De Viazma a Smolensko

Liberación de Dorogobuzh

Después de la batalla de Viazma, en la noche del 4 de noviembre, cayó nieve, se levantó una ventisca, las heladas alcanzaron los ocho grados bajo cero y llegó el invierno. Desde entonces, el hambre y el frío se habían vuelto inseparables, castigando despiadadamente del ejército francés. Después de cada pernoctación, cientos de cadáveres permanecían en los vivaques. A cada paso había imágenes que helaban el alma. La gente estaba entumecida por el frío, tambaleándose como borrachos de hambre y cayendo muerta. Otros se sentaban cerca del fuego en completo estupor, sin darse cuenta de que sus piernas, que querían calentar junto al fuego, se estaban convirtiendo en brasas. Buturlin dijo: “Recordaré toda mi vida la terrible vista que nos sorprendió en la gran carretera de Dorogobuzh, cerca del monasterio de Boldin. Tres franceses estaban asando a un cuarto, que había muerto de hambre hacía unos minutos. Muchos devoraron con avidez la carroña cruda”.

Kutúzov continuó con el plan de campaña que había concebido. Envió destacamentos de Davydov y el conde Ozharovsky a Smolensko; ordenó a Platov en el lado derecho de la carretera, y al conde Orlov-Denisov en el izquierdo, que no dejen que las cabezas de las columnas francesas se salieran de la carretera y las ataquen constantemente durante la marcha; Miloradovich ordenó perseguir y expulsar al enemigo por la retaguardia. Además, se ordenó a todos los partidarios del ejército principal que acosaran a las columnas francesas desde el flanco izquierdo. “Este tipo de persecución”, en palabras del mariscal de campo, “llevará al enemigo a una posición extrema y lo despojará de gran parte de la artillería y las carretas”. Además, las preocupaciones del mariscal de campo se extendieron para asegurarse de que el enemigo no girara a la izquierda a través de Yelnya y Mstislavl hacia Mogilev.

Teniendo en mente prevenir personalmente tal movimiento, envió las fuerzas principales del ejército ruso a Yelnya. Con el mismo propósito, dispuso de las fuerzas de la milicia. La milicia Kaluga, reforzada por 2 RCs cosacos y varios RCs de caballería regular, se trasladó a Yelna; Tula, bajo el mando del gobernador Bogdanov, primero a Yelna y luego a Roslavl; Smolensko primero también a Yelnya y luego a Dorogobuzh.

Desde el 4 de octubre, el día después de la batalla de Viazma, el enemigo, perseguido por retaguardia por Miloradovich, se apresuró por la carretera principal entre Platov a la derecha y el conde Orlov-Denisov a la izquierda. A la cabeza de su ejército, el propio Napoleón se apresuró a Smolensko, donde ordenó a todo el cuerpo que siguiera un camino directo, excluyendo al CE-IV de Eugenio, a quien se le ordenó desviarse del camino principal a la derecha hacia Dukhovshchina en Dorogobuzh, y seguir hasta Vitebsk para ayudar a las tropas del general Pouget, dejadas allí como guarnición.

Perseguidos por los cosacos, los franceses del CE-IV se vieron obligados a abandonar 60 cañones y todo el convoy en la carretera. Habiendo llegado a Dukhovshchina, pero sin artillería ni caballería en medio de bosques hostiles, Beauharnais se dirigió a Smolensko para unirse al ejército principal. El CE-IV de Beauharnais perdió 6.000 soldados en esta maniobra.

Los siguientes eventos principales de la campaña fueron: por un lado, la operación militar que tuvo lugar en las rutas de retirada del ejército francés de Viazma a Smolensko, y, por otro lado, el movimiento de flanco de Kutúzov a Yelnya, y luego a Krasny. Las operaciones militares contra el ejército francés se realizaron principalmente en tres direcciones: en la carretera principal, por donde seguían las unidades de cabeza del cuerpo enemigo; luego, al norte de la carretera, en el camino del movimiento del CE-IV a Dukhovshchina, y, finalmente, al sur de la carretera principal, en el camino entre Smolensko y Yelnya, donde se dejó la columna del general Barage d’Illier en olvido.

En el camino real, las operaciones se desarrollaron de la siguiente manera. Miloradovich siguió aquí los talones del ejército enemigo. Su vanguardia, compuesta por regimientos: el RC-1 y RC-2 de cazadores y el RH de Elisavetgrad, bajo el mando del general Yurkovskiy, atacaba la retaguardia enemiga, mientras cruzaba el río Osma, 8 km antes de Dorogobuzh. Los franceses fueron derrotados y se retiraron a Dorogobuzh. El mariscal Ney, ocupando Dorogobuzh, trató de mantener la ciudad para dar tiempo a su ejército y carros para cruzar el río Dniéper en Solovyov, y para que las tropas del virrey giraran a la derecha hacia Dukhovshchina.

Para la defensa de Dorogobuzh, se asignó la DI-11/III de Razout. Ocupó los lugares señalados en la ciudad: se colocaron dos cañones con la cobertura necesaria a la entrada de la ciudad; dos pequeños destacamentos de infantería tomaron sus lugares: a la izquierda de la entrada, en el puente Dniéper, y a la derecha, en una colina frente a la iglesia. El propio Razout, con el resto de la tropa, ocupó la fortificación que había construido a la altura de la catedral, rodeada de empalizadas. Detrás de la ciudad, en reserva, estaba la DI de Ledru.

El 6 de noviembre, Napoleón recibió noticias de Francia y se enteró del fallido golpe de Estado en París intentado por Malet el 23 de octubre, Malet planeaba anunciar la muerte de Napoleón y establecer un gobierno provisional. Malet decidió proclamar su muerte mediante el uso de documentación falsificada, con la esperanza de que la declaración plausible fuera creíble.

Las fuerzas involucradas en el golpe fueron la Gendarmería de París (que se disolvió a partir de entonces y formó el RI-134) y la 10ª Cohorte de la Guardia Nacional. La muerte de Napoleón se creyó en todo París. Malet se instaló en las oficinas del general de distrito de la plaza de Vendôme, que le ofreció las instalaciones necesarias para desempeñar su papel de comandante.

Al acercarse a Dorogobuzh el 7 de noviembre, Miloradovich ordenó a los RILs 30 y 48 jäger que atacaran al enemigo que se había asentado en la ciudad. En vista de la obstinada resistencia ofrecida por el enemigo, la DI-4/II del príncipe de Wurtemberg se movió alrededor de su posición desde el flanco izquierdo. Después de una acalorada batalla, los franceses finalmente fuero expulsados de la fortificación, y luego, bajo el ataque unánime de los jägers, y golpeado al mismo tiempo por el fuego de dos cañones colocados en la altura de la catedral, despejó completamente la ciudad.

Al abandonar Dorogobuzh, los franceses le prendieron fuego, pero el fuego que se extendía fue extinguido por la espesa nieve que caía y los soldados rusos tomaros 6 cañones por botín. El día de esta batalla, el cielo estaba sombrío, las nubes pesadas colgaban del suelo y, por la noche, se levantó una fuerte tormenta de nieve que cegó a las personas y les impidió moverse.

Esta tormenta con ventisca y escarcha, iba a alcanzar el 5 de noviembre la retaguardia de Ney en la campaña de Dorogobuzh a Mikhailovka. La tormenta levantó torbellinos de nieve, cubriendo la comitiva de blanco. Los caballos empujaban, la gente se congelaba al moverse, caía y al instante quedaban cubiertos con un manto de nieve, y solo montículos blancos y esponjosos, como túmulos funerarios, recordaban a los vivos dónde descansaban sus camaradas muertos.

En esta situación tuvieron que vivaquear en la nieve, sin abrigo ni comida, fue necesario pasar hasta 16 terribles horas de la noche invernal. Tal vivac tuvo que ser realizado por las tropas de Ney cerca del pueblo de Mikhailovka, donde llegaron después del sufrimiento de todo un día. Cuando llegaron al pueblo, cerca de él se veía una choza cubierta de nieve; la gente que llegaba esperaba encontrarse allí con sus compatriotas. Tras un examen más detenido, para su mayor horror, en lugar de una choza, encontraron un montón de cadáveres rígidos cubiertos de nieve. Los franceses vieron su destino en tal destino de sus camaradas.

La esperanza se estaba desvaneciendo. Hasta donde alcanzaba la vista, el manto ilimitado del invierno sin fin y el camino se extendía por todas partes. Debido a una fuerte ventisca de nieve, Miloradovich se vio obligado a acampar para pasar la noche en Dorogobuzh.

Él, al igual que en Viazma, nombró un comandante en la ciudad y envió anuncios por todo el condado, llamando a los residentes. Después de que la ciudad fuera limpiada del enemigo, de todos lados, de todo tipo de bosques salvajes y densos, los residentes de Dorogobuzh comenzaron a reunirse en sus hogares. Todos ellos no tuvieron palabras suficientes para agradecer a sus libertadores.

Para establecer el orden necesario en la ciudad y el distrito, según la orden de Kutúzov, se llamó a la milicia de Smolensko desde Yelnya. Al día siguiente, 8 de noviembre, cuando amainó la ventisca, por orden de Miloradovich, el destacamento de Yurkovskiy partió de Dorogobuzh para perseguir a los franceses por la carretera principal a Smolensko. Toda la ruta de su viaje estuvo llena de cadáveres de personas congeladas. Frente al pueblo de Usvyatye, distrito de Dorogobuzh, al otro lado del río Uzhya, los franceses se apiñaron, calentándose junto al fuego al amparo de 8 cañones y vagones desplazados. Yurkovskiy, llevando la artillería, abrió fuego. Los franceses se retiraron inmediatamente del vivac y, abandonando sus cañones, y corrieron hacia Smolensko.

Una vez cruzado el río, Yurkovskiy continuó la persecución. En Mikhailovka, fueron capturados unos 2.000 franceses retrasados, que se rindieron sin condiciones a la voluntad del ganador. Se capturaron 19 cañones en esa persecución. El 7 de noviembre, Yurkovski fue llamado a Miloradovich y, por lo tanto, instruyó al coronel Karpenkov para que continuara la persecución del enemigo. A disposición de Karpenkov se enviaron: el RIL-1 jäger, el RD de Moscú y un RC cosaco, con 4 cañones. El mismo día, Karpenkov se acercó a Solovyov. Allí los franceses, habiendo cruzado el río, comenzaron a desmantelar el puente.

Karpenkov envió tiradores selectos hacia delante, quienes, después de expulsar los puestos avanzados, se dispersaron y abrieron fuego, evitando que se desmantelara el puente; con el mismo propósito, se abrió fuego con los 4 cañones. Pero el enemigo habiendo construido una fortificación, con obstinado coraje repelió el ataque todo el tiempo hasta que el puente fue destruido.

En la mañana del 8 de noviembre, el destacamento cruzó el Dniéper sobre una fina capa de hielo y encontró 12 cañones y una enorme caravana al otro lado, con todo tipo de mercancías, excepto comida. Siguiendo a Soloviev, Karpenkov se unió al grupo de Grekov y lo acompañó a Valutina Gora, desde donde, según la orden recibida, debía unirse a Platov.

Combates camino de Smolensko el 9 de noviembre

El temible «General Invierno», el antiquísimo aliado natural de Rusia, se cernía sobre la Grande Armée durante su penosa retirada hacia Smolensko: las temperaturas bajaron hasta los once grados bajo cero, agravados por las continuas ventiscas. Entre los soldados escaseaba la ropa y el calzado de abrigo; algunos forraban sus botas con harapos de uniformes y capas, arrebatados a compañeros o enemigos muertos, e incluso usaban piel de los caballos muertos.

Durante la mañana y la tarde del 9 de noviembre, los jinetes cosacos y los partisanos rusos, muy acostumbrados a su duro clima y bien pertrechados contra el frío; hostigan a las fuerzas de la retaguardia de la Grande Armée mientras se retiraba por el camino de Smolensko, causándoles en las acciones cerca de 13.000 bajas, además de incautarles cantidades de carruajes, suministros, equipos y armamento.

Batalla de Liakovo (9 de noviembre de 1812)

Los destacamentos partisanos de Davydov, Seslavin y Figner, que operaban al sur de la carretera Smolensko; se reunieron el 3 de noviembre en el pueblo de Dubasitsy (actual Dubosishche) y, al enterarse de la ubicación cerca de un destacamento francés del general Augerau (unos de 2.500 efectivos) que se dirigía a Liakovo, decidieron atacarlo. El equilibrio de poder no estaba a favor de los partisanos (alrededor de 1.300 personas), y, por lo tanto, pidieron ayuda a Orlov-Denisov, el comandante de un destacamento partisano volante (6 RCs cosacos, RD Nezhinsky y 4 cañones de artillería a caballo del Don, unos 2.000 efectivos en total), que estaban en Yelnya. En la mañana del 7 de noviembre se unió a los partisanos y asumió el mando de las fuerzas combinadas. Se decidió lanzar inmediatamente un ataque contra Liakovo.

Metiendo prisa a los cosacos, Davydov lanzó una ofensiva desde el norte, y parte de las fuerzas cerraron el camino de Liakovo a Yazvino. Seslavin se encuentra a la derecha de Davydov. Orlov-Denisov estaba en el flanco derecho, vigilando el camino de Liakovo a Dolgomostye. Figner estaba en reserva. Los intentos franceses de atacar el flanco derecho ruso no tuvieron éxito. En este momento, 2.000 coraceros franceses fueron enviados para ayudar a Augereau desde Dolgomostye. Pero fueron atacados por Orlov-Denisov y se dispersaron. El destacamento de Augereau fue completamente rodeado y finalmente se rindieron. Los rusos les hicieron 400 muertos, y 1 general, 60 oficiales, unos 1.500 soldados se rindieron.

Combate del río Vop

En Dorogobuzh, Napoleón, queriendo dar descanso a sus tropas y reunir a los rezagados, decidió reforzar los flancos y envió a Eugenio con el CE-IV Cuerpo a Vitebsk para evacuar a la guarnición de Vitebsk, acosada por los rusos. Los cosacos de atamán Platov observaron la maniobra de la columna y marchan tras ella al verla partir de Dorogobuzh, con la intención de emboscarla.

Platov golpeó implacablemente la cola de la columna, dirigiendo, entre otras cosas, el fuego de varios cañones a caballo. El general Dantoire detuvo sus baterías más de una vez y mantuvo fuego contra la embestida de los cosacos; pero pronto un disparo le alcanzó la pierna.

Preparándose para cruzar el río Vop, Eugenio había enviado el día anterior al general Poitevin con un equipo de zapadores para construir un puente sobre el río. Pero, cuando las tropas llegaron al río el 7 de noviembre por la mañana, resultó que el agua había subido con fuerza y, con su presión, destrozó por completo el puente ya construido. Por lo que mientras lo reparaban, en la orilla se había acumulado todo el tren de bagajes con todas las carretas. Aprovechando tal aglomeración de personas y carros, los cosacos de Platov abrieron fuego de artillería contra los franceses y un grupo de cosacos presionaron por la retaguardia. Mientras otro grupo de cosacos cruzó el río y les atacó desde la otra orilla.

El Eugenio se vio obligado a proceder inmediatamente al cruce; ordenó a la DI-14/IV de Brousier que se colocara en la retaguardia y contuviera la presión de los cosacos. Los primeros en cruzar el río fueron el ayudante del virrey, Bataille, y el oficial Delfanti, que estaba con él; detrás de ellos cruzó el río la Guardia Real Italiana, y el propio Eugenio con su EM. Los trenes de vagones comenzaron a cruzar detrás de las tropas, lo que resultó ser mucho más difícil. Al principio, el cruce de carros y cañones fue bien, pero pronto se formaron baches tan profundos en el lecho del río que muchos carros y cañones quedaron atrapados en ellos.

Los cosacos presionaban cada vez más, desesperando a las unidades francesas que aún no habían cruzado, muchos abandonaron los carros y los cañones y se precipitaron al agua.

Después de cruzar el río, el CE-IV, compuesto principalmente por italianos, se encontraba en un estado de extrema presión. Mojados, hambrientos y exhaustos, pasaron toda la noche del 8 de noviembre al aire libre sobre la nieve desnuda.

Al amanecer del 8 de noviembre cruzó la DI-14 de Broussier. En la margen izquierda del Vop, los cosacos se quedaron con 64 cañones y casi todos los carros del cuerpo como botín.

El CE-IV completamente exhausto y desorganizado, presionado por los cosacos por todos lados, de alguna manera llegó a Dukhovshchina. Pero frente a la ciudad fue bloqueado repentinamente por un destacamento de cosacos, que constaba de 2 RCs de Ilovaisky que se había adelantado.

La aparición de los cosacos confundió a los franceses, pero el Eugenio, manteniendo la calma, envió contra ellos la Guardia Italiana, que formó en cuadro, junto con la caballería bávara. Los cosacos fueron expulsados de la carretera, pero lograron, sin embargo, capturar unos 500 prisioneros. Habiendo ocupado Dukhovshchina, abandonada por los habitantes, pero sobreviviendo hasta ese momento, el CE-IV encontró cómodos alojamientos en casas, así como algunos medios de subsistencia.

Beauharnais dio a sus exhaustas tropas un día de descanso allí y envió un informe a Smolensko a Napoleón sobre su fatídico cruce sobre el río Vop.

Por la noche, la artillería del Don realizó varios disparos, que alarmaron a las tropas que descansaban antes de la campaña y provocaron grandes daños en los puestos avanzados frente a la iglesia del RI-106 de la DI-13/IV de Delzon. El CE-IV salió de Dukhovshchina a las 02:00 horas del 12 de noviembre de y le prendió fuego a la ciudad en diferentes lugares. Quemando los pueblos que se encontraban a su paso.

Cuando se encontraban a 4 km de Smolensko, se encontraron con una montaña helada que les cerraba el paso, los cosacos presionaron para capturar lo que quedaba, Eugenio ordenó a la DI-14 de Brousier con varios cañones se quedara en las alturas de la orilla derecha del Dniéper contra Platov; La Guardia Italiana se colocó detrás de Bruosier en reserva.

El resto del CE-IV fueron llevados a Smolensko. Allí supieron con horror que no habría descanso para ellos, ya que tenían que avanzar más, y que las provisiones de alimentos estaban todas agotadas. De los efectivos originales solamente 6.000 hombres y 12 cañones llegaron a Smolenesko.

Combates de Solovieva

Las tropas del general Milordarovich, a la vanguardia del ejército ruso, expulsaron a los franceses en Dorogobuzh el 7 de noviembre liberando la ciudad. Pero después giraron al sur para reunirse con el grueso de su ejército, enviando al general Yurkovsky con un destacamento de soldados, apoyados por los cosacos de Karpov, a hostigar la retirada del CE-III de Ney por la carretera de Smolensko.

Los rusos llegan al cruce de Solovieva el 9 de noviembre, atacando la columna francesa de Ney, capturando unos 1.000 prisioneros y 21 cañones antes de replegarse.

Combates de Klementino y Alexevo

Los cosacos de Denisov, que habían derrotado a la brigada de Augerau en Liakovo por la mañana, encontraron por la tarde un tren de carros franceses, transportando comida y forraje, cerca de los pueblos de Klemiatino y Alexevo. Los cosacos asaltan el convoy, causando a los franceses 1.500 bajas y tomándoles 1.300 prisioneros, 400 carruajes repletos de suministros, 1.000 caballos de tiro y 200 reses.

Llegada de la Gran Armée a Smolensko

Napoleón, acompañado por los jinetes su Guardia Imperial, logró entrar en Smolensko mientras la retaguardia de la Grande Armée fue duramente atacada por los cosacos y partisanos. Durante los siguientes cuatro días los soldados que conseguían llegar detuvieron su marcha para descansar, esperar a los rezagados y reagruparse. El estado en que se encuentran era mucho más lamentable que cuando lucharon allí el pasado mes de agosto.

El CE-I de Davout y CE-III de Ney eran los que más hombres contaban, pero la moral de sus tropas había decaído por las derrotas sufridas y las penalidades sufridas. La Guardia Imperial había tenido pocas pérdidas y su moral seguía siendo alta, aunque también había sufrido los rigores del clima. Además, acompañan al ejército francés los trenes de artillería, carros de alimentos, y caravanas de cientos de civiles moscovitas, y miles soldados heridos o enfermos.

En Smolensko la temperatura era más baja que la padecida por quienes venían de camino, unos doce grados bajo cero, y seguía descendiendo a diario. Napoleón encuentra en la ciudad escasos suministros, así que al frío se sumará el hambre, pues aunque todavía había sustento para unos días, los últimos ataques rusos les han privado de carros y ganado. Los suministros no eran suficientes para todos. La asignación se entregó de manera organizada solo a la Guardia Imperial, las existencias restantes de la multitud de soldados simplemente fueron saqueadas.

Bonaparte decide abandonar la ciudad en breve para reanudar la retirada al oeste y abandonar Rusia antes de que las condiciones empeorasen. Después pensaba levantar otro nuevo y mayor ejército, con el ánimo de volver a invadir los dominios del Zar el año siguiente; pretensión considerada irrealizable por sus oficiales de Estado Mayor.

El ejército francés recibió considerables refuerzos en Smolensko. La columna de Baraguay de Hilliers se distribuyó entre los cuerpos a medida que llegaban. A la Legión del Vístula se unieron sus terceros batallones, el cuerpo de Ney el RI-129 y el RI de Iliria.

Después de la derrota de Oudinot y Saint-Cyr cerca de Pólotsk, y también en vista del acercamiento del ejército del Danubio de Chichagov desde el sur, la posición estratégica general de Napoleón empeoró. Tras de sopesar todas las circunstancias, Napoleón decidió continuar su retirada más al oeste. El 12 de noviembre, el CE-VIII de Junot y el CE-V de Poniatovsky partieron de Smolensko a Orsha (debido a la enfermedad de este último, el mando fue transferido a Zaionchka), el 13 partió Claparede, y el 14 de noviembre Napoleón con la Guardia. El 15 partió el CE-IV de Eugenio. El CE-I de Davout permaneció en Smolensko hasta el 16 de noviembre, esperando la llegada de del CE-IV de Eugenio y el CE-III de Ney. El día 17, salió en retaguardia el CE-III de Ney, tras haber dejado la ciudad y sus fuertes en llamas.

Habiendo perdido el contacto con Kutúzov, Napoleón asumió erróneamente que Kutúzov también había sufrido bajas y era incapaz de perseguirlo activamente. Sin esperar los ataques de Kutúzov, Napoleón ordenó el 11 de noviembre actuar desde Smolensko en cuerpos separados. Tal decisión estaba justificada: la temperatura negativa excluía la disposición de las unidades en vivac y, por lo tanto, cada cuerpo al final de la marcha del día tenía que llegar a un gran asentamiento para alojarse en edificios. Napoleón con la Guardia partió de Smolensko el 14 de noviembre. La columna de tropas francesas se estiró mucho.

El 14 de noviembre, el CE-V de Poniatowski y el CE-VIII de Junot, estando a la cabeza de los franceses en retirada, pasaron por Krasnoi (Krasny) y continuaron su retirada hacia Orsha. Al día siguiente, 15 de noviembre, Napoleón con los guardias llegó a Krasnoi, donde planeaba permanecer varios días para reunir a las tropas descarriadas para una mayor retirada: 6.000 del CE-IV de Beauharnais, 9.000 del CE-I de Davout, y 8.000 CE-III de Ney. El cuerpo de Ney, que estaba en la retaguardia, salió de Smolensko solo el 17 de noviembre.

Según Chambray, el ejército francés cerca de Smolensko contaba con 50.000 efectivos capaces de combatir, de los cuales 16.000 estaban en Guardia Imperial. Un total de 37.000 de infantería, 5.100 de caballería y 7.000 en las unidades de gendarmería, artillería y zapadores. La Guardia todavía retenía unos 2.500 jinetes mal montados; todas las demás divisiones de caballería no reunían más de 3.000 hombres a caballo entre todas. El remanente de la Reserva de Caballería, unos 2.000 sables, se reunió bajo el mando de Latour-Maubourg. Gran parte de la artillería, que había sido arrastrada hasta ahora, ya no pudo continuar y 140 piezas fueron abandonadas en Smolensko.

Junto con las tropas regulares francesas, partieron alrededor de 20.000 soldados hambrientos y desarmados, no aptos para el combate.

Mientras tanto, Kutúzov avanzaba con una lentitud y cautela que exasperaba a los más ansiosos de sus subordinados y hacía que algunos de ellos murmuraran airadamente sobre la traición. El día 14 marchó 20 km desde Chelkanovo a Jurovo y se detuvo por un día. Posiblemente se debiera al deterioro de su propio ejército, que estaba sufriendo severamente por el frío y pereciendo en vivacs a un ritmo alarmante, aunque, por supuesto, menos rápido que la Grande Armée, ya que los soldados estaban bastante bien alimentados. Un general más joven y enérgico hubiera dado un golpe mortal a sus oponentes antes de que sus propias fuerzas se desvanecieran. Kutúzov, sin embargo, era indudablemente demasiado viejo y enfermo para tomar esa decisión. Además, está claro que los exploradores rusos sobreestimaron en gran medida los efectivos franceses en gran parte porque los rezagados fueron confundidos con frecuencia con combatientes. Muchos de ellos todavía poseían armas. Miloradovich dejó la división de Choglokov para vigilar a Ney delante Smolensko, y él mismo con la mayor parte de su fuerza rodeó la ciudad para unirse a su comandante en jefe, mientras que Platov pasó por el norte. El 16 de noviembre, Kutúzov se trasladó a Chilova, a 7 km al sureste de Krasnoi, y allí se detuvo.