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A la muerte de Kublai Kan ya no se nombró Gran Kan de los mongoles, los kanatos se fueron haciendo más independientes y fueron adquiriendo personalidad propia.
La Horda de Oro o Kanato Cumano (1240-480)
La muerte de Subotai y los constantes enfrentamientos con su primo Guyuk que lo obligaban a mantener a sus tropas en la frontera oriental, hicieron que Batú decidiera abandonar la idea de continuar su avance por Europa. Tras la muerte de su padre, Jochi, el Kanato se dividió entre sus dos hijos. Por un lado, la zona oriental más conocida como la Horda Blanca pasó a manos de su hijo Orda, con capital en el lago Baljash y posteriormente en Sygnaq, ocupaba desde Asia Central al suroeste de Siberia.
Por otro lado, la parte occidental u Horda Azul, recayó en su hijo Batú que se volcó en consolidar sus conquistas y su territorio en los Urales. Estableció su capital en Sarai y a la muerte de su hermano consiguió poner a un miembro de su linaje a la cabeza de la Horda Blanca, dando lugar a la Horda de Oro.
La Horda de Oro o Kanato Cumano, fue uno de los kanatos más espléndidos formado por una población muy variada y de diversas etnias con predominio de los turcos, principalmente los cumanos, de ahí su nombre, cultura que fueron adoptando poco a poco en detrimento de la propia.
El líder supremo de la horda era el kan, escogido por un kurultái entre los descendientes de Batú Kan. El primer ministro, también era de etnia mongola, era conocido como beqlare-beq o príncipe de príncipes. Los ministros eran denominados visires. Los gobernantes locales, o baskak, eran responsables de la recaudación del tributo y además de controlar a la población se ocupaban de la administración político-militar de las regiones.
La población de origen mongol fue tornándose cada vez más sedentaria y formando un intrincado sistema urbano en torno a su capital Sarai que en el primer cuarto del siglo XIV se trasladó unos kilómetros río arriba y pasó a llamarse Sarai Batú o Sarai Berke. Llegaría a ser una de las mayores ciudades del mundo medieval, con una población estimada de 600.000 habitantes, convirtiéndose en un importante centro económico y cultural. En ella confluían mercaderes genoveses y mamelucos que se convirtieron en los grandes aliados del Kanato en el Mediterráneo, aunque mantuvieron el control comercial especialmente en los alrededores del mar Negro. Además, siempre contaron con la importante fuente de ingresos que suponían sus territorios vasallos: rusos, armenios, georgianos y griegos crimeanos, así como otros pueblos cristianos que se libraban de ser arrasados a cambio de tributos.
A nivel social y religioso mantuvieron la política llevada por Gengis Kan que declaraba la libertad religiosa centrando en la capital el culto animista de las estepas. Numerosos misioneros cristianos procedentes de regiones rusas intentaron cristianizar a los mongoles, algunos de ellos fueron asesinados, pero por norma general prevaleció la tolerancia, quedó demostrado cuando se eximió a la Iglesia Ortodoxa de pagar tributos. No fue hasta el reinado de Uzbeg Kan cuando el Islam se convirtió en la religión oficial del estado.
Hacia 1340 la peste negra y el asesinato del kan Jani Beg que sumió el territorio en una guerra civil, fueron factores cruciales en la desintegración de la horda.
Para mantener el control sobre Rusia, los señores guerreros tártaros llevaban a cabo periódicamente campañas de castigo sobre los principados rusos (los más graves ocurrieron en 1252, 1293 y 1382).
Ilkanato (1256-335)
El fundador de la dinastía de los Ilkanes fue Hulagu Kan, nieto de Gengis Kan y hermano de Kublai Kan.
El Ilkanato (Ilkhanato o Iljanato) inicialmente adoptó muchas religiones, pero sintió especial simpatía por el budismo y el cristianismo. Durante gran parte de su historia hubo una situación religiosa tensa, pues los gobernantes mongoles budistas regían sobre una población fundamentalmente musulmana, lo que motivó una tibia intervención de los mongoles en las Cruzadas apoyando al bando europeo cristiano.
A finales del siglo XIII, tras varios líderes cristianos, los sucesores de Hulagu convirtieron Ilkanato definitivamente en un estado islámico y trasladaron la capital a Tabriz. También propiciaron la migración de turcos, en su mayoría procedentes de zonas rurales, lo que terminó por hundir la economía agrícola. Además, aunque con el tiempo se produjo cierta recuperación, las ciudades arrasadas como Bagdad o Mosul no recuperaron sus índices de población. La cultura en Ilkanato fue siempre de origen autóctono en todos los niveles, aunque si es cierto que pueden apreciarse ciertas influencias mongolas y chinas, los textos siempre fueron escritos en persa y la arquitectura se centró en mausoleos y mezquitas.
A nivel administrativo, imperaba la ley mongola que era impartida por un kuritai, a cuya cabeza se encontraba el ilkan pero siempre aconsejado por visires nativos que conociesen a la población. Las contribuciones eran varias: por un lado, se pagaba a los soldados con las rentas de las grandes propiedades del ilkán; pero por otro, con Gazán (Gahazán) importante reforma comercial que impulsó la economía.
Imitando algunos modelos de sus vecinos, los chinos, Gazán obtuvo un rotundo fracaso en su intento de introducir el papel moneda en su territorio; pero también construyó bazares y mercados, reguló los impuestos aduaneros, unificó el sistema de pesas y medidas y se aseguró de que las rutas comerciales en sus dominios estuviesen libres de asaltantes. Esto último tiene lógica si se tiene en cuenta que las principales rutas de comercio entre el Mediterráneo y la India atravesaban Ilkanato.
Ilkanato tuvo una breve duración en comparación con su vecina Horda de Oro. A la muerte de su último ilkán Abu Sa’id en 1335, se dividió en pequeños principados como el de los Muzafaríes o Yalairíes. Esta fragmentación se debió principalmente a conflictos internos y a la desintegración social. Los mongoles siempre fueron una minoría social que nunca llegó a mezclarse con la población local, además no contaban con unos medios fiscales adecuados para atender las necesidades poblacionales y a todo esto había que sumarle la rebeldía de las zonas agrícolas de origen kurdo.
El Imperio de Chagatai (1225-369)
Chagatai fue el segundo hijo de Gengis Kan y parece ser que uno de los más belicosos. Mientras vivió su padre, luchó a su lado en numerosas campañas y fue nombrado supervisor de la Yassa en los dominios del Gran Kan. La capital se encontraba en Almarij, cerca de la actual ciudad de Gulja (o Yining), en el Sinkiang occidental.
El auténtico fundador del Imperio de Chagatai fue su nieto, Alghu. El Imperio de Chagatai estuvo siempre muy sometido a la autoridad del Gran Kan, de hecho, los oficiales que administraban las ciudades fronterizas era a él a quien debían respeto. A pesar de esto, todos sus sucesores se caracterizaron por las rivalidades con sus vecinos y parientes, especialmente hacia Kublai Kan, al que acusaban de haber perdido sus tradiciones y haberse dejado influenciar por la cultura china. Pero en Transoxiana, aunque conservaron sus costumbres nómadas durante mucho tiempo, también se dejaron influenciar, en este caso por Ilkanto de inclinaciones musulmanas. El primer dirigente de Chagatai que se convirtió al Islam fue Mubarak-Shah en el 1256. Entrar en contacto con el mundo islámico supuso un cambio importante para Transoxiana, ya que los musulmanes que se asentaron en el territorio llevaron consigo agricultura y nuevos cultivos, además acentuaron el urbanismo, dando un gran impulso económico.
Pero esta conversión no duro mucho tiempo, en menos de 30 años sus sucesores intentaron retomar las viejas tradiciones. Tarmarshirin quiso acabar con estos movimientos e instaurar definitivamente la fe islámica, pero esto no gusto a los nobles mongoles de tendencias budistas que le acusaron de haber faltado al código de conducta mongol y por consiguiente a la Yassa. Fue ejecutado en Samarcanda en 1334. A su muerte los conflictos internos llevaron a la división del Imperio en dos partes: El Kanato Occidental de Chagatai y el Kanato Oriental de Qaidu.
En el año 1369, Tamerlán conquistó el kanato Occidental de Chagatai en un intento de reconstruir el Imperio mongol.
Dinastía Yuan (1271-368)
Al segundo hijo de Gengis, Tului, le correspondió un kanato de gran tamaño que abarcaría las actuales Mongolia y China. Este vasto territorio fue heredado por su hijo Kublai que llegaría a ser el quinto y último Gran Kan del Imperio.
Kublai fundó la dinastía Yuan en el 1271 y trasladó la capital a Beijing (la actual Pekín). La primera contienda de su nuevo gobierno fue dirigida hacia el sur para acabar definitivamente con la dinastía Song.
Bajo la nueva dinastía la sociedad se dividió en cuatro estados: en la cima los propios mongoles, seguidos de los pueblos no chinos como los tibetanos, y en la parte más baja de la pirámide los propios chinos del norte y los del sur. A nivel administrativo y jurídico se dieron grandes diferencias entre los distintos grupos que componían la sociedad, discriminando especialmente a la población china autóctona y creando una élite mongola con amplios poderes.
La dinastía Yuan cayó cuando se produjo una combinatoria entre desastres de la naturaleza como la sequía y enfermedades que transportadas desde otras tierras por los mongoles llevaron a una reducción radical de la población. Fue así que junto con esto, el panorama social difícil, y el odio hacia la dinastía extranjera; hizo resurgir una rebelión que al mando de un campesino llamado Zhu Yuanzhang fundaron una nueva dinastía, la Ming, en el año 1368, destronando y expulsando a los mongoles nuevamente hacia sus tierras del norte.