Asedio francés de Sagunto (24 de septiembre al 26 de octubre de 1811)

Situación del ejército español en la zona de Valencia

Joaquín Blake fue nombrado jefe de los ejércitos Segundo y Tercero, así como de las divisiones expedicionarias de Zayas y de Lardizábal, que eran la DI-3/4 y la DI-4/4 del Cuarto ejército. Llegó a Valencia el 14 de agosto, quedando a sus órdenes el marqués del Palacio como capitán general de Valencia. En ese momento jefe del segundo ejército en Valencia, contaba sobre el papel con 5 divisiones de infantería, una de caballería y otra de reserva:

• DI-1/2, al mando del mariscal de campo José Miranda, el RI-2 de Saboya (1), RI de Castilla (2), RI de Ávila (2), RI-1 de cazadores de Valencia (1), y RI-2 de Valencia (2). Era la fuerza más importante del Segundo ejército, su cuartel general se encontraba en Segorbe y contaba con algo más de 4.000 efectivos, que acababan de regresar de Cataluña, tras el fallido socorro a Tarragona.
• DI-2/2, mandada por el coronel Luis María Andriani, la formaban el RI-1 de Saboya (1), RI Infante Carlos (2), RI- 1 de Cazadores de Valencia (1) y RI de Orihuela (1). Contaba con 3.000 efectivos, que habían sufrido un gran desgaste en las operaciones realizadas durante este año en el norte de la provincia de Castellón y que se encontraban en la zona Torreblanca-Oropesa. Sus batallones pasaron a guarnecer Sagunto y Oropesa durante el mes de septiembre y, el 23 de octubre, los restos de la división se incorporaron a la división volante, que se organizó.
• DI-3/2, mandada por el mariscal de campo Luis de Bassecourt, estaba compuesta por el RI Badajoz (3) y RI de tiradores de Cuenca. Tenía 1.500 efectivos, situados en la zona Requena-Utiel.
• DI-4/2, al mando del mariscal de campo José Obispo, incluía el RI Princesa (2), RI-2 de Soria (2), RI de Cariñena (2), RI de cazadores de Palafox (1), y RI voluntarios de Molina (1), RI de gastadores de Aragón (1), RI de voluntarios de Daroca (1), RI-1 de voluntarios de Aragón (1) y RI de tiradores de Doyle. Tenía 7.000 efectivos, de los cuales casi 4.000 eran reclutas y la división se hallaba en los límites con Teruel y Cuenca. El 1 de septiembre Blake ordenó que los RIs Princesa y Soria quedaran a las órdenes del mariscal de campo Pedro Villacampa para formar una división volante, acantonada en Bejís.
• DI-5/2, a las órdenes del célebre brigadier Juan Martín, el Empecinado, estaba integrada por RI voluntarios de Guadalajara, RI voluntarios de Madrid, Real Compañía de Alemanes y Tiradores de Sigüenza. Aunque su fuerza ascendía a más de 2.500 efectivos, estaba en proceso de reorganización lejos del reino.
• DC-/2 (división de caballería) de la que se hizo cargo el 12 de septiembre el mariscal de campo José Sanjuán. Contaba con el RD del Rey (4), el RD de la Reina (1), el RD de Numancia (2), el RC de cazadores de Valencia (2), el RC de Cuenca (3), el RH de Aragón (4) y una pequeña fuerza de Guadalajara, a los que se habían incorporado restos de Alcántara, Húsares Españoles, Maestranza de Valencia y Granada, procedentes de Tarragona, sumando alrededor de 2.500 jinetes. Entre la falta de caballos y las fuerzas destacadas (300 jinetes del Numancia con la DI-1/2, 200 del RC de Cuenca con la DI-3/2 y 230 de húsares de Aragón con la DI-4/2; Sanjuán solo tenía operativos 700 jinetes de dragones del Rey y de la Maestranza de Valencia.
• DI-R/2 (división de reserva), acuartelada en Valencia a las órdenes del mariscal de campo Bernardo Acuña, la formaban más de 6.000 reclutas que se encontraban todavía en período de instrucción, a falta de vestuario, armamento y oficiales que los encuadraran.

Poco después de su incorporación, Blake revistó las tropas de Segorbe, creó una fábrica de fusiles, pistolas y espadas de oficiales en Gandía, otra de vestuario en Alcoy y varios talleres en Valencia; visitó Sagunto el mismo 15 de agosto y salió para Segorbe el 22. La Junta Superior de Valencia y su Reino quedó establecida el 1 de julio de acuerdo con el reglamento aprobado en Cádiz a tal efecto. Por Castellón fue designado vocal Vicente Malaer, por Morella el marqués de San José y por Peñíscola José Falcó. El 17 de agosto Castellón se vio obligada a establecer un cordón sanitario, a cargo de los ciudadanos, ante la aparición de la fiebre amarilla en Cartagena. El 24 de agosto entró Montmarie en Benasal con 3.000 infantes y 300 jinetes y cobró una fuerte contribución.

Avance francés

Tras la caída de Tarragona el 28 de junio, Suchet recibió un despacho de Napoleón, fechado el 25 de agosto y transmitido por el príncipe de Neuchâtel. El mensaje llegó a Zaragoza el 3 de septiembre, en el se ordenaba invadir Valencia no más tarde del 15 de septiembre, para lo que disponía de 22.606 hombres, pues a 9.765 los tuvo que dejar en Aragón y en la Baja Cataluña. En Morella, igual que en Tortosa y Mequinenza, Suchet había establecido un gran almacén de víveres y, además, había establecido que cada regimiento debía llevar a retaguardia su propio rebaño de corderos.

El Emperador se dio cuenta de que Suchet necesitaba apoyo. Por tanto, el ejército de Wellington dejó por un momento de ser el punto central en el que se fijaba su atención. “Le principal objet aujourd’hui est Valence” (El principal objetivo de hoy es Valencia), escribió Berthier en obediencia al cambio de opinión de su maestro. Luego instruyó a Marmont de que el ejército del Centro tendría que extenderse hacia el este hasta Cuenca, para apoyar a Suchet.

En consecuencia el ejército de Portugal tendría que facilitar la tarea del rey de España, es decir, tropas de reserva para ocupar aquellas partes de Castilla La Nueva de las que José debía retirar hombres para la expedición a la frontera valenciana. Este fue solo el comienzo del plan, que terminaría distrayendo a un gran número de tropas de Marmont a la orilla del Mediterráneo. Finalmente, se ordenó a Marmont que reuniera un gran destacamento para ayudar a Suchet. Le llegó la orden de seleccionar un cuerpo de 12.000 hombres para marchar de inmediato sobre Valencia, y reservar 3.000 más para mantener la línea de comunicación con la fuerza expedicionaria.

Dos carreteras principales conducen desde el norte a Valencia: la que viene de Tortosa y Cataluña paralela a la costa del Mediterráneo, de la que nunca se encuentra a más de unos km de distancia, tenía el inconveniente de ser atacada desde la costa y encontrarse con las fortalezas de Peñíscola y Oropesa.

La otra, hacia el interior, y partiendo de Zaragoza, pasa por Daroca, Teruel, Barracas, Segorbe y Sagunto, donde se unía a la carretera de la costa, era apta para todos los vehículos. Pasaba por un país muy montañoso, era muy inferior como línea de avance a la carretera de la costa, pero no estaba bloqueada por ninguna fortaleza en manos de los españoles, pero entre Teruel y Segorbe estaba atravesado por numerosas crestas y barrancos muy aptos para la defensa.

Existía una tercera ruta, muy inferior a las otras dos, partía de Alcañiz, pasaba por Morella, San Mateo y desciende hasta la costa en Castellón de la Plana, 33 km al norte de Sagunto. No era apta para el tráfico rodado, y solo podía ser utilizada por infantería. Su única ventaja era que Morella, su punto central, había estado durante algún tiempo en manos francesas y contenía una guarnición y provisiones, lo que lo convertía en un buen punto de partida para una columna en marcha.

Suchet decidió utilizar los tres caminos y el avance se produjo en tres columnas:

• Primera columna la DI-2 de Harispe con 5.000 efectivos avanzó por Daroc, partió de Teruel el 15 de septiembre y llegó a Villafamés a donde llegó el 20 de septiembre.
• Segunda columna con la DI-4 italiana de Palombini con 6.219 efectivos. Partió desde la Baja Cataluña alcanzó Morella el 16 de septiembre y siguió por San Mateo, iba seguida por la DI-5 napolitana de Compère (1.500).
• Tercera columna avanzó de Tortosa hacia Benicarló, estaba mandada por el propio Suchet, llevaba DC de Boussard, toda la artillería de campaña al mando de Valée, los ingenieros del barón de Rogniat, la DI-3 de Habert y la reserva o BRI-I/1 de Robert, de la DI-1 de Musnier. El tren de asedio custodiado por la BRI-II/1 de Ficatier de la DI-1 de Musnier se quedó en Tortosa y emprendería el avance cuando se lo indicasen.

El 16 de septiembre la tercera columna pasó a Alcalá de Chivert, forzando a las partidas destacadas desde Peñíscola, que fueron obligadas a retirarse a la plaza, para lo que destacó al BI-II/114/I/1 de Ronfort y a 25 dragones del RD-24 para bloquear Peñíscola y continuó la marcha. Ronfort se estableció en Benicarló, se vio obligado a fortificar y rodear con un foso el convento de San Francisco, para resistir las continuas escaramuzas españolas procedentes de Peñíscola.

Poco después, Suchet tuvo que dejar en Torreblanca 500 efectivos del RI-2 de la Legión del Vístula para colaborar en el bloqueo de Peñíscola. La falucha Intrépido, al mando del marqués del Moral, hostigaba con sus fuegos a los sitiadores de la plaza.

El 17 de septiembre la brigada Robert culminó la llegada de toda la columna a Alcalá, donde esta se quedó hasta el 19 de septiembre, para dar tiempo a Palombini a alcanzar su altura por la derecha.

El 19 de septiembre, Suchet se trasladó a Torreblanca, pero al ver que el fuego artillero procedente de Oropesa cortaba el camino; envió un destacamento integrado por 1 BIL del RIL-5 y 80 dragones del RD-24. El destacamento tuvo un fuerte y violento combate con los españoles con bajas por ambas partes. Suchet prefirió dejar fijadas a Peñíscola y a Oropesa, y se desvió por la ruta San Mateo-Castellón, entrando en la tarde del 19 en Cabanes, donde coincidió con la BRI-I/4 de Saint Paul. La artillería tuvo que regresar a Morella debido al desprendimiento de rocas que cortó el paso. En Cabanes se le unieron las DI-2 de Harispe y los napolitanos de Palombini. En total eran unos 22.000 efectivos con caballería y artillería los que marchaban hacia Valencia.

Oropesa había recibido como refuerzo una Cía del RI Saboya, ya que solo contaba con una veintena de artilleros y un pelotón del RI-1 de cazadores de Valencia. Otra Cía del RI Saboya se incorporó a la Torre del Rey, pues solo la guarnecía un pelotón del Infante don Carlos y una docena de artilleros. En el enfrentamiento, los 80 dragones franceses del RD-24 barrieron a los 180 jinetes de del RD del Rey (2) que les hicieron frente.

Movimientos españoles

Blake hizo avanzar a la DI-/2 desde Segorbe hasta Barracas para tantear a las fuerzas francesas, revistó el 13 de septiembre a la división volante en Bejís y retiró a la DI-1/2 Segorbe al tener noticias de que Carrión ya estaba ocupado por los franceses. Ordenó que la DI-2/2 se retirase a Villarreal y la caballería de Sanjuán a Castellón; reforzó con 800 reclutas de la reserva del BI-III de Cazadores de Orihuela, embarcándolos desde Valencia; allí, como en las inmediaciones de Oropesa, dejó destacamentos de observación. Tras comprobar que el avance francés alcanzaba Peñíscola, ordenó a Obispo reunir en Bejís la DI-4/2, donde dejó a los reclutas, y con el resto y con la división volante se dirigió a Segorbe.

Reforzó a Obispo con 1 BI de la DI-1/2, al que se le ordenó trasladarse a Sagunto (Murviedro); la DI-3/2 pasó a Valencia y la DI-2/2 fue retrocediendo hasta Sagunto, conforme avanzaban los franceses. Mientras Blake se mantenía entre Sagunto y Almenara, unos 600 paisanos de las milicias y guerrillas de Castellón y una fuerte partida de caballería desplegaban en el puente del río Mijares.

Reconocidas las posiciones por el general Habert, envió un grupo del RD-24, que rompió la formación de los 500 a 600 dragones del Rey y de la Reina, dispersándolos, así como a las compañías de paisanos. La persecución se mantuvo hasta Nules, perdiendo 31 muertos y 25 prisioneros.

El ejército español se hallaba en Benicarló, pero al conocer el avance francés, se retiró a las elevaciones de Oropesa, y no paró hasta el Coll de Almenara. Cientos de familias de Castellón y de otras poblaciones vecinas huyeron despavoridas ante el imparable avance francés. Mientras la DI-5 napolitana de Compère bloqueaba Oropesa y la BRI-I/2 de Ficatier (de la DI-2 de Musnier) protegía las comunicaciones hasta Tortosa, pues los guerrilleros amenazaban a los convoyes procedentes de allí y de Morella. Para proteger las comunicaciones entre Alcañiz y Morella, llegó a finales de septiembre el BIL-III/2 italiano, por Navarra desde Francia, estableciéndose en esa ruta.

En Cabanes se le unieron las divisiones de Harispe y los napolitanos de Palombini. En total eran unos 22.000 hombres con caballería y artillería los que marchaban hacia Valencia.

Mientras, la DI-4/2 de Obispo, con 3.000 hombres, acampaba entre Soneja y Torres-Torres, la primera columna francesa de la DI-2 de Harispe se desvió por Lucena y Villafamés, evitándola y se reunió con las otras columnas el 19 de septiembre. Palombini ordenó a su BRI-II/4 de Balathier (RI-5 y RI-6), avanzar contra Obispo, la vanguardia formada por dragones de Napoleón, estaba mandada por de Rigny, ayudante de Suchet.

El 21 de septiembre a las 02:00 horas, Suchet salió de las inmediaciones de Cabanes, entrando por la tarde en Castellón, donde nombró gobernador civil al marqués de Usátegui, alcalde a Luis Bellver y gobernador militar a Alcosinci, y a las 05:00 horas alcanzó Villarreal. Allí se les enfrentó Guijarro con 200 jinetes, que fueron empujando las patrullas avanzadas francesas, llegando unos y otros a Nules a las siete de la mañana. Ese mismo día, los franceses entraron en Villarreal.

El general Blake, al frente del Segundo ejército español, que había situado en Sagunto su cuartel general, se retiró a Valencia con todos sus hombres, dejando un destacamento para la defensa de la plaza. La tarde del día 22, ante la proximidad del enemigo, entraron en el castillo de Sagunto 5 BIs (unos 2.900 hombres) al mando del coronel Luis María Andriani, nombrado gobernador de la plaza. Blake se llevó consigo lo mejor del ejército dejando en Sagunto a los soldados más inexpertos, la mayoría recién reclutados y algunos de ellos sin tan siquiera uniformidad. Disponían de 17 cañones (3×12, 2×8 y 9×4) y 3×7 obuses, insuficientes para la defensa de la plaza como demuestra que los franceses, una vez conquistada la fortaleza, la dotaron con medio centenar de cañones, muchos de ellos de grueso calibre (16×24).

El 23 de septiembre entraba Suchet en Nules, donde fortificó la ermita de San Miguel y convirtió en cuartel la iglesia de la Sangre, dejando un destacamento al mando de un comandante. Suchet avanzó con cautela, llegando a Almenara el ese mismo día 23, donde dejó de reserva la BRI de Robert, y salió al día siguiente hacia Sagunto; había tardado menos de 8 días en cruzar toda la provincia de Castellón.

Inicio del asedio de Sagunto (24 de septiembre de 1811)

La columna del general Harbert acampó al norte, en el monte del Cabeçol próximo a la ciudad de Sagunto. El mismo día 23 cruzó el río Palancia y entró en la ciudad, montando barricadas y rodeando el cerro del Castillo. La columna del general Harispe acampó al sur de Sagunto, a las faldas de los montes de Gausa. El general Palombini y su división italiana acamparon entre Petrés y Gilet, al noroeste, cerrando el camino que comunicaba con Aragón.

La guarnición del castillo de Sagunto estaba mandada por el coronel Luís Andriani con 2.663 efectivos (RI Savoya [2], RI Infante Carlos [2], RI voluntarios de Orihuela [1], 150 artilleros con 17 cañones). La fortaleza estaba dividida en 4 plazas diferenciadas, mandadas por el coronel Sánchez Cisneros, el Tcol Verges, el coronel Ortega y el Tcol Gómez Cuesta.

El 25 de septiembre, Ronfort, que había quedado en Peñíscola para vigilar a la guarnición, tuvo que hacer regresar a la plaza a una fuerte partida que había realizado una salida. El 29 de septiembre, el coronel Millet con 300 infantes y 50 jinetes atacó en Vall de Uxó a una partida de un millar de paisanos armados, dispersándolos y causándoles cuarenta muertos. El 1 de octubre, una columna de 500 a 600 hombres salió de Peñíscola con una pieza de artillería de pequeño calibre y atacó una casa almenada que ocupaba el RI-114, en el punto en el que el camino de Peñíscola retoma la carretera a Tortosa; el jefe de BI Ronfort, comandante de Benicarló, se lanzó al encuentro de los españoles, les atacó y les capturó 1 oficial y 8 soldados, aunque no logró evitar que hicieran volar la casa y volvieran a entrar en Peñíscola, con su cañón.

La acción fue particularmente activa en Onda, donde una columna de infantería francesa ocupó el pueblo el 2 de octubre, matando algunas decenas de paisanos y el resto de los vecinos huyó a los montes inmediatos. Pocos días después las tropas españolas desalojaron a los franceses, dejando una guarnición en la ciudad y convirtiendo el convento de Santa Catalina en hospital.

Primer asalto a Sagunto (28 al 29 de septiembre de 1811)

La noche del 28 al 29 de septiembre, por la noche los franceses intentaron entrar en el castillo por sorpresa. Dos columnas, cada una de 300 hombres, estaban formadas por voluntarios de la DI-2 de Habert. Se montó una tercera columna de apoyo de similar tamaño en la localidad de Sagunto, en la base de la colina del castillo. Habert tenía 2.000 hombres listos para apoyar un avance. Para engañar a los defensores, 6 Cías de italianos de Palombini montarían un ataque de distracción contra otra parte de la fortaleza. Suchet esperaba que el asalto fuera una sorpresa.

En la oscuridad, las partidas de asalto francesas se deslizaron hacia una gran cisterna que estaba cerca del antiguo teatro romano. Ese punto, estaban a 110 metros de las dos brechas. Por algún accidente, sonaron los disparos y las columnas de asalto salieron de su refugio prematuramente, solo para encontrar a los defensores españoles alerta. Los atacantes pudieron plantar varias escaleras contra la muralla, pero las tropas españolas lucharon con desesperado coraje. Todos los franceses que llegaron a la cima del muro fueron muertos y las escaleras derribadas.

Los franceses avanzaron con valentía, pero los defensores mantuvieron sus posiciones con firmeza. A medianoche, los hombres de Palombini lanzaron su ataque de distracción, que fue recibido con fuego de fusil. Sin embargo, esto no provocó que la guarnición transfiriera tropas lejos del ataque principal. La tercera columna estaba comprometida con el asalto principal, pero este esfuerzo también fracasó. Finalmente, los supervivientes se pusieron a cubierto. Por fin, Suchet autorizó la retirada de las columnas asaltantes. El mariscal admitió pérdidas de 247 muertos y heridos, aunque otra fuente afirmó que 360 hombres fueron víctimas, incluidos 52 italianos. Con el triunfo de los españoles que adquirieron buena dosis de moral.

Ese mismo día 29 de septiembre, Polombini atacó a las avanzadas españolas, mandadas por Mariano González Moreno, en Torres dispersó a varios grupos de paisanos armados, y arrolló a la vanguardia española en el camino de Soneja, haciéndola huir hacia Segorbe, donde se encontraba Obispo. Polombini envió a la BRI-I/4 de Saint Paul (RIL-2 y RI-4) contra Obispo, al que atacó de flanco, provocando la retirada que se convirtió en desbandada, siendo perseguidos por la caballería francesa. Los españoles se dispersaron protegidos por el RI de Cariñena, mandado por el coronel Ramón Gayán. Los franceses llegaron a Segorbe, hasta donde se desplazó Palombini el 30 de septiembre con la BRI de Balathier, la BRI de reserva de Robert, los dragones de Napoleón y 2 piezas de artillería de campaña. Unos 3.000 efectivos de Blake defendían Peñíscola y el Bajo Maestrazgo, y unos 4.600 cubrían Segorbe y la sierra de Espadán.

El 7 de octubre, comenzó el traslado de la artillería de sitio desde Tortosa hasta Sagunto, en total, 70 piezas, protegidas por las baterías establecidas en Benicarló, Oropesa y Benicasim, pues las guerrillas atacaban a las unidades encargadas de proteger la ruta.

Para despejar la ruta, era necesario tomar la torre del Rey en Oropesa, las fuerzas de Suchet rodearon el pequeño castillo e invitaron a la guarnición a capitular. El 11 de octubre algunos barcos españoles consiguieron salvar a la guarnición allí encerrada. «El día 11 llegaron algunos barcos españoles procedentes de Valencia con la intención de salvar a la guarnición que estaba allí encerrada. Resultó imposible interceptar la operación, a pesar de los esfuerzos de la artillería ligera italiana y de los granaderos y volteadores del Vístula que avanzaron hasta la playa para impedir el embarque. En la torre encontramos dos piezas. Nuestra pérdida en Oropesa consistió en treinta y un hombres, entre ellos seis muertos. La ocupación de este castillo dejó el camino libre y abrió el paso a toda la artillería destinada a sitiar Sagunto«.

Segundo asalto francés a Sagunto (18 de octubre de 1811)

El 16 de octubre, tras 24 días de sitio, a las 6 de la mañana los franceses rompieron el fuego con 4×24 cañones, 4×8 morteros, y 5 obuses. Arrojaron ese día 500 balas y 700 granadas. La superioridad del fuego francés era tremenda. Los españoles perdieron un cañón y un obús.

El 17 de octubre, los ingenieros informaron que había una brecha en las defensas españolas en el reducto del Dos Mayo. Suchet ordenó un asalto para esa noche. La noche del 17 al 18 de octubre, las tropas francesas se prepararon para el asalto, 400 granaderos de la DI de Habert bajo el coronel Matis, se dirigieron al ataque y fueran apoyados por los italianos de Palombini. Los cañones de asedio golpearon la brecha hasta el último minuto, causando pérdidas entre los defensores, habiendo detectado los preparativos, valientemente acudieron a sus puestos apilando sacos de arena y otros obstáculos en la brecha. A las 5 de la mañana, los hombres de la columna de asalto se precipitaron contra las defensas y alcanzaron la mitad de la brecha antes de ser detenidos por un fuego intenso.

Los pocos soldados franceses que se abrieron paso hasta la cima fueron acuchillados o disparados. El asalto fue un completo fracaso y Habert pronto ordenó a los hombres que retrocedieran. Suchet admitió haber perdido 173 muertos, pero el total real estaba más cerca de las 500 bajas por 180 españoles. Suchet fue de nuevo humillado y decidió reforzar la artillería de grueso calibre con 5×24 cañones, 2×10 morteros y 2×6 morteros, 22 piezas de artillería en total.

Cada día caían unas 1.500 balas de grueso calibre y otras tantas bombas y granadas de los obuses y morteros. Con el incesante cañoneo las brechas se iban haciendo enormes. Los víveres y el agua escaseaban. Con esta situación desesperada, los defensores de Sagunto vieron aparecer la mañana del 25 de octubre, tras 32 días de sitio, al ejército español procedente de Valencia y mandado por el general Blake, que llegaba para socorrerles.

Batalla de Sagunto o de Puzol (25 de octubre de 1811)

Mientras Suchet asediaba Sagunto, en Valencia, un ejército se estaba reuniendo para socorrer a la sitiada guarnición, estaba formado por los ejércitos Segundo (valenciano) de Blake, Tercero (murciano) de Mahy, y Cuarto expedicionario de Lardizábal, en total 28.000 efectivos bajo el mando de Blake contra los 20.000 de Suchet. Independientemente de las dudas de Blake, la gente de Valencia exigía una acción acorde con la valiente defensa que se estaba adoptando en Sagunto.

La defensa de Sagunto hizo que Suchet perdiera más tiempo del previsto en tomar el castillo y permitió a Blake reunir su ejército y esperar a Lardizábal y a Mahy. Este salió de Murcia y pasó por Cuenca antes de dirigirse a Valencia. El día 23 de octubre llegó a Liria (a unos 30 km de Valencia y a 30 km de Sagunto). El resto del ejército español aguardaba acampado en las proximidades de Valencia.

Despliegue de las fuerzas españolas

Así, el día 24 de octubre, tras la señal de 3 cañonazos, salió todo el ejército español a las órdenes de Blake desde Valencia hacia Sagunto, con el fin de encontrarse con Suchet. La misma noche del 24 de octubre, Blake situó su cuartel general en El Puig, a 10 km de Sagunto. El mariscal de campo José Zayas tardó más de lo previsto en llegar al Puig debido a los problemas que tenía su artillería por los malos caminos:

• Ala derecha dejando un espacio con el mar cubierto por una corbeta inglesa de 18 cañones y 7 cañoneras españolas, desplegó el Cuarto ejército con 6.000 efectivos en 17 BIs y 6 Escons:
  • BRC de Loy con 400 efectivos en 6 Escons (1 EC de Cuenca, 2 ECs de granaderos, 1 EC del Rey, y 1 EH de Castilla, Bía a caballo de 1×4 cañón y 1 obús), entre el Puig y la Cartuja de Ara Christi.
  • DI-1/4 de Lardizábal se estableció más a la izquierda en la Cartuja con 3.000 hombres en 8 BIs (BIL Campo Mayor, RI de Murcia, RI-2 de Badajoz, RI África, BIL tiradores de Cuenca, 2×12 y 2×8 cañones y 2 obuses).
  • DI-4/4 de Zayas se situó a retaguardia con la misión de envolver el flanco izquierdo francés, disponía de 2.500 efectivos en 9 BIs (BIL ce cazadores combinados, 2 BIs de Guardias Españolas, BI voluntarios de Ciudad Rodrigo, 2 BIs voluntarios de la Patria, 1 BI Imperial de Toledo, 1 BI de Guardias Valonas, 1 BI Legión Extranjera, 2×12 y 2×8 cañones, y 2 obuses).
• Reserva derecha
  • DI-3/2 de Campo Sureda con 5 BIs: BRI-I/3/2 de Velasco con 2.000 efectivos en 3 BIs (1 BI voluntarios de Castilla, 1 BI de Ávila y 1 BI provisional) situada en el Puig. La BRI-II de Ruiz de Liory con 1.125 efectivos en 2 BIs (1 BI del Infante Carlos y 1 BIL provisional), situada en el puente del barranco de Picador al norte de La Cartuja.
  • DC-/2 de Caro con 10 Escons: BRC-I/2 del coronel Chacón con 550 efectivos en 7 Escóns (4 EDs de Numancia, 1 EC de Alcántara, 1 EH Españoles, 1 EH de Granada); la BRC-II/2 del coronel Salcedo con 260 efectivos en 3 Escóns (2 ECs de Cuenca y 1 EC de cazadores de Montaña).
• Ala izquierda el Segundo ejército bajo O’Donnell con 13 BIs y 5½ Escóns
  • DI-1/2 de Miranda con 4.300 efectivos estaba a la derecha en 8 BIs, entre Els Germanells y el pueblo de Rafelbuñol (2 BILs de cazadores de Valencia, 1 BIL de cazadores combinados, 2 BIs de Valencia, 2 BIs de voluntarios de Castilla, 1 BI de Ávila, 2×12 y 2×8 cañones y 2 obuses).
  • BRI-I/2/2 de Villacampa estaba a la izquierda con 2.000 efectivos en 5 BIs (BI voluntarios de Molina, 2 BIs de la Princesa, 2 BIs de Soria, 2×8 cañones y 2 obuses).
  • BRI-II/2/2 del coronel O’Ronan estaba en la extrema izquierda con 1.150 efectivos 2 BIs (BI voluntarios de Aragón, BIL cazadores de Valencia) y ½ ED del Rey, para enlazar con Obispo.
  • BRC de Sanjuán estaba a retaguardia con 550 efectivos (2 ECs de cazadores de Valencia, 3½ EDs del Rey).
• Reserva centro-izquierda el Tercer ejército de Mahy con 4.800 efectivos en 8 BIs y 7 Escóns:
  • DI de vanguardia BRI del coronel Terreros con 1.100 efectivos en 2 BIs (BIL tiradores de Cádiz y BI voluntarios de Burgos).
  • DI-1/3 del brigadier Montijo con 1.650 efectivos en 4 BIs (2 BIs de Badajoz, 2 BIs de Cuenca).
  • DI-2/3 del brigadier Creagh de Lacy con 1.300 efectivos en 2 BIs (BI de la Corona, BI Alcázar de San Juan).
  • BRC de Osorio con 700 efectivos en 7 Escons (2 EDs Pavía, 2 EDs de Granada, 1 EH de Fernando VII, 1 ED de la Reina, 1 ED de Madrid).
• Ataque simulado: la DI-2/4 de Obispo con 4.000 efectivos 6 BIs y 4 Escons (1 BIL de tiradores de Doyle, 2 BILs de cazadores Campo de Cariñena, 1 BI de Ávila, 1 BI de voluntarios de Aragón, 1 BI voluntarios de Daroca, 1 ED de la Reina, 2 EHs de Aragón). Debía esperar en Naquera y empezar la batalla con un ataque demostrativo en la sierra Calderona.

Esa noche, en el cuartel general de Blake situado en el pueblo de El Puig, se reunieron los oficiales y recibieron cada uno las órdenes pertinentes y horas en las que debían romper el fuego.

Despliegue de las fuerzas francesas

Mientras tanto Suchet continuaba con su asedio a Sagunto ignorante de los movimientos que se estaban produciendo. Alertado por un confidente suyo vecino del Puig cerca de la medianoche, Suchet dio la voz de alarma mediante 3 grandes hogueras y decidió esperar a los españoles, listos para enfrentarse al amanecer. Tenía que dejar fuerzas para impedir la salida de la guarnición de Sagunto y evitar que destruyera su tren de asedio y sus obras. Con este fin, envió la BI-II/4 italiana de Balathier 4 BIs (RI-5 y RI-6) y el RI-117 (2) de la DI-3 de Habert para continuar el bloqueo. Además, envió la DI-5 napolitana de Compère con solo 1.390 efectivos en 3 BIs (RIL-1, RI-1 y RI-2) que estaban estacionados en Segorbe, bajaron para situarse entre Petrés y Gilet y proteger así el flanco derecho francés y tener controlado el camino a Segorbe. Esto dejaba solo a 16.000 hombres para hacer frente al ejército de Blake que se acercaba. Decidió, entonces, situar sus fuerzas en línea entre La Vall de Jesús y el mar (al sur de Sagunto, cerca de Puzol) en un frente de 5 km:

• Ala izquierda cerca del mar:
  • DI-2 de Habert, con 2.600 infantes en 6 BIs (RI-16 [3], RI-117 [1], y RIL-5 [2]).
  • RD-24 (2, 400).
• Centro: en cobertura 400 húsares del
  • RH-4 (2, 400) en cobertura.
  • La artillería bajo el general Valée con 3 Bías con 18 cañones.
  • DI-2 de Hiraspe con 3.600 infantes en 9 BIs (RI-116 [3], RI-7 [4], RI-3 del Vístula [2]).
• Ala derecha:
  • BRI-II/2 de Chlopicki de la DI-2 de Harispe con 1.970 efectivos en 5 BIs (RI-44 [2] y RI-2 del Vístula [3]).
  • BRI-1/1 de Robert de la DI-1 de Musnier con 2.500 efectivos en 5 BIs (RI-1 del Vístula [2] y RI 114 [3]).
  • RD dragones de Napoleón (4, 466).
• Reserva
  • BRI-I/4 Saint Paul de la DI-4 italiana de Palombini con 1.970 efectivos en 4 BIs (RIL-2 [2] y RI-4]).
  • RC-13 (4, 584) bajo el general Boussart.

Desastre en el flanco izquierdo

El ataque empezó en el ala derecha francesa, la BRI-I/1 de Robert que había tomado una posición fuerte en las colinas, apoyada por los dragones de Napoleón. Al ver que los españoles se acercaban con fuerza a su derecha, Suchet la reforzó enviando la BRI-II/2 de Chlopiski. Como brigadier principal, Chlopiski tomó el mando de esta ala del ejército francés.

Carlos O’Donell mandaba la izquierda española, debía avanzar en oblicuo (BRI-II/2/2 del coronel O’Ronan, BRI-II/2/2 de Villacampa, y la DI-1/2 de Miranda) por el camino de Lliria hasta embestir a los franceses. El total del ala izquierda con la reserva sumaba 16.000 hombres, de los cuales 1.700 eran de caballería, y 14 piezas de artillería.

Las fuerzas españolas avanzaron en 3 columnas escalonadas de izquierda a derecha, empujando a los tiradores y voltigeurs franceses. Las acequias, garrofales y moreras, los vallados y las cercas no consentían maniobrase el ejército en línea contigua, ni tampoco que el general en jefe, situado como en las alturas del Puig, pudiese descubrir los diversos movimientos.

Mientras en el flanco derecho, la DI-1/4 de Lardizábal apoyaba con un ataque avanzaba en dos columnas, una por el camino real hacia Hostalets, otro dirigiéndose a un altozano, vía del convento de Vall de Jesús. Al mismo tiempo la DI-4/4 de Zayas avanzaba por Puzol tratando de envolver el flanco francés por el lado de la costa.

La izquierda española cuando estaba empujando a los escaramuzadores franceses, a las 07:00 horas, los 2 BIs de O’Ronan fueron los primeros en llegar y chocaron con la BRI-I/1 de Robert y fueron rechazados.

Luego se acercó la BRI-II/2/2 de Villacampa, Chlopiski respondió con una carga general. La BRI-I/1 de Robert cargó contra el frente y la izquierda de la BRI-II/2/2 de Villacampa deteniéndola y luego empujándola de regreso por donde habían venido. A continuación, los dragones italianos de Napoleón cargaron contra la izquierda expuesta de la DI-1/2 de Miranda, mientras que el RI-44 lanzó voleas hacia el frente y la derecha. En cuestión de minutos, toda la izquierda española había sido completamente derrotada por completo.

La BRC de San Juan intentó detener el avance francés y restablecer el orden en las líneas españolas, pero pronto fueron derrotados por los dragones italianos, y se unieron a la huida.

La DI de reserva del general Mahy que acudió con retraso para contener la cometida de los franceses Logró estabilizar 2 BIs, de los RIs de Cuenca y Molina, para actuar como retaguardia, pero el resto de su ala fue dispersada o capturada por los jubilosos franceses.

La fuerza de Obispo, que finalmente llegó con retraso a la extrema izquierda, se retiró por el mismo camino que había venido.

Derrota en el flanco derecho

Mientras tanto, la derecha progresaba mejor. Suchet había divisado el cerro hacia el que se dirigía Lardizábal y mandó hacia allí al general Harispe con los húsares. Pero llegaron demasiado tarde. Wenceslao Prieto se había apoderado del cerro y había plantado allí la artillería. Los cercados de Sagunto, viendo la ocupación del cerro, y creyendo ya próximo el momento de su libertad, prorrumpieron en clamores y demostraciones de alegría.

Situaron en El Puig con 3 BIs de la división de reserva de Velasco, el resto se envió a cubrir el puente Picador, envió a sus divisiones veteranas hacia delante. Dispuesta en dos líneas, la división de Lardizábal tomó posesión de un montículo bajo que, sin embargo, dominaba la llanura circundante. Al mismo tiempo, Zayas, con su derecha cubierta por el fuego de las cañoneras aliadas, empujó a Habert hacia atrás de Puzzol.

Buscando recuperar la iniciativa y neutralizar a la batería española que bombardeaba su línea desde su posición en el montículo, Suchet ordenó a la BRI-1/2 de París DI-2 de Harispe que avanzara para retomarla. La DI-2 avanzó en orden mixto con el RI-7 (4) formado en columnas de batallón el RI-116 (3) a la derecha, su izquierda estaba cubierta por el RH-4 de y 1 EC del RC-13 de coraceros. La lucha en el alto fue muy dura, París fue herido; lo mismo varios oficiales más; caballo de Harispe fue muerto; siendo rechazados los franceses en varias ocasiones, pero finalmente los franceses se impusieron y se adueñaron de la altura.

Lardizábal reordenó su división en una sola línea de 8 BIs y 2 Bías. Para contrarrestarlo, Suchet llevó una Bía para enfilar a la derecha española.

En este momento, la fuerza de caballería combinada de Juan Caro Loy y Casimiro Loy cargó contra los franceses dispersando a los húsares y coraceros superados en número. La brigada de Loy giró a la izquierda, capturando 3 cañones y amenazando con enrollar la DI de Harispe. Caro persiguió a la caballería en ruta por la retaguardia. Este fue el momento de crisis para los franceses, ya que el resultado del día estaba en juego.

La firmeza y la experiencia del ejército de Suchet salvó el día. El RI-116 formó una línea oblicua para mantener a raya a la caballería española, mientras que Gonneville lideró a los escuadrones de coraceros restantes en un enérgico contraataque que envió a la caballería española hacia el puente sobre el barranco Picador. Suchet ordenó a su última reserva de infantería, la BRI italiana de Saint-Paul, que emergieron de los olivares para atacar el flanco izquierdo de Lardizábal. Atacada por dos lados y desprotegida por la caballería, la DI de Lardizábal retrocedió en una retirada que rápidamente degeneró en derrota.

Retirada y bajas

Zayas se retiró cuando vio rota la DI de Lardizábal. Los españoles abandonaron Puzol, ya que estaban en peligro de ser rodeados por el avance francés. Su retirada fue seguida vigorosamente por Habert y solo una valiente acción de retaguardia de los Guardias Valonas permitió a Zayas llevar al resto de su división de regreso a El Puig. Suchet envió al RD-24, lo último de sus reservas, envolver las fuerzas españolas en retirada. Sin embargo, esta realineación tomó el tiempo suficiente para permitir que Blake se retirara sin ser molestado.

El resultado de la batalla fue por parte de los españoles de 1.000 muertos y heridos y 4.681 prisioneros, de los cuales dos eran generales (Casimiro Loy y Juan Caro). También les fueron capturados 4.200 fusiles, 12 piezas de artillería y 4 banderas.

Por los franceses sus bajas fueron de 1.280 muertos y 596 heridos.

Rendición de Sagunto

Al día siguiente de la batalla, el 26 de octubre por la mañana, la artillería francesa continuó con el asedio a Sagunto y ensanchó lo suficiente la brecha para que “muchos hombres de frente” pudieran montar el asalto.

Suchet decidió aprovechar el abatimiento de los españoles tras el resultado de la batalla y escribió al gobernador de la plaza, Andriani, ofreciéndole la rendición y anunciándole la derrota de Blake y la imposibilidad de que este volviera a rescatarle. Se le mostraron las banderas capturadas, los cañones y los prisioneros.

Andriani aceptó la rendición. Se firmó a las 9 de la noche del día 26 de octubre. Con la luz de la luna comenzaron a salir los 2.571 hombres que quedaban en el fuerte. Salieron por la brecha abierta los batallones formados, con la bayoneta armada y las banderas desplegadas, deponiendo las armas al pie de la brecha.

Así, tras 34 días, acabó el sitio de Sagunto. Blake había perdido la fortaleza y su ejército de campaña había disminuido mucho en número y aún más en confianza. Evidentemente, era imposible que volviera a intentar tomar la ofensiva. Pero todavía estaba en posesión de Valencia y de todos sus recursos, y sus líneas cuidadosamente fortificadas a lo largo del Guadalaviar eran tan fuertes que incluso un ejército derrotado podría hacer que algunos los respaldaran. Todavía tenía, después de todas sus pérdidas, más de 22.000 hombres en armas.

Suchet, sin embargo, había decidido no atacar de inmediato; y cuando hubieran transcurrido algunos días y los españoles hubieran tenido tiempo de asentarse en las líneas, sin duda hubiera sido peligroso atacarlos con el modesto número que aún tenía en línea el ejército de Aragón. La posibilidad habría sido presionar con fuerza la persecución, el mismo día después de la batalla. Pero cuando el mariscal había contado sus pérdidas en las trincheras y el campo, había deducido una pequeña guarnición para Sagunto y había destacado una BRI para escoltar a Tortosa a sus numerosos prisioneros, se consideró demasiado débil para un golpe decisivo. No dispondría de más de 15.000 efectivos, a menos que llamara a la BRI de Ficatier desde Segorbe y Oropesa, y esto no quería hacerlo, ya que era totalmente dependiente de los suministros de la línea de comunicación que custodiaba Ficatier.

En consecuencia, resolvió aplazar su próximo golpe contra Blake, hasta que debería haber convocado a la DI de Aragón Severoli, y también a Reille, si el Emperador le daba permiso para requisar esa fuerza. No podría utilizar a Reille sin ese permiso; pero las tropas de Severoli pertenecían a su propio ejército y estaban a su disposición, si juzgaba posible, llevarlas hacia el sur sin poner en peligro la seguridad de Aragón.