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Orígenes de la agricultura
La mejora del clima y el descubrimiento de plantas como las gramíneas, produjo un incremento demográfico tal, que llevó al Homo sapiens a buscar y encontrar otro tipo de vida, entre el 11000 y el 4000 AC. Hasta entonces el papel en la sociedad era que los hombres de la tribu eran cazadores y las mujeres recolectoras. Serían las mujeres las que, con el fin de recolectar mejor, comenzaron a cuidar de las plantas que las suministraban productos, quitando a su alrededor las plantas hostiles e incluso protegiéndolas con vallas para que otros animales no las comieran. Pasaron paulatinamente de recolectoras a productoras.
Ello supuso la gran revolución del periodo neolítico, desencadenando la siembra de plantas y la domesticación de animales y de ese modo el nacimiento de la agricultura de semillas y del pastoreo. Aunque se cifran al menos siete zonas distintas del planeta donde apareció la agricultura, todos coinciden en que entre los ríos Tigris y Éufrates, fue el primero, o al menos uno de los primeros.
El desarrollo primigenio de la agricultura en el creciente suelo fértil se puede datar en el 9500 AC, tras la última glaciación y muy probablemente como consecuencia de ella. Las comunidades de recolectores-cazadores del Oriente Medio se sedentarizaron y empezaron a domesticar animales y plantas salvajes de las que ya se alimentaban con el objetivo de proveerse de una fuente estable de alimento sin tener que desplazarse en su búsqueda.
Entonces, se controló el ciclo productivo de la cebada, trigo, arroz y mijo, así como otros cultivos. Las personas abandonaron el viejo modo de vida de cazar animales y recolectar frutos, y comenzaron a cultivar, paralelamente domesticaron animales.
El perro se domesticó en el 12000 AC, siendo el primer animal en ser domesticado; la oveja en el 8000 AC en Turquía Meridional; la cabra en el 8000 AC, en Irán occidental; los bóvidos en el 7000 AC en Oriente Próximo, y el cerdo en el 7000 AC en China y el Sudeste Asiático.
En cuanto a las plantas el farro y la cebada se cultivaron en Oriente Cercano en el 8000 AC, el trigo y la cebada se cultivaron en el subcontinente indio en el 7000 AC. La agricultura se asentó en Egipto a orillas del Nilo en el 6000 AC.
Resultó trascendente para el futuro de las especies domesticadas que se fueran sacrificando los animales que no eran útiles para los humanos, dejando selectivamente los más útiles. Con todo ello, se modificó la flora, la fauna, el territorio y el hábitat.
El arado tirado por bueyes se comenzó a emplear en el 5000 AC, aunque el arado tirado por humanos fue usado mucho antes.
En esas mismas fechas, los sumerios habían desarrollado las principales técnicas agrícolas, incluyendo el cultivo a gran escala, el monocultivo, técnicas de riego y el uso de mano de obra especializada, particularmente entre los ríos Tigris y Éufrates.
Estos acontecimientos abocaron a una organización social de los poblados, al nacimiento de las ciudades, a las mejoras de los sistemas de riego, a la aparición de la ingeniería hidráulica, al transporte y al intercambio de productos, y en definitiva al nacimiento de las civilizaciones. Los seres humanos y algunos de sus animales domesticados, tuvieron que trabajar para cambiar el entorno. Los équidos como el asno, el onagro, y el caballo siguieron siendo cazados, e incluso puede que inicialmente su domesticación se hiciera con la perspectiva de provisión de alimentos (carne y leche).
La agricultura también provocó más violencia. Debido a que los agricultores dependían para su supervivencia de los cultivos plantados en sus campos, tenían un incentivo mucho mayor para defender su territorio que los cazadores-recolectores, quienes a menudo podían evitar la violencia de los intrusos si seguían adelante. Seguir adelante y abandonar sus campos a menudo significaba la muerte de hambre para los agricultores, por lo que los conflictos que involucraban a agricultores asentados e intrusos llevaron a una violencia mayor que la que los humanos habían experimentado antes.
Ciudades estado
El sedentarismo trajo como consecuencia que las sociedades agrarias se asentasen en territorios fértiles y que sus pequeñas poblaciones fuesen acaparando bienes: cosechas, animales domésticos, aperos, etc. que despertaron la envidia de otros grupos que intentarían quitárselos a la fuerza. Para protegerse estas poblaciones rodearon con murallas sus poblaciones, dando lugar a las ciudades-estado.
Estas ciudades al contar con recursos alimenticios suficientes fueron aumentando en población, y necesitaban más tierras para el cultivo y para sus rebaños, ampliando no solo el tamaño de la ciudad, sino de su zona de influencia. También aparecieron artesanos que no solo produjeron herramientas, armas y aperos, sino objetos de lujo.
Las primeras ciudades nacieron en los valles de grandes ríos como el Tigris y el Éufrates en Mesopotamia, el Indo en la India, el Nilo en Egipto, y el Yantse (Amarillo) en China. El motivo era que necesitaban el agua para el consumo propio y de sus animales, y para regar los cultivos.
Ciudad de Jericó
Se dice que la ciudad más antigua es Jericó a orillas del río Jordán, en un oasis cuyos manantiales todavía proveen de agua a la ciudad. El primer asentamiento permanente se desarrolló cerca del manantial Ein es-Sultan sobre el 9500 AC. Se construyeron viviendas circulares con ladrillos de arcilla y paja que se dejaron secar al sol, que se enyesaron con un mortero de barro. Cada casa medía unos 5 metros de ancho y estaba techada con matorrales manchados de barro. Los hogares se ubicaron dentro y fuera de las casas.
Alrededor de 9400 AC, la ciudad había crecido a más de 70 viviendas modestas.
Se convirtió en un pueblo fortificado sobre el 8000 AC. El asentamiento tenía 40.000 metros cuadrados y estaba rodeado por un enorme muro de piedra de más de 3.6 metros de alto y 1.8 metros de ancho en la base. Dentro del recinto se encontraba una torre cilíndrica de piedra, de unos 8,5 metros de altura, que contenía una escalera interior con 22 escalones de piedra y se coloca en el centro del lado oeste del Tell es-Sultan. Esta torre al estar dentro de la muralla no podía formar parte de la defensa, por lo que se supone se usaba con fines ceremoniales. Junto con las excavadas en Tell Qaramel en Siria son las torres más antiguas jamás descubiertas. El muro puede haber servido como defensa contra las inundaciones.
La ciudad contenía casas redondas de adobe, pero sin planificación de calles. El número de habitantes de Jericó durante el período se estima en unos 2.000 de los cuales 500 serían combatientes. Se sabe que esta población había domesticado trigo, cebada y legumbres y cazaba animales salvajes, no hay pruebas de domesticación de animales. Después de algunos siglos, el primer asentamiento fue abandonado.
Posteriormente se fundó un nuevo asentamiento en la superficie erosionada del tell. Este segundo asentamiento, establecido en 6800 AC, quizás representa el trabajo de un pueblo invasor que absorbió a los habitantes originales en su cultura dominante. Este segundo asentamiento tiene casas rectangulares. Desde entonces la ciudad ha sido abandonada y reconstruida al menos 20 veces.
Ciudad de Çatal Hüyk
Otra ciudad muy antigua es Çatal Hüyk en la región de Anatolia (Turquía), a 250 km del nacimiento de los ríos Tígris y Éufrates y que se cree que se construyó en el 7500 AC. Fue descubierta a finales de los años 50 y restaurada en los 60, y tiene un estado de conservación excelente. Sus casas tenían acceso por los tejados y utilizaban escaleras que iban de un nivel a otro. Los arqueólogos han descubierto que se cultivaban hasta 12 productos, incluyendo 3 variedades de trigo, frutas y nueces. Los habitantes cultivaban sus propios alimentos y los almacenaban en sus propias casas.
Mesopotamia
La cuna de la civilización se considera Mesopotamia, donde se estableció la civilización sumeria, siendo la más antigua del mundo. La arqueología ha permitido conocer que eran muchos los núcleos mesopotámicos como Uruk, Ur, Akshak, Sippar, Kish, Nippur, Larak, Adab, Umma, Lagash, Badtibira, Eridú, Larsa, Ebla, Babilonia, Isin, etc.
El excedente de alimentos permitió el surgimiento de élites sociales: aristócratas guerreros y sacerdotes. Estas élites llegaron a dominar sus comunidades, se apoderaron de la mayor parte de los recursos, monopolizaron la toma de decisiones y sentaron las bases del gobierno y la religión. El excedente de alimentos también permitió la aparición de especialistas, como alfareros, fabricantes de herramientas y constructores, que pudieron subsistir intercambiando sus habilidades y servicios por los alimentos producidos por los agricultores. Eso, a su vez, condujo a una revolución tecnológica, comenzando con cerámica simple, siguiendo por la fabricación de utensilios y armas, e incluso objetos de lujo.
Los jefes, sacerdotes y guerreros que formaron una casta aristocrática, se apoderaron de los excedentes producidos por la agricultura y redujeron a los agricultores a una casta de campesinos y siervos oprimidos. Esa desigualdad e injusticia fue la base sobre la que se construyó la civilización. Si bien la civilización fue y es en general algo bueno, no debe olvidarse que se construyó sobre las espaldas de los cultivadores del suelo. Esos agricultores oprimidos fueron la gran mayoría de la humanidad a lo largo de la mayor parte de la historia de la humanidad.
Estas ciudades-estado estaban rodeadas por murallas de adobe, dentro de las cuales había templos, barrios de artesanos, pues basaban su economía en la agricultura, la artesanía y el comercio.
Cultura de Samarra (5500-4800 AC)
La cultura de Samarra es una cultura arqueológica del Neolítico tardío del norte de Mesopotamia, que data aproximadamente de entre el 5500 y el 4800 AC. Se superpone parcialmente con Tell Hassuna y los primeros Ubaid. Otros sitios donde se ha encontrado material samarranés incluyen Tell Shemshara, Tell es-Sawwan y Yarim Tepe.
Las producciones cerámicas significativas de esta cultura se caracterizan por formas simples de jarras con cuerpo redondeado, cuencos, fuentes y grandes platos decorados con motivos pintados en tonos marrones-rojizos sobre superficie beige. Los motivos son variados, de temática animalística (aves, peces, escorpiones…), o de tipo antropomorfo, representados de forma estilizada y con una disposición equilibrada. La estructura urbanística de los poblados muestra su creciente complejidad, destacando en primer lugar su gran extensión (Choga Mami, cerca de las 6 hectáreas; Tell es-Sawwan y Bagouz, de 2 a 3 hectáreas).
En cuanto a la construcción se generalizó el uso de adobe fabricado en molde y el uso de contrafuertes exteriores en los ángulos de la construcción, estos últimos como consecuencia de las necesidades creadas por la existencia de un piso o nivel superior, al cual se accedería por escaleras exteriores.
Económicamente, la novedad más significativa es la constatación, por primera vez de forma evidente, de la práctica de irrigación. Esto se comprueba principalmente en el asentamiento de Choga Mami, donde las excavaciones han puesto al descubierto una serie de canales en las vertientes de las montañas que rodean la llanura donde se ubica el poblado. Excavados, en una extensión considerable, de forma paralela a la pendiente natural a fin de recoger las aguas.
Estas evidencias constituyen las primeras pruebas del transporte de agua en varios kilómetros. En Tell es-Sawwan la irrigación se debió realizar a partir del Tigris, situado en las proximidades del poblado. Por otra parte, la práctica de la irrigación se constata igualmente en las variedades cultivadas (cebada y lino), especies que necesitan una gran cantidad de agua. Esta agricultura floreciente se combina con una ganadería no menos significativa, donde los ovinos, cabras y el buey constituyen las principales especies domésticas, a las que habría que añadir el cerdo y el perro. En Tell es-Sawwan destacan, asimismo, la explotación de los recursos naturales, bien provenientes del propio Tigris, con una abundante pesca y recolección de moluscos, o bien de la llanura aluvial con la caza de gacelas, onagros, gamos y jabalíes principalmente.
Las prácticas funerarias continúan con la tradición de inhumaciones con tratamiento diferenciado para adultos, con una posición fetal a veces envueltos en esteras impermeabilizadas con asfalto, o niños depositados en el interior de jarras, en los dos casos colocados bajo el suelo del hábitat.
Tell es-Sawwan se encuentra a 110 kilómetros al norte de Bagdad y al sur de Samarra. Es un complejo está asentado un montículo ovalado de 200 m de largo por 110 m de ancho con una altura máxima de 3,5 m. El montículo principal estaba rodeado por una zanja defensiva de 3 m y un fuerte muro de adobe con torres circulares. El pueblo consistía en casas grandes y otros edificios que se pensaba que eran graneros. Las casas estaban construidas con adobes regulares, hechos con molde y reforzados en el exterior, una característica que perdurará en las ciudades mesopotámicas. A las casas se accedía por el techo con escaleras.
Periodo Uruk (4100-2900 AC)
Los hallazgos más importantes de esta etapa se centran en Uruk, un poblamiento situado a pocos kilómetros de El Obeid, en el curso bajo del río Éufrates, que dará nombre al período. La cultura Uruk tuvo su centro en la zona sur de Mesopotamia, pero sus rasgos se extendieron por todo el Oriente Próximo asiático. Así, se encuentran muestras en el norte de Siria, Turquía o Susa, en el actual Irán. En este periodo se consideran tres niveles o sub-periodos:
- Uruk antiguo o nivel V: 4100–3300 AC. Se centra en el santuario de Eanna.
- Uruk medio o nivel IV: 3300–3100 AC. los edificios fueron mucho más grandes que antes, algunos tenían diseños novedosos y se utilizaron nuevas técnicas de construcción para la estructura y la decoración. El santuario de Eanna se divide en dos grupos monumentales: en el oeste, un complejo centrado en el Templo de Mosaicos (decorado con mosaicos de conos de arcilla pintados), posteriormente cubierto por otro edificio llamado de Riemchen. En el santuario de Anu hay un templo de piedra y el Templo Blanco, que mide 17,5 x 22,3 m y recibe su nombre de las planchas blancas que cubrían sus paredes. Está construido en un zigurat.
- Uruk tardío o nivel III (Jemdet Nasr): 3100–2900 AC. En el santuario de Eanna se construyó un zigurat y se derriban los otros edificios para hacer una gran plataforma.
En ese entonces, varios asentamientos de campesinos y comerciantes sumerios del Éufrates se reunieron en un pequeño centro urbano que, con el paso de los siglos, se convertiría en el núcleo económico, religioso y cultural más importante de toda la región. Parece haber comenzado como dos asentamientos separados: Kullaba y Eanna, que se fusionaron para formar una ciudad que cubría 80 hectáreas.
En el año 3000 AC, la cima de su florecimiento, Uruk ya tenía una superficie de 5,5 kilómetros cuadrados, estaba rodeada por una muralla de 9 km y contaba con una población entre 25.000 y 50.000 personas, un número impresionante para la época. Puede ser considerada la primera gran ciudad de la historia.
La escritura
A Uruk se le atribuye la creación de la escritura. Las personas de Uruk escribieron con juncos y barro, porque aquellos materiales eran ambos abundantes. En algún momento descubrieron que cuando un solo junco es presionado, con su punta afilada hacia abajo, en el barro suave y mojado, este produce una forma distintiva. Cuando el barro se secaba y endurecía, esa forma se conservaba.
Cuando los contadores simplificaron su pictografía hacia símbolos cada vez más abstractos, esos símbolos tomaron la forma de cierto arreglo de marcas con forma de cuñas, que luego se convirtieron en los primeros caracteres o “letras”. Por esto es que el primer sistema de escritura más temprano es ahora conocido como cuneiforme, del Latín “con forma de cuña”.
Originalmente, los registradores llevarían inventarios escribiendo desde arriba hacia abajo en sus tablas de barro, como si estuvieran haciendo una lista. Luego de muchos años de escritura de esa forma, los escribanos desarrollaron un innovador nuevo sistema de escritura de izquierda a derecha. Esa innovación redujo el riesgo de manchar lo que se había escrito antes de que se secara el barro.
Otro invento de Ur fue el sello cilíndrico aparece, por primera vez, en el período Uruk Medio, a la mitad, aproximadamente, del IV milenio AC. El ejemplo más antiguo de su utilización se encontró en Sharafabad, al suroeste de Irán. Pero donde se encontraron más ejemplares fue en Uruk y en Susa. Tenía una función estética y narrativa. Los temas que se grababan representaban la manera de pensar de su autor, especialmente en lo concerniente a la religión, por lo que fueron evolucionando en relación con el lugar y el período.
Los sellos cilíndricos del período Uruk, tienen la particularidad de representar, además de los temas religiosos, otros referentes a la sociedad, la economía, las escenas de la vida cotidiana, etc.
Ganadería
El pastoreo de animales que ya habían sido domesticados (ovejas, cabras, vacas, bueyes y asnos) se desarrolló aún más. Anteriormente, estos animales se habían criado principalmente como fuentes de carne, pero entonces se volvieron más importantes por los productos que proporcionaban (lana, pieles, cueros, leche) y como bestias de carga. Este último aspecto estuvo especialmente relacionado con los bueyes, que se convirtieron en imprescindible para el trabajo del campo con la aparición del arado.
La llegada del asno hizo que asumiera un papel importante en el transporte de mercancías, por su alta capacidad de transporte, el doble que la de un ser humano. El transporte principal era fluvial, realizado con barcos hechos de juncos y madera, ya que eran capaces de transportar cargas mucho más grandes que el transporte terrestre.
Agricultura
El trabajo agrícola en la temporada de siembra era mucho más simple que antes, cuando este trabajo tenía que hacerse a mano con herramientas como el azadón. El arado de madera tirado por personas o por bueyes simplificó el arado y el sembrado. La cosecha se hizo más fácil después del período Ubayd por la adopción generalizada de hoces de terracota.
Las técnicas de riego también parecen haber mejorado en el período Uruk. Estos diferentes inventos permitieron el desarrollo progresivo de un nuevo paisaje agrícola, característico de la antigua Baja Mesopotamia. Consistía en largos campos rectangulares aptos para ser cultivados en surcos, cada uno bordeado por un pequeño canal de riego.
Artesanía
El desarrollo del trabajo de la lana, que reemplazó cada vez más al lino en la producción de textiles, tuvo importantes implicaciones económicas. Llevó a cambios en las prácticas agrícolas con la introducción de estos animales en los campos tras la cosecha y su envío a las zonas montañosas alrededor de Mesopotamia (siguiendo una especie de trashumancia). La disminución relativa del cultivo de lino, liberó tierras para el cultivo de cereales y sésamo, que se introdujo en la Baja Mesopotamia en este momento y fue un sustituto rentable del lino, ya que proporcionaba aceite de sésamo.
La producción de alfarería fue revolucionada por la invención del torno de alfarero en el transcurso del IV milenio, que se desarrolló en dos etapas: la primera con un torno lento y la segunda con un torno rápido. Como resultado de esto, ya no fue necesario dar forma a la cerámica solo con las manos y el proceso de modelado fue más rápido. También se mejoraron los hornos de alfareros. La alfarería estaba simplemente cubierta con engobe (lechada de arcilla) para suavizar la superficie y la decoración se volvió cada vez menos compleja hasta que prácticamente no hubo ninguna.
Este período marca la aparición de alfareros que se especializaron en la producción de grandes cantidades de alfarería, lo que dio como resultado el surgimiento de distritos especializados dentro de las comunidades. Aunque la calidad era baja, la diversidad de formas y tamaños se volvió más importante que antes, con la diversificación de las funciones que cumplía la alfarería.
Expansión de Uruk
La mayoría de las ciudades clave de Mesopotamia en el período de Uruk han revelado que fueron ocupadas recibiendo influencia Kish, Girsu, Nippur, Ur, quizás Shuruppak y Larsa, y más al norte en Diyala, Tell Asmar y Khafajah).
La primera expansión de la gente del sur de Uruk fuera de la llanura aluvial de Mesopotamia tuvo lugar durante el período Uruk en la vecina llanura de Susiana y la meseta iraní en el suroeste de Irán. Evidentemente, esa fue una colonización total de la región.
En el norte en los Montes Zagros, las colonias eran pequeños grupos de colonos Uruk que vivían en medio de las comunidades locales existentes (como Hacinebi Tepe, Godin Tepe) o en pequeños asentamientos en los bordes de centros más grandes del Calcolítico tardío como Tell Brak y Hamoukar. Podría interpretarse como un asentamiento de comerciantes en las rutas comerciales, especialmente aquellas vinculadas a las minas de estaño y lapislázuli en la meseta iraní y en Afganistán.
En la Alta Mesopotamia la expansión se llevó a cabo siguiendo los ríos Tigris y Éufrates, Por el río Tigris se encontraban los centros de Rubeidah, Nínive (Tell Kuyunjik), Tepe Gawra, Tell el-Hawa. Por el río Éufrates en Siria se encontraba la colonia de Habuba Kabira, Tell Brak en el valle del Khabur fue un importante centro. Más al norte y en Anatolia se encontraban a los asentamientos de Hacınebi, cerca de la moderna Birecik en Şanlıurfa, Samsat, Hassek Höyük y Arslantepe , ubicado en los suburbios de Malatya.
Final de Uruk
Durante el Uruk Tardío o Jemdet Nasr, se produjo un cambio abrupto que, aunque dramático, quizás se describa mejor como una pausa, porque las ciudades de Mesopotamia recuperaron su prominencia en un par de siglos. Las colonias de Uruk en el norte fueron abandonadas con la pérdida del comercio, y las grandes ciudades del norte y del sur vieron una fuerte disminución de la población y un aumento en el número de pequeños asentamientos rurales.
Según las investigaciones en comunidades más grandes, particularmente en Tell Brak, el cambio climático fue el culpable del abandono. Un fuerte aumento de la temperatura y la aridez en la región, junto con una sequía generalizada, provocó el abandono de los sistemas de riego que sustentaban a las comunidades urbanas, reduciendo el tamaño de las poblaciones.