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Origen de los cimbrios
Los cimbrios eran una tribu protogermánica, su nombre significa compañeros o compatriotas, no eran una tribu homogénea de varios cientos de miles, sino una colección de diferentes tribus de los pueblos címbricos. Las teorías están basadas en relatos encontrados tanto en Plutarco como en Estrabón, argumentan que eran una raza galo-escita y los conectan con los cimerios como se encuentran en Homero y Heródoto, otros que fueron los sobrevivientes del ataque galo a Grecia (280 –279 AC) que huyeron al norte.
Una teoría más ampliamente argumentada es que formaron parte delprincipal movimiento de pueblos celtas y que esta rama ocupó la península de Jutlandia (la actual Dinamarca) en algún lugar de la región del siglo V o IV AC. En última instancia, es un argumento que nunca se resolverá.
Causas de la emigración
Las causas exactas de la migración no se conocen, la más extendida es que se debió a un cambio climático drástico, una ola de frío les obligó a abandonar sus hogares y buscar un territorio más cálido donde asentarse.
Otra causa sería el aumento del nivel del mar. Aunque Strabo descarta esta teoría, argumentando que los niveles del mar no podrían aumentar de forma impredecible (basado en su limitada experiencia en el Mediterráneo), hay algunas pruebas geológicas que pueden respaldar esta afirmación.
Otra causa sería el aumento de la población, que obligó a que parte de la población emigrase al no haber recursos suficientes para todos. Esta causa sería factible porque algunas de las tribus se quedaron en la región, e incluso seguían allí en tiempos de Augusto.
El ejército cimbrio
Los cimbrios habían tenido poco contacto con el mundo civilizado, los guerreros cimbrios y teutones luchaban semidesnudos, tenían un escudo de madera para protegerse, su arma principal era una lanza de madera, con punta de hierro, algunos tendrían como arma secundaria un cuchillo o un hacha doméstica.. La caballería era poco común y la mayor parte de los guerreros luchaban como infantería. Algunos de los jefes, sus criados y guerreros de renombre pudieron haber tenido armaduras corporales y empuñaban espadas largas de hierro. Serían ellos quienes audazmente formaron las primeras filas en la batalla.
Inicio de la emigración
Alrededor del 120 AC, los cimbrios abandonaron sus hogares en la península de Jutlandia, y se dirigieron hacia el sur. Se ha postulado que la ruta que eligieron, que parece inusual a los ojos modernos, pero posiblemente se basó en las rutas comerciales de ámbar de la Europa tribal.
A medida que se trasladaban al sur, convencieron a otra tribu, los teutones, a unirse a ellos. A su vez, los teutones convencieron a los ambrones, una tribu con fuertes influencias celtas.
Avanzaron entre los ríos Elba y Oder, y alrededor del 116-115 AC, se enfrentaron con tribus celtas del Este que vivían a lo largo del Danubio, entrando en el territorio de los escordiscos y boyos, tribus celtas del Este que vivían a lo largo del Danubio.
Lo que sucedió no se sabe con exactitud, pero está claro que los celtas lograron rechazar la invasión cimbrio-teutona. Sin embargo, al parecer quedaron impresionados por la capacidad de lucha de los invasores, ya que varias tribus se les unieron posteriormente.
Revitalizados se dirigieron a la región de Noreya (Norico), un territorio entre la actual Austria y el sur de Alemania, habitada por los tauriscios o nóricos, una tribu celta que era cliente de Roma. Incapaces de repeler la nueva y poderosa fuerza invasora, los nóricos pidieron ayuda a Roma.
»En un principio estos rumores ofrecían datos poco fiables acerca de la cantidad y la potencia del ejército que se aproximaba, pero más tarde se confirmó que estas estimaciones se encontraban por debajo de la realidad, ya que llegaba a los 300.000 el número de hombres armados que avanzaban, así como una multitud todavía más numerosa —según dicen— de mujeres y de niños que les acompañaban en busca de tierra que alimentara una masa de gente tal y ciudades en las que establecerse y vivir, del mismo modo que con anterioridad a ellos, como tenían entendido, los celtas habían ocupado la mejor parte de Italia despojando de ella a los etruscos«. Plutarco
Los tauriscos que eran aliados de Roma, rápidamente pidieron ayuda a Roma, y les alertaron de la amenaza. El Senado no solamente habría estado obligado por su honor a ayudar a uno de sus aliados en la región; sino que la mera mención de una horda bárbara migratoria que se acercaba a la esfera de influencia de Roma, evocó el recuerdo de la invasión gala de Italia en el año 390 AC y el saqueo galo de Roma.
El Senado ordenó a uno de los cónsules del año 113 AC, Gneo Papirio Carbón, llevar un ejército a la región para investigar a esa recién llegada amenaza, defender a sus aliados y hacer frente a cualquier amenaza a Roma.
