejas.

La alarma recorrió todo el frente interior, y Soult cabalgó a toda prisa desde Ascain el 2 de octubre, hasta San Juan de Pie de Puerto, y ordenó a Foy que hiciera más obras frente en su posición allí, y estuviera preparado para un ataque serio.

Soult, mientras tanto, reforzaba su ala izquierda en el Pirineo Navarro. Las informaciones que tenía apuntaban a dos posibilidades. Estaba llegando el invierno y Wellington estaba fortificando sus posiciones en el Bidasoa. Lo que apuntaba a que el ataque no era inminente. Pero la concentración de tropas aliadas en el Pirineo, y sus últimos movimientos y ataques, apuntaban a una acción inmediata. Para el Estado Mayor de Soult, o no habría ataque o se llevaría a cabo por Roncesvalles.

La posibilidad de que el ataque llegara en la desembocadura del Bidasoa estaba descartada. Prestaron poca atención a los informes de desertores y otros sobre la presencia de un tren de pontones británico en Oyarzun, detrás de la sierra de las Peñas de Aya.

En el punto más estrecho del estuario tenía una anchura de 900 metros, con un fondo de arena y fango cubierto de agua. Ningún general en su sano juicio atacaría por allí. Tan seguros estaban de ello que los últimos 6 kilómetros del río hacia el mar estaban únicamente custodiados por los 4.000 hombres de la DI-7 de Macune. Para cualquier cambio en la situación confiaban, además, en su tecnología moderna de comunicaciones. Desde hacía unos meses toda su línea contaba con telégrafos ópticos de Chappé, que transmitían con bastante celeridad los mensajes.

El plan de operaciones de Wellington enviado a los generales de división el 5 de octubre, era el siguiente: Las divisiones de primera línea de Hill estaban la DI-2 en Roncesvalles y la DI-6 en el paso Maya, debían mantenerse, pero detrás de ellas todas las DIs de segunda línea y de la reserva se desplazarían hacia el oeste.

Las BRIs portuguesas en los Alduides, ya que Silveira estaba de baja (A. Campbell y Da Costa) entregaron su línea de avanzada a algunos de los irregulares de Mina, y marcharon por el puerto de Izpegui hasta el valle superior de Baztán, donde relevaron en el pueblo de Maya, en el extremo sur del famoso paso a la DI-3 de Picton, entonces se movió sobre el camino del Inglés a lo largo de la cima de las colinas a Zagaramurdi. Allí estaba la DI-7, que a su llegada, comenzó a enviar sus BRIs sucesivamente al puerto de Echalar, donde la división izquierda de los andaluces de Girón habían sido apostados. Girón, recogiendo todos sus tropas, debía prepararse para atacar el sector oriental de La Rhune, después de expulsar primero todos los puestos avanzados franceses en sus elevaciones inferiores. La DI-7 estaría detrás de él como una reserva, si fuera necesario, y la DI-3 detrás de la DI-7.

El sector sur del frente de Rhune iba a ser abordado por la DIL, asistida por la pequeña DI cántabro de Longa (2.500 en 4 BIs), que eran las tropas españolas en las que Wellington tenía más confianza. Alten debía atacar en dos columnas: la BRI de Kempt, en contacto con la izquierda de Girón, iba a comenzar expulsando los puestos avanzados franceses en el puerto de Vera, camino que parte de Vera y luego flanquea La Rhune por detrás. Colborne, más al oeste, iba a atacar las trincheras francesas visibles sobre la ciudad de Vera, en las alturas de Bayonette y Commisari, bajo las faldas de la Gran Rhune, y envolver esa gran montaña del suroeste. 2 de los 4 BIs de Longa se extendieron en una gruesa línea de escaramuzadores para conectar las 2 columnas británicas. Los otros 2 BIs se situarían a la izquierda, para proporcionar una guardia de flanco, o si era posible, envolver el flanco de los reductos altos donde la BRI de Colborne estaría a punto de atacar. Se proporcionó como reserva de la DIL, la DI-4 que se llevaría a través del Bidasoa, y se establecería en la altura al sur de la ciudad de Vera.

Este frente de ataque formado por Girón, la DIL, y los hombres de Longa, tenía 6,5 km de largo y cubría el sector de las líneas francesas en poder de la DI-8 de Taupin en el oeste y la DI-4 de Conroux en las laderas orientales debajo de La Rhune.

No se haría ningún intento de asaltar las posiciones de la DI-5 de Daricau, cerca del río Nivelle, o de las DIs de Erlon más allá ese río. Pero la DI-6 de Colville se estaría manifestando delante de ellas, y la DI-3 y la DI portuguesa de Hamilton estarían a una distancia de apoyo de la DI-6, si Erlon se atreviera a salir de sus líneas y contraatacar el flanco británico.

Así, 3 DIs españolas y 1 DI británica (2 de Girón, 1 de Longa y la DIL) iban a atacar el centro de Soult, con 4 DIs británicas (3, 4, 6 y 7) y 1 DI portuguesa (Hamilton) como guardia de flanco y apoyo. Tenían su frente las 3 DIs francesas de Clauzel y las 3 DIs de Erlon, por no hablar de la reserva de Villatte, situada detrás de Clauzel en Ascain:

  • DIL bajo Charles Alten:
    • BRIL-I de James Kempt con BIL-I/43, BIL-I/95, 5 Cías del BIL-III/95, BIL-III/P de cazadores.
    • BRIL-II del Tcol John Colborne con BIL-I/52, 6 Cías del BIL-II/95, RI-17/P, y BIL-I/P de cazadores.
    • BRI-III/6 portuguesa de Allan Madden con RI-8/P, RI-12/P, y BIL-VIII/P de cazadores.
  • Ejército de Andalucía de Pedro Agustín Girón
    • DI-1 de Virues (RIs 2º Guardias Españolas, Príncipe, Navarra, Almería, Právia, y 2º de Sevilla).
    • DI-2 de La Torre (Galicia, 2nd de Cataluña, Madrid, Ordenes Militares, 1st de Murcia, BI del General).
  • DI-6 del ejército de Galicia de Francisco de Longa (4 BIs del RI Iberia, Guardias Nacionales)
  • Artillería: Bía a pie de Lawson

Preparación de la batalla sector occidental

En el extremo occidental del frente de batalla, más cerca del mar, las fuerzas no estaban equilibradas de tal manera, y Wellington se había asegurado una inmensa preponderancia de fuerza, con el que estaba a punto de ejecutar la gran sorpresa del día: envolver el ala derecha de Soult por el paso con fuerza abrumadora en el estuario del río Bidasoa. Entre los vados de Salain, al oeste de Vera, y los de Biriatou, 6,5 km más abajo, se encuentra la garganta del Bidasoa, un tramo de ese río donde era prácticamente infranqueable. La ribera norte, formada por unas elevaciones considerables de Chouhille (Xoldoko) y Choldogogagna (Txingudi) cayendo precipitadamente a la orilla del agua, y sin camino a lo largo de ella.

En la orilla sur o española, las colinas, aunque ásperas, no son tan empinadas o altas, y había un camino en mal estado a lo largo del arroyo, donde actualmente discurre el ferrocarril Irún-Vera. La existencia de este pequeño cañón causaría que en las operaciones del 7 de octubre, las fuerzas se dividieran en dos secciones completamente separadas. La comunicación entre ellas solo podía mantenerse a través de un largo desvío hacia el interior en la orilla norte, donde la cresta llamada Mandale se encuentra detrás del Choldogogagna, y se une a las alturas Commisari y Bayonette; y pasa por arriba del Biriatou, terminando en el lugar llamado Croix des Bouquets, donde la carretera principal desde el puente de Behobia e Irún cruza la línea del horizonte en su camino a Urrogne y San Juan de Luz.

Es imposible ver lo que pase nada en Vera frente a Behobia, o viceversa, debido a las altas crestas de las colinas intermedias sobre el río sinuoso. Los franceses habían colocado un semáforo (torre de señales) en el extremo sur del Choldogogagna, para pasar noticias de un punto a otro. Pero, por supuesto era inútil no solo de noche, sino también cuando había nieblas y fuertes lluvias, ambas contingencias muy frecuentes en el Pirineo Bajo.

Era bien conocido que el Bidasoa se podía vadear en varios lugares, cerca del lugar donde los pilares carbonizados del puente destrozado de Behobia se elevaba por encima del agua. Allí los franceses habían cruzado durante su infeliz ataque a las alturas de San Marcial el 31 de agosto, y lo que se podía hacer desde un lado, podría hacerse desde el otro. Soult había ordenado construir reductos en las modestas alturas a lo largo de la ribera francesa, en Biriatou y en otras dos alturas que aún no habían recibido cañones. Pero más abajo no se había tomado ninguna precaución.

Los franceses no tenían ninguna fortificación río abajo del reducto del café Republicano, solamente uno o dos piquetes vigilaban los últimos 5 km de la ría, hasta la Bar del Bidasoa. Había una vieja batería de costa a la vuelta del cabo de Saint Anne, pero apuntaba hacia el mar, no al estuario.

Desde el pueblo de Biriatou hasta el borde del golfo de Vizcaya estaba a cargo de DI-7 francesa de Maucune. La débil BRI-I/7 de Pinoteau con solo 3 Bóns (RIL-17, RI-3 y RI-15), estaba en el extremo del mar con un BI en la loma de Luis XIV frente al puente roto de Behobia; otro BI fragmentado en Cías entre Behobia y Hendaya, el tercer BI en reserva en el Café Republicain. La otra BRI-II/7 de Montfort (RIL-16, RI-101 y RI-105), tenía 2 BIs frente a los vados de Biriatou, otro BI arriba, en el Calvaire en la cresta Mandale, 2 BIs en reserva en el cruce de carreteras de la Croix des Bouquets con una Bía. La reserva más cercana estaba a 8 km atrás, la DI-9 de Boyer en los alrededores de Urrogne y Bordagain, unos 6.000 efectivos. Pero 2 BIs habían sido prestados a la DI-7 de Maucune, y estaban prolongando su línea en el col de Poirier, más allá del Calvaire.

Contra esta delgada línea Wellington estaba a punto de atacar con unos 24.000 efectivos, 23 BIs británicos, 9 BIs portugueses y 13 BIs españoles:

  • DI-1 de Kenneth Howard:
    • BRI-I/1 de Guardias del coronel Peregrine Maitland (BI-I/1 Coldstream, BI-III/1 y 1 Cía del BI-V/60).
    • BRI-II/1 de Edward Stopford (BI-II/24, BI-I/42, BI-II/58, BI-I/79, 1 Cía del BI-V/60).
    • BRI-III/1 KGL de Heinrich von Hinüber (BIs I, II, y V KGL).
    • BRI independiente de Matthew Whitworth-Aylmer, (RI-76, BI-II/84, RI-85) agregada.
    • BRI-I/P portuguesa de Thomas Bradford (RI-13/P, RI-24/P BIL-V/P de cazadores).
  • DI-5 de Andrew Hay:
    • BRI-I/5 de Charles Greville (BI-III/1, BI-I/9, BI-I/38, 1 Cía jäger Brunswick Oels).
    • BRI-II/5 de Frederick P. Robinson (BI-I/4, BI-II/47, BI-II/59, 1 Cía jäger Brunswick Oels).
    • BRI-III/5 portuguesa de Luís do Regoa (RI-3/P, RI-15/P y BIL-VIII/P de cazadores).
  • Cuerpo español de Manuel-Alberto Freire de Andrade y Armijo:
    • DI-3 de Del Barco (RIs de Toledo, Voluntarios de León, 1º de Asturias, Monterey, Benavente, Rivero, y Oviedo)
    • DI-4 de Barcena (RIs de 2º Asturias, Guadalajara, Constitución, voluntarios de la Corona, voluntarios de Asturias, y Santiago).
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Batalla de Bidasoa (7 de octubre de 1813). Despliegue de fuerzas y movimientos: rojo: británico, blanco: español y portugués, azul: francés. L: división ligera, H: Hamilton, G: Girón, Mc: Maucune, B: Boyer, T: Taupin, Cn: Conroux, V: Villatte, Mr: Maransin, Dc: Darricau, Dg: Darmagnac, A: Abbe.

Sus arreglos fueron los siguientes. Al amparo de la noche las 3 BRIs de la DI-5 debían abandonar su campamento en Oyarzun, dejando las tiendas de campaña de los campamentos montadas para no alertar al enemigo, y esconderse dentro y detrás de las ruinas del pueblo desierto de Fuenterrabía. Una BRI en el foso de la antigua muralla, las otras 2 BRIs detrás de un largo dique al sur de las murallas, que había servido para mantener el agua de mar fuera de los prados bajos a lo largo de la orilla. Debían esperar hasta las 07:15 horas, cuando se calculó que los tres vados recién descubiertos solo tendrían un metro de agua.

Al recibir la orden, correrían por las arenas, cruzarían el vado y atacarían Hendaya en el lado francés. Su Bía divisional y un EDL del RDL-12, los seguirían. Cuando la DI-5 estuviera al otro lado del río, debería apoderarse de las alturas de Hendaya; y luego girar a la derecha y recorrer las crestas, para tomar el flanco y la retaguardia de la posición en la Croix des Bouquets, que se sabía que los franceses tenían como su punto de reunión.

Las 3 BRIs de la DI-1, debían descender en la noche a Irún, y situarse al amparo de la larga cresta baja por debajo de las alturas de San Marcial que los franceses habían mantenido con sus reservas durante la batalla del 31 de agosto. Una vez que vieran que la DI-5 partía de Fuenterrabía, La DI-1 se dirigiría a los tres vados que se les había asignado, uno en el puente roto de Behobia, los otros dos conocidos como Nasas de Arriba y Nasas de Abajo, justo debajo. Cuando llegaran al otro lado del río, asaltarían la colina conocida como la montaña de Luis XIV.

La BRI/P portuguesa de Wilson, 2 EDLs del RDL-12 y 2 Bías iban a acompañarlos. Para cubrir el cruce se habían asentado 3 Bías en las laderas inferiores de San Marcial para abrir fuego contra el cerro Luis XIV, en el momento en que las tropas estuvieran sobre el agua. Una vez cruzado los ingenieros procederían a lanzar sus pontones al otro lado del río cerca del puente en ruinas. Los cañones y los pontones debían esconderse cuidadosamente detrás de Irún, hasta el momento en que comenzase el avance de la infantería.

Más arriba, el general Freire se cruzaría con sus 2 DIs del ejército de Galicia en los 6 vados que existían sobre el puente roto, una DI en los utilizados por los franceses en la batalla de San Marcial, la otra DI por los 3 vados frente a Biriatou, mucho más río arriba. La primera columna debía apoderarse de la cresta llamada la colina Verde, la segunda debía establecerse en las alturas de Mandale. Un segundo puente de pontones sería tendido sobre el agua para uso de las tropas españolas tan pronto como la orilla opuesta hubiera sido asegurada.

Como reserva, la BRI independiente de Aylmer, recién llegados de Inglaterra que entraban por primera en acción. Debían esperar por encima de Irún como apoyo a la DI-1, y la BRI-I/P de Bradford debía tomar posición sobre el lugar de paso de la columna española de la derecha frente a Biriatou. Si todo iba bien, ambos podrían cruzar el Bidasoa más adelante.

El 6 de octubre, se transmitieron las órdenes a los mandos. 14 columnas vadearían el Bidasoa entre el puente de Vera y la desembocadura del río. El mayor riesgo lo corría la DI-5, que debían cruzar rápidamente el estuario sin ninguna protección. Así que tenían que hacerlo muy rápido, cruzarían sin caballos, sin armamento pesado, sin mochilas. Solo con las armas y la munición sobre la cabeza para que no se mojaran. Cada columna iría guiada por el oficial de Estado Mayor y uno de los arrantzales hondarribiarras que habían descubierto el vado. Cruzarían en absoluto silencio y sin ningún apoyo de artillería, para llegar lo más lejos posible sin ser descubiertos. En cuanto las cabezas de las columnas pisaran la orilla francesa, un cohete disparado desde el campanario de la iglesia de Hondarribia sería la señal para que comenzara el apoyo de la artillería y el resto de las columnas iniciarían el paso por los otros vados, aguas arriba.

Entre esas columnas había una que tenía una misión muy específica. La columna del guerrillero vizcaíno Longa tenía la misión de cortar el sistema de comunicaciones destruyendo la torre del telégrafo óptico que los franceses tenía instalado frente a Endarlaza.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Columnas cruzando el Bidasoa.

Batalla en Hendaya

Las primeras horas de la noche del 6 al 7 de octubre, fueron perturbadas por una tormenta eléctrica severa, se esperaba que su estruendo cubriera el ruido de los pontones y la artillería avanzando a Irún por la calzada pavimentada. Sin embargo, los piquetes de Maucune informaron de movimientos continuos. Pero como su comandante tolerante no tomó ninguna medida cautelar. La tormenta cesó después de la medianoche, y las tropas empapadas a cubierto, esperaron para iniciar el ataque.

A las 07:15 horas, las 3 columnas de Fuenterrabía, formadas por la DI-5 de Howard, salieron de sus parapetos y avanzaron todo lo silenciosa y rápidamente que pudieron. Con tanta fortuna que, cuando las tropas francesas los descubrieron y comenzaron a disparar, la columna de la izquierda ya había cruzado su vado.

Desde el campanario de Hondarribia se disparó el cohete, y sobre los franceses comenzó a caer una lluvia de fuego disparada por las Bías que habían permanecido ocultas tras los taludes de tierra del Puntal. Al sonido del cohete y el cañoneo 40.000 hombres empezaron a cruzar el Bidasoa desde su desembocadura hasta las cercanías de Vera.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). La quinta división británica cruzando entre Fontarribia y Hendaya. Autor James Prinsep Beadle.

La DI-1 de la Guardia y los alemanes empezaron su carrera más corta a través de las aguas de Irún. Unos pocos minutos más tarde, los españoles descendían en tropel hacia la parte superior de los vados. No se cometieron errores en el guiado de las columnas, salvo que la BRI-III/1 KGL estuvo por un momento, en peligro de seguir adelante en un vado bastante curvo, y dirigirse a aguas profundas, pero el error fue reparado fácilmente sin pérdidas.

La fuerza lanzada contra la delgada línea francesa sobre la ribera norte era tan abrumadora que no pudo hacerse ninguna resistencia seria. La DI-5 de Hay solo tuvo que capturar un piquete de 40 hombres fuera de Hendaya, y luego expulsar un desarticulado BI de la tercera línea a través de las colinas hacia la Croix des Bouquets. El general Hay, envió la BRI-II/5 de Robinson, que se había mantenido cerca de la costa, para protegerse contra cualquier posible avance de las tropas francesas desde San Juan de Luz. Capturó atacando desde atrás, una vieja batería de tierra con 4 cañones que apuntaban hacia el promontorio de Saint-Anne, y luego entró en contacto con el BI-II/105 francés. El BI francés había sido enviado por Reille desde Croix des Bouquets, y venía siguiendo la carretera de la costa, siendo obligado a retroceder hasta un antiguo reducto “Sans Culottes” de 1794, que se encuentra a medio camino de Hendaya a San Juan de Luz. Allí la BRI-II/5 recibió la orden de detenerse.

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Paso del río Bidasoa el 7 de octubre de 1913. La batería a caballo de Webber-Smith cruzando cerca de Behobia con algunos guardias. A la izquierda arriba Wellington y su personal observan el cruce. Autor Richard Beavis. Sunderland Museum & Winter Gardens.

Las otras 2 columnas de la DI-5, la BRI-I/5 británica de Greville y la BRI-III/5 portuguesa de Regoa, cuando habían subido alturas sobre Hendaya, giraron hacia el sur y barrieron las crestas paralelas al río, expulsando a un BI y una batería del Café Republicain, y luego se dirigieron al flanco de las principales posiciones francesas en la Croix des Bouquets, que la DI-1 ya estaban atacando de frente.

Mientras tanto, la DI-1 y la BRI portuguesa de Wilson, habían penetrado en las defensas del enemigo en y por encima de Behobia, desplegando sus Cías ligeras en un frente amplio en el momento en que llegaron a los bajíos en la orilla opuesta. El BI francés en Behobia (RIL-17), viéndose a punto de ser envuelto, abandonó sus trincheras y casas fortificadas, y retrocedió hacia el reducto sobre la colina de Luis XIV, cuesta arriba y a su izquierda, donde hubo una batería en acción. Pero las 4 BRIs atacantes, extendiéndose tan rápido como pudieron, envolvieron esa posición también, y los franceses solo fueron capaces de dirigirse a la cima de la cresta principal, en el cruce de la Croix des Bouquets, donde les esperaba un BI del RI-105 y una batería de la BRI-II/7 de Monnfort. Allí también se habían refugiado las tropas empujadas por el movimiento de Hay.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). El duque de Wellington y su personal observando el cruce.

Hubo una fuerte lucha allí durante un tiempo breve, Reille que estaba presente en persona, habiendo llegado de Urrogne a toda prisa, trataba de mantenerse firme hasta que la DI-9 de Boyer llegase desde la retaguardia. Pero antes de que llegase un BI de la reserva, la posición de Croix des Bouquets fue asaltada, su flanco derecho habiendo sido envuelto por la cabeza de la columna de Hay viniendo por las alturas de Hendaya. 4 BIs de la DI-9 Boyer llegaron de Urrogne, justo a tiempo para cubrir la retirada de los fugitivos, y ellos mismos fueron muy presionados por el ataque por la BRI-I/5 en vanguardia de la DI-5, el BI-I/9 del coronel Cameron, que golpeó en su flanco.

Reille entonces retrocedió a las afueras del campamento fortificado de Urrogne, la BRI-II/9 de Gauthier, acababa de llegar, habiendo tardado mucho en partir de sus alojamientos en Bordagain, un suburbio al sur de San Juan de Luz. Wellington, cuyo esquema no se extendió más allá de la toma de todas las alturas del Bidasoa, prohibió cualquier ataque a Urrogne, y al mediodía Reille se fortaleció allí con la llegada de una BRI de reserva de Villatte, llevada apresuradamente desde Ascain. Allí también llegó el propio Soult, con gran ira y consternación.

Todo el asunto, de hecho, había salido con casi increíble rapidez. El cruce del río había comenzado a las 07:25 horas, la Croix des Bouquets se tomó a las 09:00 horas, antes de que la primera BRI, que tenía solo 8 km por recorrer, pudiera reforzar la primera línea. Y toda la fuerza de Reille había retrocedido de nuevo a Urrogne antes del mediodía, cuando la reserva de Villatte comenzó a aparecer, después de una marcha de 15 km desde Ascain a Urrogne por una carretera montañosa.

Combate en Biriatou

Mientras tanto, los españoles de Freire, en los vados superiores del Bidasoa, había tenido tanto éxito como las DI-5 y DI-1 en las aguas inferiores. Las columnas de la izquierda, en los vados de Biriatou, había sido detenidos durante algún tiempo por el reducto y los 2 BIs franceses frente a ellos (RI-34 y RI-50), pero las columnas de la derecha que cruzaron más arriba, solo encontrando piquetes frente a ellos, y ganando la cresta de Mandale, cayeron de flanco y por retaguardia de la fuerza en Biriatou, y permitieron a las otras columnas cruzar a través del agua. El conjunto luego se extendió a derecha e izquierda, una BRI se unió a los guardias en la Croix des Bouquets, los otros, empujando a lo largo de las crestas, desalojaron al único BI francés en el Calvario en la cresta Mandale, y finalmente los 2 BILs del RIL-2 quedaron aislados en el col de Poirier mucho más al este. Estaban tan completamente fuera de contacto con cualquier otra tropa francesa, que partieron apresuradamente por miedo a ser envueltos. Algunas de las tropas ligeras de Freire les siguieron durante muchos km.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). El monte Aya visto desde el monte San Marcial con las tropas avanzando en el valle. Autor capitán Robert Batty.
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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Tropas españolas cruzando el Bidasoa y atacando las tropas francesas en la cordillera de Mandela. Autor capitán Robert Batty.

Así Wellington estaba en posesión de todas las alturas por encima del Bidasoa, y a un costo muy pequeño, 400 bajas. Las pérdidas más graves fueron en la BRI KGL (9 oficiales y 129 hombres) y en el BI-I/9 de la columna de Hay (10 oficiales y 72 hombres). Los franceses habían sido expulsados de sus posiciones dejando en el lugar los heridos de gravedad, dejaron 4 cañones de campaña y varias piezas más pesadas en los reductos, pero solo se hicieron 60 prisioneros, y su pérdida total fue de solo unos 450 en DI-7 Maucune y en la DI-9 de Boyer.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Tropas españolas atacando las tropas francesas en Biriatou. Autor capitán Robert Batty.

Combate en La Rhune (Larrun)

Si bien esta fue victoria fácil, sobre un enemigo tomado completamente por sorpresa y superado en número, se estaba ganando en el Bidasoa inferior, hubo combates mucho más pesados y costosos en curso en el lado de Vera y la Gran Rhune, donde la DIL, los andaluces de Girón, y los 4 BIs de Longa estaban a punto de asaltar la formidable posición frente a ellos. Su flanco debía ser protegido contra cualquier posible injerencia por parte del ala izquierda de Soult por las manifestaciones llevadas a cabo contra el frente de Erlon por la DI-7 y la DI-9, que Colville y Dalhousie tenían prohibido convertirlo en un ataque serio.

El avance comenzó, según el horario de Wellington, sobre las 07:15 horas, cuando la DI-7 Colville expulsó un piquete francés de la aldea y fundición de Urdax, y llevó a cabo sus órdenes mediante ruidosas escaramuzas frente al centro de Erlon. Eso tuvo el efecto deseado, atrajo la atención de las tropas enemigas en esa dirección. Mientras tanto Girón, Alten y Longa hicieron los movimientos prescritos, dejando una BRI desplegada a su derecha en la tierra baja, para hacer frente a posibles contraataques desde la dirección de Sare y el Nivelle, subió las laderas frente a él.

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Batalla del Vidasoa (7 de octubre de 1813). Vista de la batalla. Autor Joseph John Jenkins.

Un BI, a su derecha, avanzó hacia arriba a través del bosque en las laderas más bajas del sur de La Rhune, para ver si podía llegar a la cima al amparo de barrancos y el terreno muerto. La mayor parte de la división (8 BIs) ascendió en dos columnas, con líneas de escaramuza en el frente, hasta la cresta llamada la Fagadia, que forma la elevación inmediata descendiendo desde el lado oeste de La Rhune. Se encontró con oposición de los BIs de Conroux (RIL-12 y RI-32) que ocupaban esa sección del frente francés, pasaron varias horas forzándolos lentamente cuesta arriba, y finalmente llegaron a la cresta, poco tiempo después del ataque de DIL de Alten, más allá de la izquierda, había obtenido un éxito similar. El BI aislado en la derecha, cuando salió del bosque después de una larga escalada, encontró la cresta y la ermita en la cima de La Rhune defendida por 2 BIs (RI-34 y RI-50) enviados por Clauzel desde la reserva de Maransin, y no pudo acercarse a su objetivo.

Mientras tanto, la DIL de Alten, más a la izquierda, había partido del terreno bajo en Vera en dos columnas de BRI. A la derecha, la BRIL-I de Kempt (BIL-I/43, BIL-I/95, 5 Cías del BIL-III/95, BIL-III/P de cazadores). A la izquierda, BRIL-II de Colborne (BIL-I/52, 6 Cías del BIL-II/95, RI-17/P, y BIL-I/P de cazadores).

El ataque de Kempt se dirigió contra la empinada senda del puerto de Vera, que cruza la cresta principal en su punto más bajo entre las pendientes de Commisari y Fagadia. Entonces era un simple camino de herradura, pero era la única forma de llegar al valle del río Nivelle en Vera sin un largo desvío hacia el este. Su pie estaba custodiado por un montículo bajo llamado Alzate Real, pero mejor conocido por la DIL como la Espalda del Cerdo, que estaba defendida por los piquetes franceses más periféricos.

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Cruce del río Bidasoa el 7 de octubre de 1813 por el vado de Endarlacha 8 km por encima de de Irún. Autor capitán Robert Batty, biblioteca municipal de Toulouse.

El ataque de izquierda, por parte de la BRIL-II de Colborne, era obviamente un formidable desafío. Iba a dirigirse contra la Bayonette, un espolón recto largo y estrecho que sobresale en ángulo recto desde la cresta principal, y bloqueada en tres puntos sucesivos por fortificaciones sólidas. A mitad de camino había un fuerte en estrella llamado Saint-Benoit, una obra cerrada, que abarcaba toda la cresta; 800 metros más alto estaba un segundo atrincheramiento; y al final, donde el espolón se une a la cresta principal, había una segunda obra cerrada llamada el reducto de la Bayonette. Entre las dos líneas de avance de las 2 BRILs había un amplio barranco boscoso, por él se enviaron en orden de escaramuzas los 2 BIs cántabros de Longa, que habían recibido la orden de enlazar el frente. Las otras dos unidades de Longa subieron por la ladera a la izquierda de Colborne, excepto 3 Cías que se separaron para destruir el semáforo francés en el monte Choldogogagna.

Toda la DI-8 de Taupin estaba en línea para oponerse a los ataques de Alten, la BRI-I/8 de Béchaud (RIL-9, RI-26 y RI-47) estaba en la Bayonette y a cada lado de ella. La BRI-II/8 de Cambrie (RIL-31, RI-70 y RI-88) estaba más al este, con un BI en la Espalda del Cerdo y los otros 4 BIs en las trincheras de arriba, tan lejos como la cresta, frente a Kempt. 10 BIs con 4.700 efectivos, atrincherados en un terreno dominante hasta donde alcanzaba la vista, y con artillería, estaban a punto de ser atacados por 5 BIs británicos, 4 BIs portugueses, y 4 BIs españoles, 6.500 hombres en total, de modo que los números allí no tenían una desproporción tan elevada como había sido visto en los combates en el Bidasoa inferior.

Las operaciones se iniciaron con el desalojo del BI francés en la Espalda del Cerdo, principalmente por BIL-III/95, a la cabeza de la columna de Kempt. Cumplido este empujón preliminar, las 2 BRILs divergieron en sus tareas separadas. La de Kempt resultó ser la más fácil, ya que el camino de herradura hasta el puerto estaba cortado en media docena de lugares, y dominado por varias trincheras sucesivas. Realizaron principalmente ataques de flanco; los tiradores británicos y los cazadores portugueses extendiéndose en un frente amplio, mientras que el BIL-I/43 atacaba por el centro. El terreno a cada lado del camino no estaba impracticable, pero estaba cubierto de matorrales y espinas, de modo que los amplios movimientos envolventes eran posibles aunque tediosos. Por una serie sucesivos empujes, la BRIL finalmente alcanzó la cresta del Commisari en media docena de lugares, sin pérdidas excesivas, los 2 BILs de fusileros tuvieron solo 31 bajas, el RI-17/P tuvo 20, y el BIL-I/43 solo 27.

El trabajo de la BRIL-II de Colborne fue mucho más duro, el terreno era mucho más accidentado, y la cresta de Bayonette tan estrecha que los movimientos de flanco eran muy difíciles, mientras que no eran meras trincheras, sino dos obras cerradas las que tuvieron que ser asaltadas. El primer choque en el reducto en estrella, a mitad de camino de la colina, fue una feroz y prolongada lucha; Colborne lo atacó primero con los fusileros del BIL-II/95, que no pudieron entrar y fueron rechazados por un inesperado contraataque, que los hizo retroceder al BI-I/52. Luego envió al BIL-II/95 cuando se reagrupó, alrededor de la empinada pendiente a la izquierda, y al BIL-I/P de cazadores igualmente a la derecha, y el BI-I/52, por la estrecha cresta, mientras los dos cuerpos de flanqueo realizaban un segundo ataque.

El BI francés en el reducto hizo una dura defensa, y se mantuvo firme cuando Colborne ordenó la carga del BI-I/52 por el centro. Los franceses se defendían detrás de un muro de piedra, cargaron a toda prisa, y la guarnición fue empujada cuesta arriba, y perseguido por las Cías ligeras, y solo se detuvieron cuando alcanzaron la segunda línea de trinchera, que estaba débilmente defendida. Pero el segundo reducto cerrado, que estaba en la cabecera del espolón, estaba sostenido por tropas frescas, y hubo más combates allí. El BI-I/52 avanzó bajo el fuego cada vez más pesado, pero no fue tan destructivo como se podía esperar. Los defensores no se defendieron con tanta determinación, permanecieron detrás de sus parapetos, hasta que los atacantes llegaron sobre ellos, luego cedieron, y se precipitaron por el barranco de su retaguardia, y huyeron hacia abajo fuera de la vista.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Desarrollo de la batalla. Autor John Fawkes.

La BRIL-II de Colborne ganó el reducto justo después de que la BRIL-I de Kempt hubiera llegado a la cabecera del puerto a su derecha; las dos columnas se vieron y se estaban reuniendo, cuando una ráfaga de infantería francesa se oyó por el ancho desfiladero que los separaba. Se trataba del RIL-9 francés, que estaba deteniendo a los hombres de Longa, en la brecha entre las 2 BRIs británicas.

Al ver su línea rota, los franceses intentaron escapar antes de que fueran cortados, pero llegaron demasiado tarde, y 300 se rindieron al propio Colborne, que cabalgaba por delante y los convocó a deponer las armas, aunque solo tenía 10 fusileros con él en este momento. Sin embargo, hubo muchos más sobre él cuando terminó el breve coloquio.

La BRIL-II a la izquierda había sufrido mucho: el BIL-II/95 había tenido 111 bajas, casi una cuarta parte de su fuerza, el BI-I/52 perdió 80, el BIL-I/P de cazadores 10 oficiales y más de 100 hombres. Pero habían infligido muchas más pérdidas en la BRI-I/8 de Béchaud frente a ellos y capturaron 4 cañones. Las tropas francesas derrotadas se retiraron en completo desorden a través de las colinas, perseguido durante unos 5 km por algunos de los hombres de la BRIL-I de Kempt, y no se detuvieron hasta que se acogieron una de las BRIs de la reserva de Villatte cerca de Ascain. Solo los 2 BIs de la BRI-II/8 de Cambriel (RI-70 y RI-86), frente a la extrema derecha del ataque de Alten, quedaron aislados del resto por la pérdida de la cresta, se retiraron por separado y se unieron al RI-50 y RI-59 de la DI-5 de Maransin, que estaban defendiendo la cresta de Fagadia y la Gran Rhune contra los españoles de Girón.

La ruptura de la DI-8 de Taupin permitió a los andaluces de Girón (DIs de Virues y de La Torre), establecerse en la ladera superior de esa gran colina, y por la tarde, e incluso bien entrada la noche, hicieron repetidos intentos de abrirse camino hasta su cima. Pero eso estaba más allá de su fuerza, Clauzel había enviado en sucesión 5 BIs de la BRI-I/4 de Rey (RI-32, RI-34 y RIL-12) para fortalecer esa parte de la posición, hasta que sus reservas estuvieron casi agotadas. Mucho después de que la lucha en todas las demás direcciones hubiera cesado, había un fuerte fuego de fusilería en las laderas superiores de La Rhune. Pero todos los intentos de ganarla fueron infructuosos, el terreno era tan fuerte que solo se podría realizar con una inmensa superioridad numérica, y Girón en las últimas horas del día, solo disponía de 9 BIs de una BRI de reserva.

No sería hasta la noche siguiente, cuando La Rhune pasó a manos de Wellington, y no por un asalto directo, sino por medio de operaciones en sus flancos. El 8 de octubre, hubo densa niebla toda la mañana; cuando se dispersó, después del mediodía, se había enviado órdenes a Freire para empujar hacia adelante desde el Mandale y la Croix du Poirier sobre las colinas hacia Olhete y Ascain. Este avance llegó hasta la granja de Jolimont en las tierras altas, a solamente 5 km de Ascain, el lugar de la reserva central francesa.

Al mismo tiempo, a la DI-6 y la DI-7 se les ordenó ejecutar un ataque demostrativo de nuevo frente a la izquierda de Clauzel y la derecha de Erlon, como si el ataque real comenzado el día anterior estaba a punto de ser continuado. La DI-3 de Colville se mostró frente a las líneas de Erlon en Ainhoa. La DI-7 de Dalhousie avanzó las obras frente a Sare, los reductos llamados Sainte-Barbe y Grenade.

Mientras tanto, la BRI de reserva de Girón en el valle y el ala derecha de sus tropas en las laderas del Rhune; empujaron hacia el este empujando los puestos de la DI-4 de Conroux en esa dirección, capturando el reducto de la Chapelle de Olhain, y finalmente entrando en el flanco del de Sainte-Barbe. Clauzel pensando que la DI-7 también estaba a punto de lanzarse en esa dirección, evacuó todas sus obras frente a Sare, incluida el reducto de Sainte-Barbe. y retrocedió al nivel de esa aldea y su segunda línea de puestos fortificados. Sin embargo, todavía se aferraba a La Rhune, cuya cumbre los BIs de la izquierda de Girón habían atacado una vez más sin éxito.

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Batalla del Bidasoa (7 de octubre de 1813). Vista de la Gran Rhune desde el puesto español en Mandale. Autor capitán Robert Batty.

Después del anochecer, los coroneles de los RI-12 y RI-34 en la cumbre de La Rhune, viendo su posición amenazada por envolvimiento en ambos lados, lo evacuaron bajo su propia responsabilidad, retirándose por el camino que conduce al collado de Saint-Ignace. Clauzel, en su despacho, declaró que actuaron sin órdenes, y contrariamente a su intención. Pero no hizo ningún intento de reemplazarlos, y los españoles estaban en posesión de la Ermita, en el punto más alto antes del amanecer. Wellington ascendió al día siguiente, y obtuvo una panorámica maravillosa desde su cumbre de todas las complicadas líneas de fortificación de Soult desde el Mondarrain hasta el océano.

Toda la operación había tenido un éxito singular y había costado pocas bajas, cuando las dificultades del terreno y el gran número de tropas puestas en movimiento. El total las pérdidas fueron de solo 1.600, de los cuales 573 eran británicas, 242 portuguesas, y casi 800 españolas. Las pérdidas de estos últimos estaban casi en su totalidad entre las tropas de Girón, que habían luchado durante tanto tiempo en La Rhune; Freire y Longa tenían muy pocas bajas. Las bajas británicas fueron principalmente en el BIL-II/95 el BI-I/52 de la DIL de Alten, y en la BRI-III/1 KGL en la Croix des Bouquets.

Si se puede confiar en las estadísticas de Soult, las pérdidas francesas igualaron aproximadamente a las de los aliados, ascendieron a 1.673, incluidas 22 oficiales y 576 de tropa prisioneros, casi todos de los BIs de la DI-8 de Taupin, que no podían escapar fácilmente cuando su línea en la Bayonette fue rota. La mitad de las bajas francesas totales fueron en esa división. La DI-7 de Maucune había sido empujada hacia atrás tan rápidamente en la otra ala que solo perdió 357 hombres, de los cuales unos 60 fueron prisioneros. La DI-2 de Darmagnac para defenderse de las manifestaciones de la DI-6 tuvo unas 200 bajas. La DI-4 de Conroux, que luchó contra los hombres de Girón en La Rhune, tuvo solo unos 100 hombres, y 9 cañones de pequeño calibre fueron capturados, en la Croix des Bouquets, Biriatou, y Bayonette, además de algunos cañones pesados en los reductos.

Acciones posteriores

Soult culpó a todos menos a sí mismo por la batalla perdida. Escribió a París que el cruce del Bidasoa inferior podría no haber tenido lugar si Reille y Maucune hubieran ejercido las misiones ordinarias de vigilancia, y hubieran tomado ciertas precauciones que él había recomendado. Reille respondió que había dado instrucciones muy minuciosas para la vigilancia del río, y envió sus reservas en el momento más temprano posible para reforzar Maucune. El problema era que tenía muy pocas tropas para cubrir un sector tan amplio, y que su DI de apoyo estaba situada demasiado lejos de su DI de primera línea, cuando el enemigo llevó a cabo su rápido ataque por sorpresa. Por eso él no era responsable.

Soult luego concentró su ira en Maucune, que sin duda había sido negligente, y debería haber detectado que algo estaba pasando temprano el 7 de octubre. La sorpresa, como señaló Soult, se hizo a plena luz del día, y los defensores del Bidasoa no habían realizado un solo disparo hasta que muchos de los enemigos estaban al otro lado del agua. Maucune fue enviado a la retaguardia en desgracia, pero luego sería utilizado en Italia. Era un buen combatiente, pero habitualmente temerario y descuidado. Ya había sido sorprendido y derrotado por no tomar las precauciones adecuadas, cuando fue atacado por la DIL en el combate de San Millán y su tendencia a los ataques peligrosos había quedado mostrado en Villamuriel en 1812.

Sin embargo, no puede haber duda de que el fallo principal residía en el mismo Soult. El sistema de líneas atrincheradas de gran longitud, que absorbieron todo un ejército y dejaron únicamente pequeñas reservas disponibles cuando se lanzó un ataque en uno o dos puntos de esas líneas, era defectuoso. De Hendaya a Mondarrain, Soult estaba tratando de mantener una línea continua con un frente de unos 40 km contando los salientes y ángulos de entrada. A pesar de sus fortificaciones, el frente era demasiado largo; y, engañado por las amenazas de Wellington contra su sector interior, concentró su atención en la parte de la línea de Erlon, y dejó el Bidasoa inferior escaso de personal.

Cuando llegó el golpe, las reservas eran demasiado pequeñas y demasiado distantes de la línea de resistencia. Él mismo estuvo presente en el sector menos importante del frente, y en el momento en que llegó al lugar crucial, el juego había terminado.

En cuanto al plan de Wellington, funcionó exactamente como él lo había planeado. Pero lo asombroso es que no quiso ir más allá. Como observó Soult, los ingleses en el ala izquierda, podrían haber entrado en San Juan de Luz al anochecer del 7 de octubre. La DI-7 de Maucune estaba dispersa, la de DI-9 de Boyer estaba sosteniendo una línea muy larga; el cuartel general francés no podía haber reunido más refuerzos, después de enviar una BRI de Villatte, las otras 3 BRIs se les había dicho que se detuvieran en el lado de la Bayonette y en el col de Vera, y estuvieron cubriendo a los fugitivos de la DI-8 de Taupin en la pendiente de Olhete.

Pero pasó el 9 de octubre, y Wellington no mostraba signos de seguir adelante. De hecho él prohibió más movimientos ofensivos. Temprano en ese día la DI-7 de Dalhousie, parecería, permitió la BRI-II/7 portuguesa de Doyle, alojarse en las casas exteriores de la aldea de Sare. Clauzel los expulsó de nuevo, y su retirada tuvo que ser cubierta por algunos de los BIs andaluces de Girón.

El 12 de octubre, ocurrió un incidente más grave, que da testimonio aún más claro de la determinación de Wellington de contenerse por el momento. El punto extremo que habían ocupado los aliados, cuando Clauzel retrocedió a su segunda línea de defensa, era el reducto de Sainte-Barbe (Santa Bárbara), cerca de la posición francesa. Estaba tan marcado el saliente en la línea de Soult que, habiendo recuperado su confianza después de tres días, resolvió darle un golpe de mano. Pudo ver que las 2 Cías de tropas andaluzas que formaban su guarnición no guardaban buena guardia. Por supuesto las patrullas francesas se habían acercado a 20 metros de ellos sin ser detectados. El general Conroux atacó con sus 2 BRIs.

La BRI-I/4 de Rey marchó directamente precedido de 50 zapadores, portando tablones para ponerlos en las zanjas y escalar las orillas. Béchaud con la BRI-II/4 avanzó para proteger los flancos. Asaltaron el reducto y capturaron a los 200 españoles de las 2 Cías de la DI de La Torre. Ningún hombre de la guarnición pudo escapar, ya que un BI atacante, habiendo entrado por el desfiladero del reducto, se detuvo y cortó la salida.

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Reconquista del reducto de Sainte-Barbe (Santa Bárbara) el 13 de octubre de 1813. El general Conroux atacó con sus 2 BRIs. La BRI-I/4 de Rey marchó directamente precedido de 50 zapadores, portando tablones para ponerlos en las zanjas y escalar las orillas. Béchaud con la BRI-II/4 avanzó para proteger los flancos. Asaltaron el reducto y capturaron a los 200 españoles de las 2 Cías de la DI de La Torre. Autor Peter Dennis.

Al amanecer una BRI de la DI de La Torre, que estaba a cargo de ese sector del frente aliado, hizo un contraataque e intentó recuperar el Sainte-Barbe. Pero fue completamente rechazado, y cuando Girón repitió el intento, más tarde en la mañana con 5 BIs, Clauzel envió el resto de las unidades de Conroux en apoyo a los captores del reducto, y a los andaluces fueron completamente rechazados de nuevo. Cole había desplegado una BRI de la DI-4 para apoyar a Girón, pero Wellington se negó a permitir su participación en la lucha, diciendo que el Sainte-Barbe era un saliente, y no valía la pena mantenerlo.

Las pérdidas en los tres combates sucesivos habían sido bastante elevadas, los españoles tuvieron 500 bajas, incluyendo alrededor de 200 prisioneros, Conroux probablemente la mitad, tomando como base de cálculo el hecho de que 12 oficiales de su DI-4 fueron bajas.

Wellington estaba atento a las noticias desde el teatro de la guerra en Alemania, e incluso después de que llegaron los informes de la batalla de Katzbach (26 de agosto) y la batalla de Dennewitz (6 de septiembre); todavía no consideraba a Napoleón definitivamente derrotado, o la perspectiva general del futuro tan satisfactoria, como para tentarlo a dar un golpe lejos en el interior de Francia.

De hecho, no fue hasta que se enteró del resultado de la batalla de Leipzig (16-18 de octubre), que no le llegó en detalle hasta después de la batalla de Nivelle (10 de noviembre), cuando comenzó a considerar la causa francesa como definitivamente perdida, y la última victoria de los aliados como cierta. También estaba pendiente de la caída de Pamplona, que sería el 1 de noviembre.

Entrada creada originalmente por Arre caballo! el 2023-11-09. Última modificacion 2023-11-09.
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