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Ascenso al poder
Beyazid o Bayaceto II nació en Demótica en 1448, en la región de Tracia, era el hijo mayor de Mehmed II y Mukrime Hatun. Al morir su padre subió al trono, pero se encontró con la oposición de su hermano Cem, quien reclamaba el trono y buscó el apoyo militar de los Caballeros de la Orden de San Juan en Rodas. Finalmente, los caballeros hicieron prisionero a Cem, y le enviaron al papa Inocencio VIII. El Papa pensó en emplear a Cem como un instrumento para poder expulsar a los turcos fuera de Europa, pero cuando la Cruzada Papal no pudo llevarse a cabo por diversos motivos, Cem fue abandonado en una prisión napolitana en la que murió tras una enfermedad infecciosa. Al parecer, Beyacid pagó a los caballeros de San Juan y al Papa para que mantuviesen preso a Cem.
Reinado
Entre su propia gente fue conocido como «El Justo» y elogiado como gobernante. Se preocupaba por el bienestar de la población y era modesto en sus gastos personales. Realizó un amplio programa de construcción de mezquitas, escuelas religiosas, colegios y hospitales. Proporcionó un período de gran desarrollo económico caracterizado por la estabilidad y seguridad. Edirne y Bursa siguieron desarrollándose rápidamente, asumiendo, con sus mezquitas y otros grandes edificios, el carácter de las ciudades imperiales. El complejo de la mezquita de Bayezid II en Edirne era el edificio más grande destinado a servicios sociales del siglo XV.
Era tolerante hacia otras religiones. Se eximió del pago del diezmo a las tierras pertenecientes al Monasterio Koutloumousiou, en el Monte Athos. Fue también uno de los patrocinadores de la poesía, apoyó a los académicos y abogados en su imperio y fuera del país también. Estableció una escuela de música, filosofía, teología y astronomía.
Tuvo que hacer frente a las rebeliones en el este del Imperio, como la de Kizil bash. Las rebeliones acosaron la mayor parte del reinado de Beyazid II y a menudo eran respaldadas por el Sah de Persia, Ismail, que estaba impaciente por promover y extender el chiismo y así minar la autoridad del Estado otomano. Las autoridades otomanas en Anatolia fueron, en efecto, seriamente amenazadas durante este período, y en cierta ocasión el gran visir de Beyazid, Ali pachá, murió en una batalla luchando contra los rebeldes.
Guerra en Moldavia (1484-85)
Bayezid II ordenó los preparativos para una gran campaña contra los cristianos. El objetivo de esta campaña fueron los pocos bastiones costa del mar Negro que todavía no estaban bajo control otomano. El voivoda (gobernador) de Moldavia, Esteban el Mare (El Grande) (1457-1504), había tenido una larga historia de oposición a Mehmed II, en cuyos tiempos la mayor parte del litoral del mar Negro se había convertido en otomano. Las fuerzas de Bayezid II se movieron de tierra y mar hacia el mar Negro y, con la ayuda de las tropas vasallas de Valaquia, Kilia fue capturada el 15 de julio de 1484. Poco después, el 9 de agosto, Akkerman, fue rodeada por fuerzas otomanas y tártaras, y se rindió al sultán sin batalla. Los beneficios estratégicos y financieros de estas conquistas eran evidentes, ya que después los otomanos controlaban todo el mar Negro y el comercio con Europa a través del Danubio y el Dniéster, así como la comunicación con la península de Crimea.
En los años siguientes Esteban, con cierta ayuda de Polonia, trató de volver a tomar Kilia y Akkerman. Sus intentos no tuvieron éxito, obtuvieron algunas victorias sobre las fuerzas fronterizas otomanas. En 1487 pagó de nuevo a Bayezid II el tributo que se le exigió, mientras que un tratado de paz separado fue firmado entre Polonia y los otomanos en 1489.
Guerra contra los mamelucos
Antecedentes
Las relaciones entre los otomanos y los mamelucos habían sido generalmente tensas y la situación se agravó aún más después de que los otomanos entraron en contacto directo con tierras mamelucas después de la anexión de Mehmed II de Karaman en 1468. Los dos estados competían entre sí por atraer bajo su propia influencia varias tribus del sur de Anatolia y el norte de Siria. Esta rivalidad fue alimentada y ampliamente utilizado por los emires locales, que se alinearon con uno u otro gran poder acuerdo con la oportunidad con el objetivo último de mantener un mayor grado de autonomía para sí mismos. La situación se deterioró aún más después de la muerte de Mehmed II y Bayezid II ascendió al trono otomano en 1481, su hermano Cem, que gozaba de gran apoyo en Anatolia, se levantó y luchó con él por el trono. Después de ser derrotado en la batalla, buscó refugio primero en los ramadánidas (turcos de una región de Anatolia con capital en Adana), y de allí pasó a dominios mamelucos.
Aunque los mamelucos se abstuvieron de ofrecerle apoyo militar, este acto despertó la hostilidad de Bayezid, que fue avivado aún más cuando los mamelucos se apoderaron de un embajador otomano que regresaba de Deccan con un embajador de la India y los obsequios para el sultán otomano.
El conflicto comenzó cuando Alaüddevle, gobernante de Dulkadirids, atacó la ciudad mameluca de Malatya, con el apoyo de Bayezid. Los mamelucos lucharon y aunque perdieron una primera batalla, finalmente derrotaron a Alaüddevle y a su aliado otomano
Ofensiva otomana (1485)
Bayezid lanzó un ataque terrestre y marítimo contra los mamelucos en 1485. Encabezados por el nuevo gobernador de Karaman, Karagöz Mehmed pachá. Las fuerzas otomanas, en gran parte de las tropas provinciales, sometieron a las tribus rebeldes de Turgudlu y Vasak y capturaron muchas fortalezas en Cilicia. El ejército de Karagöz Mehmed fue derrotado por los mamelucos en una batalla a las afueras de Adana el 9 de febrero de 1486.
Refuerzos de Estambul, incluidos los jenízaros, fueron enviados por Bayezid bajo su propio yerno Hersekzade Ahmed pachá, pero el ejército otomano combinado fue derrotado antes de llegar a Adana el 15 de marzo. Karagöz Mehmed huyó del campo y posteriormente sería ejecutado, mientras que Hersekzade Ahmed fue llevado cautivo, a El Cairo. Adana, Tarso y Cilicia volvieron al control mameluco.
Ofensiva otomana (1487)
En 1487, los otomanos volvieron a enviar un gran ejército constituido por un gran número de unidades regulares del ejército y jenízaros, apoyados por la flota y las fuerzas de Dulkadir, y dirigidos por el gran visir Koca Davud pachá. Davud pachá, unió sus fuerzas con Alauddevle de Dulkadir; sin embargo, en contra del consejo de Alauddevle, evitó las operaciones contra los mamelucos, en vez de ello, centró sus tropas en la supresión de las revueltas de las tribus de Turgudlu y Vasak, para asegurarse la retaguardia, una vez apaciguadas, regresó a casa.
Ofensiva otomana (1488)
En 1488, los otomanos lanzaron un ataque mayor, tanto de tierra como de mar: la marina fue conducida por Hersekzade Ahmed pachá, liberado de la cautividad, y el ejército por el gobernador de Rumelia, el eunuco Hadim Ali pachá. En esta ocasión, los otomanos pidieron a los venecianos el uso del puerto de Famagusta en Chipre para abastecer a sus tropas por mar; pero los venecianos rechazaron la petición e incluso enviaron una flota a Chipre para protegerse contra un desembarco otomano. Los mamelucos también buscaron ayuda naval de las potencias italianas, pero también fueron rechazadas.
La flota otomana se trasladó entonces a Alexandretta, con la esperanza de interceptar a las fuerzas mamelucas cuando llegaban de Siria; mientras que el ejército otomano, que contaba con unos 60.000 efectivos, obtuvo el control de Cilicia. Otra gran tormenta, sin embargo, destruyó la flota, y los mamelucos pudieron avanzar a Cilicia. Los dos ejércitos se encontraron en Ağaçarıyı cerca de Adana el 26 de agosto de 1488. Inicialmente, los otomanos progresaron por su izquierda, pero su propia ala derecha que eran las fuerzas de Karaman fue rechazada. Cuando los soldados de Karaman huyeron del campo de batalla, los otomanos se vieron obligados a retirarse, concediendo el campo y la victoria a los mamelucos.
El ejército otomano se retiró a Karaman para reagruparse, sufriendo más bajas a los ataques de las tribus turcomanas. La mayoría de sus comandantes provinciales fueron retirados a Estambul y encarcelados en el Rumeli Hisar. Mientras tanto, los mamelucos sitiaron a Adana, que cayó al cabo de tres meses. Hersekzade Ahmed pachá logró una pequeña victoria al destruir un destacamento mameluco, pero Cilicia estaba en manos de los mamelucos. Más importante aún, los aliados turcomanos de los otomanos comenzaron a unirse a los mamelucos, incluyendo Alauddevle, restaurando así una zona de estados vasallos de aliados mamelucos a lo largo de la frontera con los otomanos.
Ofensiva mameluca (1490)
En 1490, los mamelucos volvieron a la ofensiva, avanzando hacia Karaman y poniendo asedio a Kayseri en Anatolia Central. Tan pronto como Hersekzade Ahmed pachá marchó contra ellos con un ejército de socorro, levantaron el asedio y regresaron a Cilicia. En ese momento los mamelucos estaban agotados por la guerra y su pesada carga financiera, mientras que los otomanos estaban preocupados por una posible cruzada que se estaba organizando contra ellos. Así, ambos poderes estaban ansiosos por resolver el conflicto inconcluso. Se firmó un tratado que fijaba su frontera mutua en el paso de Gülek en las montañas de Tauro, dejando la llanura de Cilicia a los mamelucos.
Guerra en los Balcanes
En 1463 los otomanos conquistaron casi todo el territorio de Bosnia, ejecutando el último rey de Bosnia, Stjepan Tomasevic, en Jajce. Después, ese mismo año, Mahmud pachá también invadió Herzegovina y asedió Blagaj, después de lo cual Herceg Stjepan pidió una tregua, teniendo que ceder todas sus tierras al norte de Blagaj al Imperio otomano. El territorio bosnio se transformó en sanjak (provincia) e Isa beg Isaković fue su primer sanjakbey (gobernador).
Los otomanos siguieron expandiéndose en 1470 y conquistó Herzegovina, que se transformó en sanjak, subordinado al beglerbey de Rumelia. Aunque el reino de Bosnia había caído, había varias fortalezas que resistieron mucho más, la última fortaleza en Herzegovina cayó en 1481.
En 1481, después de la muerte de Mehmed II, Matías Corvino rey de Hungría, invadió Bosnia otra vez, alcanzando Vrhbosna (Sarajevo), los húngaros formaron el banato de Jajce. Comenzó una guerra con Beyacid II, que al año siguiente 1482 invadió y conquistó Herzegovina de nuevo. Tras varios enfrentamientos, Beyacid firmó una tregua de siete años con Matías Corvino.
Batalla de Vrpile o primera batalla de Krbava (1491)
Con la muerte del rey Matías Corvino en 1490, la tregua de siete años con el sultán Bayezid II terminó y los otomanos renovaron sus incursiones en Croacia y el suroeste de Hungría. Desde el siglo XIV los otomanos saqueaban regularmente las tierras croatas y otras más al oeste. Sus tropas ligeras de la caballería emprendían incursiones pillando, capturando a sus habitantes y llevándolos en esclavitud. Una de esas incursiones comenzó en 1491, cuando Mihaloğlu Hasan sanjakbey (gobernador) de Bosnia cruzó el río Una y dirigió un ejército formado por alrededor de 10.000 akincis o jinetes ligeros, a través de Croacia, en la Baja Carniola. Tenían la intención de profundizar hasta las tierras del Sacro Imperio Romano, pero su avance fue detenido por las inundaciones de los ríos Kupa y Krka. Saquearon las tierras cerca de Zagreb, Krško y Novo Mesto. Los otomanos pasaron casi un mes en Carniola, saqueando y tomando cautivos.
Después de saquear Carniola, el ejército otomano regresaba hacia al sanjak (distrito) de Bosnia siguiendo la ruta tradicional, el campo Vrhovine-Homoljac-Korenica-Vrpile-Krbava, llevando con ellos a un gran número de prisioneros. Dado que los otomanos tenían que pasar por el estrecho paso Vrpile, los dirigentes croatas decidieron tender una emboscada allí. El ejército croata estaba dirigido por Ladislav de Egervár, el conde Bernardin Frankopan y Mihovil Frankopan Slunjski. Iván Frankopan Cetinski también participó en la batalla. Los croatas dejaron que la mayor parte del ejército otomano entrara en el valle y cerraron el paso, desplegando la parte principal del ejército en 4 filas.
El ejército otomano fue fuertemente derrotado y tuvo alrededor de 1.500 muertos y 1.500 prisioneros en la batalla. Los registros históricos mencionaron que 18.000 cristianos cautivos fueron liberados.
El rey Ladislao II concedió a Ban Ladislav la ciudad de Steničnjak en Kordun como recompensa por la victoria y los 120 cautivos otomanos enviados al rey. Esta derrota obligó a los otomanos a detener sus ataques durante el año siguiente, 1492.
Batalla de Krbava (1493)
Tras la batalla de Vrpile, Hadım Yakup pachá se convirtió en el sanjakbey (gobernador) de Bosnia, y los otomanos renovaron sus incursiones. En el verano de 1493, Hadım Yakup pachá reunió un ejército de 8.000 akincis o jinetes ligeros y atacó Jajce, pero no pudo capturar su fortaleza. Desde allí se dirigió hacia el noroeste y entró en Carniola y Estiria, saqueando el territorio.
Ese mismo año, estalló una guerra entre el recientemente designado ban (gobernante) de Croacia, Emerik Derenčin, y los frankopanos, aliados de Karlo Kurjaković, por el control de Senj y otras poblaciones. A mediados de julio de 1493, Bernardin Frankopan e Iván VIII Frankopan, tenían la ventaja en la guerra y sitiaban a Senj. El sitio fue levantado después de que un ejército conducido por ban Derenčin fuera enviado para ayudar a Senj, y el ejército de Frankopan se retiró a Sokolac. Mientras tanto, los frankopanos fueron acusados de cooperar con los otomanos, aunque sus propiedades también estaban siendo devastadas. Las noticias de la llegada de un nuevo ejército otomano les obligaron a hacer la paz.
En su camino de regreso, los otomanos saquearon Modruš, en el norte de Lika, entonces propiedad de una familia noble frankopana. Los frankopanos y Ban Derenčin decidieron interceptar a los otomanos, y reunieron a ejército de alrededor 3.000 jinetes y 8.000 infantes de todas las partes de Croacia; sin embargo, una parte del ejército consistía en campesinos de las áreas circundantes de Krbava. Decidieron enfrentarse al ejército otomano en una batalla abierta en el campo de Krbava (cerca de la actual Udbina), en el centro de Croacia, aunque Ivan Frankopan Cetinski consideró una emboscada con cañones y en zona estrecha como la mejor opción.
Los otomanos entraron en el campo de Krbava a través del paso de Gorica, que era el paso más bajo y estrecho de la montaña, a diferencia de dos años antes en la batalla de Vrpile. Antes de la batalla, Hadım Yakup pachá ordenó la ejecución de prisioneros cristianos cerca de Jelšani (actual Jošan) para que no pudieran ayudar a los croatas en medio de la batalla. Después de una reunión con los comandantes, envió una parte de su ejército, alrededor de 3.000 jinetes, para establecer una emboscada en el bosque cerca del campo de Krbava.
Aunque el plan era combatir a los otomanos en las llanuras abiertas, el ejército croata fue desplegado inicialmente en las laderas de la parte del este del campo de Krbava, cerca del pueblo de Visuć. El ejército bajo el mando del ban Emerik Derenčin se dirigió para enfrentarse con al enemigo frontalmente, dividido en tres grupos:
- El primero estaba compuesto por soldados de Eslavonia, comandados por Franjo Berislavić.
- El segundo grupo estaba bajo el mando de Iván Frankopan Cetinski.
- El tercer grupo estaba comandado por Nikola VI Frankopan y Bernardin Frankopan.
- La caballería estaba distribuida igualmente entre los tres grupos.
El ejército otomano también se organizó en tres grupos. El primero fue comandado por Ismail, sanjakbey de Kruševac, el segundo por Mehmed, sanjakbey de Üsküp (Skopje), mientras que el grupo central estaba bajo el mando de Hadım Yakup pachá. Ishak bey Kraloğlu (Segismundo de Bosnia), hijo del rey de Bosnia, Stephen Thomas, también participó en la batalla en el lado otomano.
El plan otomano era atraer a las fuerzas croatas más al oeste, junto a los bosques donde habían establecido la emboscada. La batalla comenzó alrededor de las 09:00 horas, el ala derecha de Ismail hizo el primer movimiento, dirigiéndose hacia el ala izquierda croata. El ejército croata abandonó las alturas y se precipitó contra los otomanos, iniciando una batalla en campo abierto. La batalla fue combatida cuerpo a cuerpo, sin el uso de arcos.
Las fuerzas otomanas fueron rechazadas en un principio, y comenzaron a retirarse, pero el ejército croata lo persiguió siendo arrastrado a la emboscada. Los 3.000 jinetes otomanos de Hadım Yakup pachá, escondidos en la zona boscosa del campo de Krbava cruzaron el río Krbava y atacaron por retaguardia al ala izquierda croata. El ala izquierda croata de Bernardin Frankopan no pudo resistir los ataques de la caballería ligera turca y comenzó a retirarse. Sin embargo, la mayor parte de la infantería croata estaba rodeada y no podía retirarse. Por la tarde, el ejército croata sufrió una derrota total y solo un pequeño número de hombres logró llegar a la seguridad en la cercana ciudad fortificada de Udbina.
Ban Derenčin fue capturado en la batalla y más tarde ejecutado, mientras que su hermano, y su hijo Pavao, murieron en la batalla. Nikolás VI Frankopan Tržački también fue capturado, pero fue rescatado y liberado del cautiverio. Entre los nobles croatas muertos estaban Ivan Frankopan Cetinski, Petar II Zrinski, Juraj Vlatković y el ban de Jajce, Mihajlo Pethkey. El conde Bernardin Frankopan y Franjo Berislavić lograron sobrevivir a la batalla.
Aunque la nobleza croata sufrió una gran derrota, descrita por cronistas e historiadores antiguos como la «primera disolución del reino de Croacia«, el Imperio otomano no tuvo ganancias territoriales como resultado de la victoria en la batalla de Krbava. Puesto que las pérdidas fueron muy grandes, en la tradición local el campo de Krbava fue conocido como el «Campo de la Sangre» (croata: Krvavo polje). La paz entre los reinos de Croacia y Hungría y el imperio Otomano fue firmada en abril de 1495. Las siguientes incursiones otomanas importantes ocurrieron en 1512 y en 1513, y dio lugar a la victoria croata en la batalla de Dubica en 1515.
Evacuación de los sefardíes de España
Esta expansión turca representó una amenaza creciente para la corona española de Isabel y Fernando, que trataban de acabar con la presencia musulmana en el sur de España, con el reino Nazarí de Granada. Esto alentó a España a tratar a los mudéjares de una manera más severa, desarmándolos y prohibiendo su acceso a las fortalezas.
Los turcos continuaron sus incursiones en el Mediterráneo occidental. Hubo rumores sobre la llegada de la flota turca en 1484, y atacaron Malta en 1488. Fernando reforzó las defensas de Sicilia como respuesta e incluso hizo una alianza temporal con los mamelucos de Egipto contra los otomanos desde 1488 hasta 1491, enviando trigo y ofreciendo una flota de 50 carabelas contra los otomanos.
En 1487, los nazaríes de Granada enviaron embajadas a los otomanos, y también a los mamelucos, con el fin de obtener ayuda contra la ofensiva española. El enviado a los mamelucos parece haber sido el granadino Ibn al-Azraq. Los emisarios enviados al Imperio otomano era uno de Játiva y un tal Pacoret de Paterna.
La propuesta era que las tropas otomanas fueran desembarcadas en Valencia, de donde se unirían unos 200.000 mudéjares contra los españoles. Bayezid II estaba, sin embargo, demasiado ocupado en el este, especialmente ocupado con la guerra contra los mamelucos, para prestar cualquier ayuda importante. Sin embargo, como respuesta a la súplica nazarí, Bayezid II envió al almirante otomano Kemal Reis con una flota al oeste del Mediterráneo.
Esta fue la primera participación otomana en el Mediterráneo occidental, se basó en los puertos de Bône (actual Annaba en Argelia), Bougie (actual Bujía o Béjaïa en Argelia) y en la isla de Jerba o Djerba en Túnez. Se cree que estableció contacto con los musulmanes de Granada en la costa de España. Granada finalmente caería al español en 1492, con la conquista de Granada. Boabdil emigraría al norte de África con 6.000 musulmanes en 1493. La flota otomana ayudaría a transportar a los musulmanes al norte de África.
En 1492 los judíos sefardíes eran un grupo diferente de los judíos askenazíes de origen europeo o ruso, fueron expulsados de la península Ibérica por los reyes Católicos. Se instalaron en el norte de África, y en los estados cercanos, como en el reino de Portugal, reino de Navarra y en los estados italianos. Beyazid II ordenó a la flota otomana que acudiese a evacuarlos de manera segura hasta las tierras otomanas. Concedió a los refugiados el permiso para instalarse en el Imperio otomano y convertirse en ciudadanos.
También dirigió una proclama a todos los gobernadores de sus provincias europeas, ordenándolos no solamente abstenerse de rechazar a los refugiados españoles, sino que les dieran, en cambio, una cálida bienvenida. Amenazó de muerte a todos los que trataran con dureza a los judíos o les negaran la admisión en el Imperio. Beyacid les recibió positivamente, porque en la mayoría los judíos eran personas muy cualificadas o muy ricas.
Al recibir a los judíos, el sultán Beyazid II se sorprendió mucho y dijo:“ Vosotros decís que Fernando es un rey sabio, él, que desterrando a los judíos, ha empobrecido a su país y enriquecido el nuestro.“ Se instalaron en todo el Imperio otomano, siendo las ciudades que más acogieron Salónica y Estambul, aunque posteriormente se establecieron en Rodas.
Guerra contra los venecianos
Batalla de Zonchio (25 de agosto de 1499)
En enero de 1499, Kemal Res zarpó de Estambul a con una fuerza de 10 galeras y 4 barcos más, y en julio de 1499, se reunió con la enorme flota otomana y asumió su mando para llevar a cabo una gran guerra contra la República de Venecia. La flota otomana consistía en 67 galeras, 20 galliots y alrededor de 200 buques más pequeños. En agosto de 1499, Kemal Reis se encontró con la flota veneciana de 47 galeras, 17 galeotes y unos 100 buques más pequeños cerca del cabo Zonchio. Grimani tenía entonces 65 años y aunque era un capitán probado en la batalla terrestre, no era un líder experimentado y nunca había mandado grandes flotas en combate. Le habían dado el mando debido a una donación de 16.000 ducados al estado y personalmente había financiado el armamento de 10 galeras.
El primer día no se decidió si debía emprender una batalla ofensiva o defensiva. Muchos capitanes ante la ausencia de órdenes decidieron atacar a los otomanos y él no tomó parte en la batalla.
El segundo día, Grimani ordenó a las tripulaciones matar a los capitanes que se negaran a pelear. A pesar de esto, y con la llegada de 4 galeras francesas, envió solamente 2 galeras contra los otomanos. Aunque de alguna manera regresaron ilesas.
El 25 de agosto los venecianos capturaron algunas galeras otomanas, luego la disciplina se rompió y los otomanos recobraron los barcos mientras los saqueaban; los refuerzos franceses abandonaron a los venecianos con disgusto y huyeron a Rodas. Durante la etapa más crítica de la batalla, dos carracas venecianas, capitaneados por Andrea Loredan y por Alban d’Armer, abordaron uno de los barcos de mando de la flota otomana. El comandante del buque, Burak Reis, fue incapaz de separar su barco de los atacantes y optó por incendiar su buque. La visión de los tres grandes barcos ardiendo juntos causó un fuerte golpe a la moral veneciana. Los turcos derrotaron a los venecianos en la batalla de Zonchio (también conocida como la batalla de Sapienza o la Primera batalla de Lepanto). Fue la primera batalla naval en la historia con cañones utilizados en los barcos, Kemal Reis y obtuvo una importante victoria.
Antonio Grimani fue arrestado el 29 de septiembre y desterrado a la isla de Chersopero, pero finalmente fue puesto en libertad. Grimani más tarde se convertiría en el dux de Venecia en 1521. El sultán otomano Bayezid II regaló 10 de las galeras venecianas capturadas a Kemal Reis, que situó su flota en la isla de Cefalonia entre octubre y diciembre de 1499.
Batalla de Modón (1500)
En diciembre de 1499, los venecianos atacaron a Lepanto con la esperanza de recuperar sus territorios perdidos en el mar Jónico tras la batalla de Zonchio. Kemal Reis partió de Cefalonia y volvió a tomar a Lepanto a los venecianos. Se quedó en Lepanto entre abril y mayo de 1500, donde sus barcos fueron reparados por un ejército de 15.000 artesanos otomanos llevados a la zona.
Desde allí, Kemal Reis zarpó y bombardeó los puertos venecianos en la isla de Corfú, y en agosto del año 1500 volvió a derrotar a la flota veneciana en la batalla de Modon. Kemal Reis tras la batalla bombardeó la fortaleza de Modon desde el mar y capturó la ciudad. Más tarde se enfrentó a la flota veneciana de la costa de Coron y capturó la ciudad junto con un bergantín veneciano. Desde allí Kemal Reis navegó hacia la isla de Sapientza (Sapienza) y hundió la galera veneciana Lezza.
En septiembre del año 1500, Kemal Reis asaltó a Voiussa y en octubre apareció en el cabo Santa María en la isla de Lefkada, antes de terminar la campaña y regresar a Constantinopla en noviembre. Tras la batalla de Modon, la flota y el ejército turcos abrumaron rápidamente la mayor parte de las posesiones venecianas en Grecia. Las fortalezas venecianas en Morea de Modon y Coron, llamados los «dos ojos de la República«, se perdieron.
Asedio de Cefalonia (1500)
El dogo de Venecia Agostino Barbarigo pidió ayuda al Papa y a los Reyes Católicos. Los reyes de España aceptaron acudir a la llamada de auxilio, nombrando a Gonzalo de Córdoba como jefe supremo, Francia contribuyó con 600 soldados, el Papado contribuyó pagando un diez por ciento de los gastos, y Venecia preparó en total 53 buques: 18 galeazas, 25 galeras y 10 naos. El contingente español, de 9.000 efectivos, embarcó en 57 naves; zarpó del puerto de Málaga el 4 de junio de 1500. Hizo escala en Valencia, Palma de Mallorca y Cagliari (en Cerdeña), poniendo rumbo a Sicilia. La travesía se demoró en exceso debido a la ausencia de viento, y se agotó el agua, por lo que murieron varios hombres y caballos.
En Sicilia, varios destacamentos españoles provocaron altercados y motines por falta de paga. Al cabo de dos meses se impuso finalmente la disciplina entre la tropa, a la que se sumaron en ese tiempo 2.000 hombres más de apoyo para la protección de puertos y ciudades, para reforzar el sistema defensivo del estrecho de Sicilia. El 27 de septiembre, la escuadra española partió desde Mesina hacia el Jónico. El 2 de octubre, tomó sin resistencia Corfú, que había sido abandonada por los turcos al percatarse de su llegada. A continuación hizo lo mismo, fácilmente, con Santa Maura (isla de Leucade en Grecia), tras lo cual marchó a Zante, punto de reunión de las fuerzas coaligadas. Por culpa del mal tiempo, solo una carraca (de las cuatro previstas) al mando del vizconde de Ruan acudió a Zante por parte francesa, siendo esta una aportación casi simbólica. De Venecia estaban la mayor parte de sus buques destinados a la campaña.
Estaba acordado de antemano ir hacia Modona, pero dado que ya habían comenzado el invierno y los temporales, el almirante veneciano Benedetto Pesaro, buen conocedor de la zona, aconsejó al Gran Capitán cambiar de planes y atacar Cefalonia, un poco más al norte de su actual posición. Esta isla (en manos turcas desde 1485) sufría menos tempestades, y su posesión, junto con la de la contigua Ítaca, permitiría a los aliados vigilar mejor los accesos al golfo de Corinto y al mar Adriático.
Ya en Cefalonia, el grueso de la armada cristiana se adentró, a principios de noviembre, en el golfo de Argostoli, donde quedaba a resguardo de los temporales. El resto se distribuyó por la isla. Al fondo de la citada ensenada se encontraba la fortaleza de San Jorge, donde se acantonaba la guarnición otomana de la isla. Era una orta (regimiento) de jenízaros, cuyo número oscila entre 300 y 700, según las fuentes, los turcos llevaban dos años en la isla.
El Gran Capitán empezó por intentar una negociación con el enemigo para evitar la batalla, y a tal efecto envió dos emisarios al castillo, el español Gómez de Solís y el veneciano Pucio que hablaron con el jefe de los jenízaros, un albanés llamado Gisdar. Este conocía la fama de Gonzalo de Córdoba y las tropas a las que tenía que enfrentarse. El castillo de San Jorge se encontraba en un pico de muy difícil acceso, rechazó cualquier tipo de rendición pactada e hizo saber a su rival que resistiría a ultranza el ataque. Regaló al comandante español un arco y un carcaj con flechas en sendas bandejas de oro.
El terreno circundante al castillo era escarpado y pedregoso, y dificultaba el emplazamiento de las piezas de artillería. No obstante, los atacantes pudieron situar algunas de ellas tras un montículo frente a la puerta. Más atrás se encontraban las tiendas de los altos mandos. Comenzaron las hostilidades con la artillería hispano-veneciana, abriendo fuego sobre las murallas con grandes bombardas, que, sin embargo, no produjeron el efecto deseado por la inestabilidad del suelo sobre el que se aposentaban. Entonces entró en acción Pedro Navarro, un hombre que se haría célebre por su uso de las minas militares. Consiguió con ellas derribar un lienzo, abriendo paso al ataque de la infantería, pero esta se encontró luego con un segundo muro, que los defensores habían levantado tras localizar la posición de las minas. A pesar de ello se siguió intentando, aunque sin éxito, el asalto con escalas.
Los veteranos jenízaros de San Jorge eran diestros arqueros y repelieron varias ofensivas disparando flechas incendiarias y envenenadas. Asimismo, arrojando piedras, derramando aceite hirviendo sobre los enemigos, e izándolos, para luego dejarlos caer, con unos garfios (llamados lobos por los españoles). Además de esta tenaz defensa, también se aventuraron a realizar incursiones nocturnas en campo cristiano, que fueron neutralizadas por los arcabuceros españoles. Incluso cavaron un túnel desde el castillo hasta el campamento enemigo, bajo el que pretendían alojar barriles de pólvora y hacerlos estallar. Sin embargo, fueron descubiertos antes de ejecutar la acción.
Después de muchos días de acometidas infructuosas de los españoles, probaron suerte los venecianos. 2.000 de ellos se emplearon a fondo en el intento, pero fue en vano. La pertinaz resistencia otomana estaba alargando más de lo previsto la estancia en Cefalonia, y en unas condiciones muy desfavorables: inclemencias meteorológicas, humedad marítima salitrosa, insalubridad (particularmente dañina para heridos y enfermos) y escasez de víveres. Para remediar esto último, Gonzalo de Córdoba envió dos barcos a Calabria y Sicilia respectivamente que regresaron semanas más tarde con provisiones. Mientras tanto, llegó flotando un cargamento de avellanas y castañas de un mercante procedente de Alejandría que se partió en dos en las cercanías, ayudó a paliar el hambre de la tropa.
La situación era insostenible a largo plazo, teniendo en cuenta además la proximidad de bases otomanas. Por ello, hacia mediados de diciembre el Gran Capitán tomó la determinación de ejecutar un asalto definitivo. Durante varios días se empleó con fuerte intensidad la artillería para castigar lo más posible las murallas, emplearon balas de hierro fundido. También construyó un puente de madera. Y de nuevo Pedro Navarro contribuyó a ello con sus minas. La noche anterior al asalto final no cesó el bombardeo, al que se sumó el fuego de arcabucería, por lo que los defensores la pasaron en vela, en máxima alerta y esperando el inicio de un asalto nocturno en cualquier momento.
Al amanecer del día 24 de diciembre Córdoba animó a sus hombres con apasionadas arengas y alusiones a los recientes triunfos españoles en Nápoles. A continuación, con él entre ellos, emprendieron la carga contra uno de los muros que parecía más débil. Con ayuda de escalas y protegiéndose con rodelas lograron alcanzar el adarve. Se entabló entonces un combate durísimo, en el que ambos bandos se batieron con ferocidad, mientras se acumulaban caídos los muertos y heridos.
El general español abrió un segundo punto de choque en otra posición del castillo distante de la anterior, para dividir las fuerzas jenízaras. En ambos lugares la lucha era encarnizada. Entonces Córdoba mandó traer un puente de madera construido durante la noche anterior, y lo dirigió un tercer punto de ataque, por el que pasaron súbitamente hacia el interior de San Jorge varias capitanías de reserva que encontraron poca oposición, pues la maniobra sorprendió a los otomanos. El capitán Gisdar y otros resistentes quedaron acorralados en un reducto, pero no se rindieron. Lucharon con coraje hasta la muerte del último hombre. Seguramente toda la guarnición otomana pereció en el asedio de Cefalonia, aunque según algunas fuentes hubo unos pocos supervivientes. Las bajas españolas fueron aproximadamente 360.
La armada española salió de Cefalonia (ya bajo control veneciano) a mediados de enero de 1501. Algunas galeras quedaron un tiempo en Corfú y el resto de la flota fue a Sicilia. Allá, la falta de alimentos y pagas causó una vez más malestar entre los soldados, que volvieron a crear grandes problemas de indisciplina, alborotos y graves abusos contra los civiles.
Aunque bajo la perspectiva estratégica global del Mediterráneo, la victoria cristiana en la batalla de Cefalonia no es de las más importantes, pero sentó un precedente al romper la invencibilidad del imperio Otomano, que desde 1495 parecía imparable en su avance por el este de Europa. Venecia recuperó Cefalonia (que mantendría hasta 1797) y ganó un tiempo indispensable para reponer energías dentro su pugna particular con los otomanos. Gonzalo Fernández de Córdoba vio acrecentada su fama como militar y recibió múltiples felicitaciones y agradecimientos.
Acuerdos de paz
Las incursiones otomanas en Dalmacia se intensificaron hasta el punto en que Venecia se vio obligada a firmar un tratado con Ladislao II de Hungría y el Papa Alejandro VI. Por el mismo prometieron 140.000 ducados al año al reino de Hungría para defender activamente sus territorios del sur de Croacia, defensa de la Dalmacia veneciana. En 1501 Feriz Beg capturó Durazzo en Albania para los venecianos.
A finales de 1502, Venecia y el Imperio otomano acordaron un armisticio. El 31 de enero de 1503, Venecia firmó otro tratado con Ladislao II, habiendo pagado ya 124.000 ducados a través del tratado anterior, para pagar 30.000 ducados al año para el mismo propósito. Ese mismo año, las incursiones de la caballería turca llegaron al territorio veneciano en el norte de Italia, y Venecia se vio obligada a reconocer las conquistas otomanas, poniendo fin a la guerra. La economía de las ciudades venecianas en Dalmacia se vieron severamente afectada por la ocupación turca del interior durante esta guerra.
Guerra de Sucesión
Mucho antes de la muerte de Beyacid II, sus tres hijos Korkud, Hamed y Selim, habían desarrollado una lucha interna con el fin de garantizarse el gobierno de una provincia lo más cercana Estambul, así como ganar el apoyo de las fuerzas políticas y militares del Imperio.
Selim, el más joven, tenía pocas posibilidades para suceder a su padre, cuyo favorito era Ahmed, príncipe gobernador en Amasya (norte de Turquía). Selim era príncipe gobernador de la lejana provincia de Trebisonda , en la costa del mar Negro (noreste de Turquía). Incluso su tercer hermano, Korkud, príncipe gobernador de Antalya (en la costa mediterránea del suroeste de Turquía), estaba más cerca de la capital que Selim.
En 1510, Selim derrotó a un ejército safávida, liderado por el hermano del Shah Ismail, que amenazaba Trebisonda. Bayezid tenía unos 60 años de edad en ese momento y Selim estaba preocupado por una posible lucha de sucesión con sus dos hermanos mayores. Decidió actuar de forma preventiva: dado que sus hermanos estaban más cerca de Estambul que él, exigió una nueva gobernación más cercana a la capital.
Cuando se corrió el rumor de que Bayezid estaba a punto de abdicar a favor de Ahmed; Selim viajó a Caffa, ciudad gobernada por su hijo, futuro sultán Solimán I. Desde allí cruzó los Balcanes y en marzo de 1511 llegó con su ejército llegó a Edirne, donde su padre había estado residiendo desde el terremoto de 1509 que había destruido Estambul.
Mientras tanto, una importante revuelta de turcomanos Kızılbaş estalló en Teke, en el suroeste de Anatolia. Cuando los rebeldes derrotaron a las fuerzas imperiales enviadas contra ellos bajo el mando de Korkud y marchaban hacía Bursa; Bayezid cedió a las demandas de Selim y lo nombró príncipe gobernador de la provincia danubiana de Semendire (actual Smederevo, en Serbia). Sin embargo, este no confiaba en su padre. Cuando se enteró de que el gran visir planeaba poner a Ahmed en el trono, decidió actuar, el 3 de agosto de 1511 fue derrotado por el ejército de Bayezid II cerca de Corlu y huyó a Caffa.
Cuando Ahmed se enteró de la batalla entre Selim y Bayezid II, se dirigió a Estambul con la esperanza de que Bayezid abdicaría en su favor. Sin embargo, los jenízaros apoyaron a Selim y bloquearon la entrada de Ahmed a la capital.
Frustrado, este se dirigió a Anatolia, con la intención de regresar con sus partidarios. Mientras tanto, otra rebelión de Kızılbaş estalló alrededor de Tokat en el norte-centro del país, y cediendo a la presión de los jenízaros, Bayezid invitó a Selim a Estambul, nombrándolo comandante en jefe del ejército. Selim llegó a la ciudad en abril de 1512; con el apoyo de los jenízaros hizo abdicar a su padre y se proclamó sultán el 24 de abril de 1512. Era la primera vez que los jenízaros orquestaban la abdicación del sultán reinante.
Bayezid partió para su retiro en su natal Demótica, pero murió el 26 de mayo de 1512 en Büyükçekmece antes de llegar a su destino y solamente un mes después de su abdicación. Fue enterrado junto a la mezquita Bayezid en Estambul.