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Los asnos en Egipto
Como se explicó en el capítulo “Caballo actual”, el género Equus asinus o asnos se asentaron en una zona que comprendía Somalia, Etiopía y Eritrea. Dando lugar a tres subespecies: el Equus africanus somalicus o asno somaliense, el Equus africanus africanus o asno nubio, y el Equus africanus atlanticus o asno del Atlas.
Los primeros indicios de domesticación del asno se han encontrado en Egipto son del año 4000 AC en una tumba de un faraón en Abidos, a 480 km al sur de El Cairo. Al parecer provenían de los Equus africanus africanus o asnos nubios, y tenían lesiones en las vértebras causadas por el peso, así como otras patologías propias del confinamiento. Sin embargo, aún se parecían mucho a sus antepasados, algo mayores en tamaño.
No es de extrañar su prestigio durante la primera dinastía, cuando era habitual que al morir el faraón se enterrara, en otras tumbas cercanas, restos de animales u objetos que pudieran serles útiles en la otra vida. El hecho de los asnos fueran enterrados cerca del faraón da idea del gran valor social que se les otorgaba.
En esa mastaba (tipo de enterramiento de base rectangular formado por muros inclinados, techo plano y construido con adobe o piedra), se encontraron 10 asnos machos con edades comprendidas entre 8 y 13 años.
Un asno es capaz de transportar un tercio de su propio peso, por esta función que, de hecho, siguen ejerciendo esta tarea en buena parte del norte de África y, en general, en las zonas más pobres del globo a las que no llegan los todoterrenos.
Los egipcios los emplearon para transporte terrestre y tareas domésticas, en el ejército fueron utilizados para transportar las armas enseres de los soldados, tal y como aparece en las pinturas de algunas tumbas.
El asno se expandió rápidamente por todo el mundo conocido, desde el norte de África, Oriente-medio, norte de Arabia llegando a Mesopotamia.
Llegada del asno a Palestina
Desde Egipto el asno pasó a Palestina. Se han descubierto en unas excavaciones que datan del 2700 AC realizadas en la ciudad filistea de Gathy (actual Tell es-Safi), situada en el centro de Israel, restos de un asno que fue sacrificado como una ofrenda para proteger una vivienda que se estaba construyendo. Lo que sorprende es que el animal tenía indicios de haber usado una brida para su conducción, en vez del aro nasal usado en Mesopotamia. Los análisis indican que el animal había nacido en Egipto y fue llevado a Canaán, siendo en sus últimos días sacrificado y enterrado debajo de la vivienda.
Se han encontrado ejemplos de este tipo de bridas en Tell Harror (Israel). También se han encontrado enterramientos de asnos en otras tres viviendas.
Llegada del asno a la península Ibérica
Desde Palestina el asno se propagó a Siria, Irán e Irak, se han encontrado restos de asnos entre 2700 a 2500 AC.
Al parecer los asnos llegaron a la península Ibérica a bordo de barcos fenicios. En los asentamientos fenicios del Castillo de Doña Blanca (Puerto de Santa María) y en Toscanos (Veléz-Málaga), se han encontrado restos de asnos pertenecientes al siglo VIII AC. Pero teniendo en cuenta la fundación fenicia de Cádiz que data del siglo XI AC; y que los fenicios estaban interesados especialmente en la adquisición de minerales, y que el asno era el animal idóneo para su transporte desde las minas a sus embarcaciones, puede hacer pensar que su fecha de transporte fuera anterior.
Lo más probable es que esos asnos fueran adquiridos en el Magreb donde el asno ya había sido domesticado, y transportados a la península, ya que el transporte de un asno desde Fenicia a Iberia sería muy costoso.
Tampoco se puede descartar que el asno fuese transportado a Iberia en el Neolítico, cuando comenzaron los intercambios comerciales entre ambas orillas, y que el asno hubiese llegado mucho antes.
Egipto Arcaico (4000-2649 AC)
Egipto era un reino formado por una franja de tierra a orillas del río Nilo. Tenía más de 600 km de largo, y era tan estrecho, que en algunos lugares quedaba reducido al propio río, cuyas orillas escarpadas formaban parte del desierto.
La capital de la nación, la ciudad blanca de Memphis, se encontraba al sur del delta del Nilo, en la frontera entre los antiguos Reinos Inferior y Superior. El sitio era recomendable por su ubicación; la llanura estaba tan húmeda que, según Herodoto, el primer trabajo de Narmer fue construir una presa para contener el agua. Incluso 2.500 años después, agrega Herodoto, “este recodo del Nilo es vigilado de cerca … fortalecen la presa cada año, porque si el río decidiera romperse y desbordarse en este punto, Memphis estaría en peligro de completamente inundado”.
Poco después del 3600 AC, la sociedad egipcia comenzó a crecer y avanzar rápidamente hacia una civilización refinada. Durante este tiempo apareció una cerámica nueva y distintiva, que estaba relacionada con la cerámica en el Levante Sur. El uso extensivo de cobre se hizo común durante este período. El proceso mesopotámico de ladrillos secados al sol y los principios de la construcción arquitectónica, incluido el uso del arco y paredes empotradas para efectos decorativos, se hicieron populares.
En 3370 AC, Semerkhet rey de Egipto, invadió por primera vez el Sinaí, este rey empleó soldados reclutados que cada uno portaban su propio equipo y guerreros semi-profesionales mejor armados, y se utilizaron asnos para transportar el avituallamiento.
Antes del reinado de Narmer o Nemes, Egipto estaba dividido en las regiones del Alto Egipto (el sur) y el Bajo Egipto (el norte, más cerca del mar Mediterráneo). El Alto Egipto estaba más urbanizado con ciudades como Thinis, Hierakonpolis y Naqda desarrollándose con bastante rapidez. El Bajo Egipto era más rural (en términos generales) con ricos campos agrícolas que se extendían desde el río Nilo. Ambas regiones se desarrollaron de manera constante durante miles de años a lo largo del Período Arcaico, hasta que el comercio con otras culturas y civilizaciones condujo a un mayor desarrollo del Alto Egipto.
El rey del Alto Egipto llamado Narmer (Menes) envió un ejército por el Nilo y derrotó al rey del Bajo Egipto en la batalla. De esta forma Menes unió los dos reinos. Unificación significa la unión de dos partes separadas, en este caso, los dos reinos.
Primera Dinastía (3050-2890 AC)
Narmer o Menes se convirtió en el primer faraón (3050-3007 AC) del Egipto reunido. Estableció su nueva en la ciudad de Memphis en el Bajo Egipto.
La paleta de Namer (Nemes) en el 3100 AC, muestra al rey examinando los cuerpos decapitados enemigos, los dos animales sujetos por las cabezas significa las dos mitades de Egipto sujetas para que no se peleen entre sí, en la parte inferior el toro de Namer destruye un centro fortificado enemigo. En la otra cara nos muestra al rey sacrificando enemigos con un golpe de maza, y al halcón Horus contemplándolo todo. Ambas caras tienen cabezas de vaca en la parte superior que hace pensar que se trata de la diosa Hathor. Sin embargo, parece más acertado interpretar los grabados como cabezas de toro, ya que un toro aparece de manera prominente en la paleta y simbolizaría la fuerza y vitalidad del rey.
La unificación de Narmer y su establecimiento de Menfis como una única capital egipcia pone fin al Egipto predinástico. Su hijo lo siguió al trono y, a su vez, fue sucedido por seis reyes más asignados por Manetón a la llamada Primera Dinastía de Egipto; realizando una sucesión real formalizada.
La Primera Dinastía tuvo 8 faraones que gobernaron sobre el Egipto unificado durante 600 años, un periodo bastante oscuro. Pero se puede vislumbrar el crecimiento de un estado centralizado: el establecimiento de una corte real, la recaudación de impuestos y una economía que permitió a Egipto el lujo de joyas a los nobles y mujeres de la corte, escribas que llevaban un registro de la creciente burocracia.
Aha o Teti (3007-2975 AC) sucedió a Namer, su nombre significa «el Guerrero«. Luchó contra los nubios y edificó un templo a la diosa Neit en Sais, en el recientemente anexionado Bajo Egipto. Posee una tumba en Abidos y un cenotafio en Saqqara.
Dyer o Iti (2975-2927 AC) fue el tercer rey de la dinastía. Envió soldados egipcios en las primeras expediciones oficiales más allá de las fronteras del reino de Narmer. En una roca a 400 km al sur de Hieracómpolis, cerca de la Segunda Catarata, una escena grabada muestra a Dyer y su ejército triunfantes sobre los cautivos. Lo más probable es que se tratara de los pueblos indígenas de la Baja Nubia, que en poco tiempo se habrían marchado por completo de la zona, expulsados por el mal tiempo y las invasiones egipcias. Las tropas egipcias también marcharon hacia el noreste, a lo largo de la costa del Mediterráneo, hacia la zona que más tarde se llamaría Palestina meridional.
Dyet o Ita (2927-2914 AC) apodado “el Serpiente”. Realizó expediciones fuera de Egipto; una gran hambruna asoló a Egipto.
Den o Semti (2914-2867 AC), se extendió fuera de las fronteras de Egipto. Organizó varias campañas al Sinaí, para defender las minas de malaquita que ya explotaban los beduinos nómadas.
Estas victorias fueron teóricamente ganadas en nombre de todo Egipto, tanto en el norte como en el sur. Pero al morir, los gobernantes de la Primera Dinastía volvieron a su identidad del Alto Egipto. Fueron enterrados en su tierra natal: en Abidos muy al sur de Memphis.
Este no era un simple cementerio. Los egipcios comunes todavía podrían estar tendidos en la arena al borde del desierto, con las caras giradas hacia el oeste. Pero los nobles egipcios, el segundo rango de la sociedad, yacían en un gran cementerio en la llanura desértica de Saqqara, al oeste de Memphis. Los reyes fueron enterrados en Abidos, sepultados en cámaras subterráneas de ladrillo o piedra, rodeados de sacrificios humanos para acompañar el rey a la otra vida. Casi 200 personas fueron sacrificadas y agrupadas alrededor de Den, mientras que Djer fue enterrado en compañía de 300 cortesanos y sirvientes.
Los faraones de la Primera Dinastía fueron enterrados sin embalsamar, solamente estaban envueltos en trapos, a veces empapados en resina, pero esto no hacía nada para preservarlos.
Dadas las tensiones entre el norte y el sur, los reyes de la Primera Dinastía necesitaban este tipo de autoridad para mantener unido al país. Para ello trataron de unirlos mediante la religión. Los primeros faraones de Egipto afirmaban ser la encarnación terrenal de Horus, llevando consigo ese poder que “no se desvanece durante la noche o con la muerte”. Sin embargo, todos los reyes mueren. Así que la teología egipcia se adaptó a lo inevitable. Cuando el faraón moría, ya no se le consideraba la encarnación de Horus. En cambio, se convirtió en la encarnación de Osiris, que era tanto rey del inframundo como padre de Horus, rey del reino viviente.
Adyib o Merbiape (2867-2861 AC). Fue considerado como usurpador; período de turbulencias políticas, agregó un nuevo título descriptivo a sus denominaciones reales: el nombre nesu-bit. Aunque estas dos palabras egipcias tienen el sentido de “arriba” y “abajo”, nesu-bit no expresa el gobierno del faraón sobre el Alto y el Bajo Egipto. Más bien parece referirse a los reinos de arriba y de abajo (vivos y muertos). Su tumba es pequeña, está rodeado por 74 egipcios sacrificados. Pero contiene elementos arquitectónicos más evolucionados, reflejando el avance de las técnicas de construcción.
Semerjet o Semsem (1861-2853), que intentó borrar a su predecesor Adjyb, lo que sugiere que Semerjet era un usurpador o un asesino. Se construyó una hermosa tumba, mucho más grande que la de Adjib. Durante su reinado, registra Manetón, “hubo muchos eventos extraordinarios y hubo un inmenso desastre”.
Qaa o Kebeh (2853-2828 AC). Fue el octavo y último faraón de la Primera Dinastía. Se conoce muy poco de él, su tumba está en Abidos y su cenotafio en Saqqara. Su complejo fúnebre en Saqqara es el primero en la historia egipcia que incluye un templo funerario.
Segunda Dinastía (2850-2700 AC)
Después de la Primera Dinastía reinó un número indeterminado de reyes. Después de una sequía, estalló la guerra civil y se prolongó durante años.
Hotepsejemuy o Boetos (2728-2800 AC) fue el primer faraón de la Segunda Dinastía. Debido a que su nombre significa “los dos poderosos están en paz”, se ha sugerido que este rey reunió a Egipto después de algunos disturbios que pudieron haber dividido al país hacia el final de la Primera Dinastía. El nombre de Hotepsejemuy se encontró en la entrada de la tumba del faraón Qaa. Es posible que Hetepsejemuy llegara al trono casándose con una princesa. Se cree que Hetepsejemuy fue apartado del trono mediante un complot organizado por su propio hermano.
Nebra o Ranev (2800-2785 AC) fue el segundo faraón de esta dinastía. Poco se sabe sobre el reinado de Nebra. El descubrimiento de las juntas que llevan el nombre de Nebra junto con juntas de Hotepsekhemwy en Saqqara sugiere que Nebra realizó el entierro de Hotepsekhemuy y fue su sucesor directo.
Nynecher o Binothris (2785-2742 AC). Durante su reinado el evento anual fue repuesto por un evento llamado «cuenta del ganado«, que era de mayor importancia económica para el reino de Egipto, porque era la aplicación oficial de la recaudación de impuestos anuales. El evento fue abandonado a principios de tercera dinastía. Decidió dividir Egipto para dejar a sus dos hijos (o a dos sucesores) que gobernarían dos reinos separados, con la esperanza de que los dos gobernantes pudieran administrar mejor los estados. A su muerte comenzó una lucha entre el norte y el sur.
De los siguientes faraones no hay información: Uneg o Uadynas (2742-2735 AC), Sened o Senedi (2735-2724 AC), Neferkara, o Seneferka (2724-2719 AC), Neferkasocar (2719-2711 AC), Hudyefa (2711 – 2709 AC).
Sejemib o Peribsen (2724-2714 AC). Durante su reinado la guerra alcanzó su punto culminante, una inscripción señala que el ejército del sur luchó “contra el enemigo del norte dentro de la ciudad de Nekheb«. Nekheb, la antigua ciudad de la diosa Buitre, era la mitad oriental de Hierakonpolis. Se encontraba a más de 160 km al sur de Abydos, en el Alto Egipto.
Jasejem o Jasejemuy (2709-2682 AC) fue el último rey de la Segunda Dinastía. Las inscripciones de su reinado apuntan a rebeliones y guerras contra un «enemigo del norte«. Si se puede considerar que este «enemigo del norte» está ubicado en Egipto, es posible que durante Khasekhem, la relación entre los dos reinos haya empeorado.
La guerra de Jasejem finalmente volvería a unir a Egipto bajo un solo reinado, momento en el que Horus Jasejem cambió su nombre a Horus-Seth Jasejemuy. Este nombre combina el Horus tradicional con el Seth de Peribsen. Tanto Peribsen como Jasejem tenían una tumba en Umm el-Qaab en Abydos. La tumba es mucho más grande que la de sus predecesores y la cámara funeraria está construida en piedra, la primera de este tipo.
Durante el reinado de Jasejem, las inscripciones en la ciudad costera de Biblos, que comerciaba con troncos de cedro cortados de las laderas de las montañas cercanas, comenzaron a registrar la llegada de barcos mercantes egipcios. Debía su existencia al matrimonio político, tomó como esposa a una princesa del Bajo Egipto, Nemathap, cuyo nombre e identidad han sobrevivido porque más tarde recibió el honor divino como la gran matriarca fundadora de la Tercera Dinastía. Y debía su paz no solo al mando de Jasejem, sino a su astucia al tratar con el problema de Set.
Jasejem trasladó la capital a Hieracómpolis, en la zona sur del país, y fue la primera y última vez que Egipto era gobernado desde esa ciudad.
En tiempos de Jasejem se construyó el imponente recinto de Nejen (Hieracómpolis). Es una descomunal estructura conocida como Shunet el Zebib “el almacén de las flechas”, situada en el desierto, a dos km de su tumba; es una enorme estructura rectangular de 123 por 64 metros, con muros de adobe de 5 metros de espesor y 20 metros de altura, decorado en forma de fachada de palacio; aún permanecen en pie grandes paños de muro con unos 5.000 años de antigüedad.
El ejército egipcio durante el Periodo Arcaico (4000-2649 AC)
El Periodo Arcaico fue un periodo que permitió que el gobierno se estabilizara y, a su vez, organizara un ejército en funcionamiento. Durante este periodo, la mayoría de los conflictos militares se limitaron a la consolidación del poder dentro de Egipto.
Durante ese periodo, no hubo ejército profesional en Egipto; el gobernador de cada nomo (división administrativa) tenía que formar su propio ejército de voluntarios. Entonces, todos los ejércitos se unirían bajo el mando del faraón para la batalla. Debido a que el servicio militar no se consideraba prestigioso, el ejército estaba compuesto principalmente por hombres de clase baja, que no podían permitirse capacitarse en otros trabajos.
Los soldados del Periodo Arcaico estaban equipados con muchos tipos de armas, incluidos escudos, lanzas que en un principio tenían punta de sílex hasta la llegada del bronce, garrotes, mazas de piedra, hachas que en un principio eran de sílex y posteriormente de bronce, y arcos y flechas. El arma egipcia más común era el arco y la flecha, era un arco simple. Este tipo de arco era difícil de manejar y tenía una menor longitud de estiramiento.