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Origen de los alanos
Los alanos (llamados también alauni o halani), eran un pueblo de origen indoeuropeo pero de familia irania. Por tanto, de lengua distinta a la de suevos y vándalos, y emparentado con los escitas. Eran pueblos de la estepa, al norte del mar Negro. Como todos los habitantes de la zona, se movían a caballo y su economía se basaba en la cría de ganado.
El nombre alan o alani es una forma alterada del indoeuropeo arya, que significa civilizado o respetable. Se documentó que sus primos del este indoeuropeo se autodenominaban arios cuando ingresaron a la India alrededor del año 1500 AC. Este nombramiento bastante elitista probablemente fue una reacción a las personas aparentemente bárbaras que encontraron.
En el siglo I constituían una de las ramas principales de la confederación sármata. Se cree que los alanos estaban emparentados con los sármatas y los hunos. Su origen no está claro. Unos apuntan a las estepas de Centro-Asia, mientras otros los hacen proceder del Norte del Irán. Se trataba de un pueblo nómada en el más amplio sentido de la palabra, y además sometidos a la presión de otros pueblos.
Su ejército era muy similar al de los sármatas, se basaba principalmente en la caballería, eran unos excelentes jinetes, empleaban el arco tipo escita y la lanza de acometida, y como protección usaban cota de escamas. Su principal desventaja frente a los hunos es que su arco era menos potente. También usaron infantería, que eran arqueros a pie e infantería ligera, que se empleaban en apoyo a la caballería.
Aparición en la Historia
En el 90 AC, los nómadas yancai, más tarde denominados Alan-na, están registrados por Sima Qian de China, centrados en la costa norte del mar de Aral. Su territorio se encontraba al noroeste de la federación nómada Kangju, con la que tienen algunas similitudes en términos de costumbres.
Casi al mismo tiempo, dos tribus a orillas del Danubio en el centro-sur de Europa generalmente están vinculadas a los alanos como subdivisiones del cuerpo principal. El primero de ellos es el Alauni, situado en la orilla sur del río, entre este y la ciudad de Iuvavum (actual Salzburgo en Austria). Son vecinos al norte por los celtas sevarces, al este y al sur por los poderosos tauriscos y los ambisontes, y al oeste por los vindelices.
La otra subdivisión o grupo con un nombre similar son los roxolanos, que llegaron a la región de las estepas de Baragan en la Rumania actual en el siglo I AC. Rápidamente, se encontraron vecinos al norte por los dacios, y al este, sur y oeste por tribus dacias más pequeñas.
Los alanos aparecen por primera vez en los escritos romanos en el siglo I y fueron descritos más tarde como gentes belicosas especializadas en la cría de caballos. Atacaban con frecuencia el Imperio parto y las provincias romanas del Cáucaso. En una inscripción del rey parto Vologeses se puede leer que luchó contra Kuluk, rey de los alanos, en el 11º año de su reinado.
Esta inscripción está respaldada por el historiador judío contemporáneo, Flavio Josefo (37-94), que escribe en su Guerra de los Judíos (libro 7, capítulo 8.4) cómo los alanos (a quienes llama tribu escita) que vivían cerca del mar de Azov; cruzaron las Puertas de Hierro en busca de pillaje y que derrotaron a los ejércitos de Pacoros, rey de Media, y Tirídates, rey de Armenia, hermanos los dos de Vologeses. Durante el siglo I se situaron entre el río Don y el mar de Azov.
A partir del siglo II se les señala como causa de periódicos asaltos fronterizos. Amiano Marcelino dice que los alanos vivían en carros que disponían en grandes círculos para protegerse, y se alimentaban de sangre y leche, como otros pueblos ganaderos de la estepa.
En el año 135 los alanos cruzaron los montes del Cáucaso y entraron en la provincia romana de Capadocia, siendo rechazados por el proconsul Flavio Arriano. Para más información ver el capítulo invasiones germánicas «invasión de los alanos año 135«.
En el 375, los hunos irrumpieron en el Cáucaso y devastaron las tierras de los alanos. Estos hunos no vivían ni combatían de manera muy diferente a la de los sármatas. Al parecer, la ventaja militar de los hunos se centraba en un perfeccionado modelo de arco asimétrico para la caballería, que les permitían lanzar sus flechas con mayor potencia y a mayor distancia que sus rivales.
Los hunos eran un grupo dedicado exclusivamente a la guerra y vivían de ella, y arrastrando otros pueblos vecinos como aliados, los hunos sembraban el temor con su sola presencia. Esto explicaría por qué una parte de los alanos prefirieron la huida mientras otra parte -los antepasados de los actuales osetios, optaron por someterse.
La presión de los hunos motivó el desplazamiento de los alanos en tres direcciones: hacia el noreste, hacia el oeste y hacia el sur.
Hacia el noreste: Las tribus alanas que moraban al norte del mar Negro pudieron haberse trasladado hacia el noroeste, hacia la actual Polonia, mezclándose con los pueblos eslavos para convertirse en los ancestros de las naciones eslavas históricas (especialmente serbios y croatas). Los serboi o serbios se establecieron al este del río Elba, en la actual Polonia occidental, y los croatas en la Galitzia polaca. Las tribus alanas se asentaron entre las tribus eslavas, dominándolas, movilizándolas y finalmente asimilando su cultura.
Hacia el sur: Otros alanos permanecieron bajo el control de los hunos. Estas tribus orientales, aunque dispersas a lo largo de las estepas hasta la Edad Media, fueron obligadas a dirigirse al Cáucaso cuando entraron los mongoles, donde se convirtieron en los actuales osetios.
Hacia el oeste: Hasta llegar a las costas y estepas de lo que hoy es Ucrania, donde formaron alrededor del siglo III un reino que abarcaba buena parte de lo que hoy es esta nación. En consecuencia, los godos se los encontraron allí cuando se asentaron en su vecindad. Las relaciones entre ambos pueblos, aunque no se las puede calificar de amistosas, tampoco parecen que estuvieran marcadas por el odio que más tarde sentirían los godos por los hunos. De los alanos los godos aprendieron el uso de la caballería, los estribos, los arqueros a caballo y parte de las artes metalúrgicas que practicaban. Por tanto el contacto entre ambos pueblos debió ser fructífero, especialmente por parte goda. Con los ostrogodos, los alanos trataron de resistir el empuje de los hunos, pero al ser derrotados marcharon hacia el oeste siguiendo más o menos la ruta que antes siguieron los vándalos hasta llegar al limes romano situado en el Rin.
Cuando los hunos se aproximaron a la Panonia, territorio clave entre los Cárpatos y el Danubio, los romanos tuvieron que reunir un ejército disuasorio extrayendo fuerzas de su limes fronterizo del Rin, y contratando algunos jefes alanos para que les apoyaran como auxiliares de caballería. Fue la primera vez que los alanos fueron empleados como fuerzas mercenarias. Sus capacidades bélicas, seguramente como caballería pesada, debían ser muy valoradas cuando todos aspiraban a contar con ellos.
Dos grupos principales de alanos, liderados por jefes como Goar y Respendial, se unieron a los vándalos para refugiarse en la orilla derecha del Rin, lejos de la amenaza de los hunos. En torno suyo, se fueron agrupando otros elementos heterogéneos, como suevos, quados, gépidos, hérulos y sajones. A la espera de cruzar el río.
En el 405 un ejército bárbaro (godos, vándalos, suevos, burgundios y alanos) mandado por el ostrogodo Radagaiso invadió Italia, llevando la devastación al corazón del Imperio de Occidente, tras cruzar los Apeninos, se dirigió hacia Roma. Pero cuando su avance parecía imparable fue derrotado por Estilicón en las cercanías de Fiesole (Florencia). Radagaiso se vio obligado a refugiarse con los restos de sus tropas en los montes cercanos, donde fueron cercados por las tropas del general Estilicón. Cuando el hambre y la sed comenzaron a diezmar a sus hombres, Radagaiso intentó abrirse paso entre el ejército enemigo. A pesar de que se defendió con valor, fue capturado, encarcelado y, finalmente, ahorcado. La mayoría de los supervivientes de su ejército fueron vendidos como esclavos, mientras que el resto se unió al ejército romano.