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Orígenes de los vándalos
Durante la Edad de Hierro (800 AC) los pueblos germanos que habitaban el sur de Escandinavia y Jutlandia, efectuaron una expansión hacia el sur en tres grupos diferenciados: los del sur se Escandinavia o germanos del este se asentaron en las costas del mar Báltico, los de las islas danesas al continente, asentándose a ambos lados del río Elba, y los Jutlandia ocuparon el norte de Alemania, esta emigración debió finalizar hacia el 600 AC, dando lugar a tras dialectos diferenciados de la lengua germana.
Los pueblos germánicos en el 200 AC empezaron a emigrar hacia el sur en tres direcciones:
- Los pueblos germanos del este, como los godos, burgundios y bastarnos, comenzaron a migrar desde Escandinavia hacia la parte oriental de la Europa continental, terminándose asentados en las estepas rusas y el mar Negro.
- Los germanos del centro, llamados hermiones o irminones como los suevos, marcomanos, hermúnduros, lugiones y turingios se dirigieron hacia el sur a la zona de entre el Rin y el Danubio.
- Lo germanos del oeste migraron hacia el sur siguiendo dos direcciones: un grupo llamado los ingaevones o ingaeuones siguieron la costa hacia el oeste y los llamados istaevones o istriones se dirigió hacia el sur.
Los lugiones o lugios que significa “mentirosos” y “confederados” formaba parte del grupo de germanos del centro llamados hermiones o irminones, e incluían a los omanos, buros, varinos, didunos, helvecones, arios o charinos, manimios, elisios.
Durante el siglo I, los lugiones o lugios estuvieron en guerra frecuente con los suevos y los cuados, contando ocasionalmente con la alianza de otras tribus, especialmente los hermúnduros. A mediados de siglo derrocaron a un rey de los suevos, y en el 84 sometieron temporalmente a los cuados.
Durante parte de este siglo y en el siguiente, se fusionaron las diversas tribus de lugiones, dando lugar a un grupo denominado los los vandulios o vandalios que significa los “los que cambian” y “los hábiles”.
En tiempos de las Guerras Marcomanas ya predomina la denominación de vándalos y aparecen divididos en varios grupos: los silingos, los lacringos y los victovales o victofalios, estos últimos gobernados por el linaje de los asdingos (astingos o hasdingos), y cuyo nombre evocaba su larga cabellera. Junto a los longobardos, los lacringos y los victovales o victofalios cruzaron el Danubio hacia el 167 y pidieron establecerse en Panonia. Los asdingos o victovales, dirigidos por Rao y Rapto , no fueron admitidos en Panonia (donde se habían establecido longobardos y lacringos), por lo que avanzaron hacia el año 171 en dirección a la parte media de los Cárpatos durante las Guerras Marcomanas, y de acuerdo con los romanos se instalaron en la frontera septentrional de Dacia. Más tarde se adueñaron de la Dacia Occidental.
A mediados del siglo III presionados de forma indirecta por los movimientos de los godos y de los burgundios, fueron obligados a desplazarse hacia el sur. Los vándalos silingos y otros grupos lugios siguieron la suerte de los burgundios, uniéndose a ellos, y abandonando sus asentamientos. Se asentaron en la región media de río Main. Sus ataques a Retia (Austria y Babiera) fueron rechazados por el emperador Probo en 278 en la batalla del río Libus (actualmente Lech). En esta región del Main debieron permanecer hasta que se unieron a los vándalos asdingos.
Los vándalos asdingos, que después de las Guerras Marcomanas quedaron establecidos en la región superior del río Theiss (actual Tisza), conservaron largo tiempo sus nuevos territorios. Intervinieron en la expedición goda del año 248 sobre la Mesia (actual Serbia), y en la Sarmacia del 270 sobre Panonia (Hungría occidental).
Los asdingos intentaron ensanchar sus territorios, y chocaron con los visigodos y con los sármatas; y estas luchas se prolongan hasta el siglo IV. El rey asdingo Visumaro (Wisumarh) combatió contra los godos de Geberico, que atacaron sus territorios. Visumaro murió en lucha contra los godos, y los integrantes de las tribus de asdingos que no quisieron someterse a los godos, hubieron de pasar a territorio imperial, instalándose en Panonia, donde también se asentaron los cuados. El emperador Aureliano, les empleó como tropas auxiliares de Roma, hecho testificado por la Notitia dignitatum, que habla del ala VIII Vandilorum.
Hacia el año 400 reaparecen los asdingos, y esta vez convertidos al arrianismo. Debe suponerse que en este tiempo había aumentado mucho el número de personas que lo formaban, y este fue el motivo de que, al mando del rey Godigiselo, abandonase su residencia en la región del Theiss. Tal vez en esta expedición debieron influir los alanos, que venían huyendo de los hunos.
Cruce del río Rin
Los vándalos asdingos junto con los alanos pusieron rumbo al sur en 401 e intentaron cruzar el Danubio para establecerse en las fértiles tierras del Imperio Romano de Oriente. Tras ser rechazados pusieron rumbo al oeste pasando aquel invierno en la provincia de Retia, en la actual Austria.
En torno suyo, se fueron agrupando otros elementos heterogéneos, como suevos, quados, gépidos, hérulos y sajones. A la espera de cruzar el río.
En el 405 un ejército bárbaro (godos, vándalos, suevos, burgundios y alanos) mandado por el ostrogodo Radagaiso, sus fuerzas se estiman en 20.000 efectivos de unas 100.000 personas incluyendo mujeres y niños; partió de algún punto en la llanura húngara y atravesó las limes en algún punto entre el este de Nórico y Panonia Superior, para después cruzar los Alpes. Iba precedido de un gran número de refugiados que huían antes el avance de los bárbaros. Entraron en Italia por la ruta de Aquilea y llegaron al valle del río Po. Tras cruzar los Apeninos, se dirigieron a Florencia, ciudad que sitiaron.
El magister militum Flavio Estilicón (general romano de origen vándalo), reunió un ejército de unos 15.000 efectivos entre los que se encontraban godos y alanos mandados por un tal Saro, además de hunos de su aliado Uldino. En abril de 406, se concentraron en Ticinum (Pavía) y se dirigieron contra Radagaiso que se encontraba asediando Florencia. La batalla tuvo lugar en Fiesole, Radagaiso fue derrotado y se vio obligado a refugiarse con los restos de sus tropas en los montes cercanos, donde fueron cercados por las tropas del general Estilicón. Cuando el hambre y la sed comenzaron a diezmar a sus hombres, Radagaiso intentó abrirse paso entre el ejército enemigo. A pesar de que se defendió con valor, fue capturado, encarcelado y, finalmente, ahorcado. La mayoría de los supervivientes de su ejército fueron vendidos como esclavos, mientras que el resto se unió al ejército romano, se estima en 12.000.
En la Nochevieja del 406, se congeló el río Rin, y el primer grupo en cruzarlo fueron los vándalos asdingos bajo el mando del su rey Godigiselo, cuando alcanzaban la ciudad de Tréveris fueron atacados por los los francos ripuarios federados de Roma, sufriendo 20.000 bajas, inmediatamente fue nombrado rey su hijo Gunderico, que con la ayuda de los jinetes alanos de Respendial atacaron a los francos en Tréveris, derrotándolos causándoles 3.000 bajas, dejando el camino libre para invadir la Galia.
Los vándalos en Hispania
Después de un intento inicial de asentarse en el sur de la Galia entre 407 y 409, en septiembre del 409 cruzaron los Pirineos y entraron en Hispania. Los grupos germánicos no eran ejércitos, sino pueblos en marcha en busca de tierras donde asentarse. En el 411 hubo un reparto de tierras: Los vándalos asdingos con su rey Gunderico ocuparon la Gallaecia Asturiacensis, los suevos Lugo y Braga, los alanos, las provincias de Lusitania y Cartaginense, y los vándalos silingos con su rey Fredebal o Fredebaldo ocuparon la Bética. Este reparto no fue concertado, sino impuesto a Roma; y, finalmente, se llegó al pacto de federación con Roma y su emperador Honorio que se quedó con la provincia Tarraconense casi entera.
En el año 416 los visigodos ese dirigieron a Hispania al frente de su rey Walia para destruir a los bárbaros. Los primeros en ser atacados fueron los alanos, que dominaban a vándalos asdingos y suevos, fueron destrozados de tal suerte, que muerto su rey Adax, y destruido el reino, los pocos que quedaron se acogieron al patrocinio del rey de los vándalos asdingos, Gunderico que estaba en Gallaecia.
Al año siguiente 418, Walia atacó a los vándalos silingos en la Bética, a los que derrotó y aniquiló, llevando prisionero a Roma a su rey Fredebaldo. Los supervivientes se acogieron a Gunderico.
En el 419, después de que Walia abandonase Hispania, entraron en conflicto, el enfrentamiento de los vándalos con los suevos debió producirse en la región montañosa de León y Asturias: en los montes Nerbasos (según Idacio), o en los montes Erbasos (según San Isidoro) los vándalos del rey Gunderico se enfrentaron a los suevos del rey Hermerico que fueron derrotados, pero los vándalos abandonaron la persecución de los suevos.
Los vándalos en el 420 abandonaron sus asentamientos en Gallaecia y se dirigieron a la Bética cuya ocupación dio lugar a “La Vandalucía”, dado que la V no tiene significado en árabe, estos posteriormente la denominaron Andalucía o “Al-Andalus”.
En la Bética, en el 421 los vándalos derrotaron a las fuerzas romanas que, mandadas por el magister militum Castino y reforzadas con elementos godos. La defección de los auxiliares godos contribuyó, a hacer más grave el desastre romano, los hispano-romanos perdieron 20.000 efectivos, y tuvieron que retirarse a la Tarraconense. La Bética y la Cartaginense debieron quedar a merced de los vándalos.
Entre los años 423 y 424, los vándalos siguieron esforzándose por el control de la Bética, ya que la poderosa ciudad de Córdoba se convirtió en un importante bastión independiente hasta su conquista por Leovigildo. En el 425 los vándalos se dirigieron a Cartago Spartaria, las Islas Baleares e Hispalis, al tiempo que hacían la primera incursión en Mauritania. En 426 Gunderico gestionará para hacerse con el control de Hispalis, ciudad en la que murió en 428 y fue sucedido por su hermano menor Genserico (Gaisariks), que significa “príncipe de la jabalina”.
Los vándalos habían aprendido a navegar, aunque entre los romanos había una ley que condenaba a muerte a quien enseñara a cualquier bárbaro el arte de construir o pilotar una embarcación.