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La Confederación Germánica (8 de junio de 1815)
La Confederación Germánica fue creada por una declaración del Congreso de Viena el 8 de junio de 1815 después de haber sido aludida en el Artículo 6 del Tratado de París de 1814, al final de la Guerra de la Sexta Coalición.
Por el Acta Federativa rubricada por los representantes de varias naciones europeas y alemanas reunidas en el Congreso de Viena, se creó la Confederación Germánica. Era una alianza entre los príncipes soberanos, los duques y los gobiernos de las ciudades libres alemanes, para formar una agrupación de estados con una lengua y una cultura comunes.
El Acta reconocía la unión de 38 estados, entre ellos el Imperio Austriaco, Prusia, Hannover, Baviera, Sajonia y Wurtemberg, estas tres naciones creadas por Napoleón, además de 8 grandes ducados, 10 ducados, 10 principados y cuatro ciudades libres.
La nueva Confederación contaba con una Dieta como suprema institución política, una asamblea de 69 miembros que se reuniría desde el 8 de junio en Fráncfort del Meno bajo presidencia austriaca y con representantes de las monarquías de Dinamarca, Gran Bretaña y los Países Bajos. El Ejército germano seguiría un modelo federal.
Formación del Ejército del Norte Francés
Desde mediados del mes de mayo, Bonaparte meditaba sobre las dos opciones que tenía para enfrentarse a los ejércitos de la Coalición.
Una consistía en adoptar una estrategia defensiva esperando a que los aliados invadieran Francia, y como tendría que como mínimo dos meses hasta que esto sucediera; dispondría de ese tiempo para reclutar más tropas, agrupando toda la Grande Armée alrededor de París y fortificando las plazas cercanas, para después atacar uno a uno a los ejércitos invasores que avanzasen, con muchas posibilidades de derrotarles.
Sin embargo, buena parte del país sería fácilmente ocupado por el enemigo al hallarse desguarnecido, lo que bajaría muchísimo la moral de los franceses, privaría a la Grande Armée de reclutas y suministros a corto plazo, tanto por lo anterior como por dominar menos territorio; además sus posibles victorias no serían tan celebradas, por hallarse defendiendo su suelo, como en la triste campaña del año anterior.
La otra opción de Napoleón consistía en adoptar una estrategia ofensiva, reuniendo los soldados que pueda sin desguarnecer las fronteras, para atacar uno a uno a los ejércitos aliados que se fueran congregando fuera de ellas, como el que ya se hallaba en Bélgica.
Esta estrategia presentaba ciertas ventajas, pues los recursos franceses no se verían afectados al librarse los enfrentamientos en el extranjero, y las victorias obtenidas aumentarían el prestigio de Bonaparte tanto en Francia como el exterior, ganando más adeptos y reclutas para su causa mientras desmoralizaría a la Coalición. Pero las tropas francesas tendrían que luchar al principio en franca desventaja numérica.
A principios de junio, el Emperador tomó una decisión y comenzó los preparativos para atacar por sorpresa al contingente aliado reunido en Bélgica.
El 6 de junio, Napoleón ordenó la movilización de parte de la Grande Armée para formar la que sería su fuerza de maniobra en la inminente campaña, el llamado Ejército del Norte, que se desplazaría durante una semana por caminos franceses hasta alcanzar las posiciones asignadas ante la frontera belga.
El Ejército del Norte estría formado por el CE-I de Erlon, CE-II de Reille, CE-III de Vandamme, CE-IV de Gérard y CE-VI de Lobau; cada uno con tres o cuatro divisiones de infantería, una de caballería y un cuerpo de artillería; además estaba la reserva de caballería de Gouchi compuesta por el CEC-I de Pajol, CEC-II de Exelmans, CEC-III de Kellermann y CEC-IV de Milhaud; cada uno con dos divisiones de caballería y dos baterías; toda la caballería se hallaría bajo la responsabilidad del mariscal Grouchy.
La Guardia Imperial agruparía las unidades mejor equipadas de la Grande Armée, las más veteranas y temidas de Europa. Eran fanáticas de Napoleón, quien delegó su mando en el general Drouot, que contaba con 4 DIs de cazadores y 4 DGs de la Vieja Guardia, 4 DIs de tiradores y voltigeurs de la Joven Guardia, dos divisiones de caballería, y otras dos divisiones de artillería. En total, el Ejército del Norte dispondría de unos 125.000 soldados y 366 cañones.
Los coaligados desconocían por completo el desplazamiento de estos efectivos, que habían abandonado sus acuartelamientos en París, Metz, Lille, Valenciennes, Laon y Meziéres, siendo hábilmente reemplazados por milicianos de la Guardia Nacional, para que los posibles espías aliados no pudieran percatarse de la ausencia de los primeros.
El 7 de junio, Bonaparte ordenó más medidas para ocultar su operación: todas las fronteras de Francia fueron cerradas, tanto al comercio como al tránsito de personas, el correo no se repartía ni se recogía, y ningún barco podía zarpar de los puertos franceses.
Napoleón inició una campaña de desinformación para confundir a los aliados sobre su próximo objetivo, enviando a todos los rincones de Francia agentes que propagan una serie de falsos rumores, como que la siguiente ofensiva tendría lugar en la región de Lille; varias unidades de la Guardia Nacional fueron enviadas al sector para darle credibilidad.
El 14 de junio, todos los cuerpos del Ejército del Norte se hallaban desplegados en un frente de 30 km de extensión en la frontera de Bélgica, en los puestos asignados entre Maubeuge y Philipeville. Napoleón acudió a la villa de Beamont, en el centro del sector, para asumir el mando de la invasión, felicitando a su Estado Mayor por la discreción y celeridad con que se ha ejecutado el operativo.
Los ejércitos aliados en Bélgica
Las fuerzas de la Coalición en los Países Bajos se hallan divididas entre las de Arthur Wellesley, duque de Wellington, y las del mariscal Gebhard Leberecht von Blücher.
Al poco de instalarse en Bruselas, Wellesley describió en una carta a sus tropas como un «ejército infame», por la mezcla de nacionalidades, la falta de experiencia en combate de la mayoría y la simpatía que muchos belgas y holandeses, antiguos aliados de los franceses, que sentían todavía hacia la causa de Napoleón; motivos por los que el duque de Wellington preveía deserciones masivas entre los no ingleses en cuanto las cosas fueran mal.
Los británicos estaban excelentemente equipados y adiestrados, pero eran en su mayoría novatos; los highlanders escoceses figuraban entre sus mejores tropas, aunque la mejor unidad inglesa era la Legión Alemana, de unos 7.000 soldados. Los belgas y holandeses se hallaban bien equipados, pero eran inexpertos y de dudosa lealtad por haber sido aliados de los franceses hasta hacía poco. Los soldados de Brunswick y Hannover estaban bien armados, aunque también carecían de experiencia, sobre todo los últimos.
El contingente de Wellington tenía tres cuerpos de ejército: el CE-I al mando del Príncipe de Orange, con dos divisiones inglesas y otras dos belgas, apoyadas de artillería, el CE-II del general Hill, con dos divisiones británicas y otra holandesa; y el CEC, al mando del general Uxbridge, con cerca de 40 regimientos de caballería y seis de artillería, de diversas nacionalidades.
La Reserva, comandada por el propio Wellesley, constaba de 2 divisiones de infantería y 5 regimientos de artillería germano-británicos, el CE de Brunswick con 6 BIs y CE de Hannover con 12 BIs; varios batallones y regimientos de la KGL (Legión Alemana del Rey) servían repartidos en los CEs y el CEC; en total, 106.000 efectivos, unos 30.000 de ellos eran holandeses y belgas, y 216 cañones.
El contingente de Blücher agrupaba el CE-I Zieten, CE-II de Pirch, el CE-III de Thielemann y el CE-IV de Bülow; contando cada uno de 10 a 12 RIs, de 6 a 10 RCs y de 6 a 11 baterías. Más de la mitad de los infantes prusianos y westfalianos eran Landwehr, milicia mal armada, inexperta e indisciplinada; los artilleros igualmente apenas habían recibido adiestramiento. Sumaban en total unos 128.000 soldados y 312 cañones.
En total, los ejércitos coaligados contaban en Bélgica con unos 234.000 soldados y 528 cañones; sin embargo, varios miles no podrían participar en campaña por guarnecer varias plazas, así que la masa de maniobra de Wellington y Blücher era de 216.000 hombres.
Los anglo-holandeses se encontraban acampados dispersos en una gran zona al suroeste de Bruselas y tenían muy poco contacto con los prusianos. Wellesley pensaba que Napoleón preferiría una estrategia defensiva. Los prusianos estaban más concentrados al este de Lieja, a menos de doce horas de sus cuarteles generales, pero Blücher estimaba que el sector era seguro por creer a los franceses maniobrarían solo en la zona de Lille.
Los comandantes coaligados confiaban en que no serían atacados, y en tal caso esperaban que sus patrullas fronterizas o sus espías en Francia les advertirían con suficiente antelación.
La noche del 12 de junio, una patrulla de caballería del CE-I prusiano capturó a un desertor francés, que delató la concentración del Ejército del Norte en Beamont, al otro lado de la frontera franco-belga, al sur de Charleroi.
Sin embargo, hasta la mañana siguiente, Zieten no envió un informe a Blucher. A las 15:00 horas, las patrullas prusianas del general Dörnberg confirmaban la presencia de numerosas tropas francesas entre Maubeuge y Philipeville; los generales Bülow y Thielmann pusieron progresivamente en alerta a sus CE-III y CE-IV contra un posible ataque.
Por la noche los prusianos capturaron a otros dos desertores franceses, revelando que a la mañana siguiente tendrá lugar una invasión de la frontera belga. Blücher estaba dormido y el general Gneisenau, su jefe de Estado Mayor, no deseaba despertarle; ordenó a Thielmann que con su CE-III se dirigiera a Namur, mientras Pirch con su CE-II marcharía hacia Sombreffe y Bülow con su CE-IV marcharía hacia Hannut; Zieten debía proteger sus maniobras guardando la frontera en torno a Namur.
A la víspera de la invasión francesa, las tropas de maniobra de Wellington, unos 94.000 efectivos, se encontraban diseminadas entre Gante, Bruselas, donde se halla el propio Wellesley, Tournai, Mons y Nivelles, donde está el CE-I anglo-belga del Príncipe de Orange. Los 123.000 soldados a disposición de Blücher se hallaban más al este, entre Lieja, Huy, Charleroi y Namur, donde está emplazado el CE-I prusiano de Zieten.
Invasión de Bélgica por Napoleón (15 de junio de 1815)
Napoleón decidió concentrar el ejército alrededor de Beaumont, asaltar Charleroi, cruzar el río Sambre en ese punto, invadir Bélgica y separar los dos ejércitos aliados. Los ejércitos prusiano y británico-holandés estaban inmóviles a lo largo de 150 km de frontera, el primero mirando hacia el río Rin y el segundo hacia el puerto marítimo de Ostende. Sus cuarteles generales estaban a 65 km de distancia.
El plan de Bonaparte consistía en separar a los ejércitos coaligados que se hallaban en Bélgica, emplazando con rapidez a su Ejército del Norte entre ellos, sorprendiéndoles y cortando sus posibles caminos de reunión y rutas de comunicaciones. Napoleón preveía que tras romper el frente cruzando el río Sambre los prusianos se replegarían hacia el noreste, a Namur, esperando ocupar Charleroi a primeras horas de tarde.
Una vez divididas las fuerzas aliadas, quedaría anulada su superioridad numérica; entonces los franceses, situados en cuña entre los coaligados, podrían atacar sus ejércitos alternativamente según la coyuntura, aumentando en sus probabilidades de derrotarles.
La Guardia Imperial inició su marcha desde París el día 8. El Emperador había abandonado París el 12 de junio. Los CECs I, II, III y IV se concentraron en el alto Sambre. El CE-I de Erlon, el CE-II de Reille y el CE-III de Vandamme llegaron a Maubeuge y Avesnes el 13 de junio. La unión de los varios CECs en el mismo día (a excepción del CEC-IV, que se incorporó al día siguiente), mostró la habilidad de Napoleón en la combinación de movimientos.
Durante la noche del 13, los fuegos de los vivacs franceses no escaparon a la atenta observación de los puestos avanzados de Zieten.
El día 14 de junio estaba lloviendo y los vivacs del ejército francés se inundaron. Pocas fogatas estaban cuidadosamente ocultas a la vista. Parte de la infantería y los ingenieros acamparon en los bosques empapados de niebla. Cuatro batallones de infantería franceses habían cruzado el río en Solre sur Sambre y habían ocupado el castillo de Merbes. Esa noche, los franceses habían hecho avanzar un fuerte destacamento hasta Sart la Bussiere. La caballería de Grouchy estaba lista para reconocer el camino a Charleroi.
A las 02:00 de la madrugada del 15 de junio, Napoleón ordenó a su mariscal Ney avanzar hacia Charleroi, al mando del grueso del Ejército del Norte, formado por el CE-II de Reille y el CE-III de Vandamme precedidos media hora antes por el CEC-I de Pajol y CEC-III de Exelmans, mientras el CE-I de Erlon y el CE-IV de Gerard cubrían los flancos del grupo principal, enviando exploradores hacia Mons y Namur.
Sobre las 05:30 horas, todas las unidades habían abandonado la zona de Beaumont, pero debido al accidente de equitación del mensajero, la orden de partida de Bonaparte no llegaría a Vandamme hasta las 06:00 de la mañana, por lo que su CE-III avanzaría rezagado respecto al CE-II de Reille, que quedaba así en vanguardia del Ejército del Norte, viéndose obligado a avanzar lentamente por caminos en muy malas condiciones.
El ejército prusiano en Bélgica estaba comandado por el general Blücher y constaba del CE-I de Zieten (33.000 y 90 cañones), CE-II de Pirch (34.000 y 90 cañones), CE-III de Thielemann (31.000 y 80 cañones) y CE-IV de Bülow (36.000 y 96 cañones). Dos CEC (I y III) estaban estacionados cerca de la frontera. Ocuparon posiciones defensivas detrás de los ríos. Los franceses atacarán primero al CE-I del TG Hans Ernst Karl Graf von Zieten-II. El CE-I estaba formado por las BRIs I, II, III y IV, y las BRCs I y II.
- La BRI-I/I del MG Steinmetz se encontraba a ambos lados del río Sambre, entre Thuin y Binche
- La BRI-II/I del MG Pirch y ocupó Marchienne au Pont, Charleroi, Chatelet y Gilly.
- La BRI-III/I del MG Jagow y la BRI-IV de Henckel reforzada cada una con 2 Cías de schutzen (fusileros), estaban detrás del río Sambre entre Chatelet y Namur.
- La caballería de Roeder que constaba de la BRC-I/I del MG Treskow y la BRC-II/I del coronel Lutzow, se mantuvo detrás de las 4 BRIs, en reserva, cerca de Gossieles. Roeder destacó parte de su caballería para patrullar el valle del río Sambre. Los jinetes también formaron pequeños puestos avanzados al sur del río.
- La artillería de Reserva mandada por el mayor Rentzell se mantuvo en reserva.
Desde Beamont marchaban el CE-VI de Lobau con la Guardia Imperial, que escoltaba a Napoleón y su Estado Mayor, seguido del CE-IV de Gerard y 2 CECs de reserva de Grouchy. Pero estas unidades se encontraron los caminos y puentes ocupados por los soldados del retrasado CE-III de Vandamme, formándose un gran atasco al intentar los hombres de Lobau y Gerard abrirse paso entre ellos.
Bonaparte se unió al CE-III de Vandamme con varias unidades de su Guardia, entre ellas marines e ingenieros, y ordenó a Gerard desviarse del itinerario previsto cruzando el río Sambre por Châtelet; sin embargo, el general Bourmont, comandante de la DI-14 de vanguardia del CE-IV de Gerard, desertó por la mañana temprano, dejando a sus suboficiales e infantes absolutamente confusos y desmoralizados, ralentizando su avance.
Napoleón había dispuesto que a la cabeza de cada cuerpo marchasen sus respectivas unidades de ingenieros, zapadores y pontoneros con sus convoyes de herramientas y materiales, para abrir nuevos pasos, despejar con celeridad los posibles obstáculos; además, mandó que los comandantes cursasen informes inmediatos sobre cualquier cambio en su situación, avistamientos de tropas enemigas y posiciones alcanzadas.
Combate en Thuin (15 de junio de 1815)
Ese día, la vanguardia del ejército francés estaba formada por la DCL-/III Domon del CE-III de Vandamme, que estaba compuesta por los RCs cazadores 4, 9 y 12 vestidos de verde. A las 03:00 de la mañana, la vanguardia entró en contacto con las tropas prusianas frente a Lobbes, disparando y rechazando al RI-1 Landwehr de Westfalia de la BRI-IV/I de Steinmetz. El Landwehr retrocedió a Thuin.
A las 04:00 horas, los franceses comenzaron a disparar con 4 cañones contra el puesto avanzado prusiano a 2 km frente a Thuin. Este cañoneo fue escuchado por los hombres de Steinmetz y en Charleroi. La vanguardia francesa descubrió que los caminos habían sido cortados por trincheras y árboles caídos para hacerlos inutilizables. Para sorpresa de Domon, no se había encontrado ninguna caballería prusiana.
A la DCL-/IV de Domon se unió luego el CEC-I de Pajol, que consistía en dos DCLs. La vanguardia reforzada fue seguida por el CE-III de Vandamme, pero por el accidente del mensajero, Vandamme no había recibido sus órdenes y, a las 06:00 de la mañana, y no había abandonado su vivac.
Napoleón, al darse cuenta del error, condujo a la Guardia Imperial en apoyo inmediato de Pajol. A medida que este último avanzaba, los puestos de avanzada prusianos, aunque en apuros, se retiraron, escaramuzando en buen orden. En Couillet, en el río Sambre debajo de Charleroi, la caballería francesa cayó sobre una compañía del BI-III/28, la rodeó y la obligó a rendirse.
Asalto del puente de Charleroi (15 de junio de 1815)
A las 08:00 horas, el CEC-I de Pajol llega a Marcinelles, un pueblo cercano a Charleroi, y conectado con este pueblo por un dique de 300 pasos de largo, que terminaba en un puente, cuya cabeza estaba empalizada. A lo largo de este dique avanzó la caballería francesa, pero fue rechazada por los escaramuzadores prusianos, que se alinearon en los setos y zanjas que se cruzaban con la pendiente opuesta del terraplén. Se recuperó una parte del pueblo y se intentó destruir el puente. Los franceses, sin embargo, habiendo renovado el ataque con mayor fuerza, lograron tomar tanto el dique como el puente, y por este medio efectuaron su entrada en Charleroi.
La ciudad de Charleroi tenía 4.500 habitantes que en aquella época aclamaban de buena gana a Napoleón; pero temían a sus soldados, que tenían fama de saqueadores y cuya falta de disciplina era bien conocida. Preferían a prusianos y británicos, que estaban gobernados con mano de hierro y pagaban bien. Sin embargo, todo era relativo: estaban preparados para dar la bienvenida a los franceses porque habían ahuyentado a los prusianos que odiaban a cualquiera que hablara francés.
El puente de Charleroi tenía 8 m de ancho, protegido por una empalizada, barricada y defendida por delante y por detrás. Más allá, una calle subía hacia la ciudad alta, que estaba construida en forma de anfiteatro sobre una colina. Las laderas estaban llenas de casas y jardines. Dos batallones del RI-6 prusiano ocupaban la ciudad y el general Zieten había establecido allí su cuartel general esa mañana. El comandante prusiano fue advertido del ataque francés por sus puestos avanzados.
Pajol no pudo tomar el puente hasta que llegase el CE-III Vandamme, que se hallaba atascado con el CE-IV en los caminos varios km al sur.
La infantería ligera francesa derrocó al batallón prusiano que defendía el puente. Los zapadores de la Guardia y los Marines de la Guardia despejaron el puente y arrojaron las barricadas al río. Napoleón llegó e inmediatamente lanzó la mitad del CEC-I de Pajol (RHs 1, 4 y 5). Los prusianos los detuvieron con fuego de metralla.
Luego siguieron los zapadores y marines de la Guardia, seguidos por la Joven Guardia. El enemigo estaba en plena retirada y la caballería francesa se movió tras ellos. La infantería de la Guardia Joven, los Zapadores de la Guardia y los Marines de la Guardia ocuparon las casas en los suburbios de Charlerois para organizar la defensa en caso de que los prusianos contraatacaran.
A las 11 de la mañana, los franceses estaban en plena posesión de Charleroi.
Mientras tanto, el CE-II de Reille efectuaba su paso por el río Sambre en Marchienne. Los prusianos retrocedieron, habiendo dejado dos compañías de fusileros de Silesia y un BI del RI-7 en Farciennes y Tamines, con el propósito de vigilar los puntos de paso a través del Sambre.
Napoleón ordenó a varias tropas que cruzaran la frontera no por Charleroi, donde había una fuerte congestión, sino por Le Chatelet. Los caminos estaban llenos de soldados, caballos, cañones, cajones y carros de suministros.
Pajol reanudó su avance a Gilly con apoyo de unidades de la Joven Guardia del general Duhesme, mientras la caballería ligera de la Guardia, al mando del general Lefebvre-Desnoëttes, exploraba el camino a Bruselas.
Por su parte, Zieten informó a Blücher de estar siendo atacado por al menos 120.000 franceses y que intentaría formar una nueva línea defensiva en Gosslies, Gilly y Fleurus.
Al mediodía, Napoleón dio a Ney el mando de los CE-I y CE-II, en el flanco izquierdo del despliegue francés; y le ordenó avanzar con ellos hacia Bruselas, tomando la población de Quatre Bras, contando con el apoyo de la caballería ligera de la Guardia, mientras Grouchy avanza hacia Sombreffe, donde se concentran los prusianos.
Combate en Gossielies (15 de junio de 1815)
Tan pronto como los franceses se reunieron con la fuerza suficiente en Charleroi, Napoleón ordenó al general Pajol que destacara el RH-1 del coronel Clary) hacia Gosselies, y que avanzara con el resto de su CEC-I hacia Gilly.
Los húsares del RH-1 avanzaron para atacar a Gosselies, pero fueron recibidos por una fuerte fuerza prusiana (el RC-6 ulano y el RI-24) y fueron rechazados y perseguidos por el RC-6 ulano prusiano.
Después de que el RH-1 llegara a Gossieles, el primer escalón del CE-II de Reille, formado por la DCL-/II de Piré (RC-5 y RC-6 de lanceros, y el RC-1 y el RC-6 de cazadores), el RC-6 ulano prusiano fue atacado a su vez por los lanceros de Pire.
Luego, la DCL de la Guardia de Lefebvre-Desnouettes se unió a los húsares y los lanceros de Pire. Esta división era la mejor de la caballería ligera francesa y constaba de un escuadrón de lanceros de la Vieja Guardia (polacos que formaron el famoso escuadrón de Elba), cuatro escuadrones de lanceros rojos y cinco escuadrones de cazadores de la Guardia. Un escuadrón de cazadores siempre estaba separado y formaba la escolta de Napoleón.
Un regimiento de infantería de la Guardia Joven avanzó a mitad de camino entre Charleroi y Gosselies como reserva a la DCL de la Guardia de Lefebvre-Desnouettes. El CE-II de Reille también se estaba moviendo hacia Gosselies. El CE-I de Erlon, que estaba considerablemente en la retaguardia, recibió órdenes de seguir a Reille.
Steinmetz se acercó a Gosselies, y ante el peligro de ser aislado, ordenó al BI-II/1 Landwehr de Westfalia que marchara contra el flanco izquierdo francés, con el fin de desviar su atención y frenar su avance; mientras, protegido por el RC-6 ulano y el RH-1 de Silesia, continuó su retirada sobre Fleurus. Reille separó la DI-7 de Girard para perseguir a la BRI-I/I de Steinmetz.
Combate en Gilly (15 de junio de 1815)
La BRI-II/I de Pirch (RI-6 y RI-28, RI-2 Landwehr de Westfalia y una batería a pie), cuando fue expulsada de Charleroi, se retiró a Gilly (actualmente Gilly es parte de Charleroi), donde, alrededor de las 14:00 horas, tomaron una posición detrás de un riachuelo. El pueblo de Gilly constaba de hileras de casas. El camino hacia Gilly estaba bloqueado por abatís. Se colocaron hostigadores detrás de los setos para proteger la batería. El BI-I/2 Landwehr de Westfalia y la caballería Landwehr de Westfalia estaban en marcha hacia Fleurus.
El mariscal francés Grouchy con la caballería de reserva (parte del CEC-I de Pajol y el CEC-II de Exelmans) siguió a los prusianos de Pirch. Grouchy y Napoleón emprendieron un reconocimiento en persona. El Emperador estuvo acompañado por los cuatro escuadrones de caballería de la Guardia. Napoleón llamó al CE-III de Vandamme para acelerar su marcha hacia Gilly.
En Bruselas, el duque de Wellington recibió un escueto informe hacia las 15:00 horas, diciendo que se libraban pequeños combates en la frontera al sur de Charleroi; lo desestimó por pensar que era una maniobra de distracción, pues, al igual que Blücher, pensaba que la ofensiva principal francesa sería en el sector de Lille, tal y como Bonaparte les había hecho creer.
A las 17:00 horas, tras 40 km de marcha bajo un intenso calor, llegó el agotado CE-III de Vandamme.
A las 17:15 horas, Pirch envió a su comandante del CE-I, Zieten-II, información sobre la ofensiva francesa.
El mismo Napoleón preparó sus tropas para el asalto. En el centro estaba Vandamme con la DI-8 de Lefol y la DI-11 de Berthezene, y Pajol con la DCL-4 de Soult y la DCL-5 de Subervie (algunas fuentes, sin embargo, le dan a Pajol solo una DCL, hay que recordar que el RH-1 estaba destacado en Gossieles).
En el flanco derecho estaba Exelmans con la DD-9 de Strolz y la DD-10 de Chastel, cada una con una batería a caballo. El RD de la Vieja Guardia de Letort formaba la reserva.
Los franceses abrieron el enfrentamiento sobre las 18:00 horas, con un fuego de dos baterías. Tres columnas de infantería, con dos batallones cada una, avanzaron en escalones desde la derecha:
- La primera dirigiendo su curso hacia el bosque (ocupado por el BIL del RI-6).
- La segunda columna pasando a la derecha de Gilly.
- La tercera girando por la izquierda de este pueblo.
El ataque fue apoyado por la DD-9 de Strolz con las BRDs de Bourthe y Bonnemain, de las cuales una se dirigió contra el flanco izquierdo de Pirch y la otra avanzó por un camino empedrado hacia Fleurus.
La batería prusiana estaba en el acto respondiendo al fuego de la artillería francesa, y los escaramuzadores ya estaban comprometidos, cuando Pirch recibió las órdenes de Zieten de evitar una acción contra números superiores y retirarse sobre Fleurus. Mientras tanto, los escaramuzadores franceses pudieron hacer retroceder los puestos avanzados prusianos.
Apenas había comenzado la retirada prusiana cuando sus batallones fueron asaltados por la caballería francesa. Frustrado, Napoleón, con la esperanza de beneficiarse de este movimiento retrógrado, envió contra los prusianos el RD de la Vieja Guardia al mando del general Letort.
La infantería prusiana resistió los repetidos ataques de los dragones franceses y, con la ayuda de los primeros dragones de Prusia Occidental de Woiski, controló el progreso del enemigo. El BIL del RI-28 fue la única tropa rota en esta ocasión.
Cuando los prusianos abandonaron el campo de batalla, Napoleón, decepcionado, envió a la caballería de Pajol y Letort en su persecución. La caballería francesa estaba sin artillería a caballo. El BIL del RI-6 al mando del mayor Haine cubrió la retirada prusiana. Otro BIL del RI-28, estaba cerca. Ambas unidades se formaron en cuadrados a 500 pasos del bosque llamado de Tricheheve. El mayor Heine habló a sus hombres, les pidió que mantuvieran la calma y terminó con las palabras: “Ningún hombre debe disparar a menos que yo dé la orden”.
Los dragones de la Vieja Guardia y parte del RD-15 cargaron, rompieron al enemigo y cortaron en pedazos al BIL del RI-28 a la vista de los hombres de Haine. Varios hombres del cuadro roto buscaron refugio en el cuadro formado por el BIL del RI-6.
Aunque varios dragones lograron irrumpir en el cuadro, todos fueron bayonetados. Incluso después de tal demostración de resistencia, el enemigo trató de persuadir a las tropas para que cambiaran de bando. El general Letort, comandante de los dragones de la Guardia, reconoció a los fusileros por su uniforme de Berg. Pensó que, dado que la desesperanza de su posición sería obvia para ellos, su lealtad podría flaquear. Cabalgó y exigió que abandonaran el ejército prusiano. Se escuchó un disparo y Letort cayó muerto de su silla. El fusilero Kaufmann de la Cía-12 había salido del cuadro y le había dado al general enemigo su respuesta, en pólvora y plomo. El BIL siguió retirándose, pero justo antes de llegar al bosque, la caballería enemiga se acercó de nuevo. La Cía-10 miraba al frente mientras las demás continuaban su movimiento. En este momento crítico, toda la fuerza de la caballería francesa volvió a la carga.
Los dragones de la Vieja Guardia vengaron la muerte de su general Letort, el BIL de fusileros del RI-28 perdió ese día a 13 oficiales y 614 hombres. Luego, este batallón se reorganizó en un nuevo batallón combinado con los sobrevivientes del BI-III/2 Landwehr de Westfalia que había sufrido mucho en la retirada de Thuin anteriormente.
Mientras tanto, el CE-III de Vandamme estaba estancado en Gilly frente los prusianos. Napoleón decidió volver a su lado, y su mera presencia revitalizó a las tropas francesas, obligando a los defensores a replegarse en buen orden hacia Fleurus hacia las 17:30 horas. Bonaparte nombró a Grouchy comandante del flanco derecho francés, y este lanzó su caballería contra los prusianos en retirada, pero las reservas de Zieten lograron contenerla.
El TG Zieten envió a Roeder con tres regimientos de caballería (incluido el RD de Brandeburgo) y la Bía-2 a caballo del capitán Borowski, en apoyo de la BRI-II/I de Pirch que estaba en apuros. Los dragones de Brandeburgo realizaron varias cargas contra la caballería francesa, a la que rechazaron y obligaron a abandonar su persecución.
La BRI-II/I de Pirch tomó posición frente a Lambusart, que estaba ocupada por algunos BIs de la BRI-III/I de Jagow. La caballería francesa, que estaba formada en posición, abrió fuego con tres baterías a caballo y provocó así un cañoneo, con el que, sin embargo, terminó el asunto. La BRI-II/I de Pirch pudo llegar a Ligny antes de la medianoche.
No era deber de la retaguardia ser aniquilada, sino ceder terreno lo más lentamente posible. El CE-I de Zieten había detenido al enemigo durante varias horas, hasta que Napoleón tuvo que enfrentarse a ellos, y luego retrocedieron.
Los prusianos, desde el amanecer, habían estado constantemente bajo las armas, en movimiento, y casi igualmente constantemente comprometidos, perseguidos y asaltados en todos los puntos por una abrumadora superioridad de fuerza, encabezada por la élite de la caballería francesa; efectuaron su concentración en posición entre Ligny y Sombreffe.
Llegada a Quatre Bras
Napoleón envió al mariscal Ney con el CE-II de Reille y la DCL de la Guardia de Lefebvre-Desnouettes (RC-2 de lanceros rojos y RCs de cazadores de la Guardia) en Gossieles y Frasnes.
La caballería de Lefebvre-Desnoëttes hostigó la retirada de la pequeña unidad prusiana hasta 2 km de Quatre Bras, donde se unió a la división belga del general Perponcher, que había llegado a la zona hacía unas dos horas, desobedeciendo la orden dada por Wellington días antes.
A las 18:30 horas, los lanceros rojos fueron recibidos con fuego de mosquete, pero luego de algunas maniobras rápidas el enemigo retrocedió. Las tropas hostiles no eran prusianas, sino holandesas, se trataba del BI-II de la BRI-II/2 de Nassau del príncipe Bernardo de Sajonia-Weimar. Los nassauers estaban alarmados por el éxodo de campesinos y el fuego de artillería procedente de la dirección de Fleurus. Ney escribió a Napoleón: “Las tropas que encontramos en Frasnes no habían estado luchando en Gossieles… Mañana, al amanecer, enviaré un grupo de reconocimiento a Quatre-Bras que, si es posible, ocupará esta posición, porque creo las tropas de Nassau se han ido…”
Bernardo de Sajonia-Weimar con su BRI (4) venía por la carretera de Bruselas, escribió al general Hendrik George, conde de Perponcher-Sedlnitsky del ejército holandés: “Alrededor de las 18:30 horas, los franceses atacaron los puestos avanzados en Frasnes con infantería y artillería, el batallón de Nassau y la batería se retiraron a medio camino de Quatre-Bras”.
El mariscal Ney llegó a Quatre Bras alrededor de las 14:00 horas. La visibilidad estaba limitada para ambos lados debido a los cultivos en pie de centeno alto, trigo y maíz. Las orillas del arroyo bordeadas de árboles ofrecían una buena posición ventajosa para los escaramuzadores. Hasta entonces solo había unas pocas tropas en el campo de batalla.
Quatre Bras era una aldea agrícola a 17 km al norte de Charleroi, donde la carretera a Bruselas se cruzaba con la ruta de Nivelles a Namur. Sosteniéndolo, Ney bloquearía el camino de Wellington hacia Blucher. Kincaid relató: “Quatre Bras en ese momento constaba de solo 3 o 4 casas …”
Ney reconoció la importancia del cruce de caminos en Quatre Bras y el bosque de Bossu. Era imposible avanzar por la carretera de Bruselas mientras el enemigo ocupara el bosque. El bosque Bossu estaba formado por árboles altos y maleza espesa, los senderos anchos facilitaban los movimientos de las cimas.
Cerca estaba la granja Gemioncourt. Era una gran finca con fuertes torres, jardines amurallados y huertas. H. Williams describió el punto fuerte, “Gemioncourt era típico de las granjas belgas de la época: estaba fuertemente construido de piedra, con la casa principal y los edificios subsidiarios agrupados alrededor de un patio central al que se ingresaba por una sola puerta de madera, de modo que desde fuera de la granja presentaba los gruesos muros exteriores sin ventanas de sus edificios y los altos muros de conexión. Con la simple adición de aspilleras, tal granja se convirtió en un bastión formidable”.
Ney no podía calcular el número de adversarios por hallarse muchos entre un maizal, y detiene la ofensiva; la insubordinación de Perponcher salvaría el frente aliado.
A las 19:00 horas, Sajonia-Weimar tenía 4.500 hombres y 6 cañones en Quatre Bras.
Con unas pocas horas más, Ney podría haber organizado dos divisiones para despejar la ciudad en un asalto nocturno. Pero los 17.800 hombres del CE-II estaban a medio camino de la frontera. La DI-5 de Bachelu, estaba en Frasnes, 4 km hacia atrás. La DI-9 de Foy, y la DI-6 de Jerónimo Bonaparte, estaban el doble de atrás, en Gosselies. Y todo el CE-I de Erlon estaba aún más al sur, alrededor de Charleroi. Llevarlos a todos por la única carretera a Frasnes por la noche sería todo un ejercicio de control de tráfico. Con las tropas disponibles, Heymes estimó que solo tenían una posibilidad entre 10 de tomar Frasnes antes del amanecer.
Situación al final del 15 de junio
Hacia las 18:00 horas, el general prusiano Mulfling envió un correo a Wellington, dándole a conocer que la ofensiva francesa se trataba de una operación a gran escala, y que el Ejército Prusiano se estaba concentrando en Sombreffe para intentar defender Bruselas. Wellesley ordenó reagrupar a su ejército en Nivelles, cerca de la división de Perponcher. A las 19:30 horas, la vanguardia de Ney ocupó Fresnes, al sur de Quatre Bras.
A las 20:00 horas, Ney ordenó a sus tropas del flanco izquierdo detener las operaciones y acampar, Grouchy mandó lo mismo al flanco derecho poco después. Hacia las 21:00 horas, Napoleón se retiró a su cuartel de Charleroi, en el centro del despliegue francés, consciente de que muchos de sus altos oficiales no estaban a la altura de las circunstancias, aunque había conseguido su objetivo inicial al introducir una cuña entre los ejércitos aliados.
Ya de noche, el duque de Wellington se encontraba junto a su Estado Mayor en un baile celebrado en el palacio de la duquesa de Richmond en Bruselas; cuando un mensajero del Príncipe de Orange le comunicaba que Napoleón había ocupado la ciudad de Charleroi y su ejército estaba desplegado al sur de Quatre Brass. Wellesley dejó la fiesta discretamente y empezó a despachar órdenes.
A las 23:00 horas, en los campamentos de Bruselas se escucharon las trompetas llamando a los soldados anglo-holandesas a filas. Dos horas después, los oficiales aliados abandonaron el baile, incorporándose a sus unidades en traje de gala, mientras en la capital empieza a cundir el pánico.