Edad Moderna Corea dinastía Joseón Guerra Joseón-Manchú

Antecedentes

Las tribus jurchens, yurchens o manchués establecidas al norte de Corea cruzaban a menudo el río y atacaban a las poblaciones fronterizas para saquearlas. En 1605 la tribu jurchen de Hol-cha-on, al norte del río Tuman fue atacada como represalia por sus incursiones por las tropas de Joseón bajo el general coreano U-gil. Este último cruzó el río por la noche y atacó el principal asentamiento de la tribu y la destruyó por completo. También se recuperaron grandes cantidades de bienes que habían sido robados de los asentamientos fronterizos.

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Expedición contra los jurchen durante la dinastía coreana de Joseón.

Los jurchens o manchués comenzaron siendo bandidos y ladrones, como fueron los wakos o piratas japoneses en sus orígenes, prosperaron saqueando pueblos y ciudades chinas y coreanas. Los eruditos chinos han tratado de glorificar a los manchúes como una parte legítima de la herencia China. Los manchúes no tenían una cultura real, cuando se levantaron en las llanuras de Manchuria, su población era escasamente menos de 500.000 habitantes, otros eruditos bajan la cifra a 250.000 que eran una mezcla de jurchens, kitanes, mongoles y coreanos. Tanto los chinos como los coreanos los despreciaban.

Cuando Nurhaci fundó su primera nación Manchú, coreanos y chinos no los reconocieron y los despreciaron por ser bárbaros y atrasados, pero fueron inteligentes, y fueron capaces de formar unidades militares formidables, que eran más potentes y más rápidas que los mongoles. Emplearon personas chinas e incluso coreanas, principalmente como artesanos que les dieron la riqueza que solamente podían soñar. Lamentablemente, debido a que China fue conquistada por los manchúes, no hay registros escritos de las atrocidades manchúes en China, solamente los coreanos han registrado las dos invasiones separadas.

Primera invasión Manchú de Corea (1627)

Nurhaci había unificado al pueblo Jurchen, excluyendo al Yehe, y adoptó una actitud hostil hacia los Ming atacó con 20.000 efectivos y asaltó la ciudad de Fushun en mayo de 1618. Fashun estaba defendida por Li Yongfang, que se rindió y pasó a su servicio, siendo la primera de varias deserciones. Nurhaci dejó a 4.000 hombres para defender Fushun mientras tomaba el ejército restante para capturar Qinghe y otras ciudades antes de retirarse. La noticia de la pérdida de Fushun llegó a Ming el día 12 de mayo, y un contingente de 10.000 soldados bajo las órdenes de Zhang Chengyin fue enviado para retomar la ciudad. El ejército Ming llegó el 15 de mayo e inmediatamente estableció tres campos, cavó trincheras, y comenzó a bombardear la ciudad con fuego de cañón. Sin embargo, los hijos de Nurhaci, Hong Taiji y Daisan, salieron y derrotaron a las fuerzas Ming, causando grandes bajas, entre ellas la del general Ming, Zhang Chengyin, que conmocionó la corte de Ming.

En respuesta a la agresión jurchen, el emperador Wanli nombró a Li Rubai comandante de Liaodong, y Yang Hao comisionado de asuntos militares, ambos habían servido anteriormente como comandantes en el ejército Ming durante las invasiones japonesas de Corea (1592-98). También pidió ayuda a Joseón, que envió un ejército de 10.000 arcabuceros y 3.000 arqueros bajo el mando del general Gang Hong-rip, que había incorporado exitosamente tácticas occidentales. Asimismo, ordenó a otros dos comandantes militares, Du Song y Liu Ting, a apresurarse a la frontera noreste.

Las fuerzas Ming mandadas por el comisionado Yang Hao se dirigieron a sitiar a Hetu siguiendo cuatro rutas: la oeste mandada por Du Song con 32.000 efectivos, la norte mandada por Ma Lin con 30.000 efectivos, la este mandada por Liu Ting con 30.000 efectivos entre los que se encontraban los coreanos, y la sur mandada por Li Rubai con 40.000 efectivos.

La columna este, mandada por Liu Ting donde se encontraban los coreanos, fue emboscada por los jurchens en el paso de Abudali, cuando la columna estaba estirada para atravesar el valle. Sus fuerzas fueron atacadas por las fuerzas jurchen de Daisan y resistieron la primera carga, pero fueron destrozadas en la segunda carga en la que perecieron 10.000 chinos. La fuerza de 10.000 mosqueteros y 3.000 arqueros de Joseón, se vio obstaculizada por el fuerte viento, los arqueros tuvieron el viento de cara, pero los arcabuceros lucharon hasta que sus aliados se rindieron. El comandante contingente de Joseón, Gang Hong-rip, se rindió con sus tropas restantes que se estiman en un tercio. Manifestó que Corea no tenía ninguna razón para luchar contra los manchúes y que habían sido enviados para cumplir con sus obligaciones con la dinastía Ming por su ayuda contra los japoneses. Las fuerzas coreanas fueron liberadas, pero su comandante permaneció como rehén.

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Batalla de Sarhu (1619). Las tropas jurchens o manchúes de Qing atacando a los arqueros coreanos de Joseón durante la guerra Ming-Qing

En 1623 una facción en la corte de Joseón conocida como los occidentales, depuso el rey Gwanghaegun e instaló Injo como rey; esta facción tomó medidas políticas explícitamente en favor de los Ming y en contra de los Qin manchúes.

Al año siguiente Yi Gwal se rebeló contra el rey Injo, pero fracasó en derrocarlo, y la rebelión fue aplastada. Sus sobrevivientes huyeron a la corte manchú de Qing, donde recomendaron a Hong Taiji invadir a Joseón. General Gang Hong-rip también fue llevado a creer por los supervivientes que su familia había muerto en el golpe, por lo que impulsó la invasión en un deseo de venganza.

Los occidentales adoptaron una postura explícitamente pro-Ming y anti-Jurchen en sus relaciones con los dos estados. Injo rompió relaciones con Qing, siguiendo el consejo de sus consejeros. El ejército del general Ming Mao Wenlong, de unos 26.000 hombres, realizó incursiones contra los jurchens, desde una base isleña de la península de Corea. Los occidentales lo ayudaron permitiéndole emplazar sus tropas en Uiju.

Los jurchens de Qing habían perdido la batalla de Ningyuan frente a los Ming, y su kan Nurhaci había muerto de sus heridas después. Las negociaciones de paz con los Ming después de la batalla se retrasaron, y el general Ying Chonghuan de Ming estaba ocupado fortificando las guarniciones fronterizas y entrenando a nuevos arcabuceros. El nuevo kan, Hong Taiji, estaba ansioso por una victoria rápida para consolidar su posición como Kan. Al invadir Joseón, también esperaba extraer los recursos necesarios para su ejército y para sus súbditos, que habían sufrido durante la guerra contra Ming.

En 1627, Huang Taiji envió a Amin, Jirgalang, Ajige y Yoto a Corea con 30.000 efectivos, estaban guiados por Hong Gang-rip y otros coreanos. Los jurchens se encontraron con una fuerte resistencia en las ciudades fronterizas, pero las guarniciones fronterizas de Joseón, fueron rápidamente derrotadas. El ejército jurchen avanzó hacia Uiju, donde las tropas Ming de Mao Wenlong estaban estacionadas, y Mao rápidamente huyó con sus hombres hacia el mar de Bohai. A continuación, los jurchens atacaron Anju. Cuando quedó claro que la derrota era inevitable, los defensores de Anju se suicidaron volando su depósito de pólvora. Pyongyang cayó sin lucha y el ejército Qing cruzó el río Taedong.

En ese momento la noticia de la invasión había llegado a la corte Ming, que inmediatamente despachó un contingente de socorro a Joseón, ralentizando el avance de Jurchen en Hwangju. El rey Injo despachó a un enviado para negociar un tratado de paz, pero cuando el mensajero regresó, Injo ya había huido de Hanseong (Seúl) a la isla Ganghwa en pánico.

Hong Taiji estaba preocupado por la defensa de su propio territorio. Esta oferta fue aceptada rápidamente por Corea a pesar de la oposición de algunos hombres de la facción anti-Manchu no tenían en cuenta el verdadero valor de la posición de poder que tenían los manchúes. El siguiente acuerdo fue aceptado en la isla de Kangwha:

• Corea abandona la época Ming llamada Tianqi.
• Corea ofrece Yi Gak como rehén en lugar de un príncipe real.
• Qing y Corea que no deben realizar incursiones en sus territorios.

Mientras tanto, Amin saqueó Pyongyang durante varios días antes de que Hong Taji firmase el acuerdo de paz. Este acuerdo fue favorable a los manchúes. Después de cuatro meses de expedición, el ejército manchú se retiró a Mukden.

Las dos partes mantuvieron negociaciones después de la guerra. Los manchúes obligaron a Corea a abrir los mercados cerca de la frontera debido a que el largo conflicto con los Ming había arruinado Manchuria. Corea también regularmente pagaba tributo a los manchúes.

La relación entre Joseón y Manchuria permaneció incómoda o fría. La primera invasión no fue catastrófica para Corea, pero muchos consideraron una traición de Corea el abandonar a la China Ming después de haberles ayudado contra los japoneses durante la guerra Imjin.

Segunda invasión Manchú de Corea (1636)

Después de la primera invasión de 1627, la dinastía Joseón continuó desafiando los manchúes. El comercio era malo y Corea no había devuelto a los fugitivos manchúes que se habían refugiado en Corea. Además, Corea había adoptado una actitud provocadora cuando Huang Taiji proclamó la nueva dinastía Qing.

Los delegados manchúes Ingguldai y Mafuta y recibieron una fría recepción en Hanseong (Seúl) cuando soldados coreanos se mantuvieron en las sombras. Los delegados se sintieron ofendidos y regresaron a Manchuria.

La corte coreana estaba dominada por los halcones belicistas, que, sin embargo, no mejoraron sus capacidades militares. Un mensaje belicista para Pyongan-do fue interceptado por Ingguldai.

Durante el invierno, el propio Hong Taiji condujo las banderas manchúes, mongolas y chinas, formando un ejército de 120.000 efectivos a Corea. En lugar de enfrentarse contra las fuerzas de Im Gyeong Eop que se encontraban en la fortaleza de Baegma; Dodo, jefe de la expedición, se dirigió directamente a Hanseong (Seúl) para evitar que Injo, el rey de Jeoseon, escapase de nuevo a la isla de Kanghwa, tal y como los reyes coreanos estaban acostumbrados a hacer se sentían en peligro. En solo dos meses alcanzaron la capital y unos 30.000 efectivos de Joseón se unieron a los manchúes.

El rey Injo envió primero a sus esposas y a sus hijos a la isla de Kanghwa, pero se encontraron con las fuerzas manchúes, siendo capturadas. Al no poder escapar a la isla, el rey se refugió en la fortaleza del monte Namhan, al sur de Hanseong (Seúl), que fue sitiada inmediatamente por el ejército Manchú. El ejército de Corea situado en el interior de la fortaleza comenzaba a sufrir por falta de alimentos y municiones. Si bien los funcionarios coreanos mantuvieron debates surrealistas, sobre como lograr ocupar la isla Kanghwa en un día o como liberar al segundo hijo y a las esposas del rey Injo.

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Defensa coreana de la fortaleza de Namhan contra los manchúes en 1636, resistiendo durante 47 días

El asedio continuó, la falta de alimentos volvió crítica y la situación estratégica empeoró para los coreanos, los intentos de las fuerzas coreanas de otras regiones para romper el asedio fallaron y las salidas de las tropas de la fortaleza no tuvieron éxito. La dinastía china Ming intentó enviar un pequeño destacamento para ayudar Joseón, pero no era más que un esfuerzo simbólico. De todos modos fueron destruidos en el mar durante una tormenta. Esta desesperada situación obligó a la rendición del rey Injo que entregó tres oficiales pro-guerra de la dinastía Qing, y estuvo de acuerdo con los siguientes términos de la paz:

  • Corea apoya a la dinastía Qing.
  • Corea rompe sus relaciones tradicionales con la dinastía china Ming.
  • Corea ofrece como rehenes a los hijos mayor y menor del rey Injo y los hijos y hermanos de sus ministros.
  • Corea pagará tributos a la dinastía Qing como lo había hecho antes con la dinastía Ming.
  • Corea servirá a los Qing en su guerra contra los Ming.
  • Corea ofrece barcos de guerra para permitir la repatriación de los soldados manchúes.
  • Los ministros de Corea y Manchuria estarán obligados por pactos de matrimonio.
  • Corea tiene derecho a construir más fortalezas.

Hong Taiji instaló una plataforma en la isla de Samjeon del río Han, en la que aceptó la presentación del rey Injo. El rey Injo se postró ante Hong Taiji, siendo obligado a repetir este humillante ritual varias veces.

Secuelas

El general de Joseón, Im Gyeong Eop, que era el responsable de la defensa de la fortaleza de Baegma en la frontera Qing-Joseón; había llegado hasta Hanseong (Seúl) con su ejército y emboscaron una de las divisiones del ejército Qing durante su vuelta a casa, decapitando a su general que era sobrino de Hong Taiji.

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Caballería Joseón coreana cruzando un puente de barcas. La caballería Joseón era superior a la Ming y a la Qing

Al no ser conscientes de la rendición de su rey en ese momento, fue dejado libre sin castigo por Hong Taiji, que también quedó muy impresionado por los valientes esfuerzos de Im para defender su reino. Im había solicitado refuerzos de Hanseong (Seúl) al principio de la guerra y había planeado invadir su capital Mukden.

Las regiones del norte y del centro fueron devastadas por la guerra. Aunque la disciplina del ejército manchú era estricta, los soldados mongoles saquearon las ciudades. Muchas mujeres coreanas fueron objeto de violación a manos de las fuerzas de Qing, y como resultado fueron mal recibidos por sus familias, incluso si fueron puestos en libertad por los Qing después pagar el rescate.

Después de la rendición, los manchúes tomaron miles de cautivos coreanos, se habla de cerca de 600.000, entre ellos muchas personas cualificadas, así como plebeyos y aristócratas de la dinastía Joseón.

Los clanes dominantes de Joseón que se opusieron a la regla manchú, fueron brutalmente y torturados hasta la muerte. Algún erudito cree que muchos de ellos tomados como cautivos no regresaron a su casa; pero un príncipe Joseón, que también fue tomado como prisionero, trabajó con el gobernante manchú para derribar a los Ming de China, como regalo el emperador manchú, liberó a muchos prisioneros coreanos y permitió que unos pocos pudieran volver de nuevo a Corea. Según relatos de testigos oculares, muchos murieron durante el duro viaje a Manchuria y alrededor de 400.00 podrían haber sobrevivido a la terrible experiencia. Este número era mucho mayor que el 50 % de toda la población manchú, así que se puede adivinar muchos clanes gobernantes manchúes tendrían un gran número de cautivos coreanos. Muchos se convirtieron en agricultores, otros en artesanos, otros en comerciantes e incluso algunos se enrolaron en el ejército manchú. Esto hizo que se impulsara la economía de manchú y los logros artísticos. Los estudiosos creen que Joseón tenía alrededor de 16 millones en el momento de la invasión, era una gran nación, pero fue incapaz de levantar un poderoso ejército debido a la corrupta clase yangban y a sus enfrentamientos políticos por el poder.

De acuerdo con los términos de la rendición, Corea envió tropas para atacar la isla de Pi en la desembocadura del río Yalu.

Hong Taiji ordenó a Corea levantar un monumento en honor de las grandes virtudes del emperador manchú, el monumento fue erigido en 1639 en Samjeondo, en el mismo lugar donde se llevó a cabo la ceremonia de sumisión.

Después de la segunda invasión manchú de Corea, la dinastía de Joseón de Corea se vio obligada a dar varios de sus princesas reales como concubinas al regente manchú de Qing, el príncipe Dorgon. En 1.650 Dorgon se casó con I-shun (Uisun en coreano) una princesa coreana.

El rey coreano Hyojong, vivió durante siete años como rehén en Mukden, y fue sucedido por Injo, que planeó una expedición contra el reino Qing, a la que llamó operación Bukbeol (expedición del norte). La estuvo preparando durante su reinado de diez años en el trono de Corea, sin embargo, en la víspera de la operación, murió Injo, siendo pospuesta indefinidamente.

Desde 1639 hasta 1894, la corte de Corea preparó un cuerpo de traductores profesionales coreano-manchúes, reemplazando a los traductores jurchens que usaban la escritura jurchen. El cambio de nombre oficial de Jurchen a Manchú ocurrió en 1667. Los primeros libros sobre el tema fueron escritos por Shin Gye-am, que era también traductor jurchen y que tradujo los libros antiguos jurchen.

Hasta 1894, Corea siguió siendo un estado vasallo de la dinastía china Qing, aunque la influencia manchú había disminuido gradualmente en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando la dinastía Joseón comenzó a prosperar.

Entrada creada originalmente por Arre caballo! el 2017-10-06. Última modificacion 2022-06-24.
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Comentarios:

  1. Alejandrina dijo el 2020/05/30 a las 2:10 am

    Te felicito por tus articulo. Éste me ha sido muy ilustrativo, me ayudó a despejar muchas lagunas. Gracias

  2. Démidas línes Ráez dijo el 2020/07/24 a las 2:00 am

    Esta ventana de la edad moderna está muy incompleta, falta la persia safávida, la dinastía Qing o Manchú, el japón de la era Tokugawa, los ejércitos germánicos, franceses, italianos, los maratas, el sultanato de Marruecos, los Yuan del norte, los birmanos, siameses y laosianos.

    1. arre caballo dijo el 2020/07/29 a las 9:10 am

      Normalmente escribo sobro lo que domino, sobre el Imperio safávida lee el capitulo el Imperio otomano, de los ejércitos franceses, italianos se tratan en las diferentes guerras en las que se vieron involucrados. Respecto a los demás te animo a que escribas al respecto.
      Un saludo

  3. Rodrigo Márquez dijo el 2021/02/10 a las 10:12 pm

    Excelente reseña para entender la , para nosotros, casi desconocida historia asiática.

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