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Reorganización de las fuerzas francesas
El 10 de junio, el mariscal Soult llegó a Bayona. Al mediodía del día siguiente 11 de julio, tomó de manos del rey José el mando de los ejércitos de España, tras una breve y formal entrevista. El Rey posteriormente partió a su retiro forzoso, y el mariscal convocó a los oficiales superiores de los cuatro ejércitos, y les informó que por orden del Emperador, tenía que llevar a cabo una reorganización general, que afectaría los puestos de muchos de ellos.
El 15 de julio, Soult dio órdenes detalladas para la reorganización del ejército. Napoleón había ordenado que no solo los ejércitos del Norte, Sur, Centro y de Portugal fueran abolidos, sus nombres no eran solo absurdos y anacrónicos, sino que, a pesar del gran número de tropas disponibles, no se iba a crear ningún cuerpo de ejército nevo. Había llegado a la conclusión de que nos solo los comandantes de ejército, si no incluso los comandantes de cuerpo de ejército podrían ser lo suficientemente fuertes como para perjudicar el control total que deseaba ceder a Soult. Toda la infantería fue dividida en DIs de 6.000 efectivos encuadrados en 2 BRIs. El mariscal fue autorizado para agruparlas como quisiera en grupos de 2, 3 o 4 DIs temporales, que en realidad eran CEs, que serían mandados por un teniente-general, a quienes se les permitía un jefe de estado mayor y sus propios ayudantes de campo personales, y su paga no debía superar los 40.000 francos anuales.
La artillería aún era escasa, a pesar de la gran cantidad de cañones enviados al frente desde Toulouse y Burdeos. Pero el Emperador había ordenado que cada DI debería tener 2 Bías de campaña, y 1 Bía a caballo, y que Soult debería crear un ejército de reserva de 2 Bías a caballo y varias Bías bajo un general, y un comisario general, en cuyas manos estarían centralizados todos los alimentos y el transporte.
El total bruto de las tropas bajo su mando eran unos 117.789 efectivos, que incluían las guarniciones de San Sebastián, Pamplona y Santoña, 8.200 hombres en total. También incluía 5.595 reclutas a medio entrenar de la reserva de Bayona, 16.184 enfermos y destacados, y más 4.500 hombres de los servicios de no combatientes como obreros militares, tren de transporte, tren de ambulancias, etc. Deduciendo todos estos, le quedaban 84.311 combatientes disponibles, de los cuales 72.664 eran infantería, 7.147 de caballería y unos 4.000 de artillería, zapadores y mineros, y gendarmería. Este total no incluía las tropas de París de la guarnición de Zaragoza, que estaban en Jaca, y aún no se habían unido al ejército de España, y todavía estaban en el ejército de Suchet de Aragón y Valencia.
Soult creó a 9 DIs, seleccionando 9 de las antiguas DIs como base, siendo reforzadas con BIs de las otras 5 DIs que fueron abolidas (Abbe y Vandermaesen del ejército del Norte, Sarrut del ejército de Portugal, Leval del ejército del Sur, y Darmagnac del ejército del Centro). Sarrut había muerto en Vitoria, y Leval había sido enviado a Alemania, los otros 3 generales se emplearon para cubrir vacantes.
El ideal de Napoleón de la DI estándar de 6.000 hombres no se realizó con precisión, debido al hecho de que algunos cuerpos habían sufrido mucho y otros muy poco durante en la última campaña. Poniendo 6 RIs en cada división, Soult había creado unidades que variaban en tamaño desde la DI de Abbé con 8.030 efectivos a la DI de Vandermaesen, con solo 4.181. Esto se debía a la diferencia de tamaño entre los RIs, que variaban desde 1.900 efectivos en 3 BIs, hasta 430 en 1 BI.
Las DIs de Abbe, Lamartiniére, Conroux y Darmagnac tenían más de 7.000 hombres; las DIs de Foy, Taupin y Maransin en torno a los 6.000; las DIs de Vandermaesen y Maucune algo más de 4.000:
- DI-1 de Foy con 5.922 efectivos:
- BRI-I/1 de Firion (RIL-6, RI-69 y RI-76).
- BRI-II/1 de Berlier (RI-36, RI-39 y RI-65).
- DI-2 de Darmagnac con 6.961 efectivos:
- BRI-I/2 de Chassé (RIL-16, RI-8 y RI-28).
- BRI-II/2 de Bruardet (RIL-51, RI-54 y RI-75).
- DI-3 de Abbé con 8.030 efectivos:
- BRI-I/3 de Rignoux (RIL-27, RI-63 y RI-64).
- BRI-II/3 de Rémond (RIL-5, RI-94 y RI-95).
- DI-4 de Conroux con 7.056 efectivos:
- BRI-I/4 de Rey (RIL-12, RI-32 y RI-43).
- BRI-II/4 de Schwitter (RI-45, RI-55 y RI-58).
- DI-5 de Maransin con 5.966 efectivos:
- BRI-I/5 de Saint-Paul (RIL-21, RI-24 y RI-96).
- BRI-II/5 de Mocquery (RIL-28, RI-101 y RI-103).
- DI-6 de Vandermaesen con 4.181 efectivos:
- BRI-I/6 de Barbot (RIL-25, RI-1 y RI-27).
- BRI-II/6 de Rouget (RI-50, RI-59 y RI-130).
- DI-7 de Maucune con 4.186 efectivos:
- BRI-I/7 de Pinoteau (RIL-17, RI-15 y RI-66).
- BRI-II/7 de Montfort (RIL-34, RI-82 y RI-86).
- DI-8 de Taupin con 5.981 efectivos:
- BRI-I/8 de Béchaud (RIL-9, RI-26 y RI-47).
- BRI-II/8 de Lecamus (RIL-31, RI-70 y RI-88).
- DI-9 de Lamartinière con 7.127 efectivos:
- BRI-I/9 de Menne (RIL-2, RI-118 y RI-119).
- BRI-II/9 de Gauthier (RI-120 y RI-122).
Para su jefe de estado mayor, Soult eligió a Gazan, que había servido con él en el mismo cargo en Andalucía. A los jefes de los ejércitos de Portugal, Norte y Centro (Reille, Clauzel y Erlon), Soult les dio 3 DIs a cargo, pero se le prohibió llamar a estos grupos de divisiones, cuerpos de ejército, en su lugar los denominó lugartenientes de la derecha (Reille), de la izquierda (Clausel) y del centro (Erlon):
- La izquierda de Clausel, tenía la DI-6 de Vandermaesen y DI-8 de Taupin de su antigua columna, y la DI-4 de Conroux que había permanecido en San Juan de Pie de Puerto. En total 17.218 efectivos.
- El centro de Erlon, tenía la DI-3 de Abbe y DI-5 de Maransin, ambos formados por antiguos regimientos andaluces, y por la DI-2 de Darmagnac. En total 21.000 efectivos.
- La izquierda de Reille, tenía 3 DIs del antiguo ejército de Portugal: DI-1 de Foy, DI-7 de Maucune y DI-9 de Lamartinière. En total 17.235 efectivos.
Respecto a la artillería, era imposible dotar a cada DI con 2 Bías de campaña, solo se podía proporcionar 1 Bía de campaña y 1 Bía a caballo, la reserva general tenía 2 Bías a caballo y 2 Bías de campaña. El ejército tenía en total 140 cañones a caballo (72 con las DIs, 32 con la reserva de Villatte, 12 con las DCs, y 24 como reserva general). También había 3 Bías de 2 o 3 lbs transportadas a lomo de mulas.
Respecto a la caballería, cada uno de los 3 lugartenientes, tenía un RC de cazadores débil, (RC-13, RC-15 y RC-22 de cazadores) con 808 efectivos, pero suficientes para las tareas de exploración. Tenía en reserva 2 divisiones de caballería:
- DCL de Pierre Soult (hermano de mariscal) con 3.981 efectivos (RD-5, RD-12, RH-2, RCs de cazadores 5, 10, 21, y de Nassau; y caballería española).
- DD de Treillard con 2.358 efectivos (RDs 4, 14, 16, 17, 21, y 26).
Había una reserva al mando de Villatte que Soult tenía fuera de sus 9 DIs de campo, consistía en 17.254 efectivos distribuidos en:
- BIs excedentes: 18 BIs de los ejércitos recientemente abolidos, que quedaron como excedente (1 BI del ejército de Portugal, 11 BIs del ejército del Norte y 6 BIs de la antigua reserva de Bayona). Los 18 BIs eran en su mayoría bastante débiles, y en total eran 9.102 efectivos. Contaba con los generales de brigada Thouvenot y Boivin como ayudantes.
- Tropas extranjeras: BRI alemana de Rheinbund de Neuenstein con 2.066 efectivos (RI-4 de Baden, RI-2 de Nassau y RI de Frankfort). BRI italiana de Saint-Pol con 1.349 efectivos (RIL-2, RI-4 y RI-6 italianos), y BRI de josefinos de Casapalacios 1.168 efectivos (RI Castilla, RI Toledo y RI Real Extranjero). Guardias del Rey José mandados por Guy con 2.019 efectivos (franceses, aunque en uniforme español).
- Gendarmes a pie 900 efectivos (Legiones 3 y 4 evacuadas de las guarniciones de Vizcaya), y un BI de la Guardia Nacional local con 650 efectivos).
Planificación de la operación
Asumir la ofensiva con un ejército recientemente derrotado era peligroso. Muchos de los RIs que Soult tenía que usar, solo un mes antes habían cruzado los Pirineos en un estado de completo desorden, habían estado completamente fuera de control y eran culpables de los atropellos entre el campesinado francés que recordó sus peores hechos en España. La mayoría de los oficiales superiores habían solicitado el servicio en el ejército de Alemania en el momento en que cruzaron la frontera, pero fueron rechazados casi todos ellos.
Gran parte de esa desmoralización era mero agotamiento nervioso, resultado de las largas marchas y el hambre que se había extendido a lo largo de muchas semanas. Después de una quincena de descanso y raciones más o menos regulares comenzó a disminuir. Todo el ejército estaba formado por tropas veteranas orgullosas del honor de su regimiento y sus victorias pasadas. La vergüenza y la ira fueron reemplazando al abatimiento en sus mentes: incluso los merodeadores y desertores volvieron a las unidades por miles. Soult había escrito al ministro de guerra que el inquietante estado de indisciplina que había encontrado a su llegada estaba disminuyendo, que el merodeo había cesado con la distribución de raciones regulares, y que la moral del ejército era satisfactoria.
La parte más débil de la reorganización era, por supuesto, el transporte. El ejército había perdido todos sus vehículos con ruedas y muchos de sus animales en el desastre de Vitoria, no habían sido reemplazados de manera adecuada durante las cuatro cortas semanas que siguieron. Con extraordinarios esfuerzos, el Comisariado había encontrado comida para todos, siempre que el grueso del ejército estuviera acampado entre Bayona y el río Bidasoa. Pero sería imposible ponerlo en marcha debidamente equipado para una larga campaña de montaña lejos de su base.
Soult se arriesgó a iniciar las operaciones a partir el 23 de julio con solo raciones para 4 días en las columnas, se necesitaba enviar sucesivos convoyes desde la zona de Bayona. Estaban un poco mejor respecto a las municiones para infantería y para artillería. La campaña se convertiría en un problema de tiempo, a menos que se lograra un éxito decisivo en los primeros 4 o 5 días, existía un grave peligro de que el ejército se detuviera. Se volvería inoperante si agotaba todos sus cartuchos en varios días de lucha continua y severa, pero indecisa, o si el mal tiempo impidiera la aparición regular de convoyes desde la retaguardia. Soult lo sabía, pero pensaba que sus arreglos estaban calculados para asegurar esa victoria rápida y decisiva que justificaría los riesgos.
El plan de campaña que eligió el mariscal fue uno de los tres esquemas alternativos que el desafortunado Jourdan había formulado durante sus últimos días al frente del Estado Mayor:
- (1) Esforzarse por levantar el asedio de San Sebastián reuniendo a todos los hombres disponibles en el río Bidasoa, y golpeando a Girón y Graham, que suponía equivocadamente solo tenía una DI británica. Después de empujar a Graham hasta Tolosa por la carretera principal, luego girar hacia el sur y aliviar Pamplona. Mientras tanto, el cuerpo de Clauzel realizaría un ataque demostrativo en Navarra, para distraer a Wellington y obligarlo a enviar sus reservas al principal punto de peligro.
- (2) Dejar un cuerpo de observación en el Bidasoa para contener a Graham, mientras el resto del ejército atacaba en dirección a Pamplona por la ruta de Roncesvalles. Esto tendría la ventaja de levantar el sitio de ese lugar de inmediato, aunque el alivio de San Sebastián sería aplazado. Pero, agregó Jourdan, había tres inconvenientes: el camino estaba en mal estado y posiblemente resultaría impracticable para la artillería. La mayor parte de las DIs británicas probablemente se encontrarían concentradas para cubrir el bloqueo; y Navarra era un país en el que un ejército no podría reunir suficiente comida para vivir.
- (3) Dejar un cuerpo de observación en el río Bidasoa, y trasladar al resto del ejército a Aragón, por el puerto de Jaca, para unirse a Suchet y operar con fuerzas abrumadoras en el Ebro contra el flanco y la retaguardia de Wellington. Esta era la operación que Jourdan, consideraba la mejor de las tres. Se había convertido desde entonces en imposible, porque París había abandonado Zaragoza, y Suchet había llevado su ejército a Cataluña, el 17 de julio estaba en Tarragona.
El plan de Soult era en esencia la segunda alternativa de Jourdan; pero lo complicó dividiendo el ejército que iba a atacar a Pamplona en dos columnas. Dos tercios del total (Reille y Clausel) debía marchar por los pasos de Roncesvalles; Erlon con el resto forzaría el paso de Maya, y convergería en Pamplona por el Baztán y el col de Velate.
El memorando de Jourdan contenía una advertencia especial contra la difusión de columnas, “je pense que toute operation de plusieurs corps isoles ne reussira pas” (pienso que toda operación de varios cuerpos aislados no tendrá éxito). Este iba a ser el caso de Soult delante de Pamplona.
Las ventajas del plan de Soult eran muy comprensibles. La más importante era la existencia de una carretera de primera clase de Bayona a San Juan de Pie de Puerto, podía concentrar el cuerpo principal de su ejército en el extremo del ala izquierda mucho antes Wellington pudiera hacer el contraataque correspondiente. En los primeros días de la operación podía calcular en tener una inmensa superioridad de fuerza en el frente de Roncesvalles. Era más dudoso de lo que pasaría al tercer o cuarto día, si Wellington adivinaba el plan de su enemigo en el primer momento, y ordenaba una concentración general ante Pamplona, como Jourdan había dado por sentado que haría.
Pero Soult consideró que había encontrado el medio para hacer imposible tal concentración, enviando a Erlon y sus 20.000 hombres a perforar el centro-izquierdo aliado en Maya y ocupar el valle del Baztán. Si Erlon irrumpía el primer día y tomaba posesión de las posiciones que dominan el sistema de carreteras de Baztán-Elisondo y el col de Velatte, las DIs del norte del ejército de Wellington solo podría unirse a las DIs frente a Pamplona por inmensos desvíos al oeste por Santesteban y el paso de Donamaría, o incluso de Tolosa e Irurzun.
El comandante británico no adivinó todo el propósito de Soult en el primer momento, y, por lo tanto, su concentración general se ordenó un día más tarde de lo que podría ha sido. Y los oficiales que estaban a cargo de su extremo del ala izquierda justo en Roncesvalles cedieron más rápido de lo que se pretendía.
Inicio de los movimientos
La campaña se convirtió en un problema de tiempo, que se resolvió a favor de Wellington al final. Sus primeras reservas del norte llegaron a las posiciones al frente de Pamplona un día antes de que la columna secundaria de Soult bajo Erlon entrara en contacto con el cuerpo principal francés. Los oficiales subordinados de ambos lados cometieron algunos errores extraordinarios, que comprometieron los planes de sus superiores. Los peores de ellos estaban en la línea de transmisión lenta e irregular de noticias, que en un país montañoso, donde todas las comunicaciones laterales eran difíciles. La visión general de la situación del comandante estaba distorsionada por el retraso de noticias, llevando a ruinosos errores de cálculo en el cuartel general. No se puede decir que un lado sufriera más que el otro por esta negligencia de sus subordinados
Para continuar con los detalles. El ala izquierda de Soult en San Juan de Pie de Puerto estaba lista para comenzar, las antiguas DIs de Conroux y Clauzel habiendo sido acantonadas en las cercanías de esa fortaleza una vez que llegaron a Francia; estaban solo a una larga marcha desde su objetivo, el paso de Roncesvalles. En el otro extremo de la línea, las 3 DIs de Erlon también estaban a una larga marcha del paso de Maya, ya que su vanguardia estaba en Urdax y su retaguardia en Espelette.
La dificultad residía en el grupo de Reille con las 3 DIs del antiguo ejército de Portugal, que el 20 de julio estaban en el Bidasoa inferior, defendiendo el frente opuesto de Graham y Giron. Tenían que llegar a San Juan de Pie de Puerto para unirse a Clauzel y cooperar en el ataque principal. Sacarlos de sus posiciones existentes sin despertar demasiada atención en el cuartel general de Wellington fue relativamente fácil. En la noche del 19 al 20 de julio, 4 BRIs de la reserva de Villatte reemplazaron a las tropas de Reille en los puestos avanzados.
Al día siguiente, las 3 DIs se concentraron en San Juan de Luz y comenzaron a marchar hacia el este, con órdenes para cruzar el río Nive en Cambo, y entrar en la gran calzada por Urcaray y Hellette, que conduce a San Juan de Pie de Puerto.
Al elaborar un calendario demasiado optimista, Soult esperaba que todos estarían en la zona de San Juan de Pie de Puerto en la mañana del 22 de julio. Como la distancia no era menos de 80 km, esto habría sido un trabajo muy duro en cualquier caso, para una larga columna marchando con un gran tren de artillería, ya que Reille llevaba junto a sus propias piezas las 3 Bías para Clausel, que había llegado sin cañones desde Aragón. Pero la principal causa del retraso fue bastante diferente: aunque la calzada Bayona-San Juan de Pie de Puerto era excelente, la calzada local San Juan de Luz por Saint-Pee hasta el puente de Cambo no lo era, y las lluvias torrenciales del 20 de julio, lo convirtieron en un lodazal.
Las tropas avanzaban muy lentamente, y por la noche el puente de Cambo fue arrastrado por una avalancha, dejando la mayor parte de la DI de Lamartinière en el otro lado. El puente fue reparado, pero el resultado fue que la vanguardia de la columna de Reille, llegó a su destino a altas horas de la noche del 22 de julio, mientras que la DI de retaguardia y los cañones no llegaron hasta el 24 de julio. El mariscal los había estado esperando desde la mañana del 21, y esperaba comenzar a operar el 23 de julio. Se habían unido las dos divisiones de caballería, llevadas de sus acantonamientos entre los ríos Nive y Adour ese día, de modo que los retrasos de Reille, retrasaron el movimiento de todos los demás cuerpos.
El 24 de julio, Soult pudo comenzar a subir las columnas de Clauzel y Reille hacia el paso de Roncesvalles, por lo que deberían poder atacarlo el 25 de junio. Erlon, que ya estaba en posición frente a Maya, y estaba solo esperando la señal para marchar. Villatte había recibido órdenes que dejaban mucho a su criterio, debía simular una actitud ofensiva en el frente del Bidasoa, pero no haría ningún ataque real hasta que se supiera que Erlon hubiera adelantado mucho en el valle de Baztán y que el flanco de Graham estuviera amenazado. Entonces podría atacar a este último con confianza, ya que las tropas aliadas en la costa tendrían que ponerse en camino, y levantar el sitio de San Sebastián, si su centro en el Baztán había sido roto y empujado hacia el oeste.
Los movimientos de los franceses fueron informados con precisión a Wellington. Ya el 22 de julio, era consciente de que el enemigo estaba debilitando su frente en el Bidasoa, y que las tropas se estaban acumulando en San Juan de Pie de Puerto. El 24 de junio, supo que la fuerza se movía en esa dirección debía ser la mitad más grande del ejército francés. También sabía que Soult estaba siendo informado, día a día, del estado de San Sebastián. También era consciente de que Pamplona tenía suficiente comida para durar por lo menos varias semanas, y no estaba presionando con fuerza, como lo estaba siendo San Sebastián.
Wellington defendía la línea de los Pirineos Occidentales con una fuerza de cobertura de 62.000 hombres. Estos miraban al noreste, con el ala izquierda apoyada en el Cantábrico en la desembocadura del río Bidasoa. De izquierda a derecha, había desplegado las siguientes DIs: la DI-1 de Howard junto a la costa, la DIL de Alten en Lesaka, la DI-7 de Dalhousie en Etxalar, la DI-2 de Stewart en los pasos de Maya y Elizondo, la DI portuguesa de Silveira cerca del paso de Izpegi, la DI-4 de Cole en Roncesvalles con la DI española de Morillo. En reserva estaban la DI-6 de Pack en Doneztebe, y la DI-3 de Picton en Olague, además de otras unidades portuguesas y españolas. Como la caballería era de poco valor en las montañas, Wellington colocó la mayor parte de su equipo en la retaguardia, a excepción de 2 BRDLs. El asedio de San Sebastián era realizado por la DI-5 de Leith y las 2 BRIs portuguesas bajo la dirección Graham. Pamplona era sitiada por el general O’Donnell, con la DI española de la Bisbal y otras unidades.
En la mañana del 25 de julio, tuvo lugar el intento fallido de asalto a San Sebastián, Wellington esperaba tomar la ciudad y dejar el asunto resuelto, ya que una vez tomada, no habría guarnición que Soult pudiera aliviar. Cuando se enteró del fracaso del asalto, ya había comenzado el ataque de Soult en los pasos de Maya y Roncesvalles.
Batalla de Roncesvalles (25 de julio de 1813)
Soult había elegido para las rutas de Clauzel y Reille los dos caminos que suben desde San Juan de Pie de Puerto y el valle del río Nive hasta la desolada meseta donde se encuentra la histórica abadía, donde se encuentran las reliquias Roland. Entre ambos se encuentra un amplio y profundo valle, el Valcarlos, con el arroyo de montaña llamado Nive d’Arneguy corriendo por su centro. El camino del este sube las laderas a la izquierda (francesa) del valle, era practicable para artillería y vehículos, y los zapadores habían estado trabajando los últimos días para mejorar algunas de sus curvas más fatigosas. Este camino, tras pasar la Venta d’Orisson, último lugar habitado en la ladera norte, y el fuerte en ruinas del castillo Pignon, llega a la cima debajo de una colina llamada Leicaratheca, inmediatamente frente al puesto más alto denominado Altobiscar, donde se encuentra la divisoria de aguas. Luego pasa durante 1,5 km a lo largo de esta línea divisoria de aguas conocida como alto de Ibañeta, y desciende por curvas hasta la abadía del lado español.
El otro camino no era más que una senda de montaña en 1813, y bastante impracticable para cañones o transporte. Subía cuesta arriba en las laderas occidentales del Valcarlos, a solo 5 a 6 km de la mejor ruta en línea recta, pero siempre separada de ella por el ancho y profundo valle intermedio.
Tras pasar el pueblo de Arneguy, se sube a la estrecha cresta de la montaña, el Raso de Airola, que separa los valles de Valcarlos y el de Haira, el siguiente valle hacia el oeste. A lo largo de esa cresta el camino serpentea durante 8 a 9 km, hasta que la cresta se une a la principal cuenca de los Pirineos. En una pequeña meseta llamada el Linduz, a unos 3 km al oeste de la cresta del puerto de Ibañeta donde entra en una pista practicable a lo largo de la cuenca que se une a ellos.
Soult decidió enviar a las 3 DIs de Reille a lo largo de esa ruta. Tenía dos ventajas potenciales. La primera fue que Soult esperaba sorprender a los defensores del paso, quienes de hecho estaban concentrados alrededor de la carretera principal en el este. La segunda era que la cresta alcanzaba un nivel alto a cierta distancia al norte de la parte superior del paso, por lo que los hombres de Reille no tendrían que atacar por una pendiente empinada para llegar a la parte superior del lado occidental del paso.
La principal desventaja era que el camino era muy estrecho, en algunos lugares solo uno o dos hombres de ancho, por lo que los 17.000 hombres de Reille pronto se quedaron en una hilera muy estirada. Reille solamente tenía 8 cañones de montaña a lomos de mulas, ya que su camino era demasiado accidentado para la artillería normal. La noche del 24 de julio, hubo una ligera escaramuza de piquetes entre el cerro Leicaratheca (?) y el castillo en ruinas de Pignon, por lo que se perdió parte de la sorpresa.
En la cresta occidental, la columna de Reille estaba encabezada por la DI-1 de Foy, seguida de la DI-7 de Maucune y luego la DI-9 de Lamartinière. En la cresta oriental, la columna de Clauzel estaba dirigida encabezada por la DI-6 de Vandermaesen, seguido de la DI-8 de Taupin y luego la DI-4 de Conroux. Detrás de la infantería seguía la caballería, y detrás los cañones y el transporte. Todo sobre ruedas perteneciente a Reille había sido puesto a la cola de la impedimenta de Clausel, esto hacía que la columna tuviera una longitud interminable.
El paso estaba defendido originalmente por la BRI-II/2 de Byng con 2.000 efectivos (BI-I/3, BI-I/57, BI-I/P provisional) y la DI española de Morillo con 3.800 efectivos en 6 BIs (RIs de León, la Unión, Legión Extremeña, Bailén, Victoria, y 2º de Jaén). Ocho días antes del ataque habían sido puestos bajo el mando del general Cole, y su DI-4 que se había acercado al puerto, tras pasar algún tiempo cerca de Pamplona. Byng y Morillo desplegaron sus tropas para cubrir un ataque a lo largo de la cordillera oriental.
Byng había colocado sus 3 Cías ligeras, una Cía del BIL-V/60 y 3 Cías ligeras de Morillo a 3 km de la cresta, en el cerro Leicaratheca (?). Su posición principal estaba cerca de la parte superior del paso, y estaba ocupada por el BI-I/3 Buffs, el BI-1 provisional y 2 BIs (La Unión y la Legión) de Morillo. El BI-I//57 estaba en las laderas del Altobiscar, un poco más al oeste, en la parte superior de la subida del paso. Otro BI de Morillo (RI de León) estaba en el lado oriental del Altobiscar. Finalmente, el resto de 3 BIs de Morillo (Bailén, Victoria, y 2º de Jaén) descendieron en el valle del norte, cerca del pueblo de Valcarlos. La cresta occidental solo era vigilada por un pequeño destacamento, que ocupaba las ruinas de una fortificación de los enfrentamientos de las Guerras Revolucionarias en la década de 1790.
Cuando a Cole le dieron el mando en la zona, trasladó la BRI-II/4 de Ross (BI-I/7, RI-20, BI-I/23, Cía jäger de Brunswick-Oels) a Espinal en el valle del Urrobi, a 5 km al suroeste de la aldea de Roncesvalles, y 3 km del paso de Mendichuri que conduce a la meseta de Linduz. El resto de su fuerza estaba a unos km más lejos. En la noche del 24 de julio, Cole ordenó a Ross que se moviera al frente y ocupara la parte superior del paso de Mendichuri y, lo que era más importante, la meseta de Linduz, en el extremo sur de la cordillera occidental, y objetivo principal de Soult. Ross partió con el RI-20 y BI-I/7 muy temprano el 25 de julio y llegó a la meseta al amanecer, mucho antes de que llegaran los franceses.
La batalla comenzó alrededor de las 06:00 horas, cuando la DI-6 de Vandermaesen, de la columna de Clausel, atacó a las 7 Cías ligeras en Leicaratheca. El general Barbot jefe de la BRI-I/5, envió al RIL-25 y al RI-1 para intentar asaltar la posición, precedidos por un enjambre de voltigeurs, pero ese ataque falló. Barbot reagrupó a sus desordenadas tropas, puso un nuevo BI en cabeza y realizó un segundo intento, que también fracaso. Volvió a agrupar sus tropas y ejecutó un tercer ataque a la colina, que también fracasó. Las tropas francesas estaban cansadas y desanimadas, dando lugar a tres horas de escaramuzas, en las que los franceses no progresaron. Mientras tanto, el resto de la columna de Clauzel estaba llegando, quedó bloqueada detrás de la BRI-I/6 de Barbot.
Finalmente, el general Vandermaesen jefe de la DI-5 puso fin al estancamiento enviando a 3 BIs (RI 27 y RI-130) de retaguardia, en una larga marcha de flanqueo, que pronto amenazó con interponerse entre el puesto avanzado en la Leicaratheca y la fuerza principal. Además, Clauzel había logrado adelantar 6 cañones de la parte trasera de la columna. En ese momento, Byng ordenó a las Cías ligeras que se retiraran a la posición principal en Altobiscar. Cuando los franceses atacaron de nuevo, esta vez con el RI-50 al frente y la columna de flanqueo atacando por la derecha, encontraron que la posición defensiva había sido abandonada, dejando tiradores que ocasionaron a los franceses 9 muertos.
Para cuando los franceses alcanzaron la posición de combate principal de Byng, ya eran las 15:00 horas. Clauzel se dio cuenta de que era una posición demasiado fuerte para ser tomada con un asalto frontal y se preparó para un movimiento de flanqueo largo, utilizando la DI-4 de Conroux. Sin embargo, a las 17:00 horas, se levantó una niebla de montaña, poniendo fin a la lucha. En teoría, esa parte de la batalla había visto una columna de 17.000 soldados franceses atacar a 6.000 soldados británicos y españoles, pero en realidad fue solo la BRI-I/6 de Barbot y las Cías ligeras las que se habían enfrentado, y las bajas en ambos bandos eran leves. Clauzel informó haber perdido 160 muertos y heridos, Byng y Morillo 120.
La lucha en la cordillera occidental comenzó bastante más tarde. A las 06:00 de la mañana, la BRI-II/4 de Ross (BI-I/7, RI-20, BI-I/23 de fusileros, Cía jäger de Brunswick-Oels) tenía un BI en el Linduz, y el segundo BI lo seguía de cerca. Su tercer BI estaba más lejos, pero llegaría a las 14:00 horas. Envió sus Cías ligeras para vigilar el borde norte de la meseta y la Cía jäger de Brunswick-Oels para vigilar la cresta que se dirigía hacia el norte.
Estas tropas finalmente vieron a las tropas avanzadas de Reille sobre las 11:00 horas, pero su progreso aún era lento, y no les identificaron como franceses hasta después del mediodía, después de que Ross envió a la Cía de jäger Brunswick por la cresta para identificarlos, siendo apoyados por el RI-20. Aproximadamente a un kilómetro de la loma, los dos lados finalmente entraron en contacto, cuando los hombres de Ross fueron disparados por las tropas adelantadas del RIL-6 de la BRI-I/1 de Firion (RIL-6, RI-69 y RI-76).
Para ganar tiempo para que el resto de su brigada se desplegara, Ross ordenó a la Cía líder del RI-20 que cargara contra la columna francesa que avanzaba. Esto condujo a un raro ejemplo de una verdadera lucha a la bayoneta, entre los hombres del RI-20 británico y el RIL-6 francés en la estrecha cresta. Esta breve escaramuza, que permitió que el resto del RI-20 formara una línea a través de la cresta, le costó a la compañía 11 muertos y 14 heridos de sus 75 hombres.
La batalla luego se expandió a un enfrentamiento entre el resto del RI-20 y los franceses, quienes fueron reforzados lentamente por el BI-I/69. Finalmente, el RI-20 se vio obligado a retirarse, pero solo hasta el borde de la meseta, donde esperaba el resto del RI-20, apoyado por el BI-I/7, con el BI-I/23 en apoyo. Los franceses se enfrentaban a una tarea muy difícil. La estrecha cresta significaba que solo podían atacar en una columna estrecha, mientras que los británicos en la meseta podían desplegarse en una línea en la meseta.
Como era de esperar, el primer ataque francés fue detenido por una descarga británica. Foy luego comprometió el BI-II/69, pero también fueron rechazados. Esto marcó la pauta para el resto del día, y los franceses solo pudieron emplear a un pequeño número de hombres. La DI-2 de Reille, la DI-7 de Maucune, solo comenzaron a llegar a las 15:30 horas y no se completaron hasta las 17:00 horas. En ese momento apareció la niebla, poniendo fin a la lucha.
Una vez más, la batalla solo había sido entre pequeñas partes de las respectivas fuerzas. En el lado francés, 5 BIs de la DI-1 de Foy habían estado involucrados, mientras que en el lado británico habían participado en los combates la BRI-II/4 de Ross (RI-20, el BI-I/7 y BI-I/23). Clauzel dice que sus pérdidas en Leicaratheca fueron de 160, mientras que Byng y Morillo tuvieron 120. General Vandermaesen fue una de las bajas.
Cuando la niebla detuvo la batalla, Cole presentaba una línea continua desde el Altobiscar a Linduz, con unos 11.000 efectivos colocados en una posición formidable de no más de 5 km de largo. La BRI-II/4 de Ross y BRI-III/4 portuguesa de Stubbs habían llegado. La BRI-II/P portuguesa de Campbell también se acercaba por el oeste, con 5 BIs, después de escuchar el sonido de la batalla a su derecha. En contraste, las dos columnas de Soult quedaron atrapadas en las dos crestas, sin otra alternativa real que reanudar los ataques frontales al día siguiente. Clauzel acampó esa noche en Altobiscar.
El momento más controvertido de la batalla se produjo después de que terminó la lucha. Tanto a Cole como a Byng les preocupaba que la superioridad numérica, casi tres a uno, y que los franceses pudieran estar usando la cobertura de la niebla para flanquearlos por el este. Ambos hombres llegaron a la conclusión de que tendrían que retirarse, y las órdenes de Cole a Byng de retirarse llegaron después de que Byng ya había comenzado a hacerlo. Esto fue a pesar de las órdenes explícitas de Wellington de mantener el paso “el máximo de tiempo”, y Wellington ciertamente no estaba impresionado con ese movimiento, que convertiría una victoria en una derrota.
Después de la batalla, Cole se unió a Picton. Decidieron no arriesgarse a hacer una parada en la montaña y continuaron retrocediendo hacia Pamplona. El plan de Picton había sido mantener la última línea de colinas al norte de Pamplona, pero Cole vio una mejor posición defensiva en las alturas de Sorauren, un poco más al norte.
Batalla de Maya (25 de julio de 1813)
Despliegue de fuerzas
El ataque a Maya iba a ser llevado a cabo por los 21.000 hombres del general Jean-Baptiste Erlon, conde de Erlon con la DI-2 de Darmagnac, la DI-3 de Abbe y DI-5 de Maransin. Las órdenes de Erlon se basaron en una visión bastante optimista del curso probable de los acontecimientos más al este en Roncesvalles. Soult asumió que ese paso se tomaría con bastante facilidad, y que una vez que las noticias llegaran a las tropas aliadas más al oeste, abandonarían sus posiciones defensivas y se retirarían. Erlon debía capturar el paso y luego perseguir al enemigo en retirada, ya fuera bajando por el valle del Bidasoa hasta Ariscun y Elizondo y luego hacia el sur cruzando el col de Velate en dirección a Pamplona; o bien hacia Berderis y luego el collado de Urtiaga (el col de Berderis es una ruta menor al este desde el Baztán hacia el valle de Aldudes y el puerto de Urtiaga, conecta Aldudes con Eugi, en las montañas al este de Maya, en otra ruta hacia Pamplona), dependiendo de la ruta tomada por las tropas en retirada. Al mismo tiempo, debía enviar destacamentos para hostigar a las tropas que intentaran retirarse hacia el oeste.
La suposición básica de Soult era que no habría luchas significativas en Maya, pero esto resultó ser un error. Los franceses no avanzaron en Roncesvalles el 25 de julio, por lo que no había razón para que los aliados se retiraran. Aunque eran superados en número en Maya, lograron aguantar la mayor parte del día.
La zona estaba defendida por el general Hill, con la DI-2 de Stewart y la DI portuguesa de Silveira:
- DI-2 de Stewart con 4 BRIs:
- BRI-I/2 de Cameron (BI-I/50, BI-I/71, BI-I/92).
- BRI-II/2 de Byng (BI-I/3, BI-I/57, BI-I/P provisional) destacada en Roncescalles.
- BRI-III/2 de Pringle (BI-I/28, BI-II/34, BI-I/39).
- BRI-IV/2 portuguesa de Ashworth (RI-6/P, RI-8/P, y BI-VI/P de cazadores).
- DI portuguesa de Silveira con 2 BRIs:
- BRI-I/P de Costa (RI-2/P y RI-14/P).
- BRI-II/P de Archibald Campbell (RI-4/P, RI-10/P y BI-X de cazadores).
Era responsable del sector desde Maya, en el extremo norte del valle de Baztán al este hasta el valle de Aldudes, el siguiente valle al este. Las posiciones estaban conectadas por el puerto de Izpegui. Stewart tenía la BRI-I/2 de Cameron y la BRI-II/2 de Pringle cerca del paso de Maya y la BRI-IV portuguesa de Ashworth defendiendo el paso de Izpegui. Un BI fue apostado en la parte superior del paso y los otros en el camino hacia el oeste que conduce a Errazu y de allí al Baztán, al sur de Maya. Silveira había apostado a la BRI-I/P de Costa en el col de Berderis y otros pasos al sur de Izpegui y la BRI-II/P de Campbell en las colinas sobre Aldudes.
Las tropas de apoyo más cercanas eran: la DI-7 de Dalhousie en el puerto de Echalar, 13 km al noroeste a través de las montañas; la DIL de Alten en Vera (20 km al noroeste, pero más lejos a lo largo de la ruta del valle); y la DI-6 de Pack en Santesteban.
Las tropas de Stewart no estaban muy bien posicionadas. La BRI-I/2 de Cameron defendía el lado occidental de la parte superior ancha del paso, pero el extremo oriental solo estaba custodiado por 80 hombres de la BRI-III/2 de Pringle, que tenía su base a 4 km al sur, en la aldea de Maya. Había mucho terreno oculto al norte de la posición aliada.
El paso de Maya es uno de los más difíciles. Estaba ubicado en lo alto entre el valle que corría hacia el sur en España, con el pueblo de Maya en su lado oriental, y el valle que corría hacia el norte en Francia, en dirección a Urdax. La carretera principal sigue la cresta por el lado este del valle norte, luego corre hacia el oeste a lo largo del lado norte de la cresta entre los dos valles, antes de girar hacia el sur para cruzar un paso hacia el valle sur. Luego se dirige hacia el sur, descendiendo por las laderas occidentales de este valle (pasando al oeste de la aldea de Maya). La parte superior del paso actualmente se conoce como puerto Otsondo.
Stewart había desplegado a la mayoría de sus hombres en el extremo occidental de la cordillera, con los BIs de la BRI-I/2 de Cameron acampados alrededor de la carretera: el BI-I/92 más cercano a la parte superior del paso, el BI-I/71 al suroeste y el BI-I/50 más al sureste. El extremo oriental de la cresta solo estaba defendido por un puesto avanzado de 80 hombres, apostados al comienzo de la cresta que corría al noreste del paso. Al Este estaba la BRI-III/2 de Pringle, que tenía su base en la aldea Maya, a 4 km al sur, al final de un mal camino. 4 Cías ligeras se colocaron a mitad del camino entre el puesto avanzado y el cuerpo principal. Las tropas en el puesto avanzado tenían una vista limitada hacia el norte, con la mayor parte de la cresta oculta por la siguiente colina a lo largo de la cresta.
Desarrollo de la batalla
A primera hora de la mañana del 25 de julio, una columna de la Guardia Nacional francesa hizo un ataque demostrativo en la zona comprendida entre los dos ataques principales, con el objetivo de distraer a la BRI-II/P portuguesa de Campbell, apostada en Alduides. Campbell expulsó rápidamente a esa fuerza, pero la lucha atrajo la atención de los generales Hill y Stewart, quienes dejaron sus puestos en el Baztán para investigar la fuente del ruido. El ataque francés a Maya se produjo mientras los dos generales estaban ausentes. El mando de la DI-2 recayó en el general Pringle, un comandante de brigada recién llegado, que había llegado al frente solo dos días antes y carecía de la autoridad o el conocimiento local para tener un gran impacto en los combates.
El plan de Erlon era enviar a la DI-2 de Darmagnac y DI-3 de Abbé por el camino de Gorospil, para atacar el débil extremo oriental de la línea aliada. La DI-5 de Maransin debía avanzar por la carretera principal, pero no atacar a la BRI-I/2 de Cameron hasta que la parte principal del ejército hubiera tomado el extremo este de la cordillera.
Los franceses finalmente aparecieron a las 10:30 horas. En ese momento, las Cías ligeras se habían unido a las 80 tropas en el puesto avanzado, lo que elevó la fuerza de ese puesto avanzado a 400 hombres. Erlón comenzó su ataque enviando a las 8 Cías ligeras desde la posición de Darmagnac a atacar el puesto avanzado. Fueron seguidos por el RIL-16. Los defensores lograron aguantar durante tres cuartos de hora, rechazando varios ataques de los voltigeurs y del RIL-16 que sufrieron grandes pérdidas. Pero mientras esto sucedía, el resto de la DI-2 de Darmagnac alcanzó la cresta detrás de ellos, por lo que los franceses pronto tuvieron 4 BIs en la cresta detrás del puesto avanzado. Los defensores finalmente se vieron abrumados, con 260 muertos o heridos y 140 hechos prisioneros de los 400 originales.
Cuando comenzó la lucha, Pringle ordenó a sus BIs que avanzaran por la pista desde Maya. Se movieron en el orden en que acamparon, con el BI-II/34 a la cabeza, seguido del BI-I/39 y luego el BI-I/28. El propio Pringle los dejó a su suerte y se trasladó al campamento de Cameron, donde asumió el mando. En ese momento, Cameron ya había enviado el BI-I/50 al este a lo largo de la cresta para intentar detener el avance de los franceses más hacia el oeste. Por lo tanto, se quedó con el BI-I/71 highlander y BI-I/92 en el extremo occidental del paso.
En la siguiente etapa de la batalla, los 3 BIs de la BRI-II/2 de Pringle y el BI-I/50 llevaron a cabo una serie de ataques descoordinados contra los 8 BIs franceses en la parte superior de la cresta. El BI-II/34 atacó primero y fue rechazado con grandes pérdidas. El BI-I/39 atacó un poco más hacia el oeste, pero avanzó aún menos. Luego, el BI-I/50 atacó desde el oeste y logró empujar al batallón francés más cercano hacia su cuerpo principal, pero luego retrocedió. Finalmente, Pringle envió la mitad del BI-I/92 highlander para apoyar al BI-I/50. Llegaron justo después de que el ataque del BI-I/50 fallase; pero, en cambio, terminaron coordinando con el BI-I/28, que llegaba de Maya. Los dos BIs británicos comenzaron a entablar un duelo de fusilería a corta distancia con los franceses en el que infligieron más bajas de las que sufrieron; pero, aun así, fueron derrotados por los superiores números de los franceses. Curiosamente el RI-28 británico se enfrentó al RI-28 francés.
Esto acaba de dejar la BRI-I/2 de Cameron, en el extremo occidental del paso. Se enfrentaron a las 3 DIs francesas. Pringle envió la mitad del BI-I/71 para apoyar la mitad del BI-I/92 que ya estaba comprometido, y lograron retrasar a los franceses por un corto tiempo. Luego, los franceses los flanquearon por ambos lados, obligándolos a retroceder. Maransin luego entró en la lucha, atacando las mitades restantes del BI-I/71 y BI-I/92 en su posición en el extremo occidental del paso.
En ese momento, el general Stewart finalmente llegó al campo de batalla sobre las 14:00 horas, después de escuchar el sonido de los combates. Decidió llevar a cabo una retirada de combate por el camino hacia el valle de Maya. Se ordenó a los elementos no comprometidos del BI-I/71 y del BI-I/92 que formaran una nueva posición defensiva al sur de la cresta del paso, mientras que los supervivientes de la lucha se reagruparían detrás de ellos. Los 4 cañones portugueses se perdieron durante esa retirada (serían los únicos cañones perdidos por las tropas bajo el mando de Wellington durante toda la Guerra Peninsular). Su esperanza era que llegaran refuerzos de la DI-7 de Dalhousie.
Stewart recibió un breve respiro de los franceses. Las tropas de la DI-2 de Darmagnac también habían sufrido en la lucha y se detuvieron por el momento. Maransin, que venía por la carretera principal, decidió no atacar hasta que todos sus batallones hubieran llegado a la cima del paso.
La parte final de la batalla vio a los franceses empujar lentamente a los hombres de Stewart por el lado sur del paso. La batalla se reanudó poco después de las 15:00 horas, cuando Maransin atacó la primera posición defensiva de Stewart. Los hombres de Stewart lucharon en una hábil acción retardadora, pero poco a poco se vieron obligados a volver a una segunda posición defensiva.
Los franceses atacaron alrededor de las 16:30 horas, pero al principio fueron rechazados por un contraataque, posible porque parte del BI-I/82 de la BRI-II/7, había llegado desde el oeste para reforzar a Stewart. Sin embargo, esto fue un revés temporal, y los franceses pronto avanzaron una vez más.
Más refuerzos aliados comenzaron a llegar alrededor de las 18:00 horas. Se trataba de 1.500 hombres parte de BRI-I/7 KGL de Halkett (BIL-I KGL y Cías jägers Brunswick-Oels). Lanzaron un contraataque inmediato e inesperado y obligaron a las principales tropas de Maransin a retirarse. Provocaron una retirada más general de los hombres de Maransin, que terminó en la parte superior del paso. Erlon creyó que había llegado toda la DI-7 y decidió ponerse a la defensiva. Tomó una posición defensiva en la parte superior del paso y esperó a ser atacado.
Retirada aliada
Esto terminó efectivamente la batalla, ya que Stewart no estaba en condiciones de atacar a los franceses. Poco después Hill llegó al lugar, con malas noticias de Roncesvalles, donde el general Cole había decidido retirarse a pesar de que sus hombres habían retenido el paso todo el día. Como resultado, Hill decidió que su posición era demasiado vulnerable y ordenó una retirada hacia el sur, hacia Elizondo.
Ambos bandos sufrieron grandes pérdidas en los combates en Maya. Los aliados sufrieron 1.500 bajas de una fuerza de 6.000 hombres (el BI-I/92 highlander 370, el BI-I/50 146, el BI-II/34 188, el BI-I/39 210, el BI-I/28 157, el BI-I/71 highlander 7 oficiales y un número indeterminado de heridos).
Los franceses tuvieron 2.500 bajas de una fuerza de 20.000 (La DI-2 de Damargnac sufrió 1.400, la DI-5 de Maransin 600, y la DI-3 de Abbé 500). Al final del día, los franceses habían logrado su primer objetivo, tomar el paso, pero no estaban en condiciones de llevar a cabo la persecución que Soult esperaba. Después de la batalla, Erlon se movió inexplicablemente lento y, por lo tanto, no pudo participar en la siguiente parte de la campaña.