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Etelredo II el Indeciso (978-1016)
Egdar el Pacífico fue sucedido por Eduardo el Mártir (975-978) siendo finalmente sucedido por Etelredo II el Indeciso (978-1016). Durante su reinado, los vikingos aumentaron los ataques sistemáticos a Inglaterra y comenzaron a ser particularmente intensos entre los años 988 y 1.000.
Antecedentes de la batalla
En 991 el rey vikingo noruego Olaf Tryggvason lideró las tropas vikingas, entre 2.000 y 4.000 hombres y decidió tomar algunos territorios ingleses. Atacaron primero Ipswich y después se dirigieron a la ciudad de Maldon, al lado del río Blackwater en Essex.
Maldon era una ciudad costera y, por tanto, vulnerable a un ataque. Había sido fortificada, pero su riqueza todavía lo convertía en un blanco para los vikingos que se habían trasladado allí después de atacar Ipswich. Estas incursiones en la costa este eran costosas y parece que el señor sajón local era el conde de Byrhtnoth, determinado a enfrentarse a los vikingos en una batalla campal.
El conde Byrhtnoth, cuando se enteró de la incursión vikinga, llamó a los fyrds locales (la milicia que defendería la zona local) y junto con sus huscarles (tropas personales) y sus thegns (señores) llevaron a los ingleses contra la invasión vikinga.
Despliegue inicial
Se piensa que los ejércitos tenían quizá 3.000 hombres cada uno (realmente no se sabe con certeza).
Los vikingos habían decidido no asaltar directamente a Maldon (lo que significaría atacar el puerto fortificado), sino que desembarcaron en los anclajes seguros en varios canales del estuario que se juntaban en la isla de Northey. Se concentraron una vez desembarcados y se dirigieron por la calzada que la conectaba la isla a la tierra firme. Nada más entrar en tierra firme les esperaba el ejército sajón, antes de empezar la batalla la calzada se inundó (posiblemente por la marea alta). Así lo que ocurrió fue un compás de espera con los dos ejércitos lanzando insultos y desafíos, separados por un canal de unos 300 metros de ancho.
Desarrollo de la batalla
Inicialmente, los guerreros sajones sostuvieron la calzada y negaron el paso a los vikingos, pero luego Byrhtnoth ordenó al ejército que retrocediera y permitiera cruzar al enemigo. Este comportamiento noble y heroico, se denominaba ofermode (lo que, según se cree, significaría «alguien que tiene muy buen corazón», o también «orgullo» o «exceso de coraje») y le provocaría la derrota.
Los vikingos cruzaron en el río el 10 de agosto de 991 y comenzó de una manera bastante estándar con un intercambio de flechas, piedras y jabalinas, protegiéndose de las mismas con los muros de escudos. Después los cuerpos principales chocaron. Puede ser que los sajones estuvieran haciendo bien hasta que ocurrió algo inesperado. Byrhtnoth pareció haber creído que un líder enemigo lo estaba desafiando a un combate y se adelantó para participar en el combate singular. Varios vikingos cayeron sobre él y lo cortaron en pedazos.
Secuelas
La batalla terminó en una derrota anglosajona, los vikingos continuaron saqueando Maldon. Después de la batalla, el arzobispo de Canterbury aconsejó al rey Etelredo que siguiera la otra política e intentara comprar a los vikingos en lugar de combatirlos. El rey aceptó y como resultado un pago de 10.000 libras romanas de plata (3.300 kg) fue entregado como danegeld.
Con el propósito de mostrar fuerza a sus enemigos y ganarse la fidelidad de la ultraconservadora nobleza sajona, además de eliminar posibles focos rebeldes, Etelredo II ordenó la masacre de los nobles ingleses con ascendencia danesa durante la masacre del día de San Bricio (13 de noviembre de 1002). Lo que no calculó el rey fue que entre las víctimas de la matanza se encontraba la princesa Gunhilda, hermana del rey Svend I Forkbeard de Dinamarca, la cual fue asesinada junto a su esposo Pallig Tokesøn, conde de Devonshire. Esto fue la excusa perfecta para el rey Svend I, que erigiéndose en vengador, comenzó las expediciones contra de los ingleses (1003-05, 1006-07 y 1009-12), teniendo el rey que pagar un danegeld cada vez mayor.
Finalmente, en agosto de 1013 el propio rey Svend I decidió invadir Inglaterra, llegando a la isla de Sándwich. Rápidamente, conquistó ciudad tras ciudad, y cuando llegó a Londres, los ciudadanos decidieron destruir el puente, sufriendo el rey Svend serias heridas, pero ello no impidió que continuara su conquista. El 23 de diciembre de 1013, víspera de Navidad, fue proclamado por la Witenagemot, rey de toda Inglaterra.
Entretanto, el destronado rey Etelredo, su mujer Emma de Normandía, y sus tres hijos menores huyeron al ducado de Normandía, junto a su cuñado, el duque Ricardo II. Pero el gobierno de Svend solamente duró 5 semanas, ya que murió a causa de las heridas sufridas durante la destrucción del puente, el 3 de febrero de 1014. Siendo sucedido por su hijo Canuto, que le había acompañado en la campaña, siendo proclamado rey de Inglaterra por las tropas danesas. Pero tuvo que regresar a Dinamarca (abril de 1014), aprovechando entonces el destronado rey Etelredo II el Indeciso para volver a ser proclamado rey por la Witenagemot o asamblea de nobles ingleses.
Etelredo murió en Londres, el 23 de abril de 1016, a los 48 años de edad, siendo sepultado en la Antigua Catedral de San Pablo. Fue sucedido por su hijo Edmundo Ironside.