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Primeros alanos
Los alanos (enlatín alani) eran un pueblo pastoril nómada generalmente considerado como parte de los sármatas, y posiblemente relacionado con los masagetas. Los historiadores modernos han relacionado a los alanos con los yancai de Asia Central de fuentes chinas y con los aorsos de fuentes romanas. Las primeras menciones de nombres que los historiadores vinculan con los alani aparecen casi al mismo tiempo en textos del Mediterráneo, Oriente Medio y China.
En el siglo I, los alanos emigraron hacia el oeste desde Asia Central, logrando una posición dominante entre los sármatas que vivían entre el río Don y el mar Caspio. Los alanos se mencionan en la inscripción de Vologases que dice que Vologases I, el rey parto entre el 45 y 78, en el año 11 de su reinado (62), luchó contra Kuluk, rey de los alanos.
El historiador judío del siglo I Josefo complementa esta inscripción. Josefo informa en las Guerras judías cómo los alanos (a quienes llama una tribu escita) que vivía cerca del mar de Azov cruzó las Puertas de Hierro para saquear (72) y derrotó a los ejércitos de Pacoro, rey de Media, y a Tiridates, rey de Armenia, dos hermanos de Vologeses I.
El hecho de que los alanos invadieran Partia a través de Hyrcania muestra, que en ese momento muchos alanos todavía tenían su base al noreste del mar Caspio.
A principios del siglo II, los alanos tenían un firme control del Bajo Volga y Kuban. Estas tierras habían sido ocupadas anteriormente por los aorsos y los siraces, a quienes los alanos aparentemente absorbieron, dispersaron y/o destruyeron, ya que ya no se mencionan en los relatos contemporáneos. Es probable que la influencia de los alanos se extendiera más hacia el oeste, abarcando la mayor parte del mundo sármata, que para entonces poseía una cultura relativamente homogénea.
Ataque de los alanos en el año 145
En el año 135, los alanos que estaban en las inmediaciones del mar Caspio, intentaron invadir el Imperio romano. El griego Flavio Arriano, procónsul de Capadocia, movilizó a las fuerzas romanas que eran las legiones XII Fulminata y XV Apollinaris, así como 8 alas y 14 cohortes auxiliares. Desplegó sus fuerzas en profundidad, ubicó a los jinetes arqueros en la retaguardia, delante de estos arqueros y jabalineros a pie y en vanguardia las legiones con 8 de profundidad con una fila de arqueros entre la 4ª y 5ª, en los flancos situó la artillería; y en las alas la caballería. Consiguiendo derrotar a los alanos que eran una excelente caballería, que fueron recibidos por una lluvia de pila y flechas y el muro de escudos de las legiones. Siendo posteriormente atacados por la caballería por ambos flancos. Esta hazaña la describió en la obra »Plan de movilización contra los alanos», que es uno de los textos capitales para el conocimiento de la táctica romana durante el Alto Imperio. A continuación se transcribe.
Fuerzas romanas
Legiones
- Legión XV Apollinaris, normalmente estacionada en Satala, Capadocia, mandada por el tribuno Marco Vetio Valente que era el 2º jefe de la fuerza.
- Legión XII Fulminata, acantonada en Melitene, Capadocia.
Contaban con 55 escorpios y 2 catapultas cada una, en total 110 escorpios en total que lanzaban venablos, y 4 catapultas que lanzaban piedras.
Caballería
- I Ala Augusta Gemina Colonorum. Reclutada en la Armenia romana. Formada a partir de la unión con otra unidad, ésta ala luchó en la revuelta judía de Bar Kochba y seguramente sufrió un elevado número de bajas que hizo necesario combinar ésta unidad con otra.
- I Ala Ulpia Dacorum. Reclutada en Siria bajo Trajano, también luchó en la 2ª revuelta judía.
- II Ala Gallorum. Reclutada en Galacia, Asia Menor.
- II Ala Ulpia Auriana. Reclutada en Hispania por Trajano.
Infantería auxiliar
- Cohorte I Apula. Infantería ligera reclutada en Italia, la mayoría eran libertos, mandada por el prefecto Secundio.
- I Cohorte I Bosporanorum Sagittaria. Arqueros a pie reclutados en el reino del Bósforo. Mandada por Lamprocles habitante de la zona descendiente de colonos griegos.
- Cohorte milliaria equitata I Germanorum. Reclutada en el norte de la Galia y a pesar de su nombre integrada por celtas, se componía de unos 1.000 efectivos de infantería ligera e infantería montada. Estaba mandada por un centurión romano.
- Cohorte I Italica. Libertos reclutados en Italia y comandados por el prefecto romano Pulquerio.
- Cohorte I Ituraeorum Sagittaria. Arqueros de infantería procedentes de Arabia Petrea (nabateos).
- Cohorte equitata I Numidarum Sagittaria. Arqueros de infantería y caballería procedentes e Numidia en el norte de África. Mandada por el prefecto númida Beros.
- Cohorte I Raetorum. Lanceros de Retia reclutados en los Alpes. Comandados por el prefecto griego Dafnes de Corinto.
- Cohorte III Augusta Cyrenaica Sagittaria. Arqueros de infantería de Cirenaica en el norte de Africa.
- Cohorte III Ulpia Petraeorum Sagittaria. Arqueros de infantería y caballería de Arabia Petrea.
Una cohorte de infantería ligera no especificada procedente de Trapezus en la costa del mar negro. Había 3 unidades de ésta clase estacionadas en Capadocia.
Fuerzas Aliadas
Arqueros montados armenios. Número no especificado. A las órdenes de sus caudillos Vasakes y Arbelos.
Honderos procedentes de la Pequeña Armenia. Número no especificado.
Número no espeficicado de lanceros procedentes de Rhizia, al este del mar Negro.
Marcha de aproximación
En la vanguardia del ejército marchaban los exploradores montados, en dos grupos, cada uno con su propio comandante. Detrás de estos los arqueros a caballo petreanos, estos también en dos grupos y encabezados por decuriones. En la retaguardia debe ser desplegado el ala (caballería) de los Aurianii, con ellos, y comandados por Daphne el Corintio, el IV destacamento de Raetia. Detrás de estos los del ala Colonists. Estacionados a sus lados deben ser desplegados los iturianos y cirineos, más los de la I de Raetia. Demetrio debía comandar todas estas unidades. Detrás de ellos la caballería germana, desplegados en dos divisiones, y un centurión como comandante, concretamente el centurión a cargo del campamento (el praefectus castrorum).
Detrás de estos la infantería, con sus estandartes, y encabezando la marcha, los italianos comandados por Pulcher y los praesentii de los cireneos. Era el mismo Pulcher, quien esta a cargo de los italianos, el que debe comandarlos a todos. Detrás de ellos debían desplegarse los bosforianos a pie comandados por Lamprocles, y en su retaguardia los númidas bajo el mando de Verus.
La formación debía ser de cuatro hombres por fila. Los arqueros debían estar al frente de sus propias formaciones. La caballería perteneciente a las diferentes unidades debían guardar los flancos de la formación. Detrás de ellos debían ir la caballería de la guardia y Detrás la caballería legionaria, luego la artillería, y luego el estandarte de la XV Legión y junto a él el comandante de la Legión, Valens, y su adjunto, acompañados por los tribunos y centuriones de la primera cohorte. Frente al estandarte debían desplegarse la infantería con jabalina. Estos hombres a pie debían formar también en fila de a cuatro. Tras la XV Legión debía situarse el estandarte de la XII Legión con sus tribunos y centuriones a su alrededor, también en formación de a cuatro
Detrás de la infantería pesada debían ir las fuerzas aliadas: las fuerzas pesadas de la pequeña Armenia, de Trapezus, de los colcos y los jabalineros rizios. Después la infantería de Apulia. Secundinus quien es el comandante de los apulios, debía encabezar la fuerza aliada. Tras ellos el tren de bagaje. El ala de dacios con su comandante situada en su retaguardia.
Centuriones especialmente escogidos deben encargarse de mantener en buen orden la marcha de la infantería en los flancos de la formación. La caballería gálata debe marchar a los dos lados en una singular fila como guardia de flanco junto con la caballería italiana. Sus comandantes deben estar también situados en los flancos.
El comandante general, Jenofonte, debía marchar la mayor parte del tiempo junto a los estandartes de la infantería, e ir a caballo junto a la formación en marcha. Vigilaba detenidamente que se guardase la formación y ordenando a los que no la mantuviesen que regresasen a la misma, y animando y recompensando a los que marchaban en correcto orden y disciplina.
Despliegue
Al llegar al sitio planeado, toda la caballería debía circular alrededor del lugar para crear un perímetro, mientras que los exploradores son enviados a las posiciones más altas para advertir de cualquier presencia enemiga. Luego debían armarse y colocarse las armaduras para posteriormente situarse en sus posiciones de batalla.
El despliegue de combate debe ser lo siguiente. En cuanto a la infantería (debían mantenerse formados sobre un talud existente sobre el terreno, es decir, sobre una elevación) tiene que ser en este orden: En el flanco derecho debían desplegar los armenios con sus mandos correspondientes, vasakes y arbelos, manteniendo la parte más extrema del flanco, porque todos son arqueros. Posicionados frente a ellos la infantería italiana. El comandante de todos estos debía ser Pulcher, quien está a cargo de los italianos. Los armenios, vasakes y arbelos, con su caballería e infantería debían prestarles su apoyo.
En el flanco izquierdo los aliados de la pequeña Armenia y los ligeramente armados de Trapezus con los jabalineros rizios, que debían desplegarse en la parte más extrema del flanco. Desplegados frente a ellos los doscientos apulios y cien cirineos para que estas fuerzas pesadas les sirviesen de defensa y refugio, lanzando entonces sus jabalinas sobre las cabezas de estos al situarse tras ellos en un terreno más elevado. La infantería de la legión XV debía desplegarse en el centro y parte del flanco derecho por ser las fuerzas más numerosas del ejército. La infantería de la legión XII debían mantener espacio que quedaba en la izquierda hasta llegar al flanco. Debían desplegarse en ocho de fondo y en orden cerrado.
Tras las cuatro primeras filas de legionarios se coloca una línea de arqueros, de los que disponen de puntas de flecha de hierro muy finas. Y los que estén más enfrente debían estar en guardia para que cuando los enemigos se acerquen a cierta distancia poder disparar con seguridad sobre los pechos de los caballos alanos. Esos que están en la segunda, tercera y cuarto rango de la formación tienen que tener sus flechas preparadas para dispararlas, si es posible, dañando tanto a los caballos como a sus jinetes tratándolo de poner a este fuera de combate. Las siguientes filas debían ser jabalineros, la novena fila tras ellos debían ser arqueros a pie los de Numidia, Cirene, Bosforo e Iturea. La artillería debía desplegar en cada uno de los flancos para disparar sobre los atacantes a la mayor distancia posible, situada, eso sí, a cubierto detrás toda la formación.
Toda la caballería desplegara junta en ocho alas y escuadrones, debe estar al lado de la infantería a los flancos teniendo los pesadamente armados y los arqueros como pantalla. Dos compañías y en el centro de la formación. Seis compañías, …..(hay una laguna en el texto original)….., los arqueros a caballo dispuestos entre ellos tienen que formar cerca a la línea de batalla para disparar por encima de ella. Los jabalineros, arqueros, infantería armada con espada y los armados con hacha debían vigilar ambos flancos y esperar la señal. La caballería escogida debe formar junto al general con doscientos legionarios, la guardia y los centuriones, añadidos a la caballería escogida y los comandantes de la propia guardia, también los decuriones de élite de infantería. Debía haber con él…. (laguna en el texto original)…, cien jabalineros ligeros para acompañar a la caballería. El mando del flanco derecho junto con la caballería estará a cargo de Valens, comandante de la XV legión. Los tribunos de la XII debían hacer lo mismo a la izquierda.
Una vez así desplegados, debía haber un silencio absoluto hasta que los enemigos se coloquen a tiro de los arqueros, entonces debe lanzarse el grito de guerra, lo más fuerte e intimidador posible. Es el momento de hacer uso de la artillería de largo alcance, flechas pesadas (escorpiones) y las piedras (onagros, catapultas), así como, de estar a tiro, los arqueros y jabalineros, tanto ligeros como los más pesadamente armados. Las piedras debían ser también lanzadas sobre los enemigos por las fuerzas aliadas que se encuentran en las posiciones más elevadas. Toda la lluvia de proyectiles debe estar lanzándose de todos los lados para que su concentración provoque el pánico en los caballos y destruya la formación enemiga. Mediante esta descarga masiva de proyectiles se espera que los escitas (alanos) no consigan acercarse a las primeras líneas romanas, es decir, a la línea de batalla. Si a pesar de ello, los atacantes atraviesan esta pantalla de proyectiles, las tres primeras filas de infantería (legionarios) deberán cerrar filas hasta tocarse hombro con hombro y recibir la carga lo más fuertemente posible. El cuarto rango lanzara sus jabalinas y el primer rango, una vez detenida la carga enemiga, atacara con sus espadas al toque y sin descanso.
Después de rechazar al enemigo y si hay una clara ruptura de este, las unidades de infantería retrocederán dando paso a la caballería, pero no todos los escuadrones, sino la mitad de ellos, los que están enfrente deben ser los primeros en avanzar, la otra mitad debe seguirles en perfecta formación. y sin desorganizarse, con tranquilidad para que puedan continuar la persecución con los caballos frescos en el caso que el enemigo se retire finalmente en desorden, o para el caso de que estos den la vuelta y vuelvan a atacar que puedan asistir así a los que son perseguidos.
Al mismo tiempo los arqueros armenios deben avanzar disparando sus arcos para prevenir cualquier reorganización del adversario al tiempo que la infantería ligera, armada de jabalinas, deben también avanzar a la carrera. La formación de infantería no debe mantener sus posiciones, debe ahora avanzar a paso rápido para que pueda ser esta base de defensa para la caballería llegado el caso de tener esta que replegarse rápidamente ante un contraataque enemigo.
Esta es la táctica a llevar adelante en el caso de que los alanos estén en retirada. Ahora bien, si estos se dan la vuelta y se dirigen hacia los flancos los arqueros situados en ellos deben extender la formación hacia los lados. No creo que pese a que los flancos se hagan más débiles al extenderlos hacia el exterior puedan tampoco los enemigos irrumpir a través de ellos y así cortar nuestras líneas No obstante, si ganan en alguno de los flancos los jinetes necesariamente expondrían sus flancos en ángulo recto. En ese caso los de caballería deben inmediatamente cargar a espada y hacha. Los escitas siendo armados ligeramente y teniendo caballos sin protección…… (fin del texto).