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Generalidades
El Reino Antiguo es el nombre que comúnmente se le da al período comprendido entre la dinastía III y la dinastía VI, cuando Egipto ganó en complejidad y logros. El Reino Antiguo es el primero de los tres períodos denominados “Reino” que marcan los puntos altos de la civilización en el valle del Nilo. Durante este tiempo, se creó un nuevo tipo de pirámide (escalonada), así como muchos otros proyectos de construcción masivos, incluida la Esfinge. Además, el comercio se generalizó, nacieron nuevas ideas religiosas y el fuerte gobierno centralizado se debilitó de forma sutil y finalmente colapsó.
El rey de Egipto (aún no era llamado faraón) durante este período residió en la nueva capital real, Menfis. Se le consideraba un dios viviente y se creía que aseguraba la inundación anual del Nilo. Esta inundación fue necesaria para el crecimiento de los cultivos. El Reino Antiguo es quizás más conocido por una gran cantidad de pirámides, que fueron construidas como lugares de enterramiento reales. Por lo tanto, el período del Reino Antiguo a menudo se llama “La Edad de las Pirámides”.
El Reino Antiguo de Egipto también fue un período dinámico en el desarrollo del arte egipcio. Los escultores crearon los primeros retratos, las primeras estatuas de tamaño natural, y perfeccionaron el arte de tallar una intrincada decoración en relieve. Estos tenían dos funciones principales: asegurar una existencia ordenada y vencer a la muerte preservando la vida en el próximo mundo.
El comienzo: dinastía III (2686-2613 AC)
Sanajt o Nebka (2686-67 AC)
Comenzó su reinado con problemas de tipo político interno, que pronto superó. Las luchas internas entre tribus habían finalizado y todo el pueblo egipcio en paz y unido, reconocía al rey como su caudillo. Tenía un carácter fuerte, una voluntad férrea, y autoridad absoluta, consiguió unir aún más al pueblo junto a él. Convirtió Memfis en su capital.
Zoser o Dyeser (2667-48 AC)
Ordenó la construcción de la pirámide escalonada en la necrópolis de Memphis, Saqqara. Zoser realizó expediciones al Sinaí con la finalidad de vencer a sus pueblos nómadas y explotar las minas de cobre. Además, es probable que Zoser consiguiera ampliar su dominio hacia el sur hasta la Primera Catarata (en Asuán), que más tarde sería la frontera oficial de Egipto en el sur.
Semenjet (2648-40 AC)
Intentó superar a su predecesor construyendo una pirámide aún mayor que la Pirámide Escalonada, pero la dejó sin acabar cuando solo se alzaba 8,2 m.
Nebka y sus sucesores
Están representados en relieves cerca de las minas de Uadi Maghara. Después del breve reinado de Jaba, cuya pirámide sin terminar está cerca de Zawyet el-Aryan, al norte de Menfis, comenzó una lucha por el trono entre varios pretendientes. Huny o Qahedyet (2637-13 AC) salió victorioso finalmente. Construyó una fortaleza en la isla Elefantina cerca de la primera catarata del Nilo y extrajo granito de las canteras de Asuán para estatuas y la construcción de su templo funerario. La pirámide de Meidum posiblemente fue construida para él.
Fue en esta época que los antiguos estados egipcios anteriormente independientes se conocieron como nomos, y fueron gobernados únicamente por el rey. Los ex-gobernantes de estos estados se vieron obligados a asumir el papel de gobernadores o recaudadores de impuestos.
Los egipcios en esta época adoraban a su rey como a un dios, y le dieron el título de Faraón. Creían que él aseguraba la inundación anual del Nilo que era necesaria para sus cultivos. Los puntos de vista egipcios sobre la naturaleza del tiempo durante este período sostenían que el universo funcionaba en ciclos, y el faraón en la tierra trabajaba para asegurar la estabilidad de esos ciclos. También se percibían a sí mismos como personas especialmente seleccionadas
Edad de Oro: dinastía IV (2613-2494 AC)
Seneferu (2613-2589 AC)
Usando una mayor masa de piedras que cualquier otro rey, construyó tres pirámides: Meidum, la Pirámide Doblada y la Pirámide Roja. Snofru reforzó la administración creando la figura del visir, que estaba en contacto diario con el rey, dirigiendo las finanzas, todo tipo de contratos, agricultura, obras importantes, justicia, etc. Ambos formaban el mecanismo principal del reino y pasaba por ellos cualquier decisión esencial.
Realizó escasas aunque victoriosas campañas contra los libios al oeste y los nubios al sur, que rindieron un gran botín tanto en ganado como en hombres. También se le conocen expediciones al Líbano, de donde trajo profusión de troncos de cedro que utilizó para construir las puertas de los templos y las embarcaciones. Además la Piedra de Palermo nos habla de las campañas del este, contra los nómadas del Sinaí, donde buscó turquesas.
Fue el primero en confiar en las posibilidades del comercio marítimo egipcio, creando dos rutas, una hacia Fenicia y otra por el mar Rojo, que resultaban rentables, a pesar de las frecuentes pérdidas en personas y naves. Se cree firmemente que fundó el campamento egipcio de Buhen (cerca de la segunda catarata en Nubia), que posteriormente sirvió como base para expediciones mineras y comerciales.
Keops o Juju (2589-66 AC)
Sucedió a su padre Sneferu. Fue famoso por construir la Gran Pirámide de Giza. Realizó varias reformas administrativas, concediendo un importante poder al cargo de visir y ligándolo a la familia real. También reafirmó su poder sobre el clero nombrando a familiares suyos en altos puestos religiosos.
Envió expediciones al desierto de Nubia en busca de diorita, y protegió las minas de turquesa del Sinaí frente a las incursiones de los beduinos.
Dyedefra o Radedef (2566-58 AC)
Fue el primero en ostentar el título de “Hijo de Ra”, punto en que radica su mayor interés. La pirámide de Dyedefra, que llegó a elevarse más que la de Keops y actualmente está en ruinas. Está situada en Abu Roash, unos 8 km al norte de Giza.
Kefrén o Jafra (2457-21 AC)
Construyó la Segunda Pirámide y la Gran Esfinge en Giza.
Micerino o Menkaura (2514-2486 AC)
Su nombre significa “eterno como el alma de Ra”. Construyó la Tercera pirámide de Giza.
La creación de estos proyectos masivos requirió un gobierno centralizado con fuertes poderes, sofisticación y prosperidad. Los constructores de las pirámides no eran esclavos, sino campesinos, que trabajaban en la agricultura fuera de temporada, junto con especialistas como picapedreros, matemáticos y sacerdotes. Cada hogar necesitaba proporcionar un trabajador para estos proyectos, aunque los ricos podían tener un sustituto.
Cambios religiosos: dinastía V (2494-2345 AC)
La dinastía V comenzó con Userkaf (2494-2487 AC) y con varios cambios religiosos.
Manetón escribió que estos faraones gobernaron desde Elefantina, aunque los arqueólogos han encontrado claras evidencias para demostrar que sus residencias estaban situadas en Ineb-hedy, «Muro Blanco», en Menfis.
El culto al dios del sol Ra, y los templos construidos para él, comenzaron a ganar importancia. Los faraones Userkaf y Menkauhor construyeron templos dedicados a Ra en Abusir. Esto redujo los esfuerzos para construir pirámides. Más tarde en esta dinastía, el culto a la deidad Osiris ascendió en importancia.
Los egipcios comenzaron a construir barcos para comerciar a través de rutas marítimas. Se enviaron expediciones a los yacimientos de Uadi Maghara y Uadi Jarit en el Sinaí para obtener turquesa, y a los del noroeste de Abu Simbel para conseguir gneis (piedra de composición similar al granito). También enviaron expediciones comerciales al sur, al país de Punt, para obtener malaquita, mirra, y electrum. Los hallazgos arqueológicos en Biblos prueban expediciones diplomáticas enviadas a esa ciudad Fenicia. Los descubrimientos que llevan los nombres de varios reyes de la dinastía V en la zona de Dorak, cerca del mar de Mármara, pueden ser evidencias de tratos comerciales, aunque siguen siendo una incógnita.
Decadencia y colapso: dinastía VI (2345-2181 AC)
Los reyes continuaron encargando pirámides para su culto mortuorio. Las pirámides y templos mortuorios de este período son de tamaño estándar y básicamente tienen la misma distribución. La cámara funeraria, la antecámara y el corredor de entrada de estas pirámides están inscritos con Textos de las Pirámides, siguiendo el ejemplo de Unas de la V Dinastía. La mayoría de los reyes de la sexta dinastía también optaron por construir su monumento funerario en Saqqara.
El poder del faraón y del gobierno central declinó durante este período, mientras que el de los nomarcas (gobernadores regionales) aumentó. Estos nomarcas no formaban parte de la familia real. Pasaron el título a través de su linaje, creando así dinastías locales que no estaban bajo el control del faraón.
El desorden interno se produjo durante y después del largo reinado de Pepi II (2278-2184 AC), debido a las luchas por la sucesión, y finalmente condujo a una guerra civil. El golpe final fue una sequía severa entre 2200-2150 AC, que evitó las inundaciones del Nilo. El hambre, los conflictos y el colapso acosaron al Reino Antiguo durante décadas.
Ejército del Reino Antiguo (2686-2181 AC)
El Periodo Arcaico permitió la unión de los dos reinos, y la estabilización del país. Suprimidos los conflictos internos, el Reino Antiguo tenía tres principales amenazas militares.
- Los libios del Sahara al oeste.
- Los nubios del sur.
- El Sinaí y los cananeos al noreste.
La estrategia que adoptaron fue defensiva y decidieron defender sus fronteras construyendo fuertes en las fronteras del país, sobre todo en el Sinaí y en el sur. Estos fuertes nunca fueron atacados en realidad, pero actuaron como un factor de disuasión hacia posibles invasores. Muchos se encuentran actualmente bajo el agua en el lago Nasser, sin embargo, si bien eran visibles, fueron un verdadero testimonio de la riqueza y la destreza militar del antiguo Egipto durante este tiempo.
Para defenderse de las incursiones de los nómadas, perfeccionaron una red de torres de vigilancia hechas de adobe con una altura de tres pisos, coronada por una plataforma defensiva. Tenía capacidad para ocho hombres, y la entrada se realizaba en el tercer piso mediante una escala de madera enrollable, los nómadas cuando se encontraban con la fortaleza durante sus incursiones,eran incapaces de asaltarla, y podían ser emboscados o acosados a su regreso.
Durante el Reino Antiguo no hubo ejército profesional en Egipto. Los nomarcas o sobernadores de cada nomo (división administrativa) tenía que formar su propio ejército de voluntarios. Entonces, todos los ejércitos se unirían bajo el mando del faraón para la batalla. Debido a que el ejército no era un puesto muy prestigioso, estaba compuesto principalmente por hombres de clase baja, que no podían permitirse capacitarse en otros trabajos.
Sin embargo, esto creó otro problema para el faraón, ocasionalmente los nomos crearon facciones rivales y competían por la monarquía, en cuyo caso debían ser reprimidos por la fuerza mediante la acción militar del faraón. El faraón para no depender de los nomos tenían un ejército permanente a su disposición. Los oficiales de reclutamiento recorrían el territorio alistando un hombre de cada cien para el ejército del faraón.
El ejército tenía un “inspector de los dos arsenales”, otro “inspector de los fortines del desierto”.
Los ejércitos egipcios de la época estaban formados por arqueros y hombres de infantería. La mayoría de la infantería estaría equipada con lanzas, con puntas de cobre y un gran escudo. Estos escudos eran de pieles estiradas sobre marcos de madera. El diseño ha sido probado y fue sorprendentemente resistente. Eran más ligeros que un escudo de madera pura que permite un tamaño más grande y su capacidad de flexión les permitió absorber golpes que destrozaron los escudos de madera.
Las tropas y líderes de élite habrían estado armados con mazas de cobre, ideales para atacar a enemigos con armadura ligera pero muy caras. Los arqueros que llevaban simples arcos curvos y flechas con puntas hechas de pedernal o cobre, y apoyaban a la infantería. Se decía que los mercenarios nubios eran sus mejores arqueros.
Primer Periodo Intermedio (2181-2055 AC)
A menudo descrito como un «período oscuro» en la historia del Antiguo Egipto después del final del Reino Antiguo, se extendió aproximadamente por 100 años. Incluía las dinastías VII, XIX, X y parte de la XI.
El Reino Antiguo cayó por numerosas razones. Una fue el reinado extremadamente largo de Pepi II (el último gran rey de la dinastía VI) y los problemas de sucesión resultantes. Otro problema importante fue el ascenso en el poder de los nomarcas provinciales. Hacia el final del Reino Antiguo, las posiciones de los nomarcas se habían vuelto hereditarias, creando legados familiares independientes del rey. Erigieron tumbas en sus propios dominios y, a menudo, levantaron ejércitos y participaron en rivalidades locales. Una tercera razón para la disolución de la realeza centralizada fue el bajo nivel de la inundación del Nilo, que puede haber dado como resultado un clima más seco, menor rendimiento de las cosechas y hambruna.
Gobierno desde Menfis (2181-2160 AC)
La dinastía VII (2181-2173 AC) fue probablemente una oligarquía con sede en Memphis que intentó retener el control del país. La dinastía VIII (2173-2160 AC) también gobernó desde Menfis.
Gobierno desde Heracleópolis
Actoes (Jety I), nomarca de la ciudad de Heracleópolis dio un golpe de Estado y depuso al Neferirkara II, el último rey de Menfis; con él surge la dinastía IX, en el 2150 AC, refuerza su poder sobre el Medio y Bajo Egipto, y consigue cierta estabilidad en estas tierras.
A su vez se dio un proceso similar en el sur, donde los nomarcas de Tebas establecieron su hegemonía sobre el Alto Egipto.
Durante la última etapa del periodo los gobernantes de estas dos ciudades, Tebas y Heracleópolis, mantuvieron constantes disputas, primero para obtener zonas de influencia, después para intentar controlar todo Egipto.
Hacia 2130 AC surgió en Tebas la dinastía XI, cuyos líderes recrudecen la lucha contra los mandatarios de Heracleópolis. Mentuhotep II, de Tebas, cerca de 2040 AC conquistó Heracleópolis, y unificó todo Egipto bajo su mando; es el comienzo del Reino Medio de Egipto.