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Asedio de Kiev 968
El asedio de Kiev por los pechenegos en 968 fue documentada en la Crónica de Néstor, en la que se mezcla libremente los detalles históricos con el folclore.
Según la crónica, mientras Sviatoslav I de Kiev estaba prosiguiendo su campaña contra el Primer Imperio búlgaro; ocho tribus o clanes pechenegos formaron una alianza y atacaron el interior de la Rus de Kiev por primera vez (con toda probabilidad, sobornados por el emperador bizantino Nicéforo Focas), y sitiaron su capital de Kiev. Mientras que los sitiados sufrían de hambre y sed, en general Pretich de Sviatoslav desplegó su druzhina, su guardia personal, en la otra orilla (la izquierda) del Dnieper, sin atreverse a cruzar el río contra la fuerza pechenega que era mucho más numerosa.
Vladímir, padre de Sviatoslav, fue muerto por los pechenegos, que según la costumbre hicieron una copa con su calavera, adornándola con oro para beber en ella.
La madre de Sviatoslav, Olga de Kiev (que estaba en Kiev, junto con todos los hijos de Sviatoslav) estaba contemplando la rendición, si el general Pretich no aliviaba el asedio en el plazo de un día. Estaba ansiosa por enviar un mensaje acerca de sus planes a Pretich. Por fin, un niño que hablaba con fluidez el idioma pechenego se ofreció para aventurarse fuera de la ciudad e instar Pretich a la acción. Haciéndose pasar por un pechenego, se fue a su campamento, como si estuviese buscando un caballo perdido. Cuando intentó cruzar a nado el Dnieper, los pechenegos descubrieron el subterfugio y empezaron a disparar flechas contra él, pero fue en vano.
Cuando el muchacho llegó a la otra orilla y Pretich fue informado acerca de la condición desesperada de los kievanos, el general decidió hacer una salida con el fin de evacuar a la familia de Sviatoslav de la ciudad, por temor a la ira de su soberano.
Muy temprano, Pretich y sus tropas se embarcaron en barcos a través del Dnieper, haciendo gran ruido con sus trompetas. Los sitiados empezaron animarles desde las murallas, Olga se aventuró a salir de la ciudad hacia el río. Los pechenegos, pensando que Sviatoslav regresaba con su gran ejército, levantaron el asedio.
El líder pechenego decidió entonces consultar a Pretich y le preguntó si él era Svyatoslav. Pretich admitió que él era solo un general, pero advirtió el gobernante pechenego que su unidad era la vanguardia del ejército de Sviatoslav que se acercaba. Como muestra de su disposición pacífica, el gobernante pechenego dio la mano a Pretich e intercambió su propio caballo, la espada y flechas por la armadura de Pretich.
Tan pronto como los pechenegos se retiraron, Olga envió una carta a Sviatoslav reprochándole el abandono de su familia y de su gente. Al recibir el mensaje, Sviatoslav regresó rápidamente a Kiev y derrotó completamente a los pechenegos, que seguían amenazando a la ciudad desde el sur. Al año siguiente, Olga murió y Sviatoslav trasladó su capital desde la lejana Kiev a Pereyaslavets, en la actual Rumania.
Batalla de Arcadiópolis (970)
Juan Tzimisces intentó en primera instancia persuadir a Sviatoslav de que abandonase Bulgaria, a lo que el líder de la Rus respondió retando a la autoridad imperial, asediando la ciudad de Adrianópolis en el 970. Ese mismo año, el emperador preparó la contraofensiva, él tenía que solventar una revuelta en Anatolia, así que ordenó a Bardas Skleros reunir una pequeña fuerza y reconocer el terreno. El líder ruso, enterado de la presencia del ejército bizantino, mandó una poderosa fuerza de unos 20.000 hombres para aniquilarlos. En su campamento había un espía bizantino, el cual tras saber la noticia advirtió al ejército bizantino.
Bardas Skleros qua había reunido un ejército entre 10.000 y 12.000 hombres, se dio cuenta de que no podía retirarse en orden pues el enemigo se encontraba demasiado cerca y además su misión era defender Tracia y una retirada dejaría toda la región a merced de los rusos. Bardas Skleros dividió sus fuerzas en tres destacamentos. Dos de ellos se apostaron ocultándose a ambos lados del camino y el tercero que estaba formado por la caballería tenía la misión de asaltar el campamento ruso para atraerlos a una emboscada.
Los rusos habían acampado a 40 kilómetros de Arcadiópolis, (Tracia). Sus tropas estaban formadas sobre todo por rusos, pero también había búlgaros y pechenegos.
El ejército de Svyatoslav también se dividió en tres partes: las fuerzas principales eran rusos y búlgaros, los pechenegos y los húngaros se ubicaron por separado.
La primera etapa de la batalla es un ataque de la caballería bizantina de los pechenegos. La caballería de Vardas cayó sobre los pechenegos y tras un duro y disputado combate los desalojaron del campamento. Cuando Bardas Skleros estimó que ya había pasado un tiempo prudencial, ordenó la retirada. Los pechenegos, seguidos por rusos y búlgaros, seguros de su victoria, persiguieron al ejército bizantino.
La segunda etapa de la batalla es el ataque de los rusos al ejército bizantino. Al principio, la caballería húngara se abalanzó sobre los bizantinos, luego la caballería y la infantería rusas se movieron tras ellos. El primer ataque de la caballería pechenega, que ofreció una débil resistencia, atacados de frente y por los flancos, las tropas pechenegas se desbandaron y huyeron.
La tercera etapa de la batalla es el ataque de los rusos y búlgaros y contraataque del destacamento bizantino, que estaba emboscado. Las tropas rusas y búlgaras fueron desorganizadas por las tropas pechenegas en fuga, pero y pudieron atacar y cuando estaban empeñados, fueron atacados por retaguardia por el regimiento bizantino emboscado. Los rusos lucharon obstinadamente a pesar de estar cercados y finalmente fueron derrotados.
El combate de Arcadiópolis, en resumen, se resolvió favorablemente a los bizantinos que solamente perdieron unos 550 hombres. Pero los rusos y pechenegos sufrieron miles de bajas, y lo que fue peor, se rompió la alianza entre pechenegos y rusos. Al parecer estos primeros creían tomar parte de una expedición de saqueo, y no estaban dispuestos a una guerra abierta contra el ejército bizantino.
Batalla de Dorostolon o Silistra (971)
Cuando el emperador logró aplacar la revuelta de Anatolia, se puso a la cabeza de una armada que liberó Bulgaria de Sviatoslav, capturando la ciudad de Marcianópolis, donde los rusos tenían cautivos a numerosos príncipes búlgaros.
Sviatoslav se retiró a Dorostolón (actual Silistra), donde reforzó sus defensas y esperó la llegada de los bizantinos.
En junio de 971 la vanguardia bizantina llegó a las murallas de la ciudad, los rusos salieron y se enfrentaron a ellos derrotándolos.
Cuando llegó el emperador Juan I Tzimisces con el grueso, situó su infantería pesada a vanguardia y los arqueros detrás para lanzar una lluvia de flechas, en las alas situó su caballería.
Los rusos salieron y desplegaron, cargaron protegidos por sus escudos y cuando ambas fuerzas chocaron, se produjo el cuerpo a cuerpo, la disciplinada infantería bizantina aguantó el choque. Hubo en total doce asaltos rusos, sin que estos consiguieran romper las líneas bizantinas. Por la tarde Tzimices decidió emplear la caballería, los catafractos rompieron las líneas rusas y estos se retiraron a la ciudad.
El Basileo procedió a sitiar la ciudad con una fuerza de unos 40.000 efectivos, que se prolongó por 65 días. Su ejército se vio reforzado por una flota de 300 barcos equipados con fuego griego.
Muerte de Sviatoslav I de Kiev
En Dorostolón o Silistra, los rusos fueron asediados durante 65 días, teniendo que firmar una paz humillante con el emperador bizantino Juan I Tzimisces, proporcionándole víveres y un pasaje seguro de vuelta.
Habiendo firmado la paz con los bizantinos, Sviatoslav se dirigió en barco hacia los rápidos del Dniepper. El jefe militar de su padre, Svénel, le dijo: “Rodea a caballo, príncipe, pues los pechenegos están apostados en los rápidos”. Pero no le escuchó, y siguió en barco.
Temiendo que la paz con Sviatoslav no durase mucho, el emperador bizantino indujo al kan pechenego Kurya para que matase a Sviatoslav, diciéndole que llevaba consigo muchas riquezas de Bizancio y muchos prisioneros, y que sus fuerzas eran escasas. Los pechenegos cerraron el paso en los rápidos, y cuando Sviatoslav llegó estaban cerrados.
Desembarcó en la isla de Berezán y se quedó a pasar el invierno en la isla, y no tenía muchas provisiones, y además hubo una gran hambruna, (las crónicas recogen que por una cabeza de caballo no se pagaba ni a media grivnia).
Cuando empezó la primavera Sviatoslav fue a los rápidos y cuando llegó, el kan pechenego Kurya le estaba esperando, la subsiguiente batalla tuvo lugar cerca de Khortitsa y Sviatoslav murió en la lucha al ser rodeado por los pechenegos. Cogieron su cabeza, y de su cráneo hicieron una copa, para beber de él.