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En el 964 Olga abdicó en favor de su hijo Sviatoslav, el primer príncipe de la dinastía de los Rurik con nombre eslavo. Al contrario que su madre, el príncipe Sviatoslav siguió adorando a los dioses paganos, pensaba que sus soldados le perderían el respeto si abrazaba a la nueva fe.
Sviatoslav I de Kiev, conocido como el «Bravo«, fue famoso por sus campañas militares: destruyó el kanato de Bulgaria del Volga en el 965, el de los Jázaros en el 966, y el reino búlgaro del Danubio 967-972. Sometió, también, a los alanos y a otras tribus eslavas orientales, aliándose con los magiares y los pechenegos.
Guerra de la Rus de Kiev contra Bulgaria del Volga (964-965)
Poco después de su ascensión al trono, Sviatoslav comenzó a hacer campaña para expandir el control de la Rus sobre el valle del Volga y la región de las estepas. Las fuentes no están claras de las causas del conflicto, unos sugieren que la Rus tenía un interés en la eliminación de los jázaros en la ruta comercial del Volga, ya que los jázaros percibían derechos sobre los bienes transportados por el Volga; otros han sugerido que el Imperio bizantino pudo haber incitado a la Rus en contra de los jázaros, que estaban enfrentados con los bizantinos después de las persecuciones de los judíos durante el reinado de Romano I Lecapeno.
En el 964, Sviatoslav comenzó atrayendo a las tribus eslavas del este, vasallas de los jázaros a su causa. Los que no quisieron unirse a él, tales como los vyatichians, fueron atacados y obligados a rendir vasallaje a la Rus de Kiev en lugar de a los jázaros.
Partiendo por los ríos Oka y Volga, invadió la Bulgaria del Volga, su capital fue asaltada y saqueada en el 965, y el tributo exigido a la población local, que cayó bajo el control de Kiev en el curso superior del río Volga. En esta campaña empleó mercenarios oğuces y pechenegos para contrarrestar la superior caballería de los jázaros.
Destrucción del imperio Jázaro (966-969)
En 966, Sviatoslav I de Kiev finalmente entró en guerra contra los jázaros. Para su campaña, empleó a mercenarios oğuces y pechenegos. Sviatoslav destruyó la ciudad de Sarkel y es posible que saqueara Kerch, en Crimea, aunque sin ocuparla.
Sviatoslav recibió la invitación de Constantinopla para atacar Bulgaria y abandonó la campaña.
También es posible que el conflicto se viera espoleado por la decisión de los jázaros de cerrar el paso hacia el Volga como respuesta a la invasión de 943. En la Correspondencia Jázara, escrita aproximadamente entre 950–960, Yosef informa su papel como defensor de las políticas musulmanas de la región del mar Caspio contra las incursiones de los rusos: “Tengo que emprender una guerra contra ellos [los rus] porque si les diera la más mínima oportunidad, devastarían todo el territorio musulmán hasta llegar a Bagdad”. Los conflictos anteriores entre los musulmanes del ejército jázaro y los saqueadores rusos en el 912 podrían haber contribuido a la toma de estas medidas y a la hostilidad de los rusos contra el estado.
En el 968 o 969 continuó la campaña y destruyó Atil, la capital jázara. Poco después de la campaña de Sviatoslav, un hombre que visitó Atil escribió: “Los rus atacaron y en las ramas no quedaron ni toronjas, ni uvas, ni una sola hoja”. Ibn Hawqal es el único escritor que informó acerca del saqueo de Samandar, tras el cual los jázaros partieron hacia Rüm y al-Ándalus.
La campaña de Sviatoslav puso abruptamente fin a la prosperidad e independencia del estado jázaro. La destrucción del poderío imperial preparó el camino para que la Rus de Kiev dominara las rutas de comercio de norte a sur, atravesando la estepa y el mar Negro, rutas que antiguamente habían sido una importante fuente de ingresos para los jázaros. Además, la expedición de Sviatoslav causó un aumento en el número de asentamientos eslavos dentro de la región perteneciente a la civilización saltovo-mayaki, modificando inmensamente la demografía y cultura en el área de transición entre el bosque y la estepa.
Para más información ver el capítulo «guerras Jázaro-rusas«.
Guerra ruso-búlgara
El Emperador bizantino Nicéforo II Focas, en la decada de 960, se negó a pagar tributo a Bulgaria, con la excusa de una alianza entre búlgaros y magiares y desplegó sus fuerzas en la frontera.
En el año 967 o 968, el emperador bizantino, descartando un ataque directo, envió a su agente Kalokyoros a la Rus de Kiev para que convenciese a Svatioslav de que le ayudase en la guerra contra el Imperio búlgaro. Se le pagaron 15.000 monedas de oro a Sviatoslav para hacer frente a los gastos del viaje y la organización de un ejército de 60.000 hombres, la mayoría mercenarios pechenegos, para organizar un ataque kievano contra Bulgaria desde el norte.
Svatioslav se enfrentó al emperador búlgaro Boris, que disponía de unos 30.000 efectivos cerca de la ciudad de Dorostolón (actual Silistra). La batalla de Silistra o de Dorostolón continuó todo el día hasta el anochecer, pero finalmente los rusos se impusieron a los búlgaros derrotándoles y ocupando todo el norte de Bulgaria, haciéndose con 80 fortalezas búlgaras en el 968.
Sorprendidos por el éxito de su aliado y suspicaces acerca de sus verdaderas intenciones, el emperador Nicéforo II decidió firmar la paz con Bulgaria, concertando el matrimonio de sus pupilos, los niños emperadores Basilio II y Constantino VIII, con dos princesas búlgaras. Dos de los hijos de Pedro I fueron enviados a Constantinopla como negociadores y rehenes honorarios. Mientras tanto, Pedro logró poner neutralizar la amenaza de los kievanos gracias a la ayuda de sus aliados tradicionales, los pechenegos, que atacaron la Rus de Kiev, que sitiaron la ciudad de Kiev en el año 968. Inmediatamente, Sviatoslav regresó con su druzhina y liberó la ciudad del asedio, pero siguió estando bajo la amenaza de los pechenegos.
Guerra ruso-bizantina
En el verano del 969, Svatioslav abandonó la Rus de nuevo, dividiendo sus dominios en tres regiones, cada una bajo la regencia de uno de sus hijos. Mandó un ejército que incluía mercenarios pechenegos y magiares, que invadió Bulgaria de nuevo, devastando Tracia y capturando la ciudad de Filipópolis.
Nicéforo respondió reforzando las defensas de Constantinopla y adiestrando nuevos regimientos de caballería, pero durante este proceso fue asesinado y destronado por Juan Tzimisces, que se proclamó emperador.
Batalla de Arcadiópolis (970)
Juan Tzimisces intentó en primera instancia persuadir a Sviatoslav de que abandonase Bulgaria, a lo que el líder de la Rus respondió retando a la autoridad imperial, asediando la ciudad de Adrianópolis en el 970. Ese mismo año, el Emperador preparó la contraofensiva, él tenía que solventar una revuelta en Anatolia, así que ordenó a Bardas Skleros reunir una pequeña fuerza y reconocer el terreno. El líder ruso, enterado de la presencia del ejército bizantino, mandó una poderosa fuerza de unos 20.000 hombres para aniquilarlos. En su campamento había un espía bizantino, el cual tras saber la noticia advirtió al ejército bizantino.
Bardas Skleros, que había reunido un ejército entre 10.000 y 12.000 hombres, se dio cuenta de que no podía retirarse en orden pues el enemigo se encontraba demasiado cerca y además su misión era defender Tracia y una retirada dejaría toda la región a merced de los rusos. Bardas Skleros dividió sus fuerzas en tres destacamentos. Dos de ellos se apostaron ocultándose a ambos lados del camino y el tercero que estaba formado por la caballería tenía la misión de asaltar el campamento ruso para atraerlos a una emboscada. Los rusos habían acampado a 40 kilómetros de Arcadiópolis (Tracia). Sus tropas estaban formadas sobre todo por rusos, pero también había búlgaros y pechenegos.
La caballería bizantina cayó sobre los pechenegos y tras un duro y disputado combate los desalojaron del campamento. Cuando Bardas Skleros estimó que ya había pasado un tiempo prudencial, ordenó la retirada. Los pechenegos, seguidos por rusos y búlgaros, seguros de su victoria, persiguieron al ejército bizantino. Cuando las tropas pechenegas llegaron a la zona donde se encontraban las tropas emboscadas, estas salieron y atacaron por los flancos. Atacados de frente y por los flancos, las tropas pechenegas se desbandaron. En ese momento llegaron las tropas rusas y búlgaras que fueron desorganizadas por las tropas pechenegas en fuga y al ser atacados por los bizantinos no pudieron reaccionar.
El combate de Arcadiópolis, en resumen, se resolvió favorablemente a los bizantinos, que solamente perdieron unos 550 hombres. Pero los rusos y pechenegos sufrieron miles de bajas, y lo que fue peor, se rompió la alianza entre pechenegos y rusos. Al parecer estos primeros creían tomar parte de una expedición de saqueo, y no estaban dispuestos a una guerra abierta contra el ejército bizantino.
Batalla de Dorostolon o Silistra (971)
Cuando el Emperador logró aplacar la revuelta de Anatolia, se puso a la cabeza de una armada que liberó Bulgaria de Sviatoslav, capturando la ciudad de Marcianópolis, donde los rusos tenían cautivos a numerosos príncipes búlgaros.
Sviatoslav se retiró a Dorostolón (actual Silistra), donde reforzó sus defensas y esperó la llegada de los bizantinos.
En junio de 971, la vanguardia bizantina llegó a las murallas de la ciudad, los rusos salieron y se enfrentaron a ellos derrotándolos.
Cuando llegó el emperador Juan I Tzimisces con el grueso, situó su infantería pesada a vanguardia y los arqueros detrás para lanzar una lluvia de flechas, en las alas situó su caballería.
Los rusos salieron y desplegaron, cargaron protegidos por sus escudos y cuando ambas fuerzas chocaron, se produjo el cuerpo a cuerpo, la disciplinada infantería bizantina aguantó el choque. Hubo en total doce asaltos rusos, sin que estos consiguieran romper las líneas bizantinas. Por la tarde Tzimices decidió emplear la caballería, los catafractos rompieron las líneas rusas y estos se retiraron a la ciudad.
El Basileo procedió a sitiar la ciudad con una fuerza de unos 40.000 efectivos, que se prolongó por 65 días. Su ejército se vio reforzado por una flota de 300 barcos equipados con fuego griego.
Los bizantinos comenzaron el asedio y emplazaron el tren de asedio, que estaba mandado por Juan de Curcuas, comenzando a bombardear la ciudad con proyectiles. Los rusos respondieron asaltando por sorpresa las máquinas de asedio e incendiándolas, Juan Curcuas se suicidó, los rusos le decapitaron y su cabeza fue puesta en una pica y exhibida desde una de las torres.
Los rusos y sus aliados búlgaros que eran unos 38.000 fueron reducidos finalmente por el hambre.
A medida que escaseaban los alimentos y sus dificultades se hacían más intensas, Sviatoslav decidió hacer una salida con su druzhina (2.000 guerreros) a la que se unieron otros guerreros y un grupo de mujeres. Al anochecer del 24 de julio realizaron la salida, en el enfrentamiento un guardia imperial llamado Anemas, vio al príncipe Sviatoslav y cargó contra él, derribándole del caballo, siendo muerto por los guardias de Sviatoslav, en el lance murió un tal Ikmor que era el segundo en el mando. Anemas, según algunas fuentes, era hijo del emir de Creta, y que Ikmor mató a su padre durante el asedio bizantino de Creta.
Con el fin de apaciguar a sus dioses, sacrificaron a prisioneros y ahogaron a bebés y pollos en el Danubio, pero los sacrificios no mejoraron su posición.
Muerte de Sviatoslav
La Rus de Kiev sentía que era incapaz de romper el asedio y acordó firmar un tratado de paz con el Imperio bizantino. Vencido y rodeado, el príncipe tuvo que firmar un acuerdo con el basileo bizantino, en el que prometía abandonar los Balcanes, renunciar a sus derechos sobre Crimea y volver al oeste del río Dniéper. Para su regreso, Juan Tzimisces le proporcionó víveres y un pasaje seguro de vuelta, desembarcando en la isla de Berezán, en las fuentes del Dniéper, mientras que los bizantinos entraron Dorostolón y le cambiaron el nombre a Teodópolis, llamado así por la emperatriz reinante.
El ejército ruso acampó allí durante todo el invierno y algunos meses después una hambruna lo devastó (las crónicas recogen que por una cabeza de caballo no se pagaba ni a media grivnia).
Las bajas bizantinas se desconocen, las bajas rusas se estiman en 15.000, los 22.000 supervivientes recibieron raciones de pan para retirarse.
Temiendo que la paz con Sviatoslav no durase mucho, el balisleo bizantino indujo al kan pechenego Kurya a que matase al príncipe de la Rus de Kiev antes de que llegase a Kiev. Esta acción seguía la política descrita por Constantino VII en su libro De Administrando Imperio, que fomentaba el enfrentamiento entre la Rus de Kiev y los pechenegos. De acuerdo con las crónicas eslavas, Sviatoslav fue avisado del complot, y le aconsejó evitar los rápidos del río Dnieper, pero hizo caso omiso y atravesó la región de los pechenegos, siendo muerto en el 972. Su calavera fue colocada en el cetro del kan Pechenego, Kurya, otras fuentes dicen que se hizo una copa con el craneo.