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Origen de los casitas o kasitas
Los casitas o kasitas eran un pueblo indoeuropeo que atravesaron el Cáucaso y se dirigieron hacia el Primer Imperio babilónico. Llegaron con sus carros de guerra tirados por caballos, que los proporcionaban una gran superioridad frente a los ejércitos en campo abierto, pero que eran inútiles frente a las murallas.
Estos pueblos no tenían experiencia en asaltar murallas, por lo que se dirigieron a los Montes Zagros en el actual Irán donde se asentaron. Desde allí comenzó la presión sobre Babilonia. Durante el gobierno de Samsu-Iluna (1749-1712 AC), hijo de Hammurabi, los kasitas realizaron el primer ataque sobre Babilonia. Este pueblo, atacaría Babilonia durante más de un siglo, aunque esta resistió los embates, principalmente debido a la fortaleza de sus murallas. Sin embargo, mediante una emigración pacífica, por medio de pequeños grupos que se iban asentando en territorio babilonio posiblemente como mercenarios y asimilando su cultura, los kasitas acabaron por instalarse en Babilonia, sobre la que establecieron su dominio.
Muy pronto adoptaron el modo de vida de los babilonios. Construyeron y restauraron los templos de los antiguos dioses mesopotámicos y fueron trabajadores básicamente agrícolas, se organizaban en tribus agrupadas por «kasas» que llevaban el nombre de algún antecesor famoso por sus hazañas. Hablaban el sumerio, aunque sus cartas y contratos estaban escritas en babilonio. A pesar de tomar las costumbres babilónicas, los kasitas retuvieron su sistema tradicional de clanes y su estructura tribal, en contraste con la unidad más pequeña de la familia de los babilonios. Estaban orgullosos de su pertenencia a sus casas tribales, en lugar de sus propios padres, conservaron sus costumbres de la propiedad y la herencia patriarcal.
Formación del Imperio kasita o casita
El primer rey kasita se sentó en el trono hacia el año 1571 AC, tras la incursión del rey hitita Mursili I en 1564 AC contra la ciudad de Babilonia, que tomó y saqueó. Tras la marcha de los hititas, el control de Babilonia pasó a manos un tal Agum II, que se hizo cargo de la ciudad y posteriormente trajo de vuelta las estatuas de Marduk y Sarpanitu la pareja titular de Babilonia. Posiblemente se tratase de un aliado de los hititas.
Agum II se declaró rey de los kasitas, rey de los acadios y «rey de Babilonia». En realidad, el título de rey entre los kasitas solo significaba ser jefe con autoridad sobre un grupo de soldados instalados en un territorio determinado.
Babilonia resurgió de nuevo bajo dominio kasita, que se hicieron con el Antiguo Imperio Acadio, proyectando su hegemonía más allá de la Mesopotamia Meridional, siendo una de las mayores potencias de Oriente Medio, junto al Imperio hitita, el reino Mitani y Egipto. Las relaciones entre Babilonia y Egipto fueron constantes, enviando princesas a la corte egipcia a cambio de oro. Un rey kasita, probablemente Karaindash, se entrevistó con el faraón Tutmosis III, y fue intensa la relación diplomática entre ambos estados.
La dinastía kasita estaba compuesta por 36 reyes que duró 576 años. Los reyes kasitas mantuvieron el control de su reino a través de una red de provincias administradas por gobernadores. Mantuvieron como ciudades del reino a Babilonia y a Dur-Kurigalzu, revivieron la ciudad de Nippur como centro provincial más importante. Nippur, había sido abandonada prácticamente en 1730 AC. Fue reconstruida por los kasitas, con templos meticulosamente reconstruidos sobre sus antiguos cimientos. De hecho, bajo el gobierno de los kasitas, el rey llevó el título de Guennakku, derivado del sumerio y que significa «gobernador de Nippur«.
Otros centros importantes durante el período de los kasitas fueron Larsa, Sippar y Susa. La documentación del período de kasita depende en gran medida de las tabletas dispersas y desarticuladas de Nippur, donde se han excavado miles de tabletas y fragmentos. Incluyen textos administrativos y legales, cartas, inscripciones sello, kudurrus (concesiones de tierras y reglamentos administrativos), inscripciones votivas privadas, e incluso un texto literario (generalmente identificado como un fragmento de un fresco histórico).
Los kasitas de Babilonia usaban el idioma acadio, aunque se han descubierto unas 300 palabras kasitas de un diccionario kasita-acadio que contiene términos agrícolas.
Caída del Imperio kasita
Bajo los últimos reyes kasitas, la autoridad política se debilitó a medida que las provincias periféricas se separaron del control estatal efectivo.
El principal peligro para Babilonia provino del pujante Imperio Medio asirio, con el que pronto surgirían conflictos militares. Las relaciones entre ambos Estados fueron tensas: el asirio Assur-ubalit I tomó parte en los asuntos internos de Babilonia y, hacia 1225 AC, Tukulti-Ninurta I derrotó al rey kasita Kashtilias IV (1227-20 AC) a quién llevó prisionero a Assur, tomando Babilonia y arrasando el país. Probablemente en la caída de Babilonia tuvo mucho que ver otro frente abierto, esta vez con los elamitas, sobre los que los kasitas habían impuesto un dominio efímero. En 1243 AC en que fueron totalmente ocupados por los asirios, que impondrían su hegemonía sobre una vasta extensión del mundo antiguo.
Segundo gobierno kasita (1205-1155 AC)
Después del asesinato del rey asirio Tukilti-Ninurta en el 1208 AC, se produjeron disturbios y luchas internas en el Imperio asirio, y los kasitas volvieron a recuperar brevemente el control de Babilonia con la dinastía V (1205-1155 AC).
Finalmente en 1160 AC, el rey elamita invadió Babilonia y sus principales ciudades, saqueando los principales monumentos como la estela de Naram-Sin, y el código de Hammurabi. Después de varios años de resistencia liderados varios reyes kasitas, el nuevo rey elamita Katir-Nahhunte III dio el golpe definitivo al Imperio kasita, volviendo a invadir babilonia y llevándose la estatua del dios Marduk a Elam como símbolo de sumisión.
Los kasitas sobrevivieron como un grupo étnico distinto en las montañas de Luristán mucho después de que el imperio kasita se colapsara. Los registros babilónicos describen cómo el rey asirio Senaquerib en su campaña oriental del 702 AC sometió a los kasitas en una batalla cerca de Hulwan, Irán. También hay registros de que los kasitas participaron en la batalla de Gaugamela en el 331 AC al lado de Dario III.