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Antecedentes
Tras la muerte de uno de los líderes husitas, Nicolás Huszinesz en 1421, todos los ejércitos rebeldes checos seguidores de Jan Hus, nombraron a Zizka como su comandante en jefe.
Jan Zizka fue tomando varias ciudades pequeñas. Durante el asedio de la fortaleza de Rabí, en junio de 1421, fue herido por una flecha en el ojo izquierdo, por lo que quedó completamente ciego. A pesar de este percance fue confirmado como máximo comandante de las fuerzas husitas.
La influencia papal había logrado convocar una nueva cruzada contra Bohemia, pero resultó en un completo fracaso. A pesar de los esfuerzos de sus gobernantes, los polacos y los lituanos no quisieron atacar a los checos, que eran sus semejantes; los alemanes fueron impedidos por discordias internas de tomar una acción conjunta contra los husitas; y el rey de Dinamarca, que había desembarcado en Alemania con una gran fuerza con la intención de participar en la cruzada, volvió pronto a su propio país. Libre por un tiempo de la amenaza extranjera, los husitas invadieron Moravia, donde una gran parte de la población favoreció su credo, pero paralizados nuevamente por disensiones, pronto regresaron a Bohemia.
Las tropas husitas tomaron Kuttenberg, Beroun y varias ciudades más. Segismundo reunió un nuevo ejército en Núremberg y planeó una maniobra en pinza por la que los alemanes, al mando del arzobispo de Maguncia, el duque de Sajonia y el elector de Brandeburgo, debían entrar en Bohemia por el oeste mientras él dirigía una segunda fuerza que avanzaría desde el este. Las tropas alemanas entraron en Bohemia y pusieron bajo asedio Zatec, a orillas del río Eger; sin embargo, Segismundo no pudo ponerse en movimiento cuando debía. Jan Zizka acudió con tropas al socorro de Zatec y las tropas alemanas se retiraron.
Batalla de Kutná Hora o de Kuttenburg (21 de diciembre de 1421)
Jan Zizka, atacó la ciudad de Kutná Hora o Kuttenburg, en Bohemia Central. Segismundo avanzó con un gran ejército contra los husitas.
En Kutná Hora, los husitas, que disponían de unos 12.000 efectivos, fueron rodeados a principios del invierno de 1421 por las fuerzas superiores del emperador germánico Segismundo de Luxemburgo, cuyos efectivos se estiman en más de 50.000. Las fuerzas realistas eran en su mayoría alemanes y húngaros. El contingente húngaro sería de unos 15.000 hombres bajo un condotiero italiano, Filippo Scolari apodado Pipo Spano. Es probable que sus efectivos fueran una mezcla de caballería ligera y caballeros.
Los husitas realizaron una fortificación con sus carros de guerra, con la retaguardia protegida por las murallas de la ciudad, la artillería de Zizka mantuvo a raya a la caballería pesada de Segismundo.
Los realistas iniciaron la batalla rodeando la fortificación de carros por los 3 lados del cuadrado. Se empleó entonces el destacamento húngaro para escaramucear delante del laager. La primera oleada sufrió fuertes bajas por la artillería, las siguientes solo se acercaban fuera del alcance y lo único que pretendían era tener distraídos a los husitas para ganar tiempo, ya que Segismundo estaba esperando la oportunidad de tomar ventaja de una conspiración pro realista dentro de la propia ciudad.
Al caer la tarde un destacamento de caballería húngara bordeó el laager y se dirigió a la puerta más alejada de Kutná Hora, dio una señal preestablecida y la milicia de la ciudad, ahora pro realista, le abrieron la puerta. A continuación siguió una masacre de partidarios husitas por la población en general, todas las puertas de la ciudad fueron aseguradas por la milicia monárquica, impidiendo intervenir a Zizka. Al anochecer los husitas se encontraban en una situación muy difícil, ahora estaban completamente rodeados por las fuerzas realistas y se enfrentaban a una destrucción inminente.
Antes del amanecer del 21 de diciembre, Zizka agrupó sus carros de guerra en una columna y cargó contra las líneas enemigas. Los carros avanzaron rápidamente, disparando todas sus armas de fuego. La zona de ruptura se eligió cerca del campamento de Segismundo, por lo que pudo haber alterado la cadena de mando. Las líneas de Segismundo se rompieron, creándose brechas, desde las cuales escaparon los taboritas del cerco. Segismundo no siguió a los husitas en retirada, en lugar se aseguró Kutná Hora y dispersó sus tropas a los cuarteles de invierno, esperando que los husitas hicieran lo mismo.
Zizka pasó las dos semanas después de su fuga de Kutna Nora reclutando fuerzas adicionales. También introdujo el uso de armas de fuego individuales en la infantería, que con el tiempo alcanzaría una tercera parte de la misma.
Luego lanzó una serie de ataques contra el ejército realista disperso. Durante el resto de diciembre, Zizka lanzó numerosos ataques y contraofensivas contra las líneas germanas. Su táctica normal consistía en atraer a su oponente hacia su fortaleza de vagones y, en el momento oportuno, ordenar una salida con su caballería, arqueros y piqueros para devastar las fuerzas enemigas. Sus maniobras fueron muy exitosas. A finales de mes, el desmoralizado ejército de Segismundo, hostigado constantemente por los aparentemente invencibles soldados de Zizka, huyó de Bohemia.
Final de la Segunda Cruzada Husita
El 6 de enero de 1422, Zizka sorprendió a varios miles de tropas húngaras en el pueblo de Nebovidy. A pesar de la resistencia inicial de los húngaros fueron incapaces de formar una línea de batalla efectiva y se retiraron sufriendo fuertes bajas. La batalla de Nebovidy que terminó con una victoria total del ejército husita.
Dos días después, el 8 de enero, Segismundo reunió una gran fuerza de su ejército disperso y fue acompañado por Filippo Scolari y la mayoría del contingente húngaro. Decidieron hacer un alto en un terreno elevado en las afueras de Habry. Los húngaros fueron empleados de nuevo para realizar escaramuzas frente al ejército, pero fueron rechazados rápidamente por los husitas. Su huida causó una desbandada general trastornando las poco organizadas líneas realistas, permitiendo a los husitas atacar rápidamente. Las estimaciones de las bajas van desde 2.000 a 12.000 hombres, dada la rapidez con que se colapsaron las líneas, es probable que la infantería realista fuera la que más bajas sufrió en la batalla de Habry.
El 10 de enero, Zizka logra una nueva victoria en la batalla de Nemecky Brod o de Deutschbrod, los husitas sitiaron a 2.000 cruzados realistas. Los cruzados católicos romanos no fueron rivales para los husitas y Deutschbrod fue rápidamente tomado y saqueado. Se capturó un arsenal realista y un tren de abastecimiento, con unos 500 carromatos, fue una de las mayores cantidades de botín que los husitas tomarían durante toda la guerra.
Segismundo de Luxemburgo, cansado de la guerra, decidió firmar un armisticio con los husitas el 8 de noviembre de 1422 poniendo fin a la Segunda Cruzada contra los husitas.