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Tuvo lugar el 11 de marzo de 1387 en Castagnaro en Venecia, entre las fuerzas de Verona lideradas por Giovanni Ordelaffi, y las fuerzas de Padua lideradas John Hawkwood. La victoria fue paduana.
Antecedentes
Las fuerzas de opositoras consistieron en los veroneses, a por Giovanni Ordelaffi de Forli, y los paduanos bajo el condotiero inglés Sir John Hawkwood (los italianos le llamaban Giovanni Acuto).
El ejército de John Hawkwood era de 7.000 hombres de armas montados, 1.000 de infantería y 600 arqueros ingleses montados, había estado sitiando Verona durante algunas semanas. Pero esta fuerza resultó demasiado pequeña y sus líneas de comunicación estaban en peligro de ser cortadas, por lo que, a principios de marzo, Hawkwood se retiró a unos 50 kilómetros atrás en la orilla oeste del río Adige más cerca de su depósito de suministros en Castelbaldo. Los veroneses le siguieron de cerca y aumentaron sus fuerzas mediante el reclutamiento haciendo incursiones periféricas. Ordelaffi esperaba que los paduanos cruzasen el río en Castelbaldo, pero en lugar de eso Hawkwood ordenó al comandante de la base logística que transportase los suministros por barco y se reuniese con él en Castagnaro.
Esto sugeriría que Hawkwood ya tenía la intención de hacer estacionarse al oeste del río. Incluso parece haber sorprendido a sus propios subordinados por no levantar el campamento en Castagnaro la noche del 10 de marzo, que suponían que estaba reagrupando sus fuerzas en una fuerte posición defensiva. La posición se había reforzado por las recientes lluvias. A lo largo de frente los paduanos tenían un canal de drenaje y un dique, parte del cual todavía existe y se llama el viejo drenaje. A la derecha los paduanos tenían un gran canal que une los ríos Adige y Tartaro. Tanto el drenaje y el canal se unen al río Adige en un mismo punto. Aquí varios diques estén en frente a una extensión de bancos de arena poco profundos que yacen al descubierto, salvo durante las inundaciones. Un tramo de pantano, ahora drenado, protegía flanco izquierdo. Hacia el noroeste las praderas también estaban húmedas después de la lluvia reciente.
Despliegue de fuerzas
Hawkwood se levantó temprano, organizó a sus hombres en dos líneas desmontadas. A retaguardia situó el Carroccio paduano y los 600 arqueros montados y los 500 caballeros montados ingleses. Sus ballesteros a pie fueron colocados en el flanco apoyando a unas bombardas que cubrían las aguas poco profundas, donde se unen el desagüe, el canal y el río.
Sus fuerzas eran 500 caballeros 600 arqueros ingleses bajo el mando de Hawkwood; 1.000 caballeros de Giovanni D’Azzo; 1.000 caballeros de Giovanni de Pietramala; 800 caballeros de Ugolotto Biancardo; 1.500 caballeros de Francesco Novello de Carrara; 500 caballeros de Broglia Brandolino, 600 caballeros de Biordo y Antonio Balestruzzo; y 1.000 infantes de Filippo de Pisa.
Ordelaffi tenía una fuerza de 9.000 hombres de armas montados, 2.600 ballesteros y piqueros, además de un gran número de milicianos apenas tenían instrucción y que llevaba esperando sitiar Castelbaldo. El comandante de la artillería veronesa disponía de 24 bombardas y 3 ribaulds o multi-cañones experimentales, que venían atrás y que al parecer no habían llegado al campo de batalla.
Sus fuerzas estaban compuestas de 1.000 caballeros de Giovanni Ordelaffi; 1.500 caballeros de Ostasio de Polenta; 500 caballeros de Ugolino de Verme; 800 caballeros de Benetto de Marcesana; 800 caballeros del conde de Erre; 400 caballeros de Martino de Besizuolo; 800 caballeros de Francesco Sassuolo; 400 caballeros de Marcoardo de la Rocca, 300 caballeros de Francesco Visconte, 600 caballeros de Taddeo de Verme; 500 caballeros de Giovanni Garzo y Ludovico Cantello; 1.800 caballeros de Raimondo Resta y Frignano Sesso; 1.000 infantes y 1.600 arqueros y ballesteros de Giovanni Isola.
Desarrollo de la batalla
Ordelaffi pasó la mayor parte de la mañana del 11, formando el grueso de sus tropas para un asalto de infantería sobre la posición de Padua. El suelo estaba blando y el obstáculo del agua descartaron un ataque de caballería. También prepararon numerosas fajinas, o haces de juncos, para llenar la zanja. Los hombres de armas veroneses desmontados formaron en dos líneas con el apoyo de una pequeña reserva de caballería (700?). En su retaguardia situó el Carroccio de Verona defendido por 300 hombres a caballo, mientras que las milicias y levas campesinas estaban aún más atrás.
Ordelaffi ordenó un asalto poco después del mediodía, pero su primera línea no pudo cruzar la zanja. A continuación, la segunda línea veronesa fue enviado hacia adelante de una manera selectiva, mientras que las fajinas llenaban constantemente varias secciones de zanja.
Se entabló un enfrentamiento entre lanceros a lo largo del dique en diferentes secciones. Hawkwood envió a su segunda línea para apoyar la primera, mientras que Ordelaffi comprometió toda su segunda línea, además de parte de los milicianos.
Ante la inferioridad numérica, los paduanos tuvieron que ceder terreno, ya que la zanja ya no proporcionaba una buena defensa. Por otro lado, los veroneses ya no tenía reservas efectivas, por lo Hawkwood desencadenó su golpe maestro. A diferencia Ordelaffi, sabía que era posible que una fuerza montada para moverse por el borde nororiental de la batalla, probablemente a lo largo de las aguas poco profundas del río pedregoso y quizás incluso oculta por diques. De repente Hawkwood condujo a sus arqueros ingleses montados, además de los hombres de armas montados, envolviendo de su flanco derecho, recogiendo a su paso a los ballesteros de Padua y a los artilleros que se sumaron al ataque.
Al llegar a la retaguardia veronesa, los 600 arqueros y 500 ballesteros dispararon una lluvia de proyectiles antes de que los 500 jinetes cargaran contra el flanco izquierdo del enemigo. Esto detuvo el avance de los veroneses y fue seguido inmediatamente por un contraataque paduano dirigido por Ubaldini, que era el segundo en el mando. Hawkwood arrojó su bastón de mando en el medio del enemigo como un estímulo para sus hombres lo recuperasen, posiblemente a la espera de una recompensa, mientras que Ordelaffi cargó con su propia reserva de caballería en un intento de aliviar la situación.
Fueron, sin embargo, obstaculizados por sus propios camaradas en retirada, y después de una breve lucha se rindieron. Hawkwood condujo a sus jinetes contra el Carroccio veronés, que fue capturado sin mucha resistencia. Las milicias y levas campesinas en su mayoría huyeron, a excepción de un destacamento de infantería bajo Giovanni da Isola que, por alguna razón, se negó a rendirse y fue aniquilado.
Secuelas de la batalla
Los veroneses capturaron 4.600 hombres de armas y 800 de infantería. El total de bajas catalogadas fueron 716 muertos y 846 heridos veroneses y solo alrededor de 100 muertos paduanos, las bajas veronesas fueron aumentadas en gran medida por la inexplicable resistencia de Da Isola. Se capturaron el Carroccio, 24 bombardas, 6.000 caballos y 140 carros de mercancías.
La derrota de Castagnaro marcó el final de la larga hegemonía de la familia Scala, que después de unos meses sería expulsada de Verona por las tropas de Visconti.