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Antecedentes
Los gaznávidas o gaznavíes fueron una dinastía musulmana, de origen turco, fundada por el jefe samaní o samánida Sebük Tegin (un mameluco de origen turco), que reinó desde finales del siglo X hasta finales del siglo XII, en un imperio constituido por las regiones de Jorasán, Afganistán y Panyab, con capital en Gazni y después casi al final del régimen, en Lahore.
La Guerra Santa Samaní contra las tribus paganas turcas que habitaban las estepas al norte del Sir Daria dio un abundante aprovisionamiento de esclavos. Algunos de ellos se vendían en Bagdad y de estos se reclutaban para la guardia personal del califa abasí. Los samaníes también utilizaron a estos esclavos turcos como soldados, llamados mamelucos (del árabe mamluk, esclavo o poseído). Estos mamelucos llegaron a ser un elemento importantísimo en las fuerzas armadas del emir samaní o samánida y ocuparon posiciones de enorme responsabilidad en dicho régimen.
Uno de estos jefes mamelucos fue Alp Tigin que llegó a ser comandante de las fuerzas samaníes o samánidas de Jorasán durante el reinado del emir Abd al-Malik I ibn Nuh (954-961). Al asumir el emirato, el hermano de este, Mansur I ibn Nuh, Alp Tigin, que antes había intrigado contra su nuevo jefe y temiendo represalias; resolvió retirarse hacia la frontera sudeste del emirato, donde podría establecerse como un jefe semi-independiente en las montañas orientales de la actual Afganistán, zona cercana a la frontera con la India, lugar donde acrecentaría su poder si realizaba una guerra santa contra los hindúes.
Cuando Alp Tigin llegó al poblado de Ghazni, el gobernador del lugar, le negó la entrada, pero en 962 conquistó dicho punto. Al año siguiente murió Alp Tigin y tras una serie de muertes más. Subió al poder en 977 el jefe mameluco Sebuk Tegin, el verdadero fundador de Imperio Gaznaví o Gaznávida.
Ese mismo año, Sebuk Tegin atacó al reino hindú Shahiya de Ohind del Panyab, tomando prisionero a su rajá (rey), Jaypal, el cual fue puesto en libertad a cambio del pago de tributo.
Sebuk Tegin, fue un leal al emir samaní. En 993, el emir Nuh II ibn Mansur se enfrentó a la rebelión y le pidió ayuda, interviniendo en Jorasán para equilibrar fuerzas. Victorioso en 994, Sebuk fue recompensado con el cargo de gobernador de Balkh, Tojaristán, Bamiyán, Gur y Gharchistán (lo que le equivalía el mando de las aguerridas tribus montañesas proto-tayikas y proto-afganas).
Batalla de Peshawar (1001)
Sebuk Tigin comenzó a expandirse vigorosamente su dominio, primero capturó Kandahar, a continuación, comenzó una lucha con el reino hindú de Shahi. Jayapala gobernante hindú de Shahi, atacó a Sebuk Tigin, pero fue derrotado. Después más tarde, reunió un ejército de unos 100.000 hombres, siendo de nuevo derrotado. Lamghan fue saqueada, y Kabul y Jalalabad fueron anexados por los gaznávidas. Al morir Sebuk en 997, su hijo Mahmud de Ghazni tuvo el poder suficiente para convertirse en el único gobernante de los territorios de su padre, y para consolidar su posición en las tierras al sur del Amur Daria, ocupando el trono en Ghazni. Se comprometió a invadir la India cada año, hasta que las tierras del norte fueran suyas. En 1001 llegó a Peshawar con un grupo selecto de 15.000 jinetes y un gran cuerpo de ghazis y afganos.
Mahmud puso sus tiendas fuera de la ciudad al llegar a Peshawar. Jayapala evitó la acción por algún tiempo con la espera de llegada de refuerzos, disponía de 12.000 jinetes, 30.000 infantes y 300 elefantes. Mahmud tomó la decisión de atacar con espadas, flechas, lanzas. Jayapala desplazó su caballería y elefantes para enfrentarse a su oponente, pero su ejército fue derrotado de manera decisiva.
Jayapala junto con miembros de su familia fueron capturados y despojaron a los prisioneros de adornos personales valiosos, incluyendo un collar de gran valor de Jayapala. Las cifras de muertos hindúes varían de 5.000 a 15.000 y 50.000 fueron tomados cautivos. A juzgar por los adornos personales de los hindúes capturados, el ejército de Jayapala no estaba preparado para la batalla y miles de niños fueron llevados cautivos también.
Jayapala fue atado y desfiló, y tuvo que pagar un gran rescate la liberación de los miembros de su familia. Jayapala sintió la derrota como una gran humillación, y más tarde se construyó una pira funeraria, la encendió y se arrojó al fuego.
Tras la victoria Mahmud conquistó la región del Indo superior.
Batalla de Chhachahh (1009)
En 1008, Mahmud atacó a Anandpal, hijo de Jalapaya, éste llamó a otros reyes hindúes como los de Ujjain, Gwalior, Kalinjar, Kannauj, Delhi, Ajmer, etc., para que viniesen a ayudarle con sus ejércitos.
En el campo de batalla de Peshawar, ambos los ejércitos permanecieron de pie frente uno frente a otro, pero nadie atacaba en las llanuras de Chhachahh, se desconoce los efectivos de ambos ejércitos. En enero del 1009 Unos 30.000 gakkhars de la región de Cachemira, también llegaron allí para ayudar a los hindúes, y atacaron, Mahmud desplegó 6.000 arqueros para pararles. Los gakkhars que iban con los pies y la cabeza descubiertos y un armamento variado, causaron una carnicería, matando a unos 5.000 de musulmanes.
Por desgracia, un elefante de Jaipal, posiblemente asustado por la nafta y las flechas, se enfureció y se volvió contra las tropas propias, causando destrozos, se dice que el rey Anandpal iba en él. El ejército hindú se vio confundido, entró el pánico y huyó. Los musulmanes los persiguieron y mataron a 20.000 hindúes, capturaron 30 elefantes, consiguiendo el control de la región de Punjab.
Batalla de Dandanakan (1040)
La batalla de Dandanakan o de Dandanaqan se libró en 1040 entre la tribu selyúcida y el Imperio Gaznávida. Terminó con una victoria de los selyúcidas y con el fin del dominio gaznávida en Jorasán.
Los seljúcidas comenzaron a saquear las ciudades fronterizas, atacaron Jorasán, cruzaron el río Amur Daria y ocuparon las dos grandes ciudades de Merv y Nishapur. La tribu comenzó a hacer incursiones por todo el norte de Irán, ocupando ciudades y exigiendo un rescate por ellas. El sultán gaznávida Masud I (hijo de Mahmud) resolvió obligarles por a la fuerza a abandonar sus territorios.
Durante la marcha del ejército de Masud a Sarajs los selyúcidas obstaculizaron el avance del ejército gaznávida mediante la utilización de la guerra de guerrillas, atacando sus líneas de abastecimiento y les impidieron el acceso a los pozos de agua, minando la disciplina y la moral del ejército.
Finalmente, el 23 de mayo de 1040, 20.000 soldados selyúcidas entraron en combate contra 50.000 gaznávidas y 60 elefantes en Dandanakan, ciudad situada entre Merv y Sarajs.
Tras tres días de batalla se terminó con la victoria de los selyúcidas, Masud apenas pudo escapar del campo de batalla con 100 jinetes. La victoria marcó el ascenso del pueblo selyúcida como una gran potencia y la decadencia del gaznávida, ocupando Jorasán, Transoxiana y el norte de la India, estableciendo el que más tarde sería conocido como Imperio Selyúcida.
El ejército gaznávida o gaznaví
El ejército de gaznávida era un poder formidable. Su guardia de palacio comprendía 4.000 a 6.000 jinetes pesados de élite. La fuerza restante del ejército era en torno a 30.000 efectivos. La caballería gaznávida estaba armada con arcos compuestos recurvados, mazas y hachas de guerra, sables curvos largos, e incluso lanzas, pero esto variaba según el tipo desoldado dependiendo de su origen étnico. Las mazas eran particularmente consideradas. Sus caballos estaban ligeramente blindados o no tenían ningún tipo de protección.
La infantería regular llevaba cota de malla y portaba escudos de metal cubiertos de cuero. Estaban equipados con arcos recurvados y lanzas. Para un combate cuerpo a cuerpo cercano llevaban una maza o una espada corta en un cinturón. Los soldados auxiliares regulares a pie luchaban a veces sobre camellos, caballos o mulas, pero a menudo desmontaban y luchaban pie a tierra, una vez completamente desplegados. Los príncipes hindúes subordinados tenían que pagar tributo en elefantes y se llevaron a cabo grandes conteos anuales donde se documentaron hasta 1.670 elefantes «listos para la batalla«.
Una fuerza de 1.000 elefantes se mantenía dispuesta en Ghazni. Los historiadores han registrado fuerzas de 400-700 elefantes en batallas aisladas, cada elefante llevaba una tripulación de cuatro lanceros o arqueros. Los trenes de bagajes gaznávidas también empleaban elefantes. Sus elefantes de guerra eran armas militares temibles, estaban fuertemente blindados con estructuras parecidas a castillos en sus lomos que albergaban a los soldados y con armaduras pesadas de placas que protegían sus cuerpos. Sus colmillos estaban incluso equipados con cuchillas gigantes cubiertas de veneno. Los elefantes de la guerra se usaron a menudo como fuerzas móviles independientes apoyadas con caballería y guerreros. Las tácticas más arriesgadas, pero más efectivas, empleaban a los elefantes en sólidas líneas de batalla, donde cargaban contra el centro de una fuerza enemiga, aplastando y destruyendo todo lo que se interponía en su camino.