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Orígenes del Kanato de Crimea
El Kanato de Crimea fue fundado por algunos clanes de la Horda de Oro que decidieron abandonar sus hábitos nómadas y asentarse en Crimea. Invitaron a un rival al trono Chingizid (señor de la horda), Haci Giray, descendiente por línea paterna de Toqa Temür, decimotercer hijo de Jochi y nieto de Gengis Kan, quien regresó de su exilio en Lituania. El nuevo estado nacería así en 1441, ocupando la península de Crimea (salvo la costa sur, ocupada por el Imperio otomano), y la costa del mar Negro de Ucrania ocupada por los Óblasti de Jerson, Mykolaiv, Zaporozhia y Donetsk.
Tras una lucha complicada y prolongada contra las tropas de varios grupos militares en la península, Haci-Giray consiguió finalmente convertirse en el primer kan de Crimea (1441-66) y fundador de la dinastía Giray.
Intentando conquistar el poder, la familia Giray entró en un inevitable conflicto con los gobernantes de la Horda de Oro (que todavía reclamaban sus derechos sobre Crimea) y otras fuerzas en la propia península. Especial peligro representaba el gran principado de Teodoro, situado en las montañas del suroeste de Crimea, y los genoveses, que controlaban el comercio en las ciudades costeras.
Las divisiones internas tras la muerte de Haci provocaron la intervención otomana. Tras la caída de Constantinopla en 1453, su sultán Mehmed II (1451-81) se puso como objetivo extender sus dominios hacia el norte del mar Negro, ya que, según sus intenciones, tenía que convertirse en un “lago otomano”. En 1475, las tropas otomanas mandadas por Gedik Ahmed tomaron los enclaves genoveses en Cembalo, Soldaia y Kaffa. El Kanato se convertiría en protectorado otomano. Aunque el Sultán se había anexionado la costa sur, los kanes de Crimea mantenían el control de las estepas del interior.
El vasallaje de los tártaros fue bastante benévolo, recibiendo un trato de aliados y no de subordinados. Estambul reconoció a los kanes la soberanía en el resto de su territorio y les permitió ejercer su propia política en la región. Tampoco hubo exigencias por parte de los turcos de que se retirara el nombre del kan en las monedas, de las oraciones del viernes (en el mundo islámico se decían en nombre del soberano) o del pago de tributos. El servicio de tropas tártaras en las filas otomanas era recompensado económicamente, y no era una obligación feudal.
La caballería tártara se convertiría en una de las mejores bazas del Imperio otomano en sus campañas en Persia y Hungría, con pingües beneficios para los jinetes. Tan importante fue, que cuando la maquinaria bélica otomana empezó a fallar, la economía de Crimea se resintió.
El Kanato de Crimea se consideraba heredero de la Horda de Oro y mantuvo las tradiciones militares de la Horda casi sin cambios. La población estaba organizada por el principio militar-tribal. El ejército estaba encabezado por el kan, el jefe de Estado; cada clan tenía que aportar un cierto número de soldados armados durante las incursiones y las operaciones militares. El concepto de disciplina militar era casi sagrado, operaba el principio de unidad de mando. No había un ejército regular en el Kanato, los tártaros marchaban según la voluntad de su bey o mirza. Casi todos los hombres capaces de portar armas participaron en las incursiones, y como las usaban desde los doce años, no se debía desestimar el poder de la horda.
El viajero y explorador turco de la segunda mitad del siglo XVII, Evliyá Çelebí, en su libro “Seyahatnam” (Libro de viajes) escribió sobre Crimea:
«La península de Crimea es una tierra cuya circunferencia es de aproximadamente 776 millas. En esa área tan grande de la península hay 24 kazalyks. El nombramiento y el despido de todos los qadis están en manos del Kan, excepto cuatro en el ayalet Kaffensky, que están bajo la autoridad del sultán otomano.
Cuarenta beyliks (territorio bajo un bey) también se encuentran en Crimea. El más famoso y el más reputado de todos los beys es el del castillo fronterizo de Or, que tiene su propio tambor y estandarte. Gobierna a más de 20.000 tártaros que montan caballos de pelo corto. Los principales gobernantes provienen de las hijas del khan, y por lo tanto pertenecen al género glorioso de Chingizids. Los bey shirins eran los gobernantes de Crimea antes que los kanes, porque antes de que Jochi comenzara a conquistar Crimea, el primero en precipitarse en Crimea y apoderarse de ella con la espada fue el antepasado de estos mismos beys shirins. El ejército mantiene el siguiente orden: en el centro el kan con los jefes de clan, los dair que van a la derecha del kan, que lideran a 10.000 jóvenes a caballo y, junto con un bey, van a la guerra con el kalga-sultán. Los bey, que van a la guerra a la izquierda del Kan, con el Nuredin-Sultan, éste es una especie de Mansur, tiene 20.000 valientes .
En esta península de Crimea hay 1.600 pueblos y 6.000 mansiones. Estos pueblos abastecen ciento 26.000 soldados más. Sin embargo, 40.000 van a la guerra, pero a voluntad de los kanes, 80.000 soldados tártaros pueden ir a la guerra, pero el resto permanece en Crimea.
Además de las 80.000 tropas mencionadas anteriormente, el Kan siempre tiene 3.000 capiculos con él, que viven en Bakhchisarai y en las aldeas circundantes. Este ejército, armado con mosquetes, fue enviado al kan Mengli Giray por el sultán Beyacid, el Santo. En aquellos días, había exactamente 12.000 kapikulis, pero con el tiempo, la descomposición ocurrió en estos destacamentos y no quedaron más de 3.000 de ellos. Ahora están al servicio de los kanes, pero no son tártaros, sino descendientes de abjasos, circasianos y georgianos.
Todos los kanes reciben dinero para su tesorería de las aduanas en Kaffa, y su jefe, de acuerdo con las reglas de los padishah otomanos, a través de su defterdar y tesorero supervisa los gastos de la Puerta de la Bienaventuranza del Kan.
Los kanes también recibieron el derecho de poseer dos pugs (estandartes colas de caballo) y dos banderas. Los kanes tienen un ejército del que puedes estar verdaderamente orgulloso. No hay caballos de carga, carros, cocinas, camellos, caravanas, cañones, mosquetes, tiendas o conchas. Sólo hay 80.000 jinetes, divididos en batalla, con sagaidaks en la mano, así como seis o siete veces cien mil caballos y sementales, divididos en koshes y unidos entre sí por las colas. En cada kosh, a una distancia de cien pasos, hay un caldero, llamado hoshchi, atado con correas a un caballo, así como un par de caballos, que llevan ovejas y cabras envueltas en la piel, es decir, mijo asado y queso seco. Otras reservas de alimentos son desconocidas para ellos.
Esta multitud de tártaros, rápidos, como el viento, los cazadores del enemigo, tiene la costumbre de superar el camino de diez estancias en un día. Lo que es sorprendente, no tienen con ellos ni forraje ni ningún otro alimento para caballos. Para cuando se bajan de sus caballos, inmediatamente los dejan ir, bajo la supervisión de los jóvenes, al campo, y los mismos, corriendo, recostados sobre sus hombros y saltando, comienzan a pastar. Si ocurre una campaña en invierno, los caballos quitan la nieve y comen el pasto de debajo, o recogen y comen pasto seco del verano pasado. Los tártaros no alimentan a sus caballos con cebada, pero cuando van a marchar, durante cuarenta o cincuenta días no les dan paja ni heno, solo durante todo el día y toda la noche, están comiendo de cebada.
Durante los duros inviernos que se encuentran en esos lugares, los tártaros no usan tiendas. Atan las puntas de los cuatro palos con un cinturón, poniendo los extremos gruesos en el suelo, y luego enrollan los fieltro yamurlahs tomados de sus hombros sobre estos palos. Habiendo hecho algo así como una tienda de campaña, pusieron una bola de nieve sobre un caballo en la nieve y pusieron una silla debajo de su cabeza. Luego, desatan sus sables con vainas y sagaidak, e incluso se quitan las camisas, y después de enviarlas a la carcasa, se van a la cama completamente desnudos. Por la mañana visten sus camisas de lino, rojo y azul cielo. Cuando se levantan, este Yamurlakh inmediatamente, como suspendido desde arriba, cuelga de una cresta de caballo en lugar de un cheprak, y luego ponen una silla de montar sobre un caballo y en dos lugares lo sujetan con dos correas. Después de eso, en un abrir y cerrar de ojos, los caballos están ensillados, y mientras están sentados a horcajadas, el sable y el sagaidak se aferran a sí mismos.
En una palabra, la gente de Alá fue creada intencionalmente para las guerras. Sin embargo, el khan, kalga, nuredin y shirin-beat tienen carpas de fieltro pequeñas. Además, el Kan tiene una tienda de campaña de un lienzo con ocho compartimentos. Y eso es todo«.
Vida social y económica en el Kanato de Crimea
El Kanato de Crimea era un estado que se regía por la ley islámica y cuyos gobernantes y la mayor parte de la población tártara y turca eran musulmanes suníes. A la cabeza del estado se encontraba el kan de la dinastía Giray, que obtuvo un estatus privilegiado dentro de la jerarquía política tártara gracias a su linaje (Gengis Kan). Los kanes no eran gobernantes absolutos, ya que los caudillos locales crimeo-tártaros (beys) participaban activamente en la gobernanza del estado, cuyas dinastías más importantes estaban representadas por las familias Shyrín, Mansur, Barýn y Sedzhéut (llamados karaci-bey). El gobierno de estas cuatro familias y otras (como las familias cumanas y Arguín) y su capacidad de influencia en la política y la economía se basaba en dos componentes: la propiedad de grandes parcelas de tierra (sobre todo en la parte esteparia peninsular hacia el norte de las montañas y en la zona premontañosa) y la capacidad de aceptar o rechazar la petición del kan de cesión de un ejército. Los caudillos tártaros crimeanos se reunían periódicamente convocando un kurultai (reunión), que oficialmente elegía un nuevo kan antes de proponer su candidatura al sultán turco. Además del kurultai, existía también otro organismo de poder: el diván (consejo estatal al que se sumaba el kan), que incluía a los mismos caudillos tribales y también a los representantes más influyentes de la corte y del clero.
El kalga era el heredero del kan, es decir el segundo en el mando, el nuradin era el tercero en la línea de sucesión y en el mando. Los kanes eran nombrados por el sultán otomano. El territorio estaba dividido en beyliks o distritos gobernados por un bey, el siglo XVI en lo que es la península había 8 que dependía tanto del kan como del sultán otomano. Cada bey tenía su propio ejército, tesorería, corte, defterdars, visires, etc. los beys poseían pleno derecho para administrar su territorio y tenía sus propios jueces allí. Esto usualmente fue arreglado en el permiso del qadıasker. Ni los beys, ni sus súbditos pagaban impuestos al Kan. Se convocaban reuniones de los clanes de los beys o kurultais. Los kurultais a menudo daban como resultado el derrocamiento de los kanes, la participación en campañas militares y cosas por el estilo. Fuera de la península los territorios estaban divididos en karaci beys, con unas atribuciones parecidas a los beys. Por debajo de los beys estaban los mirzas o nobles tártaros, que dependían del bey.
Los habitantes tártaros del Kanato de Crimea, cuyo número a mediados el siglo XVI era aproximadamente 500.000, constituían una población heterogénea, mostrando diferencias notables referidas a la procedencia, idioma y lugar donde habitaban. Desde el punto de vista geográfico, el Kanato de Crimea incluía el territorio de la península homónima y también otros territorios tras el istmo de Perekop: las estepas ucranianas al norte de los mares Azóv y Negro. La península de Crimea en sí no es homogénea geográficamente: los dos tercios que conforman la zona norte están formados por llanuras, que prácticamente es la continuación de la estepa ucraniana al norte de Perekop; el tercio sur de la península se compone de la zona premontañosa y de montaña, que se prolonga en sentido este-oeste en paralelo a la línea de costa. Finalmente, al sur de las montañas, a lo largo de la costa se extendía una estrecha franja de tierra en la que se situaban unas cuántas ciudades portuarias, siendo Kaffa la mayor de ellas (Cafa, actualmente Feodosia).
En un sentido amplio, la población del Kanato de Crimea pertenecía a dos grupos: nómadas y sedentarios. Los nómadas vivían en las llanuras esteparias en el norte peninsular y también en el sur de la propia Ucrania. La población sedentaria habitaba la zona premontañosa, los valles de montaña y también las ciudades y pueblos costeros.
La élite estatal tártara de Crimea, incluyendo a la dinastía regente de Giray y también a los caudillos tribales, a quienes pertenecían las grandes parcelas de tierra en las estepas y montañas de la península: eran descendientes de los kipchaks túrquicos (cumanos nómadas que llegaron desde el mismo corazón de la Horda de Oro). La élite de Crimea hablaba y utilizaba de forma escrita para las necesidades administrativas un idioma que era una mezcla del idioma túrquico-kipchak (cumano de las estepas interiores asiáticas) y del idioma túrquico-oguz (emparentado con el idioma turco de Anatolia, el centro del Imperio otomano).
Durante miles de años la península fue el hogar de múltiples pueblos: escitas, godos, alanos, hunos, griegos, genoveses, armenios. Algunos de ellos al principio eran nómadas, otros eran agricultores sedentarios y habitantes de ciudades. Durante los siglos XV y XVI la mayoría de los sucesores de estos pueblos se pasaron al idioma túrquico y a la religión musulmana. Esta mezcla abigarrada de pueblos se conoció como “tats”, que primeramente era un término despectivo utilizado por los pueblos túrquicos para referirse a sus vecinos (y a los representantes de otras religiones que se convirtieron al Islam) que hablaban el idioma túrquico, pero no eran de origen túrquico “puro”. El nombre tats se refería no solo a los campesinos de la zona premontañosa y de los valles (que hablaban una mezcla de los idiomas cumanos y oguz); sino también a los habitantes de las ciudades que permanecían bajo control directo otomano (y hablaban el idioma túrquico oguz, típico de Anatolia). Precisamente, los tats se convirtieron en el elemento demográfico dominante de la península, y así dieron a los tártaros de Crimea unos rasgos que les diferenciaban bruscamente de los de los tártaros de Asia Central. En otras palabras, los tats (campesinos, artesanos, comerciantes y funcionarios) formaron el núcleo central de la sociedad de Crimea.
Los campesinos de Crimea vivían en aldeas, la tierra la trabajaban juntos en comunidad, los impuestos los marcaba el dueño de la tierra (que era normalmente el caudillo del clan o de la tribu) para toda la aldea en su conjunto. Los campesinos no eran siervos y podían abandonar la aldea en cualquier momento. Los artículos agrícolas de Crimea más rentables para la exportación eran la fruta, el tabaco y la miel.
A pesar de que la mayoría de los pueblos que habitaban Crimea fueron asimilados por la mayoría musulmana turcoparlante, sus rasgos lingüísticos y culturales se conservaron entre los tats, que posteriormente formaron la base de las etnias tártara y crimea. Además, el idioma túrquico de los tats, que vivían en la costa, conservó algunas palabras griegas e italianas, reflejando la presencia anterior de estos pueblos en los puertos de Crimea.
Algunos habitantes crimeos, al pasar al idioma túrquico, no se convirtieron al Islam, como los armenios cristianos y griegos (los uruty o griegos tártaros) y también los crimchacos y caraítas, que practicaban variantes del judaísmo. Estos últimos vivían sobre todo en las ciudades más grandes de la península: Ak-Mechet (zona baja de Simferopol), la ciudad portuaria Gozleve (actual Eupatoria), la “capital” de la dinastía Shyrín, Karassubazar (actual Bilohirsk) y la ciudad del kan, Bajchisarái. Los armenios y griegos se encontraban en Kaffa (actual Feodosia).
La primera capital del Kanato de Crimea fue Eski Qirim /Qirim (actual Crimea Vieja), pero ya en vida del kan Haci-Giray, a mediados del siglo XV, había sido reemplazada por Kirk Yer, ciudad situada en la cima de una montaña, a un par de kilómetros al norte de Bajchisarái. Kirk Yer funcionaba como una fortaleza perfecta, al mismo tiempo que abajo, en el valle, se situaba la ciudad de Saladzhyk (actual Starosilia), donde estaba el palacio del kan. Mengli I Giray, hijo de Haci Giray, amplió el complejo palaciego de Saladzhyk, que también incluía Zyndzhirly-Medrese, colegio para la preparación del clero musulmán fundado en el año 1500. Pero cuando el palacio de Saladzhyk se quedó pequeño para los asuntos del estado de Crimea, que extendía sus fronteras, Sahib I Giray (gobernó entre 1532-51), hijo de Mengli, construyó un nuevo palacio en Bajchisarái en 1532, a unos cuántos kilómetros del anterior, también en el valle bajo. Desde entonces, el palacio de Bajchisarái se convirtió en la residencia permanente de los kanes de Crimea. Con sus jardines, colegios, mezquitas y otros edificios públicos, Bajchisarái se convirtió en una capital cultural islámica y en la capital política del Kanato de Crimea. Es interesante mencionar que al perder el estatus de capital de Crimea, la ciudad montañosa de Kirk Yer, posteriormente conocida como Chufut-Kale (que en tártaro significa “fortaleza judía”), conservó su importancia como centro de la comunidad de los judíos caraítas, que practicaban una forma no talmúdica del judaísmo.
En 1556, cuando Moscovia conquistó definitivamente el Kanato de Astracán y las tierras nogayas (del Kanato de Nogái) al este del río Volga y al norte del mar Caspio, una parte de los nogayos se trasladaron al oeste, a las estepas más al norte de los mares de Azóv y Negro. En este territorio se subdividieron en unas cuántas unidades tribales: los nogayos de Kubán (al este de Azóv), los nogayos de Yedisckul (al norte del mar de Azóv), los nogayos de Cambuluk (al norte de Crimea), los nogayos de Yedisán (entre los ríos Bugl del Sur y Dniéster) y los nogayos de Budjak (entre los ríos Dniéster y Danubio).
Las múltiples tribus nogayas tenían que reconocer el poder del kan de Crimea, que se solía hacer a través de un representante (serasker) que era enviado de Bajchisarái. Pero en la práctica, las tribus perseguían sus propios objetivos y se levantaban contra el Kanato de Crimea, aunque también hacían un provechoso favor al Kanato; no dejando que se formaran asentamientos estables eslavos en la estepa, y abasteciendo al mercado de esclavos de Crimea con un flujo interminable de cautivos, de los cuales una cierta cantidad (posiblemente la quinta parte) era destinada al kan de Crimea y el resto a los participantes del asalto.
El ejército del Kanato de Crimea
El Kanato de Crimea heredó de la Horda de Oro no solo una civilización desarrollada, sino también tradiciones administrativas militares. Su ejército tenía una formación de combate que generalmente era común todos los pueblos nómadas y estaba dividida en alas derecha e izquierda, así como un centro. La tarea del ala derecha e izquierda era el alcance y, si es posible, el envolvimiento del enemigo. La tarea del centro incluía la derrota de las principales fuerzas del enemigo. Esta formación, con pequeños cambios asociados con el uso de armas de fuego, se mantuvo casi hasta el final del Kanato de Crimea.
En el ejército había una especie de reclutamiento, que se anunciaba cuando se preparaba para la campaña. Se completaba el ejército de Kan a partir de tres fuentes principales: la guardia personal del Kan, los destacamentos de la nobleza de Crimea y la milicia. Durante las campañas serias, se reclutaba casi toda la población masculina de Crimea, capaz de portar armas. Las fuentes escritas se refieren a menudo como absolutamente fantásticas figuras, el número de los ejércitos de Crimea entre cien y doscientos mil soldados.
En el apogeo del Kanato de Crimea en los siglos XVI – XVII, la población probable de la península era de 300 a 500 mil personas. Partiendo de esto, Kan podría reunir para una campaña de 30 a 50 mil soldados, e incluso en el caso de la movilización «total», el ejército de Crimea difícilmente podría llegar a 100 mil personas. Cabe señalar que un ejército de 50.000 soldados era una fuerza enorme que apenas podía soportar los estados europeos.
Los crimeos abandonaron gradualmente la caballería fuertemente armada del período de la Horda de Oro en favor de otra ligera más ágil y maniobrable. Los tártaros utilizaron la infantería contratada, reclutada entre los representantes de los pueblos caucásicos. Además, los jenízaros turcos participaron regularmente en las campañas militares del Kanato de Crimea. Los tártaros raramente luchaban a pie. Hay un caso durante la batalla de Molodi (1572) cuando el kan Devlet I Giray (1512-77) ordenó a la caballería que desmontara y atacara junto a los jenízaros del ejército ruso a pie. Pero esto no llevó el éxito deseado a los tártaros.
En el ejército de Crimea también había artillería. Los cañones ligeros de campaña eran los más utilizados, ya que se podían transportar rápidamente a largas distancias. Sin embargo, la artillería siempre desempeñó un papel secundario de apoyo en el ejército de los kanes de Crimea.
Las tradiciones militares conservadoras establecidas durante la época de la Horda de Oro no permitieron a los crimeos apreciar plenamente las ventajas de las armas de fuego. En ese tiempo, los ejércitos de los estados vecinos se habían armado con pistolas, arcabuces y mosquetes, pero los tártaros de Crimea continuaron luchando sobre todo con arcos y sables. Esto se debía al hecho de que disparar un mosquete o un arcabuz, mientras se montaba a caballo, era extremadamente inconveniente. En cuanto a la pistola, no podía competir con el arco en velocidad de tiro. El arquitecto, cartógrafo y viajero francés G. L. de Boplan escribió sobre los soldados tártaros: «…disparan con tanta precisión con el arco que, a una distancia de 60 a 100 pasos, no pierden el objetivo«.
Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVII, se hizo evidente que las armas del ejército de Crimea estaban totalmente anticuadas. Los tártaros comenzaron a sufrir cada vez más derrotas, no solo de los ejércitos regulares, sino también de sus vecinos, los cosacos de Zaporozhia y del Don. Los intentos de reformar el ejército para hacerlo más moderno no dieron el resultado esperado. Sin embargo, algunas innovaciones de los tártaros fueron adoptadas de los turcos. En particular, se empezaron a utilizar el orden de batalla, llamado «Destur-y-Rumi«. Era un campamento fortificado o laager realizado con los carros, que estaba defendido por arqueros y artillería ligera.
El elemento principal de las armas del guerrero tártaro de Crimea era un arco y flechas, que tenían puntas de damasco. Las flechas se llevaba en la aljaba, por lo general era de 30 a 40 unidades, que era más que suficiente para la batalla. Además, los soldados estaban armados con sables curvos, que fueron hechos por los talleres de forja de Crimea. Los jinetes también tenía una lanza en su arsenal, algunos de ellos llevaban un gancho, de modo que durante el combate cuerpo a cuerpo era más fácil derribar al jinete enemigo de su caballo. La armadura consistía en cota de malla, un casco. Los tártaros ricos podían costear la armadura, protegiendo el pecho y la espalda de un guerrero, pero la mayoría solo llevaban un acolchado.
Se debe hacer mención especial de la disciplina en el ejército del Kanato de Crimea. Las tácticas de lucha de los tártaros eran bastante complejas y requerían no solo un buen entrenamiento, sino también una disciplina de hierro. S. Herberstein escribió: “Desde muy lejos entran en batalla con el enemigo. Esto, sin embargo, es de corta duración, dan la vuelta y realizan una retirada fingida, haciendo que el enemigo los persiga y pierda la cohesión, disparan flechas a los enemigos perseguidores, y luego, girando de repente sus caballos, atacan de nuevo las filas dispersas de los enemigos. Cuando luchan en un campo abierto, y el enemigo está dentro del alcance de una lanza, entonces entran en la batalla no en filas ordenadas, sino que giran alrededor de las tropas enemigas, agrupándolas desde todos los lados para lanzarlas con mayor precisión y libertad. Van y vienen de una manera increíble«.
La parte menos disciplinada y obstinada del ejército de Crimea era la formación de las hordas nogayas, que estaban subordinadas a la capital Bajchisarái. Los nogayos se rebelan a menudo, la muestra rebeldía, migraba a lo largo de la región del norte de mar Negro, realizaban ataques inesperados no solo en Polonia y Rusia, sino también en la propia Crimea. La organización militar de los nogayos era extremadamente arcaica. Durante los combates, recordaban poco a los descendientes del formidable Ulus Juchi.
El ejército del Kanato de Crimea, seguía la tradición mongola de tener una organización decimal. El ejército tenía el nombre de ordu o horda, que llegaba a alcanzar 40.000 efectivos, estaba dividido en divisiones o tumens de unos 10.000 hombres mandadas por un ceribasi, estas estaban divididos en tudays de unos 1.000 efectivos mandados por un binbasi, los tudays estaban divididos en yuzbas de 100 efectivos mandados por un yuzbasi.