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Antecedentes
El Tratado de Karlowitz (1699) no fue un acuerdo aceptable de larga data para el imperio Otomano. Doce años después de Karlowitz, los turcos comenzaron la larga posibilidad de vengarse por su derrota en la batalla de Viena en 1683. Primero empezaron por consolidar su dominio en el Mediterráneo atacando a la república de Venecia, iniciando la guerra Turco-Veneciana. La República pidió ayuda al Sacro Imperio.
En 1715 el Sacro Imperio Romano Germánico ya se encontraba dispuesto a reanudar las hostilidades con los otomanos, pero aparentaba querer mediar entre los contendientes para dar tiempo a que su ejército se reorganizara. Los turcos se opusieron a la mediación del Emperador y quisieron que no interviniese en la guerra con Venecia. A pesar de la Gran Guerra del Norte y las repercusiones que tenían en el norte de Alemania, el Sacro Imperio continuó con su política de apaciguamiento mientras estaba cada vez más decidido a intervenir a favor de Venecia.
Fijó sus objetivos estratégicos en la conquista de Belgrado y del banato de Temesvar para de esa forma utilizar el río Danubio de frontera natural. A mediados de 1.715 el Sacro Imperio desplegó sus efectivos (51.600 soldados fueron estacionados en Hungría y 10.000 en Transilvania). En abril de 1716 el emperador firmó una alianza con Venecia y dio comienzo la guerra.
Batalla de Petrovaradin o de Peterwardein (5 de agosto de 1716)
Antecedentes
En 1716, el gran visir Damat Ali, que en Modon, península de Morea, había pagado una recompensa por cada cristiano que era llevado a su tienda para poder disfrutar personalmente de la vista de sus decapitaciones. También ejecutó a cualquier turco que había sido tan tonto como para abrazar el cristianismo mientras estaba bajo el dominio veneciano. Escribió a Eugenio, “no hay duda de que la sangre que fluirá por ambos bandos caerá como una maldición sobre ustedes, sus hijos y los hijos de sus hijos hasta el Juicio Final”. Damad inspiró a sus propios comandantes con las palabras “atacad a los infieles sin piedad … no estés ni contentos ni tristes, y triunfaréis”.
Reunió a un ejército otomano de 150.000 efectivos con unos 200 cañones en Belgrado, el núcleo de los cuales eran las tropas profesionales del Sultán: 32.600 jenízaros, 20.700 jinetes kapikuli, además y 10.000 tártaros, junto con algunos jinetes renegados de Kuruc. Celebraron un consejo de guerra sobre el objetivo a alcanzar, unos eran partidarios de Temesvar y otros Petrovaradin (Peterwardein) conocido como el Gibraltar del Danubio, finalmente el Gran Visir se decidió por este último.
Cruzaron el río Sava en Zemun (Zimony) a fines de julio y se movieron en la orilla derecha del Danubio hacia Sremski Karlovci (en territorio de los Habsburgo). Los tártaros, con moldavos y kurucs (renegados austriacos), y se dirigieron a Transilvania, pero las fuerzas de Transilvania no fueron rivales para los tártaros.
El comandante de las fuerzas austriacas, el príncipe Eugenio de Saboya, era un comandante experimentado en la guerra de Sucesión Española, Eugenio era libre de enfrentarse con los turcos en el este, que era lo que realmente quería hacer. Además, el papa Clemente XI ofreció 500.000 florines de las tierras de la iglesia por el esfuerzo, que él consideraba una cruzada. No obstante, la mayor parte de los costos de la guerra caerían sobre Austria. De hecho, a diferencia de las dos guerras turcas anteriores, esta iba a ser prácticamente una guerra casi exclusivamente austriaca. Los venecianos estaban ocupados defendiendo las islas jónicas y, de los príncipes alemanes, solo Maximiliano Emmanuel de Baviera envió un contingente considerable de tropas.
La reunión del ejército había comenzado y había logrado un progreso sustancial incluso antes de la declaración de guerra. Los regimientos del ejército imperial estaban distribuidos en la primavera de 1.716 en diferentes países y lejos del teatro de la guerra. Para ocultar las intenciones de guerra a los turcos, el Príncipe hizo que los ejércitos se reunieran provisionalmente en extensos “campamentos interinos” en el medio Danubio y Theis. Con el fin de permitir a los regimientos individuales cruzar el Danubio en la ruta más corta, se construyeron puentes de barcos, que más tarde también se utilizarían en Petrovaradin.
Movimientos previos
Se realizó la siguiente distribución de campamentos para el despliegue planificado:
- Duna-Veese: 11 batallones, 21 escuadrones.
- Baja: 11 batallones, 49 escuadrones.
- Batsch: 16 batallones, 47 escuadrones.
- Futak (Futog): 11 batallones, 7 escuadrones.
- Esseg: 10 batallones, 10 escuadrones.
- Oradea (Großwardein): 14 escuadrones.
- Csongrad: 29 escuadrones.
- Onod: 17 escuadrones.
- Szeged: 8 batallones, 44 escuadrones.
A principios de junio de 1716, el Príncipe ordenó el abandono inmediato de los campamentos más alejados de Duna-Veese y Onod al de Batsch. Esto significaba que en primera línea estaban los campamentos de Csongrad, Baja y Batsch, y a los de Szeged se les podía ordenar que se unieran.
Las dificultades en forma de sequías e inundaciones intervinieron y el propio Eugenio permaneció en Viena hasta el 2 de julio de 1716 para asegurarse de que había suficientes suministros y fondos, pero su diligencia dio sus frutos. Decidió enfrentarse a los otomanos en Petrovaradin (Peterwardein en alemán), una fortaleza a orillas del río Danubio a 83 km aguas arriba de Belgrado. Allí mandó la construcción de un campamento fortificado junto a la fortaleza, para acoger a su ejército.
Es sorprendente la precisión con que se llevó a cabo la preparación logística para una empresa de este tipo. Además de la marcha a tiempo de las tropas, también era necesario coordinar la comida para los soldados, el pienso para los caballos y la necesidad de municiones, etc.
El 2 de julio de 1716, el príncipe Eugenio salió de la ciudad de Viena en 16 barcos acompañados de varios generales, con la bendición del Emperador y de la población. Llegó a Futak (actual Futog) el 9 de julio, y el ejército imperial bajo el mando de Freiher von Falkenstein, el mariscal de campo conde de Ahumada y Freiherr von Hochberg, se reunieron con él en Futag. El 22 de julio se reunieron unos 83.300 efectivos con 88 cañones, El 27 de julio, los otomanos estaban a solo tres días de distancia de Petrovaradin. El Príncipe decidió trasladar su cuartel general el 2 de agosto a Petrovaradin, que se encontraba a 16 km de distancia.
La guarnición de Petrovaradin era de 8.000 hombres principalmente de serbios. En el ejército austriaco se encontraban los regimientos de infantería y caballería croatas y húngaros (aproximadamente 42.000 hombres), los soldados serbios de la frontera en Vojvodina y los auxiliares del ducado de Württemberg.
El acercamiento de los turcos se intensificó. Una vanguardia de unos 4.000 jinetes otomanos destruyó asentamientos y saqueó las granjas que pertenecían a la fortaleza de Petrovaradin. Las noticias falsas que llegaban y el desconocimiento de las intenciones del Gran Visir sobre si su intención era atacar Petrovaradin o si quería pasar su ejército al otro lado del Danubio.
Para obtener información de primera mano, decidió que un fuerte destacamento de 3.000 jinetes bajo el mariscal de campo conde de Palffy; el 2 de agosto se dirigiera a la elevación en Fruska Gora, que se encuentra a unos 5 kilómetros al sur de Karlowitz, desde donde se esperaba tener una buena visión de las fuerzas y equipamiento del ejército otomano.
Cuando se encontraba en las proximidades de Karlowitz, una fuerza turca de unos 10.000 jinetes aparecieron frente a ellos. La lucha era inevitable, los imperiales en inferioridad numérica corrían un gran peligro. La batalla duró cuatro horas, con los jinetes imperiales aguantando valientemente, pero finalmente tuvieron que retirarse, la retirada se hizo difícil por el terreno montañoso, los turcos los persiguieron hasta la fortaleza, donde la infantería los rechazó. En esta batalla los imperiales tuvieron 700 soldados 392 caballos muertos y 297 soldados resultaron heridos. Una cosa fue confirmada, sin embargo, que los otomanos, con su fuerza principal, avanzaban hacia Petrovaradin.
El Príncipe ordenó reforzar inmediatamente la fortaleza con varios batallones y artillería.
Al día siguiente, 3 de agosto, el Gran Visir ya había llegado a Petrovaradin, acampando a tan solo 3 kilómetros de la fortaleza, al noroeste de Karlowitz. El Gran Visir envió un parlamentario a la fortaleza con una solicitud por escrito de su rendición sin luchar. Inmediatamente comenzaron los trabajos de asedio, comenzaron a excavar las trincheras de aproximación, la línea de circunvalación y los asentamientos de artillería, por la mañana del día siguiente, se encontraban a 50 pasos de las líneas defensivas. Comenzaron a bombardear las posiciones con los cañones pesados y morteros, pero Eugenio ordenó responder al fuego solo con unos pocos disparos de cañón, para no revelar los refuerzos.
El núcleo del ejército imperial estaba acampado al otro lado del río Danubio y celebró un consejo de guerra, los oficiales aconsejaron al príncipe de Saboya que estableciera una batalla defensiva, ya que los turcos habían tomado posesión de alturas estratégicamente importantes con posiciones fortificadas. Sin embargo, rodeado por 150.000 turcos en una forma semicircular, no tenía intención de esperar el ataque en el estrecho espacio frente a la fortaleza, y el Príncipe decidió atacar el 5 de agosto.
El 4 de agosto, la caballería y parte de la infantería todavía estaban en la otra orilla del Danubio. Para no revelar sus planes de ataque, no quería que la caballería entrara en la zona descubierta de la fortaleza demasiado pronto. Comenzó a cruzar el río Danubio en la noche del 4 al 5 de agosto por dos puentes de pontones, pero una fuerte tormenta, hizo que varios barcos del Danubio se soltaran de sus anclajes y arrastrados por la corriente chocaran con los puentes; con gran esfuerzo, consiguieron repararlos y esto retrasó el despliegue imperial, alertando a los otomanos y permitiéndoles reaccionar.
Despliegue inicial
A las 7 de la mañana del 5 de agosto, Eugenio de Saboya, apoyado por el general Janos Palffy que era el jefe de la caballería y el general Heister que era el jefe de la infantería; desplegó su ejército con un flanco apoyado en el río Danubio y el otro en las fortificaciones utilizando viejos atrincheramientos realizados en 1695, en dos líneas y reserva:
- Primera línea: mandada por Freiherr von Falkenstein, con 2 DCs y 2 BRCs (84 ECs) y 3 DIs (39 BIs): DC de Cordova (28 ECs), BRC de Eckh (14 ECs), DI de Württemberg (12 BIs), DI de Starhemberg (12 BIs), DI Regal (13 BIs), BRC de Lobkowitz (14 ECs), DC de Hamilton (28 ECs).
- Segunda línea: mandada por Carl Herzog von Braunschweig, 2 DCs y 2 BRCs (78 ECs) y 2 DIs (26 BIs): DC de Saint Amour (28 ECs), BRC dea Grondrecourt (12 ECs), DI de Harrach (14 BIs), DI de Bevern (12 BIs), BRC de Gondrecourt (12 ECs), DC de Jorger (26 ECs).
- Reserva: RI de Colberg (3 BIs), y DC de húsares (25 ECs), que desplegaron a vanguardia y flancos en misión de hostigamiento.
Los otomanos desplegaron de la forma tradicional, la infantería con los jenízaros en el centro, la caballería e infantería provinciales en las alas y la caballería kapikuli de reserva detrás de los jenízaros, a vanguardia la caballería ligera (2.000 tártaros y 8.000 irregulares):
- Ala izquierda mandada por Ahmed pachá, con unos 12.000 infantes de Boluk y 10.700 jinetes provinciales de Anatolia y vasallos europeos (6.700 sekban o mercenarios y 3.000 delis o cristianos conversos).
- Centro mandado por el propio gran visir Silahdar Damat Ali pashá con 32.600 jenízaros flanqueados por 40.400 infantes de Cemaat, en total 78.000 infantes.
- Ala derecha mandada por Shari Ahmed con unos 15.000 infantes (10 tuefekschi o mosqueteros y 5.000 yoynuk o vasallos cristianos), y 12.000 jinetes provinciales de Rumelia (2.000 cebeli o séquito, 10.000 gonullus o fronterizos).
- Reserva mandada por Turk Ahmed pashá con los jinetes kapikuli: en primera línea los garips o gurebas (3.500), los ulucefis o ulufeciyan (3.500), los silahatars o silahdaran (5.900); detrás los sipahis o sipahiyan (7.800) en total 20.700 jinetes.
Desarrollo de la batalla
La batalla comenzó cuando el príncipe Alexander von Württemberg, atacó con su DI (12) y asaltó una batería de artillería otomana, los otomanos respondieron enviando los jinetes kapikuli de la reserva para expulsarlos. Los imperiales intentaron reforzar a la unidad de infantería enviando la DI central de Starhemberg (12) como refuerzo, y se metieron en problemas al pasar a través de las posiciones defensivas de la fortaleza de Petrovaradin, que hizo que avanzaran lentamente. Los jenízaros viendo las dificultades, lanzaron al contraataque de inmediato y obligaron a la DI de Starhemberg (12) de regreso a las posiciones defensivas, a pesar de ser apoyada por la DI Bevern (12) de segunda línea, los jenízaros consiguieron llegar a la segunda línea defensiva, donde las reservas consiguieron detenerlos.
El príncipe Eugenio con el centro estabilizado, ordenó a su caballería que atacase los flancos de los jenízaros, lo que significó que fueron rodeados. El Gran Visir ordenó a los sipahis (7.800) romper el cerco, pero no pudieron, siendo rechazados, por lo que el Gran Visir no pudo reagrupar a sus tropas. El Gran Visir fue herido de muerte al ser alcanzado por un disparo en la cabeza cuando intentar romper el cerco, al frente de los sipahis, siendo evacuado a Karlowitz donde murió.
La muerte del líder como sucedía a menudo en el ejército otomano, supuso al no haber dirección el ejército se desmoronara, los tártaros se retiraron sin entrar en combate, el ala izquierda se retiró a Belgrado, siendo seguida por los restos del ejército en fuga. Apoyada por los cañones de seis fragatas de la flota del Danubio, la batalla había sido ganada a las 12:00 horas.
Secuelas de la batalla
Después de que los otomanos fueran derrotados, el príncipe Eugenio dirigió personalmente a sus tropas contra el campamento del Gran Visir; se capturaron 50 estandartes, 131 cañones y 35 morteros con su munición, el tren de bagajes, y la pomposa tienda del Gran Visir, que se exhibe en el Museo de Heeresgeschichtliches, el Museo de Historia Militar en Viena.
Los austriacos tuvieron 3.000 muertos y 2.000 heridos, mientras que los otomanos tuvieron 30.000 muertos, Apenas 50.000 otomanos regresaron a Belgrado. Pronto, de Estambul llegó un mensajero del Sultán con orden de ejecución de Damat Ali. Está enterrado en la fortaleza de Belgrado, Kalemegdan, en la tumba conocida como Damad Ali Pašino Turbe.
Después de la guerra, se construyó una iglesia que conmemora este evento en Tekije, en la colina sobre el campo de batalla, y está dedicada a Nuestra Señora de Tekije, también conocida como Nuestra Señora de las Nieves. La iglesia es especial, porque tiene altares tanto católicos como ortodoxos y ambas denominaciones cristianas lo usan. El sitio es un lugar de peregrinación en cada 5 de agosto.
En el lugar del campo de batalla en la colina Vezirac en Petrovaradin, se erigió un monumento en 1902 para honrar la victoria del ejército austriaco. Fue diseñado por el arquitecto de Zagreb Herman Bollé.