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Antecedentes
Guillermo el Conquistador de Normandía (45 años) lo primero que hizo fue legitimar su guerra contra Harold Godwinson (38 años), para ello sobornó al papado y obtuvo el permiso del Vaticano para invadir Inglaterra. Con esto ya no sería una guerra por las buenas, sino que el asunto adquirió un grado de guerra santa y los hombres que en ella participasen recibirían el perdón de Dios automáticamente, ganasen o perdiesen. El ejército normando portaría en la batalla el pendón de los Estados Pontificios, como si fuesen a combatir contra enemigos musulmanes, judíos o enemigos de la cristiandad. Se aseguró el apoyo del pueblo prometiendo recompensas, y finalmente también consiguió el apoyo del rey de Francia.
El duque Guillermo había reunido un ejército de unos 7.500 efectivos que incluía franco-flamencos (300 arqueros, 800 infantes pesados y 400 jinetes) mandados por Willian Ozbern y Eustaquio de Boloña, flamencos (800 arqueros, 2.130 infantes pesados y 1.070 jinetes) mandados por el propio duque y bretones (400 arqueros, 1.070 infantes pesados y 530 jinetes) bajo el mando de Alan Fergant. En total 1.500 arqueros y ballesteros, 4.000 infantes pesados y 2.000 jinetes. Para transporte disponía de 750 barcos.
A partir del 12 de agosto, y durante un mes completo, tuvo que quedarse en Dives. Estaba esperando la llegada de vientos favorables para poder zarpar. Llegado el 12 de septiembre pudieron partir hasta el pequeño puerto de Saint-Valery-sur-Somme y desde allí a los quince días partir a Inglaterra, cruzando el Canal de la Mancha en solamente un día. El 28 de septiembre desembarcó en Pevensey (Sussex).
En el momento que Guillermo desembarcaba, Harold se encontraba en York descansando después de la batalla y celebrando la victoria. El 1 de octubre recibió la noticia e inmediatamente dio las órdenes precisas para reunir de nuevo el ejército. Partió posiblemente el día 2 de octubre dirigiéndose a marchas forzadas a Londres con un ejército de unos 1.000 housecarles y 6.000 fyrds (su supone que había tenido 1.000 bajas en Stamfordbrige) y llegaría a Londres el 5 o el 6, recorriendo 300 km. Estuvo en Londres hasta el 11 de octubre, recorriendo los 90 km del camino hasta Hastings, con el fin de cerrar el camino de Londres a Harold e intentar sorprenderlo como había hecho con Handrada. Durante el trayecto había conseguido reclutar unos 1.500 hombres más, haciendo un total de 8.500.
Harold llegó a Hastings el 13, y eligió la colina de Senloc, que había elegido anteriormente como posible campo de batalla durante el verano. La colina tenía una pendiente suave, con pantanos al sur y el arroyo de Atsen, los flancos oriental y occidental los protegían profundos barrancos cubiertos de maleza espesa y por el norte una colina aún más pronunciada le daba protección.
Guillermo, que se encontraba acampado en Baldslow Ridge, al norte de Hastings, fue informado rápidamente de los movimientos de sus enemigos: como estos habían llegado al final del día, era obvio que descansarían esa noche y atacarían sorpresivamente a la mañana siguiente. Sabiendo esto, el duque se les adelantó y marchó con sus hombres al amanecer, partió sobre la 06,00 llegando a los pies de la colina sobre las 08:15 horas, después de haber recorrido 9 km.
Despliegue inicial
Los normandos, cuando llegaron a 1 km de los anglosajones, desplegaron en tres divisiones: la de la izquierda constituida por los bretones bajo el mando de Alan de Bretaña, la del centro mandada por Guillermo compuesta por normandos y la de la derecha los franceses y mercenarios flamencos bajo el mando de Eustaquio de Bolonia.
Cada división estaba constituida en tres escalones, en el primero iban los arqueros y ballesteros, en el segundo la infantería pesada y detrás la caballería.
Harold dispuso en los flancos a los fyrd, y en el centro los houscarles, formando en una falange con 12 filas de profundidad, apoyando sus defensas con una línea de estacas afiladas de madera al frente, el frente rondaría sobre 900 metros, apoyándose ambas vaguadas.
Primera fase
A las nueve de la mañana las tropas de Guillermo iniciaron su subida de la colina; los arqueros que iban delante iniciaron una lluvia de flechas sobre el enemigo, esperando debilitar las filas enemigas, sin tener mucho éxito debido a que tenía que disparar hacia arriba. Mejor le fue a la respuesta de los sajones, quienes lanzaron primero piedras con hondas, flechas, luego jabalinas y finalmente las franciscas (hachas arrojadizas), los anglosajones no disponían de muchos arqueros. Los atacantes sufrieron grandes pérdidas debido a la penetración de las armas arrojadizas. Tras esto, la infantería pesada normanda pasó a vanguardia y se produjo el choque entre ambas fuerzas. Cerca de las diez y media, los normandos no habían conseguido romper el muro, Guillermo dio la orden de retirada general para cambiar de táctica. Algunos anglosajones sobre todo los fyrds, abandonaron el muro y persiguieron a los que huían, la caballería sajona les hizo frente y les persiguió hasta su línea, causándoles muchas bajas. Una vez que se retiró la caballería, los anglosajones recogieron las armas arrojadizas del campo de batalla para usarlas de nuevo.
Segunda fase
Tras fracasar la infantería, Guillermo decidió usar su caballería pesada, formaron 4 grupos de unos 500 jinetes mandados por él mismo y su medio hermano Odo de Bayeux, Eutaquio y Alan, apoyados por los arqueros y detrás los infantes. Los de caballería avanzaron despacio debido a la pendiente, siendo recibidos por salvas de armas arrojadizas que molestaron a los caballos, finalmente cargaron contra el muro de escudos, primero emplearon sus lanzas y perdidas estas, emplearon el hacha o la maza. La infantería que venía detrás también cargó. Durante dos horas se sucedieron los ataques, cada vez que los normandos lograban abrir una brecha los sajones la volvían a cerrar. Ante la imposibilidad de romper el muro de escudos, decidió simular una retirada para atraer al enemigo fuera de su posición ventajosa.
Tercera fase
Cerca de las 13:00 horas, los flamencos y franceses empezaron a abandonar la colina, primero retiraron los arqueros, luego la infantería y después los jinetes que mantuvieron el contacto. Los anglosajones, creyendo que la victoria estaba el alcance de la mano; lanzaron gritos de triunfo y se lanzaron en persecución de los normandos, sobre todo los del flanco derecho, que tenía una pendiente más suave. Cuando se alejaron lo suficiente, los jinetes de Eustaquio dieron media vuelta y los atacaron; mientras que Guillermo al frente de su grupo de caballería les cortó la retaguardia, les rodearon y les masacraron, se dice que durante esta acción murieron miles de anglosajones entre ellos Gyrd y Leofwine, hermanos de Harold.
Cuando estaban atacando, Guillermo perdió a su caballo y se puso a luchar a pie cuando se propagó el rumor que había muerto, le dieron un caballo y el duque se echó hacia atrás el yelmo ante sus soldados y gritó: «Miradme bien. ¡Todavía estoy vivo y por la gracia de Dios aún resultaré vencedor!». Sin embargo, en ese momento los anglosajones estaban a punto de ganar la batalla, si hubiesen ordenado un contraataque general y hubiesen mantenido la su línea de forma continua.
Cuarta fase
Cerca de las catorce horas, Guillermo decidió reagrupar a sus hombres, y aprovechar el descanso para comer. Harold aprovecho ese tiempo para acortar su línea, pues sus fuerzas habían sido muy diezmadas por las bajas, sin embargo, seguía manteniendo la ventaja del terreno. El ejército normando había perdido también muchos de sus hombres y muchos de sus caballeros tenían que luchar a pie por haber perdido sus caballos.
A las 15:00 horas se inició el último ataque normando, que tardó media hora en llegar a la cima de la colina, porque la ladera estaba llena de restos de batalla anterior. El duque había ordenado a sus arqueros que disparasen con el ángulo de elevación muy elevado, con el fin de que las flechas volasen por encima de sus fuerzas y cayesen verticalmente sobre sus enemigos, obligándoles a levantar los escudos sobre sus cabezas, debilitando el muro de escudos.
Los normandos utilizaron la táctica de lanzar amagos de ataques para luego retirarse, para obligarles a bajar los escudos, y facilitar el tiro de los arqueros, incitando a los soldados sajones a perseguirlos, para que luego los jinetes les cortasen la retirada e impidiesen que recibieran auxilio; de este modo unidades enteras de sajones fueron masacradas y su muro de escudos empezó a perder demasiados hombres como para reemplazarlos, abriéndose brechas imposibles de cerrar. Al acortar el frente, también favoreció ser envuelto por las alas. Los anglosajones también agotaron sus armas arrojadizas, mientras que los normandos recibieron suministros y además pudieron recogerlas del suelo.
Fase final (15:30-17:30)
Una vez rota la línea, los normandos entraron en masa, atacando el interior del ejército sajón. Al atardecer, las fuerzas anglosajonas se deshicieron en varios grupos separados que combatían independientemente. En el crepúsculo, el rey Harold, que estaba al frente de los husecarles, fue alcanzado por una flecha en el ojo, muriendo. Los fyrds empezaron a huir a los bosques o a retirarse, en tanto que los husecarles continuaron resistiendo hasta fueron masacrados.
Los anglosajones supervivientes que pudieron huir a los campos cercanos de Oakwood Gill, se reagruparon y emboscaron a los normandos enviados en su persecución y para asegurar los bosques cercanos. Así lograron matar a Eustaquio de Bolonia.
Secuelas
Las bajas fueron terribles, se estiman en un 50 % de muertos anglosajones (4.500) y un 30 % de normandos (2.500), teniendo que recibir refuerzos tras la batalla.
El cuerpo de Harold fue entregado a Guillermo Malet para su entierro, Gytha la madre de Harold, ofreció su peso en oro, pero Guillermo rehusó considerando deshonroso recibir ese dinero, pero la permitió enterrarle en la iglesia de Walthan en Essex.