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Organización
El ejército persa (spada) estaba mandado por un spadapatis y los griegos le denominaba karanos, se basaba en las levas de cada satrapía del imperio. Las tropas se organizaban en las siguientes unidades:
- Baivaram: 10.000 hombres bajo el mando de un baivarapatis.
- Hazabaram: 1.000 hombres bajo el mando de un hazabaratis.
- Satabam: 100 hombres bajo el mando de un satapatis.
- Dathabam: 10 hombres bajo el mando de un dathabatis.
Los ejércitos persas aqueménidas se componían de las siguientes fuerzas:
- Fuerzas reales, que dependían directamente del rey, como pueden ser los Inmortales, los kardakes o kardaces, y las fuerzas mercenarias reclutadas por el rey.
- Tropas de las satrapías, compuestas por los séquitos personales de los sátrapas y las fuerzas reclutadas en sus propias provincias, también los mercenarios reclutados por estas.
- Tropas tribales semi-independientes que actuarían como aliados bajo sus propios jefes.
El servicio militar era obligatorio para los persas de nacimiento y “asimilados”. No queda clara la duración de este servicio militar ni la edad para iniciarlo, pero se estima en unos 4 años más o menos de duración y los 20 años como la edad de inicio. Durante estos 4 años se entrenaban para la guerra y se utilizaba a estos reclutas como policía para mantener el orden del Imperio. Una vez terminada esta formación militar, el ciudadano se podía licenciar o seguir en el ejército. Si se optaba por la vida civil, permanecía en la reserva hasta la edad de 50 años. Si permanecía en el ejército, solían pasar al cuerpo de caballería.
Cabe decir que cada ciudadano tenía que pagarse sus vestimentas y armas durante estos 4 años, así que ya empezamos a ver diferencias en la vestimenta de la tropa en función de su clase social.
Las clases altas y nobles no se podían librar de este servicio militar, pero sus riquezas les permitían comprar ropas con mayor decoración, coloreadas con tintes más caros, mejor equipo y sobre todo, caballos. Los reclutas de la nobleza solían alistarse en los cuerpos de caballería, o si no servían de sargentos a los cuerpos de infantería.
El resto de la gente, según su nivel económico podía costearse un escudo tipo hoplón y una lanza, una jabalina, un escudo tipo pelta (taka en persa), un arco, o los más pobres, una honda.
La organización del ejército era muy parecida a la asiria, compuesta por infantería y caballería. Para la comunicación entre las diferentes regiones que componían el imperio, los persas desarrollaron un servicio de correos parecido al «pony expres» con el cual podían envían mensajes a todo el Imperio en muy poco tiempo.
Infantería persa
La infantería (pasti) al igual que la asiria se dividía en ligera y pesada.
La infantería ligera
Era muy numerosa y comprendía lanzadores de jabalina, honderos y arqueros, y eran famosos los arqueros persas y los honderos rodios.
Arqueros
Los arqueros combatían, copiando de los asirios, asociando arqueros con escuderos. La primera línea la formaban los sparabara, portadores de escudo, siendo la spara un rectángulo de cuero entretejido con mimbres que llegaba desde los hombros a los tobillos, pero sin contar con algún otro tipo de protección (coraza o casco); además, estaban armados con una lanza de 2 metros de largo.
Cada dathabam desplegaba en una fila de diez, el esparabara en primer lugar, 8 arqueros y el dathabatis o jefe del grupo. Si el esparabara caía, los arqueros se defendían lo mejor que podían con falces, cuchillos curvos con filo sin punta; pero estaban en clara desventaja contra un enemigo resuelto, al carecer estos de armadura y casco. Iban vestidos con túnicas de vistosos colores con mangas, pantalones holgados y tiaras, gorros de fieltro flexible.
Los arqueros de diversas nacionalidades de Oriente y Escitia, estaban armados con el potente arco compuesto, constituían el principal activo del ejército persa. Este arco podía arrojar flechas a una distancia de hasta 300 metros, aunque la distancia efectiva en combate sería menor. Los arqueros escitas contaban con el gorytos, una funda para proteger la estructura del arco y almacenar hasta 70 flechas; el cual colgaban de su muslo izquierdo. Los arqueros babilonios y de otros pueblos mesopotámicos eran de baja calidad; iban vestidos con gorro, túnica larga, sandalias y brazaletes.
Takabara
Los portadores de taka eran tropas armadas con este tipo de escudo y lanzas, que los griegos equiparaban a los peltastas. Sin embargo, no tenían una función de hostigadores como sus equivalentes griegos, sino de unidades de línea, y usaban lanzas más largas que los peltastas. Su origen estaría en las tropas de pueblos semiindependientes de dentro del imperio, como los kurdos, misios y psidios.
Durante la campaña de Egipto del 373, el mercenario griego Ifícrates, ante la escasez de hoplitas entre sus mercenarios, convirtió a sus tropas ligeras griegas en takabara equipándolos con estos escudos, pero incrementando aún más la longitud de las lanzas. Este »hoplita ificrátida» sería el modelo que poco después usaría Filipo para crear la falange macedónica.
La infantería pesada
Mercenarios
La mayoría eran griegos armados como hoplitas. Provenían sobre todo de Atenas y de Esparta, ciudades tradicionalmente hostiles a Macedonia. En la Batalla del Gránico, la infantería hoplítica mercenaria, privada del apoyo de la caballería persa, fue sistemáticamente masacrada. De 10.000 mercenarios únicamente sobrevivieron 2.000, que fueron condenados a trabajos forzados.
Kardakes o cardaces
Los persas no podían hacer frente a un enemigo bien organizado y armado sin contar con infantería pesada. Pronto empezaron a contratar mercenarios griegos, pero para evitar esta gran dependencia, Dario III comenzó a preparar una infantería pesada propia: los kardakes o cardaces. Iban armados con escudo hoplita, así como con lanza o jabalinas, pero al igual que el resto de infantería persa, muchos no contaban con coraza ni casco, hubo alguna unidad que iba más protegida como infantería pesada.
Los Inmortales
Desde Ciro I, el ejército persa contaba con un batallón de Inmortales, llamados así por Jenofonte, aunque posiblemente los persas les denominara anusiya que significa compañeros, muy parecido a anusa que significa inmortal. Era un cuerpo de infantería formado por 10.000 soldados selectos (10 hazabaram), que ejercía tanto de guardia personal del rey persa, como de tropa de asalto de élite. Su nombre les fue dado por los griegos al pensar estos que cada hombre que caía era inmediatamente sustituido por otro, quedando el número de este cuerpo siempre inmutable. Iban armados con una lanza de unos 2 metros de longitud (más corta y menos sólida que la de los hoplitas griegos), con regatón esferoidal, por lo que los griegos llamaron melóforos (portadores de manzanas). Aunque el arco compuesto era su arma principal, y como arma secundaria llevaban la espada, un hacha de doble filo llamada asabaris o un hacha de un filo y un pico llamado sagaris. Bajo la túnica de vivos colores, llevaban una flexible coraza metálica de escamas. Se protegían además con un ligero escudo llamado spara, hecho de cuero y mimbre entretejido.
Se reclutaban entre los persas, aunque también incluían medos y elamitas. Cada hazabaram (regimiento) tenía un color, el hazabaram de élite vestían de amarillo, sus miembros estaban elegidos entre los mejores arqueros de los otros hazabaram, y servían cerca del trono. El hazabaram azul y se empleaban como comandos y misiones especiales.
Caballería persa
La caballería (asabari) se componía de caballería pesada, caballería ligera y carros de guerra, también emplearon escuadrones de camellos (usabari) así como los elefantes de guerra.
La caballería pesada
La componían los catafractas aparecen en el ejército persa a partir del 350 AC aproximadamente, siendo este tipo de caballería desarrollado, al parecer por los masagetas. Anteriormente ya existían jinetes con armadura, pero su incremento fue posible gracias al desarrollo de las razas de caballos de carga en las estepas del centro de Asia. En un principio iban armados con jabalinas, pero, tras el desastre en la batalla de Issos, fueron sustituidas por una lanza de acometida llamada kontos.
El gran peso de la panoplia, unido a la gran protección de jinete y caballo hacían incontenibles sus cargas para la infantería. Pero por este mismo motivo, su velocidad era escasa comparado con otros cuerpos de caballería (más ligeros), solo pudiendo cargar al trote; así como su movilidad. Una caballería bien entrenada podía esquivarlos y atacarlos por la espalda.
Los jinetes persas del emperador Ciro, en el 300 AC, utilizaban bocado con barbada metálica y muserola de púas sobre la nariz, que obligaban a los caballos a mantener la cabeza recogida por detrás de la vertical, lo que permitía al guerrero a dominar a los afamados caballos niseos. Estos tenían capa negra y eran pesados, bastos, duros y fuertes con una alzada de 152 cm hasta la cruz, de hocico ganchudo, cabeza voluminosa y cuello grueso. Eran capaces de llevar encima a un guerrero con armadura. Con estos animales, los persas aumentaron el volumen de la armadura de sus jinetes, no solo cascos y coseletes, sino que probaron faldones que se acoplaban al caballo para proteger sus muslos. Hacia el siglo IV AC, desarrollaron una armadura de láminas metálicas que cubría brazos y piernas. Los caballos en ocasiones portaban testeras y petos.
La caballería ligera
Portaban el arco o jabalinas como principal arma. Diversos pueblos del Este aportaban gran cantidad de jinetes al ejército persa. Eran de regiones como Aracosia, Aria o Drangiana, iban vestidos con ropas de destacables colores brillantes y armados como caballería ligera, con jabalinas como arma principal.
Los partos, escitas, hircanianos y bactrianos, debido al tipo de enemigos a los que debían enfrentarse, jinetes nómadas armados con arcos, empleaban el arco y también jabalinas.
Los carros de guerra
Eran un arma psicológica más que para causar grandes bajas. Se lanzaban frontalmente contra las filas de infantería pesada para desorganizar sus filas y causar el pánico, lo que se potenciaba añadiéndole guadañas de 1 metro de longitud en las ruedas y otras debajo para dañar a quien cayera. Estos carros que eran típicos de la satrapía de Babilonia, llamados escitas por los griegos, o falcados estaban tirados por cuatro caballos bien protegidos, tenían ruedas bastante separadas, armazón protegido por los cuatro lados y tenían una puerta trasera. Normalmente llevaban dos tripulantes, conductor y un guerrero, cuando se lanzaban frontalmente contra una formación cerrada, iban tripulados únicamente por el conductor, que saltaba justo antes del choque. Esto provocaba, además de la posibilidad de errar el objetivo, que esta fuera un arma de un solo uso.
Los persas mantuvieron y mejoraron la cría caballar de los asirios no solo en cantidad sino en calidad. Solo en Babilonia tenían 800 sementales y 16.000 yeguas de cría, mientras que las satrapías medas del nordeste los caballos se contaban por cientos de miles.
Tácticas militares
La táctica preferida era envolver por ambas alas gracias a su caballería, apostaba por la superioridad numérica de la misma. Mientras en el centro colocaban la infantería ligera los arqueros con sus portaescudos o esparabaras en el centro, para recibir al adversario con una lluvia de flechas. Detrás de estos la infantería normalmente ligera, después de los reveses contra la falange griega hizo que aumentara la infantería pesada, con el fin de poder contener la infantería adversaria.