El ejercito anglosajón

Primeros ejércitos sajones (400-600)

Los sajones estaban organizados como todos los germanos en bandas de guerra encabezadas por un jefe. Los guerreros que componían la banda eran soldados profesionales, aunque tal vez sin la disciplina de los romanos. Había tres clases de guerreros:

• Los gedrihts eran los seguidores personales del jefe y juraban morir con él. Había pocos en cada banda, estaban bien armados y la mayoría llevarían un yelmo y una armadura de malla. El arma principal era el gar, una lanza de 2,5 m de largo (en inglés antiguo, gar = spear). Muchos habrían llevado espadas largas cortantes.
• El segundo grupo eran los geoguths, o jóvenes guerreros. Formaban el grueso de la fuerza y llevaban un escudo, una lanza y un seax (una daga larga o una espada corta de un solo corte). Pocos llevaban yelmos o armaduras.
• Los duguths, o viejos guerreros, aparecen más adelante en este período. Habrían llevado el mismo equipo que los geoguths y servían principalmente para proporcionar un elemento estabilizador en la batalla.

Además, había escaramuzadores armados con un arco o una honda.

Al principio, el escudo era pequeño, más parecido a un buckler, y sugiere que los hombres luchaban en bandas de guerra en orden abierto. Más tarde, el escudo se agrandó (hasta 1 m de ancho) y la banda de guerra comenzó a luchar en orden cerrado, lo que requería un nivel razonable de instrucción y disciplina. Este estilo era conocido como muro de escudos.

El uso del caballo en la batalla es muy poco claro y probablemente solamente los gedrihts habría dispuesto de ellos. Sin embargo, los caballos en este período eran pequeños y habrían tenido que ser entrenados de batalla. En resumen, las fuentes indican que los sajones dirigieron un ejército de infantería equilibrado y eficaz. Parece probable que los caballos se habrían utilizado para el reconocimiento o el transporte.

No está claro cuál era el tamaño de los ejércitos; los sajones describían a más de 30 guerreros como un ejército. Curiosamente, esto coincidía con el mismo número que la tripulación de una nave. La visión general es que un ejército se habría formado de un número de bandas de guerra bajo un jefe mayor, o althing, y habría estado entre 200 y 600 efectivos.

Organización social

El rey y sus parientes eran los athelings, los líderes de la sociedad. A su alrededor, gobernando comarcas a modo de virreyes, encontramos a los eordolman, la alta aristocracia anglosajona. A este estamento se accedía por línea hereditaria, y sus miembros tenían la función de gestionar las comarcas y organizar los ejércitos de cada territorio en caso.
Los thengs eran un grupo social ligeramente inferior al de los eordolman, equivalían al caballero medieval, pero los reyes les apreciaban enormemente. Originalmente, fueron la guardia personal de los reyes durante las primeras invasiones. Como recompensas, los jefes los recompensaban con riquezas y frecuentemente, tierras. Un grupo selecto de jóvenes thengs formaron la escolta tradicional de los reyes sajones. Los más experimentados y ancianos, servían a sus reyes como consejeros. Eran una suerte de baja nobleza con una fuerte componente militar.

Ya ligados al trabajo de la tierra, el siguiente escalón eran los ceorls. Este estamento englobaba tanto a los granjeros y campesinos que pagaban rentas a los nobles, como a siervos y artesanos. Eran la base de la sociedad anglosajona, el estrato económicamente productivo.

Finalmente, por debajo de ellos estaban los esclavos, cuyo trabajo era muy importante en las labores rurales, aunque su vida nunca fue fácil.

La sociedad anglosajona era rural, dividieron los campos en parcelas largas para evitar el problema de dar la vuelta con los pesados arados. La tierra de cada aldea se dividía en tres secciones: la primera se utilizaba para plantar cultivos de primavera, la segunda para cultivos de otoño y la tercera se dejó como tierra común para el pastoreo. La principal ventaja de este sistema de agricultura fue que la tierra nunca se desgastaba. El ganado era lo más apreciado: los bueyes se empleaban para arar porque eran más baratos de alimentar que los caballos y, cuando su vida laboral había terminado, podían ser comidos. Los caballos eran reservados para la guerra y para el deporte. Los cerdos también eran criados, así como las ovejas, que proporcionaron la leche, la lana y la carne. Las gallinas y los gansos eran comunes y las abejas se guardaban generalmente porque la miel era la única sustancia dulce disponible. La miel era también la base para el «aguamiel«, la bebida alcohólica favorecida por la aristocracia.

Los anglosajones construyeron sus casas de madera y a lo largo de los valles, generalmente cerca de arroyos o ríos. Los halls estaban decorados con talla y pintura tanto dentro como fuera. La belleza de los objetos cotidianos se consideraba uno de los placeres de la vida, aunque pocos anglosajones podían esperar disfrutar de una vida muy larga o muy saludable. El clima de Inglaterra era más frío, más apagado y con más niebla en aquellos momentos y pocas personas vivían más allá de la edad de cuarenta y cinco. Las epidemias y el hambre también fueron causas de mortalidad.

La hambruna era tan común en el período anglosajón temprano que es quizás significativo que el verbo moderno inglés «morirse de hambre» deriva de la palabra anglosajona «morir». La propagación de la peste fue causada por la falta de higiene personal, ya que la limpieza se tomaba como un signo de orgullo excesivo. La medicina era primitiva, generalmente conectada con prácticas mágicas. Sin embargo, hay evidencia de que hubo cirugía de otra especie: cortar porciones del cuerpo era una forma normal de castigo; las flechas se sacaban con un par de pinzas; las heridas en el estómago eran cosidas con aguja e hilo de seda. La sangría era el más popular de todos los remedios.

Ejércitos anglosajones (600-1066)

La organización sufrió cambios considerables, haciéndose esencialmente cada vez más feudales. Los gedriht se convirtieron en una guardia familiar más organizada, que proporcionó un núcleo de especialistas militares (los huscarles o housecarles).

Es obvio que el rey y su guardia personal no podían estar en todas partes a la vez, por lo que la responsabilidad por la defensa local debió haber caído en los eorls. Era su trabajo para convocar a los fyrds o milicia en caso de emergencias, y esto ellos, o sus thengs podían reaccionar de forma rápida en las zonas afectadas por las incursiones.

Los fyrds

Los fyrds eran milicias, los había de dos tipos los locales y los selectos.

Los fyrd locales eran llamados en caso de una emergencia. Defendían su región inmediata contra una invasión, regresaban a sus hogares al caer la noche. Si el rey los conducía más lejos, estaba obligado a pagarles salarios. Por lo tanto, no se les pagaba, ni se esperaba que vinieran armados con mucho más que lo que tenían a mano: palos, piedras atadas a palos, hachas, cuchillos, utensilios de la granja, etc.

Los fyrd selectos se reclutaban sobre la base de un hombre por cada hide (120 acres o 48 hectáreas) de terreno. Cada uno de los hides satisfacía a su soldado con 4 chelines en concepto de paga y raciones para dos meses, es decir un total de 20 chelines. Los fyrds eran muy difíciles de reunir, debido a que se encontraban desperdigados por toda Britania. Por otra parte, una vez agotada su paga y las raciones de dos meses, regresaban, estaban mejor armados, mejor entrenados, que los locales.

Una gran proporción eran arqueros, incluso se proclamó una ley en Inglaterra que obligaba a todo campesino a tener y mantener un arco en perfecto estado, y a estar entrenado en su uso. Un simple campesino con un arco hecho de madera, barata y abundante, podía dejar fuera de combate a un caballero a distancia. Cuando el territorio era invadido, se movilizaba a todo el personal en edad militar (entre 15 y 60 años) armados con sus arcos y cualquier herramienta que sirviese como arma defensiva.

Las ciudades también fueron evaluadas en hides, y los habitantes eran obligados a enviar representantes. En algunos casos las ciudades podrían conmutar su servicio pagando a la corona una cantidad necesaria para contratar a un reemplazo.

Algunos disponían de caballo, pero combatían a pie, entre otras cosas porque no había caballería en Europa, salvo los catafractos bizantinos, capaces de romper un muro de escudos.

Se usaban siempre en defensiva, cuando querían pasar a la ofensiva empleaban a los husecarles y la infantería mercenaria.

Mercenarios

Los infantes procedentes de levas, no podían permitirse un equipo caro. Por lo tanto, la infantería de calidad quedó en manos de mercenarios. Eran bandas de guerreros extranjeros que estaban bajo el control de comandantes extranjeros, que servían no sólo como un ejército permanente para el rey, sino también como los séquitos de importantes señores anglosajones.

Los estos soldados iban armados de lanzas, venablos, espadas y hachas y como protección los que podían permitírselo casco y un escudo redondo parecido al vikingo. Los guerreros sajones mantenían el escudo separado del cuerpo para evitar que las puntas de jabalinas lanzadas por el enemigo pudieran atravesar los escudos y herirles, pero cuando llegaban al choque, el escudo se pegaba al cuerpo, protegiendo gran parte de él. También solían usarlo para golpear lanzas enemigas y romper sus lanzas.

Housecarles o husecarles

Se cree que estos fueron introducidos después de la conquista de Svein Forkbeard de Inglaterra en 1014, y probablemente planteado por Cnut en 1033, aunque es muy posible que hubieran existido en el momento de la conquista de Swein. Eran soldados completamente profesionales, tenían sus propias reglas de conducta, vivían en la corte del rey y recibían su paga, en contraposición a los regalos o la clase. Ellos formaron un pequeño, pero eficiente y muy organizado ejército permanente, ambos bien disciplinados y fuertemente armados. Canuto, se nos dice, exigía a su husecarles poseer una «espléndida armadura» y una espada de doble filo con una empuñadura con incrustaciones de oro, como condición de aceptación en su séquito militar.

Los husecarles en sus orígenes fueron una especie de guardia personal, aunque también disponían de ellos los condes y e incluso los thengs (nobles menores antecesores de los caballeros).

Los husecarles eran solamente un grupo de mercenarios pagados o de hiredmen que lucharon para Inglaterra antes de la conquista normanda. Había dos grupos de hombres pagados conocidos como lithsmens y butsecarls que eran mercenarios y que eran igualmente adeptos en la guerra terrestre o marítima. Por ejemplo, una versión de la Crónica anglosajona se refiere a los retenedores del conde Tostig como hiredmen mientras que otra versión los llama hus karlas. Como Tostig estaba luchando contra el rey en ese entonces, entonces el uso del término husecarl parece haber sido un sinónimo para un mercenario.

Las pruebas para pertenecer a los housecarles eran extremadamente duras. Estaban equipados con, escudos, yelmos altos (spangenhelms) y unas poderosas hachas, hachas danesas blandidas a dos manos. Los escudos, al menos en la última época, tenían forma de cometa, como los escudos normandos. Iban mejor protegidos con cota de malla o byrne.

Las hachas, eran unas armas terribles. Frente a la caballería, las usaban para cortar las patas de los caballos o sus cabezas de un solo golpe. Frente a la infantería, los housecarles se entrenaban para manejar las hachas con la hoja situada a la izquierda del guerrero, es decir, con la mano izquierda más cerca de la hoja que la derecha. De este modo, el terrible golpe impactaba al enemigo en el lado en el que no tenía escudo.

La mayoría iban a caballo, pero combatían a pie. Los caballos se usaban para desplazarse, hacer reconocimientos y escoltas, y perseguir a los enemigos; la única acción de la que se tiene noticia que los anglosajones empleasen la caballería en choque fue en 1055, llevada a cabo por Ralph, conde de Hereford y que acabó en desastre al enfrentarse a arqueros, y al parecer no se repitió jamás.

Armamento

Lanza de acometida: La lanza ha sido el arma más común utilizada por su precio y su eficacia. Las lanzas anglosajonas estaban hechas de madera de fresno con una hoja o un punto de hierro en forma de hoja. La longitud media era de unos 2 metros, pero su longitud variaba de 1,5 a 2,7 metros. La ventaja de la lanza era que era barato de fabricar e incluso un soldado mal entrenado podía llegar a ser peligroso con ella en la batalla. Las lanzas de acometida no se usaban para ser lanzadas y los guerreros las retenían mientras pudieran durante la pelea. Una fuerte acometida con una lanza podía perforar las armaduras de «cota de malla» usadas en aquellos tiempos. Los golpes, sin embargo, iban dirigidos a la cabeza y cuello de sus enemigos.

Jabalinas, anglones o bebras: Estas armas eran arrojadizas, el angón tenía la parte metálica más alargada con un pilum romano, como su nombre sugiere eran lanzadas al enemigo. Los guerreros llevaban dos o tres de ellas en la batalla, usando una mano para lanzarlas y sosteniendo a las otras en la otra mano, que sujetaba el escudo, que estaba atado al brazo por trozos de cuero o cuerdas. Probablemente los soldados llevaban, en la mano protegida por el escudo, una o dos jabalinas más y la lanza de acometida. Recientes reconstrucciones y experimentos han demostrado que una jabalina era efectiva a una distancia de aproximadamente 30 a 40 pasos y viajaba a través del aire a una velocidad relativamente lenta. Una sola jabalina podría ser fácilmente evitada, de hecho eran arrojados todas a la vez por los guerreros antes de la carga. Una jabalina pesaba aproximadamente un kilogramo y durante su vuelo adquiría suficiente fuerza inercial para penetrar en un escudo de madera y herir al dueño.

Hacha barbada (también conocido como hacha ancha, hacha danesa o skeggox), era un hacha pesada con un mango largo que se utilizaba con ambas manos. Era el arma preferida de los husecarles de la guardia real anglosajona. Era un arma de ataque efectiva, pero pesada y engorrosa si se usaba para detener los golpes del enemigo. Un guerrero necesitaba entrenamiento constante para llegar a ser competente en el uso del hacha y esa es la razón por la cual solamente los soldados profesionales o semiprofesionales la usaban. Cuando los husecarles luchaban con el hacha larga, colgaban su escudo en la espalda con una correa de cuero.

Francisca era un hacha pequeña que se utilizaba lanzándose, debe su nombre al hecho de ser popular en la tribu germánica de los francos. Fue empleada en los primeros tiempos anglosajones.

Espadas era la más famosa de todas las armas antiguas, pero no era la más común en los primeros tiempos medievales. Tenía un gran fuerte, tanto material como simbólico; las espadas a menudo tenían decoraciones de oro en la empuñadura y se heredan de padre a hijo. Las espadas también eran dadas como regalos muy valiosos de los reyes a sus guerreros o a otros reyes. Las espadas anglosajonas solo se usaban para dar tajos, las espadas con puntas afiladas solamente aparecieron a partir de la segunda mitad del siglo XIII, cuando las armaduras de placas llegaron a ser de uso generalizado y las espadas puntiagudas se hicieron necesarias para perforar las placas de metal. Estas espadas medievales tempranas no estaban destinadas a detener la hoja del oponente, porque esto habría dañado seriamente el borde afilado, los guerreros anglosajones apuntaron sus golpes a la carne del enemigo. A menudo la espada se utilizaba para dar el golpe final a un oponente previamente herido con la lanza.

Seax: era un cuchillo largo de un solo corte, tenía diferentes nombres y tamaños, entre casi todas las tribus germánicas, era utilizado tanto como herramienta como arma.

Yelmos: Los cascos anglosajones, así como los daneses y vikingos, tenían una forma cónica, con el fin de proteger la cabeza del usuario de golpes directos desviándolos. Los más caros, eran usados ​​por reyes y nobles, y estaban hechos enteramente de acero y de hierro, mientras que los más baratos tenían un «esqueleto» de hierro al que se fijaban paneles de cuerno de animal, cuero duro o incluso madera. La cara, las mejillas y el cuello del usuario estaban protegidos por elementos adicionales hechos de placas de hierro o cota de malla.

Escudos: Durante la mayor parte de su existencia como entidad política independiente, los anglosajones utilizaron escudos redondos. En el período inicial eran bastante pequeños, con un diámetro de unos 45 centímetros, como aptos para los asaltantes que tuvieron que precipitarse rápidamente hacia el enemigo. Después de la colonización de los escudos se hicieron más grandes. Al final copiaron la forma de cometa de los normandos.