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Antecedentes
Peter von Dusburg, monje de la Orden Teutónica, narró el sometimiento de los prusios (antiguos prusianos no germanizados) en el texto Chronicon terrae Prussiae (en latín: Crónica de la Tierra de los Prusios), llamando a los prusios con el nombre latino (Pruteni/Prutenos). El nombre de los prusianos antiguos o prusios en su propio idioma era Prūsai, pronunciado con la «u» larga. No existe hoy acuerdo sobre el significado de este nombre; para algunos deriva de «prūta/prūota» (astucia, inteligencia), para otros de «prūsna» (rango, honor) o de «prūsas» (elevado), derivado a su vez de la radical indoeuropea «purusah» (hombre, persona). Es muy probable que este último sea el significado, porque ha sido común de muchas etnias en distintas partes de los ecúmenes autodenominarse con palabras que equivalen a «hombre». Los prusianos estaban formados por 10 tribus o clanes diferentes, siendo los más poderosos los que se encontraban junto a la costa del mar Báltico.
La Orden de Dobrin
La iniciativa de desarrollar una actividad misionera en los territorios todavía paganos de Prusia pertenece al abad Godofredo de Lekno, monasterio cisterciense situado en Polonia, que albergaba personal alemán. Contando con la bendición de Inocencio III, comenzó su prédica en 1206, y al año siguiente se le unió uno de sus monjes, Felipe.
Dos años más tarde, salió a la lid Cristiano, cuyo éxito rotundo justificó que se le diera el título de «apóstol de los prusianos». En 1215, Cristiano viajó a Roma junto con dos príncipes prusianos recién convertidos, y el papa Inocencio III lo consagró y nombró obispo de Prusia. Sin embargo, pronto se dejó sentir la reacción pagana.
Felipe fue asesinado y Cristiano necesitaba defensa armada.
Militarmente hablando, Conrado I, duque polaco de Mazovia, trató infructuosamente de conquistar los territorios prusianos en una cruzada realizada en 1219. Tomando el consejo del primer obispo de Prusia, Cristiano de Oliva, Conrado fundó la Orden de Dobrzyń o Dobrin, (Frates Milites Christi), tomando nombre de una fortaleza sobre el Vístula, en 1220. Su emblema era una estrella encima de la espada, ambas en rojo, y su régimen fue muy similar al de la orden de Livonia. Cristiano invitó a algunos caballeros de Calatrava, que llegaron de España para adiestrar a los nuevos reclutas. Sin embargo, esta orden fue en gran medida ineficaz, y las campañas de Conrado contra los antiguos prusianos fueron respondidas por las incursiones en el ya territorio capturado de Kulmerland. Sometidos a constantes contraataques prusianos, Conrado quería estabilizar el norte del ducado de Mazovia en esta lucha en la zona fronteriza con Kulmerland. Mazovia solamente había sido conquistado en el siglo X y los nativos prusianos, yotvingianos y lituanos seguían viviendo en el territorio, donde no existían fronteras asentadas.
Al principio la Orden estaba compuesta por 15 caballeros alemanes de Baja Sajonia y Mecklemburgo liderados por el maestro Brunon. La Orden de Dobrin comenzó a actuar después de 1222, y en un principio proporcionaban apoyo de los misioneros cistercienses en Prusia, y protección frente a las incursiones de las tribus prusianas paganas. El potencial bélico de la nueva Orden siempre fue modesto, nunca sobrepasaron los 35 caballeros, y su falta de éxitos frente a los prusianos, hizo que finalmente esta organización fue absorbida por los caballeros teutónicos, aunque algunas unidades de los caballeros de Dobrin permanecieron activas en Rusia hasta alrededor de 1240.
Su debilidad militar llevó Conrado invitar a los caballeros teutónicos a Prusia en 1226, los caballeros consideraron que era un buen entrenamiento para las cruzadas en Tierra Santa.
La Orden Teutónica
La Orden Teutónica había sido fundada en 1189, durante la Segunda Cruzada por caballeros de origen alemán que participaban en el asedio a la fortaleza de San Juan de Acre. Se trataba de una orden religioso-militar, que en un principio fue conocida con el nombre de Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalén. Fue entonces cuando se creó un hospital destinado a los cruzados alemanes. La idea original era la de combinar los ideales hospitalarios de la Orden de San Juan, con los militares de los Templarios, constituyendo una fuerza de caballería formada por nobles y destinada a la defensa de la fe.
En el año 1198, los caballeros de esta nacionalidad se reunieron para estudiar y llevar a efecto, si existía acuerdo, la transformación del Hospital de Acre en una Orden Religiosa-Militar. Así se determinó, nombrándose a su primer maestre, Heinrich Wallpot von Passenheim.
El segundo paso fue la elección del hábito, decidiéndose que este fuera una túnica blanca con una cruz negra, a la que muy pronto añadieron la cruz dorada de Jerusalén.
Para ingresar en la Orden Teutónica era necesario haber cumplido como mínimo los 15 años y ser robusto y de fuerte constitución para soportar mejor las fatigas de la guerra.
Tenían prohibido el trato con las mujeres hasta el punto de que no se les estaba permitido besar ni a su propia madre o hermana; no poseían ningún bien y sus celdas debían de tener las puertas abiertas para que todo el mundo viera lo que hacían.
Sus armas no podían ser ni doradas ni plateadas y al igual que los templarios vivieron durante largo tiempo con humildad y pobreza. No fue hasta 1229, gracias al patronazgo de Federico II, cuando la Orden Teutónica alcanzaría plena independencia respecto del Hospital de San Juan. Su carácter militar será especialmente confirmado por el papa Inocencio III el 19 de febrero de 1199. Estaban articulados en las siguientes elementos:
- Los caballeros teutones eran caballeros armados como los de la época; poseían propiedades (antes de entrar en la Orden) como armadura completa, armas y equipos, así como diversos repuestos de batalla y varios de caballos de transporte. Un caballero poseía varios pueblos con un castillo, la tierra, el ganado, y siervos que le proporcionaban el dinero; provenían de la nobleza, la aristocracia terrateniente, las familias muy ricas de comerciantes, o de la clase ministerial alta. Entre ellos se elegía el gran maestre.
Miembros ordenados, que ejercían el sacerdocio de la orden. Ellos fueron los responsables de los ritos litúrgicos y sagrados, ejercían las labores administrativas y de orden en sus tierras, de ellos se elegían los obispos de la orden, estos miembros como los caballeros eran poco numerosos. - Sargentos o hermanos que hacían los mismos votos que los caballeros y formaban parte del brazo militar de la orden. Estaban armados por la Orden y por lo general servían como caballería ligera o como infantes. Su armadura era más ligera y su armamento menos formidable que el de los caballeros.
- Medio-hermanos, que no hacían los votos, pero servían en orden de forma permanente y tenían que seguir las reglas de la Orden. Estaban armados para defender los castillos o servir en los hospitales, por lo general provenían de la población local.
- Caballeros a tiempo parcial. A cualquier caballero se le permitía unirse a la orden sin tomar los votos y servir por un tiempo señalado; este tiempo señalado podría ser la duración de una campaña o un número determinado de años. Se les estaba permitido casarse o estar casado, pero estaban obligados a dejar la mitad de sus bienes a su muerte como un legado a la Orden. Tannhäuser de Richard Wagner fama era tal un hermano Caballero servir a su tiempo.
- Caballeros invitados. Caballeros de toda Europa tenían el honor de participar en al menos una campaña de la Orden Teutónica. Los caballeros del Santo Imperio Romano lucharían bajo la bandera de San Jorge, todos los demás bajo la bandera de Santa María. Los gastos de los caballeros invitados eran asumidos por la Orden. Estos “viajes” organizados por la Orden Teutónica pueden ser comparados a los modernos safaris de lujo, y podían considerarse como entretenimientos en los intervalos de luchas más serias: durante ellos era muy común que se celebraran justas, torneos y fiestas ceremoniales y representaban modelos del culto a la caballería y a la hermandad que el estamento caballeresco creía inherente a su estilo de vida. Tomaron parte caballeros ingleses, escoceses, austriacos, italianos, bohemios, borgoñones y franceses.
Al finalizar su participación en las cruzadas, los caballeros de la Orden Teutónica regresaron a sus tierras de origen y, en lugar de disolver una Orden que había nacido para combatir a los musulmanes en Tierra Santa, decidieron continuar su obra en los países del Norte de Europa y así fijaron su atención en las posibilidades que ofrecía la evangelización de los territorios situados al Este de Alemania.
Los caballeros teutones en Prusia
En 1234, veteranos de Palestina, pertenecientes a la Orden Teutónica, fueron invitados por Conrado I para detener las agresiones de los pueblos paganos prusianos sobre los territorios ya cristianizados. Está Orden era más tradicional, mucho mayor y mejor organizada, formada también por caballeros de origen alemán. Se les ofreció el territorio de Kulmerland y cualquier otro que pudieron conquistar. Hermann Von Salza, el cuarto gran maestre de la Orden, fue autorizado a aceptar esta propuesta por el Papa Honorio II y el emperador Federico II.
El caballero Hermann Balk, quien fuera nombrado provincial de Prusia, y comenzó la campaña con 28 caballeros de la Orden y un ejército de 10.000 cruzados alemanes, se les ofreció Khum como base de operaciones.
Su primera acción fue construir una base en la ribera izquierda del río Vístula en Volgesang, frente a Toruń (Thorn), que concluyeron al cabo de un año. Los caballeros no repetirían los errores anteriores y no intentaron avanzar hacia el este a través de los bosques. Construirían después más castillos a lo largo de los ríos principales y de la Laguna del Vístula, uno de ellos sería el de Marienwerder (actual Kwidzyn en Polonia).
Para los prusianos esto significaba grandes dificultades, ya que estaban más habituados a la lucha en campo abierto. La mayoría de los enfrentamientos tuvieron lugar en verano o invierno, puesto que los cruzados, con sus pesados equipos, no podían moverse en el terreno embarrado por el deshielo o las lluvias de otoño.
Empezaron primero por los territorios costeros: Pomesania, Pogesania, Warmia y Natangia dejando la frontera en el río Pegel.
En 1242, se produjo el primer levantamiento prusiano, dirigido por Swietopelk II, duque de Pomerania. Los prusianos consiguieron varias victorias, reduciendo la presencia teutónica a sus cinco principales fortalezas. Sin embargo, tras el éxito inicial, el duque sufrió una serie de derrotas militares que le obligaron a firmar la paz con los caballeros teutónicos. Los polacos sitiaron los territorios pomeranios a lo largo del Vístula y gracias al legado Papal, el futuro papa Urbano IV, quien insto a los cristianos a luchar contra los paganos en lugar de entre ellos mismos.
Sin apoyo del Duque, los prusianos pronto iniciaron negociaciones con la Orden Teutónica, que concluyeron con la firma del tratado de Christburg, el 7 de febrero de 1249. Según este acuerdo, se garantizaba la libertad personal y los derechos de los conversos y se ponía fin a la guerra. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año, los natangianos derrotaron a los cruzados teutones en la batalla de Krücken, cuando regresaban de una incursión, en la que mataron a 54 caballeros. Las escaramuzas prosiguieron hasta 1253
El Gran Alzamiento Prusiano
Sin embargo, la revuelta más importante comenzaría en septiembre de 1260. El factor desencadenante fue la victoria de los lituanos y samogitianos contra la Orden Livonia y los caballeros teutónicos en la batalla de Durbe. A medida que el levantamiento se extendía por tierras prusianas, cada clan escogió a un líder: los sambianos fueron encabezados por Glande, los natangianos por Herkus Monte, los bartianos por Diwanus, los warmianos por Glappo y los pogesanios por Auktume. Por su parte, los pomesanios decidieron no unirse a la rebelión.
El levantamiento fue apoyado también por Skomantas, líder de los yotvingios (o sudovios). Sin embargo, no pudieron encontrar un líder capaz de coordinar a todas las fuerzas. Herkus Monte, que se había educado en Alemania, se convirtió en el más conocido y exitoso de todos los jefes, pero solo tenía el mando de sus natangianos.
Los prusianos pusieron sitio a los castillos construidos por los caballeros y no pudieron enviar grandes ejércitos al oeste. Desconocedores de los métodos de asedio de la Europa occidental y confiando en la construcción de fuertes, que construyeron alrededor de las fortalezas teutonas para cortar los suministros a las guarniciones. Los caballeros teutónicos no podían reunir grandes ejércitos que les permitieran abastecer las guarniciones sitiadas y los castillos más pequeños comenzaron a caer. Lo más habitual era que estos castillos fueran destruidos, y los prusianos ocuparon solamente algunos de ellos, como el de Heilsberg, ya que carecían de la tecnología necesaria para defender las fortalezas conquistadas y de la logística para mantener abastecidas todas las guarniciones. El 29 de agosto de 1261, Jacob de Lüttich Liège, que había negociado el tratado de Christburg, fue elegido papa con el nombre de Urbano IV. Buen conocedor de los acontecimientos de Prusia, apoyó decididamente a los caballeros teutónicos y emitió 22 bulas en tres años solicitando refuerzos para los caballeros. Sin embargo, los refuerzos tardaban, ya que los duques de Polonia y Alemania tenían sus propios problemas y la Orden Livonia estaba sofocando el levantamiento de los semigalianos.
Batalla de Pokarwis (1261)
Los primeros refuerzos llegaron por fin a principios de 1261, eran cruzados procedentes de Alemania y Polonia. El ejército se dividió en dos grupos: uno liderado por el conde de Barby, para operar en Sambia y otro bajo la dirección del conde de Reyden, para operar en Natangia.
El grupo teutónico en Natangia encontró poca resistencia y se dividió a su vez en otros dos grupos para que pudieran cubrir un territorio más grande con mayor eficacia. Aunque era una práctica común, fue un error táctico; porque Herkus Monte, el líder de los natangianos, había sido educado en Alemania y esperaba este desarrollo. Tan pronto como un grupo se dividía, atacaba y derrotaba al otro. El primer grupo tuvo que retirarse. Al día siguiente el grupo teutón enviado a Sambia también fue derrotado. De esta manera la primera oleada de refuerzos Teutónicos fue aniquilada y los caballeros estaban en peligro. La sublevación se extendió más allá y se intensificó.
Asedio de Königsberg (1162)
En enero de 1262 llegaron nuevas tropas procedentes de Renania encabezadas por Wilhem VIII, duque de Jülich, que estaba obligado por el Papa Alejandro IV a cumplir sus compromisos con las cruzadas en Prusia. Este ejército consiguió romper el asedio de Königsberg pero, tan pronto como inició su regreso, los sambianos reanudaron el sitio, reforzados con los natangianos de Herkus Monte. Herkus resultó herido y los natangianos se retiraron; los sambianos fueron incapaces por sí mismos de cortar efectivamente todos los abastecimientos al castillo, lo que llevó al fracaso del sitio. Los prusianos tuvieron más suerte en las zonas más internas de su territorio, donde pudieron recuperar casi todas las fortalezas, con la excepción de Wehlau (acutal Znamensk), y los caballeros únicamente pudieron mantener las fortalezas de Balga, Elbing, Culm, Thorn (Chełmno, Toruń), y Königsberg. La mayoría de los castillos fueron conquistados entre 1262 y 1263, Bartenstein cayó finalmente en 1264. La destrucción de estos castillos tras los asedios liberaba a los prusianos de la necesidad de permanecer cerca de las fortalezas y les dejaba libertad para operar en otras partes de Prusia, asolando Kulmerland y Kuyavia.
Durante esta fase de la guerra, los prusianos recibieron ayuda lituana y sudoviana. En el verano de 1262, Treniota y Shvarn atacaron Mansovia, matando al duque Siemowit I, y asolando Kulmerland, consiguiendo que los pogesanios se unieran al levantamiento.
Batalla de Löbau (1263)
Los prusianos lanzaron redadas en Kulmerland, el objetivo aparente de estas incursiones eran para obligar a los caballeros de dedicar el mayor número de tropas en su defensa, a fin de que no pudieran proporcionar ayuda a los castillos y fortalezas asediadas. En 1263 el natangianos liderado por Herkus Monte allanada Kulmerland y tomaron muchos prisioneros. El maestre Helmrich von Rechenberg, que estaba en Culm en ese momento, reunió a sus hombres y persiguió a los natangianos, que no podía moverse con rapidez, debido a un gran número de cautivos.
Los caballeros teutónicos interceptaron a los prusianos cerca de Löbau (Lubawa). Sus caballos de guerra pesados rompieron fácilmente la formación natangiana, pero Herkus Monte con guerreros de confianza atacaron y mataron al maestre Helmrich y al mariscal Dietrich. Los caballeros sin sus líderes fueron derrotados, y 40 caballeros perecieron junto con un número de soldados de bajo rango. En cuanto al número de caballeros muertos, fue la sexta más grande derrota de los caballeros teutónicos en el siglo XIII. Después de la batalla parecía que los prusianos podrían ganar el levantamiento, pero a causa de su lucha interna entre los numerosos clanes que no aprovecharon la oportunidad para dar el golpe definitivo. En su lugar, los clanes individuales continuaron actuando por su cuenta.
El punto de inflexión (1265)
El año 1265 marcó el punto de inflexión del alzamiento: los caballeros teutónicos comenzaron a recibir mayores refuerzos y Sambia abandonó la lucha. Los castillos de Königsberg y Wehlau, en el río Pregel cortaban las comunicaciones de la región con el resto de Prusia. Los suministros a Königsberg llegaban por vía marítima, y el castillo servía como base de operaciones para expediciones militares en Sambia.
La Orden Livonia envió refuerzos a Königsberg, gracias a los que se pudo derrotar militarmente a los sambianos y obligarlos a rendirse. En 1265, nuevos refuerzos llegaron desde Alemania: los ejércitos del duque Alberto de Brunswick y de Alberto II, Margrave de Meissen, llegaron a Prusia, pero no fueron capaces de hacer grandes avances. En 1266, Otto III y Juan I, Margraves de Brandemburgo, construyeron un castillo en tierras Natangianas entre Balga y Königsberg y lo bautizaron como Brandenburgo (desde 1945 Ushakovo), aunque el mal tiempo les impidió adentrarse en territorio prusiano.
Cuando los duques regresaron a Alemania, Brandemburgo fue capturado por los warmianos de Glappe y al año siguiente Otón III regresó para reconstruir la fortaleza. Sin embargo, Juan y Otón murieron en 1267, y el hijo de Otón resultó muerto en un torneo. Los sucesores de los duques de Brandemburgo no eran partidarios tan acérrimos de los Caballeros. En 1266, el duque Swantopolk, que había encabezado a los prusianos durante el Primer Levantamiento, falleció, y sus hijos Mściwój (Mestwin) y Warcisław se unieron por un tiempo a los prusianos.
En 1267, Ottokar II de Bohemia, que ya había participado en la cruzada Prusiana de 1254 y que había prometido a Urbano IV todo el territorio prusiano que pudiera conquistar, llegó finalmente a Prusia. Pero lo único que consiguió fue reconciliar al duque Mestwin con los caballeros. Su gran ejército no pudo realizar ninguna campaña, debido a que el deshielo tuvo lugar muy pronto ese año y los pesados caballeros, eran incapaces de luchar en medio del terreno fangoso e inundado.
La guerra contra los prusianos se basaba en el empleo de tácticas de guerrilla en las regiones fronterizas. Pequeños grupos formados por entre 12 y 100 hombres asaltaban granjas, pueblos y puestos fronterizos, etc. Era una guerra posicional, donde ningún bando podía derrotar al otro, pero los caballeros confiaban en la llegada de futuros refuerzos desde Alemania y Europa, mientras que los prusianos estaban consumiendo sus propios recursos.
Tras la masacre de soldados teutónicos que siguió a la batalla de Krücken de 1249, los cruzados se negaron a negociar con los prusianos. Los prusianos fueron incapaces de coordinar sus fuerzas y aplicar una estrategia común: mientras cada clan tuviera su propio líder, no habría un líder común para todos los clanes. Los natangianos tenían que defenderse de ataques lanzados desde Balga, Brandenburgo, Wehlau, y Königsberg, mientras que los warmianos se veían amenazados por las guarniciones de Christburg y Elbing. En esta tesitura, tan solo los bartianos tenían capacidad para proseguir la guerra en el oeste, realizando expediciones anuales contra Kulmerland.
Batalla de Paganstin (1271)
La mayor ofensiva prusiana fue organizada en 1271 junto con Linka, líder de los pogesanios. La infantería bartiana y los pogesanios pusieron sitio a un castillo fronterizo, pero fueron puestos en fuga por los caballeros de Christburg. Los que lograron escapar se unieron a la caballería, mientras que los caballeros establecían su campamento en la ribera opuesta del río Dzierzgoń, bloqueándoles el camino de regreso a sus hogares. Cuando los cristianos se retiraron al caer la noche, una mitad del ejército prusiano cruzó el río a cierta distancia del campamento para atacar a los Teutones desde la retaguardia, mientras que la otra mitad lanzaba un ataque frontal directamente a través del río. Los caballeros se vieron rodeados. Siendo derrotados. La batalla de Paganstin significó la muerte de 12 caballeros y 500 hombres.
Los prusianos asaltaron Christburg de inmediato y a punto estuvieron de conquistarlo. Pero mientras se dedicaban a saquear los alrededores, llegaron refuerzos de caballería Teutona desde Elbing, que se cebaron en la infantería prusiana, aunque su caballería pudo escapar. Pese a estas pérdidas, Diwane se recuperó rápidamente y bloqueó los caminos de entrada a Christburg, tratando de rendir el castillo por hambre, pero resultó muerto en 1.273 durante el sitio del pequeño puesto de Schönsee.
Final del levantamiento
Durante el invierno de 1271/2 llegaron nuevos refuerzos desde Meissen, liderados por el conde Dietrich II, Margrave de Meissen. El ejército invadió Natangia y, tras algunas operaciones de sitio, acabó con la resistencia local, diezmando la población. Herkus Monte, con un pequeño grupo de seguidores, se retiró a los bosques del sur de Prusia, donde fue capturado al cabo de un año y ahorcado. El último líder prusiano, Glappe de los warmianos, fue capturado y ahorcado después de que los caballeros teutones le atacaran por la retaguardia cuando estaba sitiando Brandemburgo (actual Ushakovo). La última tribu rebelde, los pogesanios, lanzaron un ataque sorpresa contra Elbing y tendieron una emboscada a la guarnición del castillo. En 1274, los caballeros organizaron una gran expedición en represalia por esta acción y conquistaron la base principal de los rebeldes en Heilsberg (desde 1945 Lidzbark Warmiński), poniendo de este modo fin al levantamiento.
Los caballeros procedieron entonces a reconstruir y reforzar los castillos destruidos por los prusianos. Una parte de la población buscó refugio en Sudovia o en Lituania, o fue reubicada por los Caballeros. Muchos campesinos libres pasaron ahora al estado de siervos. Los nobles locales tuvieron que convertirse y entregar rehenes, y solamente unos pocos pudieron conservar su estatus nobiliario. Entre 1274 y 1283, los caballeros teutónicos sometieron a los escalvianos, nadruvianos, yotvingios o sudovios.
Tras el fin del Gran Levantamiento, los prusianos se rebelaron contra los caballeros en otras dos o tres ocasiones, pero no llegaron a suponer ningún peligro real para las posiciones germánicas en la zona.