¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
Dinastía Xin (9-24)
Los sucesores del emperador Wu eran débiles, o menores de edad, y el gobierno estaba generalmente en manos de parientes ambiciosos. Así, en el año 9, Wang Mang (9-23), ministro de la corte y sobrino de la Emperatriz Viuda, hace «renunciar» al pequeño emperador y tomó el poder, iniciando la dinastía Xin.
La dinastía Xin duro solamente 14 años y contó solamente con un emperador, Wan Mang, que era un dignatario de la dinastía Han y pasó a la historia como un usurpador del trono. Wang intentó establecer un estado basado en los ideales confucianos. Para ello, intentó reformas sociales y económicas radicales que no tuvieron éxito, pues se trataba de seguir el modelo antiguo de la dinastía Zhou. El fracaso de las reformas de Wang Mang y diversas catástrofes naturales, como el cambio de curso del Huáng Hé (río Amarillo), provocaron un descontento social que se manifestó en forma de rebeliones armadas. En Shandong, la parte más afectada, las bandas de campesinos iniciaron un movimiento, el de los «cejas rojas«, que se alzó en una rebelión que se extendió hacia el oeste.
En el año 22, estalló otra rebelión de grandes proporciones en la prefectura de Nan-yang (norte de Hupei y sur de Henan). Estaba encabezada por una línea colateral de la casa imperial Han, los rebeldes «cejas rojas» se unieron a este grupo insurrecto y así, combinando sus fuerzas, pudieron vencer al ejército de Wang Mang. En el verano del año 23 entraron en la capital Chang’an y mataron al Emperador. Tras dos años de caos en los que Liu Xiu primero sometió a los «cejas rojas» después se impuso a todos sus rivales, representantes de familias poderosas que trataban de independizarse, impidiendo así la fragmentación del Imperio, en el año 25 se restauró la dinastía Han.
Dinastía Han Oriental o del Este (25-220)
Organización del imperio
Liu Xiu consiguió restablecer la dinastía Han, y se convirtió en el emperador Guangwu y trasladó la capital a Luoyang (provincia de Henan).
Un problema importante, surgido al principio de la restauración de la dinastía Han, fue la escasez de mano de obra. Una vez más las guerras y el desorden habían diezmado la población y habían provocado el abandono de las tierras. Para poder liberar mano de obra se suprimieron las milicias locales que defendían a la población en contra de los ataques de bandidos y se redujeron las tropas en las fronteras, dejándolas así más vulnerables.
La población del norte y del oeste disminuyó, pero en el este y en el sur aumentó considerablemente porque en estas regiones, dominadas por grandes terratenientes, los campesinos que huían de lugares inseguros encontraban un refugio relativo. Fue así como se crearon latifundios muy grandes que eran casi territorios independientes y ciertamente autosuficientes. Estaban rodeados de muros dentro de los cuales había gran número de siervos, esclavos, sirvientes, seguidores, huéspedes e incluso ejércitos particulares. Las propiedades cobijaban varias generaciones de miembros de la misma familia e incluso del mismo clan, y las relaciones entre ellos seguían un ritual establecido. La lealtad de los integrantes de estos territorios lógicamente se dirigía al patrón y no al gobierno central.
Muy pronto se produjo una polarización de estas dos fuerzas en competencia: el gobierno central y los terratenientes. La pérdida cada día más grande de tierras por parte de campesinos libres a favor de los latifundios despojaba al gobierno de los recursos necesarios y, además, acrecentaba el descontento popular. En la corte, tanto las familias políticas de los emperadores como los eunucos siguieron ejerciendo una enorme influencia. Surgieron entonces luchas múltiples entre los eunucos y los familiares del emperador, y de estos dos grupos, cuyo interés estaba representado por el gobierno central, contra los burócratas letrados que eran leales a las grandes familias de las cuales eran miembros o protegidos. En la historia tradicional se habla de pugnas entre malvados eunucos y «letrados virtuosos«. En realidad todos eran corruptos y la pugna era una contienda por el poder, sobre todo a la hora de reclutar funcionarios. Esta pugna llegó a ser sangrienta. En 170 hubo también una terrible persecución de intelectuales instigada por los eunucos que debilitó enormemente al aparato administrativo.
En el 105, ya en la dinastía Han Oriental, un oficial e inventor llamado Cai Lun inventó la técnica para hacer papel de gran calidad. La invención del papel es considerada una revolución en la comunicación y el aprendizaje, reduciendo de forma drástica el coste de la educación.
Este fue unos de los periodos más prósperos de la dinastía Han, al menos durante el reinado de los primeros tres emperadores, durante el cual no hubo revueltas importantes, ni dentro de China ni con los xiongnus. El comercio floreció y la Ruta de la Seda se convirtió en una de las vías más importantes para el comercio exterior.
Pero la acumulación de poder por parte de los terratenientes y la presión cada vez más grande sobre los campesinos comenzaron a generar nuevas rebeliones, acentuando la crisis agraria. Las desastrosas inundaciones del Huáng Hé (río Amarillo) alrededor de la década de 170 no hizo más que empeorar esta situación. La pérdida de las cosechas creó periodos de hambruna que alimentaron las rebeliones.
Rebelión de las hermanas Trung (40-43)
En marzo del año 40, las hermanas Trung, Trac (Zheng Ce) y Nhị (Zheng Er), dirigieron al pueblo Lac Viêt a rebelarse contra los hans. Comenzó en el delta del río Rojo, pero pronto se extendió a otras tribus yue a lo largo de la costa hacia el norte y el sur. El levantamiento obtuvo el apoyo de unos sesenta y cinco pueblos y asentamientos. Trung Trac fue proclamada reina. Aunque ganó el control del campo, no pudo capturar las ciudades fortificadas.
El gobierno Han (situado en Luoyang) respondió con bastante lentitud a la situación emergente. En mayo o junio del 42, el emperador Liu Xiu dio la orden de iniciar una campaña militar. El general Ma Yuan fue puesto al mando de la campaña para reprimir la rebelión. Se le dio el título de Fubo Jiangjun (general que calma las olas).
Ma Yuan y su personal comenzaron a movilizar un ejército han en el sur de China. Consistía en 20.000 regulares y 12.000 auxiliares regionales. Desde Guangdong, Ma Yuan envió una flota de barcos de suministro a lo largo de la costa.
En la primavera del 42, el ejército imperial alcanzó un terreno elevado en Lang Bac, en las montañas Tiên Du (actual Bac Ninh). Las fuerzas de Yuan lucharon contra las hermanas Trung, decapitaron a varios miles de partidarios de Trung Trac, mientras que más de 10.000 efectivos se rindieron a él, mientras seguía avanzando.
Durante la campaña, explicó en una carta a sus sobrinos que detestaba «en gran medida» las críticas infundadas a la autoridad adecuada. Yuan persiguió a Trung Trcc y sus criados hasta Jinxi Tan Viên y los derrotó varias veces. Los chinos capturaron a ambas hermanas a principios del 43.
El esposo de Trac, Thi Sách, escapó a Me Linh, corrió a un lugar llamado Jinxijiu y no fue capturado hasta tres años después. La rebelión se controló en abril o mayo. Ma Yuan decapitó a Trung Trac y Trung Nhị, y envió sus cabezas a la corte Han en Luoyang. A fines del año 43, el ejército han había tomado el control total de la región al derrotar a los últimos focos de resistencia.
En su reconquista de Jiaozhi y Jiuzhen, las fuerzas Han también parecen haber masacrado a la mayor parte de la aristocracia de Lac Việt. Decapitaron de cinco a diez mil personas y deportando a varios cientos de familias a China. El general Ma Yuan sinizó agresivamente la cultura y las costumbres de la población local, eliminando sus costumbres tribales, para que pudieran ser gobernados más fácilmente por la China Han.
Fundió los tambores de bronce de Yue, el símbolo de autoridad de sus jefes; para moldear una estatua de un caballo, que presentó al emperador Liu Xiu cuando regresó a Luoyang en el otoño del año 44. En la carta de Ma Yuan a sus sobrinos mientras hacía campaña en Jiaozhi, citó un dicho chino: «Si no logras esculpir un cisne, el resultado seguirá pareciendo un pato». Ma Yuan luego dividió el condado de Tây Vu (Xiyu, la actual provincia de Phú Tho) en el condado de Fengxi y el condado de Wanghai, y se apoderó del último dominio del último monarca de Lac Viêt, Co Loa.
Rebelión de los turbantes amarillos (184 – 205)
La más importante de todas estas rebeliones fue la de los turbantes amarillos en las planicies del norte de China, la principal zona agraria del país, la mayor parte del pueblo consideraba al gobierno corrupto e incapaz. Las hambrunas y las inundaciones eran vistas como una señal de que el decadente emperador había perdido su mandato del cielo. Esta rebelión fue liderada por Zhang Chiao y sus dos hermanos menores Zhang Bao y Zhang Liang, que defendían las doctrinas taoístas de igualdad de derechos e igualdad en la distribución de tierras, presentes también en la secta de los Taiping (la gran paz).
Otro movimiento revolucionario que ocurrió durante la misma época se llamaba las Cinco Fanegas de Arroz. La secta adoptó este nombre debido a que se les imponía a los miembros la necesidad de aportar cinco fanegas de arroz a la causa y trabar sin remuneración en el mantenimiento de la calzada. La propiedad privada no era considerada un concepto aceptable. Las Cinco Fanegas de Arroz lograron establecer un estado independiente en la provincia de Shensi en el año 190.
Los rebeldes se concentraban mayoritariamente en tres áreas. El grupo liderado por Zhang Chiao y sus dos hermanos, consiguió el apoyo de la región al norte del río Amarillo, cerca de la tierra natal de Zhang Chiao y su base en la comandancia de Wei, a principios del año 184; disponía de un ejército de unos 360.000 soldados, la mayoría de los cuales tenía armas. Un segundo alzamiento de importancia tuvo lugar en las comandancias de Guangyang y Zhuo de la provincia de Yuo, en las cercanías de la actual Pekín. El tercer centro de la rebelión estaba en las tres comandarías de Yingchuan, Runan y Nanyang y muy probablemente estuviera destinado a colaborar con los traidores en Luoyang en un intento de tomar la capital, pero incluso sin su apoyo era una importante amenaza.
Durante las primeras semanas del levantamiento el gobierno del emperador Ling estaba principalmente preocupado por encontrar y ejecutar a los traidores en la capital y por la inmediata defensa de la ciudad. Al general en jefe He Jin, el hermanastro de la emperatriz He, se le puso a cargo de acabar con la rebelión en la capital. Al tercer mes, cuando se habían completado los preparativos, tres ejércitos partieron para hacerse cargo de la rebelión. Uno se dirigió al este contra Zhang Chiao mientras los otros dos, al mando de Huangfu Song y Zhu Jun fueron enviados para enfrentarse con los rebeldes de Yingchuan, Runan y Nanyang.
Zhu recomendó que se requiriera a Sun Jian para que organizara a sus tropas y se uniera a sus fuerzas. Con una rebelión tan extendida por el territorio, los comandantes imperiales estaban ansiosos por conseguir cualquier refuerzo que pudieran conseguir. Las tierras del bajo Yangtzé, no involucradas ni afectadas por los movimientos de Zhang Jue, estaban lo bastante cerca como para ser una conveniente fuente de reclutas para el ejército imperial. Sun Jian llamó a sus tropas y marchó para unirse al ejército de Zhu Jun con cien hombres bajo su mando. Los combates contra los rebeldes de Yingchuan, Runan y Nanyang fueron frecuentemente feroces y de diverso éxito.
El tercer mes de 184, poco después del estallido de la rebelión, el líder rebelde Zhang Mancheng derrotó y mató al gran administrador de Nanyang. Durante el cuarto mes, a comienzos del verano, Bo Cai derrotó en Yingchuan al ejército imperial bajo el mando de Zhu Yun mientras otro ejército rebelde derrotaba al gran administrador de Runan.
A mediados de 184, sin embargo, se volvieron las tornas. En el quinto mes, Huangfu Song y Zhu Jun combinaron sus ejércitos para derrotar a Bo Cai,y durante el sexto mes destruyeron a los rebeldes de Runan en la batalla de Xihua en Henan. Después de este combate los dos generales se separaron; Huangfu partió para unirse al ataque a los rebeldes al norte del río Amarillo mientras Zhu se encargaba de los rebeldes de Nanyang. Para ese momento un nuevo gran administrador había derrotado y matado a Zhang Mancheng. A pesar de todo durante esa campaña los rebeldes fueron capaces de capturar la capital de la comandería, Wan, y se refugiaron allí.
Durante los siguientes meses el núcleo de la campaña fue el combate dentro y en los alrededores de Wan hasta que el ejército imperial asaltó el lugar y masacró a sus defensores el undécimo mes, a mediados del invierno a comienzos de 185. La captura de Wan fue la última gran derrota de los rebeldes. Sus fuerzas en la llanura del Norte de China habían sido arrasadas en batalla por los ejércitos imperiales durante el verano, sus fortalezas asediadas y capturadas y los tres hermanos Zhang habían muerto.
Las fuerzas de las comandancias y los condados perseguían a los restantes y dispersos rebeldes con varias operaciones de limpieza y exterminio. El duodécimo mes del año chino, a mediados de febrero de 185, el gobierno publicó una proclamación de celebración y cambió el nombre de la era por el de Zhongping o «pacificación alcanzada«.
Los rebeldes fueron vencidos en febrero de 185 pero solo dos meses después la rebelión volvió a estallar. A lo largo de ese año se extendió a las montañas Taihang en la frontera occidental de Hebei, en el 186 alcanzó Shaanxi, Habei y Liaoning y en 188 llegó hasta Shanxi. El mismo año un segundo levantamiento independiente aconteció en Sichuan pero no estaba coordinado con la rebelión de los Turbantes Amarillos de otras partes del país.
En 192 el señor de la guerra Cao Cao fue capaz de lograr el sometimiento de un ejército rebelde después de que este marchara hacia la provincia de Yan. Los rebeldes finalmente dejaron de representar un desafío militar en 205
Final del Imperio Han Oriental o del Este
El emperador Ling murió en 189 y fue sucedido por su hijo de 13 años, Liu Bian (nacido de la emperatriz He), quien se hizo conocido como el emperador Shao. La emperatriz He, entonces emperatriz viuda, se convirtió en regente del joven emperador, mientras que su hermano mayor, el general en jefe He Jin, se convirtió en el funcionario más poderoso de la corte imperial. He Jin y Yuan Shao conspiraron para exterminar a los Diez Asistentes, un grupo de diez funcionarios eunucos influyentes en la corte, pero la emperatriz viuda desaprobó su plan. En un movimiento fatídico, He Jin convocó a Dong Zhuo, un señor de la guerra probado en batalla que controlaba la provincia de Liang (actual Gansu), para marchar sobre la capital Luoyang para amenazar a la emperatriz viuda He para que eliminara a los diez asistentes.
Después de que los eunucos descubrieron el complot de He Jin, lo atrajeron al palacio y lo asesinaron. En respuesta, Yuan Shao dirigió a los guardias imperiales en una masacre indiscriminada de los eunucos del palacio. Los eunucos sobrevivientes secuestraron al emperador Shao y a su hermano menor, el príncipe de Chenliu de ocho años (criado por su abuela la emperatriz viuda Dong), y huyeron hacia el norte hacia el río Amarillo, pero finalmente se vieron obligados a suicidarse arrojándose al río.
Dong Zhuo llegó a la escena y encontró al emperador Shao y al príncipe de Chenliu. El joven emperador parecía nervioso y temeroso, mientras que el príncipe permaneció tranquilo y sereno, y le dio órdenes a Dong Zhuo para que los escoltara de vuelta al palacio. Dong Zhuo aprovechó la oportunidad para tomar el control del poder del estado y llevar a su ejército a la capital. No mucho después, Dong Zhuo depuso al emperador Shao y lo reemplazó con el príncipe de Chenliu, quien se hizo conocido como el emperador Xian.
Dong Zhuo dominó la corte imperial y se llamó a sí mismo Canciller de Estado, un título que nadie tenía desde el estadista de la dinastía Han Occidental Xiao He; Dong Zhuo también se otorgó el privilegio de asistir a la corte sin necesidad de desarmarse o quitarse los zapatos.
En la primavera de 190, varios funcionarios provinciales y señores de la guerra formaron una coalición contra Dong Zhuo, alegando que estaba decidido a usurpar el trono y que efectivamente había secuestrado al emperador Xian. Yuan Shao, administrador de Bohai actual Cangzhou, Hebei), fue nominado para ser el líder de la coalición.
Los ejércitos de la coalición estaban estacionados en Henei (actual Jiaozuo, Henan) y parecían estar listos para pasar la capital Luoyang. Sin embargo, la coalición en realidad estaba bastante desorganizada, y Yuan Shao no tenía un mando efectivo sobre toda la alianza. Además, los miembros de la coalición también dudaron en enfrentarse directamente a Dong Zhuo y su fuerte ejército de la provincia de Liang. Aun así, Dong Zhuo estaba ansioso y decidió trasladar la capital a Chang’an en el oeste para evitar a la coalición.
Un mes después, Dong Zhuo obligó al emperador Xian y a la corte imperial a mudarse a Chang’an, junto con los residentes de Luoyang, y en el proceso, ordenó que la antigua capital fuera destruida por el fuego. Durante el movimiento, Dong Zhuo permaneció cerca de Luoyang, listo para resistir cualquier ataque de la coalición contra él. En el 191, la coalición trató de deslegitimar aún más la posición de Dong Zhuo ofreciendo entronizar a Liu Yu, quien era elegible para ser emperador al ser miembro del clan real.
Liu Yu permaneció fiel al emperador Xian y se negó firmemente a tomar el trono. Mientras los miembros de la coalición seguían discutiendo sobre los planes de batalla, un general menor bajo Yuan Shu, Sun Jian, asumió un riesgo calculado y atacó a Dong Zhuo directamente cerca de Luoyang. Después de anotarse varias victorias sobre las fuerzas de Dong Zhuo, Sun Jian finalmente obligó a Dong a retirarse a Chang’an, y Luoyang quedó bajo el control de la coalición.
Durante los siguientes meses hasta finales de 191, la coalición dejó de tomar más medidas contra Dong Zhuo, y finalmente se disolvió y los miembros regresaron a sus respectivas bases. Pronto, varios funcionarios comenzaron a pensar en controlar y gobernar sus propios territorios como reyes. Los señores de la guerra más prominentes que surgieron en ese momento incluyen:
- Yuan Shao, quien tomó el control de la provincia de Ji (actuales Hebei central y meridional, y el norte de Henan) de Han Fu en el 191.
- Liu Yan, quien controlaba la provincia de Yi.
- Liu Biao, quien controlaba la provincia de Jing (actuales Hubei y Hunan).
- Yuan Shu, medio hermano de Yuan Shao (primo de nombre), que controlaba la zona al sur del río Huai (actual norte y centro de Anhui).
Sin embargo, además de estos grandes señores de la guerra, con el tiempo todo el imperio Han prácticamente se fracturó en pequeños bloques, cada uno controlado por un señor de la guerra local.
El señor de la guerra Dong Zhuo fue capaz de lograr el control sobre Xian Di, el heredero al trono, reinando hasta el 220 aunque sin ejercer ningún control real.
En mayo del 192, los conspiradores, liderados por Lü Bu y Wang Yun, asesinaron a Dong Zhuo y masacraron a su clan.
De esta manera concluyó el periodo Han y China dejó de estar unificada en un solo estado durante más de cincuenta años, hasta que fue reunificada de nuevo por la dinastía Jin después del turbulento período de los Tres Reinos.
El ejército Han
Reclutamiento
Para asegurar su ejército, todos los hombres entre 21 y 56 años debían servir dos años en el ejército. A la edad de 23 años, los campesinos varones eran reclutados al ejército, en donde eran asignados a la infantería, la caballería, o la armada. Después de un año en un campo de instrucción de los que había tres junto a la frontera: el campamento de Yong, en Youfufeng, al oeste de Chang’an, el campamento del Diente del Tigre (huya ying) cerca de la anterior capital, el campamento de Liyang en Wei al oeste de la llanura del norte de China. Tras un año de instrucción pasaban a servir durante un año como militares en guarniciones fronterizas o como guardias en la ciudad capital. Estos soldados reclutados no profesionales conformaban el ejército del Sur (Nanjun) mientras que el ejército del Norte (Beijun) era un ejército permanente compuesto de soldados profesionales pagados.
Los ejércitos Han eran principalmente soldados de a pie, con una pequeña proporción de caballería y carros, y las fuerzas dentro del imperio tendían a seguir dependiendo de infantería. Sin embargo, las campañas sobre la estepa de Asia Central se llevaron a cabo con frecuencia por fuerzas en las que la mayoría eran de caballería.
Organización
Hasta el final del reinado del emperador Ling, la estructura del gobierno civil permaneció intacta. En términos formales, inmediatamente por debajo del gobernante, había las tres Excelencias (san gong), con rango expresado por un salario nominal de 10.000 shi de grano; y los nueve ministros (jiu qing), con rango de 2.000 shi, encabezaban la administración; mientras que por debajo estaban los maestros de escritura (shangshu), eran los secretarios imperiales, que redactaban y distribuían los edictos y las órdenes con las que se llevaba a cabo el gobierno.
Fuera de la capital, las provincias (zhou) estaban encabezadas por gobernadores e inspectores (cishi), y estos se dividían en comandancias subordinadas (jun) bajo grandes administradores (tai shou) o estados (guo), reyes nominales que en la práctica eran gobernados por los cancilleres (xiang). Las comandancias y los estados estaban a su vez divididos en condados (xian), que eran el nivel básico del gobierno Han, gobernado por prefectos (ling), jefes (zhang) y oficiales equivalentes.
Todas las unidades locales eran responsables del trabajo policial y del control básico del bandolerismo y otros problemas menores, pero también había un establecimiento militar para proteger a la persona del emperador, para mantener las fronteras y para sofocar los disturbios dentro del Imperio.
Fuerzas militares en la capital
El ejército del Norte (bei jun), basado en la capital, Luoyang, era la reserva estratégica central del Imperio. A finales del Imperio Han, el ejército del Norte comprendió cinco regimientos (ying): los arqueros (shesheng), los infantes (bubing), los jinetes de élite (yueji), los jinetes de guarnición (tunji) y el regimiento de ríos (changshui). Cada uno estaba mandado por un coronel (xiaowei), cuyo rango era de 2.000 shi de grano, y toda la fuerza estaba supervisada por un capitán general del ejército del Norte y del Centro (beijun zhonghou), con un sueldo de 6.000 shi.
Los soldados del ejército del Norte eran profesionales y calificados, que podían ser enviados a cualquier punto de peligro o disturbio como refuerzos a las fuerzas reclutadas localmente. Los números no eran grandes: cada regimiento tenía unos 700 efectivos con entre 60 y 120 oficiales subalternos. Debajo del coronel, el segundo al mando era un comandante (sima), con un salario de 1.000 shi; el regimiento del río Chang, cuyos soldados eran reclutados en Wuhuan y otros auxiliares no chinos, tenía un comandante adicional de la caballería bárbara (huji sima).
El capitán general del ejército del Norte y del Centro, no tenía autoridad para dar órdenes a coroneles de regimientos, su posición era la de un ayudante y supervisor. Oficialmente, el mando de la fuerza estaba en manos de un general (jiangjun), subordinado a un general en jefe (da jiangjun).
El general en jefe, sin embargo, no era un soldado profesional: durante Han del Este, la posición fue dada a un varón entre los parientes imperiales por matrimonio, padre o hermano de la emperatriz. A finales del siglo II, particularmente durante el tiempo de los regentes Liang Ji (al comienzo del reinado del emperador Huan), y de Dou Wu (al principio del reinado del emperador Ling); el mando del ejército del Norte fue diseñado para confirmar y consolidar su poder político en la corte y en la capital. A partir de 184, el cargo fue ejercido por He Jin, hermano de la emperatriz Hi mujer del emperador Ling.
Fuerzas palaciegas
Fuera del palacio, había un gobernador militar (sili xiaowei), que era el jefe de la provincia capital. Su territorio comprendía siete comandancias que se extendía desde el oeste de la antigua capital del antiguo Han, Chang’an al este de Luoyang.
Esta jerarquía del gobierno militar estaba acompañada por un sistema separado de protección sobre la ciudad y los palacios. El coronel de las puertas de la ciudad (chengmen xiaowei), estaba a cargo de los guardias en las doce puertas de Luoyang. El portador de la maza dorada (zhi jinwu), al mismo nivel, era responsable de la capital fuera del palacio y del arsenal. Sus deberes duplicaban evidentemente los del gobierno local, y su personal, que incluía académicos, oficinistas y jinetes vestidos de rojo (tiji), puede haber actuado como agentes de seguridad, así como la policía regular.
Uno de los nueve ministros, se encargaba de la seguridad de los palacios imperiales, en particular las murallas y puertas entre los diversos reductos. Los guardias bajo su mando en Luoyang eran casi 2.000 efectivos, divididos entre los palacios del Norte y del Sur, con contingentes en cada puerta para identificar a cada persona que entraba o salía de los reductos. Otro ministro, el superintendente de la Casa Imperial (guanglu xun), era responsable de la seguridad personal del emperador. Sus subordinados incluían cortesanos en todos los niveles, pero el cuerpo principal para la defensa era cinco cuerpos con nombres pintorescos como los caballeros de “todos los propositos” (wuguan zhonglangjiang), caballeros de la izquierda y de la derecha; caballeros “rapidos como tigres” (huben) y caballeros del “bosque emplumado” (yulina).
El número de jinetes en los tres primeros cuerpos, los de “Todos los Propósitos”, de “la Izquierda” y de “la Derecha”, variaban de 700 a casi 2.000. Sin embargo, eran de escaso valor militar, ya que estaban compuestos de candidatos recomendados por la oficina civil y con escasa instrucción, y el grupo “Todos los Propósitos” testaba pensado para hombres de 50 años. Las otras dos unidades, los “Rápidos como Tigres” y el “Bosque Emplumado”, tenían una fuerza entre 1.500 y 1.700, eran probablemente cadetes con alguna habilidad y experiencia militar que se estaban adiestrando para misiones en el ejército, y, por lo tanto, eran de un nivel más profesional.
Finalmente, las áreas privadas del palacio, en particular el harén, eran custodiadas por eunucos, que estaban oficialmente bajo el tesorero privado (shaofu), uno de los nueve ministros, pero en la práctica eran independientes. Los eunucos guardias y sirvientes se organizaron en muchas divisiones separadas, sin líneas formales de autoridad. Pero durante Han Occidental los eunucos más altos y los asistentes regulares del palacio (zhong changshi), fueron reconocidos como líderes de sus colegas; mientras que los asistentes menores en las Puertas Amarillas (xiao huangmen), ganaban su autoridad como mensajeros confidenciales; y el prefecto de las Puertas Amarillas (huangmen ling), tenía el mando disciplinario sobre todos los eunucos servidores del emperador.
Dentro de este aparato de protección, eran los eunucos los que estaban en la mejor posición para influir en la política del Imperio, ya que la persona del emperador era la clave del gobierno, y los eunucos controlaban el acceso. En el 125 desempeñaron un papel principal en la colocación del emperador Shun en el trono, en 159 el emperador Huan confió en los partidarios del eunuco para eliminar al general en jefe Liang Ji, y en 168 los eunucos actuaron por su cuenta para destruir a Dou Wu.
Fuerzas militares en las provincias
Hasta la época del emperador Ling, la atención principal se había centrado en la defensa de la frontera norte, con tres tipos de medidas militares. En primer lugar, había tropas de guarnición a lo largo de la Gran Muralla y en otras defensas fijas. En segundo lugar, el ejército basado los Ordos, en el arco del río Amarillo, cerca del actual Baotou, y asistido comúnmente por tropas auxiliares xiongnus meridionales y otras tribus aliadas. En tercer lugar, las aportaciones ciudadanas de las provincias septentrionales, en las que todos los hombres eran entrenados en la guerra y podían ser obligados a servir como soldados.
Otras tropas en la frontera fueron reclutadas localmente o llegaron a través de uno de tres campamentos: el campamento de Yong, en Youfufeng, al oeste de Chang’an. El campamento del Diente del Tigre (huya ying) cerca de la anterior capital. Y el campamento de Liyang en Wei al oeste de la llanura del norte de China. Esta estructura para el reclutamiento y la instrucción se había mantenido durante todo el Imperio Han, y las tropas que sirvieron en las guarniciones y los campos bases en las fronteras del Imperio estaban instruidos y eran competentes.
Al final del reinado del emperador Ling, el sistema se había derrumbado. En el 177, la derrota de una importante expedición punitiva china a manos de la confederación del norte de Xianbi, rompió el poder de los ejércitos de campaña y eliminó la antigua lealtad de sus auxiliares. En el 184, el motín en la provincia de Liang forzó las defensas en el noroeste hacia atrás hacia Chang’an. En la región de los Ordos y la actual provincia de Shanxi, los xiongnus meridionales eran efectivamente independientes, y en todo este territorio el gobierno mantenía poco más allá del valle inferior del Wei. Al mismo tiempo, la rebelión de los Turbantes Amarillos y los problemas que siguieron trajeron disturbios endémicos a muchas regiones dentro del imperio que durante mucho tiempo había estado en gran parte en paz.
La estructura de mando de los ejércitos reclutados para tratar estos desórdenes internos siguió el modelo formal de Han y la jerarquía que hemos descrito para el ejército en la capital. El mando más alto era el de general en jefe. A medida que la guerra se extendía, una multitud de generales fueron nombrados o proclamados por ellos mismos. Hay referencias ocasionales en los registros de tenientes generales (pian jiangjun) y de generales de división (pi jiangjun), aunque el grado más alto en la estructura del ejército era el de general de brigada (yiang jiangjun).
Bajo los Han del Este, se cita como comandante principal de la caballería (ji duwei) había sido normalmente título sin mando, pero desde la época de los Turbantes Amarillos, sin embargo, los generales con ese título aparecen en servicio activo.
En el ejército del Norte en la capital, la unidad más alta era la brigada (yiang) mandada por un general (yiang jiangjun), que se dividía en regimientos (ying) mandados por los coroneles (xiaowei). Estos a su vez se dividían en batallones (bu) bajo el mando de tenientes coroneles (sima), mientras que había disposición para el nombramiento de tenientes coroneles con mando independiente (biebu sima). Un batallón (bu) estaba compuesto de compañías (qu) mandadas por capitanes (houzhang), compuestas de secciones (tun) bajo el mando de tenientes (tunzhang). Las secciones (tun) estaban compuestas por pelotones (sui) mandados por un suboficial que tenía a cargo de 5 a 10 hombres, estas unidades inferiores rara vez se mencionan en los textos.
El cuartel general del General en Jefe de Luoyang incluía a un jefe de personal (changshi) y un jefe de Estado Mayor (congshi zhonglang), un secretario o jefe de los expedientes (zhubu). Cargos similares se pueden encontrar en las jefaturas de los comandantes de campaña, y hacia el final de Han había oficiales descritos como consejeros del ejército (canjunshi), que podrían tomar parte en el consejo. En el ejército en general había un jefe de control (dudu) que actuaba como ayudante, y el protector del ejército (hujun) que era el responsable de la disciplina.
Mientras que los generales y los coroneles eran designados principalmente para las operaciones de campaña, gran parte de la defensa externa e interna del Imperio se basaba en campamentos fijos, bien territoriales o de guarnición, generalmente bajo la autoridad de un comandante jefe. De esta manera, había jefes de los campamentos de Liyang, de Yong, y de los Dientes de Tigre en Chang’an, durante la rebelión de los Turbantes Amarillos se establecieron ocho guarniciones bajo el mando de comandantes para proteger los pasos del este de Imperio hacia Luoyang.
De manera similar, cada comandancia regular dentro del Imperio tenía un comandante (wei), y cada reino un comandante de la capital (zhongwei). Estos eran los ayudantes principales del gran administrador o al canciller, incluyendo entre sus deberes la policía del territorio y el reclutamiento para el servicio militar. En las comandancias fronterizas, sin embargo, y en territorios particularmente perturbados por el bandolerismo, se nombraron comandantes jefes, con autoridad sobre toda la comandancia o con cargo de una región o una división (bu) dentro de ella.
Desde el comienzo del siglo II, además, el gobierno de Han del Este estableció una serie de estados dependientes (shuguo) en las fronteras norte y oeste. Habitados en gran parte por pueblos no chinos, estos territorios al margen del control imperial estaban sujetos a un gobierno militar más estricto que el resto de las regiones. Estaban diseñadas para lidiar con problemas a lo largo de la frontera y emergencias dentro del Imperio. En tiempos normales, el bandolerismo y los disturbios menores fueron tratados por las autoridades locales.
El jefe de cada condado tenía a su disposición una pequeña fuerza policial o paramilitar, y la unidad de comandancia por encima de él que podía traer refuerzos si fuera necesario. Si el problema era demasiado grande para que la comandancia pudiera manejarlo, el inspector de una provincia tenía autoridad para reclutar tropas de toda la región. Para el gobierno central, sin embargo, siempre existía la amenaza de que el jefe de una unidad de comandancia pudiera tratar de extender su poder, por lo que se prohibió a las tropas locales operar independientemente fuera de las fronteras de su territorio. En caso de que fuese necesario reclutar tropas a mayor escala, el inspector tomaba el mando y los jefes de las comandancias y reinos quedaban bajo sus órdenes durante toda la emergencia.
En el 188, después de la rebelión de los Turbantes Amarillos, el gobierno del emperador Ling restauró un sistema anterior, de modo que en algunas provincias los inspectores fueron substituidos por los gobernadores (mu). Estos fueron seleccionados de personas con rango ministerial, más alto que los de los jefes de las comandancias, y tenían autoridad ejecutiva en vez de supervisora sobre la provincia. En la guerra civil que siguió, la provincia en lugar de la comandancia se convirtió en la principal unidad del poder militar y civil. Cuando los inspectores fueron nombrados durante este período, eran generalmente lugartenientes de un señor de la guerra que había tomado el título de gobernador en una provincia vecina.
Debajo de esta superestructura administrativa, el reclutamiento de tropas en las provincias era peligroso. Oficialmente, todos los ciudadanos varones estaban sujetos al reclutamiento, cuando un varón cumplía 23 años, se le enviaba durante un año en un batallón de adiestramiento local, después pasaba un año en la guardia en la capital o en su territorio de origen. Posteriormente, hasta los 50 años, podía ser llamado en tiempo de emergencia. Sin embargo, en la práctica, dentro del Imperio, el servicio de dos años no era intensivo; a menudo se conmutaba por dinero, y no había ninguna disposición para una milicia efectiva, muchos gobernantes de Han del Este, prefirieron que su pueblo no estuviera entrenado para la guerra para evitar que pudieran ser reclutados para una rebelión local o un motín.
Al final del reinado del emperador Ling, la falta de instrucción hacía que los reclutamientos del interior rara vez podían satisfacer las demandas de la guerra real, los años de desorden habían traído una nueva generación dentro del Imperio. A pesar de que carecían de la disciplina de las tropas regulares, y su estabilidad en cualquier causa era dudosa, sabían cómo luchar y estaban disponibles para el reclutamiento. Además, los soldados y ciudadanos de la frontera norte tenían experiencia, y los hombres de la provincia de Liang en particular, templados por el combate contra los no chinos y ferozmente leales a sus líderes, pronto se convirtieron en una amenaza para el gobierno.
Como se ha dicho, todo hombre sano estaba obligado a servir en tiempo de emergencia, y los ejércitos que luchaban contra los rebeldes y bandidos para el gobierno de Han ganaron la mayor parte de sus tropas por la técnica de la presión de la banda. A principios del 170, por ejemplo, el futuro general Sun Jian obtuvo su primer mando contra los rebeldes en el sureste como comandante con la comisión de reclutar hombres, cuando los reunía y llevaba su contingente para unirse a las fuerzas del orden. Los hombres de valía reclutaron a sus seguidores entre los escuderos y mercenarios, así Cao Cao reclutó tropas en 189 al distribuir sus propiedades familiares.
Sin embargo, en el núcleo de cualquier leva, siempre había un pequeño grupo de miembros de la familia o amigos de confianza, y esta banda de compañeros (qinjin) daba seguridad al líder y coherencia a su unidad. Cuando la guerra civil comenzó con la «rebelión leal» contra la corte controlada por el usurpador Dong Zhuo, el conflicto entre la acción correcta y la lealtad pronto desafiaron los sofismas incluso en los más altos oficiales que trataban de servir al estado. En términos prácticos, a medida que las condiciones sociales y económicas se deterioraban, los hombres y sus familias se preocupaban principalmente por la supervivencia, y la mejor oportunidad para ello era la protección de un señor de la guerra exitoso. Como resultado, si el líder era un hombre de buena familia o un soldado de la fortuna, su poder se basaba en la lealtad personal, no en un concepto abstracto de deber público, mientras que su propia seguridad dependía del apoyo de los hombres que buscaban su mando.
Por lo tanto, al considerar estos años de desastre, hay que tener en cuenta la realidad que se subyacía bajo los títulos formales y las palabras heroicas de la historia tradicional de China. A medida que la estructura del Imperio se disolvía, estos destartalados ejércitos de hombres desesperados y sus seguidores arrasaban el país y llevaban la ruina a ellos mismos y a sus compañeros. Sus lealtades eran limitadas y personales, porque aunque el nombre de Han permaneciese, no había gobierno efectivo para clamar efectivamente su lealtad.
Ejército en campaña
Las unidades y ejércitos estaban siempre mandados por dos mandos bien izquierdo y derecho o bien adelantado y retrasado. A veces la disputa o rivalidades entre los mandos daba al traste la misión. Las unidades recibían el nombre del lugar de procedencia o tenían un nombre rebuscado. Los ballesteros formaban en tres filas de profundidad, mientras uno disparaban los demás cargaban. Los infantes parece que la profundidad normal eran cinco filas.
Usaban los carromatos de transporte para formar un laager similar a los nómadas.
Armamento
Armas y armaduras fueron en un principio similares a los utilizados por los Qin. La infantería estaba a menudo protegida con cuero o armadura laminar hierro. Llevaban gorras o cascos de hierro, y estaban equipados con lanzas (mao) o alabardas (ge), espadas, arcos o ballestas (nu).
La ballesta era el arma que más se menciona en las fuentes, ya que a menudo se le dio superioridad al ejército Han sobre sus enemigos. Había varios tipos de ballesta de diferente fuerza para su armado. Las que requerían una fuerza de 160 kg para ser amartilladas eran adecuadas solamente para posiciones estáticas, donde podrían fijarse sobre soportes giratorios.
Los hombres fuertes, capaces de cargar las armas más grandes eran conocidos como chueh chang, y fueron especialistas muy valorados. Muchos relatos atestiguan el efecto de las salvas de ballestas contra los ataques de caballería. En los asedios, y de vez en cuando en el campo, las tropas de misiles se elaboraron detrás de los hombres que llevan lanzas y escudos, pero el despliegue independiente parece haber sido la norma.
Las ballestas también fueron utilizadas por la caballería Han, cuyos jinetes estaban preparados para luchar desmontados si era necesario, por lo que llevaban encima ballestas y alabardas. Algunas ballestas eran muy pequeñas, probablemente destinadas a usarse con una sola mano. Al igual que la infantería, la caballería utilizaba alabardas, lanzas, espadas y arcos. El arquero montado era un tema utilizado con frecuencia en arte durante la dinastía Han. Sin embargo, es difícil saber si dichas representaciones aluden a un soldado chino o a un nómada de la estepa.
Las tropas nómadas estaban muy valoradas en la frontera del norte debido a que su técnica de tiro con arco a caballo era devastadoramente eficaz. Suma Ch’ien describe una escaramuza en la cual tres “cazadores águila” xiongnus, usando sus arcos desde la distancia, derrotaron a un grupo de 30 jinetes Han, matando a la mayoría de ellos.
Algunos jinetes llevaban armadura, si bien las protecciones de los caballos no aparecieron hasta finales de la dinastía Han. Un relieve de I-nan muestra dos figuras de jinetes con escudos, hecho poco común, dado que armas como las albardas, los arcos y las ballestas requieren el uso de ambas manos. El carro de cuatro caballos se encontraba todavía en uso durante la dinastía Han del Oeste, pero prácticamente desapareció durante la dinastía del Este.
En el siglo II DC, durante la dinastía Han, se inventó una ballesta llamada Cho-Ko-Nu, o ballesta de repetición, fue supuestamente inventada por Zhuge Liang y podía disparar hasta 10 veces sin ser recargada. Su distancia y potencia eran menor, pero el simple hecho de lanzar varios disparos seguidos fue factor suficiente para su uso extendido hasta el siglo XIX. Para que no pudiese ser utilizada por el adversario se quitaban dos pernos que la hacían inservible. Disponía de un sistema de palancas que permitían colocar la flecha, tensar y disparar con un solo movimiento de mano.
Construcción de la Gran Muralla China durante la dinastía Han
La dinastía Han continuó con la construcción de la Gran Muralla hasta el año 121 AC, para defenderse del hostigamiento de los xiongnus, consolidar las fronteras y proteger las relaciones comerciales con los países de Asia Occidental. Extendió la Gran Muralla al oeste en el Corredor Gansu (Hexi). Hay secciones en Ejinaqi en la actual Mongolia Interior, y en Jinta, Yumen, Jiayuguan, Guazhou y Dunhuang en Gansu. Se construyeron torres faro o de sañales, castillos y fuertes en la Ruta de la Seda hasta Lop Nor (lago Bosten en Xinjiang).
En su construcción usaron los materiales de la zona, como piedras, cañas y carrizos, arena, tierra y grava.
La construcción de la Gran Muralla en Dunhuang no involucró ladrillos y bloques de piedra, sino materiales que fueron producidos localmente.
En el Lago Norte y Lago Oeste en Dunhuang había grandes cantidades de sauce rosa, juncos, luobuma y álamos de Hu. Los constructores usaron sus ramas para formar un entrelazado de la Gran Muralla, y llenaba los marcos con arena y grava.
Cada 5 km, se construía una torre faro o de señales que estaba custodiada por una guarnición de soldados. En situaciones de emergencia, los soldados generaban humo durante el día y sostenían antorchas en la noche para transmitir mensajes a lo largo de la muralla. El humo y el fuego se podían ver desde distancias de hasta 15 km desde las torres.
Hoy, quedan cerca de 80 vestigios de torres faro en el condado de Dunhuang. Entre ellos, el mejor conservado se encuentra en Yumenguan el paso de la puerta de jade (Jade Gate Pass).
Las construcciones de las torres faro en la dinastía Han generalmente eran anchas en la base y más estrechas en la parte superior, con base cuadrada y cónicas, y se encontraban principalmente en el interior (al sur) de la Gran Muralla. Por lo general miden más de 7 metros de altura, aunque algunas podrían haber alcanzado unos 10 metros. En la parte superior de cada torre faro había muros de parapeto y una pequeña habitación para señalización de suministros.