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Antecedentes
Los ejércitos franceses continuaron avanzando a lo largo del Rin, llegando hasta Maguncia, con los franceses controlando la orilla oeste del río Rin hasta el norte de Maguncia, y las fuerzas austriacas en posiciones defensivas fuertes en la orilla este. En noviembre de 1734, los beligerantes iniciaron gestiones diplomáticas en paz, mediadas por los neutrales británicos y holandeses para poner fin al conflicto. A pesar de estas conversaciones, las hostilidades se reanudaron en 1735, principalmente en el norte de Italia, donde España, aliado a Francia, albergaba más ambiciones territoriales. En el valle del Rin, las tropas francesas bajo el mando del mariscal Coigny se trasladaron de los cuarteles de invierno a posiciones más agresivas a lo largo del Rin durante la primavera y el verano; pero no estaban dispuestas a atacar las defensas austriacas, que estaban bajo el mando del príncipe Eugenio de Saboya.
Los austriacos fueron reforzados en agosto de 1735 por más de 10.000 efectivos rusos dirigidos por Peter Lascy, era la primera vez que las tropas rusas llegaban al Rin, y llegaron tras una tediosa marcha de dos meses, reuniéndose con las fuerzas de Eugenio en las orillas del Neckar.
Eugenio fue convocado a Viena en septiembre para participar en conversaciones de paz, dejando el mando de las tropas alemanas con el duque de Württemberg. Reichsgraf Friedrich Heinrich von Seckendorff, al mando de la derecha austriaca en Mainz, recibió permiso de Württemberg para moverse contra la izquierda francesa en un intento de empujarlos hacia Trier y ganar territorio entre los ríos Mosa (Maas) y Mosela.
El 20 de septiembre, fuerzas escogidas de Seckendorff comenzaron a cruzar el Rin, avanzando hacia el río Mosela. Disponía de 41 BIs con unos 35.000 efectivos. El mismo día, el mariscal Belle-Isle, al mando de la izquierda francesa, casualmente dejó Kaiserslautern con un destacamento considerable que debía ser estacionado en Trier para buscar provisiones. Al llegar allí el 27, Belle-Isle dejó las fuerzas bajo el mando del conde de Béthune. A su regreso a la sede francesa en Bad Dürkheim el 29 de septiembre, se enteró del movimiento de Seckendorff. Ordenó 12 batallones de la reserva estacionados hacia Trier, con 9 más para seguir del ejército principal en Oggersheim.
El 6 de octubre, las reservas llegaron a Trier, y las nueve llegaron al día siguiente. Esto elevó la fuerza francesa en Trier a 29 BIs con 66 ECs, aunque la fuerza se vio obstaculizada en cierta medida por la escasez de provisiones. Belle-Isle inmediatamente comenzó a mover tropas hacia delante, adoptando una línea defensiva a lo largo del Ruwer al sur del Mosela. También envió un destacamento bajo el marqués de Mouchy hacia el noreste hacia Lieser en reconocimiento, y el día 10 envió a otros 1.000 hombres bajo Lutteaux para reforzar a Mouchy.
Seckendorff llegó a Stromberg el día 5 de octubre y marchaba hacia Simmern al día siguiente cuando un escuadrón avanzado de caballería húngara encontró un destacamento de dragones franceses cerca de Kirchberg. Los alemanes enviaron más tropas hacia delante y, después de una breve escaramuza, capturaron a la mayor parte de la fuerza francesa.
Para el 8 de octubre, los alemanes habían ocupado Trarbach, que suponían que era un depósito de suministros. Mientras esperaba suministros, Seckendorff investigó la posición francesa en Liesern, interpretándola como para proteger los posibles cruces del río Mosela en ese momento. Ordenó a las tropas a su izquierda que avanzaran más hacia el oeste, llegando hasta Gräfendhron.y amenazando con cortar el suministro y las comunicaciones de Mouchy, mientras el cuerpo principal avanzaba hacia Monzelfeld, al sureste de Liesern. Seckendorff tomó un destacamento el 15 de octubre para determinar si Klausen (al oeste de Trarbach en el lado norte del Mosela) estaba ocupado por los franceses. Al encontrarlo desocupado, dejó una compañía de 40 húsares en la abadía. Al día siguiente, un destacamento francés (25 compañías de infantería y 800 de caballería) asaltó la abadía y decidió retirarse cuando llegaron refuerzos alemanes de Wittlichllegado.
Luego, Seckendorff ordenó a Klausen toda la brigada del barón Stein, incluidas 300 efectivos ilirios recién llegados. Los retrasos en el envío de provisiones desde los depósitos de suministros en el Rin obligaron a Seckendorff a detener su avance. Sin embargo, su avance fue suficiente para provocar la retirada de Mouchy de Liesern, y Seckendorff pudo establecer un puente de pontones allí.
El 11 de octubre, el mariscal Coigny había decidido que debía acudir en apoyo de Belle-Isle. Dejando su cuartel general en el Rin, comenzó a mover partes más grandes de su ejército hacia Kaiserslautern y Trier. Las unidades avanzadas de este movimiento comenzaron a llegar a Trier el día 17 de octubre, y Belle-Isle decidió avanzar.
El 19 de octubre cruzó el Mosela justo debajo de Trier y acampó en la orilla norte del Mosela. Seckendorff, cuyo ejército había comenzado a cruzar en Liesern el 18 de octubre, fue informado de ese movimiento. Aunque había planeado establecer un campamento en Osann, esa noticia lo llevó a cambiar sus planes. A última hora del 19 de octubre, emitió órdenes de que la infantería de Georg de Hesse y la caballería de su ala izquierda cruzaran el Mosela a las 04:00 horas y marcharan a Klausen. Se esperaba que esas tropas, cruzando en Liesern y Bernkastel, llegaran a Klausen alrededor del mediodía.
Desarrollo de la batalla
El mariscal Coigny ordenó la salida de sus tropas el 20 de octubre. Las tropas marcharon hacia el norte hasta Hetzerath, donde giraron hacia el este y marcharon a través de un estrecho desfiladero para llegar al Salm entre Esch y Rivenich, justo al oeste de Klausen. Su movimiento fue detectado por Seckendorff, quien también se levantó temprano y cabalgó hacia el oeste en reconocimiento. Cuando las fuerzas francesas salieron del desfiladero y entraron en el valle del río, Coigny dirigió su izquierda, 36 Cías de granaderos bajo Phelippes río arriba hacia Esch. Fue seguido por las tropas de Belle-Isle, 33 BIs y 68 ECs, seguidos por 17 BIs de infantería y 40 ECs del ejército del Rin de Coigny, que se dirigieron hacia la derecha para tomar las alturas sobre Rivenich.
Seckendorff había ordenado que parte de su caballería húngara se enfrentara a la vanguardia francesa cuando los vio por primera vez. Esto lo hicieron alrededor de las 11:00 horas, pero fueron rechazados. Cuando quedó claro que venía la mayor parte del ejército francés, envió 10 Cías de granaderos para mantener el puente en Rivenich, y también envió 20 ECs de caballería desde la derecha para apoyar a la izquierda. Mientras se llevaban a cabo estos movimientos, la infantería de apoyo comenzó a llegar a las alturas sobre Klausen.
Alrededor de las 14:00 horas, las columnas francesas llegaron a las alturas sobre Esch y Rivenich. Coigny ordenó al brigadier Rieux, al mando a la derecha, asegurar el puente en Rivenich, y ordenó a Phelippes, a su izquierda, asegurar Esch. Las fuerzas imperiales superadas en número que sostenían el puente en Rivenich cedieron, y los franceses tomaron el control del puente pero no comenzaron a cruzarlo inmediatamente. Seckendorff ordenó a 5 Cías de granaderos que reforzaran las que ya estaban a su izquierda. Las tropas francesas que avanzaban hacia Esch fueron frenadas por el terreno difícil. Seckendorff desplegó dos cañones al sur de Esch, lo que complicaba aún más el avance francés en ese frente. Con la mayoría de sus fuerzas llegando antes de las 16:00 horas, Seckendorff decidió retomar el puente en Rivenich, mientras que los dos centros del ejército participaron en una batalla de artillería a través del Salm.
Para tomar el cruce, Seckendorff envió 6 Cías de granaderos más, 3 BIs daneses, 1 BI de Pomerania y algo de caballería húngara hacia Rivenich. Coigny, observando que su fuerza sería superada en número por esa fuerza, retiró sus tropas del puente y retrocedió a Rivenich. Seckendorff aprovechó el impulso, envió su fuerza a través del río para atacar el flanco de Coigny, al tiempo que envió varias Cías de caballería a través del río cerca de Esch para atacar a la izquierda francesa. La infantería francesa disparó ráfagas de mosquete contra la caballería que se aproximaba, y luego comenzó a retroceder hacia el centro. Pronto se hizo de noche y los combatientes rompieron el contacto.
Secuelas de la batalla
La infantería imperial sufrió 22 muertos y 76 heridos, mientras que su caballería perdió 23 hombres y 40 caballos muertos, con 17 heridos cada uno, así como 3 hombres y 7 caballos desaparecidos. Los franceses perdieron 200 hombres muertos o heridos.
El mariscal Coigny, después de inspeccionar la posición de Seckendorff, decidió que era demasiado fuerte para ser atacada, y se retiró al día siguiente a Hetzerath. Seckendorff envió al barón Diemar con la caballería húngara y alemana para hostigar la retaguardia francesa. La disciplina francesa, sin embargo, fue estricta, y los imperiales obtuvieron solo unos pocos carros de suministros y caballos.
Coigny fue empujado a retirarse aún más por los informes de que había un movimiento contra su flanco izquierdo cerca de Föhren; se trataba solo de una caravana de suministros imperial que llevaba provisiones a Seckendorff desde Luxemburgo. Una escasez significativa de provisiones obligó a Coigny a dividir sus tropas a cada lado del Mosela, un movimiento arriesgado con su enemigo cerca. Las maniobras de Seckendorff no se aprovechó de eso, pero Coigny, a excepción de algunas pequeñas bolsas, se había retirado completamente del lado norte del Mosela antes del 28 de octubre. El 31 de octubre, Coigny se enteró de que se había negociado un alto el fuego como parte de las conversaciones de paz en curso. Esta noticia se entregó a Seckendorff el 12 de noviembre.