¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
Tuvo lugar 29 de septiembre de 1364 y fue el enfrentamiento más importante y posiblemente el más sangriento de la guerra de Sucesión Bretona, conflicto enmarcado en el mucho más grande de la guerra de los Cien Años. Se enfrentaron dos facciones de bretones, apoyadas por Francia e Inglaterra, respectivamente. La victoria correspondió a este último bando.
Antecedentes
Los problemas de sucesión dinástica del ducado de Bretaña que se suscitaron al morir el duque Arturo de Dreux, no pudieron ser resueltos por medios pacíficos, ya que los dos aspirantes al trono, Juan de Monfort y Carlos de Blois, tenían parcialmente la razón en sus reclamos.
Juan de Monfort, orientado tácticamente por su madre Juana de Flandes y con el apoyo de su lugarteniente sir Juan Chandos, se movilizó con sus tropas anglo-bretonas a la ciudad de Auray. Su rival Carlos de Blois, apoyado por un ejército francés, defendía la ciudad.
Monfort penetró en la ciudad casi sin encontrar resistencia, pero pronto se vio obligado a poner sitio al castillo donde se concentraba el grueso de los enemigos. Decidido a rendirlos por hambre, se ocupó de cortar toda posible línea de abastecimientos y toda fuente de suministros.
Carlos de Blois, que se encontraba fuera del castillo y a una distancia prudente, se concentró al este de la abadía de Lanvaux. Su comandante militar, el célebre Bertrand du Guesclin. Tanto Blois como du Guesclin se habían establecido en la margen izquierda del estuarío del río Loc’h, a la vista del castillo. Las tropas de Monfort se encontraban entre este y el río, por lo que los ingleses comprendieron que corrían el grave riesgo de ser atrapados contra las murallas, así que evacuaron la ciudad de Auray.
Desarrollo de la batalla
El 29 de septiembre de 1364, Carlos de Blois ordenó atacar. Su ejército franco-bretón que eran unos 3.500 efectivos, vadeó el río y se alineó mirando al sur. Monfort imitó su movimiento y colocó su ejército, que eran unos 2.000 efectivos enfrente, con línea de ataque hacia el norte.
Juan de Monfort y Juan Chandos comandaban el centro de la línea, con Olivier de Clisson en el ala derecha y Roberto Knolles en el ala izquierda. Por detrás del centro se ubicó una importante fuerza de reserva montada mandada por Hugo de Calverly, lista para intervenir si era necesario.
Carlos de Blois mandaba el centro francés, con du Guesclin en el ala derecha y el conde de Auxerre en el ala izquierda. Blois colocó tras el centro unas fuerzas de reserva pequeña y débil mandada por Guillermo de Rieux que no tuvo ocasión de utilizar.
Los primeros en atacar fueron los ballesteros, que fueron rechazados por los arqueros ingleses. A continuación, atacó la infantería y hombres de armas desmontados, el ataque fue sangriento, porque el espacio era tan estrecho que los guerreros no tenían espacio para maniobrar. Blois y los franco-bretones llevaron la iniciativa, y las tres divisiones del ejército inglés fueron atacadas en forma sucesiva y sin respiro. A pesar de ello, la poderosa retaguardia organizada por Juan pudo avanzar unas decenas de metros y recomponer la situación, haciendo retroceder al ala derecha francesa.
Al no contar por detrás con el apoyo de su retaguardia, el flanco derecho fue obligado a doblarse hacia el centro. Poco después sucedió lo mismo con la izquierda francesa. Carlos de Blois, al darse cuenta de que su ejército quedaría atrapado en la bolsa así formada y sería masacrado, dio la orden de retirada, que en contados minutos se convirtió en una desordenada huida a la carrera. Los franceses en fuga fueron cazados por las victoriosas fuerzas inglesas y monfortistas.
Secuelas de la batalla
Los franco-bretones tuvieron 1.000 muertos y 1.500 prisioneros. Juan V de Monfort recibió el ducado.
La batalla dio lugar a la firma del tratado de Guérande, que entregó el título ducal bretón a Juan IV y permitió que los ingleses conservasen Brest y su comarca. Sin embargo, y sorprendentemente, en lugar de jurar fidelidad al rey de Inglaterra que le había ayudado y apoyado, se convirtió inmediatamente en vasallo del rey de Francia.