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Orígenes
Lucio Quieto, era un príncipe númida, su padre había apoyado a las legiones en su intento de someter a la Mauretania Tingitana (Marruecos septentrional) durante la revuelta de Edemón en 46, siendo honrado con la ciudadanía romana.
Lucio sirvió como un oficial auxiliar en la caballería romana, reclutando tropas de tribus libres de Mauretania Tangina. El emperador Domiciano le recompensó con el rango ecuestre, pero más tarde lo despidió por insubordinación. A su debido tiempo fue uno de estos, un comandante legionario de la Hispania Bética llamado Trajano quien ocupó el trono. Lucio sirvió como el comandante de caballería de Trajano durante las duras Guerras Dacias; su caballería númida puede verse en la Columna de Trajano en Roma.
Guerras Dacias
En la Primera Guerra Dacia de Trajano (101 – 103), Trajano se dirigió contra Dacia con un ejército compuesto de 14 legiones romanas, 90 cohortes equitatas o mixtas, 21 alas de caballería 5 de las cuales eran milenarias, 10 cohortes de arqueros, y otros auxiliares entre los que se encontraban 500 palmirenses, 900 getas, 700 dacios, 500 britones, 700 cántabros, honderos de baleares y númidas mauros mandados por Licio Quieto. En total unos 150.000 hombres.
En la batalla de Tapas o de Tapae, los jinetes pesados sármatas tuvieron que enfrentarse a jinetes ligeros como los mauros o mauris que les acosaban sin cesar y que cuando eran atacados huían, al resguardo de la infantería volviendo a acosarles. Mientras las legiones permanecían en el llano, sin intervenir.
En la batalla de Adamclisi, los jinetes ligeros entre los que se encontraban los mauros acosaron a la caballería Dacia que estaba compuesta de dacios y sármatas roloxanos, que tuvieron que refugiarse en un laager o fortaleza de carros; las legiones asaltaron el laager y masacraron a los dacios y aliados.
En la Segunda Guerra Dacia 105 y 106, no se dispone de la composición del ejército romano que oscilaría de 150.000 a 175.000 efectivos, los romanos avanzaron en tres ejes que finalizaría con el asedio y captura de la capital Sarmizegetusa en el año 106. Con el botín capturado trajano construyó el Foro de Roma.
Campaña parta de Trajano
En el año 113, Trajano quiso emular a Alejandro Magno e inició una campaña militar contra el Imperio parto, para a continuación dirigirse hacia la Mesopotamia y posteriormente la India, regiones que apoyaban a los hebreos en su revuelta y que habían dado refugio a sus exiliados y los habían aprovisionado de pertrechos militares para el levantamiento.
Después de completar la conquista de Armenia con un coste muy bajo, Trajano envió a Lucio Quieto para dirigir sus jinetes mauros para perseguir la tribu hostil de los mardos. Los mauros de Lucio avanzaron profundamente en el territorio de Media y completaron su misión con éxito (114).
Trajano concentró a sus legiones en Palmira, capital de los nabateos, y en el año 115, Trajano avanzó contra los partos. Lucio Quieto había progresó desde el lago Van hacia el reino de Adiabene, que era cliente de los partos, venciendo a su rey Mebarsapes. Luego continuó avanzando en la parte este de la Mesopotamia, realizando un movimiento de pinza con éxito, convergiendo en la ciudad de Nísibis con Trajano que era su primer objetivo.
Después de tomar la ciudad, Trajano se dirigió al oeste hacia la ciudad de Edesa, mientras Licio Quieto se dirigió hacia el sur, conquistando sin luchas las ciudades de Singara (Sindjar), Libana y Tebata.
En la primavera del año 116, los romanos atacaron en dos columnas, una siguiendo el curso del Éufrates bajo el mando de Trajano y la otra siguiendo el curso del Tigris bajo el mando de Quieto, ambas confluirían sobre la capital Ctesifonte. La ciudad fue tomada y el emperador con una flota de 50 barcos, se trasladó a Mesene, un reino cliente de los partos que estaba en una isla en la desembocadura del río Tigris.
A pesar de los éxitos romanos, el ejército parto se mantuvo intacto y en el 117 AC, las legiones romanas estaban siendo esquilmadas por inesperados rebrotes de resistencia, mientras que los partos recibían constantes refuerzos del exterior. Trajano tenía arrinconados a los partos frente al golfo Pérsico cuando llegaron nuevas tropas de arqueros desde el actual Paquistán. Trajano había tomado Nísibis y Edesa en Anatolia (actual Turquía), y Seleucia (actualmente Bagdad, Irak), pero las fuerzas comenzaban a flaquearle.
Atrapado con los restos de una legión en cada capital de Mesopotamia, mandó llamar al general Lucio Quieto que protegía su retaguardia para que les sacase de allí. En poco Quieto se presentó allí, había salvado a todo el ejército de la destrucción, hizo que Lucio fuera querido por las legiones.
Guerra con los judíos o guerra de Kitos
El haber reducido las guarniciones para la invasión del Imperio parto, hizo que las comunidades judías se alzaran en armas en provincias que habían quedado desguarnecidas, ya que el grueso de las legiones romanas en el Norte de África (Cirenaica y Egipto) y Judea estaban siendo utilizadas en la guerra contra los partos en Armenia y Mesopotamia.
Tras intensos y encarnizados combates, las legiones romanas pudieron conquistar Mesopotamia, incluidas las ciudades de Babilonia y Susa, sedes de grandes colonias judías. Las comunidades griegas de Cirenaica (Libia) y Chipre atacaron los barrios judíos excusándose en el apoyo que estos daban a los partos. Este ataque llevó a las comunidades judías en esas regiones a levantarse en armas. Los judíos destruyeron numerosos templos dedicados a dioses romanos, como Júpiter, Apolo, Artemisa e Isis, así como edificios que simbolizaban el poder romano. Esto obligó a Trajano a enviar nuevas tropas al mando del prefecto pretorio Quinto Marcio Turbo para pacificar las provincias de Egipto y Cirenaica, lo que se logró en el otoño del año 117.
Mientras Trajano luchaba contra los partos en el golfo Pérsico, una nueva revuelta judía estalló en la Mesopotamia recién conquistada. Después de feroz lucha, Trajano reconquistó Nísibis, Edesa y Seleucia (suburbio de Bagdad, Irak). En cada una de estas ciudades había antiguas e importantes comunidades judías. Tras sofocar la rebelión, Trajano quedó inquieto con la situación y envió al general Lucio Quieto para eliminar a todos los sospechosos judíos en Chipre, Siria y Mesopotamia, nombrándolo procurador de la provincia de Judea.
Dando lugar a la Segunda Guerra Judeo-Romana, también conocida como Guerra de Kitos, entre los años 115 y 117. El nombre de Guerra de Kitos proviene de una mala pronunciación de Quieto, que reprimió primero la rebelión judía en Mesopotamia y fue luego enviado a Judea como gobernador, Quieto detuvo a los hermanos Julian y Papo, que habían sido el alma de la rebelión, sentenciándolos a muerte.
Muerte de Lucio Quieto
En el 118 murió Trajano y las órdenes recibidas de Roma causaron la destitución de Quieto y su llamamiento a Italia.
Según Heinrich Graetz, solamente la rápida acción de Adriano, apoyado por la viuda de Trajano, impidió a Lucio ser aclamado como emperador a la muerte de Trajano. Adriano hizo relevar a Lucio y disolvió sus fuerzas, la infantería fue discretamente desarmada, pero la caballería númida con orgullo rechazó rendir sus armas y abandonar a su heroico comandante. En una especie de «Noche de los cuchillos largos» (era 118), fueron asesinados cuatro cónsules: Avidio Nigrino, Cornelio Palma Publio Celso y Lucio fue asesinado posiblemente en su camino a Mauretania, ya que sabía que si se dirigía a Roma sería asesinado.
Tras el asesinato de Quieto, estalló una insurrección casi inmediatamente en Mauretania, donde era muy muy popular, Adriano tuvo que enviar a uno de sus mejores generales, Quinto Marcio Turbo, gobernador de Cirenaica para derrotar a los rebeldes.