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Movimientos previos
Papirio Carbón se dirigió con un ejército de entre 20.000 a 40.000 legionarios para bloquear el camino a Italia, toma una posición defensiva en los Alpes, defendiendo a Italia de una invasión, ocupó el paso en las alturas al norte de Aquileia, cerca de la actual Venecia. Pronto entró en negociaciones con los címbrios y teutones.
Carbón era un político sin experiencia en la guerra, pero con muchas ansias de gloria militar, estaba decidido a aniquilar completamente a las tribus invasoras. Solamente disponía de un año de mandato y quería alcanzar la gloria. Pactó con el jefe cimbrio Boirix su abandono de la zona, pero su intención era atacarles en la retirada. Envió guías para que les escoltaran de vuelta a la frontera
Desarrollo de la batalla
En realidad Carbón pensaba guiarlos hacia una emboscada que él mismo había preparado. Sin embargo, probablemente por medio de una traición de alguno de los guías, los protogermánicos supieron del ardid que les estaba preparando el cónsul. Superando ampliamente en número de hombres a los romanos (unos 70.000), y conocedores de la traición, actuaron en consecuencia y cayeron sobre el desprevenido ejército romano, quienes pasaron de llevar la iniciativa a ser sorprendidos por el numeroso enemigo bárbaro. El enfrentamiento tuvo lugar cerca de Noreya (Noreia) (la actual Carintia).
Se sabe que la tormenta que cerró aquel día evitó la total destrucción de las fuerzas romanas, Carbón escapó con vida de milagro pues fue derribado del caballo. Los germanos cesaron inmediatamente la cacería de las tropas romanas en desbandada, lo que a estos les permitió reagruparse y huir con los restos de la impedimenta hacia la península italiana.
Este atípico desenlace se produjo porque los germanos creían que los rayos y truenos de las tormentas se debían a la ira de sus dioses, lo cual era mucho más temido para ellos que el propio enemigo.
Carbón y parte del ejército escaparon con vida, a pesar de que las tribus protogermánicas se jactaron de que le habían dado muerte, erróneamente. A su llegada a Roma, el senado le deshonró y fue desposeído del título de cónsul, aunque no fue exiliado como era costumbre hacer con los comandantes completamente derrotados. Sin embargo, sin gloria y con el fracaso obtenido terminó suicidándose.
Apiano lo describe así: «Una banda numerosa de teutones, que estaba entregada al saqueo, invadió el territorio de Nórico. El cónsul romano Papirio Carbo, temeroso de que invadieran Italia, tomó posiciones en los Alpes, en un lugar donde el paso era muy estrecho. No obstante, como ellos no avanzaron, les atacó bajo la acusación de que habían invadido el pueblo de Nórico, que era amigo de los romanos. Era costumbre de Roma hacer amigos a aquellos que se entregaban para ser aliados, pero sin que hubiera obligación de defenderlos como a tales. Los teutones, al aproximarse Carbo, le enviaron embajadores para decirle que desconocían la existencia de una relación tal entre los romanos y los habitantes de Nórico, y que, en el futuro, se abstendrían de molestarlos. Éste alabó a los embajadores y les proporcionó guías para el viaje de regreso, pero encargó a los guías, en secreto, que siguieran una ruta más larga. Entonces él atravesó por una más corta y atacó a los teutones de improviso, mientras se hallaban todavía descansando. Sin embargo, pagó por su perfidia con la pérdida de muchos hombres. Y tal vez hubieran muerto todos, de no haber sido porque la oscuridad y un enorme aguacero que se desencadenó en el transcurso de la batalla, acompañado de fuertes truenos, separaron a los combatientes y pusieron fin al combate por el temor que inspiraba el firmamento. Aún así, los romanos se refugiaron en los bosques en grupos pequeños y se reunieron a duras penas tres días más tarde. Los teutones pasaron a la Galia«
Secuelas
Roma se preparó para lo peor, pero los címbrios y teutones, en vez de entrar en Italia, cruzaron los Alpes y se dirigieron al territorio de los helvetios, donde estos se les unieron para dirigirse hacia la Galia.
En el espacio de solo dos años (114-113 AC.), dos ejércitos romanos habían sido destruidos en batalla con diferentes enemigos bárbaros: los escordicios y los cimbrios
No se sabe la ruta que siguieron, ni si estos años fueron una migración continua o si encontraron algún lugar donde asentarse, incluso temporalmente. Sin embargo, hacia el 109 AC, los cimbrios habían comenzado a penetrar en el valle del Ródano y una vez más aparecieron en las cercanías de la influencia romana.
Invadieron la provincia romana de la Galia Narbonense derrotando al ejército romano, que estaba bajo el mando del cónsul Marco Junio Silano, la situación y detalles son desconocidos.
Floro ubica la batalla en Italia, mientras que los demás la ubican en la Galia. Dada las pérdidas romanas en la batalla, habrían dejado a Roma indefensa.