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Puede haber sido durante el reinado del kagan Benjamin, en los primeros años del siglo X, cuando el Imperio bizantino tomó la ofensiva contra Jazaria. Para esta empresa, los bizantinos encontraron aliados entre otros pueblos que tenían disputas con los jázaros, incluidos los burtas, los magiares, los turcos de Asia Central, los oguzes, los búlgaros negros, los pechenegos y quizás los osetios. Actuando de forma concertada, esta débil alianza sometieron a los jázaros a una enorme presión militar, mientras que los únicos aliados efectivos del kaganato parecen haber sido los alanos. Sin embargo, esta primera gran guerra jázaro-bizantina terminó con la victoria de jázara. Muchos de los alanos habían adoptado el judaísmo en ese momento.
El kagan Aaron II ben Benjamin (920-940) también enfrentó un conflicto con el Imperio bizantino cuando, alentados por este último, los alanos se volvieron contra sus antiguos aliados jázaros. En ese momento, los alanos habían sido expulsados en gran parte de las llanuras del norte del Cáucaso hacia las montañas, sin embargo, seguían siendo una fuerza formidable, capaz (según el cronista musulmán casi contemporáneo al-Mas’udi) de desplegar 30.000 jinetes. En respuesta a sus ataques, Aaron se alió con ‘Twrqy‘ o turcos, quizás refiriéndose a los oguzes. Los alanos fueron derrotados y su gobernante capturado; Aaron no solo trató a su prisionero con respeto, sino que también casó a su hijo Joseph, un futuro kagan, con la hija del gobernante capturado, el método tradicional para cimentar una alianza. También se dice que los alanos abandonaron su religión cristiana ortodoxa recientemente aceptada en 932, expulsando al obispo bizantino; algunos alanos ahora se convirtieron al judaísmo, aunque la mayoría pronto regresó al redil ortodoxo.
