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Batalla de Ain Jalut (Ayn Yalut) (1260)
Con el asesinato del sultán ayyubí Turan Shah (1250), llegó al poder la viuda del al-Salih, Shajar al-Durr con el apoyo de los generales mamelucos. Poco después fue asesinada por dichos jefes y el general Muizz Izz-al-Din Aybak se proclamó monarca del nuevo sultanato mameluco de Egipto. El tercer sultán mameluco Saif al-Din Qutuz, apoyado por su general Baibars.
En el verano de 1259, el jefe mongol Hulagu cruzó el Éufrates e irrumpió en Siria, dirigiéndose hacia los reinos cristianos de la zona del Líbano.
Hulagu era budista, pero siempre tenía cristianos alrededor. Su mujer de más edad, Dokuz, era cristiana, al igual que su comandante favorito, Kit Boga.
Los cruzados eran expertos en la típica guerra contra los musulmanes, así que Hulagu no tuvo ningún problema en integrarlos en su ejército. Como los cruzados sabían que derrotar a los mongoles era casi imposible, así que se unieron a ellos en la esperanza de que dicha alianza contra los musulmanes sirios devolviera bajo control cristiano Jerusalén.
Cuando el rey Hayton de Armenia se dirigió hacia el sur para reunirse con las tropas de Hulagu, se le unieron tropas de su yerno, el conde Bohemundo VI de Antioquia.
Una vez completada la alianza entre cruzados y mongoles, el ejército se dirigió a Alepo, que fue tomada rápidamente, siendo masacrados sus habitantes.
Hulagu premió a los señores cruzados con tierras que anteriormente habían perdido a manos musulmanas, pero el Papa excomulgo a señores y soldados por combatir junto al enemigo infiel.
En marzo de 1260, otras aterrorizadas ciudades musulmanas, incluida Damasco, se habían rendido a las tropas de Hulagu. Siria estaba por entero bajo control mongol y Hulagu se adjudicó el título de Ilkan de Persia. El siguiente objetivo era el Imperio mameluco de Egipto.
Pero noticias procedentes de Karakorum obligaron a Hulagu a posponer su ataque: el Gran Kan, Möngke, había muerto de disentería, y Hulagu debía retornar a Mongolia para participar en la elección del nuevo Gran Kan.
La mayoría del ejército mogol partió con él, aunque dejó al general Kit-Boga y 30.000 de sus soldados, para controlar los nuevos territorios conquistados en Siria.
En el Cairo, el sultán Qutuz se enteró de la marcha de la mayoría del ejército mongol y la vio como una oportunidad para atacar con una fuerza numéricamente superior la retaguardia de los mongoles.
Qutuz reunió un ejército de alrededor de 20.000 soldados, incluyendo mamelucos de Egipto, turcos y tribus beduinas. Incluso mandó una carta a los cruzados preguntando si querían unirse a él.
El gran maestre de los caballeros teutónicos en Acre seguía pensando que la alianza con los mongoles seguía siendo la mejor opción. Pero otros caballeros cruzados temían la posible excomunión y las represalias que sin duda tomarían sus compañeros de armas en Europa.
Así que tomaron por la calle de en medio y ofrecieron a los mamelucos paso libre y apoyo logístico en su camino a Siria.
La vanguardia mameluca salió de El Cairo a finales de junio bajo el mando del general Baybars, el mejor de los generales del sultán Qutuz.
Baybars era de origen turco, posiblemente cumano, procedente de las estepas del sur de Rusia, y había sido capturado por los mongoles, que lo habían revendido como esclavo a un emir de Egipto. Los fatimíes y los ayyubíes habían sido los primeros en crear ejércitos mamelucos.
Los mamelucos se dirigieron al norte, y acamparon cerca de Acre, donde recibieron apoyo logístico de los cruzados, como había sido convenido. Los espías mongoles informaron a Kit-Boga del tamaño y la estructura del ejército mameluco.
Aunque Kit-Boga se dio cuenta de que tenía inferioridad numérica, salió de Damasco con 15.000 guerreros, mayoritariamente cristianos, mongoles, georgianos y armenios.
El 3 de septiembre, el ejército mongol cruzo el río Jordán y penetró en la llanura de Esdrelón, entre las montañas Gilboa y las colinas de galilea, encontrándose con la vanguardia mameluca cerca de la localidad de Ain Jalut.
La caballería mongola cargó sobre la vanguardia mameluca, que se rompió bajo la ferocidad de los mongoles y huyó. La caballería mongola se lanzó en su persecución, pero los mamelucos iban a aplicar a los mongoles su propia medicina.
Usando la táctica del ataque repentino y la retirada fingida, los mamelucos atrajeron a la caballería mongola, que se encontraron de repente con el grueso del ejército mameluco.
Viéndose en serias dificultades, Kit-Boga ordenó a parte de su ejército girar a la derecha y atacar el flanco izquierdo del ejército mameluco, el más débil. Durante toda la mañana, el sultán Qotuz intento desesperadamente mantener su flanco izquierdo, sacando tropas de su flanco derecho y cubriendo el flanco con repetidos contraataques.
Finalmente, Qotuz pudo mantener su flanco, y con su más numerosa caballería, escogió el momento para su ataque. Se quitó el casco para que sus tropas pudieran verlo, se puso al frente de su escolta y lanzo la carga de caballería final.
Los mongoles combatieron hasta el último hombre, siendo finalmente derrotados. Perdieron cerca de 2.000 soldados, y los demás huyeron hacia el norte, hacia el refugio que les proporcionó el rey Hayton de Armenia. Muchos de los fugitivos fueron capturados por los campesinos de la zona, que los quemaron vivos.
La cabeza de Kit-Boga fue enviada inmediatamente a El Cairo con las primeras noticias de la victoria mameluca, y Qotuz entro triunfante en Damasco.
La batalla de Ain Jalut significó el fin del mito de la invencibilidad mongol, y marco el ascenso de los mamelucos como el nuevo poder regional islámico.
Pasado un año, el general Baybars asesinó al sultán Qotuz y ascendió al trono de Egipto y Siria. Los descendientes de Baybars expulsaron definitivamente a los cruzados en Acre en 1291, aprovechándose de las constantes disputas entre los caballeros cristianos.
Primera batalla de Homs (10 de diciembre de 1260)
Después de la histórica victoria de los mamelucos sobre los mongoles en la batalla de Ain Jalut el 3 de septiembre de 1260, Hulagu Kan ejecutó al sultán ayyubí de Damasco y a otros príncipes ayyubíes en venganza, por lo que puso fin a la dinastía Ayyubí en Siria.
Las principales ciudades de Siria, Alepo y Damasco quedaron abiertas para la ocupación por los mamelucos. Pero Homs y Hama permanecían en poder de los príncipes ayyubíes menores. Estos príncipes, en lugar de los mamelucos de El Cairo, fueron en realidad los que lucharon y ganaron la Primera batalla de Homs.
Debido a la guerra abierta entre Hulagu y su primo Berke de la Horda de Oro durante la guerra civil del Imperio mongol, el Ilkanato solamente podía permitirse enviar 6.000 efectivos a Siria para retomar el control de las tierras. Esta expedición fue iniciada por el general Baidu del Ilkanato, que se vio obligado a salir de Gaza cuando los mamelucos avanzaron justo antes de la batalla de Ain Jalut. Después de recuperar rápidamente Alepo, la fuerza viajó hacia el sur de Homs, pero fueron derrotados decisivamente por una fuerza de 1.500 soldados. Esto puso fin a la primera campaña en Siria por el Ilkanato, aunque hubo varias incursiones posteriores, ninguno de los cuales terminaron con las conquistas que duraran más de un año.
Batalla de Elbistán (1277)
Entre 1260 y 1277, los mongoles y los mamelucos estuvieron enfrentados constantemente en escaramuzas fronterizas, sin llevar a cabo ningún ataque de cierta envergadura. El sultán mameluco estaba preocupado por el avance mongol hacia el Sultanato del Rüm, y decidió lanzar un ataque preventivo en Asia Menor. Las fuerzas de Baibars, marcharon desde Siria y Palestina hacia los montes Tauros, tratando de cruzar por el paso de Aqeha Darband. Al llegar al paso, la vanguardia mameluca consiguió sorprender a una patrulla mongola, haciendo algunos prisioneros, estos le informaron que el ejército mongol mandado por Tudawun se encontraba vivaqueando en Elbistan (Abulustayn) y que disponía de 7.000 mongoles, 3.000 georgianos y 7.000 rumíes (cristianos).
Los mamelucos descendieron el monte y el 15 de abril de 1277 llegaron a las llanuras de Elbistán donde les esperaba el ejército mongol en orden de batalla.
Los mongoles habían desplegado a la manera tradicional, la caballería ligera en los flancos y la pesada en el centro, los georgianos en el centro. Los rumíes estuvieron alejados del campo de batalla porque no se confiaba en ellos.
Los mongoles atacaron primero con su caballería ligera, destruyendo a las fuerzas irregulares beduinas que estaban a vanguardia. Después cargaron contra el flanco izquierdo del ejército mameluco. Esto dio lugar a que el portaestandarte del sultán (sanjaqiyya) fuera muerto. Baibars ordenó que parte de la fuerza del ejército de Hama que estaba en el flanco derecho, pasase al flanco izquierdo y él en persona se puso al frente. Los mamelucos fueron capaces de desbordar la fuerza mongola. Algunos mongoles fueron capaces de escapar y tomaron posiciones en las colinas. Una vez que quedaron rodeados desmontaron y lucharon hasta la muerte.
Parece que ambas partes estaban esperando la ayuda del ejército de Pervane y sus selyúcidas. Pervane había tratado de aliarse con las dos facciones para mantener sus opciones abiertas, pero huyó del campo de batalla con el sultán selyúcida de Tokat. El ejército selyúcida estuvo presente cerca de la batalla, pero no participó. Después de la batalla muchos soldados rumíes fueron llevados cautivos. Otros se unieron a los mamelucos de buena gana. El hijo de Pervane, Muhadhdhab al-Din, fue capturado.
Las bajas fueron importantes, se estiman en 5.000 mongoles y 2.000 georgianos, entre muertos y heridos. Dos de los soldados capturados, Cumano y Salar, se convertiría en mamelucos de Qalawun y llegarían a ser emires muy importantes. La vida de los oficiales mongoles también fue respetada.
Esta batalla impidió que los mongoles conquistasen el Sultanato del Rüm, pero dejaron abiertas las hostilidades entre el Sultanato mameluco y el Ilkanato mongol.
Segunda batalla de Homs (29 de octubre de 1281)
Tras las derrotas de Ain Jalut y de Elbistan, Abaqa envió a su hermano Möngke Temur que era joven e inexperto, pero contaba con oficiales preparados con un poderoso ejército de unos 40.000 efectivos a invadir Siria con el apoyo de los armenios y georgianos. El motivo era castigar la invasión del Sultanato del Rüm por los egipcios y otros desórdenes causados por los mamelucos.
El ejército mongol avanzó desde Ambulustayn a Marash, pasó por Alepo que había sido abandonado por las tropas y sus habitantes. Su ejército constaba de 80.000 hombres: 40.000 mongoles y el resto eran georgianos, selyúcidas, armenios, francos y renegados. Los armenios y francos iban conducidos por sus respectivos reyes León y Dimitri respectivamente. Los francos no se sabe si eran miembros de las órdenes militares o mercenarios.
El ejército mongol avanzó lentamente hacia Siria, lo que era inusual, posiblemente se debía al tamaño del ejército. Bordearon Hama, pero asolaron los alrededores, y se dirigieron a Homs.
El ejército egipcio se estableció en defensiva en Homs, había recibido información mediante palomas mensajeras de que 44.000 hombres constituían el centro, y que el ala derecha era la más fuerte.
Con esta información, Qalawun desplegó su ejército en la llanura al norte de Homs, y reforzó su ala izquierda. En la zona existen numerosos canales de riego que es posible que existieran en aquella época y que sirvieran para inundar la zona.
El sultán desplegó sus fuerzas de la siguiente manera:
- El ala derecha mandada por Isa Muhanna con los beduinos de Siria y los al-Mira.
- El flaco derecho mandado por al-Mansur gobernador de Damasco con el ejército de Damasco y de Hama.
- La vanguardia o jalish mandada por Turantay con los amires y soldados asignados.
- El centro o qalb estaba mandado por el sultán con los mamelucos reales y los halqa.
- El flanco izquierdo estaba mandado por Senqur al-Ashqar con fuerzas de diversa procedencia
- Ala derecha mandada por Balaban al-Tabbakhi con turcos y el ejército de Hisn al-Akrad.
Los dos ejércitos establecieron contacto el 29 de octubre a 25 km de Homs en dirección a Rastán. Hubo dos batallas separadas completamente separadas:
En el oeste, el ala derecha mongola al mando de Alinaq, atacó la izquierda de Sanqur, que se rompió y huyeron, algunos alcanzaron lugares tan alejados como Damasco, Safad, Gaza e incluso Egipto, otros se unieron al centro egipcio. Los mongoles les persiguieron hasta Homs.
En el este, el ala izquierda mongola mandada por Hinduqur, consiguió hacer retroceder a sus oponentes, pero las fuerzas de al-Mansur contraatacaron y recuperaron la posición.
En el centro, el ataque mongol fue repelido, los mamelucos contraatacaron y Möngke Temur fue herido, esto causó confusión en el ejército mongol, muchos desmontaron para proteger a su jefe, los mamelucos vieron la debilidad y atacaron. Möngke huyó con su ejército desorganizado. Los mamelucos no les persiguieron y los mongoles pudieron retirarse en relativa seguridad.
El ejército mongol se retiró hacia el Éufrates en pequeños grupos, que fueron acosados por fuerzas locales.
Batalla de Wadi al-Jazandar o Tercera batalla de Homs (1299)
Hulegu volvió con otra fuerza, pero su invasión se retrasó de forma permanente después de que su primo Berke un mongol de la Horda de Oro, secretamente se alió con los mamelucos e instigó una guerra civil en el Cáucaso.
Después de recuperar el Levante, los mamelucos se dirigieron a invadir el reino armenio de Cilicia y el Sultanato selyúcida del Rüm, ambos protectorados mongoles, pero al ser atacados por detrás se vieron obligados a regresar a Siria.
Ghazan Kan, con un ejército de 80.000 hombres, de los cuales 50.000 mongoles y 30.000 georgianos y armenios, cruzó el río Éufrates y se apoderaron de Alepo en el 1299.
El ejército mongol avanzó hacia el sur hasta que estuvieron a unos pocos kilómetros al norte de Homs.
El sultán de Egipto, que estaba en Siria en ese momento, marchó con un ejército de unos 30.000 mamelucos hacia el norte en dirección a Damasco hasta que vio a los mongoles al noreste de Homs en el Wadi al-Khazandar en el 22 de diciembre 1299.
La batalla comenzó cuando la infantería mameluca cargó de los mongoles. A continuación, la caballería pesada mongola atacó a los mamelucos, mientras que los jinetes arqueros mongoles se pusieron detrás y acribillaron los mamelucos con sus flechas.
Parece que al principio de la batalla, las dos fuerzas terminaron en combate cuerpo a cuerpo. Los mamelucos eran superiores a los mongoles en la lucha cuerpo a cuerpo, ya que la táctica general de los mongoles en la batalla se basa en el uso de los arqueros montados; por lo tanto, los mamelucos tenían ventaja a pesar de ser supuestamente superado en número de más de 3 a 1.
Al final de la tarde, se extendió el rumor de que el flanco derecho mameluco había sido roto por los mongoles. No se sabe si este rumor era un hecho cierto o que el ejército mameluco comenzó a perder cuando se extendió el rumor. Los mensajes entre sectores del ejército podrían tardar horas en llegar al otro lado del campo de batalla.
Se sabe, sin embargo, que el Ilkanato se hizo con el control del campo de batalla y que los mamelucos fueron desalojados y forzados a retirarse.
Fuentes mamelucas afirman que solamente 200 soldados mamelucos habrían muerto, mientras bajas mongoles contaron de 5.000 a 10.000. Otras fuentes citan que las bajas mongolas fueron 14.000, mientras que las bajas mamelucas fueron solamente 1.000.
A pesar de la disparidad aparente de datos, se asume el hecho de que los mongoles se hicieron con el control del campo de batalla y llegaron a capturar Damasco y que los mamelucos sufrieron un «serio revés».
El ejército mameluco huyó hacia el sur, hacia Damasco. Sin embargo, en el camino fueron constantemente hostigados por 12.000 arqueros maronitas y drusos que querían la independencia de su patria. Los mongoles los siguieron hasta Gaza.
Damasco fue saqueada y su ciudadela asediada. Sin embargo, en 1.300 los mongoles se trasladaron al otro lado del Éufrates para hacer frente a una invasión en el este por el imperio mongol de Chagatai.
No hubo esfuerzos concertados entre los cristianos para aprovecharse de las victorias de los mongoles y los mamelucos no tardaron en recuperar parte de Siria y Palestina. La participación de las tropas georgianas y armenias en la campaña al parecer estaba fuera de cualquier contexto de las cruzadas cristianas.
Después de la batalla de Wadi al-Khazandar los mongoles siguieron presionando a Siria, pero solo fueron capaces de llegar a las afueras de Damasco.
Batalla de Marj al-Saffar (20 de abril de 1303)
En 1303, Ghazan envió a su general Qutlugh-Shah con un ejército para reconquistar Siria. Los habitantes y gobernantes de Alepo y Hama se fueron a Damasco huyendo de los mongoles. Sin embargo, Baibars al-Jashnakir estaba en Damasco y envió un mensaje al sultán de Egipto para que viniese a luchar contra los mongoles. El sultán salió de Egipto con un ejército para enfrentarse con los mongoles en Siria y llegó mientras los mongoles atacaban Hama.
Los mongoles llegaron a las afueras de Damasco el 19 de abril para enfrentarse con el ejército del Sultán. Los mamelucos se dirigieron a Shaqhab donde la batalla se llevaría a cabo.
La batalla comenzó el 20 de abril de 1303, el ejército de Qutlugh-Shah se posicionó a la orilla de un río. La batalla se inició por el ala izquierda del Qatlugh-Shah atacando el ala derecha mameluca con su brigada de 10.000 soldados; los egipcios sufrieron fuertes bajas.
El centro mameluco y su ala izquierda bajo el mando del Emir Salar y Emir Baibars e irregulares beduinos atacaron a los mongoles. Sin embargo, los mongoles seguían presionando el flanco derecho del ejército egipcio y muchos de los musulmanes pensaban que la batalla se perdería. El flanco izquierdo mameluco, sin embargo, se mantuvo. Qutlugh-Shah se dirigió a la cima de una colina cercana con la esperanza de ver el triunfo de sus fuerzas, y mientras él estaba dando órdenes a su ejército, los egipcios rodearon la colina. Esto llevó a los mongoles a sufrir fuertes bajas en la colina.
A la mañana siguiente los mamelucos abrieron deliberadamente sus filas para que los mongoles, pudiesen huir al río Wadi Arram. Sin embargo, cuando los mongoles llegaron al río a beber, el Sultán, que acababa de recibir refuerzos, atacó a los mongoles, y la lucha se prolongó hasta el mediodía. Al día siguiente, la batalla había terminado.
De acuerdo con el historiador egipcio medieval Al-Maqrizi, cuando Qutlugh-Shah alcanzó Ghazan en Kushuf después de la batalla para informarle de la derrota de los mongoles, el Ilkan se puso furioso y lleno de rabia, con la excitación empezó a sangrar por la nariz.
Se enviaron mensajes enviados a Egipto y Damasco para contar la victoria, y el Sultán se dirigió a Damasco. Mientras que el Sultán estaba en Damasco, el ejército mameluco siguió persiguiendo los mongoles hasta tan lejos como Qariyatain.
Esta victoria puso el fin a las incursiones de los mongoles en Siria.