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Primeros dos asaltos franceses a Hougoumont (de 11:00 a 12:00 horas del 18 junio)
Wellington conocía la importancia estratégica del pequeño castillo y la granja de Hougoumont, de gruesas paredes de ladrillo y con el perímetro occidental cercado por un muro bajo. Esta posición fuerte era crucial para la defensa del flanco derecho aliado: en la tarde del 17 de junio fue rápidamente ocupada evitando que fuese tomada por los franceses. Napoleón se percató enseguida de su importancia y desplegó todo su flanco izquierdo ante ella.
Hougoumont, originalmente llamado Gomont o Goumont, era un castillo y una granja que se encontraba a unos 5 km al sur de Waterloo. En el momento de la batalla, el castillo era propiedad del Chevalier de Louville. Vivía en Nivelles y alquiló el castillo a un granjero llamado Dumonceau. Sin embargo, el edificio del castillo en sí permanecía desocupado. Era un recinto robusto rodeado de murallas, con establos, graneros y casas. Había una enorme puerta en el lado sur que conducía a un patio interior, había otra gran puerta en el lado norte y dos pequeñas puertas laterales que daban acceso a la huerta y al jardín.
Había un jardín, cuyas paredes de 3 metros de altura, se extendían hacia el este durante unos 200 metros, y más allá había un huerto. Todo lo que los franceses podían ver desde sus posiciones eran árboles y algunos edificios. Más allá de la finca había un bosque por el que tenían que pasar los franceses para atacar.
Hougoumont estaba defendido por tropas de élite inglesas; una compañía del BI-II de Guardias de Coldstream se encerró en las edificaciones, asegurando puertas y ventanas inferiores, así como abriendo aspilleras en los pisos superiores. Otra compañía del BI-II/3 de Guardias había bloqueado los accesos y se parapetaba tras los muros abriendo aspilleras, dos compañías del RI-1 de Guardias se protegían tras las cercas de setos que rodeaban el jardín, y en los árboles frutales meridionales había destacados 1 Cía jäger hannoveriana y 2 Cías de tiradores de los BIs de Lüneburg y de Grubenhagen de unos 100 efectivos cada una.
Wellington procedió a inspeccionar las defensas de Hougoumont, ordenando a la compañía ligera de Coldstream y a la del RI-3 de Guardias que se dirigieran al oeste de la granja cubriendo el pajar y el camino; y ordenó a las tropas de Nassau y Hannover que entrasen en el bosque. A las 09:00 de la mañana, el BI-2 de Nassau mandado por el mayor Büsgen, con un total de 800 hombres en 6 Cías, había sido ordenado desde el extremo izquierdo del ejército ir hacia Hougoumont. El BI-I/2 de Nassau, y varias holandesas estaban encaradas hacia los franceses; en total había unos 1.210 efectivos en el momento del ataque.
Poco después de las 10:00 horas, Büsgen colocó 3 Cías (400) en el huerto y tres compañías dentro del complejo agrícola, que encontró vacío, pero preparado para la defensa. Las compañías ligeras de Coldstream y del RI-3 de Guardias se habían mudado previamente a la zona del carril occidental. La Cía de granaderos del BI-I/2 de Nassau ocupó la casa del jardinero y resguardaba la puerta sur, las otras 2 Cías compañías se alinearon en el muro del jardín. Parte de la compañía ligera de los Coldstream siguió ocupando los edificios del patio inferior y defendiendo la puerta norte.
Hacia las 10:45 horas, Napoleón ordenó al general Reille realizar ataques de distracción contra Hougoumont. El objetivo de esta maniobra era engañar a Wellington, haciéndole creer que estas acciones contra su flanco derecho serían el prólogo de un ataque principal, para que traslade tropas del centro de su despliegue, debilitándolo. Poco después, Reille encomendó esta misión a Jerónimo Bonaparte, hermano de Napoleón con su DI-6/II, Foy con su DI-9/II debía apoyar el ataque por la derecha, la caballería avanzó por la izquierda para amenazar el flanco.
A las 11:00 horas, la DI-6/II de Jerónimo (RIL-1, RIL-2, RI-1, RI-2), comenzó a avanzar hacia el sureste del complejo de Hougoumont. Jerónimo envió al RIL-1 (3), comenzaron a avanzar, bajaron la depresión que les separaba y volvieron a subir hacia el bosque para despejarlo de enemigos. El RIL-1 avanzó en 3 columnas protegidas por escaramuzadores. Entablaron combate con los soldados de Hannover y Nassau ocultos entre los árboles del bosque al sur de la granja, que se vieron obligados a replegarse tras los setos del huerto occidental debido a su inferioridad numérica, cediendo terreno en buen orden.
Los franceses salieron del bosquecillo y atacaron el huerto de frutales llegando a una franja de terreno despejado de unos 25 metros hasta los edificios y las cercas, desde donde los aliados comienzan a dispararles.
Fueron obligados a retroceder por el fuego de una compañía del RI-1 de Guardias que defendía el muro cercano.
Cuando las formaciones estuvieron dentro del alcance de las baterías aliadas estacionadas en las alturas sobre la granja mandadas por el Cpt Sandham y el mayor Kuhlmann; y las que estaban más en el centro de la posición bajo el mando del mayor Smith y Cpt Cleeves, realizaron una salva devastadora. Los disparos atravesaron las líneas francesas, matando e hiriendo a decenas de hombres a la vez, y se sucedieron unos a otros con tal rapidez que los batallones se vieron obligados a meterse en la depresión del terreno para ponerse a cubierto.
La artillería de Reille respondió al fuego y se llevaron varios cañones hasta la carretera de Nivelles. Casi todos los relatos de testigos oculares británicos confirman que la infantería británica y alemana concentrada en el terreno elevado más allá de Hougoumont fue atacada y sufrió un desgaste constante que gradualmente comenzó a desgastar los nervios de los hombres.
Wellington ordenó que la batería holandesa de Petters y la batería británica de Ramsay apoyaran a los defensores de Hougoumont. Tan pronto como la batería de Petters se desplegó, los franceses dispararon contra ellos y alcanzaron varios cajones que explotaron. Pero se mantuvieron firmes y siguieron disparando hasta las 19:00 horas, antes de recibir la orden de retirarse de la línea de artillería.
Wellington envió al castillo otras compañías del RI de Guardias de Coldstream, y al resto de compañías del RI-3 de Guardias, al mando del Tcol MacDonell, que desde entonces asumió la defensa de la plaza; sus soldados y los infantes de Nassau tomaron posiciones ante la cerca inmediata al muro sur del pequeño castillo, cuyos accesos y ventanas estaban atrancadas, excepto la puerta septentrional.
A las 11:30 horas, Reille ordenó otro asalto, esta vez precedido por fuego artillero y apoyado por varias unidades del CEC-III de Kellermann. Jerónimo envió al GB Pierre-François Bauduin, pero en esta ocasión atacarían por el oeste, mientras la caballería intenta flanquear a los defensores desde el este, y otros BIs amagaban desde el sur sin intención de atacar.
Bauduin condujo al BIL-II/1 y al BIL-III/1 hacia el bosque, mientras que el BIL-I/1 permanecía en la depresión del terreno actuando como reserva. En medio de la embestida, Bauduin fue muerto por un disparo certero, pero los asaltantes continuaron atacando bajo el mando del coronel Amédée-Louis Cubières. Los defensores fueron empujados contra la granja, donde se replegaron en parte al oeste de los edificios, y en parte al este del jardín y el seto del huerto, seguidos de cerca por los franceses. Las tropas de Nassau se reagruparon detrás del complejo, aunque algunas corrieron hacia la seguridad de la línea principal. Sin embargo, los jägers de Brunswick se retiraron a la aldea de Merbe Braine. Bajo la atenta mirada del duque de Reille, los franceses avanzaron e intentaron llevarse uno de los puntos claves de la posición aliada.
Los franceses asaltaron el jardín, pero fueron abatidos por el intenso fuego del muro cada vez que intentaban cruzar los 25 metros de campo despejado entre el bosque y el muro del jardín. Algunos sobrevivieron para llegar a la relativa seguridad del muro y trataron desesperadamente de arrebatarles los mosquetes a los defensores mientras los metían por las aspilleras para disparar, a menudo cortándose las manos con las bayonetas. Otros buscaron la ayuda de colegas para levantarlos y escalar por encima del muro, solo para recibir una bala de mosquete a quemarropa o una puñalada aguda de una bayoneta, pero ninguno cruzó el muro con vida. Incluso su comandante Bauduin murió en la feroz lucha en el bosque.
Algunos valientes intentaron forzar la puerta sur, algunos de los cuales aparentemente lo lograron; pudo haber sido en este momento cuando un francés persiguió al pobre teniente Diederich von Wilder de los granaderos de Nassau hacia la casa del granjero. Mientras agarraba la puerta para entrar, el francés asestó un golpe con su hacha que le cortó la mano por completo. Sin embargo, estos pocos franceses fueron rápidamente disparados o bayonetados por el sargento Buchsieb y sus hombres y la puerta se volvió a bloquear.
En consecuencia, 4 compañías de Guardias y un destacamento hannoveriano de la BRI-I/3/I de Kielmansegge fueron llamados al frente y bajaron la colina para reforzar la guarnición.
Confiados en su número y eufóricos por su éxito inicial, los franceses avanzaron con gran ímpetu hasta 30 metros de los edificios. Pero su conquista fue frustrada por el fuego devastador de las tropas de Nassau que estaban posicionadas en las ventanas y detrás del muro del jardín. Mientras los franceses buscaban refugio entre los árboles y los setos adyacentes, el Tcol James MacDonell, ordenó que la subdivisión derecha del RI-3 de Guardias y la subdivisión izquierda de los Guardias de Coldstream, hicieran retroceder a sus oponentes hacia el bosque.
La resuelta salida fue dirigida por el Tcol Charles Dashwood y los capitanes George Evelyn y John Elrington del RI-3 de Guardias. Fueron apoyados por guardias Coldstream bajo el mando del Tcol Henry Wyndham y el capitán Roberto Moore. Sin embargo, al llegar al borde del bosque fueron asaltados por fuego a quemarropa de los franceses. Dashwood y Moore resultaron heridos y se detuvo el avance.
Al ver que las dos subdivisiones necesitaban refuerzos, el alférez George Standen, que estaba adscrito temporalmente a la compañía ligera del RI-3 de Guardias, levantó la gorra en una mano y la espada en la otra y llamó a las tropas de la retaguardia del camino, cerca de la carretera que lleva a Nivelles, para cargar contra el enemigo. Este valiente grupo avanzó por el jardín de la cocina hacia el borde del bosquecillo, pero se vio obligado a buscar refugio del fuego de los tiradores, que se habían colocado en su flanco derecho.
Observando desde las alturas, el duque de Wellington observó la ferocidad del ataque francés. Con la debida consideración a la proximidad de las tropas aliadas, ordenó a Augustus Frazer que enviara una batería de obuses, que eran ideales para la tarea en cuestión. La batería del mayor Robert Bull galopó para entrar en posición. Su aparición animó al resto de la Guardia, que estaba tumbada para resguardarse del fuego de la artillería enemiga. El duque explicó tranquilamente lo que había que hacer, y la batería ejecutó sus órdenes con admirable destreza, disparando al pequeño bosque. En consecuencia, las tropas aliadas en Hougoumont pudieron avanzar.
El movimiento coincidió con la llegada de refuerzos desde la cresta. Saltoun dirigió las compañías ligeras del RI-1 de Guardias hacia el huerto, donde se les unió el destacamento de hannoverianos de la BRI-I/3/I de Kielmansegge; mientras que en el camino hacia el oeste, llegaron dos compañías de RI-3 de Guardias al mando de los capitanes Edward Fairfield y John Moorhouse. Ocuparon la hilera de árboles y el seto que cubría la desembocadura del bosque.
Obligado a ceder ante el bombardeo de la artillería, el oficial al mando del RIL-1 (3), el coronel Cubières, resolvió cambiar el resultado de la contienda. Ordenó a un pequeño grupo que se moviera alrededor de los edificios y atacara la parte trasera del complejo y luego siguió sus pasos con el resto de las tropas. Este asalto fue apoyado por columnas frescas del RI-3. Cuando la infantería se enfrentó a los defensores a lo largo del límite occidental de la finca, el RIL-1 barrió amenazadoramente el bosque. A pesar de la fuerza abrumadora de las unidades francesas, los guardias resistieron con el mayor vigor. Después de éxitos y fracasos alternativos, los guardias retrocedieron hacia las puertas que conducían al patio norte, aunque continuaron disparando contra los franceses.
El coronel Cubières notó la retirada e inmediatamente avanzó para animar a sus hombres. Montado a caballo, instaba a sus escaramuzadores a avanzar, su brazo estaba en cabestrillo debido a una herida que había sufrido en Quatre Bras. Dirigió a las tropas para tomar el castillo por asalto. Pero cuando se aventuró hacia delante, el sargento Ralph Fraser del RI-3 de Guardias se enfrentó a él. El francés resultó gravemente herido de nuevo y cayó al suelo en la lucha, mientras Fraser lo atacó con su pica, antes de agarrar el caballo y dirigirse a la seguridad de la granja.
Cada vez más superados en número por el enemigo que los rodeaba, los guardias se retiraron al patio norte. Cerraron la puerta e intentaron bloquearla por dentro con escaleras y carretas. Pero en medio del caos, la vanguardia del RIL-1 llegó a la entrada norte. Sorprendidos por la aparición de la infantería francesa tan cerca de la puerta, los guardias se batieron en rápida retirada, atravesaron la puerta aún abierta hacia el patio y cerraron la puerta lo más rápido que pudieron.
El teniente Legros, apodado L’Enfonceur (el aplastador), tomó un hacha de zapador y se colocó frente a la puerta. Hizo un agujero en el panel de la puerta con el hacha. Entonces la barrera cedió a la presión de muchos cuerpos, y un grupo de franceses irrumpió en el interior. Al comienzo del salvaje tumulto que siguió, los alemanes y británicos, aterrorizados, buscaron refugio en los edificios, dejando a la banda de Legros como dueña del patio. Un francés armado con un hacha persiguió a un oficial alemán, lo alcanzó en la puerta y le cortó una mano. Los franceses se encontraron en un fuego cruzado y murieron, excepto un niño baterista.
Desde su posición junto a la puerta que unía los patios norte y sur, el Tcol James MacDonell se dio cuenta de que había que cerrar las viejas puertas de madera. Corrió hacia delante y se le unió el cabo James Graham de los guardias Coldstream. Los dos hombres apoyaron los hombros en los paneles y bloquearon la abertura mientras sus adversarios se esforzaban contra el lado opuesto. Más guardias prestaron su apoyo y finalmente se aseguraron las puertas cuando el sargento Graham de la Guardia de Coldstream colocó la barra en su lugar. Los pocos soldados franceses que habían penetrado por la entrada fueron perseguidos a través de los edificios de la granja. Este acto fue fundamental en el mantenimiento continuo de la granja, ya que permitió a la guarnición repeler más intentos de asaltar el complejo desde la cubierta de los edificios.
Mientras tanto, la BRI-II/6/I de Soye (RI-1 y RI-2) atacaron el bosque, lo que obligó a los alemanes y británicos a abandonarlo. Fueron perseguidos hasta el camino hueco (bordeado con setos espinosos) que discurría frente al castillo.
Los británicos y los alemanes escondidos detrás de las paredes del jardín abrieron fuego. Los franceses se mantuvieron firmes y se enfrentaron a los defensores en un intenso tiroteo. A pesar de estar más expuestos, los franceses se mantuvieron firmes y el intercambio de mosquetes continuó, de manera más o menos inconclusa. Intentaron escalar el muro del jardín, pero fueron rechazados. También intentaron prender fuego a varias pilas de heno y paja cercanas a la finca, con la intención de prender fuego a los edificios, pero esto no tuvieron éxito.
Los franceses arrastraron un cañón al huerto. Los guardias británicos intentaron capturarlo, pero fracasaron. Sin embargo, la fusilería fue tan feroz que los artilleros retiraron el cañón a una posición más cubierta.
Wellington envió tres compañías más del BI-II de Guardias de Coldstream, que junto con los hombres de MacDonell logran expulsar a la infantería ligera francesa del noroeste del perímetro interior de la cerca, retrocediendo a lo largo de todo el muro hasta el bosque meridional. La puerta norte del castillo de Goumont se cerró definitivamente, quedando sus defensores encerrados dentro de él.
La DI-9/I de Foy atacó el gran huerto a la derecha del jardín, consiguieron cruzar el seto y entrar en el gran huerto, un grupo de escaramuzadores franceses subió la pendiente en dirección a las baterías británicas, ocultándose entre los cultivos altos. En el transcurso de unos minutos, muchos artilleros y caballos fueron alcanzados, entre ellos el mayor Ramsay, y la batería se vio obligada a abandonar la línea de fuego.
Wellington decidió aliviar la presión sobre los defensores de Hougoumont, el BI-II KGL y el BI Landwehr de Salzgitter bajaron ladera en compañías, uno tras otro, y atacaron al enemigo. Los franceses sorprendidos por la llegada de tan numerosos refuerzos, se retiraron y abandonaron el gran huerto. Solo un puñado de hombres del RI-1, resistió a los británicos y alemanes hasta el último hombre
Despliegue francés en Plancenoit (de 12:00 a 13:00 horas 18 junio)
Antes del mediodía, el general Erlon comenzaba a emplazar una potente batería de 80 cañones ante su CE-I francés, con el objetivo de debilitar el frente central aliado, ubicado en la meseta al norte de granja Haye-Sainte, antes de lanzar contra él un ataque frontal de infantería; mientras, el CE-II del general Reille realizaba su maniobra de distracción contra la vanguardia del flanco derecho aliado, en la granja Hougoumont.
Pasada el mediodía, retornan los exploradores del RH-7, de la DCL-1/I de Jacquinot, que Napoleón había enviado al este hacia las 10:00 de la mañana con la misión de encontrar la posición del contingente prusiano que Grouchy había avistado dirigiéndose hacia allí, para reunirse con el ejército de Wellington.
Los húsares franceses trajeron varios prisioneros prusianos, uno de ellos con un correo del general Bülow, del CE-IV prusiano, informando que este se halla en Chapelle Saint-Lambert y que el CE-II de Pirch le seguiría en breve desde Wavre. Esto significaba que Wellington tenía muchas probabilidades de recibir los refuerzos que esperaba, superando en número a los franceses, atenazándoles desde el norte y el este.
Napoleón creía que aún tiene muchas posibilidades de alcanzar la victoria, y decidió enviar al CE-VI de Lobau con la DCL-3/III de Domon y DCL-5/I/R de Subervie, al pueblo de Plancenoit, con el fin de cerrar el ala derecha de su despliegue ante la llegada de prusianos, pero a costa de sus reservas de infantería y caballería regular.
Después envió un mensajero a Grouchy, pidiéndole que acudiese al sur de Mont Saint-Jean inmediatamente, pues necesita su contingente para aumentar sus posibilidades de éxito contra los aliados, siendo incluso indispensable si apareciese más de un CE prusiano. Pero existía un problema grave: Bonaparte y su Estado Mayor ignoran donde exactamente se encontraba Grouchy, al que se presuponía que estaba en algún lugar entre Gembloux y Wavre.
Grouchy había escuchado los disparos de cañón provenientes de Hougoumont hacia las 11:00 de la mañana, pero se limitó a cumplir las órdenes que tenía de Napoleón, y siguió avanzando hacia el norte para trabar combate con el ejército prusiano del mariscal Blücher.
Tercer asalto francés a Hougoumont (de 12:30 a 13:00 horas 18 junio)
Napoleón ordenó al general Reille que ejecutase con su CE-II una maniobra de distracción contra el flanco derecho aliado en Hougoumont, con el fin de atraer tropas de su centro y desguarnecerlo ante un posterior ataque principal; Reille delegó a su vez en Jerónimo para ejecutar la acción.
A las 12:30 horas, Jerónimo condujo la BRI-II/6/II de Soye (RI-1 y RI-2) hasta los bosques al sureste del castillo y la granja, y lideró otro asalto contra el seto meridional en un nuevo intento por envolver el perímetro por el este, cruzando el huerto y el muro de setos, para atacar el jardín por detrás, ya que no tenía muro por ese lado, y obligar a los defensores a abandonar el jardín.
Los franceses lograron llegar hasta el huerto, consiguieron hacer retroceder lentamente a Saltoun, pero fueron tiroteados de flanco por los guardias de Coldstream parapetados en el muro del jardín.
Dos compañías del RI-3 de Guardias mandadas por el Tcol Francis Home fueron enviadas para reforzar Saltoun, y juntas realizaron una carga a la bayoneta, con el apoyo del fuego de las Guardias de Coldstream que disparaban desde el muro este del jardín, los franceses fueron expulsados una vez más del gran huerto con grandes pérdidas y empujándoles de nuevo hacia la arboleda meridional, ya fuera del perímetro.
Después de una lucha tan intensa, se planteó la preocupación por la disminución de las municiones, ya que la mayor parte de las almacenadas anteriormente ya se habían entregado. El alférez Berkeley Drummond, ayudante del BI-II/3 de Guardias, informó al capitán Horace Seymour, ayudante de campo de lord Uxbridge, que había una gran necesidad de municiones para los mosquetes. Seymour cabalgó de regreso y pronto descubrió a un tal Jesua Brewster a cargo de un carro de municiones. Sin dudarlo se dirigió a la granja, a pesar del fuerte fuego de mosquete de los escaramuzadores franceses en el camino, el soldado condujo apresuradamente su carro y entregó con éxito las vitales municiones.
Cuarto asalto francés a Hougoumont (de 13:00 a 14:00 horas 18 junio)
Hacia las 13:00 horas, Jerónimo solicitó a Reille apoyo artillero antes de lanzar otro nuevo asalto, en coordinación con el cañoneo que Erlon inició contra el centro aliado. Jerónimo hizo avanzar un obús hasta una posición en la esquina noreste del bosque, que comenzó a arrojar proyectiles sobre los techos de los edificios y los patios.
Jerónimo, responsable de los fracasados asaltos anteriores a la granja fortificada, sobrevaloró su maniobra de distracción, considerándola un reto a su capacidad de liderazgo, y decidió tomar Hougoumont a cualquier precio, y reunió a toda su DI-6/II para lanzar otro asalto masivo de infantería.
Saltoun se dio cuenta de que esta nueva amenaza era muy grave y trató silenciar el obús. Intentó avanzar hacia el bosque con la mayor parte de su fuerza disponible, pero pronto se dio cuenta de que lo superaban en número y se vio obligado a retirarse con pérdidas y, de hecho, retrocedió hasta el camino hueco.
Wellington envió a la compañía de granaderos del RI-3 de Guardias, para que atacase el bosque para desalojar a la artillería y la DI-6/II de Jerónimo, quien en su obstinación pidió a Foy una BRI de su DI-9/II para contraatacar; esta avanzó e hizo retroceder a los ingleses al huerto, a donde llegaron de nuevo los franceses; un pequeño grupo de ellos consiguió llegar a la puerta norte, pero la encontraron firmemente barricada.
El BI-II/3 de Guardias contraatacó, haciendo retroceder a los asaltantes hasta el huerto, donde sucedió una lucha encarnizada que terminó con la retirada de los franceses a la arboleda, acosados por un nutrido fuego de fusilería desde muros, cercas y ventanas.
Hacia las 14:00 horas los ingleses siguieron manteniéndose en el interior de Hougoumont, mientras que los franceses acumularon muchas bajas y no habían conseguido tomarlo, y aunque habían llevado reservas de buena infantería británica, tampoco habían logrado debilitar el centro coaligado, su principal objetivo.
La DI-6/II de Jerónimo estaba diezmada y no participaría activamente en más asaltos, limitándose a mantener la arboleda y hostigar a los defensores con fuego de fusilería.
Quinto asalto francés a Hougoumont (de 14:00 a 15:30 horas 18 junio)
Napoleón ordenó otra maniobra de distracción contra el flanco derecho aliado con el único fin de atraer tropas del centro aliado, Hougoumont se convirtió en objetivo primordial que implicó a todo el CE-II francés.
A las 14:00 la artillería francesa reanudó el bombardeo de la granja, se emplearon varios obuses para disparar el complejo agrícola con proyectiles incendiarios. Pronto, el éxito de esta nueva táctica fue evidente, ya que los techos del gran granero y el castillo estaban claramente en llamas. Muchos de los heridos habían sido reunidos en el gran granero y aunque algunos fueron rescatados por personas valientes que lucharon contra el intenso calor y las llamas, muchos más fueron rescatados, pero otros fueron consumidos en el infierno desatado.
En ese punto, los defensores estaban luchando con el intenso calor de las llamas, ahogados por un espeso humo, acosados por los gritos de los heridos y los relinchos de los caballos frenéticos atrapados en los edificios en llamas, y atacados por los proyectiles que caían; sin embargo, los defensores lograron apagar los fuegos.
Hacia las 15:00 horas, el general Reille envía a la división de Bachelu a asaltar el perímetro sureste del complejo, mientras los restos de la división de Jerónimo la cubrían desde la arboleda.
El soldado Matthew Clay, destinado a la habitación superior del castillo y era muy consciente de las llamas que se extendían por el techo, encontró la salida del castillo, sin duda aliviado de estar a salvo del infierno, ¡solo para descubrirse frente a la infantería francesa en el patio sur! La puerta oeste había sido forzada y al menos una docena de franceses habían entrado en el granero y habían llegado al patio. Se había desatado un feroz combate cuerpo a cuerpo entre las tropas de Nassau y las francesas y la llegada fortuita de los guardias del castillo en llamas proporcionó un refuerzo muy útil. Algunos de los soldados de infantería franceses lograron retirarse por la misma puerta con siete prisioneros de Nassau antes de que se sellara nuevamente, sin embargo, los atrapados dentro del patio fueron rematados y pocos capturados. Clay afirma que solamente se salvó un baterista francés solitario.
Sin embargo, antes de alcanzar la granja, los infantes de Bachelu debían atravesar una franja de terreno despejado, siendo barridos sin misericordia por las baterías aliadas emplazadas al norte, que rompieron sus formaciones, segando muchas vidas. Los atacantes retrocedieron, y los ingleses continúan ocupando Hougoumont sin demasiadas pérdidas.
Sexto y séptimo asaltos franceses a Hougoumont (de 16:00 a 17:30 horas 18 junio)
Los franceses al mando del general Reille emplazaron más cañones ante la granja y el castillo de Hougoumont, iniciando un bombardeo con proyectiles incendiarios. Pronto todos los edificios arden. Los aliados encerrados dentro intentan organizarse para evacuar a los heridos de las zonas envueltas en llamas e intentar sofocar los incendios.
Wellington envió la orden de dar prioridad a la defensa del perímetro, un punto clave en su despliegue, pues evita que el CE-II francés hostigase frontalmente su flanco derecho.
Los guardias británicos dispararon a los franceses que esporádicamente se lanzaban al asalto, procurando a la vez no quemarse con fuegos o resultar heridos por explosiones de granadas, a lo cual se suma el creciente peligro de derrumbamiento de las dañadas techumbres; los muros están ennegrecidos, agujerados y saturados de impactos de bala, dando al conjunto un aspecto ruinoso.
Todos los asaltos franceses a Hougoumont fueron repelidos, mientras cerca de allí, al noreste, el mariscal Ney lleva a cabo un gran ataque de caballería contra el flanco derecho aliado, y pide apoyo a la infantería de Reille, que está demasiado desorganizada por los continuos ataques y retiradas del perímetro; la DI-6/II Jerónimo se mantenía en la arboleda, pero no había conseguido tomar ningún recinto al otro lado de los muros.
Hacia las 17:20 horas, casi una hora y media después de comenzado el ataque principal, Reille tenía ya reagrupadas las otras unidades que le quedan para apoyar el ataque de Ney, pero para entonces era tarde, pues los jinetes se encontraban exhaustos y se replegaban a retaguardia.
Wellington observó la maniobra de Reille y envía al norte de La Haye Sainte a la BRI-II/1/I de Byng, que estaba en el ala derecha al norte del camino de Ohain; dos batallones hannoverianos la reemplazarán en ese lugar hasta el avance de la BRI-III/II británica de Adam.
Reille decidió realizar un nuevo asalto con las tropas que ya tenía desplegadas. La DI-5/II de Bachelu y una brigada de Foy, unos 8.000 infantes, avanzaron hacia la franja de terreno al sureste de Hougoumont, sin ningún apoyo de caballería o infantería.
Las baterías aliadas emplazadas al norte barrieron las formaciones francesas en su marcha hacia Hougoumont, y una vez allí fueron blanco de los fusiles de los guardias de Coldstream parapetados en el muro meridional, deteniendo por completo su avance; después el RI-3 de Guardias contraatacó, obligándoles a retirarse. La acción ha durado poco más de diez minutos, y se saldó con unas 1.500 bajas francesas.
Octavo y último asalto francés a Hougoumont (de 18:30 a 19:30 horas 18 junio)
Poco después de que los franceses al mando del mariscal Ney tomasen La Haye-Sainte, en el sector central, el general Reille ordenó un nuevo asalto contra la granja y el castillo de Hougoumont.
Mientras la diezmada DI-5/II de Bachelu se reagrupaba en retaguardia, los restos de la DI-6/II de Jerónimo, en la arboleda al sur del complejo, intercambian disparos y arrojaron granadas a los aliados parapetados en el muro meridional; cubriendo el avance de una brigada de la división de Foy, que marcha hacia la parte oriental del huerto.
Los aliados ocultos en los setos repelieron a los asaltantes concentrando más batallones al este de la granja, pero estos se reorganizaron rápidamente y lanzaron un segundo asalto, entrando en el huerto. Los guardias de Coldstream parapetados en el muro meridional, les contuvieron, luego el RI-3 de Guardias contraatacó, expulsándoles.
Poco después de que esta acción terminase, Napoleón envió a su Guardia Imperial contra el centro aliado, pero en el sector de Hougoumont los grandes combates habían concluido; Wellington estaba satisfecho por su heroica defensa, que había salvado todo su flanco derecho, impidiendo que los franceses lo flanquearan y atacasen su debilitado centro.
Durante la hora siguiente hasta el anochecer, las mermadas DI-6/II de Jerónimo y la DI-9/II de Foy se limitarían a hostigar a los defensores desde el sureste y el sur hasta el fin de la batalla; sin lograr entrar en el recinto, dos de cuyos edificios se encontraban derruidos y sin tejado, mientras que la capilla había ardido por completo.
Los aliados, que en todo momento se mantuvieron en el interior del perímetro, sufrieron unas 2.500 bajas, de ellas unos 580 muertos; los franceses han tenido más de 5.000 bajas.
En total, Wellington destacó a 6.000 aliados en su defensa, bien apoyados por las baterías al norte del camino de Ohain, mientras que Reille implicó a unos 14.000 franceses en sus ataques; tropas que habrían podido servir mejor a Napoleón apoyando al flanco derecho de su despliegue en el ataque definitivo que lideraba el mariscal Ney.