¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
El origen del caballo data de mamíferos herbívoros denominados ramoneantes es decir comedores de hojas que tenían un tamaño muy pequeño y que debido a la adaptación a los diferentes cambios climáticos a lo largo de millones de años evolucionaron hasta el caballo actual.
La paleontología y los caballos
La fuente más importante de información respecto a la evolución del caballo son los abundantes depósitos de fósiles de la zona oriental de América del Norte. La investigación comenzó en Inglaterra, en la primera mitad del siglo XIX. En 1840, el gran paleontólogo británico Richard Owen describió por primera vez un género de équido fósil, al que dio el nombre de Hyracotherium.
Este fósil había sido extraído el año anterior en los depósitos de arcilla eocénicos de los alrededores de Londres, que tienen unos 55 millones de años de antigüedad. En la segunda mitad del siglo XIX, la investigación se trasladó a América del Norte. Muchos de los museos de historia natural actuales se fundaron entonces.
La aparición de estos museos aumento el interés del público por la paleontología y fueron muchas las expediciones que se enviaron a explorar y extraer muestras de los ricos depósitos fosilíferos del oeste. Estas expediciones recogieron numerosas muestras de fósiles de équidos que remitieron a los museos, donde fueron estudiadas por los fundadores de la paleontología norteamericana. Los estudios iniciales tuvieron gran importancia; por ejemplo, dado su carácter de prueba paleontológica, ejercieron una gran influencia en la aceptación de la teoría de la evolución darwiniana.
En la segunda mitad del siglo XIX uno de los más destacados estudiosos de la evolución de los caballos fue O. C. Marsh, catedrático de paleontología de la Universidad de Yale. Las expediciones que organizaba esta universidad al oeste norteamericano revestían cierto carácter de aventura y a menudo se vieron coronadas por el éxito. Gracias a ellas consiguió reunirse una de las mayores colecciones de fósiles de équidos. Marsh llevó a cabo sus estudios con la colaboración de científicos como Oscar Harger, Max Schlosser, George Baur y Samuel Wendell Williston, que trabajaban, todos ellos, a sus órdenes en Yale. Además de esto, como con la ayuda privada de la gran fortuna personal de su tío, George Peabody, que fue invertida en la fundación del Museo Peabody de Historia Natural de Yale y en la financiación de varias expediciones para la recogida de muestras fósiles.
En 1876, Marsh identificó un nuevo género de équido fósil, el Eohippus o Caballo del Alba. Es el género más antiguo de los recogidos en América del Norte. Pertenece a depósitos norteamericanos del Paleoceno tardío o del primer Eoceno, que tienen una antigüedad de unos 55 millones de años; aproximadamente la misma que los depósitos de arcilla eocénicos de Londres. En la actualidad el término Eohippus está reemplazado por «Sifrhippus». Del árabe “sifr”, cero, y del griego “hippos”, caballo; El nombre significaría “caballo cero».
En el siglo XX, reconocidos paleontólogos británicos y americanos compararon las muestras de Hyracotherium, procedentes de Gran Bretaña, con los Eohippus, procedentes de América, y llegaron a la conclusión de que estos dos nombres correspondían a una forma única. Según las normas de cortesía científica, el nombre Hyracotherium, impuesto por Owen en 1840, tenía prioridad sobre el de Marsh, Eohippus, de 1876, pero el nombre Eohippus o Caballo Enano siguió utilizándose en América para el Hyracotherium.
Tras estos primeros estudios sobre la evolución de los équidos, impulsados por Marsh y otros, fue evidente que los depósitos de Norteamérica contenían muestras clave para el establecimiento de la cadena evolutiva. Los paleontólogos norteamericanos han hecho grandes aportaciones a la comprensión de este grupo. Mencionaremos a los notables científicos Henry Fairfield Osborn y William Deller Matthex, ambos del Museo Americano de historia Natural (Deller ejerció más adelante en la Universidad de California, en Berkeley); Ruben A. Stirton, de Berkeley; George Gaylord Simpson, actualmente en la Universidad de Arizona, y Morris F. Skinner, de los Frick Laboratories, Nueva York.
El Eohippus o Hyracotherium fue considerado el tronco básico del que descendían todos los grupos de solípedos. Por decirlo de otro modo, se creía que tenía tanto de tapir o de rinoceronte como de caballo. Sin embargo, algunas investigaciones más recientes, basadas en el estudio de la estructura craneal del Eohippus o Hyracotherium, han demostrado que se trata de un équido.
Clasificación de los équidos
El caballo en su evolución siguió 3 aspectos fundamentales:
- Aumento de tamaño o alzada, desde los 30 cm del primer precursor hasta su tamaño actual.
- Desaparición de los dedos y formación del casco para aumentar su velocidad.
- Adaptación de la dentadura para alimentarse, pasó de alimentarse de hojas a comer hierbas.
Los équidos se comenzaron a clasificar en según los dedos de sus extremidades en
- Tetradáctilos o caballos de 4 dedos, aparecieron Paleoceno tardío, hace 50 millones de años, y vivieron hasta el eoceno, hace unos 34 millones de años, siendo Eohippus o Hyracotherium. Evolucionó en el Orohippus o Caballo de Montaña que tenían cuatro dedos en las extremidades anteriores y tres en las posteriores.
- Tridáctilos o caballos de 3 dedos, surgieron durante el período medio de la era Cenozoica hace unos 34 millones de años, el dedo central se hace cada vez más grande y los laterales se atrofian y se hacen más pequeño, se aumenta el tamaño hasta alcanzar el metro de alzada. Los representantes son el Orohippus, Mesohippus, Miohippus y Parahippus.
- Monodáctilos o Solípedos o con casco, aparecieron en el Mioceno medio, hace unos 15 millones de años, dejaron de ser ramoneantes para ser herbívoros, y vivir en las praderas. La evolución empezó con el Merychippus, Pliohippus y Equus, hasta llegar al caballo actual.