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Primeras incursiones vikingas en Britania
En 787, según la Crónica anglosajona, atracaron tres naves en la costa de Wessex y de ellas salió un grupo de hombres aguerridos procedente del otro lado del mar del Norte. Los llamaron wicingas, «ladrones del mar», es decir, vikingos, un nombre que los identificaba perfectamente, ya que se dedicaban al pillaje y el saqueo en medio de crueles rituales. Regresaron cinco años más tarde, en 793, pero ahora a la costa de Northumbria, donde saquearon el prestigioso monastterio de Lindisfarne, y un año después hicieron lo mismo con el de Jarrow.
Francia tampoco se libró de los ataques a centros monásticos como el de San Filiberto en Normoutier en 799. Y, aunque sí se conservan registros de las incursiones ocurridas en Francia y en zonas de las Islas Británicas durante los primeros años del siglo IX, en la Crónica Anglosajona la principal fuente documental para Inglaterra deja de haber constancia de razias hasta la década del 830 al 840. Estas últimas afectaron sobre todo a la zona sur, aunque algunos ataques sobre Lindsey y Anglia Oriental quedaron registrados en 841 y, según los escritos del siglo XIII de Roger Wendover, en 844 el rey anglosajón Raedwulf y uno de sus condes fueron muertos en un ataque vikingo sobre Northumbria.
La naturaleza de estas incursiones cambió poco tiempo después, ya que, según la Crónica Anglosajona, en el año 850 «por primera vez los hombres paganos permanecieron durante el invierno en Thanet«, es decir, no regresaron tras la incursión.
En 865, desembarcó en Northumbria, en la costa noreste de Inglaterra, Ragnar Lodbrock (conocido por la serie de TV los Vikingos), al mando de dos grandes barcos, no los habituales drakkars. Su esposa le había recomendado llevar más fuerzas. Desembarcó en las costas de Norhumbria después de haber sufrido un terrible temporal que hizo que perdiera bastantes fuerzas. Cuando el rey Ella de Northumbria tuvo noticias de los poblados que estaban siendo saqueados, organizó rápidamente un ejército y salió al encuentro de Lodbrok. En la batalla que siguió, fueron derrotados por una fuerza superior de anglos, y Ragnar fue hecho prisionero y ejecutado de manera horrible, arrojado a un pozo de serpientes venenosas. Sus últimas palabras fueron que sus cachorros lo vengarían. Estos eran sus hijos Björn, Ivar, Halfdan y Ubbe.
El Gran Ejército Danés o Gran Ejército Pagano
Los daneses, tras ganar experiencia a lo largo y ancho de Europa, saqueando París, Ruan (Rouen) y otras ciudades, bajo el mando de Halfdan Ragnarsson, junto con sus otros hermanos Björ «Ironside o brazo de hierro», Ivar el «Deshuesado» y Ubbe; formaron un gran ejército conocido como el «Gran Ejército Danés» o «Gran Ejército Pagano» (Great Heathen Army), posiblemente para vengar la muerte de su padre. Tenían intención de asentarse en Inglaterra, este ejército, a pesar de su nombre, no sobrepasaría los 1.000 efectivos.
A finales de 865 desembarcaron en Estanglia (Anglia del Este), el rey local hace las paces con los invasores y les proporciona víveres y caballos. Se dirigieron a conquistar el reino de Northumbria, tomando por las armas la ciudad de Eoferwic (York). Se establecieron allí, el rey Ella fue a su encuentro, pero fue derrotado y apresado por los hijos de Ragnar, los cuales le sometieron al tormento del «Águila de Sangre». Al prisionero se le abría a hachazos las costillas de la espalda, hasta formar algo parecido a dos alas de águila, y se le levantaban las costillas para que los pulmones cayeran al suelo, produciendo un ruido similar a un aleteo. En Eoferwic (York) permanecieron allí hasta el 869, que retornaron a Estanglia (Anglia del Este), estableciéndose en Thetford, los locales se sublevaron y el rey local Edmundo fue capturado y muerto en 871.
Gran Ejército de Verano
En el verano de 871, llegó el «Gran Ejército de Verano» desde Dinamarca liderados por el vikingo Bagsecg junto a cinco jarls (earl o condes) con una fuerza aproximada de 1.000 efectivos.
Los daneses, nada más desembarcar, establecieron un campamento en Readingum (Reading), defendido por los ríos Támesis y Kennet por dos lados, y por una muralla en el lado occidental.
Batalla de Englefield (870)
La batalla de Englefield fue un conflicto militar entre los ejércitos del noble sajón Ethelwulfo de Berkshire y las fuerzas danesas del gran ejército de verano el 31 de diciembre de 870 en Englefield, actualmente Berkshire.
Tres días después de la llegada de los daneses a Reading, una partida vikinga encabezada por el jarl Sidrac se dirigieron a Englefield, donde gobernaba un noble sajón llamado Ethelwulfo, que previamente ya había preparado un contingente militar para enfrentarse a los invasores. En la batalla pereció Sidrac y otros muchos daneses, el resto de la partida regresó a Reading.
Primera batalla de Reading (871)
El triunfo sajón no duró mucho, cuatro días más tarde, el grueso del ejército sajón encabezado por el rey Etelredo I de Wessex, envalentonado por la victoria de Englefield, decidieron atacar el campamento vikingo. Toda la fuerza sajona marchó sobre Reading y el asalto estaba dirigido principalmente a una puerta de entrada a través de las murallas. Siguió una lucha feroz y sangrienta, antes de que el ataque fuera rechazado, a costa de un alto precio de sangre, en la que se conoce como Primera batalla de Reading. Entre los muertos en esta ocasión se encontraba Ethelwulfo.
Tras la derrota, los sajones se retiraron hacia el noroeste hacia el Ridgeway, parte de una pista antigua que corre sobre un terreno elevado desde la costa de Dorset hasta Wash y cruza el Támesis en Streatley. Con el fin de reunir un gran ejército y regresar de nuevo a Reading. El joven Alfredo, que tenía 21 años, tuvo que actuar con rapidez para convocar las tropas de Wessex a toda prisa a lo largo y ancho del reino sin demora.
Batalla de Ashdown (871)
Cerca de la colina (hill) de Lowbury, se reúnen seis pistas. Un bosque podría proporcionar algún refugio contra los fríos vientos de enero. Por lo tanto, parece probable que el ejército sajón se estableció allí, en el lado sur de las colinas, para esperar que llegaran los refuerzos de todo Wessex. Entonces los daneses aparecieron inesperadamente.
El ejército vikingo superaba en número a los sajones. El hermano mayor de Alfredo, el rey Etelredo I, estaba ocupado rezando en una iglesia, y renunció a luchar hasta la llegada de refuerzos y dejó a Alfredo al mando.
Los sajones disponían de una fuerza muy superior aunque la mayoría era milicia local, de 1.000 a 1.500 efectivos, pero los daneses dominaban el terreno.
Los daneses habían ocupado una pequeña altura, tenían unos efectivos de 800 a 1.000 efectivos, y habían distribuido sus fuerzas en dos divisiones bajo las órdenes de Bagsecg y Halfdan. Cada división había formado un muro de escudos defensiva, los hombres hombro con hombro con sus compañeros de pie, los escudos superpuestos. Probablemente tendría varias filas de profundidad.
Los sajones también fueron formados en dos divisiones, una mandada por el rey Etelredo, y la otra por Alfredo. La obra Vida de Alfredo de Asser, obispo de Sherborne describe que los sajones formaron a la sombra de un antiguo, árbol espinoso, y que las dos partes se lanzaron gritos mutuamente.
Las divisiones sajonas se dice que formaron en capita porcum o cabeza de cerdo, que ya había sido empleado por los romanos, es decir una serie de cuñas pequeñas, para romper la línea enemiga por diversos puntos. Esta táctica era conocida por los hombres del norte con el nombre de svinfylking y que según la leyenda el mismo dios Odín se la había enseñado.
La batalla comenzó con las primeras luces del 8 de enero y no fue más que un choque violento entre las cuñas y los muros de escudos, durando todo el día. Al final de la tarde los sajones consiguieron romper el muro por la división de Bagsec, los daneses perdieron su determinación y fueron empujados hacia atrás, con los sajones en su persecución. Halfdan escapó del campo de batalla con el resto del ejército hacia Reading. La batalla terminó cerca de la puesta del sol (hora local acerca de 17:00 a principios de enero).
Fue una victoria pírrica en la que ambas partes pagaron un alto precio y tampoco fue decisiva. Bagsecg murió con sus cinco jarls. La tradición cita que Bagsecg fue enterrado en Waylands Smithy, los jarls y otros nobles cerca de Lambour. Los daneses siguieron acumulando victorias y conquistas tras recibir refuerzos.
Batalla de Basing (871)
La batalla de Basing fue un conflicto militar entre las fuerzas sajonas de Etelredo I de Wessex y las fuerzas danesas de invasión vikingas el 22 de enero de 871 en Old Basing, actualmente Hampshire.
Los daneses tras la batalla de Ashdown se habían retirado a Reading a su campamento fortificado, las precedentes batallas no habían servido para intimidar a ninguno de los contendientes. Dos semanas más tarde de la victoria sajona en Ashdown, los ejércitos se enfrentan de nuevo en Basing, aunque en esta ocasión las fuerzas sajonas fueron vencidas por los vikingos, aunque de nuevo no fue un resultado decisivo.
Batalla de Marton (871)
Un mes más tarde, los sajones tuvieron su oportunidad venciendo en batalla de Marton que tuvo lugar el 22 de marzo de 871. El sitio de la batalla es también desconocido. Se han sugerido varios lugares posibles como Merton en Oxfordshire, Marden en Wiltshire, Martin en Dorset junto con algunos otros. Los hermanos reales de Wessex una vez más dividieron sus fuerzas en dos para enfrentarse a sus enemigos vikingos. Los sajones al principio hicieron retroceder a los vikingos la mayor parte del día; sin embargo, nos dicen que los daneses alcanzaron eventual replegarse a una elevación y ganaron la batalla. Hamund, el obispo de Sherbourne, se dice que murió en esta batalla luchando junto a su rey y sus compatriotas, y que el rey Etelredo resultó gravemente herido, muriendo el 22 de abril y le sucedió en el trono Alfredo el Grande.
Batalla de Wilton (871)
Un mes después de su reinado, el recién coronado rey Alfredo se enfrentó a su primera batalla importante contra los daneses. En mayo Alfredo los encontró «con fuerzas desiguales» en una colina de Wilton. Una vez más los sajones del oeste lucharon valientemente y parece que en un momento los daneses pudieron haber retrocedido, ya sea como parte de una retirada refugio o bien una retirada auténtica. El rey Alfredo les persiguió con su ejército con la esperanza de acabar con su enemigo de una vez por todas, pero los daneses lanzaron su propio contraataque y lograron mantener «el campo de la carnicería».
La batalla de Wilton fue la última entre las dos partes en el año 871, conocido como el año de «las nueve batallas«. En menos de seis meses los reyes de Wessex habían luchado nueve batallas y otras escaramuzas y expediciones. Ambas partes habían sufrido mucho, perdiendo a muchos de sus líderes militares y condes, por lo que se acordó una tregua en beneficio y sin duda alivio de ambos. Los daneses finalmente pagaron un danegeld a condición de que inmediatamente salieran de Wessex y no regresaran. Los daneses estuvieron de acuerdo, llevando su recién adquirido botín hacia el este al río Támesis para hacer su campamento de invierno en la ciudad de Londres. Wessex soltó un suspiro de alivio. A diferencia de los anglos orientales, mercianos y northumbrianos, habían escapado a la derrota.
Alfredo el «Grande» (871-899)
Después de firmar la paz, los siguientes cinco años estuvieron ocupados por los daneses en otras partes de Inglaterra como Mercia y Northumbria.
Alfredo comenzó una política que alentaba la formación de pueblos fortificados, o burhs, de tal manera que ningún lugar en Wessex estaba a más de 25 km un burh. A cambio de parcelas de tierra gratis dentro de las ciudades, los colonos proporcionaron una fuerza de defensa. También se alentó a los burhs a convertirse en centros de comercio y gobierno local. Estos burhs se encontraban principalmente a lo largo de la costa y en las fronteras de Alfredo.
Los burhs fueron notables para su tiempo en que utilizaron un patrón regular de rejilla para las calles – no muy diferente de las antiguas ciudades romanas. De hecho, en muchos casos los sitios preexistentes de la ciudad romana fueron reutilizados para crear los burhs. Uno de los más notables fue el de Athelney (Somerset).
Al año siguiente 874, desde su base en Repton, los vikingos forzaron al rey Burgredo de Mércia al exilio, conquistaron su reino e instalaron a su oponente político, Ceolwulf, como sub rey allí. Probablemente, era miembro de la casa de Ceolwulf I. Este mismo año, un considerable número de colonos se asentaron en los territorios conquistados, seguidos de otro grupo en 877.
Tras la conquista de Mercia, Halfdan Ragnarsson se dirigió al norte para atacar a los pictos mientras que Guthrum el Viejo se quedó como jefe de las fuerzas del sur.
Halfdan en el 875 se dirigió a Irlanda y mataron al rey irlandés Eystein Olafsson, recuperando el trono, regresando al año siguiente. Tuvo que regresar a Irlanda en 876 debido a que los irlandeses habían depuesto al rey que habían dejado, y que había sido depuesto por una facción vikinga enemiga. Las diferencias se resolvieron en la batalla de Strandford Laugh en el 877, en la que murió Halfdan. Los guerreros que sobrevivieron, regresaron a Northumbria por Escocia, tras luchar con los pictos, se asentaron de nuevo en Northumbria, ocupando el antiguo reino de Deria, donde los vikingos con los nuevos colonos llegados se dedicaron a cultivar la tierra, pasando a ser conocida como Danelag o Danelaw.
El primer enfrentamiento fue una batalla naval, tuvo lugar en el verano de 875, según la mayoría de las versiones de la Crónica Anglosajona (876, según otra versión) entre los anglosajones y los vikingos. Una fuerza dirigida por el rey Alfredo «salió al mar» para luchar contra «las tripulaciones de siete barcos», capturando uno y poniendo el resto en fuga. El rey Alfred debió partir de uno de los asentamientos anglosajones en la costa de Dorset, tal vez Christchurch o Wareham.
Hasta el año 875 inclusive, los vikingos habían cortado a los norteños de los hombres de Mercia y Wessex, su ejército se trasladaba de Repton hacia el norte a Tyne y hacia el sur hacia Cambridge.
Batalla de Wareham (876)
La batalla de Wareham fue entre las fuerzas sajonas de Alfredo el Grande y las del caudillo vikingo Guthrum en el año 876.
Guthrum llevó a su ejército hasta el puerto de Poole, en el sur de Inglaterra, y allí se unió con otro ejército vikingo que estaba invadiendo la zona que se encuentra entre los ríos Frome y Trent, zona gobernada por Alfredo. Según el cronista Asser en su obra Vida de Alfredo, este primer enfrentamiento terrestre tuvo como resultado la victoria vikinga. Capturaron el «castellum» (un pequeño fuerte de la época romana) y la plaza fortificada de Wareham, Alfredo negoció con los vikingos para que abandonasen Wessex, mediante el pago de un danegeld y se dirigiesen a Mercia, asentándose en Gloucester.
La paz que implicaba un intercambio de rehenes y de juramentos, los daneses lo hicieron sobre un «anillo sagrado» asociados con el culto de Thor.
De allí, a comienzos de 877 rompieron su palabra y mataron a todos los rehenes, después incursionaron hacia el oeste y al amparo de la noche tomaron Exeter en Devon. Allí fueron bloqueados por Alfredo, y gracias a que la flota danesa no llegó, ya que fue dispersada por una tormenta en Swanage, los vikingos tuvieron que someterse y retirarse a Mercia.
Batalla de Cynwit o de Cynuit (878)
Durante la campaña de los vikingos para someter a Wessex, Guthrum el Viejo pidió ayuda a los comandantes del Gran Ejército Pagano. Ubba Ragnarsson, y su hermano Ivar el Deshuesado, respondieron a la llamada a las armas y navegaron con su flota vikinga desde Dyfed en el sur de Gales hacia Devon. El objetivo de los vikingos, era coger a Alfredo entre ambos ejércitos.
Ubba Ragnarsson, y su ejército desembarcaron en la costa de Combwich con una flota de 23 naves y 1.200 hombres, y se dirigieron a unirse con el ejército de Guthrum. Un grupo de thanes y sus soldados los descubrieron, y hubo un primer encuentro entre ambas fuerzas.
Tras la refriega, los anglosajones se refugiaron en una fortaleza, llamada Cynwit (posiblemente corresponde a Cannington Hill, cerca de Cannington, Bridgwater en Somerset), que era bastante segura a excepción del flanco este que carecía de una adecuada defensa.
Ubba y sus vikingos asediaron la fortaleza esperando una rápida rendición de los sajones a falta de agua potable; pero inesperadamente, en lugar de esperar la muerte sedientos en una colina, Odda de Devon y sus fuerzas atacaron al anochecer tomando a los daneses por sorpresa y logrando una gran victoria en la que murió el propio Ubba. Los supervivientes huyeron de regreso a sus naves con el cuerpo de Ubba.
No solo lograron matar a Ubba, sino que también capturaron el estandarte del cuervo que los vikingos llamaban Hrefn (Cuervo).
Fue una victoria importante para los sajones, ya que era la primera del irreductible Alfredo el Grande, rey de Wessex, que prácticamente encabezaba la resistencia en solitario frente a las hordas invasoras. La estrategia de la pinza había fallado y solo quedaba el ejército de Guthrm en la zona.
El cuerpo de Ubba pudo haber tomado el refugio seguro de la isla de Lundy, en el medio del canal de St Georges donde fue enterrado. La leyenda local cuenta que un entierro pagano fue descubierto revelando un esqueleto de un gigante de ocho pies de altura, que se cree que es el de Ubba. (La tumba del gigante).
Batalla de Edington o de Ethandun (878)
En enero de 878, los daneses volvieron a la lucha e hicieron un ataque repentino el Día de Reyes en Chippenham; una plaza fuerte la cual Alfredo había estado manteniendo desde Navidad. La mayoría de los habitantes fueron capturados, excepto el rey Alfredo, el cual con una pequeña tropa reunida logró huir por el bosque al pantano de Somerset, ya que las características del lugar le daban cierta protección. Después de Pascua construyó una fortaleza en Athelney, y desde esa fortaleza comenzó a luchar contra el enemigo. Siendo capaz de montar un movimiento de resistencia efectiva, reuniendo a las milicias locales de Somerset, Wiltshire y Hampshire.
En la primavera, reunió sus fuerzas y marchó hacia Edington o Ethandun, donde se encontró con los daneses, liderados por Guthrum el Viejo. Los daneses habían aplicado la típica estrategia de ocupar plazas fortificadas y esperar a un tratado de paz, exigiendo un pago monetario (danegeld) a cambio de la promesa de abandonar el reino inmediatamente.
En mayo entablaron combate con los daneses a los que derrotaron siendo conocida como la batalla de Edington o Ethandun, las fuerzas de ambos bandos serían de unos 3.000 efectivos, algo superior en las de Alfredo. Los fyrds de Alfredo utilizaron la táctica de muro de escudos. Los escudos se colocaron uno solapando a los de sus lados, creando una pared sólida. Las lanzas asomaban a través de pequeñas aberturas en el muro de escudos. En una feroz batalla que duró todo el día, los hombres de Alfredo desgastaron a los daneses, que asaltaron el muro una y otra vez, cuando se encontraron exhaustos, contraatacaron, derrotando y persiguiendo a los daneses de nuevo a Chippenham, y los atraparon dentro de la propia fortaleza. Después de 14 días de hambre, los daneses pidieron la paz.
Alfredo era realista, se daba cuenta de que nunca podría aspirar a expulsar a los daneses del resto de Inglaterra. Lo mejor que podía esperar era consolidar sus posesiones actuales. Por los términos del acuerdo de paz, conocido como la Paz de Wedmore, Guthrum acordó retirarse a territorio ya bajo control danés, y tanto él sus capitanes serían bautizados al cristianismo. Guthrum sería coronado como monarca de Danelaw que era el último reducto de los daneses.
Guthrum se convirtió al cristianismo, en su bautismo Alfredo el Grande actuó como padrino y adoptó también el nombre de Alfredo (Aethelstan), gobernando hasta el 890 en que murió.
De esta manera logró que a partir de 890 los daneses apenas acosaran su reino. Pero al poseer Danelaw o Jorvik (York), los daneses poseían un importante punto estratégico de apoyo en Inglaterra.
Batalla de Andraedsweald (892)
El ataque a la fortaleza inacabada en Andraedsweald, por una fuerza de vikingos que habían llegado desde el continente, fue la apertura de una gran campaña en el sudeste de Inglaterra que puso a prueba las defensas militares recién organizadas de Alfredo de Wessex.
La Crónica anglosajona describe el ataque de los vikingos de la siguiente manera: «Cruzaron en un viaje, caballos y todo, y luego subieron a la boca del Lympne en Kent con 250 barcos, llevaron sus buques remontando río arriba hasta un bosque, a seis kilómetros de la entrada del estuario; y allí asaltaron un fuerte dentro en zona pantanosa, que estaba ocupado por unos campesinos y estaba a medio construir. Los campesinos fueron cogidos desprevenidos mientras construían una zanja, con un terraplén coronado por una empalizada de madera. Como con todos los aspectos de la guerra anglosajona, la construcción y la dotación de obras de defensa era una obligación legal. El trabajo de la fortaleza era uno de los trimodas necessitas (o tres requisitos) puestos sobre los poseedores de cinco hides, mientras que los otros dos eran la construcción de puentes como un servicio militar.
Un documento anglosajón del siglo X, el Burghal Hideage, sugiere que la obligación del trabajo de la fortaleza estaba vinculada a la defensa de la fortaleza, en otras palabras, el thegn tenía que defender lo que había construido. Un fiscal local supervisaba a los ceorls, lo que se le exigía como obligación de su tenencia de tierras. Después de haber tomado su lanza y escudo que estaba tratando de reunir a los trabajadores de la construcción para la defensa.
Estos estaban equipados con las armas improvisadas que pudieron haber podido arrebatar. Los atacantes vikingos eran más experimentados, mejor equipados y en general más motivados que los campesinos de Kent, que están condenados a una rápida derrota. Sin embargo, los defensores de Andraedsweald pronto fueron vengados. El ejército vikingo fue atrapado en una trampa estratégica por un ejército fyrd selecto obligado a salir de Kent. Después de un intento parcialmente exitoso de entrar en Essex, fueron finalmente derrotados y destruidos en Benfleet por los fyrds o milicias locales.
Batalla de Farnham (893)
En 892 una flota vikinga navegó desde Francia para invadir Wessex con 250 barcos que desembarcaron en la costa sur de Kent y 80 en la costa norte en el estuario del Támesis. La fuerza del norte, con la esperanza de esperar refuerzos de East Anglia, construyó un campamento fortificado de tierra en Milton Regis, mientras que la fuerza del sur navegó hasta el río Lympne y sorprendió a la fortaleza de Andraedsweald, que estaba en el curso de la construcción. Los vikingos entonces construyeron su propia fortificación en Appledore.
Alfredo avanzó a Kent con el ejército de Sajonia Occidental, sin embargo, no intentó tomar ninguna de las dos fortalezas, sino que construyó sus propias defensas y esperó. Después de un compás de espera durante algún período, Alfredo se movió para resolver la situación comprando a la fuerza del norte que, a cambio de danegeld, abandonó Milton Regis y zarpó a Benfleet en Essex.
La fuerza de Appledore se dio cuenta de que Alfredo podía concentrar todas sus fuerzas contra ellos. Podían navegar lejos, pero eran reacios a abandonar los caballos que habían reunido a través de incursiones en toda la zona. Los vikingos decidieron que el grueso de la fuerza debía navegar bordeando Essex, mientras que los soldados que disponían de caballos para montar, seguirían el Támesis y recogerían todo el botín que pudieran a su paso.
Sin embargo, la fuerza montada sajona del oeste, comandada por el hijo de 23 años de Alfredo, Eduardo el Viejo, les alcanzó en Farnham, en Surrey, los derrotó e hirió a su líder. Los vikingos tuvieron que huir y, al llegar al Támesis, se vieron obligados a abandonar todo su botín mientras cruzaban el río. Entonces se refugiaron en una isla en el río Colne, en la unión con el Támesis, cerca de que es actualmente el aeropuerto de Heathrow. Eduardo se movió para sitiar a los vikingos, pero su fuerza se quedó sin suministros y tuvo que abandonar el sitio. Mientras tanto, Alfredo se había trasladado a Devon para ocuparse de otro desembarco vikingo allí. Sin embargo, Eduardo fue acompañado por Edelredo, anciano de Mercia y el yerno de Alfredo, llegó trayendo consigo una fuerza merciana. Se trasladaron a Londres para recoger la guarnición de Londres, Alfred había capturado la ciudad a los vikingos en 885 y la había fortificado, y avanzó sobre la base vikinga en Benfleet asaltándola y destruyendo sus naves.
Erik el Sanguinario
El reino vikingo de Danelaw o Jorvik (York), pidió ayuda al rey vikingo de Noriega Erik I el Sanguinario o Erik I Hacha Sangrienta para proteger las fronteras de los escoceses y de los irlandeses, fue acogido calurosamente por Alfredo (Athelstan), que lo hizo gobernador de Northumbria.
Como Northumbria no era suficientemente rica para sostener a Erico y sus seguidores, saqueó con frecuencia otras regiones de Escocia y del mar de Irlanda.
Estos saqueos le trajeron fama y respeto, que lo llevaron a ser rey de Jorvik de 947 a 948 y entre 952 y 954. Su gobierno pronto acabó por degenerar, ganando la oposición de diversos reyes vecinos. Al final fue traicionado y expulsado por el pueblo, y murió en combate en la batalla de Stainmore, en Westmorland, en el año 954, en la que Osulf I de Bamburgh lo derrotó. Pasando el reino de Danelaw o Jorvic a formar parte de Northumbria.
Eduardo el Viejo (899-924)
Alfredo el Grande murió en 899, y su primo Ethelwold, el hijo del rey Edelredo I reclamó su derecho al trono. Tomó Wimborne, en Dorset, donde había sido enterrado su padre y la iglesia cristiana en Hampshire (actual Dorset). Eduardo marchó a Badbury y ofreció combate, pero Ethelwold rehusó dejar Wimborne. Cuando vio que Eduardo estaba listo para atacar Wimborne, Aethelwold huyó en la noche y se unió a los daneses en Northumbria, donde reinaba el vikingo Erik; fue proclamado rey de Estanglia (es muy posible que solo fuera jarl o conde).
Eduardo fue coronado en Kingston sobre el Támesis el 8 de junio de 900. Al año siguiente, tomó el título de «Rey de los anglos y sajones«.
Batalla del Holme (902)
En 901 Ethelwold se preparó para la guerra con una flota y se dirigió a Essex y persuadió a los vikingos del Danelaw para atacar Mercia y el norte de Wessex. Eduardo se adelantó para devastar Estanglia y los vikingos tuvieron que retroceder para proteger su territorio, a partir de ahí Eduardo apostó por no desencadenar un mayor derramamiento de sangre y se retiró, pero el ejército de Kent veía la alianza por el trono de Wessex como una amenaza y decidió atacar por su cuenta enfrentándose en el campo de batalla.
No hay datos de la batalla que tuvo lugar en Holme (Cambridgeshire) el 13 de diciembre del 902, al parecer fue muy sangrienta y ganaron los vikingos, pero en la batalla perecieron Ethelwold y Erik perecieron, lo que hizo la posición de Eduardo al trono mucho más segura.
Batalla de Tettenhall (910)
Eduardo se alió con Mercia, que estaba bajo el gobierno de su hermana Ethelfleda, y ambos formaron un formidable ejército que durante cinco semanas estuvieron combatiendo al reino de Lindsey (909), y capturaron las reliquias del santo Oswaldo de Bernicia.
En 910, los reyes de Danelaw reunieron una flota y transportaron un ejército por el río Severn, hacia el corazón de Mercia. Allí comenzaron a devastar y saquear el territorio, obteniendo una gran riqueza, pero rápidamente se retiraron hacia el norte para evitar su captura en territorio hostil. Los vikingos sabían que Eduardo estaba organizando una flota en Kent y esperaban que no tuviera capacidad de reacción, pero para su sorpresa la alianza con los mercianos tuvo un efecto inesperado. Los vikingos, en su camino de vuelta, fueron bloqueados en Bridgnorth. Incapaz de alcanzar su ruta de la salida al mar, y perseguido a través de la tierra hostil por Eduardo y las fuerzas de Ethelfleda, se obligaron a presentar batalla.
Las crónicas contemporáneas no ofrecen detalles de las maniobras militares empleadas en la batalla, pero es evidente que la alianza destrozó al ejército vikingo e infligió graves pérdidas cuando se mencionan «miles de hombres muertos«, en referencia a los daneses. Imposibilitados para la retirada, los reyes que encabezaban a los vikingos murieron en el campo de batalla y sus cuerpos abandonados a merced de las bestias.
La batalla de Tettenhall fue la mayor derrota de un ejército vikingo acostumbrado al saqueo y la rapiña, confiado de su buena suerte y poder militar. Las alianzas anglosajonas siguieron su curso, uniendo su nobleza bajo una corona común, y frenando la expansión vikinga de forma más o menos permanente. No obstante, el vacío de poder en el norte y la desbandada danesa, provocó que la dinastía hiberno-nórdica de los Uí Ímair fijase su atención en Northumbria y Jórvik, abriendo otro capítulo de conquista vikinga procedente en esta ocasión de Dublín.
Reinado de Eduardo
Eduardo comenzó la construcción de varias fortalezas en Hertford, Witham y Bridgnorth. Se dice que también habría construido una en Scergeat, pero esa localización aún no ha sido identificadas. Esta serie de fortalezas, mantuvieron a los daneses a raya. También se construyeron otras fortalezas en Tamworth, Stafford, Eddisbury y Warwick.
Se puede afirmar que Eduardo superó los logros militares de su padre, regresando el Danelaw al dominio sajón y reinando sobre Mercia a partir de 918 tras la muerte de su hermana Ethelfleda. Ese mismo año, todos los daneses del sur se le habían sometido. Su sobrina Elfwynn, hija de Ethelfleda, fue nombrada sucesora de su madre, pero Eduardo la depuso, terminando así con la independencia de Mercia. Ya había anexado las ciudades de Londres y Oxford y las tierras circundantes a Oxfordshire y Middlesex.
Una serie de invasiones escandinavas por el norte, forzaron a Eduardo a entrar en varias batallas entre fines del 918 y finales de 920. En ese momento, los escandinavos, los escoceses y los galos lo llamaban «padre y señor». Ese reconocimiento del señorío de Eduardo en Escocia llevó a que sus sucesores reclamaran soberanía sobre ese reino.
Murió liderando un ejército contra la rebelión cambro-merciana, el 17 de julio de 924 en Farndon, Cheshire. Sus restos fueron sepultados en la iglesia nueva de Winchester. Fue sucedido por su hijo Ethelweard, que vivía como un ermitaño en Bridgnorth, solamente tuvo 16 días de reinado, pues fue Murió en Oxford, al parecer asesinado por órdenes de su medio hermano Athelsan, el 2 de agosto de 924.